Passió Valenciana

Passió Valenciana. Prólogo, Cuentas Pendientes

Y no, no estaba preparado para todo aquello. Mi nombre estaba aún oculto, pero la expectación que había causado el Valencia desde hacía unos meses hacían que este anuncio fuese algo más relevante e importante de lo que realmente era.

Yo, volvía a la que era mi casa, mi tierra, y de la que llevaba más de diez años separado. Historias de la vida, había acabado viajando alrededor del mundo, aprendiendo idiomas, conociendo gente, conociendo mundo. Viviendo. Ahora, llegaba el momento de dar la vuelta y volver a casa. Aún no llevaba ni medio día en la capital, y ya había visto el gran cambio de la ciudad. Lo que aún no había visto era a mi gente. A todos aquellos que dejé atrás en su día. Tampoco me importaba mucho, probablemente iba a haber tiempo de sobra.

Los últimos días de mi vida habían sido un tanto acelerados. Hacía sólo cinco días estaba en Irán, volviendo hacia Qatar. Trabajaba en la Academia ASPIRE como técnico reclutador. Mi trabajo consistía en reclutar tandas de jugadores para llevarlos cada seis meses a prueba a la Academia. De cada tanda, nos quedábamos a cinco o seis chavales de entre treinta o cuarenta. Y yo me encontraba a punto de embarcar con todos esos chavales, cuando me abordó un hombre y me entregó una nota con una dirección y un nombre.

Y ahora me encontraba en la antesala del Palco VIP de Mestalla, junto a un montón de personalidades del club. Era la pieza que faltaba para poder presentar el nuevo proyecto. Y ahí me encontraba yo, un tío al que le acababan de prometer la gloria. Volver a casa y triunfar donde siempre me habría gustado hacerlo. Ahora bien, ¿Lo iba a poder conseguir o no? Ese era el único y gran dilema que tenia.

Y al fin se abrieron esas dos puertas. Entraron todos y tras ellos, y ante todos los flashes, emergió mi figura. Desde los altavoces, sonando el himno del Valencia, precedido de una voz que atronadora entonaba "… y damos así la bienvenida al club, al Valencia Club de Fútbol al nuevo entrenador, Iván Peña Monllor!" Aplausos, apretones de manos, flashes, sonrisas, saludos. Todo aquel montaje para culminar el teatrito en el que se había convertido el Valencia, todo aquello para dar carpetazo a una etapa y dar la bienvenida a otra.

El Valencia tenía cuentas pendientes con la historia. Yo con la ciudad de Valencia.