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Zona Barça

Respuestas destacadas

Para mi la ida en el Etihad fue mejor.

Si no es por Hart hoy se van con un saquito de vuelta a Manchester.

PD: ¡Tenemos portero! Y que alguno dudara de las capacidades de Marc Andre por el video de una cantada... :facepalm:

Messi se ha marcado un partidazo, pero es que si no llega a ser por Hart el City se va con un saco de goles hoy para Manchester... Que gran portero.

Y del penalti parado de Ter-Stegen y la posterior celebración, para quitarse el sombrero con el paradón.

Un saludo.

Encima ter Stegen tiene solo 22 años, hay presente y futuro. Lo unico bueno que hizo Zubizarreta.

Si no es por Hart hoy se van con un saquito de vuelta a Manchester.

PD: ¡Tenemos portero! Y que alguno dudara de las capacidades de Marc Andre por el video de una cantada... :facepalm:

De hecho si no es por Hart creo que hubieran metido todas las que han tirado, pero claro, estos ingleses vienen aquí a jugar con portero y así no se puede... xD

Ahora Ter Stegen sera dios por parar un penalti, que por cierto, le chivo Mascherano xD

Hablemos de como la lió ante el Kun, y este, como buen petardo que es, lo desaprovecho.

Ahora Ter Stegen sera dios por parar un penalti, que por cierto, le chivo Mascherano xD

Hablemos de como la lió ante el Kun, y este, como buen petardo que es, lo desaprovecho.

No, eres Dios cuando metes un penalty en una tanda después de haber pasado 2 meses sin meter un gol :sisi3:

Ahora Ter Stegen sera dios por parar un penalti, que por cierto, le chivo Mascherano :biggreen

Hablemos de como la lió ante el Kun, y este, como buen petardo que es, lo desaprovecho.

No, eres Dios cuando metes un penalty en una tanda después de haber pasado 2 meses sin meter un gol :sisi3:

No es dios, es el puto amo.

Ahora Ter Stegen sera dios por parar un penalti, que por cierto, le chivo Mascherano :biggreen

Hablemos de como la lió ante el Kun, y este, como buen petardo que es, lo desaprovecho.

No, eres Dios cuando metes un penalty en una tanda después de haber pasado 2 meses sin meter un gol :sisi3:

Y lo dicen los que se la machacan cuando Cesc marca los penaltis decisivos con España :vergu:

Y solo saco algo en claro de la jugada del penalti... Jódete rata xD

Que caracter tiene el croata Halilovic, casi pega al entrenador del B cuando le ha cambiado xD

El 4 de enero de 2015, Barcelona perdió 1-0 de visitante contra Real Sociedad. El equipo jugó mal, sin funcionamiento. Ni siquiera lo mejoró la entrada de Messi a los 15 minutos del segundo tiempo. Leo había llegado el 2 desde Rosario y Luis Enrique lo mandó al banco en Anoeta. Al día siguiente, Messi faltó al entrenamiento. "Gastroenteritis", según el parte oficial. Fue una excusa. Algo había que poner.
El 10 estaba muy enojado y estalló por un offside mal cobrado en un entrenamiento. La última gota. Conservaba su ya conocida bronca con la Comisión Directiva por no haberlo cuidado en su problema fiscal con Hacienda. Había algo más importante: sentía que el equipo no estaba jugando a nada. Tras una temporada "mala" de 41 goles y 14 pases gol, Messi comenzó la 14-15 con el recuerdo de la final del Mundial en carne viva. Sus equipos cambiaron de entrenador. La selección argentina pasó de Sabella a Martino. El Barça de Martino a Luis Enrique, el cuarto DT en cuatro temporadas. Con la Copa América de Chile lejos en el calendario, le dio lógica prioridad a Barcelona, que arrancó mejor en la tabla que en la cancha. Siete victorias, un empate y cero gol en contra en las primeras ocho fechas de la Liga. Messi jugó de enganche definido en este primer tramo. Mientras esperaba que Luis Suárez cumpliera la suspensión por el mordisco mundialista a Chiellini, Luis Enrique confió en el chico Munir. Neymar fue el otro delantero, bien por el centro. Un Barça sin extremos, con los laterales adelantados para abrir la cancha en ataque y con los medios más pendientes de cubrir espacios que de manejar la pelota. Rakitic había llegado de Sevilla para ocupar el lugar de Xavi. Iniesta veía pasar el balón por encima de su cabeza. A falta de juego asociado, Messi resolvía todo por su cuenta. Se destacó como el camarero de Neymar, sirviéndole un gol tras otro. El brasileño fue el goleador hasta la 11a fecha, con 10 tantos contra 7 de Leo.
La máscara de la solidez se cayó en la derrota el 30 de septiembre ante Paris Saint Germain por la Champions League . Los franceses expusieron la fragilidad defensiva explotando la espalda de los laterales. El entrenador cambió tras el golpe de París. Intentó volver a la ortodoxia del juego de posición y recuperar la importancia de los interiores para conectar al equipo con pases cortos. Xavi regresó al once titular para armar el medio con Busquets e Iniesta , como en los buenos viejos tiempos. Ya no era lo mismo. El tempo del 6 no coincidía con el ritmo del 10. Como bien dice el periodista Martí Perarnau, "Xavi seguía bailando un vals, pero Messi quería pasarse al rock. Y cada minuto sonaba una música diferente. Disonante".
Duró poco el regreso a las fuentes. El 25 de octubre, Real Madrid le pegó un cachetazo en el Bernabéu. Esa noche debutó Luis Suárez y se desgarró Iniesta. A la semana siguiente, Celta se le animó en el Camp Nou y le ganó con gol de Larrivey. Cualquier equipo lo complicaba con dos recursos. En defensa, encerraban a Messi por el centro con mucha gente y poco espacio. En ataque, aprovechaban la espalda de Dani Alves. Lo dejaban llegar hasta el área. y le permitían tirar sus centros inofensivos. Luego le comían su espacio en el contraataque. Ante la confusión colectiva, Messi quería hacer todo y jugar por todos. Se convirtió en el máximo goleador de la historia de la Liga contra Sevilla y cerró 2014 con ocho tantos en los últimos cinco partidos. Se fue a Rosario para despedir el año más intenso de su carrera profesional. Regresó y lo mandaron al banco. La primera quincena de enero de 2015 trajo, además, el segundo Balón de Oro consecutivo de Cristiano Ronaldo, con gritito en la celebración y público desafío a alcanzarlo. Un estímulo más para este animal competitivo, que contrató un nutricionista italiano para bajar tres kilos y estar todavía más rápido. El 10 llega antes a los entrenamientos, trabaja en los días libres y después de cada sesión se lo ve seguido en el gimnasio. Todo muy Jordan. Tras la gastroenteritis de un solo día, comenzó a seguir la cuenta de Chelsea en Instagram y se armó flor de revuelo. ¿Quería irse? No, reclamaba una definición táctica. Una de dos: o el Barça de los mediocampistas y la Academia de La Masía o el Barça de los delanteros y el golpe por golpe. Basta de tibieza.
La ciudad, el club y el equipo reaccionaron enseguida. El Camp Nou contra Elche por la Copa del Rey fue demoledor: todo el poder a Messi, más líder que nunca. En este 2015, Barcelona se comunica por MSN: Messi, Suárez y Neymar . Es el equipo de los delanteros y las cabalgatas. Tras aquella derrota en Anoeta, ganó 9 de sus 10 partidos de Liga con 37 goles. Leo marcó 17, Neymar 6 y Suárez 6. Los mediocampistas pasaron a ser testimoniales. El Barça tiene muy poca participación ofensiva de sus medios con 7 goles y 13 pases gol en los 78 tantos. Un ejemplo: Andrés Iniesta canta 0 en ambas categorías. Ha jugado casi 1100 minutos en 16 partidos. Por supuesto, hay jugadas y movimientos que las estadísticas no registran. Aún así, el número impresiona y refleja el cambio de dirección. La MSN acumula 54 de los 78 goles (el 69 %) y 27 de los 53 pases gol (el 51 %). Se entienden, se potencian, se complementan y se quieren. Un power trío como los de la NBA. Bird-McHale-Parish en los Celtics de los 80. Jordan-Pippen-Rodman en los Bulls de los 90. Los vigentes Duncan-Parker-Ginóbili en los actuales campeones Spurs. La jugada favorita de este Barça es bien de básquetbol. El alley-oop, la colgadita. Messi arranca con pelota en la derecha de afuera hacia adentro. Suárez retiene a los zagueros. Neymar hace la diagonal izquierda-centro y arrastra marcas. Pica Jordi Alba. Leo da el pase colgado a ese espacio vacío. Si hace falta, llega para definir él mismo por el medio. Si no, es gol del uruguayo o del brasileño.
Luis Suárez ha tenido una adaptación consagratoria. No necesita los goles de Liverpool para demostrar que es un pedazo de delantero. Fija su posición en el medio, se faja con los centrales y juega para sus compañeros. Disfruta de su rol clave. Bad Boy porque le gusta serlo; podríamos compararlo con Bill Laimbeer de los Pistons campeones 89-90. Neymar es el Magic Johnson de los Lakers 1980-1984. Juega con desparpajo, contagia su alegría y no admite límites. Messi es el Michael Jordan de 1996-1998, el del segundo tricampeonato. En ese ciclo, MJ mejoró el lanzamiento echado hacia atrás. El "fade away jumper" liquidó a las defensas que le bloqueaban la penetración. Menos volcadas le ahorraron estado físico. Este año, Leo le agregó a su repertorio la definición con la pierna diestra. Lleva 15 goles. Gana un tiempo y le hace pagar al adversario que le ofrece el lado "débil". Está más sabio, más influyente con y sin pelota. Le gusta estar a cargo.
Sus números de la Liga son bestiales: 32 goles,14 pases gol y creó otras 55 chances para sus compañeros. Conceptualmente hace todavía más diferencia. Decidió tirarse a un costado para dejarle a Suárez el lugar del 9. Arranca de 7, como con Rijkaard y el primer año de Pep. Única coincidencia. Antes se destacaba por sus apariciones. Ahora maneja todo el juego del equipo desde la derecha, donde Dani Alves ya no pasa siempre y no regala su espalda a la contra rival. Es una excusa para usar su joystick por cualquier lado. Su partido ante Manchester City fue fútbol total por excelencia. Tocó más de 100 pelotas. El 99,9 % bien. Los gloriosos caños contra Milner y Fernandinho no figuran en planillas y no podés parar de verlos. Lo hicieron enojar el 4 de enero de 2015. Reaccionó como el más grande. Leo Messi está jugando mejor que nunca.

Juan Pablo Varsky.

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