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cabecerart.jpg

Capitulo 1: Carta de presentación.

Sentado sobre aquel frio banco del parque, observaba a la Sra Piamonte, anciana de unos 80 años aproximadamente, alimentar a la que ella decía que "eran sus hijos que nunca pudo tener". Estos supuestos "hijos" no eran mas que una bandada de palomas, no mas de diez que habitaban ese pequeño parque de las afueras de la ciudad. Despues de ver como la palomas saciaban su hambre, mire el reloj por vigesima vez en tan solo 5 minutos. Llevaba en ese banco sentado aproximadamente unos 10 minutos, pero para mi parecian dias, meses e incluso años, el motivo de tanta impaciencia era que mi cita, empezaba a demorarse un poco y la espera parecia eterna.

Mientras la Sra Piamonte se despedia de todos los que pasaban por el parque, yo quede absorto en mis pensamientos,una especie de sueño despierto, provocado por el madrugon y las pocas horas de sueño de la noche anterior. Pero ese sueño me hizo recapacitar y recuperar recuerdos que creia haber olvidado, recuerdos que me condujeron hacia ese banco, a esa hora y en ese lugar...

historiaparque.jpg

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Capitulo 2: Infancia

Mi nombre es Zoran Pjanic, tengo 30 años y vivo en Nápoles. Quizás mi nombre os resulte poco italiano y es cierto, dado que no soy de aquí. Nací en Belgrado, la capital actual de Serbia, aunque antiguamente todo ese territorio se denominaba Yugoslavia, poco a poco los países se han independizado y ya solo nos denominamos Serbia. Nací en el seno de una familia pobre, mi padre Dejan Pjanic era un trabajador más de una de las tantas fabricas siderurgicas de las afueras de Belgrado, era un trabajo demasiado extenuante y también demasiado mal pagado, con el sueldo de nuestro padre apenas podiamos llegar a fin de mes, viviamos en una casa de alquiler y el casero no perdonaba ni un solo Dinar (moneda Yugoslava) a mi familia. Mi madre Milka Bergovic, era ama de casa y su trabajo consistia en cuidar de la casa, de hermano pequeño Nikola y como no de mí.

Los primeros años de mi vida fueron bastante duros, aunque mi madre se empeño en que sobre toda las cosas, mi hermano y yo, asistieramos a la escuela, cosa que hoy en dia agradezco. La mala economia familiar llevo a mi padre a la bebida, lo que repercutia y hundia mas aún a la familia en la pobreza, ya que el poco dinero que mi padre ingresaba de la fábrica, acababa en las manos del tabernero del barrio. Esta situación provocó que con tan solo 8 años me viera obligado a trabajar para poder ayudar a la familia a salir a flote.

Mi primer trabajo fue de ayudante de herrero, con esa edad a todo lo que podía optar era ser aprendiz o ayudante o cosas por el estilo. Empece con el herrero del barrio, el señor Nikav, un viejete muy bondadoso, que me ayudaba en lo que podía, tanto a mí como a mi familia. A los dos años, el Sr Nikav falleció, debido a su edad, un infarto lo mando al otro barrio, en ese momento me sentí abrumado, el Sr Nikav, se había convertido en una persona muy importante en mi vida y su perdida afecto bastante a mi moral.

Con el paso de los meses logré encontrar trabajo en el periodico local, no como redactor ni mucho menos, con 10 añitos era el repartidor. No era gran cosa, pero al menos cobraba algo mas que con el Sr Nikav y a la vez me mantenía al tanto de los sucesos, locales,nacionales e internacionales. En este trabajo conocí a gente culta y de un nivel de vida superior al que veia diariamente en mi barrio, personas que viajaban de aqui para alla y no paraban de ver mundo.

Un dia como otro cualquiera, me levanté para ir a la oficina a recoger los periodicos, al llegar allí me sente como de costumbre a esperar a que saliera mi pedido. Al mirar al tablón de anuncios observe que habian colgado uno nuevo, quizás esto te sorprenda, pero es que desde que trabaja de repartidor no había visto ningun anuncio nuevo, asi que este me llamo mucho la atención. Al acercarme pude leer: "¿Te gusta el futbol?... Ven y disfruta".

Por un rato me quede pensando, futbol..(murmuré), siempre me había llamado la atención pero nunca dispuse de tiempo suficiente para poder practicarlo. Por un momento me lo pense, pero saqué el boligrafo y la libreta y apunte la dirección que indicaba en el anuncio.(¿Qué mas da el probarlo..? ¿Quizas sea bueno?)Muchas preguntas surgieron en mi cabeza y nuevas emociones recorrian mi cuerpo, tanto imagine que cuando vine a darme cuenta mi pedido ya estaba listo, aunque ese día me fuí a repartir mas feliz de lo habitual, tenía la impresión de que algo bueno iba a pasarme...

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Jose Karlo, muy buena introduccion,esto pinta muy bién:)!!te sigo!!

  • Autor

Capítulo 3: Un sentimiento.

Ese día transcurrio un poco más rápido de lo habitual, realize el reparto rapidamente y me largue a la escuela, donde las horas se esfumaron, y al darme cuenta ya era la hora de marcharme. De camino a casa, no paraba de pensar como seria eso de jugar al futbol, que se sentiria al marcar un gol o al ganar una liga y porque no, que se sentiria al perder.

Al llegar a casa, comí lo mas rapidamente posible y me dirigí al lugar que indicaba en el anuncio del cartel. Al llegar allí, observe un grupo de niños jugando un partido y varios niños mas esperando a entrar al campo, un poco mas atras pude observar como un señor con bigote, se limitaba a observar y apuntar algo en una libreta. Como no ví nadie adulto, excepto el arbitro y el señor del bigote me acerque y le comente:

- Hola

- Buenas chico, ¿que deseas?

- Pues vera, vine por un anuncio que ví esta mañana en un cartel..

- Sí,sí me lo suponia, supongo que ¿querrás probar suerte no?

- Bueno la verdad es que no he jugado casi nunca al futbol, no creo que este al nivel.

- No importa, ¿ves el equipo de verde que está esperando?

- Sí.

- Pues coje este peto y vete con ellos, al finalizar ya hablare con vosotros.

- Vale, gracias.

Al llegar al grupo de chicos, pude observar que los habia de diferentes edades, creo que yo estaba en un termino medio. Esperamos unos 5 minutos hasta que nos toco entrar a jugar, cada uno se coloco donde quiso, a mi me toco jugar de lateral. Pasaban los minutos y mi equipo ya iba ganando por 5-0, no tube apenas trabajo, por lo que en ese dia nunca supe si se me daba bien o mal este deporte.

Al finalizar el partido el hombre del bigote se nos acerco y nos dijo que estubieramos mañana a la misma hora, todos asentimos y nos marchamos muy contentos por el partido realizado.

Pasaron las semanas y el hombre del bigote, que por cierto se llamaba Miljas Panvoied, siempre mantuvo la misma rutina y dió las mismas ordenes, que volvieramos al dia siguiente. Durante esos días pude jugar de central, de medio defensivo e incluso de delantero, en los partidos no lo hice mal, pero tampoco sobresalí, pero lo que pude observar es que disfrutaba mas entrenando y desde el banquillo dando consejos que cuando estaba en el terreno de juego, también admire y tenía curiosidad por la labor y lo que apuntaba Miljas en su libreta.

Una tarde Miljas dejó su libreta en el banquillo y se marchó a hablar con un grupo de chavales y sin que se diera cuenta le dí un vistazo a su libreta, en ella solo habia nombre y posiciones, datos como edades, altura..etc. Me quede muy sorprendido y rapidamente deje la libreta en su sitio.

Tras esas semanas entrenando y jugando,Miljas nos reunio a todos en el centro del campo, y señalando con el dedo eligio a 15 compañeros y dirigiendose a los demas nos dijo, gracias por venir y por vuestra entrega, pero no estais seleccionados.

El mundo se me vino encima, todas las tarde de entrega no habían servido para nada, todo el esfuerzo y el sacrificio para luego quedarme en el camino. Estaba totalmente destrozado, me quede sentado a un lado del campo, mirando al cielo y pensando que estas semanas no solo habian servido para enseñarme como era el futbol, sino que también habian hecho que el futbol fuera algo importante, algo mas que un balon y 22 chavales, me habian hecho entender que el futbol era una de vida, UN SENTIMIENTO...

historiafutbol.jpg

Interesante te sigo desde ahora , aber en que termina todo

Te sigo, me sentí muy identificado con el tema de las pruebas y la sensación que da estar ahí.

Me gusta como vas y espero meterme de lleno con el personaje ya que estoy viviendo casi lo mismo lo único que cambia es que yo si quede en la prueba de las inferiores de un equipo de acá

  • Autor

Capitulo 4: El ayudante

Pasaron los días, y el trago amargo se fue haciendo cada vez mas pesado, la exclusión del equipo me daba vueltas en la cabeza, la oportunidad de poder senntir el futbol tan cerca se había esfumado. Sentía como si el ultimo tren hubiera abandonado la estación y yo me quedara en tierra, esperando que el futuro me machacara como hizo con mi familia y mis seres allegados, pero en unos segundos de valentía, me prometí a mi mismo que no quería vivir la vida que mi familia, mi pueblo y mi gente estaba viviendo, yo queria ser diferente y vivir ligado a algo que descubrí hace tiempo y que me hizo durante esas dos semanas vivir en una nube. No quería dejar qu el futbol se marchara de mi vida así como así, necesitaba hacer algo para conseguir volver a el. Tras unos segundos, se me encendió la bombilla y sin decir ni adios, salí de mi casa corriendo direccion a los campos de entrenamiento.

Al llegar al campo, pude ver a mis ex-compañeros recibir ordenes del señor Miljas, espere unos minutos a que terminara la charla y decididamente me acerque a él. Al llegar a su lado lo salude

- Buenas, Sr Miljas.

- Hola, ¿que tal Zoran?

- Pues bien, la verdad que un poco cansado de trabajar y estudiar.

- Comprendo, eres muy joven aun para todo eso, pero la vida nos crea situaciones que debemos saber afrontar. Bueno y a todo esto, ¿a que se debe tu visita?.

- Pues vera señor, en los días que estube aquí, descubrí lo bonito y lo que significaba para mi el futbol y me da mucha pena tener que dejarlo ir...

- Te entiendo hijo, pero el futbol es asi, no es mi culpa que tus compañeros tengan mas nivel, yo solo me limito a ojear y decidir quien se queda, de veras lo siento.

- No, no señor, yo respeto su opinion, pero me gustaría pedirle un favor.

- Dime, pide y vere si puedo concedertelo.

- Pues vera, me gustaría que me dejase acompañarlo en cada entrenamiento, ver lo que hace y ayudarlo en lo máximo posible. Desde que llege, si le soy sincero, me intereso más su trabajo, que el propio juego en si, asi que me gustaría poder ayudarlo.

- Pues vera hijo, no sé..

Tras unos segundos de espera, Miljas aceptó, aunque tambíen me advertio que debía de ser puntual y responsable, porque de este trabajo dependia el futuro de los que anteriormente fueron mis compañeros. Acepté y prometí de buen grado que me lo tomaría muy enserio y me juré a mi mismo que no fallaría nunca más, que no dejaría que el futbol se marchara mas de mi vida.

Me gusta el inicio, muy emotivo!!!

A ver si mantienes el estilo literario a lo largo de la historia ^^

  • Autor

Capitulo 5: Cambios.

Tras varios años junto a Miljas, concretamente 7, pude aprender mucho sobre futbol, sobre como llevar un entrenamiento, como tratar a los jugadores y también mucho sobre tacticas, pero lo que pude descubrir fue como era realmente el Sr Miljas y su labor en la que por entonces se denominaba Yugoslavia.

Miljas fue un jugador que llego a jugar en equipos como el Partizán, Dinamo Zagreb e incluso en el Olympiakos griego alla por los años sesenta, pero ahora trabajaba de ojeador, dirigiendo equipos de diferentes categorias, pero no era un ojeador cualquiera, era el ojeador encargado de la zona de Yugoslavia para nada mas y nada menos que la Roma. Quizas Miljas era uno de tantos ojeadores que los equipos grandes tenian esparcidos por todo el mundo, pero trabajar codo con codo con alguien que estaba ligado a un club tan importante era verdaderamente un honor.

Faltaba poco para mi 18 cumpleaños, y la cercanía de cumplir la mayoria de edad me parecía bastante excitante y me alegraba mucho, aunque esta alegría también era debida a que hace pocos días pude graduarme en el instituto y estaba a la espera de la nota final para elegir una carrera con la que seguir porgresando.

Me encontraba de camino al entrenamiento después de un día bastante ajetreado en el trabajo, pero al llegar al campo, no pude ver a los chicos calentar como de costumbre, concretamente los ví con el chandal de entrenamiento formando un corro alrededor de Miljas, al llegar a el corro salude y me limité a escuchar lo que el mister comunicaba al equipo:

- Chicos, como vereis no estais entrenando como de costumbre, esto es debido a que me marcho, mi función aquí ha finalizado..

- Pero, ¿por qué mister? (preguntaron los muchachos incredulos, aunque yo lo estaba aún mas)

- Pues los motivos son personales, y si me respetais, preferiria no contarlos. Pero no preocuparos, mañana mi sustituto llegara y podreís retomar los entrenamientos como hasta ahora. Por el momento, marchaos a casa y mañana venid a la misma hora para conocer al nuevo mister.

Los chicos accedieron, y poco a poco fueron abandonando la zona de entrenamiento, mientras yo permanecia junto a Miljas, impasible, esperando a que los dos ultimos jugadores abandonaran el lugar, cuando esto ocurrio rapidamente pregunte:

- ¿Comó es que te vas? ¿Por qué?

- Pues veras Zoran, mi función aquí ha terminado.

- No me mienta Sr Miljas, no creo que deje esto por decisión suya, asi tan fugazmente.

- No dejo la profesión, simplemente me traslado de sitio, me marcho a Italia, el encargado de la cantera ha decidido que me marche a Roma para ser el coordinador de la zona Italiana.

- ¿De verdad? Me alegro mucho señor, espero que le valla bien en su aventura y que triunfe.

- Gracias Zoran, pero esto no es todo. ¿Recuerdas que hace 7 años me pediste un favor?

- Sí, claro. Todavía se lo agradezco.

- Pues ahora quiero que me devuelvas el favor, quiero que vengas conmigo a Roma, Zoran. Aunque no lo creas, estoy un poco mayor y tu ayuda es fundamental para realizar el trabajo tan excelente que hemos hecho estos años.

- ¿Está usted enserio? Pues claro que acepto, me ire encantando.

- Bien, muchas Gracias Zoran.

- Gracias a usted señor.

- De momento marchate a casa, en uno o dos días me pasare por tu casa para indicarte todo lo que necesitas. Nos marcharemos en 4 o 5 días.

- Vale señor, y gracias de nuevo.

Felicidad, esa era la palabra que dibujaba mi cara al salir de la zona de entrenamiento. De camino a casa, la adrenalina me recorría las venas al imaginar como sería mi vida en Roma, como sería la gente, las calles,su cultura, su futbol..etc.

Al llegar a casa no tardé ni un segundo en contarles la noticia a mi madre y hermano, quienes con un beso y un abrazo, me dieron su bendición para que marchara en una nueva aventura, que sin duda alguna tenía muy pero que muy buena pinta.

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  • Autor

Capitulo 6: La bella Italia

Los ultimos dias en Belgrado pasaron fugazmente y cuando vine a darme cuenta estaba en el aeropuerto montandome en el avión. Camino a Roma, mi melancolía se hizo dueña de mis sentidos y por culpa de los recuerdos que dejaba atras, solté alguna que otra lagrimilla, pero no era el momento de llorar, era el momento de ser fuerte y disfrutar de la oportunidad que la vida me había regalado.

Sobre las doce del mediodía llegamos a Roma y al bajarnos del avión, dió la impresión de que habiamos aterrizado en el paraíso. Salimos del aeropuerto rumbo a reunirnos con Cristian Motta, era el encargado de la cantera romanista, habíamos quedado en Trigoria, la ciudad deportiva de la Roma. Al llegar allí, me quede pasmado, campos y mas campos de entrenamiento y unas instalaciones espectaculares, chicos y entrenadores totalmente uniformados y una cantidad de material deportivo que no había visto en mi vida. Sin darme cuenta habíamos llegado junto al Sr Motta, un hombre alto y con un sombrero que a mi gusto no era nada bonito. Al llegar allí saludamos y comenzó la charla:

- Buenas tardes señores, bienvenidos a Roma, espero que el viaje no halla resultado muy incomodo.

- Para nada Sr Motta, todo fue perfecto. (comento Miljas)

- Me alegro. Bueno vamos al grano, ya que la vida no esta para perder tiempo, en esta hoja teneís la direccion de vuestra nueva casa y todos los datos necesarios. Empezareis mañana, a las 9 de la mañana debeí de estar aquí.

- Vale, muchas gracias Sr Motta. Hasta mañana.

- Adíos señores.

El Sr Motta, se marcho y Miljas y yo tomamos un taxi rumbo a nuestra nueva casa. Al pasar por las calles de Roma el ambiente era diferente, gente de todos los sitios del mundo no paraban de tomar fotos de casi todo lo que se movía, el ambiente era genial, la gente muy amable y una alegría tremenda flotaba en el aire, aquello era verdaderamente el paraíso.

Al llegar a la casa, Miljas y yo nos quedamos boquiabiertos al ver el tamaño de la casa, nos sobraban a simple vista 3 habitaciones, además teniamos unas vistas a una plaza que tenía muy buen ambiente, el piso era un verdadero lujo. Cada uno eligío una habitación y deshicimos nuestras maletas, al terminar le pedí permiso a Miljas para marcharme a dar un paseo.

Rapidamente me dirigí a la plaza la cual podiamos ver desde nuestro salón, desde abajo el ambiente era cuatro veces superior, una especie de banda de musica tocaba, payasos y hombres estatua copaban la mayor parte de la plaza, era increible. Al final de la plaza había una catedral, me dirigí a ella y al entrar allí sentí volví a quedarme boquiabierto por tercera vez en el día. La catedral era tremenda y demasiado alta, visité sus rincones y decidí volverme a casa para charlar un poco con Miljas sobre la planificación de el trabajo del día siguiente.

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Sigue interesante esta historia , lo maximo men

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