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El Expreso Decano

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  1. La Realidad del Globo y los Pies en el Barro.La bolsa de cemento que Giacomo sintió al salir de la improvisada rueda de prensa en Ezeiza no desapareció en el viaje a Parque Patricios. Pero al cruzar las puertas del Estadio Tomás Adolfo Ducó, el corazón del Club Atlético Huracán, y luego dirigirse a las instalaciones de entrenamiento de La Quemita, esa opresión comenzó a transformarse en una mezcla de asombro y fría determinación. El "Palacio", con su imponente capacidad para 48.000 almas, se erguía majestuoso, vacío en ese momento, pero rebosante de una historia palpable. Las instalaciones de entrenamiento, aunque calificadas por los informes de "normales" para el primer equipo y "básicas" para los juveniles, mostraban el potencial de una institución que vivía y respiraba fútbol. Giacomo sabía que había llegado a un semillero, un club con tradición en la formación de talentos, y eso le resonaba profundamente. La Salud Financiera y el Desfasaje SalarialLas primeras reuniones con la directiva, ya en la intimidad de las oficinas, revelaron una verdad sorprendente: la economía de Huracán era, en gran medida, sana. El balance global a noviembre de 2023 arrojaba un superávit de USD 4.538.088. A pesar de una campaña magra en las Copas Libertadores y Sudamericana, la recaudación en metálico por la participación había sido una bendición inesperada para las arcas del club. Huracán no tenía deudas. Giacomo revisó los números, un ceño fruncido en su rostro. La economía era sólida y con margen para inversión, un alivio para cualquier técnico. Sin embargo, había un detalle que seguía perturbándolo: el desfasaje en la matriz salarial. El rango de sueldos, del más bajo al más alto, superaba con creces lo "aconsejado" para un club de esta envergadura. El presupuesto salarial total de unos USD 500.000 para la plantilla, combinado con las divergencias internas, sugería un cierto descontrol, una gestión de vestuario compleja a nivel económico. Recordó las palabras de Quinto: "Hay cosas del fútbol sudamericano que es mejor no saber, sobre todo cuando se habla de dinero." Una parte de Giacomo, la italiana, la racional, quería entender cada cifra; la otra, la que ya se estaba adaptando a la mística del "Globo", comprendía que debía aceptar ciertos misterios. Tenía USD 600.000 para fichajes, un buen punto de partida para su visión táctica. La Visión del Club y la Presión de la HinchadaLa directiva fue clara en sus expectativas. El contrato de Giacomo, por dos años hasta diciembre de 2025, venía con una meta ambiciosa: ubicar al equipo en la parte alta de la tabla a finales del 2024. Nada de conformismos, nada de salvar el descenso. Esto era Huracán. Pero la advertencia más enfática llegó con respecto a la hinchada. "La influencia de la gente en las decisiones directivas es alta, Arzani. Muy alta. Debe tener siempre a la gente de su lado." Giacomo había sentido esa pasión en Ezeiza, esa exigencia. Sabía que cada derrota, cada mala racha, sería magnificada por una masa social que vivía por y para el "Quemero". La presión sería constante, el examen, diario. La existencia de dos equipos afiliados, Ferrovalvulas de Colombia y Sacachispas de Argentina, con acuerdos mutuos de promoción de jóvenes mediante cesiones, era un punto a favor. Huracán era un semillero, y Giacomo, con su formación y su predilección por el desarrollo, pensaba apostar fuerte por esas jóvenes promesas. El Cuerpo Técnico y el director Deportivo: Primeros Vínculos.Su primera tarea vital fue tomar el pulso al cuerpo técnico preexistente. Giacomo encontró un equipo incompleto, los remanentes del staff del técnico anterior. Fiel a su filosofía de analizar y decidir, pasó horas conversando con cada uno. Habló con los dos segundos entrenadores, los dos preparadores físicos y el preparador de arqueros. Evaluó sus métodos, sus filosofías, su compromiso. Al final, tomó una decisión audaz: trabajaría con ellos. No llegaba a barrer con todo, sino a integrar y potenciar. Una figura, en particular, despertó su plena confianza: el encargado de desarrollo de juveniles. Este hombre, con su experiencia y su talento para formar jóvenes, prometía ser uno de sus principales consejeros, un aliado clave en su plan de construir desde abajo. Giacomo, sin embargo, identificó una carencia. Pidió inmediatamente a la directiva aumentar el número de colaboradores, especialmente para los entrenamientos del primer equipo. Necesitaba asistentes especializados en juego de defensa y ataque, para implementar su metodología táctica con la precisión que exigía el fútbol profesional. El encuentro más delicado fue con Daniel Vega, el director deportivo. La tensión era palpable. Vega, un hombre de la casa, había sido reacio a apoyar la nominación de un "extraño" sin experiencia en el banquillo. Fue un diálogo diplomático, de miradas firmes y palabras medidas. Se aclararon atribuciones y límites. Giacomo insistió en la importancia de la colaboración, de una visión unificada. Al final, Vega aceptó la propuesta: él traería las opciones que considerara viables para reforzar el equipo, y las debatirían juntos. Era un primer paso, un armisticio incómodo, pero un avance hacia la construcción del Huracán 2024. Con el sol cayendo sobre el Ducó, Giacomo Arzani da Silva se sintió un poco menos abrumado. La bolsa de cemento no había desaparecido del todo, pero ahora estaba mezclada con el mortero de la realidad. Había un club, un cuerpo técnico, una visión y una hinchada esperando. La redención no sería fácil, pero al menos, ya estaba con los pies en el barro.
  2. gracias @Sbaraglia Veremos si Giacomo puede soportar semejante tarea. Nadie se esperaba que su primer "laburo" de entrada, sea un club como Huracán, mucho menos el. Por cierto, nunca me paso que una partida de entrada, te contrate un club de primera división, que no llego a descender y sobre todo en una liga top como Argentina. Así que, espero que esta aventura por su naturaleza, sea divertida.
  3. El Bautismo de Fuego en EzeizaEl aterrizaje del vuelo AZ680 de Alitalia en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza no fue el recibimiento tranquilo que Giacomo Arzani da Silva había imaginado. Apenas bajó del avión, el aire húmedo y cálido de Buenos Aires lo golpeó, y con él, la cruda realidad del fútbol argentino. Antes de que pudiera siquiera pensar en llegar a Parque Patricios, Quinto Cornaggia, con el rostro tenso, lo interceptó en la sala VIP. Giacomo, la directiva está bajo un fuego infernal —dijo Quinto, sin preámbulos, mientras lo guiaba hacia una sala atestada—. La prensa quiere explicaciones. Han organizado una rueda improvisada aquí, ahora. No hay tiempo para prepararte, solo sé tú mismo. El corazón de Giacomo se aceleró. "Barro, no alfombra roja", había dicho Quinto. Pues esto era más que barro; era una emboscada. Al entrar en la sala, el flash de las cámaras lo cegó por un instante, y una cacofonía de voces, micrófonos y grabadoras se abalanzó sobre él. El rostro serio del presidente Garzón, visiblemente incómodo a su lado, le confirmó la magnitud de la situación. Un periodista de un diario deportivo importante lanzó la primera estocada: — Arzani, bienvenido a la Argentina. Con todo respeto, pero, ¿cómo explica su llegada a un club histórico como Huracán sin ninguna experiencia previa en la máxima categoría? ¿Es cierto lo que se comenta en los pasillos, que su nombramiento obedece a 'favores' de su agente a la directiva? Giacomo respiró hondo, la vergüenza inicial mezclándose con una rabia fría. Se aferró a la mesa, buscando la entereza que había cultivado en Coverciano. — Gracias por la bienvenida. Y por la pregunta directa. Sé que mi currículum como técnico en clubes profesionales es una hoja en blanco. Pero mis credenciales como jugador y mi formación teórica no lo son. Sé lo que es la alta competencia, la presión. En cuanto a los rumores… — hizo una pausa, mirando directamente al periodista— los entiendo. Pero los invito a que, en lugar de especular sobre 'favores personales', me midan en los próximos meses por los resultados en el campo. Por el trabajo que este cuerpo técnico y este plantel van a realizar. Otra voz, más agresiva, se alzó: — Profesor, Huracán se salvó del descenso por muy poco. ¿Usted cree que un equipo que viene de pelear abajo, con un presupuesto limitado y con un técnico sin experiencia, puede terminar en la parte alta de la tabla, como dicen que le ha pedido la directiva? ¿No es eso vender humo a la gente? No, no es vender humo —respondió Giacomo con firmeza, aunque por dentro la duda carcomía—. Es ambición. Es la mentalidad que quiero instalar en este club. Huracán tiene historia, tiene una gran afición, tiene una estructura para crecer. Mi metodología se basa en la organización defensiva, en la disciplina táctica y en construir desde la base. Con trabajo, con inteligencia en el mercado de pases y con el compromiso de todos, vamos a sentar las bases para esa aspiración. Soy consciente de la dificultad, pero no me asustan los desafíos. Una joven reportera, con una cámara en mano, preguntó con tono más conciliador: —Giacomo, usted tiene raíces paraguayas. ¿Qué significa para usted llegar al fútbol sudamericano, justamente al país campeón del mundo? La pregunta le dio un respiro. — Significa mucho. Una conexión profunda. Mi padre es paraguayo, y el fútbol sudamericano es pasión pura. No puedo pedir un escenario más grande para comenzar mi carrera. Es una responsabilidad enorme, pero también un honor inmenso. Y sí, la Argentina, con su historia, con su último Mundial… es el mayor desafío posible, y por eso estoy aquí. Para probarme a mí mismo. Las preguntas continuaron, mordaces y persistentes, sobre su conocimiento del fútbol argentino, sobre los refuerzos, sobre su estilo de juego. Giacomo se mantuvo en pie, respondió con entereza, con la seriedad y la aparente convicción de quien sabe dónde está parado. Se esforzó por proyectar la imagen del líder que Huracán necesitaba. Finalmente, Garzón, con un gesto brusco, dio por terminada la rueda de prensa. Giacomo salió de la sala, las luces todavía danzando en sus ojos, el eco de las preguntas taladrándole la cabeza. Por fuera, había sorteado el temporal; por dentro, la aparente solidez se resquebrajaba. La idea de llegar al club esa tarde, de repente, se sintió como tragar una bolsa de cemento. La magnitud de la tarea, la furia contenida de la prensa, la expectación de los hinchas… todo se le venía encima. La soledad del mánager, incluso rodeado de una multitud, ya se hacía presente. El barro de las ligas bajas que Quinto había mencionado, en Argentina, se sentía como arena movediza en la Primera División.
  4. El Sí del Globo y el Inicio del Proyecto 2024La espera después de la entrevista con Garzón fue, para Giacomo, una tortura. Cada minuto parecía una hora, cada sombra en su apartamento, un fantasma de sus fracasos pasados. Había rechazado ofertas más seguras en Europa, había dejado en suspenso su anhelo de conocer el fútbol colombiano, todo por la posibilidad de dirigir en el país campeón del mundo. La apuesta era alta, quizás temeraria, pero la voz de Quinto resonaba en su cabeza: "A un hombre se lo mide por sus acciones, no por sus ideas". La llamada decisiva llegó a primera hora de una mañana fría de finales de noviembre, cuando la Serie C italiana ya estaba en plena ebullición y el fútbol sudamericano se preparaba para cerrar el año. El número de Quinto Cornaggia apareció en la pantalla, y Giacomo sintió un escalofrío que le erizó la piel. Giacomo… Prepárate para el fuego, amigo — la voz de Quinto sonaba inusualmente solemne, pero con un matiz de triunfo —. Huracán ha dicho sí. Un suspiro de alivio, mezclado con un temor helado, escapó de Giacomo. —¿Huracán? ¿Estás seguro? Pero ¿y mi falta de experiencia? ¿La situación del club? —El presidente ha sido convencido. Mis favores políticos del pasado han rendido frutos, sí, pero también tu discurso, tu conocimiento del juego y tu ambición —explicó Quinto —. No te voy a mentir, la directiva está haciendo una apuesta enorme. Y tú vas a tener que justificarla con cada decisión, cada entrenamiento, cada punto. Quinto procedió a detallar las condiciones del acuerdo: Sueldo Mensual: USD 13.000, una cifra modesta para la Primera División argentina, pero un buen inicio para un técnico novel. Presupuesto de Fichajes: USD 600.000. Una suma considerable, pero que en el mercado argentino no permitiría grandes lujos, exigiendo ingenio y ojo clínico. Presupuesto de Sueldos: USD 522.000. Limitado, lo que forzaría a Arzani a construir un plantel con equilibrio, sin grandes estrellas. Condición: Trabajar en estrecha colaboración con el Director Deportivo actual, Daniel Vega. Visión: La directiva era ambiciosa. El objetivo no era solo evitar el descenso, sino acabar en la parte alta de la Liga Profesional. Una meta que, para un equipo recién salvado y con un técnico sin experiencia, sonaba casi utópica. Giacomo escuchó atentamente, la complejidad del desafío pintándose con claridad en su mente. Era la oportunidad de su vida, pero también un salto al vacío. La parte racional le gritaba que la Serie C italiana era más segura, que podía construir una carrera paso a paso. Pero la otra parte, la que anhelaba redención y conexión con sus raíces latinoamericanas, la que había sentido el aguijón de las críticas y la distancia con su padre, le imploraba que aceptara. Acepto, Quinto — dijo Giacomo, con una voz que, por primera vez, sonaba plena de convicción—. Dile a Huracán que Giacomo Arzani da Silva es su nuevo entrenador. Estaré allí a principios de diciembre para empezar la pretemporada. Así, contra todo pronóstico y a finales de noviembre, el Club Atlético Huracán anunció la contratación de Giacomo Arzani da Silva como su nuevo director técnico. La noticia cayó como una bomba en el ambiente futbolístico argentino. Un ex-jugador de Parma, un naturalizado paraguayo, un técnico sin ninguna experiencia en el fútbol profesional, al frente de un club histórico. Las redes sociales y los medios explotaron con escepticismo y preguntas. La mayoría no entendía cómo un hombre así había llegado al banquillo del "Globo". Pero Giacomo sabía la verdad. Parte de esa llegada se debía a la astucia de Quinto Cornaggia. Pero otra parte, y la más importante para él, se debía a su propia audacia. Ahora, la carga recaía sobre sus hombros. Tendría que ser extremadamente creativo no solo en la cancha, sino también en la sala de prensa, para justificar una contratación que muchos ya calificaban de locura. El proyecto 2024 de Huracán comenzaría de cero, y Giacomo estaba listo para mancharse los pies en el barro, tal como Quinto le había exigido. La redención comenzaba en Parque Patricios.
  5. Resumen de Entrevistas y el Llamado Inesperado de Argentina.El teléfono de Giacomo Arzani da Silva no había dejado de sonar en los últimos días. Quinto Cornaggia, su agente, había movido cielo y tierra, y las respuestas no se hicieron esperar. Nuestro mánager italiano-paraguayo había pasado por un maratón de videollamadas, cada una planteándole un desafío diferente y tentando su ambición de redención: Bryne FK (Noruega): Un reto pragmático y helado en la Segunda División noruega, luchando por el descenso, con barrera de idioma y recursos mínimos. Una inmersión total en la supervivencia táctica. La Equidad (Colombia): La oportunidad de debutar en Primera División sudamericana, con un equipo enfocado en juveniles, pero también peleando el descenso. Una conexión más cercana con sus raíces latinas. Inter de Palmira (Colombia): Un proyecto a largo plazo en la Segunda División colombiana, con menos recursos, pero una visión clara de crecimiento y la necesidad de un compromiso total. Casertana FC (Italia): Un debut Serie C italiana, con la presión de revertir un mal inicio y alcanzar los playoffs de ascenso. Un ambiente conocido para implementar su método. AZ Picerno (Italia): El desafío más arriesgado en la Serie C, levantar al peor equipo del grupo y, contra todo pronóstico, meterlo en puestos de playoffs. Cada opción era una balanza entre la prudencia de empezar de abajo y la ambición de probarse. Sin embargo, justo cuando Giacomo pensaba que había sopesado todas las posibilidades, una llamada de Quinto cambió todo el panorama. El Gigante Dormido: Club Atlético Huracán (Argentina) La noticia lo tomó por sorpresa: el Club Atlético Huracán de Argentina, un histórico del fútbol mundial, estaba interesado en una entrevista. La Primera División argentina, la tierra del reciente campeón del mundo, con una afición pasional y una liga extremadamente competitiva. Giacomo sabía que esta oportunidad era un "favor político" de Quinto, una jugada maestra de su agente para sentarlo frente a un club de semejante calibre, aunque su experiencia en el banquillo fuera nula. La videollamada con el presidente de Huracán, David Garzón, se realizó al día siguiente. Giacomo, a pesar de sus 40 años, se sintió como un novato en su primer día de escuela. Garzón era un hombre curtido, con el rostro marcado por años de gestión en el fútbol argentino, una mezcla de escepticismo y pragmatismo en su mirada. Arzani da Silva — comenzó Garzón, su voz grave y sin rodeos, con el inconfundible acento porteño—. Gracias por su tiempo. Para serle sincero, no suelo entrevistar a técnicos sin experiencia en primera. Esto es Huracán, no un club cualquiera. Estamos peleando el descenso, la situación es delicada y quedan pocas fechas. Necesitamos un milagro, no un experimento. Giacomo asintió, las palabras de Quinto sobre el "barro" resonando más fuerte que nunca. — Lo entiendo, presidente garzón. La situación es clara, y mi falta de experiencia al mando de un equipo profesional también. Garzón hizo una pausa, sus ojos estudiando cada gesto de Giacomo. — Pero no puedo ignorar su currículum como jugador. Parma, la Selección Paraguaya… usted sabe lo que es la presión de la alta competencia. Y sus credenciales teóricas, su formación en Coverciano… Eso me dice que no es un improvisado, que tiene conocimiento. La pregunta es: ¿Puede trasladar eso al banquillo de un equipo que se está ahogando? ¿Puede manejar el ambiente de una hinchada como la de Huracán, el periodismo argentino, la presión de no caer a la B? Giacomo se armó de valor. Este era el reto definitivo, lo que ponía a prueba todo su ser. — Presidente, mi vida siempre fue fútbol. Mi formación en Italia me preparó para la estrategia y la organización. Sé lo que es la presión. Y sé que este equipo, con un trabajo táctico intenso, una defensa férrea y un orden que hoy quizás no tiene, puede revertir la situación. No vengo a prometer milagros, sino trabajo y método. Garzón no sonrió, pero su expresión se suavizó un ápice. — Bien. Escuche, vamos a tomarnos un tiempo para evaluar. Es una decisión muy importante. Mientras tanto, me gustaría que, si sigue interesado en nosotros, deje de buscar otras opciones. Esto sería una apuesta muy fuerte, para usted y para nosotros. Giacomo dudó. Tenía ofertas concretas en Italia, oportunidades seguras para empezar. Pero la idea de debutar en la Primera División de Argentina, el país de Messi, el campeón del mundo, era una llamada que superaba cualquier precaución. Era el tipo de escenario que, de salir bien, escribiría su nombre en los libros. Presidente — dijo Giacomo, la voz un poco más firme de lo que esperaba —, mi interés es genuino. Entiendo la importancia de esta espera. Dejaré de buscar otras opciones mientras esperamos su respuesta. Es una oportunidad que… que no se presenta todos los días para un profesional novel. Es el sueño de cualquier técnico. La llamada finalizó. Giacomo colgó, su mente en un torbellino. Había aceptado la condición, había puesto todas sus fichas en una mano arriesgada. Había dejado pasar las ligas menores de Noruega y Colombia, e incluso la familiar Serie C italiana, por la posibilidad de un debut de ensueño... o una caída devastadora. Ahora, solo quedaba esperar la decisión del "Globo".
  6. Buenas tardes amigos. Este es un intento mas de escribir una historia, no dejarme golpear por las derrotas y evitar matar la partida. Lo intentaré jugar de manera tranquila y sobre todo, ir dejando mis pasos para que ustedes puedan ir ayudando a Giacomo a crecer como entrenador. Característica de la partida: Casi todas las ligas europeas cargadas, todas las de Sudamérica y algunas de Asia. La idea es hacer un journeyman. Se juega "mi mundo" y con la skin de MustermannFM. La idea es intentar jugar de manera mas realista, donde primen las estadísticas como factor de medición de calidad y no los atributos. Se busca que el nivel de detalles sea el máximo, por lo que mi computadora parece una turbina de avión. Ahora, Giacomo verá que clubes se interesan en el y con eso, les traeré novedades del italoparaguayo en búsqueda de la tierra sin mal.
  7. El eco de los aplausos en el Ennio Tardini de Parma era un recuerdo lejano, casi un murmullo fantasma que de vez en cuando asaltaba la mente de Giacomo Arzani da Silva. A sus cuarenta años, la agitación del césped, donde había sido un lateral izquierdo modesto pero respetado, había sido reemplazada por la frialdad de una pizarra táctica. El balón que antes obedecía a sus órdenes en el campo, ahora lo hacía solo en los dibujos meticulosos de sus cuadernos. Sentado en su apartamento de Milán, con la ciudad zumbando bajo su ventana, Giacomo contemplaba las cartas de presentación cuidadosamente redactadas. Su Licencia Continental C, recién obtenida en el prestigioso Centro Tecnico Federale di Coverciano, era más que un diploma: era el pasaporte a una nueva vida, una que esperaba que lo ayudara a conectar las dos mitades de su alma. Esa parte italiana, refinada y táctica, y esa otra, la paraguaya, que vibraba en su sangre pero que apenas había tenido la oportunidad de conocer. Sin embargo, junto a la esperanza, la sombra del miedo se proyectaba con fuerza. Los currículums sobre la mesa eran un testimonio de su ambición, pero también un recordatorio punzante de sus demonios internos. Giacomo siempre había luchado con la derrota. En el campo, esa incapacidad de procesar el fracaso había frustrado más de una oportunidad de dar el salto de calidad fuera de Parma, y lo había carcomido en sus participaciones con la Selección Paraguaya. Dos campañas en las eliminatorias mundialistas nefastas, donde la Albirroja había dado una imagen lamentable, se grabaron a fuego en su memoria, amplificadas por la crítica voraz. Especialmente dolorosas fueron las voces que señalaban a los 'naturalizados' como él. No era por su ego herido; era el eco de la decepción que intuía en su padre, con quien había mantenido una relación a distancia toda su vida. Esa herida profunda de una paternidad ausente en el día a día, marcaba a ambos, y la vergüenza de no haber estado a la altura con la camiseta de Paraguay era un peso que cargaba en silencio. Un timbre insistente, vibrando sobre la mesa de café, lo sacó bruscamente de sus pensamientos. Era el tono de llamada de su agente, Quinto Cornaggia. Giacomo deslizó el dedo por la pantalla, el corazón latiéndole con una mezcla de ansiedad y expectación. —Giacomo, ¿está lista esa carta de presentación? La estoy esperando para lanzarla. Tengo ya un par de contactos muy interesados —la voz de Quinto era enérgica, sin rodeos, como siempre. —Sí, sí, Quinto. La estoy revisando por última vez. Estoy… solo pensando —respondió Giacomo, intentando sonar más seguro de lo que se sentía. — Pensar es bueno, Giacomo. Pero ahora es momento de actuar. Escúchame bien: vas a tener que estar dispuesto a tomar desafíos, y no me refiero a la Serie A. Las primeras opciones que llegarán a mi escritorio, y por ende al tuyo, serán clubes que estén sufriendo para evitar el descenso, o con grandes problemas económicos. Esa es la realidad para un técnico que, por muy importante que haya sido como jugador, es un novato en el banco. ¿Estás preparado para eso? ¿Para barro y no para alfombra roja? Giacomo respiró hondo, la imagen de un vestuario desolado de la Albirroja, después de una derrota humillante, parpadeando en su mente. — Tengo miedo, Quinto. Mucho miedo. No solo por la categoría. Me preocupa que el 'peso' de mi historia como futbolista, mi paso por el Parma y la selección incida en que algunos equipos tengan sus reservas. Pensarán que mis aspiraciones salariales serán altas, que vengo de un mundo diferente. Y lo peor, Quinto... que mi falta de experiencia real en el banco termine saboteando mis primeros pasos. Sabes cómo soy con las derrotas. Remontar una carrera con una mala primera experiencia, arrastrando mi nombre y mi pasado, sería… sería demasiado pesado. Justamente por todo lo que te he contado de mi historia. No puedo permitirme fallar de nuevo de esa manera. La línea se quedó en silencio por un instante, un silencio que Giacomo temió que fuera de decepción. Pero entonces, la voz de Quinto resonó, más firme aún, cortando el aire con la agudeza de un bisturí. — Giacomo, tú piensas demasiado y actúas poco. A un hombre se lo mide por sus acciones, no por sus ideas preconcebidas. El miedo, espanto, horror…se los mira a los ojos, se les sonríe y se los enfrenta con los pies en el barro de las ligas pobres. Olvídate de Parma, olvídate de la Selección. Piensa en tu padre. ¿No crees que él estará orgulloso de ver a su hijo encarar esta etapa nueva, buscar sus revanchas? ¿De verte con la ilusión de, por qué no, dirigir en Paraguay alguna vez? Esa conexión que buscas, esa herida que tienes, se cura con pasos, no con fantasmas. Giacomo se quedó en silencio al otro lado de la línea, asimilando cada palabra. La mención de su padre y la posibilidad de Paraguay le tocaron una fibra sensible, resonando más allá de la lógica fría de los mánager. Una chispa, algo parecido a la determinación, encendió su mirada. Con una voz que aún sonaba un tanto tentativa, pero con un matiz nuevo de resolución, respondió: — Mira tú mail, Quinto. Te acabo de enviar mi currículum y mi carta de presentación. En cinco idiomas. Vamos a buscar un equipo… en todo el globo.
  8. LPM, me pasa lo mismo @gaspasho Creo haber, al fin, tener en manos la mejor partida en el FM2024 y todo apunta a que puedo estirarla como chicle pero viendo lo de 2026, no niego que me tienta. Igual, le tengo un poco de miedo y desconfianza al tema luego de todo lo que paso con el 2025 y lo mal que manejaron eso, por lo que espero "controlar" mis ansias y esperar los primeros meses de opiniones y calificaciones de los colegas acá en el foro y los canales. ¿Se me hace a mi o lo del peso del jugador se confirma que no estará? es lo de menos pero me temo que si eso no está, no tendríamos que tener selecciones (en pleno año de mundial) y gritos al costado de la cancha. Creo que van a cumplir esas premisas que ya adelantaron para la 2025.
  9. Bienvenido amigo, al foro primero y luego al bajón de mitad de temporada, todo un clásico en la saga del FM, aunque también pasa un poco en la vida real. Cuando empecé me costaba mucho mantener una partida cuando me tomaba esa racha, tanto que maté muchos partidas por no saber lidiar con la frustración. Quizá todavía te tiro mas para abajo, pero personalmente, yo me curé de eso mirando videos de genios tácticos del FM, leyendo acá en el foro, leyendo y re leyendo por ejemplo la explicación de roles y de cada detalle táctico que el juego explica y obviamente, jugando pero en modo paciente, es decir, mirando de manera completa la partida a tiempo normal para VER el movimiento de mis jugadores, de la linea de defensiva, del ritmo de juego, reacción a cambio de mentalidades etc. Eso en lo táctico y lo otro, aprender bien lo de la dinámica de plantilla, alabar a los que entrenan bien, putear a los que no y no dejar que se te caiga el vestuario. Esto me llevo tiempo, sangre, sudor y lagrimas, pero se aprende y es gratificando ver que se sale de la racha haciendo retoques de roles o de figura táctica, probando cosas sin tener miedo a estar peor, porque los cambios se notan y es lo único que importa para salir de la modorra. Tu equipo reacciona cambiando y quizá ahí encuentres tips que repitiéndolos te quiten de la mala racha.
  10. tal cual @Marcusme1981 Incluso, mirando el partido completo al entender los roles y sus acciones, se vuelve mas agradable la experiencia. Uno esta mas atento a todo el campo, a los jugadores sin pelota sobre todo. Aprovechando tu experiencia, consulto algo que va mas allá de la táctica. Estoy a un partido de enero, donde en Inglaterra abren de nuevo la ventana de fichajes. Estoy puntero del torneo y si sigo en esta senda, puedo ascender. Tengo un par de buenos jugadores que me están ayudando pero según mis asistentes, a lo sumo son buenos jugadores para la liga actual, dando por hecho que para el ascenso quedarán desfazados. Algunos de ellos terminan contrato a fin de temporada. ¿Qué puedo hacer para intentar quitar réditos económicos de esto sin que se cree un caos en mi moral? ¿Puedo ponerlos como transferibles a estos tipos sin que se enojen y saboteen la campaña? ¿Cómo hago con aquellos que tienen dos años de contratos pero considero que no serán viables para un posible ascenso, también los puedo ofrecer al mercado? Quizá sea apresurado de mi parte prever esto pero realmente, no me queda otra que ascender si quiero mantener el laburo...a no ser que otro equipo me sondeé pero por ahora, ni la hora jaja
  11. jajajaja increíble! nunca vi ese cuadro de formaciones con tantas diferentes. Definitivamente, no tenes miedo de experimentar. Hablando de roles, como comenté, mi filosofía táctica pasa mas por entender a los roles y armar una formación basada en lo que hacen y dar instrucciones individuales. Casi no tengo indicaciones de equipo, salvo la mentalidad que, digamos, va cambiando de acuerdo a como va el partido. Puede parecer tedioso al principio aprenderse todo los roles o tener idea de que hacen pero cuando uno empieza a entenderlo, es gratificante ver como van trabajando juntos en base a sus movimientos.
  12. gracias por el aporte @kensi Me gusto el partido donde jugué con medio cierre justamente porque va bien abajo y se mete entre los centrales, siendo salida con pelota, además, no se complica ni toma riesgos. Es decir, es mucho mas estacionario que el CRP y para mi, eso significa mas solidez defensiva. También el haber probado un todoterreno en apoyo y un mezzala en ataque, pago y muy bien, gané 2 a 1 con goles de estos mediocampistas.
  13. Gracias @Marcusme1981 Si, me estoy animando a tocar mas la táctica partido por partido, antes de jugarlos y durante. Por ejemplo, intento tener la posesión, adelanto la linea de defensiva, jugando con mentalidad ofensiva al inicio de los partidos, pidiendo a mi delantero y a mis dos extremos presión extra para buscar siempre la pelota. Lo que me esta costando es mantener el arco en cero, pero creo que es muy difícil en este juego. Por ahora, mi Exeter esta en zona de ascenso de la League Two, luego de descender, por lo que es prioritario ascender pero estamos a mitad de temporada por lo que muuuuuchaaaas cosas pueden pasar.
  14. Lo de la historia es algo que tengo pendiente, tuve varios intentos pero termino contándomela solo a mi mismo, me cuesta tomar todos los detalles pero sin duda, la vivo en cada partida dando todas las entrevistas, imaginándome en los entrenamientos, las charlas con los muchachos. Quizá la partida actual, que la estoy viviendo con un grado de inmersión nunca experimentado, sea la antesala hacia una próxima donde también encuentre el método para transmitir mis historias con detalles y entretenimiento, tal cual muchos capos la hacen en el foro. En lo táctico, sin duda, mirar partido completo me esta haciendo entender que hace y que no cada rol, mi aproximación táctica es recostarme mucho en los roles antes que en las instrucciones de equipo. Por ejemplo, nunca toco ritmo ni pases, solo mentalidad que automáticamente cambia lo mencionado antes. Me di cuenta también que lo de la familiaridad táctica no es un dogma que, por ejemplo, se rompe si a cada partido haces cambios posicionales o de roles. Esta era una de mis creencias indiscutibles, tanto que casi nunca tenía dos tácticas y mucho menos cambiarlas, ver la barra verde de familiaridad a medio andar era automáticamente derrota pero sin embargo, ahora me doy cuenta que no es tan así, es mas, cuando por ejemplo pase de un 433 a un 424 sin escalas tuve victorias y mejora de juega sin necesidad de tener todas las barras de conocimiento al 100%. Hablando de roles, les dejo una consulta. Juego con un 433 con un mediocentro y dos mediocampistas. Empecé con un CRP en defensa, mas arriba con un CTT en apoyo y un CM en ataque. Quiero tener mas salida de abajo y posesión, pero a a la vez, tener llegada con un mediocampista que acompañe a mi DL presionante en apoyo por lo que quiero plantear en mi partida de esta noche, donde tengo que ganar porque juego de local contra un 352, lo siguiente: un medio cierre, un CTT y un mezzala en ataque. Pueden darme un diagnostico de como combinan estos roles? pueden complementarse? Hay otras opciones mas adecuadas?
  15. @Marcusme1981 sin duda, soy de tu escuela de "inmersión total en el FM" y cada vez mas. Tome nota de tu historia y de como haces tus análisis y lo intenté replicar. Tuve éxito en cuatro partido seguidos y juro que mirando completamente y reaccionando, vi cambios que influyeron en los partidos...menos ayer donde perdí 2 a 0 contra un rival en teoría mas débil pero fui de visitante y nada de lo que cambie o moví, dio resultados...supongo tal cual la vida real, hay días que simplemente no son tus días. Esta forma de jugar incluso me esta ayudando mucho a apreciar de manera distinta el futbol real e incluso, me pico el bicho de estudiar para ser DT, simplemente porque me esta encantando este tema de las tácticas, estilo de juego y la "ciencia" que se puede volver. Lo rescatable es que también estoy aprendiendo, al jugar así, a metabolizar mejor las derrotas, controlar la frustración y evitar dilapidar la partida, como antes lo hacía en un ataque de impotencia y ansiedad jajaj

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