Capítulo V - Quiero ser una estrella

La guerra estaba servida. Era un puto manojo de nervios, y no sabía hacia donde canalizarlos. Esta vez sí que había una presentación por todo lo alto, ante la prensa y los aficionados, y eso, eso era algo que me derretía cual estufa a un helado. La idea principal era salir, contestar una docena de preguntas y pirarme a casa, dejando al presidente informando acerca de la economía, proyecto y pretemporada del club. No sabía ni qué hacía ni como había llegado a hacerlo. Pero el caso es que estaba. Se abría el telón, Villarroel subía al escenario, y yo, yo le acompañaba. Eramos las estrellas, éramos a quienes querían ver actuar. Era, en especial mi momento.

Algo pasó en mi cabeza. Cambié mi forma de ver las cosas de un momento a otro. Mi actitud era desafiante. Casi con una pose arrogante y chulesca, sonreí a las cámaras que me enfocaban. Alcé las manos en plan "he chicos, admirad a este jefazo" y esperé sus preguntas.

No hubo ninguna. Ninguna pregunta para mí. Vaya decepción. Todas iban para Villarroel. Todos querían saber acerca de qué esperaba el club contratando a alguien como yo. Si esperaban triunfar y que les saliese bien y demás tonterías. Al final, Villarroel me cedi´ño el micrófono. A él le gustaba eso de ser la estrella, ser observado a la par que recibir golpes y devolverlos. Era un tirano, un auténtico chico de la vieja escuela. Era así.

Comencé un breve discurso, improvisando. De esa forma, salía todo mejor. Los mejores planes salían de la nada. Era mi salsa.

"Sabemos que mi fichaje por la entidad es una apuesta arriesgada, pero señores, dejen de golpear a Pedro, dejen de golpearle a él y atáquenme a mi, que al fin y al cabo, si pierdo, pierdo yo, y eso es lo que les gusta. Tengo 32 años, y de momento considero mi vida, más o menos plena. Voy al equipo de mis amores, a ese mismo que otras tantas veces he visto sufrir, y voy a pelear por sacarlo de aquí. Tengo dos temporadas de margen, a priori, para ello, y mi proyecto, como ya les han explicado, es más que interesante. Vamos a ser grandes, no he venido al Levante para darme a conocer, si no, para dar a conocer al Levante. No soy más, que aquel a quien pocos recordarán, seré quien puso la primera piedra de un proyecto longevo, ilusionante y ganador."

Los periodistas callaron. Di un golpe en la mesa, me hicieron más fotos y me fui. Mientras tanto, El presidente hablaba de nuevo con los periodistas anunciando la que iba a ser nuestra pretemporada, ele stado de las cuentas y de las ideas de la entidad. Mientras tanto, yo me dirigía hacia mi casa, donde me esperaban algunos amigos.

Siempre creí que lo había hecho todo en la vida. Todas las situaciones, sensaciones, que lo habñía logrado todo, pero ese día, ese mismo día me di cuenta de que me faltaba algo. Ser una estrella. Y todos sabían que yo lo iba a conseguir. Que corra la cerveza.

El Levante confirma su pretemporada

Los 'granotas', durante la controvertida presentación de su nuevo entrenador, dieron a conocer la que iba a ser su pretemporada. Oficialmente, no van a presentarse ante su afición, aunque la misma podrá disfrutar de dos partidos en casa. Y es en casa donde comienza la pretemporada.

Los jugadores volverán de vacaciones el 2 de julio, y directamente viajarán concentrados a un parador de Asturias. Todos, a excepción de los descartados, con quienes ya ha dicho que no iban a contar con minutos ni en pretemporada ni durante esta, a no ser que fuese necesario. Tras 15 días en Asturias, el equipo volverá a Valencia con las pilas puestas y comenzará allí la recta final de su preparación con un amistoso ante el Alemania Aachen, de la Bundesliga 2. Eso será el día 27 de julio. Durante el periodo del 29 de julio al 6 de agosto, los levantinistas realizarán un mini-stage en Italia, que les enfrentará el día 1 al Ascoli y el 5 al Bari. Tras esto, el día 9 les espera el plato gordo, el Feyeenoord holandés en el Ciutat de Valencia. Para acabar, los días 12 y 17 se enfrentarán al Granada 74 y Gimástica torrelavega respectivamente.

Las oficinas del club levantinista echan fuego.

Martorell, que ha venido con un equipo propio (un director financiero, jefe de ojeadores y jefe de cantera), además de lograr convencer a varios empleados para conformar un staff técnico comprometido y de calidad, se ha movido rápido por el mercado de fichajes. El propio presidente confirmó hae poco la llegada de dos jugadores. Ambos fichajes, realizados antes de la llegada del nuevo entrenador.

El primero en ser confirmado fue Delibasic. Al delantero montenegrino le avalan los 18 tantos logrados la pasada campaña con el Hércules. Llegará gratuitamente, tras acabar contrato con los alicantinos, y a Martorell le agrada el jugador. Junto a él llegará el argentino Raúl Saavedra, desde San Martín. Es un jugador veterano, de 30 años, y que ha costado 14.000 euros a la entidad. El primero, será una de las fichas altes del equipo, con 9500 euros semanales, mientras que el segundo cobrará 1400 euros.

No obstante, estos no son más que los primeros movimientos del club. A día 6 de junio, ya han confirmado otras dos incorporaciones más. El primero de ellos era Jonathan Valle. El delantero santanderino finalizaba contrato con el Racing, tras una campaña en Segunda B con la Ponferradina que le avalaba como síntoma de su asentamiento de cabeza. Martorell le llamó, le dijo que le quería y le puso en contacto con su intermediario, Guillermo Ortiz. El cántabro aceptó la oferta del club levantinista, que se cifraba en un contrato hasta el 2012 cobrando 5250 euros semanales.

El segundo en llegar era el internacional senegalés Ibrahim Tall. Francés de nacimiento, este lateral derecho de 27 años llevaba un par de temporadas demostrando su potebncial, hasta que la pasada campaña en el Nantes, no fue más que un mero recambio, desentonado, además. Martorell espera recuperarle y le ha firmado gratuitamente hasta el 2011 a razón de 7500 euros semanales.

Las operaciones siguen en pie, y de momento, desde la entidad confirman que se sigue buscando un extremo diestro, un par de mediocentros de fuinciones más creativas y alguien que destruya el juego en el centro del campo, como principales necesidades. Para la banda diestra se han intensificado los contactos para fichar a Guerreirfo, brasileño de 28 años que finaliza contrato con el Murcia. Otras opciones son Le Tallec, del Le Mans francés, el nigeriano Kalu Uche, que acaba de abandonar el Almería y el jugador uruguayo del Ibiza, Diego Morena. Para los mediocentros, el mejor posicionado en la destrucción es Cardaccio, del Milan, uruguayo de 20 años que llegaría libre, aunque no se descarta la reincorporación de Pallardó.

Las salidas también comienzan.

No todo son alegrías en el seno del club. Las despedidas también comienzan a perfilarse. Es el caso de Larreategi, quien no encuentra acomodo en ningún club y podría rescindir su contrato. En su misma situación está Natxo Garro, que tampoco recibe ofertas que satisfagan a las partes. Por otro lado, las dos primeras salidas oficiales están confirmadas. Moha, abandonará la entidad por 900000 euros camino al Colonia alemán, mientras que Sergio, lo hará camino a Hércules por 100000 euros. Las dos primeras salidas están totalmente confirmadas por todas las partes, y Villarroel ya ha afirmado que era total y absolutamente necesario puna buena relación entre las partes para que nadie se sintiese a disgusto.

Palladó se cae de la lista de refuerzos

Ayer por la noche, el Getafe daba carpetazo a la operación con el Levante por Pallardó. A pesar de que había buenas intenciones por ambas partes, el Levante ofrecía pagar a plazos o una cesión con opción de compra, mientras que el Getafe rechazaba ambas propuestas solicitando 1.5 millones de € al contado. El equipo valenciano asumía que era el fin de las negociaciones, aludiendo a su estado económico actual, en el que no podían permitirse un fichaje al ontado por esas cantidades, que aunque no muy altas, si se le salían de sus posibilidades. El Getafe, rompió las negociaciones.

Los del Turia centrarán ahora todos sus esfuerxos en traer a Mathías Cardaccio, quien parece que está cerca de firmar, y que con lo acontecido anoche, será uno de los jugadores prioritarios a reforzar. El mediocentro defensivo del AC Milan es un jugador prometedor, que tiene, además, un buen toque de balón y mucho futuro por delante. Internacional sub21 con su país, el joven llegaría con la carta de libertad bajo el brazo y el pasaporte italiano bajo el otro, por lo que sería un excelente fichaje porque no ocuparía plaza de extracomunitario, algo crucial para su fichaje.

En cuanto al capítulo de bajas, el Levante ayer dió hasta 14 bajas. Por una parte, tres jugadores saldrán cedidos al Orihuela (Iborra, Cristóbal y Armando), otros dos al Benidorm (Xisco Nadal y Oualembo) y uno al Villajoyosa (Manu). Por otra, Natxo Garro, Jon Larreategi, Tello y De Lerma, han recibido la carta de libertad desde la entidad levantina, quedando completamente libres para firmar por cualquier equipo que les quiera; mientras tanto, el jugador del filial Sergio Boix sabe que al finalizar su contrato el 31 de junio, se deberá buscar en otro lugar los garbanzos; finalmente, Xavi, Julio Espí y Tejera rescinden sus contratos con el club.

Capítulo VI - Un encuentro solitario

Llevaba años y años visitando aquel pub. Era un lugar tranquilo, donde podías tomarte un par de copas para comenzar la noche y abrir boca. Un lugar de paso. Era el Café Lisboa, conocido por toda Valencia. Su dueño, Toni, lo había abierto hacía ya casi 20 años, pero en otro lugar, y tras finalizar su contrato con la inmobiliaria, decidió adquirir otra planta baja, en una situación mucho mejor.

El Café Lisboa era un lugar con clase, con elegancia, pero a pesar de ello, tenía una curiosidad: Toni era catalanista, de izquierdas y en las entrevistas de trabajo, no contrataba a nadie que en cierto modo se amoldara a sus ideas. Era bastante frecuente ver a locazas homosexuales, algún travesti, hippies, rastas, b.boys, heavys o red skins sirviendo sus mesas. Sí, ese era su sello, elegante pero alternativo. Era divertido cuando a alguien le recomendaban el local, le decían que era elegante, y cuando se sentaba en su terraza le atendía Jaume, un chaval de 23 años con unas rastas que le llegaban casi por el trasero, su cara cambiaba por completo. Era un lugar diferente, un lugar singular. ¿A cuantas chicas habré llevado yo allí en citas para comenzar mi fogosa conquista?

Aquella noche conversaba con Toni acerca de su equipo, el Barça. Hablábamos de como en tres días, el Barça había reventado el mercado con tres fichajes: Silva (55 millones de €), Javi Martínez (23 millones de €) y Granero (35 millones de €). Yo le estaba comentando mi teoría de que el Barça preparaba un relevo generacional. Comenzar a contar con jugadores de 17-20 años del filial, que fuesen actualmente prometedores, y que como tales, comenzasen a tener minutos, tras la venta de un gran número de jugadores que tenían ya cierta edad como Henry, Márquez o Abidal, o de jugadores en los que habría sobrecarga, y los chavales venían pisando fuerte. Las posiciones donde se habían reforzado eran aquellas donde o bien los jugadores estaban mayores, o bien los chavales aún no estaban lo suficientemente maduros como para jugar a un nivel tan exigente, y de ahí, los fichajes, pocos, pero de renombre.

Tras hacerle comprender a Toni algunos aspectos básicos sobre mi teoría, él se retiró a realizar algunas de las tareas de las cuales se encargaba en el negocio. Yo, continué sentado, esperando algo, revisando mis apuntes, mis notas, acerca de lo acontecido en el equipo. Por ejemplo, el fichaje de Cardaccio se iba a hacer oficial mañana, y cada vez más, había jugadores que iban a abandonar en breves el club. Necesitábamos algo, una importante ayuda económica, algo que nos hiciese poder movernos con mayor libertad por el mercado, pero era algo imposible. Dejé mis notas a un lado y alcé la vista. LA razón era simple, tan simple que incluso puede parecer estúpida. Notaba algo clavado en mi nuca, y no sabía el qué.

Me giré para tratafr de averiguar que o quién producía esa extraña sensación. No hubo duda, y mis peores presagios se me vinieron encima.

"Vaya, vaya... mira a quien tenemos aquí." Su tono sarcástico provocaba náuseas en mi interior.

"Qué coño haces aquí?"

"Me esperaba mejor recibimiento, cariño"

"Rosa, lárgate."

"Arturito, Arturito, veo que aún no superaste lo nuestro..."

"Rosa, ¿recuerdas que me pusiste los cuernos? Me parece que lo mínimo que puedes esperar que guarde es rencor y ganas de que desaparezcas de mi vida."

"Déjalo, me largo."

Terminé mi cubata, y me marché de allí. Lamentaba tener que dejar aquel lugar, pero no podía estar en el mismo pub que mi última pareja. Los cuernos eran una marca difícil de olvidar, más de una chica de la que no te lo esperabas jamás. Llamé a Miquel, un amigo con quién había quedado. Le informé del cambio de ruta que había tomado la noche. Iríamos al Turmix, menos tranquilo pero ella no estaría, por lo tanto, podríamos hablar.

Tras liarnos con el ron, el tabaco y los canutos, nos pusimos al día de nuestras vidas. Él seguía cantando, y tras una larga carrera musical en el mundo undergound, ahora le llegaba el turno de sacar su primer disco. El rap estaba en auge, y tras sus maquetas, con muy buena crítica todas, una discográfica independiente se había fijado en él y le había dado la oportunidad de su vida, saltar a la profesionalidad, de una vez por todas. Él había aceptado, y quería que yo, de alguna manera, colaborase, como hice antaño. La noche siguió, y se unieron más copas de ron con limón y canutos.

Así seguimos hasta las cuatro y media. Él se marchó por un camino, yo por otro. Nos había unido el destino del instituto de pequeños, y juntos nos habíamos pegado juergas inigualables, habíamos escuchado rap, escrito canciones, jugado al fútbol, al basket. Habíamos hecho de todo, y nuestras vidas parecía que al fin tomaban un rumbo hacia arriba. Sin embargo, esa noche él llegaría a casa contento, feliz por el reencuentro y con una mierda considerable. Yo, llegaría rayado, de mala hostia, y con una mierda brutal. El encuentro con Rosa me había aguado toda la noche, me había condicionado todo. No sabía porqué, pero de una o otra forma, seguía queriéndola.

Camino a casa, pensé. ¿Realmente ella merecía la pena? ¿Realmente yo quería estar así? No conocía la respuesta, no conocía mis sentimientos. Miré a mi alrededor, no había nada. Nada... En cambio, mis bolsillos ahora estaban llenos. Metí la mano en uno, en busca de mi paquete de tabaco y el mechero. Me encendí un pitillo y caminé. Caminé sólo, vagando por las calles de Valencia. Sólo buscaba andar. Era mi única intención esa noche. Volver a ser el solitario. El chico que buscaba sus sentimientos en los lugares más recónditos, caminando por la ciudad. Era yo.

Parece que la historia va tomando forma, a ver qué pasa con el Levante... y con Rosita