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Mister

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Ingo Wellenreuther tomó la palabra en primer lugar. Su comunicado a los medios había despertado una gran curiosidad, por lo que la asistencia a la Sala de prensa era algo mayor de lo habitual. Sin embargo, al no haber dado detalles concretos, el anuncio fue ignorado por los principales medios nacionales.

Buenas tardes. Les he convocado aquí para anunciarles que la próxima semana tomará posesión de su cargo un nuevo Manager general, que tendrá libertad absoluta en la parcela deportiva.

Si bien aún no estamos autorizados a hacer público su nombre, sí queremos adelantarles que se trata de una persona que goza de una gran reputación, y cuya contratación puede suponer un impacto absoluto para el club.

Aquellas palabras no eran sino un resumen de lo que el Departamento de prensa había hecho llegar, porque realmente, muchos más detalles no podían facilitarse. Pero el presidente – como cualquier político- no podía sustraerse a ponerse una medalla ante sus conciudadanos, y aquella puesta en escena no tenía más propósito que dejar muy claro ante todos, de quien era el mérito de tan impactante contratación.

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A continuación, el Director Deportivo Oliver Kreuzer pasará a responder todas sus preguntas

Kreuzer capeó el temporal lo mejor que pudo. Sin tener autorización para dar el nombre de Kahn, tampoco podía dar pistas demasiado explícitas acerca de la identidad del nuevo inquilino del banquillo azul, así que pasó los siguientes quince minutos alabando la importancia de la gestión del presidente y haciendo hincapié en el enorme impacto mediático que tendría el anuncio de su identidad, hasta el punto de asegurar que “Los estadios de la categoría se llenarán para ver a nuestro entrenador”

Aquella rueda de prensa no hizo sino precipitar los acontecimientos. Una vez se publicó el contenido de la misma, el propio Oliver Kahn entendió que no iba a ser posible mantenerlo demasiado tiempo en secreto sin que hubiese filtraciones o las especulaciones se disparasen.

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Bueno finalmente comenzo, siempre pense que iba a ser con el Bayern Munich jaja. Suerte y aca estamos como siempre al firme siguiendo tu historia, por ahora es entretenida al igual que la del Depor. Espero mas.

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Como es lógico, la noticia acaparó la atención de los medios nacionales aquel día. No solo los periódicos, sino los noticieros de televisión se hicieron eco de la rueda de prensa de Kahn, en vista, tanto de la relevancia del personaje, como de lo sorprendente del anuncio.Se había estado especulando con que Oliver Kahn podría ocupar el puesto de director deportivo de la Federación Alemana, así que, su renuncia a un puesto de tal calado por un banquillo de Tercera División había dejado descolocados a todos.

Y a uno de los que más fue a su eterno rival desde muchos años atrás, Jens Lehman. Lehman se encontraba en un acto social con su mujer y algunos amigos, cuando alguien advirtió de la noticia.

“Mirad la tele un momento! Están diciendo que Oliver Kahn va a entrenar en tercera división!”

De inmediato, los allí presentes se giraron hacia la pantalla situada en una de las paredes del local. El silencio se hizo durante unos instantes y todos pudieron escuchar algunos de los fragmentos de la rueda de prensa. Cuando finalizó, Oliver Kahn era el centro de todas las conversaciones. En cada corrillo había alguien dando su opinión sobre la noticia que acababan de escuchar.

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Lehman se encontraba incómodo. De repente, él había pasado a un segundo plano y Kahn tomaba todo el protagonismo. Una situación que ya había vivido demasiadas veces en el pasado.

Así que cuando una de las personas que se encontraban alrededor suyo le conminó a expresar su opinión, Lehman, con cara de pocos amigos, sólo acertó a decir:

“Este tipo ya no sabe lo que hacer para llamar la atención”

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Jajajajajaja que Lehman es un PESADO! Con todas sus letras :P. Por cierto,gran acierto lo de tomar o sustraer más la parte argumental que la táctica (si bien es MUY importante la parte táctica,me parece que la parte argumental le da un sabor distinto a la historia.

No soy en general de comentarios muy largos,así que me despido.

Saludos crack y un Saludo! :thumbsup:

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Desde su retirada en 2008, Oliver Kahn no se había mantenido ocioso. Como es lógico tratándose de toda una personalidad y con un currículum envidiable, a Ollie le llegaron todo tipo de ofertas, la mayoría, relacionadas con el mundo de la publicidad. Su participación en multitud de spots le permitió mantener su notoriedad intacta incluso después de abandonar el deporte de élite.

Pero su interés principal se centró en transmitir el vasto conocimiento y experiencia adquiridos en su etapa futbolistica, aplicándolo a la enseñanza y el mundo empresarial. Olli siempre fue consciente de que la razón de su éxito no había sido tanto el poseer un talento innato como el trabajo, esfuerzo y la pasión que había puesto en lograr sus objetivos. De tal forma que comenzó a dar conferencias en las que trataba de demostrar que esos valores, transferidos a la parcela empresarial y formativa, generarían resultados igualmente exitosos.

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Como en muchos otros casos, las amistades creadas entre el gremio periodístico a lo largo de su dilatada carrera, también le fueron de utilidad. Oliver Kahn también empezó a ejercer como comentarista deportivo en las retransmisiones de la ZDF, lo que además contribuyó a que su presencia mediática no decayese ni un ápice.

Esta circunstancia ayudó a que la firma Adidas decidiese continuar con su apoyo hacia Oliver Kahn, incluso una vez terminada su carrera deportiva. Su figura continuaba teniendo una gran repercusión, y no había decrecido lo más mínimo la ola de admiración, respeto y cariño que Oliver siempre había despertado en Alemania, así que no parecía una mala estrategia comercial seguir vinculada a él.

Y fue precisamente a través de esta marca comercial que comenzó a gestarse su participación en un proyecto único y especial: un reality show en China.

China es un mercado apetecible para cualquier multinacional, y cuando unos productores de televisión de aquel país se dirigieron a ellos para solicitar su patrocinio en un reality de nuevos talentos futbolísticos, la firma tuvo claro que tenía en sus manos una jugada maestra: patrocinarían el reality si se llevaba a cabo una pequeña modificación, que el reality consistiese en buscar talentos para la portería, y que el personaje principal del mismo fuera Oliver Kahn. Así fue como nació “I never Give Up” (Nunca me rindo).

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“I never give up” se basaba, en pocas palabras, en inculcar a jóvenes guardametas esos valores que Kahn ensalzaba en sus conferencias, como forma de mejorar su rendimiento deportivo. Cuando a Kahn se le propuso el proyecto, le entusiasmó.

Con su licencia de entrenador recién estrenada, Oliver Kahn se puso manos a la obra y trató de compilar su experiencia vital, conocimientos y valores, en una filosofía propia, que bautizó como “Los principios de Kahn”.Estos principios eran los que debía transmitir a los jóvenes aspirantes chinos del concurso, cuyo ganador obtendría como premio, realizar la pretemporada con un conjunto de la Bundesliga, de la mano del propio Kahn.

Las sensaciones y la experiencia fueron tan extraordinarias que comenzó a gestarse en la mente de Oliver Kahn, un nuevo y más apasionante reto.

¿Cómo resultaría aplicar “Los principios de Kahn” a un conjunto deportivo? Que funcionaban a nivel individual no cabía duda, pero, tratar de inculcarlos a un grupo con el objetivo de obtener resultados inmediatos era un reto mucho mayor. Un RETO con mayúsculas.

Y eso era algo a lo que Ollie difícilmente podía resistirse…

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Bueno, Mister, me uno a tu historia con el KSC, aunque dos de los protagonistas sean personas poco gratas (más bien non gratas) para mi, Oli Kahn el "más odioso bavaro" y Jens Lehmann, que no se porque me cae como una patada en el culo.

Bien pensada y trillada debes de tener la historia, esperando durante todos estos meses a la salida del FM 13.Me imagino que el objetivo es devolver al Karlsruhe a la Bundesliga. Nos aportarás datos de su economia para ver si lo puede soportar y en lo deportivo confiamos en tu mano experta. :thumbsup:

P.D. Sabir, por pesao vas a conseguir que haga una historia en Alemania. :cenu:;)

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Bueno, como era de esperar tremenda la reacción de todo el mundo ante el anuncio de que Kahn va entrenar al KSC. Noticia inesperada, que va a causar un gran impacto positivo en el club a nivel de notoriedad tanto en el país como internacionalmente, pero sobretodo esperemos que a nivel deportivo. Kahn tiene alma de líder, no se ha separado del deporte ni por un momento desde su retirada, y seguro que va a llevar al KSC a lo más alto.

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@Martins95

Pues no era tan raro pensar que pudiera haber sido el Bayern, porque la identificación de Oliver Kahn con este equipo ha sido muy fuerte. En realidad lo es tanto que en gran medida el Bayern Munich va a tener una presencia notable en la historia, ya que muchas de sus amistades y relaciones pertenecen a este club. Me alegro que de momento te parezca entretenida :D

@Eldiosdebuin

No te preocupes porque los comentarios no sean muy largos, lo importante es que te motive lo suficiente como para dejar tu opinión. Ya sabes que los comentarios son el "alimento" del historiador, y en este caso, con que me hagas saber que te gusta que tenga trama ya es suficiente. Sigue pasándote, ok?

@Warrik

Evidentemente, el objetivo inmediato es el ascenso a la Bundesliga 2 y a medio plazo a la Bundesliga 1. Pero ninguno de ambos objetivos es nada fácil, por mucho que el KSC sea a priori uno de los favoritos de la categoría. En cuanto a Lehman, ya veo que no vais a montar por aquí su club de fans... :biggreen , aunque en realidad no va a ser un personaje con gran peso. Lo de Oliver Kahn está más crudo, porque evidentemente, es el prota absoluto. Yo, sin embargo, le tengo gran simpatía y admiración. Ya se la tenía de antes, pero a raíz de conocer más de su vida, esa admiración ha aumentado. Ojalá que la historia consiga hacerte cambiar de opinión respecto a él!

@Meruelo

A lo mejor mucha gente pensará que me estoy enrrollando demasiado con los preliminares, pero la verdad es que si pretendo que la historia sea verosímil, creo que era necesario detallar el impacto de una noticia así. No nos olvidemos que Kahn es posiblemente uno de los más grandes de toda la historia de Alemania, y que entrenase en tercera, sería un bombazo informativo. Es como si Casillas, después de retirarse, se pusiera a entrenar a un equipo de 2ªB, supongo que sería un notición. Por eso creo que recrear al máximo la llegada de Kahn al club puede darle un mayor grado de realismo, que es mi intención.

Además, me sirve para marcar un ritmo algo más lento de lo habitual en la narración, que creo que resulta necesario en este caso para que los que sigais la historia logreis cierto grado de identificación con el club. Hay que tener en cuenta que son jugadores desconocidos y un club que imagino, casi nadie de este foro habrá jugado anteriormente, así que, como no hay un conocimiento previo, hay mucha información que aportar.

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Kreuzer y Wellenreuther estaban radiantes. Ahora sí, los medios nacionales eran los que les reclamaban, y el nombre del presidente era alabado por todos. Ambos posaron para los fotógrafos, fueron objeto de reportajes y recibían felicitaciones por doquier.

La incorporación de Kahn no sólo suponía la llegada al banquillo de un ganador, un hombre cuyo carácter y ansia de victoria eran míticos, sino que a la vez implicaba poner el foco de todo el país en el club, con todo lo que ello suponía: mayor interés de los sponsors, más asistencia de espectadores, capacidad para atraer mejores jugadores… etc.

La llegada de Kahn a la ciudad fue multitudinaria. Montones de cámaras se agolpaban en el aeropuerto, y eso, a pesar de que la fecha del regreso a la que era su ciudad natal se había tratado de guardar en secreto para no congregar allí a demasiados fans, tremendamente ilusionados por el retorno del ídolo.

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Una vez calmadas las ansias informativas de aquella jauría de reporteros, las primeras horas de Oliver en Karlsruhe transcurrieron en las oficinas del club, donde se procedió a la firma del preceptivo contrato, si bien Kahn decidió aplazar la rueda de prensa de presentación para calmar tanto revuelo. Consideraba que con sus declaraciones previas, por ahora había suficiente.

Poco después, el ya flamante nuevo entrenador del Karlsruher S.C visitó la casa de su padre Rolf. A pesar de no ser de dominio público, Rolf había jugado un importante papel en la llegada de Oliver al club y una vez logrado su objetivo, ahora se disponía a recibir a su hijo en casa, donde permanecería alojado temporalmente hasta que encontrase una casa en la que instalarse.

Oliver llegó cansado después de tanto ajetreo. Quería descansar y prepararse para el día siguiente, en que el club le tenía preparada una cena de bienvenida que, probablemente, se alargaría hasta altas horas de la madrugada. En esas condiciones, lo mejor era presentarse estando totalmente recuperado. No estaría demasiado bien visto que en un acto de homenaje el invitado principal se pasase las horas bostezando.Así que, tras una pequeña charla con su padre y una cena ligera, se fue a la cama.

Le costó conciliar el sueño. La excitación de comenzar esta nueva etapa le hacía estar más nervioso de lo normal.

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Padre e hijo terminaban de acicalarse cuando sonó un claxon a la puerta. Ya estaba allí el taxi.

En la cena homenaje que había preparado el KSC para el nuevo entrenador, Kahn tendría un primer contacto con la gente del club. Hasta ahora sólo conocía a Kreuzer y al presidente Ingo Wellenreuther. De su época como jugador no debía quedar casi nadie, no hay que olvidar que habían pasado casi 20 años.

“Preparate para una buena ración de peloteo” apuntó Rolf Kahn, una vez instalado en el asiento trasero del taxi y con una sonrisa en su cara.

¿Tu crees?

“Por supuesto. Después de cómo te trataron la última vez, esto va a ser un acto de desagravio en toda regla”

El taxista miró por el espejo retrovisor y se atrevió a intervenir

“Sí, señor Kahn, estuvo muy feo lo que hicieron con usted. Ya no se tiene respeto por nadie”

Oliver Kahn se limitó a sonreir y mirar por la ventanilla. Sabía muy bien que no habían sido justos con él, y aunque hubieran pasado 3 años de aquello, aún le dolía.

Cuando en 2009 su padre Rolf se presentó como candidato a presidente del KSC y solicitó su ayuda, él actuó como lo hubiese hecho cualquier hijo agradecido. Aceptó , y puso todo de su parte para que fuera elegido como tal, pero la gente no lo entendió así.

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Oliver se hizo socio del KSC y adquirió de inmediato el derecho a votar y a intervenir en la Asamblea. Lo que no esperaba es que este acto de adhesión, fuera a tener tan desagradable respuesta.

El incidente tuvo repercusión nacional, y las imágenes de Oliver Kahn siendo abucheado y vejado por sus propios conciudadanos se convirtieron en un auténtico escándalo.De repente, aquellos que lo habían idolatrado renegaban de él. Le echaban en cara que se hubiese hecho socio del club sólo por ayudar a su padre y que nunca hubiese mencionado al Karlsruher. Siempre el Bayern, siempre el Bayern. “Vete a Munich!” llegó a escuchar

Como era de prever, su padre perdió las elecciones, pero eso era ya casi lo de menos. De hecho, el presidente electo no duró demasiado, y Wellenreuther terminó por sucederlo. Pero la huella de aquel incidente no se borraría fácilmente.

Sobre todo porque, a pesar de lo desproporcionado de aquella reacción, en su fuero interno Oliver Kahn sabía que algo de razón sí tenían aquellos aficionados. Tras su llegada a Munich, su identificación con el Bayern fue tal que, para muchos, Oliver Kahn había terminado convirtiéndose en un icono del club. Su etapa anterior, la de Karlsruhe, fue eliminada de un plumazo de la memoria colectiva del país. .

De todo el país, excepto de Karlsruhe, por supuesto, donde, en cada intervención, en cada entrevista, ansiaban leer las declaraciones de Oliver dando crédito a su antiguo club por su formación, algo que nunca sucedió. Y para colmo, antes de su retirada, llegó a declarar en una entrevista que acabaría su carrera en el KSC, y también faltó a su palabra. La golosina de acabar en lo más alto, con un partido homenaje y como héroe nacional fue demasiado fuerte, y una vez más, sus conciudadanos consideraron aquello como un nueva afrenta al club

Ahora, le tocaba volver a enfrentarse a parte de la masa social, pero esta vez, lo hacía en calidad de nuevo entrenador. Su reto era que aquellos que lo silbaron por entonces, terminaran por aplaudir los éxitos del equipo a su cargo.

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