Era verano de 2011. El presidente Rolf Königs anhelaba un cambio de rumbo en un equipo  que se salvó por poco del descenso. Ulrik Le Favre había sido sustituido como técnico y necesitaba a alguien que volviese a llenar de ilusión a los seguidores potrillos. ¡Menuda ocurrencia! El primer nombre que se le pasó por la cabeza llevaba siete años sin entrenar y no había triunfado en los banquillos. De todas formas, no le tembló el pulso para contactar con él e informarle de su interés:

-Hola, Allan. Soy Rolf Königs, presidente del Borussia Mönchengladbach. ¿Qué tal por Dinamarca?

- Hola, señor Königs. Pues muy bien, gracias. Llevo una vida muy tranquila desde que dejé el banquillo de la selección de Luxemburgo. Hace ya tanto… Pero, ¿cuál es el motivo de su llamada?

-Pues verás, Allan, recientemente he destituido a Le Favre y eres la primera persona en la que he pensado para hacerse cargo del banquillo. Creo que el club necesita un cambio de rumbo y nadie mejor que tú, con tu entrega y lucha, para hacer que este equipo vuelva a ser un referente en Alemania.

-Usted sabe que es un club que siempre llevo en el corazón. Nunca tuve la oportunidad de entrenarlo y me haría muchísima ilusión. De todos modos, nunca he triunfado en los banquillos. ¿No cree que es una apuesta demasiado arriesgada?

-Confío en ti, Allan. Fuiste uno de los grandes jugadores de la historia de este club y sabes muy bien cómo funciona el equipo. ¿Qué me dices? ¿Aceptas mi oferta?

-Le agradezco enormemente su confianza en mí, señor Königs, pero comprenda que necesito unos días para pensarlo. Estoy viviendo en otro país y la decisión no es fácil.

-De acuerdo, Allan. Te dejaré reflexionar unos días y volveré a llamarte para saber tu decisión.

Al colgar el teléfono, el presidente tenía la sensación de que Allan Simonsen acabaría aceptando el puesto de entrenador. Sabía de su amor por la camiseta del equipo de su etapa como jugador. Tenía ya 58 años y nunca entrenó al club. Una oportunidad como esa no volvería a presentársele nunca. Eran las dos fuertes premisas con las que contaba el presidente para que Simonsen acabara aceptando finalmente ser el nuevo manager del equipo.

Al mismo tiempo, el danés sabía desde aquel preciso momento que dejaría su Dinamarca natal para partir rumbo a Mönchengladbach, la ciudad que tantas alegrías le dio. Una oportunidad como esta solo se presenta una vez en la vida –pensó-.

En el bello y frío país nórdico recordó aquel dorado equipo de los 70 que marcó una época. Ganó tres Ligas y una Copa danesas, tres Bundesligas y una Copa alemana, una Copa del Rey, dos Copas de la UEFA (Borussia) y una Recopa (Barça). Con Dinamarca jugó 55 partidos y marcó 20 goles. Con tan exitoso palmarés, le quedó la espina de  perder la final de la Copa de Europa con el Mönchengladbach en 1977. Ganó el Balón de Oro de 1977, siendo el único jugador escandinavo que lo ha conseguido. Además, es el único jugador en la historia que ha marcado en las finales de la Copa de Europa, la Recopa y la Copa de la UEFA. Jugó con Dinamarca la Eurocopa del 84 y el Mundial del 86.

Aunque su etapa como jugador fue brillante, como entrenador ha sido oscura. Entrenó de 1991 a 1994 al Velje danés, ciudad en la que nació. No logró ningún título. De 1994 a 2001 dirigió a las Islas Feroe y de 2001 a 2004 a Luxemburgo. Evidentemente, por el poco potencial de ambas selecciones, no ha podido disfrutar de ningún título. Llega inmaculado como entrenador al banquillo del Mönchengladbach. ¿Podrá resarcirse en este equipo?

Cuando Allan Simonsen colgó el teléfono, no pudo evitar tras su aceptación interior una sensación de incertidumbre ante el futuro. Volver a hacer al equipo alemán un grande era una empresa muy difícil, y necesitaría de toda su energía y disciplina para colocar de nuevo al equipo en el lugar donde merece estar.

Bueno @Bakero te sigo en esta nueva aventura que parece que el señor Allan Simonsen se dispone a aventurarse con un equipo con el que simpatizo bastante como el Borussia Mönchengladbach. Le deseo mucha suerte y veremos de lo que es capaz Simonsen con esta plantilla del Gladbach que con algún retoque tiene muy buena pinta. 

Saludos!

Bueno @Bakero te sigo en esta nueva aventura que parece que el señor Allan Simonsen se dispone a aventurarse con un equipo con el que simpatizo bastante como el Borussia Mönchengladbach. Le deseo mucha suerte y veremos de lo que es capaz Simonsen con esta plantilla del Gladbach que con algún retoque tiene muy buena pinta. 

Saludos!

!Bienvenido a esta nueva historia, compañero! Esperemos que el bueno de Allan Simonsen logre que su querido Mönchengladbach esté de nuevo entre los grandes equipos de Europa y sea un referente a nivel nacional. Ojalá disfrutes de esta historia todo lo que puedas. Gracias por pasarte

A comienzos de los años 70, un equipo pequeño y danés llamado Vejle, emergía para enfrentarse a los grandes equipos del país. Un jugador inusual por su altura (mide 1,65 y en aquella época sería aún más bajito), llamaba la atención por su calidad (en aquel tiempo no se estilaba los jugadores pequeños como hoy). Con su esfuerzo, dedicación y constante trabajo, luchó con ahínco para hacerse un hueco en el equipo. Consiguió ser la pieza clave que llevó al Vejle a ser un club habitual en las competiciones europeas. Contaba con 19 años cuando fue convocado por primera vez con la selección absoluta de Dinamarca. Su selección tenía poco potencial, pero las deslumbrantes actuaciones de aquel cuerpo tan delgaducho llamaron la atención del entrenador del Borussia Mönchengladbach Hennes Weisweiler.

A finales de 1972 firma por el equipo alemán para luchar en primer lugar contra un gran obstáculo: los “potros” destacaban por potenciar sus capacidades físicas. Todos los jugadores corrían y luchaban hasta el final en un equipo donde primaba un esfuerzo colectivo incesante. Además, al proceder de otra cultura, había que prepararlo también mentalmente. Al principio le costó mucho adaptarse a esa rígida disciplina, aunque finalmente lo consiguió. Aquellas palabras de su compañero de equipo Henning Jensen cuando firmó se convirtieron en toda una profecía: tú tendrás futuro en este equipo.

En 1974, tras el triplete del eterno rival Bayern München, Hennes Weisweiler tiene una brillante idea: pasa a Simonsen a jugar en la banda, compartiendo el ataque con Jupp Heynckes y Jensen, formando el 4-3-3 y copiando a aquel gran Ajax de Rinus Michels. Esto le lleva a ganar en 1975 la liga y la UEFA. Se marcha Weisweiler y llega Udo Lattek para jugar igual que su antecesor. Gana entonces la Bundesliga en 1976 y Allan Simonsen marca 16 goles. El año siguiente fue mágico. El danés se entendía a la perfección con Jensen, y en 1977 vuelven a ganar la Bundesliga y alcanzan la final de la Copa de Europa perdida por 3-1 ante el Liverpool, por lo que el gol de Allan Simonsen no sirvió para nada. Ante aquel sabor tan amargo, al danés le otorgaron cierto regusto individual: el Balón de Oro. Después gana de nuevo la Copa de la UEFA marcando uno de los dos goles de la final, en verano de 1979 ficha por el Barcelona. Logra ganar la copa del rey la Recopa de Europa (marcando también en la final), y con Udo Lattek de nuevo al mando del equipo. La llegada de Maradona le obliga a marcharse.

Contaba ya con 31 años cuando el Charlton se fija en él y parte a Inglaterra: era el comienzo de su declive. En 1984 regresa a Dinamarca para retirarse en su querido Vejle en 1989, el lugar donde nació y al que llevó de la mano al escaparate europeo gracias a su enorme calidad.

Tan solo dos años después, en 1991, inicia su carrera como entrenador en el mismo equipo de sus raíces. En los tres años de permanencia no pudo obtener ningún título. Marcha en 1994 para hacerse cargo durante siete años de las Islas Feroe, y de 2001 a 2004 dirige a la selección de Luxemburgo. Desde entonces está sin entrenar. El currículo de manager está en blanco. Los aficionados han recibido la noticia de su firma como nuevo entrenador del club con sentimientos contradictorios: por un lado su falta de éxito en el banquillo y por otro ser una de las personas más queridas en la historia del Borussia Mönchengladbach.

A finales de 1972, Allan Simonsen rubricaba su firma como nuevo jugador del equipo alemán con una gran sonrisa. Casi 39 años después, firma como nuevo entrenador muy feliz, ilusionado y con una enorme emoción. Tras su llegada, se le ha visto por las calles de Mönchengladbach acompañado de su esposa Gitte.

 

                                                                      

                                                                       Allan Simonsen y su esposa ante la mirada de tantos curiosos que le reconocieron

 

Y aquí un enlace para que disfrutéis de su etapa como jugador:

                                                                        https://www.youtube.com/watch?v=FNvgj4unAKE

Para mis partidas en el fútbol Escandinavo, la figura de Simonsen siempre fue una de mis predilectas a la hora de tomar el perfil/biografia de un ex jugador de fútbol, lo conocí cuando dirigió Luxemburgo y encuentro extraño que esté "desaparecido" del fútbol europeo, en el sentido que no esté dirigiendo.

Será un placer seguir su carrera en el fútbol alemán, tienes un seguidor más  

Para mis partidas en el fútbol Escandinavo, la figura de Simonsen siempre fue una de mis predilectas a la hora de tomar el perfil/biografia de un ex jugador de fútbol, lo conocí cuando dirigió Luxemburgo y encuentro extraño que esté "desaparecido" del fútbol europeo, en el sentido que no esté dirigiendo.

Será un placer seguir su carrera en el fútbol alemán, tienes un seguidor más  

!Bienvenido, Mr.Mitchell! En realidad, después de abandonar el banquillo de Luxemburgo en 2004, firmó en el verano de 2011 por el modesto Fredericia danés y estuvo hasta 2013, pero como juego al football manager 2012 y la temporada comienza en 2011/12, es como si me hubiese antepuesto al fichaje. Por eso en la historia no aparece citado. Después de su paso por el Fredericia, estuvo en el programa "!Mira quién baila!" versión danesa A partir de ahí, le perdí la pista. Espero que disfrutes la historia

La afición del Borussia Mönchengladbach había sufrido mucho en la temporada 2010/11. El equipo acabó en el decimosexto puesto y se salvó del descenso en la promoción. Deseaban que el equipo se asentara poco a poco en la Bundesliga para no volver a pasar esos apuros. Le tienen mucho cariño a Allan Simonsen, pero saben que apostar por él para llevar las riendas del banquillo es toda una incógnita.

Por su parte, Simonsen está muy feliz y emocionado por su regreso a Mönchengladbach, aunque es consciente de que a partir de ahora comienza el trabajo duro. Se reunió con su presidente Rolf Königs y le expuso sus principales ideas: Esta plantilla necesita varios retoques. Mi idea es ir aumentando paulatinamente la calidad del equipo. Soy consciente de la deuda del club, así que será necesario apostar mayoritariamente por jugadores jóvenes y con talento para que crezcan juntos y el equipo esté en armonía. Quiero que todos luchen hasta el final y no den un balón por perdido. Me gustaría que este equipo recuperara aquel espíritu que tenía cuando era jugador. Cuidar bien y centrarse en el aspecto físico y mental será muy importante.

Tras analizar a los empleados del club, el danés Simonsen decidió descartar a los dos segundos entrenadores y a cuatro fisios. Incorporó a un ojeador, tres preparadores, tres preparadores del primer equipo y un segundo entrenador. Los empleados quedaron configurados finalmente de la siguiente forma:

 

                                                                                              

 

La sorpresa fue mayúscula en el club y en los aficionados cuando se enteraron que el nuevo segundo entrenador sería un hombre que no pasó por la liga alemana, brasileño, pero que hablaba alemán tras su paso por la liga suiza. Conocido en España tras su paso por el Mérida en Primera División, el nuevo segundo entrenador es ni más ni menos que José Sinval.

 

                                                                                               

                                                                                              José Sinval es el nuevo segundo entrenador del equipo

 

El vicepresidente del club, Rainer Bonhof, se ha mostrado feliz por el nombramiento de su ex- compañero de equipo, Allan Simonsen, como nuevo entrenador del club.  Sabe que su trayectoria en los banquillos no ha sido fructífera a nivel de títulos, pero confía en él y le desea toda la felicidad y los éxitos posibles en su vuelta.

 

                                                                                             

                                                                                              Allan Simonsen y Rainer Bonhof en una foto de archivo

Mañana a las cinco de la tarde se ha convocado una rueda de prensa para la presentación oficial de Allan Simonsen como nuevo manager del Borussia Mönchengladbach.

Allan Simonsen se dirigió emocionado al Borussia Park. El regreso a uno de los clubes que llevaba en el corazón era algo muy especial. Al mismo tiempo, no podía sentir aquel recinto como parte de él, porque sus éxitos los alcanzó en el antiguo estadio de Böckelberg. De todos modos, quería lograr en un futuro que aquel nuevo estadio vibrara con el juego y los éxitos del equipo. 

 

                                                                                   

                                                                                              El Borussia Park al calor de los aficionados

Aquel señor bajito entró en la rueda de prensa con una enorme sonrisa que no podía ocultar la felicidad que le embargaba. Tomó la palabra el presidente Rolf Königs y presentó al nuevo entrenador danés como un símbolo del club y alguien que conoce bien la institución y del que no duda de sus éxitos futuros en el Mönchengladbach. Después, llegó el turno de las preguntas al nuevo míster:

-Buenas tardes, señor Simonsen. En primer lugar le doy la bienvenida a uno de los clubes de su vida. Ha dirigido anteriormente al Vejle danés y a las selecciones de Feroe y Luxemburgo sin alcanzar el éxito. ¿Se ve capaz de alcanzarlo aquí?

En primer lugar, yo no perdería ni un solo segundo en investigar su currículum para encontrar los errores que haya cometido usted como periodista. En segundo lugar, no tenemos el mismo concepto de éxito. Para usted lo representa los títulos; para mí poder entrenar en el deporte que más amo ya es todo un éxito. Nadie podrá quitarme la felicidad que siento. Respecto a su pregunta, si no me viese capaz no estaría aquí. ¿Siguiente pregunta?

-Señor Simonsen, ¿es usted consciente de que si hoy está aquí es por su trayectoria como jugador?

No niego que estoy aquí por lo que he hecho en esta casa como futbolista. Sé que si no hubiese jugado aquí, hoy no estaría en este club. Entiendo las dudas que tengan, pero siento que este club puede comenzar a crecer. Me veo preparado para ello. Su concepto del éxito es el mismo que el de su compañero.

-De todas formas, después de la última temporada tan gris del equipo, que se salvó a última hora en el playoff del descenso, imagino que su objetivo será mantener al club en primera, ¿no?

Evidentemente. Un equipo que viene de salvarse no puede aspirar de buenas a primeras a cotas más grandes. Aspiro a que este equipo pueda alcanzar la tabla media e ir subiendo poco a poco. Hay que consolidarlo. Digo en la tabla media y no salvarse de descender porque este equipo tiene potencial para ello.

-¿Cuáles son sus objetivos a largo plazo?

Que el equipo sea uno de los grandes clubes de Alemania y de Europa, y que luche por disputarle la liga a los grandes. (Risas entre los periodistas). Rían, rían. Mi equipo tendrá ambición y podrá luchar por ganar títulos a largo plazo. No es una locura lo que estoy diciendo. Ya lo viví como jugador y se puede volver a repetir.

-¿Qué planteamiento táctico piensa aplicar?

No pienso empezar con un sistema fijo. Estudiaré bien a cada rival para intentar atacar sus puntos débiles y contrarrestar los fuertes. Puedo jugar con un 4-3-3, 4-2-4, 4-2-3-1… Sí quiero que a largo plazo el equipo vaya asimilando el 4-3-3 que usábamos cuando era jugador y que Weisweiler copió del gran Ajax. Pero ahora mismo, más importante que la táctica es tener un estilo de juego que nos identifique. Se verá reflejado en mis jugadores. Me gusta que el equipo tenga el balón y ataque, que luche hasta el final y no dé un partido por perdido. Quiero también potenciar las capacidades físicas y mentales de mis jugadores. Para mí el estilo es innegociable y más importante incluso que lo que vosotros llamáis éxito.

-¿Cómo se moverá en el mercado de fichajes?

No voy a hacer una escabechina (sonríe). Sé que este equipo necesita unos retoques, pero no muchos. Confío en muchos de ellos para mi proyecto. Con la deuda tan grande que tenemos, quiero principalmente a jugadores jóvenes con talento y ambición para que estén juntos muchos años.

-Entre los aficionados existe un miedo latente a perder a jugadores como Reus o Ter Stegen si el club sigue sin aspirar a cotas europeas y se encuentran con otra mala temporada. ¿Qué tiene que decirles?

Que estén tranquilos. A Reus y a Ter Stegen les convenceré personalmente de que como en este club no se está tan bien en ningún otro (sonríe).

-Acaba de llegar al club y ha traído a José Sinval como segundo entrenador. Es una noticia que nos ha sorprendido a todos porque no le conocemos. ¿Cree de verdad que es la persona adecuada para el equipo? Háblenos de él.

José Sinval es una persona muy trabajadora y con ganas de aprender y aportar sus conocimientos.. Está muy preparado para ejercer como segundo entrenador. Habla perfectamente alemán. No me importa que no conozca esta casa. Me convence para trabajar aquí.

 

Se da por concluida la rueda de prensa. Allan Simonsen se despidió feliz y con una sonrisa en el rostro. Los periodistas han podido comprobar que no se deja intimidar por preguntas malintencionadas. Entre ellos dudan mucho de su éxito. El público muestra también cierto escepticismo, aunque le aprecien bastante. ¿Se cumplirá el sueño de Allan Simonsen?

 

                                                                           

                                                                                     Allan Simonsen, feliz, en un momento sobre el césped

 

Bastante ajetreado estaba resultando verano de 2011 para Allan Simonsen después de años sin entrenar. En su despacho, visualizaba y analizaba a miles de jugadores en los que podría interesarse para su posible llegada al club. Después de varias horas entregado a la agotadora tarea, fue sumergiéndose en el profundo mar de sus sueños y vio a lo lejos el reflejo dorado de una esplendorosa etapa. Eran los años 70 ; y su primer entrenador en el equipo, Hennes Weisweiler, presumía de títulos.

 

                                

 

Tuvo a compañeros  de tanto nivel…

          

                 Günter Netzer                                             Rainer Bonhof                                             Jupp Heynckes                                              Uli Stielike   

 

      

                Berti Vogts                                                    Henning Jensen

 

Despertó bruscamente de aquel encantador sueño y volvió a la realidad. Pensó: Ojalá yo pudiera triunfar aquí como Weisweiler.

Una vez apuntado todos aquellos nombres que le resultaban interesantes, escribió el objetivo que se marcaba con el club: acabar en la tabla media. Por un segundo quiso borrarlo y escribir: clasificarnos para una competición europea. Pero desistió enseguida. Era demasiada arrogancia; y había que ir paso a paso.

Conocía la delicada situación económica del club. Lo primero que hizo una vez hubo visualizado los vídeos, fue anotar los nombres de los jugadores que le interesaban y que probablemente se podrían fichar a buen precio. Sabía también que eran necesarias algunas ventas para nivelar las diferencias económicas. Esta fue, finalmente, la lista de altas y bajas del equipo para la temporada que comienza:

                                                                     

                                                                                   

 

Con 6 altas y 6 bajas se ha obtenido un beneficio de 3,5 millones de euros a pesar del bombazo de haber gastado 15 millones de euros en el extremo zurdo serbio del CSKA de Moscú Zoran Tosic. Parece ser que el desembolso realizado para traer a este jugador no le ha hecho mucha gracia al presidente Rolf Königs, aunque al haberse obtenido beneficios en el mercado de fichajes más el apoyo a la llegada del serbio de uno de los pesos pesados del vestuario, Marco Reus, ha templado el enfado del ya de por sí tranquilo presidente. Allan Simonsen fue muy escueto al hablar del nuevo fichaje: Es necesario para la progresión del equipo. Destaca también el regreso al club de un canterano polaco procedente del Mainz: Eugen Polanski. La afición y la prensa desconocen a la tripleta atacante recién fichada: el zambiano Mayuka, el sueco Prica y el argentino Facundo Ferreyra. Se muestran escépticos y esperan que estas nuevas incorporaciones se acoplen bien y triunfen en el equipo. De todas formas, la afición se ha enfadado por la venta del central Dante por 12 millones de euros al Wolfsburgo. Sobre este asunto, el entrenador danés ha opinado: Entiendo el enfado de la afición, pero el equipo necesita ingresos. Es un gran central y probablemente se habría quedado con nosotros si la situación económica fuese mejor. Era el momento de venderlo.

Parece ser que Allan Simonsen, aún sin estrenarse en el banquillo, no comienza con muy buen pie su relación con la afición. Sin duda, necesitará de buenos resultados si no quiere que todo se vuelva en su contra.

Sistema táctico:

Después de haber analizado el sistema táctico empleado por los entrenadores de la primera división alemana, y de haber estudiado previamente la conjunción de su plantilla, Simonsen ha decidido que jugará con tres sistemas distintos: el 4-3-3 al estilo de Cruyff , el 4-2-4 al estilo de Brasil del 70 y el 4-3-3 del gran Ajax, que usará solamente en partidos en los que el equipo necesite remontar.  

                                 ¡Comienza la pretemporada 2011/12!

                                                                                

 

 

                                                        2-0   

                                                     Rupp (1), Daems (62 pen)

 

                                                        1-3       

                                                     Ilso (65)                                                              Kachunga (49), Mayuka (62,69)

 

                                                       4-1      

                                                   Sagbo (43), Stranzl (p.p 59), Khelifa(68,79)         Rupp (84 pen)  

 

                                                        0-4     

                                                                                                                                   Zimmermann (13), Gregory (p.p 48), Ohtsu (57), Younes (80)

 

                                                       1-3        

                                                     Radu (64)                                                              Leckie (5), Prica (39), Herrmann (82)

 

                                                         0-3     

                                                                                                                                    Herrmann (5), Younes (12), Bieler (89)

 

Estos seis partidos amistosos se saldaron con cinco victorias y la dolorosa goleada del modesto equipo francés Evian por 4-1. De todas formas, no se puede sacar una conclusión fehaciente sobre cómo se encuentra el equipo antes de encarar la temporada, porque Allan Simonsen dio muchos minutos a los jugadores del equipo sub-23 y del juvenil. En cualquier caso, el manager es consciente de que los nuevos jugadores necesitan su tiempo de adaptación y que la plantilla debe integrarse completamente para asimilar todo lo que su nuevo entrenador les pide. Simonsen prepara con seriedad su presentación en sociedad con la disputa de la primera ronda de la copa de Alemania ante el Arminia Bielefeld, de la tercera división alemana. Es un equipo venido a menos que llegó a jugar la Bundesliga, pero para el danés no hay partido fácil, y menos la copa de Alemania, competición que se juega a un solo partido y en donde la probabilidad de quedar eliminado es aún mayor.

                                                                                       1ªRonda de la DFB Pokal

 

 

                                                                      2-4 

                                                                      Schönfeld (36), Agyemang (55)                        Brouwers (11), Herrmann (23,60), Leckie (47)

 

Datos del partido:

 

 

                                                                              

                                            El Arminia nunca se rindió

Allan Simonsen siguió confiando en jugadores suplentes y de la sub-23 para este primer partido de la copa de Alemania. Jugaron como titulares de la sub-23: Younes, Leckie y Szenes. El danés dispuso un 4-2-4 frente al 4-4-2 clásico que presentó el Arminia. Los centrales Brouwers y Stranzl marcarían al hombre a los delanteros Agyemang y Schönfeld, Los mediocampistas Rupp y Younes intentarían controlar el centro del campo y tener la posesión. El mediapunta japonés Ohtsu, sin nadie que le marcase, buscaría dar un pase peligroso al delantero Szenes o a la incorporación de los extremos Herrmann y Leckie; incluso entrar en el área en busca del factor sorpresa en un planteamiento netamente ofensivo.

El partido comenzó con el Arminia buscando adelantarse en el marcador para sorprender al Mönchengladbach. Schütz, tras pase de Agyemang, dispara dentro del área, pero el esférico es detenido sin dificultad por Heimeroth  a los 9 minutos de partido. Dos minutos después, de la réplica del Borussia brota el primer gol: Herrmann lanza un córner para que el central holandés Brouwers, libre de marca, remate de cabeza a placer al fondo de las mallas. Era el 0-1. Dos minutos después, en el 13, Leckie se interna en el área solo y falla ante el portero Platins, que envía el balón a saque de esquina. En el minuto 23, el mediapunta Ohtsu le pone un buen pase al extremo Herrmann, que se interna en el área ganándole por velocidad a Appiah para batir por bajo al guardameta rival y obtener el 0-2. El partido parecía ya resuelto. En el minuto 31, Herrmann se internó con el balón en el área, aunque su tiro se marchó al lateral de la red. Cinco minutos después, Rzatkowski lanza un córner mandando el balón con efecto al segundo palo para que Schönfeld gane en el salto a Leckie y acorte distancias: 1-2. Schönfeld fue rápido a coger el balón para llevarlo al centro del campo mientras con el brazo le hacía gestos a su afición para que animara la posible remontada. De ahí hasta el final de la primera parte, el Mönchengladbach redobló sus fuerzas, buscando con ahínco sentenciar el partido. En el minuto 43, Herrmann se adentra en el área con peligro y el portero Platins vuela para despejar su lanzamiento, logrando una gran parada y evitando el 1-3. Con esa diferencia mínima de 1-2 se llegó al descanso.

En la segunda parte, Simonsen decide cambiar a Szenes por Mayuka para intentar sentenciar el partido lo más rápidamente posible. En el minuto 47, Herrmann hizo un quiebro a Appiah en su regate dejándolo atrás y centró por bajo al segundo palo para que apareciese solo Leckie, que en su remate logra el 1-3. Los potros respirasen. Sin duda, Appiah habrá tenido pesadillas esta noche con Herrmann. De todas formas, el aliento de su público dio alas al equipo local. En el minuto 55, Rzatkowski da un precioso pase por el centro a Agyemang, que pilla adelantada a la defensa y lanza raso, ajustando el balón muy cerca del palo sin que nada pudiera hacer por evitar el gol el portero Heimeroth. Era el 2-3 y el Arminia Bielefeld contaba con tiempo suficiente para intentar la remontada. Entonces, Simonsen busca mejorar más aún la faceta ofensiva y sustituye a Leckie por el serbio Tosic. En el minuto 60, el lateral Jantscke levanta la cabeza y da un gran pase en largo a Herrmann, (que ahora se incorporaba a su banda natural, la derecha, para que Tosic jugase en la izquierda), y solo tiene que correr con mucho espacio para internarse en el área y batir a Platins. Era el 2-4 y de nuevo la calma llegaba a los aficionados potrillos. Pero el Arminia estaba dispuesto a no dejar descansar al equipo visitante. En el minuto 64, la defensa intenta dejar en fuera de juego a Schönfeld; sin embargo, no lo consigue. El delantero se queda solo ante Heimeroth, pero su disparo es desviado por el meta del Gladbach. Simonsen grita desesperado desde el banquillo a su defensa y señala sus sienes pidiéndoles que tengan cabeza. En el minuto 71, Hübener se lanza al suelo para robarle el esférico a Mayuka. El balón queda suelto para que Tosic, que leyó muy bien la jugada, se incorpore desde atrás y lance con fuerza a portería, aunque el balón se marchó fuera por muy poco rozando el larguero. En el minuto 79, el Arminia seguía con su idea de sorprender al Borussia al contraataque: Platins saca rápidamente hacia la banda para Krük, que conecta enseguida un pase para Rzatkowski, que corre por la banda y le pone un centro raso a Abyemang para que busque acortar el marcador. Sin embargo, el central Brouwers anduvo rápido y despejó el esférico. De ahí al final no volvió a ver una ocasión clara de gol. Tan solo una carrera de Geis en el minuto 92 por el centro (que había saltado al campo diez minutos antes en el tercer cambio), decidiendo probar fortuna disparando desde fuera del área (aprovechando que tiene buena pegada), pero su lanzamiento se desvió fuera por poco. Con el 2-4 final el equipo pasa a segunda ronda después de eliminar a un equipo de tercera división que le puso las cosas muy difíciles. Sobre todo, ante la constante agilidad y lucha de sus dos delanteros Abyemang y Schönfeld, que complicaron la noche a Brouwers y Stranzl. El Mönchengladbach debe mejorar en su faceta defensiva y coordinar mejor la salida conjunta de su defensa para lograr el fuera de juego.

 

Próximo partido: Mönchengladbach-Stuttgart (1ª jornada de la Bundesliga)