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@triver Creo que después de la última temporada la directiva, que hasta ese momento estaba teniendo buena conexión con Mackey, debía haber cedido en la negociación del nuevo contrato, más si cabe contado que acabábamos de lograr el ascenso. Además hay que tener en cuenta que Mackey no estaba pidiendo nada desorbitado, solo una pequeña muestra de afecto mediante una subida de sueldo, que iba a ser mínima y era lo menos importante, pero sobretodo haberle mostrado más confianza firmándole al menos un contrato de dos años. En lo deportivo no hay queja, el equipo funcionó a la perfección. Fuimos un equipo que supo adaptar su planteamiento a cada partido, aunque con un estilo marcado con el 4-1-2-3 habitual jugando siempre muy directo, solo que siendo más ofensivos o menos dependiendo de la situación.

@jayckjames Poco a poco Mackey ha conseguido que sus equipos vayan más, con mejores o peores resultados cada temporada en Montrose o después en el East Fife hemos conseguido mejorar el rendimiento y eso desde luego es importante en la carrera de un entrenador. Veremos si podemos continuar en esa línea. Gracias por la suerte y un saludo.

@ferch96 Bienvenido. No tenía ni idea del jugador español que había estado en el East Fife. En el juego no aparece la información porque la partida la empecé antes de la última actualización. Pero he comprobado googleando que te referías a Julen Etxabeguren, que por lo que he comprobado era un canterano de la Real Sociedad que fichó por el equipo el pasado mercado de invierno. Debe haberlo hecho bien allí estos últimos 6 meses porque según he leído acaba de ser fichado por el Dundee FC de Premiership. La temporada como comprobarás ha sido complicada, pero hemos logrado salvar los muebles. Veremos que sucede en el futuro con la relación Mackey-East Fife.

@Viggo Caer pronto en copas fue algo que nos descargó mucho cansancio físico, pero tampoco fue algo premeditado. Además de una mejor programación de la pretemporada y los entrenamientos, creo que ese año cuidamos algo más también las rotaciones. No es que en los partidos de copa jugara un once de suplentes, pero no poner a los once mejores implica reducir las posibilidades de ganar esos partidos.

Al final por una razones u otras, notamos el cambio respecto a cómo llegó el equipo físicamente a final de temporada, por lo que como dices esas eliminaciones resultaron un mal menor.

Fue un final de liga muy bonito, no solo porque ganamos el campeonato, sino también por lo peleado que estuvo y lo emocionante, jugándonos el ser campeón en el último partido. Un personaje como Mackey disfrutó del morbo que supuso esa pelea contra su ex equipo obviamente. Aunque realmente no guarda rencor hacia el club. Fue el equipo que le dio la oportunidad de debutar en la Scottish League Two y realmente no tuvo problemas nunca con sus dirigentes. Simplemente se desesperó con los jugadores al ver que no lograba sacarles todo el jugo que podían ofrecer y que en cada final de temporada se tenía la sensación de haberse podido hacer algo más. Sin embargo, siempre se superaron los objetivos y se fueron mejorando los resultados en cada uno de los 3 años estuvo. Pero llegado el momento consideró que era mejor cerrar esa etapa.

Incluí lo de la charla porque tuvo mucha influencia en aquel último partido contra el Annan en el que nos jugábamos acabar primeros. No me refería a la charla pre-partido, sino una de esas reuniones con la plantilla que puedes tener cuando llega un momento o partido importante en la temporada. Tras su conclusión los jugadores se cargaron de moral y varios reaccionaron ante las palabras de Mackey. Fue crucial sino para ganarlo, si al menos para hacerlo con tanta comodidad.

Austin se salió, es un buen delantero, canterano además y como dato curioso con doble nacionalidad jamaicana. Juagamos con un 4-1-2-3, un pivote, dos centrocampistas centrales, extremos y con un solo hombre punta, por lo que el delantero no puede llevar no todo el peso ofensivo y es necesaria esa aportación de la segunda línea. Los laterales como dices deben aportar un cierto número de asistencias como así fue. En muchas ocasiones hemos tenido que jugar insistiendo por banda, abriendo el campo cuando lo equipos se nos cerraban. A tu pregunta normalmente hemos combinado un carrilero por la izquierda y un lateral por la derecha, aunque según la situación y el partido hemos variado a dos carrileros o dos laterales, realmente no fue algo fijo.

Ese roce con la directiva fue algo que sorprendió y como dices más por la longitud del contrato que por el dinero. Es una cuestión de muestra de confianza, que la directiva no tuvo con Mackey. Ese “me lo apunto y no lo olvido” no significaba que el siguiente fuera a ser el último año de Mackey con el club. Pero si aciertas en a interpretación de que la temporada en SL1 iba a ser tomada como una autopromoción, más que pensando en un proyecto con el club. Lo que signifca que llegado el final de temporada habría que estudiar la situación y contemplar todas las opciones posibles sin reparo.

PD: El presidente del East Fife si tiene mujer, pero el hombre tiene el mismo poco gusto para valorar la belleza femenina que el que tiene para valorar el rendimiento de sus entrenadores. Así que tras conocerla Mackey, decidió que pese a que su listón no sea tampoco demasiado alto, ese iba a ser un terreno infranqueable.

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Temporada 2019/20

Llegaba mi debut en la Scottish League One, a solo un paso del profesionalismo del fútbol en Escocia. Después de año y medio con el East Fife conseguíamos el ascenso al tercer nivel de ligas escocesas y encaraba la que iba a ser mi segunda temporada completa en el club de Methil. Todo rodeado de un halo de rareza tras la situación vivida al final de la pasada temporada en torno a mi renovación.

Con la llegada del nuevo curso, esas sensaciones extrañas no harían más que acrecentarse. La buena conexión inicial que había con la directiva parece haber desaparecido y empiezo a sospechar que el presidente del club Liam Anderson debe algún favor a alguien al que he puteado y que está intentando cobrarse venganza a través suya. Porque si no es así no entiendo qué sucede. Parece querer desprenderse de mí a toda costa, forzándome para que me vaya. Anteriormente con las tiranteces habidas en las negociaciones del nuevo contrato y ahora con los objetivos y presupuestos propuestos.

Somos un equipo recién llegado a la categoría, la cual recuperamos después de 5 temporadas en SL2 y se nos pide acabar en mitad superior de tabla. Vale que seremos uno de los pocos clubes con status profesional y que la diferencia entre la permanencia y un puesto en mitad superior de tabla en una división de 10 equipos es escasa. Pero aún así se presume un objetivo demasiado ambicioso para quiénes somos. Además si tenemos en cuenta que, para tal efecto, vamos a contar con el mismo presupuesto para sueldos que el año anterior, esto hace que esa decisión parezca una broma de mal gusto.

No contento con todas estas “muestras de cariño”, antes de iniciarse la pretemporada el presidente me daría otra “buena noticia”: la llegada de Alan Morrison, un experimentado ojeador que viene para ejercer de Director Deportivo. El hecho de que haya alguien por encima mía en el escalafón de empleados del club no me hace ni puta gracia. Aún menos cuando vamos a ser el único equipo de la categoría que cuente con esta figura tan poco arraigada en el fútbol británico, y uno de los únicos 7 clubes escoceses que la contemplarán en su staff. Definitivamente ese hijo de puta de Anderson estaba intentando echarme.

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Con todo, había que ponerse a trabajar en la confección de la nueva plantilla. Algo que no fue nada sencillo ya que hubo que hacer verdaderos malabarismos circenses para cuadrar el presupuesto para sueldos. Con las bajas que se produjeron aligeramos algo el gasto salarial. Sin embargo, traer sustitutos aptos para la nueva categoría se hizo realmente complicado. Teniendo en cuenta que casi la totalidad de jugadores que siguieron del año anterior habían mejorado sus contratos, gracias a algunas de esas cláusulas de aumento de sueldo por ascenso.

Cubrimos las salidas de jugadores con algunos fichajes, dos de los cuales tuvieron que ser cesiones. Una de ellas fue la ampliación de la cesión de Jamie Wilson, que nos permitiría volver a contar con el joven central perteneciente a nuestro club mecenas Dundee Utd. Otra de las incorporaciones destacadas fue la de otro central, Paul Gallacher, procedente del Montrose y al que algunos recordarán por haber sido una de las piezas fundamentales de mi ex equipo en las temporadas que pasé allí.

Aún así, todavía quedarían huecos en el plantel que tuvieron que ser tapados con la llegada de Paul Watson, Barry Murray y Paul Davidson, promocionados del East Fife sub-20. Aunque el canterano que mejor rendimiento acabaría ofreciendo fue el extremo zurdo Bryan Moore que irrumpió en el equipo en la recta final de temporada.

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Ha sido una campaña que en lo deportivo se nos ha acabado haciendo muy larga, en la que hemos sufrido muchísimo para terminar logrando  la permanencia del equipo un año más en la Scottish League One, no así el objetivo inicial propuesto por la directiva de acabar en mitad superior de tabla. El cual, como ya aventurábamos, se antojaba excesivamente ambicioso.

He revivido este año sensaciones similares a las que viví en el Montrose, con el equipo arrancando extraordinariamente bien, pero viendo como íbamos de más a menos. Aunque a diferencia de aquellas temporadas anteriores, en la presente el grupo ha permanecido siempre unido, manteniendo su lealtad hacia la figura del entrenador. Los jugadores no han caído en la autocomplacencia, sino que no han sabido o no han podido darle la vuelta a la situación cuando las cosas se empezaron a poner feas.

Pero también hubo momentos muy positivos esta temporada que no han de verse empañados, ya que en su momento supusieron una gran alegría. Nos referimos a la actuación general del equipo en las competiciones de copa, donde rendimos muy por encima de lo esperado, especialmente en la Training Cup y que al margen de los resultados deportivos representaron una buena aportación económica para el club.

La Scottish Cup y la Scottish League Cup, son dos competiciones de formato prácticamente idéntico en las que participan los equipos de los 4 primeros niveles del fútbol escocés (Premiership, Championship, League One y League Two). Se diferencian en que el ganador de la Scottish Cup obtiene una plaza para la Europa League, mientras que como compensación, los premios en metálico de la Copa de la Liga son algo mayores. En ambas competiciones logramos superar solo una ronda. Pero hemos de tener en cuenta el valor de haber sido competitivos en las dos enfrentándonos a equipos muy superiores.

La gran proeza la protagonizaríamos en la Training Cup, competición en la que solo participan los equipos del 2º al 4º nivel y algunos del 5º nivel escocés (con unos premios en metálico menores al del resto de competiciones coperas). En ella pudimos superar hasta 4 rondas clasificándonos para la final, siendo la vez que más lejos llegaba en su historia el East Fife en la competición y alcanzando su primera final desde 1954. En ella nos enfrentaríamos al Hibernian, pero no tuvimos opción. El equipo de Leith, que milita en Championship y que este año ha disputado el playoff de ascenso como 4º clasificado de la categoria, no tuvo problemas en remontar nuestro gol inicial para acabar llevándose el título.

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En el campeonato regular como adelantábamos tuvimos un rendimiento decreciente. Nos situamos en las primeras posiciones durante los primeros meses de competición tras una buena racha inicial. Pero a partir del mes de octubre el equipo redujo su cadencia de buenos resultados y en el ecuador de la temporada protagonizamos nuestra peor racha, pasando 8 jornadas consecutivas sin conseguir ganar ningún partido (sumando solo 3 puntos merced de 3 empates).

Aquella racha negativa nos condujo a posicionarnos en la 9ª plaza (de playoff de descenso) en la 23ª jornada, siendo la primera vez que pisábamos zona conflictiva en toda la temporada. A continuación, nos repusimos levemente, rompiendo esa mala racha de la que hablábamos y logrando sumar 6 puntos en las 3 jornadas posteriores, los cuales nos permitieron salir momentáneamente de la zona de descenso. Pero 3 derrotas consecutivas inmediatamente después iban a dejarnos en una situación complicada. Volvíamos a caer a la zona de descenso, 9º clasificados, faltando 4 jornadas, con 31 puntos, a 4 del Annan que con 35 marcaba la permanencia y solo por delante del Raith que con 28 cerraba la tabla de clasificación (sorprendente actuación de nuestro vecino local y eterno rival, que había sido uno de los equipos descendidos de Championship el año anterior).

Viendo la línea que estábamos llevando parecía que debíamos contentarnos con mantener aquel 9º puesto y no caer a la última plaza de descenso directo. Sin embargo, dos empates contra Forfar y Annan y una sorprendente victoria 0-3 en campo del Arbroath iban a permitirnos llegar a la última jornada con la esperanza de lograr la permanencia directa sin pasar por el playoff. Había que ganar al Berwick a domicilio y esperar la derrota del Annan en campo de Stranraer.

Al descanso el resultado inicial 0-0 se mantenía tanto en nuestro encuentro como en el del Annan. Pero la segunda mitad se iniciaría de la peor de las maneras para nosotros. Nos quedábamos con un hombre menos por expulsión de Mullen nada más comenzar el 2º tiempo y pocos minutos después el Berwick se adelantaría en el marcador. En el 71’ llegaría la noticia al banquillo del gol que adelantaba al Stranraer frente al Annan y solo 5 minutos después en el 76’ el joven Bryan Moore ponía el 1-1 en nuestro encuentro. Quedaban quince minutos para intentar la remontada que nos diera la salvación.

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Pero finalmente no pudo ser. Tuvimos dos o tres ocasiones claras en los últimos minutos del encuentro aunque no hubo manera de hacer un segundo gol que cambiara el signo del partido. Terminábamos por tanto la temporada como 9º clasificados y mantener la categoría pasaba ahora por salvar el match ball del playoff en el que tendríamos que superar dos eliminatorias. La primera de ellas contra el 4º clasificado de SL2 y la segunda contra el ganador de la eliminatoria entre el 3º y 2º clasifcado de SL2. Adivinan cuál sería nuestro primer rival: el Montrose.

Otra vez iba a cruzarme con mi ex equipo en un enfrentamiento crucial. La ida la jugábamos de visitante en Links Park y de allí nos llevaríamos un 1-0 tremendamente negativo, después de un encuentro muy igualado, que nos obligaba a tener que remontar en casa con la desventaja de no haber marcado a domicilio. En la vuelta en New Bayview tocaría sufrir pues llegamos con un 2-1 al descanso que daba el pase al Montrose, pero por suerte para nosotros la 2ª parte fue rodada y remontamos la eliminatoria marcando dos goles más para hacer el 4-1 final.

En la otra eliminatoria Stonehousemuir se había deshecho del Elgin City y ante ellos nos batiríamos para resolver el resultado final del playoff. Esta vez el resultado de la ida jugada en nuestro feudo iba a decantar casi por completo la eliminatoria tras endosarle a nuestro rival un contundente 4-0. En la vuelta no habría lugar a la especulación ya que nos pusimos dos goles arriba prontamente y el Stonehousemuir solo pudo maquillar el resultado marcando un gol para el 1-2 final. Lo habíamos logrado, con mucho sufrimiento, habíamos salvado la categoría.

Scottish League One

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A pesar de una trayectoria descendente, no puede decirse que el rendimiento de la plantilla realmente fuera bajo. La mayoría de jugadores que debían ser importantes como los Campbell, Austin, Ross y Johnny Brown, Miller, Gallacher, Mullen… ofrecieron un nivel más que aceptable. Especialmente éste último (Fraser Mullen), quien hemos comprobado que es un pilar elemental  del equipo y que es quien hace que en buena parte funcione.

Se trata de un lateral derecho que puede jugar también como mediocentro por delante de la defensa y es ahí donde lo solemos utilizar. Su ausencia por una rotura de fibras durante los meses de diciembre y enero coincidió con el inicio de nuestro declive. Después le costaría volver a coger la forma, algo que no conseguiría hasta el tramo final de temporada, justo cuando el equipo disfrutó de un pequeño despegue de juego y resultados.

Terminada la temporada con la permanencia bajo manga, después de hacer un buen papel en las copas, pero lejos de conseguir el objetivo de terminar en mitad de tabla, tocaba plantearse mi continuidad en el equipo, ya que mi contrato tocaba a su fin. Lo cierto es que mi intención era renovar, aunque no estaba dispuesto a hacerlo bajo cualquier condición.

Tampoco parecía haber más opciones inmediatas de otros equipos interesantes a los que dirigir. A mitad de temporada llamó a mis puertas el East Stirlingshire de SL2. Obviamente rechacé la posibilidad de negociar con ellos, ya que en estos momentos no contemplo la opción de entrenar a ningún equipo en una división inferior, pues considero haber hecho méritos suficientes para mantenerme en SL1. También se relacionó mi nombre con el Queen of Sth, que ha estado a punto de descender de Championship, aunque finalmente su manager salvó el pellejo tras lograr la permanencia in extremis.

En el East Fife tengo la posibilidad de seguir trabajando en un club con un grupo de futbolistas y de empleados que ya conozco. En el que además en los últimos años han aparecido algunos jugadores de la cantera a los que me ilusionaría dirigir en el primer equipo y donde gracias a nuestro buen hacer en copas podría haber una mayor estabilidad económica a partir de ahora. Pero si iba a seguir aquí necesitaba que de alguna manera me dieran la certeza de que éste sería en un proyecto a medio plazo. Mi renovación por lo tanto dependería de un contrato de mayor duración. La temporada pasada ya había perdido ese pulso con el presidente y en la presente no estaba dispuesto a que volviera a suceder. ¿Lo que finalmente ocurrió? Merece ser contado en un capítulo aparte…

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Técnico estúpido y caprichoso este Mackey. Sujeto poco recomendable. Esa actitud de prima donna le está haciendo chocar siempre con los presidentes. Deja de hacerte la víctima y ponte a trabajar. Que te pidan 5º o 6º en una liga de 10 contando con la ventaja de ser club profesional con entrenamientos a full time, menudo drama. O que te traigan un director deportivo para ayudar. Y qué es eso de menospreciar la SL2 cuando todavía no has empatado con nadie en esta L1 de la que te has librado como siempre con más sombras que luces. Marca de la casa que los equipos se te acaben desinflando.

Muy mediocre y maleducado este tal Mackey, al que recomendaría en primer lugar algún tipo de injerto capilar y en segundo lugar un profundo cambio de actitud adquiriendo más humildad si quiere triunfar en esto del fútbol. Tanto criticar al club y al presidente pero al final de temporada perdiendo el culo por renovar, eh? Incluso exigiendo que te regalen un proyecto a medio plazo. Pero no decías que te querían echar y que vaya mierda de trato te daban?? Eres un golfo y un impresentable. Yo sinceramente no te renovaba, tenías que haber quedado en media tabla cómodamente y está claro que no das el nivel, mierdaseca.

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Tras un gran ascenso en la SL2 logrado de la mejor manera, saliendo campeones con un rendimiento excelente en todas las líneas, tocaba ahora jugar una nueva temporada en una nueva división, la SL1. La cosa empezó bien pero a medida que transcurrían los días, y los meses, el equipo no se encontraba, no obtenía victorias importantes y al final se tuvo que sufrir para lograr la salvación ante nuestro ex-equipo, el Montrose. Si bien no se cumplió el objetivo marcado por la directiva, se logró la permanencia, que era lo que importaba. Yo también coincido en que un puesto en mitad de tabla para arriba quizás era demasiado ambicioso para este plantel. Lo normal es que te pidan la permanencia.

Veremos ahora cual es el futuro de nuestro personaje, si le ofrecen la tan ansiada renovación, o va a tener que optar por otro equipo, con un proyecto a largo plazo, que es lo que está buscando en realidad.

Mucha suerte!!

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@pheenix41 Hay que meterse en el papel de un tipo como Mackey, ya sabemos como es, engreído, vanidoso, ególatra. De todas formas a él los haters como tú son los que dan su fuerza para mantenerse en su postura y ante ellos simplemente saca a pasear su dedo de en medio. En estos momentos no contempla volver a SL2 sabiendo que, al menos con el East Fife podría seguir en SL1, pero si algún día tuviera que volver a entrenar en un nivel inferior tampoco se le caerían los anillos.

Mackey te agradece tus consejos. Pero piensa que lo de los injertos capilares es solo para acomplejados frustrados y no es el caso. Además te recuerda qué fueron de las rastas que peinaba Henrik Larsson y el look que acabaría portando el sueco. Lo de la humildad como precio a pagar para triunfar en el mundo del fútbol tampoco lo contempla y tiene el convencimiento de llegar más arriba sin necesidad de pasar por ciertos aros.

Ahora hablando más en serio. Respecto a lo último que dices, de no renovar por no cumplir el objetivo que se había propuesto, lo medité muy mucho. Pero realmente pienso que era un objetivo alto, alcanzable, pero exigente. Es cierto que somos un equipo profesional y contamos con la ventaja de entrenar a tiempo completo. Pero realmente, por plantilla la mayoría de equipos semiprofesionales de la SL1 están un escalón por encima nuestro. Las restricciones que me impuse para fichar provocan que no lleve yo las negociaciones de los fichajes y esto hace que se nos escapen muchas primeras opciones. Esta última temporada con el aumento salarial de los jugadores por el ascenso y debido al hecho de que no nos aumentaran el presupuesto para sueldos, hemos tenido una plantilla de un nivel casi inferior a la del ascenso. Con un once de garantías, pero mucho peor fondo de armario…

@juanfra Así fue, el año del ascenso el equipo rindió a un nivel excelente. Pero al siguiente, con un equipo titular prácticamente idéntico y con peores posibilidades entre los suplentes (debido a las restricciones en el presupuesto salarial que limitaron el nivel de la plantilla) decepcionamos y sufrimos más de lo debido para lograr la permanencia. Lo del objetivo no es algo que haya señalado yo, una vez visto el desenlace de la temporada. Realmente me sorprendió cuando nos pidieron ése como objetivo mínimo y más todavía con un presupuesto muy limitado.

A continuación tienes el desenlace de lo ocurrido con el asunto de la renovación. Gracias por la suerte.

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East Fife FC’s OfficesTuesday, 2nd June 2020 )

He vivido un último mes de gran incertidumbre y muchas dudas en torno a mi futuro y al del equipo. Han sido 30 días de mucha ansiedad, porque por una parte, finalmente tuvimos que pelear la permanencia en los playoff (con un afortunado desenlace para nosotros). Por otra parte, porque mi renovación ha estado en el aire todo este tiempo durante el que las posturas se han acercado y alejado, tensándose y destensándose con la misma facilidad con la que lo hace la goma de un tirachinas.

Todo se remonta a primeros de mayo, a un mes vista de que expirase mi contrato, cuando recibí el aviso del presidente Liam Anderson para que nos reuniéramos en persona. En ese momento todavía quedaba por disputarse la última y transcendental jornada de SL1, en la que podíamos evitar el playoff de descenso en el partido contra el Berwick. Hasta ese momento tenía dudas de que fuera a llamarme para ofrecerme un nuevo contrato, después de ver cómo había marchado la anterior renovación y después de no haber conseguido el objetivo propuesto por la directiva para la temporada (acabar en mitad de tabla). Aunque una vez recibí la notificación para la cita, ya sabía que el tema a tratar iba a ser ése.

No me reuniría con Anderson en ese momento. Tuvimos unas palabras vía telefónica, a través de las que confirmé el motivo de la reunión y acordamos aplazarla para la última semana de mayo. Necesitaba estar concentrado en el equipo durante esas semanas ya que el resultado final de la temporada estaba aún por decidirse y había muchísimo en juego.

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Una vez quedó resuelta la situación deportiva del East Fife, fue el momento de tratar el tema de mi continuidad. Pero no esperé a la llamada del presidente. Sin aviso, decidí presentarme en su despacho preparado para todo, con el par de cojonazos que tengo por bandera.

Entré sin llamar, no dejándole hablar, haciéndolo yo primero mientras cruzaba la puerta, antes de sentarme en una de las sillas que había frente a su mesa de ejecutivo y poniendo los pies encima de ella. La reunión duraría pocos minutos:

- Antes de que diga nada Anderson, déjeme decirle algo para que no perdamos el tiempo. No sé el suyo pero el mío es muy valioso. Ya sé que podríamos fingir cordialidad y entablar una conversación agradable. Pero creo que es mejor para los dos que lo primero que le diga es que hay un requisito indispensable: 2 años –dije con decisión y sin titubeos.

- Pero qué coñ…!! –intentó replicar el presidente del East Fife, Liam Anderson.

- Para mi renovación. Joder, pensaba que era usted menos estúpido de lo que aparenta –interrumpí.

- Por la tumba de los Greyfriars. Maldito grosero desagradecido. Ya me habían advertido sobre esta faceta tuya Mackey, pero hasta ahora pensaba que exageraban.

- Simplemente, hasta ahora no me había tocado usted los huevos lo suficiente, Señor Anderson –le reproché.

- ¿Cómo te atreves a presentarte así en mí despacho y encima venirme con exigencias? Deberías agradecer que te diera la oportunidad de entrenar en un club como el East Fife y que te esté dando ahora la de seguir aquí.

- No crea que no lo hago. Por eso mismo le estoy ofreciendo al mejor entrenador al que puede aspirar su equipo y además durante 2 años. Piénselo, por lo que me paga, es una ganga.

- Fuera! Fuera de mi despacho! No quiero volver a verte por aquí en la semana que te queda de contrato! –exclamó entre gritos Liam Anderson, mientras se le hinchaba cada vez más la carótida en su cuello.

Me quedé callado con los pies aún sobre la mesa, mientras clavaba una mirada asesina en sus ojos. Serio por unos instantes. Poco después sonreí, sin ni siquiera parpadear, manteniendo la vista fija sobre el presidente Anderson:

- Me tomaré eso como un no –dije mientras retiraba los pies y me incorporaba para marcharme del despacho.

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Me retiré consciente de que mis formas no habían ayudado a conseguir el fin que perseguía. Pero con la tranquilidad  de saber que si el presidente del East Fife hubiera estado dispuesto a ampliar mi contrato durante dos años, no se hubiera cerrado en banda a negociar esa condición que era inamovible para mí. Simplemente con mi actitud le di una excusa, un motivo para rechazar mi continuidad y no dilatar las negociaciones. Si de todas formas la respuesta iba a ser un “no” me ahorraba tener que aguantar más tiempo del necesario a ese gilipollas. Además estaba convencido de qué a última hora ese fichador de tuercebotas en potencia, acabaría acudiendo a mí, lloriqueando para que escuchase su última oferta.

No suele ocurrir. Pero me equivoqué. Último día de mayo. Mi contrato llega a su fin y yo sigo pegado al teléfono, esperando una llamada que no llega, cual quinceañera ciegamente enamorada.

Primer día de junio y Anderson ni siquiera se había dignado a dar la cara y decirme que prescindían de mis servicios. Joder, ese cabronazo parecía ser peor que una novia resentida. Pude haber aprovechado para hacer las maletas, acercarme al club para arreglar los papeles pertinentes y oficializar mi salida. Sin embargo, en ese momento de lo último que tenía ganas era de volver a cruzarme con el presidente. Decidí afrontar las cosas tal y como vienen. Hacer lo que cualquier hombre en mi lugar hubiese hecho y aquella noche salí dispuesto a beberme hasta la última gota del Lago Ness con lagarto incluido.

La mañana siguiente, mañana de resaca, el desquiciante tono de mi móvil me despertó del duro letargo. No llegué a tiempo para atender la llamada. Pero pude comprobar en el registro del celular un buen puñado de llamadas perdidas de Anderson. ¿Qué mierdas querría ahora?

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Tuh… tuh… tuh… tuh… (sonido de la línea telefónica)

- Mackey donde coño te habías metido?!! Mejor no me contestes a eso, no quiero saberlo. Preséntate cuanto antes en mi despacho! –exclamó entre gritos Liam Anderson conforme descolgó el teléfono.

- A qué tanta prisa ahora? Ha tenido más de una semana para echarme… –solllocé  con voz cazallera.

- Echarte? Quiero que vengas para negociar la renovación de tu contrato.

- No creo que haya mucho que negociar, ya sabe mis condiciones… –balbuceé entre bostezos.

- Tendrás tus dos años. Pásate por aquí antes de que me arrepienta Jackie.

¿Jackie? qué puta mierda de confianzas eran esas. Definitivamente Anderson quería firmar la paz o al menos una tregua. La reunión en su despacho tuvo lugar en un tono más distendido. No llegó a disculparse pero me explicó las razones de su comportamiento. No había querido comprometer al club en su primer año tras el ascenso con contratos a largo a plazo, ni para empleados, ni para jugadores, ni tampoco había permitido que se disparasen los presupuestos anteriores. Todo ello por miedo a que el equipo perdiera la categoría arrastrando una deuda que hubiese sido muy complicada de saldar en SL2.

Reconoció que tras nuestro desencuentro por la renovación anterior hacía un año, propuso unos objetivos exigentes (aunque factibles), para poder deshacerse de mí con mayor facilidad en caso de que hubiese sido necesario. Asimismo confesó haber puesto a ese poli guardián de Morrison que hacía las veces de Director Deportivo para tenerme controlado. Sin embargo, también admitió que confiaba en mí tras haber salvado al equipo con aquellos recursos escasos y que estaba encantado del el apoyo que me profesaban jugadores y aficionados. Su propuesta de ultimísima hora, con mi contrato ya vencido, fue de 2 años más, con una importante subida salarial (de 27.500£ a 34.000£ anuales)  y la promesa de incrementar los presupuestos de cara a la próxima campaña.

Vaya soplagaitas. Una bajada de pantalones en toda regla. Creo que lo tengo comiendo de la palma de mi mano.

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Muy bueno, debo confesar que me acabas de enganchar completamente a esta MLB. Suerte para el desquiciado Mackey! xD

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Jajajaja, me imagino como habra sido toda la situacion y me río. Nuestro personaje discutiendo con el presidente, con los pies encima de su escritorio (el detalle de las medias del mismo color que la corbata me llamo la atencion ::D ) y este aceptando las peticiones del pelado. Al principio querían complicarle la estadia en el East Fife y luego no quieren que se vaya. Son más histéricos que las mujeres!!!

De todos modos, buena noticia la de la renovación del contrato. Esperemos que en la próxima temporada pueda asentarse en la categoría y quizás luchar por el ascenso, si el presupuesto lo permite.

Saludos

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Bueno, en este ratito lei toda tu historia y me quede enganchadisimo. Mackey es un tecnico algo loco(por no decir demasiado), egolatra, extremadamente soberbio pero, peeeeero parece que la carreca va encaminada a ser muy exitosa a base de golpes a los jugadores (?. De hecho, estoy esperando el momento en el que le des un cabezazo a la frente de un jugador por desobedecerte.Muy graciosa la renovacion de tu ultimo contrato, con el presi bajandose los pantalones. Espero que la carrera de nuestro querido manager desquiciado siga asi, aunque falta mucho por mejorar. Mucha suerte!!

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  • 2 semanas más tarde...

@Morcha Me alegro que te haya gustado. Gracias por la suerte, Mackey la necesitará xD

@juanfra Esa era la idea, poneros en situación y ayudar a que os hagáis una mejor idea de como se las gasta Mackey xD Igual que con las mujeres, hay algunos presidentes de equipos que no hay quien los entienda. La renovación por mas de un año se había convertido ya casi en un reto personal para nuestro protagonista, un reto que al final ha logrado superar. Bueno esta temporada ha sido ligeramente mejor, pero muy ligeramente, de luchar por el ascenso, aún ni hablamos, pese a que si que nos permitieron un mayor presupuesto como prometieron.

Un saludo compañero!

@MatiVa La intención era daros a conocer un poco más la personalidad exagerada del protagonista de esta aventura. Mackey es un tipo muy particular, algo loco como dices, aunque veremos a ver si la cerrara acaba siendo exitosa, de momento está consiguiendo vivir del fútbol que no es poco. Lo de un cabezazo a alguno de sus jugadores todavía no se ha dado, pero todo puede pasar si se cruza con uno que lo saque de sus cabales, lo que no sería nada difícil. Por ahora todavía quedan muchos partidos que disputar, temporadas por jugarse y sí… mucho que mejorar.

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Temporada 2020/21

Después de conseguir una renovación por dos años y ganarle el pulso al presidente del club en estas últimas negociaciones, afrontábamos la segunda campaña del club en SL1 desde mi llegada tras el ascenso hace de 2 temporadas. Liam Anderson, presidente del East Fife, cumplió su promesa de aumentar los presupuestos, casi doblando el anterior para sueldos de 373.000£. El objetivo volvería a ser acabar en mitad de tabla, aunque tanto la prensa, como las previsiones de las casas de apuestas y yo mismo, seguíamos pensando que ese objetivo era quizás demasiado ambicioso.

A pesar del aumento presupuestario, decidimos mantenernos muy por debajo de las cifras permitidas, con un gasto salarial ligeramente inferior incluso al de la pasada temporada. Si bien en esta ocasión podíamos optar a un desembolso mayor para confeccionar la plantilla, no era mi idea la de realizar una revolución a golpe de talonario. Quería dar la oportunidad a algunos de los chavales que venían pidiendo paso, seguir confiando en varios de los jugadores con contrato en vigor con los que ya habíamos contado en anteriores temporadas y retarles para que intentaran mejorar el rendimiento ofrecido en la última campaña.

De ese modo los fichajes quedaron reducidos a únicamente 3 nuevas incorporaciones. Un par de laterales para cada banda, la posición que más necesitaba reforzar el equipo y la llegada del delantero Robbie Mitchell, héroe del East Fife en 2016/17, que suponía un fichaje más sentimental que necesario. Aunque realmente me pasé toda la pretemporada demandando un pivote defensivo que pudiera suplir con garantías a Fraser Mullen, una de nuestras piezas clave sin un recambio natural en la plantilla. Pero ni nuestro Director Deportivo ni nuestro ojeador fueron capaces de encontrarlo. Además renovamos por tercer año consecutivo la cesión del central Jamie Wilson, propiedad de nuestro club mecenas Dundee FC, y promocionamos del sub-20 a Martin Cameron, Brian Moore y Paul Moffat para completar una plantilla que iba a contar de ese modo con hasta 9 canteranos.

Entre las bajas, la salida del central Liam Gordon iba a significar un punto de inflexión. No por lo que en lo deportivo suponía, ya que se trataba de un jugador de buenas condiciones que no había rendido nunca a un nivel destacable en los años que permaneció en el East Fife. Sin embargo, su marcha enfadó especialmente a Archie Campbell, uno de nuestros mejores jugadores, amén de otros miembros de la plantilla que apoyaron sus reproches y seguramente esta situación haya lastrado al menos parte de nuestro rendimiento durante este curso.

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No ha sido esta una buena temporada para nosotros, por lo menos respecto a las expectativas que la directiva tenía en el equipo. De hecho nuestro rendimiento ha sido muy similar al del año pasado, hasta el punto de haber conseguido el mismo número de puntos (37), con idéntica relación de partidos ganados, empatados y perdidos (9-10-17) y casi la misma cantidad de goles a favor/en contra (49/53 frente a los 49/55 de la anterior temporada).

Aunque por suerte si ha habido algunas diferencias y este año hemos acabado un puesto por encima, evitando así el aciago playoff de descenso. Además cabe señalar como dato positivo que esta ha sido una temporada bastante más tranquila, ya que aseguramos el 8º puesto y por tanto la permanencia con dos jornadas de antelación a la conclusión del campeonato. También hubo diferencias respecto a la trayectoria que ha llevado el equipo durante la temporada. Ya que si en la anterior comenzamos muy bien y fuimos cada vez a menos, en esta no tuvimos un buen inicio, pero remontamos posteriormente posiciones hasta alcanzar la mitad de tabla. Después volveríamos a caer manteniéndonos en esa 8ª posición nada más y nada menos que durante las últimas 20 jornadas.

Analizando nuestra campaña, hemos de destacar en lo negativo lo mucho que nos ha costado sumar puntos en nuestro propio feudo y que es algo que debemos corregir. Tenemos que aprender a sacar mayor partido del apoyo de nuestra grada porque este año hemos sido el peor equipo en casa, habiendo sumado solo un punto más en nuestro estadio (19) que lejos de él (18).

Scottish League One

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En las competiciones de copa, no hicimos nada destacable ni en la Scottish Cup, ni en la Scottish League Cup. Pero volvimos a firmar una sensacional actuación en la Training Cup, competición que se nos está dando especialmente bien, ya que esta temporada logramos por segunda vez consecutiva clasificarnos para la final. Después de eliminar a Sterling en la primera ronda, superamos dos eliminatorias más de mucho mérito ante equipos de divisiones superiores como Ross County o Cowdenbeath. En la semifinal derrotamos al Clyde de SL2, pero nuevamente fuimos superados en la gran final, esta vez ante Livingston, por la mínima y en una partido realmente igualado.

En lo que a rendimiento individual se refiere fue una temporada de contrastes, entre algunas gratas sorpresas y otras amargas decepciones. En la parte positiva nos quedamos con actuaciones como la de Fraser Mullen, que volvió a ser el mejor jugador del equipo, además del mejor de la categoría según las estadísticas de la SL1. También la actuación del canterano Paul Davidson, que en su segunda temporada en el primer equipo cobró un mayor protagonismo convirtiéndose en un miembro importante de la plantilla, aunque siendo bastante irregular. Otros como Gallacher, Miller o Austin continuaron ofreciendo un buen nivel, aunque quizás algo por debajo del de temporadas atrás.

En la parte negativa, algunos jugadores bajaron mucho sus prestaciones. Especialmente notorios fueron los casos de Archie Campbell (enfadado toda la temporada por la marcha de Liam Gordon como señalamos anteriormente) y el del central Johnny Brown, un fijo años atrás que esta temporada bajó considerablemente el nivel y acabó incluso perdiendo su sitio en el once.

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Pese a que no hemos conseguido el objetivo marcado por la directiva, me queda una temporada por delante y después de lo que hubo que pelear por conseguirla, pienso cumplirla. A no ser que alguien desde “arriba” me comunique que no cuentan conmigo y me den el finiquito, mi intención es terminar aquí el año de contrato que me queda. Aunque también he de decir que durante este final de temporada varios equipos de esta categoría se pusieron en contacto conmigo para conocer mi disposición a negociar una salida. No obstante, las negociaciones nunca avanzaron dada mi negativa.

Soy consciente de que a pesar de que acabar en mitad de tabla para un equipo recién llegado a una nueva categoría es un objetivo exigente, también hemos decepcionado a quiénes pensaban que sí podíamos lograrlo. Es por ello que para la próxima campaña, después de estar algo más asentados en SL1, tendremos que mejorar obligatoriamente el rendimiento ofrecido hasta ahora.

Es mi intención pelear el año que viene porque el East Fife de un paso adelante y pueda aspirar a algo más que la permanencia el próximo curso. Muchos jugadores terminan contrato tras este final de temporada y muchos de ellos puede que hayan concluido su ciclo en el club. Aprovechando esta circunstancia quizás toque realizar una ligera renovación con el fin de dar ese salto de calidad necesario para alcanzar resultados mayores. No va a temblarme el pulso a la hora de señalar a quiénes tendrán que bajarse del barco. Si fracaso asumiré mi parte de culpa sin buscar excusas, dando un paso al costado si el equipo no mejora sustancialmente el rendimiento.

 

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