Hola, señores.

Me dispongo a empezar mi primera historia... y bueno, como es la primera espero que no sean demasiado exigentes y que perdonen los posibles fallos que puedan aparecer -que los habrá-. Llevó jugando al FM desde el 2006 y siempre me ha gustado empezar por lo bajo y llevar al equipo a buenos puestos... La verdad es que con las versiones anteriores casi siempre lo conseguía y todavía no he hecho nada destacable con el FM 2008, así que a ver si esta historia me motiva lo suficiente como para llevar al equipo a algún logro decente.

He elegido el Granada 74 porque me resultó de lo más curioso que "lo cambiaran" por el Ciudad de Murcia (de donde soy yo) Sobre todo porque era un club que funcionaba, excepto por la afición, que era poca... De todos modos adoro la ciudad de Granada y si tuviera que elegir otra ciudad para vivir, desde luego que sería allí.

Mi historia comienza en el 2007. Sé que el club debería estar en Segunda, pero puestos a ser realistas - y con la base de datos requete actualizada- pues empezamos en Segunda B a esperas de que llegue el FM2009.

Y poco más por mi parte... Sólo que voy a intentar hacerla bonita -gráficamente y demás- La empiezo hoy porque soy una impaciente y ya tenía un poquito escrito, pero la verdad es que la semana que viene arrancará del todo -finde completo de eventos sociales -. Todavía no tengo claro quién va a representar a mi entrenador... probablemente cogeré a un entrenador real y le cambiaré el nombre y punto, pero montajes photoshoperos también están en mi mente. Todo se verá... (Ya que tengo que interpretar a un hombre por lo menos que sea guapo )

Sin nada más hasta nuevo aviso... Deseadme suerte.

Granada, Junio del 2007.

- ¡A las bandas! ¡A las bandas! ¡Josito muévete, pasa, coño!

(Pitido)

- (Será cabrón el niño este) Venga Josito que eso no es nada, levántate y saca la falta...

[...]

- ¡Vamos Pedro, a López que está sólo, a López!

(¡¡Huyyyyy!!)

- Nada, para qué vas a tirar a portería...

No había mucha gente en el estadio. Ion Luca se paseaba de un lado al otro del banquillo sin quitar los ojos del terreno de juego. Lo único que se oia en el campo era la propia respiración entrecortada de los jugadores y algunos gritos intermitentes de los padres allí presentes, tratando de animar a sus hijos.

- ¡Pero entrádle! ¿¡Qué defensa es esa!? ¡Pablo márcale, Páblo no lo dejes pa...!

(¡¡GoooooooL!!)

-...sar... (suspiro) ¡Bueno, venga chicos, no pasa nada, no pasa nada, vamos otra vez!

Cuando el pitido del árbitro anunció el fin del partido Ion Luca ya se había abrochado la chaqueta. Esperó paciente a que sus jugadores abandonaran el terreno de juego y les sonrió con cariño mientras les golpeaba la cabeza suavemente a medida que iban adentrándose en el vestuario.

- Otra vez será, chicos, no pasa nada, lo hemos hecho bien...

Recogió su carpeta del banquillo y miró por el rabillo del ojo a su ayudante, que todavía estaba sentado.

- Así no vamos a ninguna parte...

- Venga Ramón... no es para tanto... son chavales, dales tiempo...

- Sí, pero es que son muy malos...

- Bueno, no son lo que digamos una plantilla de super estrellas, pero seguro que trabajando más y con empeño...

Ramón se levantó a regañadientes de su asiento.

- Sí, Luca... Tú siempre tan optimista.

Después apoyó la mano en el hombro del entrenador y se adentró en el vestuario con los demás chicos.

Ion suspiró, miró al cielo, deseando ver el sol para encontrarse con una luz esperanzadora, pero las nubes de aquel día de Junio no hicieron más que frustrar su optimismo. Ya estaba pensando en la charla que darle a sus jugadores cuando escuchó su nombre antes de cruzar la puerta a los vestuarios.

- ¿¡Sr. Luca!? Disculpe, ¿Sr. Luca?

Miró hacia atrás y se encontró con un hombre con pinta de padre. Llevaba la bufanda de su equipo en el cuello y se le acercó extendiéndole la mano a modo de saludo.

- Hola, soy Rafael Vargas, el padre de Miguel.

- Claro -le sonrió además de estrecharle la mano- Miguel es...

- Sí, lo sé... -rió levemente- no es muy bueno que digamos, no pasa nada... Pero... de igual modo quería hablar con usted... vea... Mmm... bueno... mi hijo lleva mucho tiempo en este equipo como sabrá...

- Sí, es uno de los veteranos... podría incluso ser capitán...

- Ya, bueno... lo que yo vengo a decirle es que... mi hijo lleva mucho tiempo en este equipo y usted a penas un año.

- Sí. La primera temporada, que bueno, podría haber sido mejor...

- Nunca he visto a mi hijo tan motivado.

- ¿Perdón?

- Han ganado unos 10 partidos de los 30 que han jugado y jamás ha venido deprimido a casa. No hace más que hablar bien de usted, Sr. Luca. Lo admira, y debo de decirle que yo también... tiene que ser difícil aguantar tantas derrotas y mantener ese espíritu optimista...

- Ehh.. pues... no sé, supongo que... esto es un juego y... pues hay cosas en la vida mucho más importantes como para que perder un partido sea un drama, ¿no?

- ¿Ve? Ya lo está haciendo otra vez... Sr. Luca... ¿Se ha planteado alguna vez tomarse esto más en serio?

- ¿Cómo más en serio? Creo que esto ya es serio... solo que...

- No... me refería a si alguna vez se ha planteado entrenar a un equipo... de verdad.

- (Duda, lo mira extrañado) Quiere decir... a... un equipo con... mayores.

- (Se ríe) Sí, con mayores.

- Pues... bueno, es bien diferente... la verdad es que no creo que esté capacitado para ello, no sé... lo cierto es que...

- Me gustaría ser su agente.

- ¿Cómo?

- Mire. (Saca su tarjeta del bolsillo) Soy publicista, aunque siempre me interesé más por las relaciones públicas... y aunque de hecho trabajo en una empresa de publicidad siempre he estado ligado a esto del fútbol y además tengo contactos con algunos miembros de los equipos locales... No sé si sabrá que el Granada 74 descendió este año de Segunda... primero por el chanchullo ese que hicieron con el Ciudad de Murcia... vaya cosa extraña, luego pretenden mantener a los jugadores y claro, se quedan con una deuda espantosa y con millones de lagunas por en medio... Pues bien... actualmente no tiene entrenador... El equipo está deshecho, no tienen ninguna motivación... y Sr. Luca... usted es ideal en cuanto a eso se refiere...

- Sí, mire... lo entiendo... pero dése cuenta usted de lo que me está proponiendo... ¡Entreno a niños de 11 años! ¿Me ve usted en serio entrenando a jugadores que probablemente tengan mi misma edad? Son hombres, por el amor de dios... una palmadita mía en la espalda no les va a motivar tanto como le puede motivar a su hijo... Y además... Aunque aceptara... probablemente al presidente del 74 no le haría mucha gracia que un entrenador de alevines como yo dirijiera su equipo... por lo menos si tiene alguna expectativa en él.

- Sólo piénselo. Sólo plateéselo. Ya le he dado mi tarjeta... Pero hágame un favor... Si en alguna parte de usted hay un poquito de esperanza o de ilusión... déjeme intentarlo... Es usted el optimista, ¿no? ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que le digan que no. Y si pierde no pasa nada, no habría que hacer un drama de ello. Usted mismo lo ha dicho.

Ion Luca se quedó inmóvil con la tarjeta de Vargas en la mano. La miró por un momento, después suspiró quitándole importancia y volvió a pensar en la charla que darle a su equipo. Estaba a punto de entrar en los vestuarios cuando volvió la vista hacia el campo. El sol había salido.

Editado Septiembre 12, 200816 años por PatuS

Granada, un sábado cualquiera.

- Paquito estira bien... ... ... Paquito eso no es bien...

- ¡Pero entrenador si estoy estirando!

- ¡Paco por el amor de dios si parece que te vas a dormir en cualquier momento! ¡Luego querrás ser titular!

El tiempo había mejorado considerablemente, demasiado. El verano daba lo mejor de sí y el calor parecía filtrarse por el césped del campo. Ion Luca se secó el sudor de la frente mientras vigilaba a los chicos en sus ejercicios rutinarios de calentamiento. Llevaba toda la semana cabilando una nueva táctica, se había estrujado el cerebro pensando en una nueva opción... aunque bien sabía que después de la temporada que habían realizado poco más podía hacer. Notó cómo alguien le tiraba de la camiseta y se volvió para descubrir de quién se trataba.

- Señor entrenador...

- Dime Miguel.

- Por casualidad... ¿se ha pensado ya lo que le dijo mi padre?

Luca suspiró. Había estado dandole vueltas a ese tema toda la semana, incluso lo había discutido con su mujer... pero después de pensar, de sopesar los pros y los contras se había dicho a sí mismo que no merecía la pena intentarlo, que era feliz así y no necesitaba cambiar de vida.

- Sí Miguel, claro que sí. Pero a ver... ¿Si me voy a otro equipo que haríais vosotros?

- Eh... pero... pero no es lo mismo...

- ¿Eso es que no te caigo bien y no quieres que sea tu entrenador?

- ¡No! ¡Claro que me cae bien! ¡Es el entrenador más guachi que hemos tenido! Pero... a mí también me gusta el 74, ¿sabe? Y no sé... me haría ilusión que alguna vez ganaran algo...

- Pero Miguel... ¡pueden ganar algo! Seguro que encuentran un buen entrenador y dentro de unos años... ¡a Europa!

- Chss... ya, claro...

El niño parecía decepcionado. Luca sintió un ápice de pena por él y le revolvió el pelo entre confortante y amigable.

- Vuelve al grupo, anda, luego os invito a todos a un helao, que con este calor sé que lo agradeceréis.

Miguel volvió al grupo sin mucho entusiasmo, aunque la idea de un helado recompensatorio había conseguido hacerle olvidar la desilusión al confirmarsele que Ion Luca, el entrenador más guachi que había tenido, no iba a encargarse del 74. No se dio cuenta de que Luca había sacado una tarjeta del bolsillo... una tarjeta que había estado a punto de romper varias veces aquella semana, una tarjeta que, por alguna extraña razón, aún conservaba.

La miró de nuevo y pensó en la conversación que había mantenido con su mujer la noche anterior, recordó sus palabras:

"Siempre te encargas de animar a los demás, siempre les dices que son capaces de hacerlo todo... Pero tú nunca te atreves a hacer nada, nunca confías en ti mismo. Pues yo creo que puedes, y creo que tú también lo crees... Pero no quieres decepcionar a nadie, y esta vez tienes que saberlo... Voy a dejarte elegir, pero si no aceptas la oferta... entonces sí que me decepcionarás."

Buscó el móvil. Él no quería decepcionar a nadie.

Editado Septiembre 12, 200816 años por PatuS

[Avenida de Pulianas,71. Sede del Granada 74, 10:00 a.m]

- Déjame hablar a mí... es más, tú quédate fuera. Me he traido una cinta de video y todo...

Ion miró a Rafael contrariado. Por un momento se preguntó porqué había aceptado la oferta, Rafael le sonrió y le dio una palmadita en el brazo a medida que iban avanzando al interior del edificio.

- Tranquilo Ion, ya verás como sale bien.

- No te preocupes, yo estoy tranquilo... Lo que no entiendo es por qué le has traido una cinta de video...

- Es el partido de la remontada contra el Motril.

- (sonríe) Qué partidazo aquel...

- Fuiste capaz de levantar la moral de los chicos tanto que de un 4-0 al descanso ganaron 4-6. ¡Es digno de ver!

- Bueno... fue buena suerte... y...

- ¡Ahhjj! ¡Calla! ¿Ves? Por eso quiero que te quedes fuera...

- Está bien... me quedo merodeando por aquí...

Rafael suspiró bruscamente y se adentró en el ascensor que lo llevaría a la oficina de Carlos Marsá, presidente del club rojillo. Ion Luca se quedó quieto echando un vistazo a su alrededor... las oficinas no eran las mejores que había visto, y además teniendo en cuenta que no había visto muchas. Giró la cabeza para encontrarse con una vitrina y varias copas en ella, estaba leyendo las placas cuando oyó un pitido lejano. Se dió la vuelta y sonrió, el campo de fútbol estaba a la vista y él quería verlo de cerca.

[Oficina de Carlos Marsá, 10:26 a.m]

- Señor Marsá le digo que tiene talento... si por lo menos le echara un vistazo a la cinta...

Carlos Marsá se revolvió en su asiento y agarró el puro que fumaba con más fuerza. Después se inclinó hacia su escritorio y le dió una inmensa calada.

- Mire... señor... ¿Vargas? Como usted comprenderá... el hecho de que invirtiera tanto dinero en este club era precisamente porque quería llevarlo a buen puerto... Estamos en Segunda B, y eso no es precisamente lo que yo esperaba... ¡¡Es bastante lógico que no quiera escucharle cuando usted trata de convencerme de que contrate a un entrenador de alevines para mi primer equipo!!

- Lo sé, lo sé. Quiero decirle...

- Mire... sé que es usted amigo de Cristóbal, y por eso he aceptado verle, pero... sinceramente, esperaba otra clase de propuesta.

- Sólo vea la cinta, por favor.

Marsá volvió a apoyarse en el respaldo de la silla e hizo un gesto desganado, dándole permiso a Rafael para que le pusiera el video. Vargas se levantó de un salto e introdujo la cinta en el aparato. A medida que traspasaba el partido, trataba de explicarle cómo se había desarrollado el encuentro y cómo Ion había sido capaz de llevar a sus jugadores a ganarlo.

- (Parando el video) Sí, muy bien. El 4 era su hijo, ¿no? Dígale que se presente a las pruebas...

- ¿Qué? ¡No! A mi hijo ni si quiera le gusta el fútbol... sólo se divierte y en buena parte sigue en el equipo por el Sr. Luca... Yo quería que usted viera...

- Sí. Lo he visto. Una gran remontada. Pero Sr. Vargas... aquí jugamos al fútbol y necesitamos alguien que sepa de eso. No nos vale un tipo que se lleve bien con los chavales. Si me disculpa... tengo entrevistas de verdad que hacer.

[Campo de juego, Juveniles del 74]

Ion estaba concentrado en el juego. Se había acomodado en una barra de metal y observaba atentamente el partido. Los chicos de Granada iban perdiendo y no parecía que fueran capaces de solucionarlo. El partido estaba a punto de acabar y el cansancio se había apoderado de sus ganas. Luca notó una mano en el hombro y se giró sobresaltado.

- Lo siento... -Vargas estaba visiblemente desilusionado- Creo que he hecho tod...

- (Sonriendole amistosamente) No pasa nada, no te preocupes... Otra vez será.

- (Cabizbajo) En fin... hora de volver al mundo real.

- Vuelve tú, voy a quedarme a ver el final.

- Vale... nos veremos el domingo entonces.

- ¡Claro! Dile a Miguel que no se acueste tarde el sábado que luego al día siguiente no hace nada.

El partido ya había acabado hacía un rato, pero Ion seguía apoyado en la barra del campo. Miraba el cielo, sin pensar. No es que se hubiera llevado una sorpresa, pero lo cierto era que en su corazón había habido una pequeña esperanza de poder entrenar a un equipo "de verdad".

Finalmente decidió marcharse. Cuando bajaba las escaleras del recintó se encontró con un muchacho joven sentado en ellas. Tendría unos 17 años y estaba sollozando disimuladamente. Ion miró a los lados y comprobó que nadie más había por ahí, se sentó a su lado sin mediar palabra y esperó a que el muchacho dijera algo.

- ¿Qué quieres? ¿Quién eres?

- Tranquilo... no quiero nada y no soy tampoco nadie... -le sonrie- ¿pero a ti qué te pasa?

- Y a ti qué te importa... déjame en paz.

- Vale. -se levantó- Pero... por lo que veo, acabas de jugar un partido. Lo he estado viendo y habéis perdido. Creo recordar que eres el 9 y has tenido una gran oportunidad a 5 minutos del final de partido, pero los defensas del otro equipo han sido más rápidos y no te ha dado tiempo a reaccionar... Pues bien, ¿y qué?

- ¿Cómo que y qué? ¡Era el último partido de la liguilla de verano! ¡Si hubieramos por lo menos empatado tendríamos un puesto decente, pero así...!

- Habéis jugado bien, y eso es lo que importa.

- ¿Cómo que hemos jugado bien? ¡¡Hemos perdido!!

- El que hayáis perdido no tiene nada que ver con cómo habéis jugado. Se puede jugar mal y ganar, meter un gol de chiripa, se puede jugar bien y tener mala suerte, que el árbitro sea un idiota y similares... Qué quieres que te diga... yo prefiero mil veces jugar bien y perder a jugar mal y ganar... Porque si juego bien, siempre tengo más posibilidades de ganar... Esto es un juego, que no se te olvide.

Ion le dedicó una última sonrisa y se alejó de la sede hasta llegar a su coche. El chico se quedó quieto y callado en la escalera, se levantó sin apartar la vista de aquel hombre. No se había percatado que otro hombre estaba unas escaleras detrás de él, y que además había escuchado toda la conversación. Carlos Marsá bajó hasta ponerse a la altura del chico.

- Vete a casa Richi...

- Sr. Marsá... ¿Quién era ese hombre?

Carlos Marsá suspiró y siguió a Luca con la vista, después apoyó su mano en el hombro del muchacho y se preguntó si Rafael Vargas se había llevado aquella cinta.

- Es... es el nuevo entrenador.

Editado Septiembre 12, 200816 años por PatuS

Domicilio de Ion Luca, 21.30 p.m.

- ¡Lo has conseguido! ¡Lo has conseguido!

Ion no había terminado de cerrar la puerta de su casa cuando su mujer se le agarró al cuello y lo rodeó agarrándosele a la cintura con las piernas. Entre besos y risas, trató de abrazarla sin arrugar el contrato que llevaba en la mano. Una vez que ella volvió al suelo lo agarró del brazo y lo arrastró hasta el salón.

- ¡Cuéntamelo, cuéntame todo! Me has dejado a medias con la llamada de teléfono, ¡por dios! ¿Qué ha pasado? ¿Qué te han dicho? ¿Cuándo empiezas?

Ion se rió y le acarició la cara, dejó el contrato encima de la mesa y se acurrucó con ella.

- Pues ha sido increíble, después de haber ido esta mañana y de haberle dicho a Rafa que no, me llama el hombre este y me dice que quiere hablar conmigo en persona... Nada, voy para allá y me suelta un discurso sobre el equipo, sobre cómo le costó comprarlo y todas las expectativas que tenía en él... y yo allí en plan... ¿Para qué me cuentas esto si ya me has dicho que no? Pero bueno, que al final me ha soltado que había visto algo en mí y que quería darme una oportunidad... que sabía que era muy arriesgado pero que a veces había que dejarse llevar por las corazonadas y tal tal tal...

La mujer de Luca lo agarró por la cara y lo besó.

- Yo lo sabía, sabía que podías, ¿ves? ¿Y ya lo saben los chicos?

- Sí... he ido a verlos después de hablar contigo... me parecía justo que lo supieran hoy...

- (después de darle un palo en el brazo) Y me dejas a mí aquí muerta de nervios...

- Mi amor, tenía que hacerlo... ya sabes que les tengo mucho cariño...

- Mmm... (le sonríe) Estoy tan orgullosa de ti... (le acaricia el pelo) ¿Entonces has conocido ya a tu nueva plantilla?

- No, todavía no... Están de vacaciones, pero Carlos me ha dicho que iba a convocarlos para las presentaciones y eso... me he traido unos informes para ir conociéndolos y eso...

- Bueno... pero.. eso puedes hacerlo mañana.

Fue entonces cuando Ion desechó la idea de ponerse a trabajar nada más llegar a casa y la cambió por celebrarlo primero.

Mucha suerte, te seguire

Mucha Suerte y gran introducción.

Datos de la partida:

Versión: 8.0.2

Update: Ferrer + Fichajes reales del 74

Base de Datos: Mediana

Ligas seleccionadas: España: 1ª, 2ª y 2ªB

Inglaterra: Premier

Italia: Serie A

Ion bajó la pantalla de su ordenador portatil y se desplomó en la silla. Echó un vistazo a su alrededor y se encontró con la carpeta que había repasado sin cesar desde por la mañana. Tuvo la tentación de volver a abrirla cuando oyó las llaves entrar en la cerradura, segundos después la puerta se abría y se cerraba otra vez tras los pasos de su mujer.

- ¡Estoy en casa!

Ion esperó a ver su figura aparecer antes de pronunciar palabra. La siguió con la mirada y se dejó besar.

- No puede ser tan horrible...

- Lo es... lo es... he estado repasando la plantilla de arriba abajo, una y otra vez... pero sólo hay unos cinco jugadores que valgan la pena, los demás son como... son... ¡es como si siguiera entrenando a los niños 20 años después, pero sin que hubieran mejorado nada!

- (Acariciándole el pelo) Tranquilo... mira, vamos a hacer una cosa. Dame un minuto, me cambio, preparo algo de cena y tú mientras me vas contando, uno a uno, a ver qué podemos hacer, ¿vale? Eso sí. Tú friegas los platos.

[...]

- Venga, empieza. (Colgándose el delantal) Hoy me apetece experimentar, así que tenemos tiempo de sobra.

- ¿Estás segura que quieres hacer esto? Si te aburres o algo...

- Cariño, tú también tienes que aguantar mis lluvias de ideas y mis frikismos, así que es lo más justo...

- Vale... bueno... pues...

En la flamante portería tenemos a Jose Juan, jugador que ya militaba aquí el año pasado, aunque creo que jugó más de suplente... Es un portero decente, y teniendo en cuenta el plantel que tenemos nos vamos a tener que conformar con él... Después está Camacho, que lo han transpasado este año desde el Águilas... ¡el Águilas, cariño!

- Eso es Murcia, ¿no?

- Sí, pero es que han cogido el primero que han pillado, ¿sabes? Necesitamos un portero, ¡pues toma, ala! ¡este mismo!

- ¡Ion! ¡Deja de hablar así! Sigue con la defensa y más te vale que seas respetuoso, te recuerdo que es tu nuevo trabajo y que nadie te dijo que fuera a ser fácil... hazme el favor de comportarte como un adulto y no como si fueras un crío al que le han regalado el muñeco que no quería.

Ion torcío el morro, sabía que su mujer tenía razón... pero se había dejado llevar por la frustración y el cabreo.

- Está bien... pero creo que Marsá es un incompetente fichando...

- ¡Ion! ¡La defensa!

Defensa Centro:

Curro Montoya, 30 años: Jugador estrella de la defensa rojilla. Números envidiables en defensa. Será titular indiscutible.

Edu Serrano, 34 años: Probablemente el defensa más equilibrado de la plantilla. Tiene buenos números repartidos entre lo técnico y lo mental, además de ser un buen cabeceador.

Héctor, 22 años: Jugador joven con aptitudes buenas para ser un buen defensa. Lo mejor de él es su velocidad, nos lo quedamos, aunque probablemente chupará mucho banquillo si no tenemos problemas con los titulares.

Juanma, 30 años: Recién llegado del Lanzarote... me pregunto porqué... Lo único que me gusta de él es su forma física... pero desde luego, teniendo los números que tiene podría jugar en cualquier otra posición y hacerlo igual de bien... en fin... seguimos con:

Juanma Morán, de 24 años:Bueno... es un jugador medianamente pasable. No tiene malos números y es equilibrado como Serrano, pero más joven... así que igual los vamos alternando... Después tenemos a los laterales, que te cuento:

Defensa Lateral:

Marco, 30 años: Vale, lo reconozco. Marco me gusta. Lo vi varias veces el año pasado jugar y me parece que se merece el puesto de titular... Es muy bueno entrando y además es rápido... definitivamente va a jugar.

Cristóbal, 30 años: No te enfades conmigo, pero de verdad... ¿qué clase de fichaje es este? Otro que dijeron... necesitamos otro por la izquierda... ¡ala! No me gusta nada... voy a intentar transferirlo...

Milla, 24 años: Otro lateral izquierdo, por lo menos es más joven y creo que capacidad para llegar a ser un buen jugador... este se queda, a falta de pan...

Rufo, 33 años: Defensa derecho... y bueno... decente, supongo. No tiene malos números pero no creo que esté a la altura de por ejemplo Marco... no tenemos nada mejor que él, así que... será titular si no encontramos a alguien mejor...

Torres, 33 años: El diestro suplente, malo de cojones, en serio... este Marsá en qué estaría pensando...

- ¡¡Ion!! ¡¡No quiero volver a oír un comentario así, te juro que te quedas sin...!!

- Vaaaale, vaaale. Prosigo con los medio centros, aunque esta es la peor parte... seguramente tendremos que agotar el presupuesto para fichajes aquí...

Medio Centro:

Valero, 35 años: Muy, muy normalucho. Lo único que veo es que es bueno trabajando con el equipo y que es medianamente equilibrado en sus aptitudes... pero el estado de forma no es lo suyo y puede que nos deje colgados más de una vez en los partidos... No creo que sea fácil venderlo, pero lo intentaremos.

De la torre, 27 años:Me llamarás exagerado... pero ¿¿sabes que según estas estadísticas el número más elevado que tiene este hombre es un 10 sobre 20 en sus atributos técnicos?? Si podemos lo largamos.

Juanma Morán: De este ya te he hablado antes... también se desenvuelve como medio centro... teniendo en cuenta que no tenemos muchas opciones y que en la defensa titular no creo que esté, tal vez se gane el puesto de titular aquí... pero ver veremos...

- Estás siendo bastante pesimista con todo esto...

- No es que yo sea pesimista, de hecho ya sabes que suelo ser muy optimista... es que no sé qué vamos a hacer con este equipo, te lo digo en serio... Mira... tengo dos jugadores que podrían jugar como mediapuntas centro: Thierry y Sergio Molina.

Thierry, de 30 añacos no tiene malos números, a menos no muy malos... pero volvemos a lo mismo, se me va a cansar en el minuto 20 de la primera parte.

Luego Sergio Molina, de 23 años Es bastante decente con la técnica, pero no tiene tampoco resistencia alguna, además de ser más lento que un caracol, podría jugar de delantero si no fuera porque gracias a dios tengo más jugadores en ese puesto... Es que aquí no me convence ninguno de los dos...

- Vale, ¿Que hay de los interiores?

- Bueno... no está tan mal...

Medio lateral:

Altuna, 27 años: ¡Gracias a dios un jugador más que decente! Muy equilibrado y con una gran velocidad y técnica, hiper titular en la banda derecha, más que nada porque no hay nadie más que pueda jugar ahí.

Thierry: El de antes, si no encontramos a alguien mejor se va a tener que quedar en la banda izquierda... porque el único jugador que puede jugar también aquí es Valero, y como has podido comprobar no es que sea muy de mi agrado.

- Plantillaza, ¿eh? ¡Sólo tenemos un interior derecho, por el amor de dios! Sigo y termino con los delanteros pero me lo tienes que reconocer... está la cosa muy chunga...

- Eso, sigue con los delanteros y después ya veremos...

Delanteros:

Aranda, 26 años: No me quejo, es un jugador rápido y con buena técnica... tal vez un poco atolondrado pero probablemente el mejor delantero que tenemos, será titular.

Bordí, 32 años: Bueno... podría haber sido un buen jugador si no hubiera estado tan acusado por las lesiones... de hecho acaba de fichar por el 74 después de 7 meses sin jugar... en fin... Esperemos que pueda recuperar la forma y dar algo de sí al equipo...

De nuevo, Sergio Molina: Mejor delantero que media punta... nos lo quedaremos a no ser que el presupuesto para fichajes no nos de para reforzar lo suficiente la plantilla... siempre que lo pudieramos vender bien, claro...

- ¿Y qué más?

- ¿Qué más? Pues eso. Ahí tienes a mi super plantilla...

- ¿Y cuál es el presupuesto para fichajes que te han dado?

- 570.000 €. Claro que les he prometido que ganaríamos la liga...

- Pues sí, cariño... tienes razón... Está la cosa chunga.