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Lost in Asia..
El lugar al que me llevaron no era un centro de detención, ni mucho menos. Al entrar, todo lo que vi, escuché y olí me hacía pensar en una cárcel de máxima seguridad. Las paredes grises, el eco de los gritos, el sonido metálico de las rejas abriéndose y cerrándose… era un sitio donde la esperanza venía a morir. Me lanzaron en una celda diminuta, fría, sin ventanas. Apenas una cama sin colchón y una taza rota en la esquina. No estaba solo. Un hombre en silla de ruedas, con una expresión que irradiaba autoridad, me miró desde la entrada. No había simpatía en sus ojos. —Lava tu ropa —me dijo, señalando una pila de telas sucias en un rincón—. Si no lo haces, estarás pidiendo problemas. Era todo lo que me faltaba. Sin más remedio, obedecí, aunque mis manos temblaban y mi mente gritaba que no pertenecía a este lugar. Cada segundo en ese sitio me recordaba que mi situación era mucho más grave de lo que había imaginado. Era como si hubiera cruzado una línea invisible y me hubieran condenado a una realidad que ni en mis peores pesadillas habría imaginado. Cuatro días pasaron. Cuatro días en los que no dormí. No podía. Entre el temor constante de lo que podría pasarme y la incomodidad de la celda, apenas podía mantener los ojos cerrados más de unos minutos. Mi mente estaba al borde del colapso. Cada sonido, cada movimiento en los pasillos me ponía en alerta. Era como si el lugar mismo se alimentara de mi miedo. El cuarto día, la guardia me lanzó una cobija raída a través de los barrotes. Al principio, sentí algo parecido a alivio. Al menos podría cubrirme del frío de la noche. Pero esa sensación no duró. Justo cuando me estaba acomodando, vi cómo dos tipos se acercaban lentamente a mi celda. En sus manos, pequeños cuchillos brillaban bajo la tenue luz. Venían por la cobija. Me levanté de la cama, mis ojos fijos en los suyos, intentando no mostrar el miedo que corría por mis venas. Pero no tenía salida. Me iban a quitar la cobija y, probablemente, algo más. Cada segundo que pasaba sentía que mi vida pendía de un hilo delgado, listo para romperse. Pero entonces, dos jóvenes irrumpieron en la celda antes de que los hombres me tocaran. Parecían más organizados, más decididos, y con apenas unas palabras, hicieron que los tipos con cuchillos se retiraran. No entendí muy bien qué pasó en ese momento, pero su intervención me salvó. Todavía respiraba. Los dos jóvenes no dijeron nada más. Simplemente me miraron, como si estuvieran evaluando algo en mí. Luego, uno de ellos habló. —El anciano quiere verte. El anciano. No sabía quién era, pero pronto lo descubriría. Aparentemente, era alguien que tenía suficiente poder en ese lugar como para detener lo que parecía una muerte segura para mí. Me levanté, todavía aturdido por lo que acababa de pasar, y seguí a los jóvenes por los oscuros pasillos. Mi corazón latía con fuerza, pero no podía evitar sentir que algo estaba a punto de cambiar. Para bien o para mal, mi destino en esa jaula estaba en manos de alguien más.
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Lost in Asia..
Todavía sentado en esa acera, viendo cómo la vida continuaba sin mí, me levanté pesadamente y caminé de vuelta al hotel. Mis pasos resonaban en mi mente como el eco de algo inevitable. Sabía que sólo me quedaban dos días de reserva y después... bueno, no quería pensar en lo que vendría después. Lo único que podía hacer era esperar. El aire acondicionado del hotel me recibió con un abrazo frío, pero ni eso podía aliviar la presión en mi pecho. Subí a mi habitación, dejando que el peso de la incertidumbre me aplastara una vez más. Me tiré en la cama, mirando el techo. ¿Cómo había llegado tan lejos solo para sentirme atrapado en una jaula invisible? El teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos. Era la embajada. Me dijeron que debía ir de inmediato, que las autoridades migratorias querían hablar conmigo. Algo se encendió en mí, una pequeña chispa de esperanza. Quizá estaban resolviendo todo, quizá pronto me repatriarían y este mal sueño acabaría. Así que, sin perder un segundo, me vestí y corrí hacia las oficinas. Al llegar, me encontré con el frío y clínico ambiente de la policía migratoria de Singapur. Un oficial de rostro impasible me condujo por un pasillo hasta una sala donde otros dos hombres me esperaban. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, tal vez esto era el principio del final, el momento en que me dirían que todo estaba arreglado. Pero en cuanto abrí la boca para preguntar, me cortaron en seco. —Señor Philips, su situación es grave —dijo uno de ellos, sin ningún atisbo de empatía en su voz. Los segundos que siguieron se sintieron como horas. Todo lo que había imaginado se desvaneció. No era el comienzo de mi repatriación, era el principio de algo mucho peor. Me hicieron levantar, y antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando, sentí el frío metálico de las esposas cerrándose en mis muñecas. La sensación era tan surrealista que apenas pude articular palabra. —¿Qué está pasando? —pregunté, mi voz temblorosa y vacía de respuestas. Nadie me respondió. Era como si, de repente, hubiera dejado de ser una persona para convertirme en un problema, un inconveniente que necesitaba ser manejado. Me llevaron fuera de la sala, y mientras caminaba por esos pasillos blancos y asépticos, no podía dejar de preguntarme: ¿Qué hice mal? De pronto, la chispa de esperanza que había sentido al recibir la llamada se apagó por completo, dejando sólo un vacío. No tenía idea de lo que iba a pasar ahora, ni si volvería a casa algún día.
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Lost in Asia..
Sentado en esa acera en Singapur, con el sudor pegándose a mi piel bajo el calor tropical, no podía evitar dejar que mi mente se hundiera en recuerdos. "¿Cómo llegué hasta aquí?" me pregunté, pero no me refería solo a esta ciudad extraña y distante. No, esa pregunta iba más allá. Era un eco que resonaba desde mi infancia, una búsqueda de entender cómo una serie de decisiones tan mundanas me habían arrastrado a este lugar, a este momento. Nací en Plymouth, Inglaterra, en 1986, en una familia de clase media. Mi padre trabajaba en una fábrica, y mi madre vendía perfumes. No teníamos lujos, pero tampoco nos faltaba nada. Era una infancia tranquila, normal, sin grandes sobresaltos. Nunca tuve que esforzarme demasiado, mis padres me consentían en todo, y yo me dejaba llevar por esa comodidad. De niño, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en mi habitación. No era el tipo popular en la escuela. No era el chico que jugaba en el equipo de fútbol o que hacía reír a todos en el recreo. Yo estaba en mi mundo, un mundo lleno de videojuegos, donde las reglas eran simples y las recompensas claras. Lo intenté con el fútbol, como cualquier niño británico, pero no tenía el talento ni la dedicación. Al final, me di cuenta de que prefería gestionar equipos desde la comodidad de una pantalla, antes que estar corriendo en el campo. Fui a la universidad en Manchester y estudié Ingeniería Mecánica. Una elección segura, práctica. Me gradué en 2010 y conseguí un buen trabajo poco después. Tenía una vida cómoda, un sueldo decente y pocas preocupaciones. Trabajaba seis horas al día, y el resto del tiempo lo dedicaba a mis pasatiempos, principalmente a Football Manager. Ese juego me apasionaba. En él, podía tomar decisiones, construir algo grande, todo sin moverme de mi silla. Pero aunque mi vida era tranquila, también era solitaria. Mis padres murieron en un accidente de tráfico en 2007, cuando yo aún estaba en la universidad. Desde entonces, había aprendido a convivir con el silencio, con la ausencia. No es que no tuviera amigos, Ethan, mi mejor amigo desde la universidad, seguía a mi lado. Nos unía el fútbol, o más bien el Football Manager. Cada temporada, competíamos para ver quién podía llevar al Plymouth más lejos. Era una tradición que se repetía año tras año. En 2015, con el dinero suficiente y mucho tiempo libre, decidí licenciarme como entrenador de fútbol. Me saqué la Licencia Nacional C, la más básica, pero suficiente para alguien como yo que nunca planeaba trabajar en un equipo real. Era más un capricho, una forma de sentirme más cerca de lo que tanto amaba en el juego. Viajar era mi otro escape. En 2017 hice un tour por Australia, un continente fascinante. En 2019, probé la exótica Sudamérica, con sus paisajes vibrantes y caóticos. Pero luego llegó el COVID, y como a muchos, me dejó atrapado en mi propia monotonía. El encierro me convirtió en una versión aún más retraída de mí mismo. El trabajo desde casa, las noches interminables frente a la pantalla... mi vida se fue apagando de a poco, sin que apenas me diera cuenta. Pero en 2024, decidí que era hora de salir de esa rutina. La pasión por los viajes, por conocer nuevos lugares, me volvió a llamar. Así que reservé un tour por Asia que duraría dos semanas. Comenzó en Indonesia, un lugar vibrante que me dejó fascinado. Luego llegué a Singapur, la joya tecnológica de esta parte del mundo. Todo parecía ir bien hasta que, una mañana, me desperté en mi hotel... sin mis documentos, sin nada que me identificara. Y así es como terminé aquí, en esta acera en Singapur, sin saber qué hacer..
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Lost in Asia...
Me encontraba en la embajada inglesa de Singapur, frente a un escritorio de madera pulida que me resultaba tan frío como la mirada del secretario al otro lado. Su sonrisa era un gesto mecánico, uno que mostraba el cansancio de quien atiende decenas de historias similares a la mía cada día. Había algo en su actitud, una mezcla de profesionalismo y desinterés, que hacía que el aire en esa pequeña oficina se sintiera aún más denso. —Nombre completo, por favor —dijo el hombre sin levantar la vista del teclado. —West Philips —respondí, tratando de sonar más confiado de lo que me sentía. Él continuó tecleando, el sonido de las teclas llenaba el silencio. Mientras tanto, yo seguía tratando de poner mis pensamientos en orden. —¿Motivo de su visita a Asia? —preguntó sin apartar los ojos de la pantalla. Suspiré, como si esa simple pregunta fuera la llave que podría desatar el caos en mi mente. —Vacaciones... estaba de tour por Asia —dije, recordando cómo todo comenzó en Indonesia. Un viaje que debía ser la aventura de mi vida, pero que había terminado siendo una pesadilla en cámara lenta. Me había despertado esa mañana en un hotel, después de lo que debió haber sido un vuelo rutinario... pero algo estaba mal, muy mal. Mis documentos, mi identidad, todo había desaparecido. El secretario asintió levemente, todavía concentrado en la pantalla. —Vengo de Indonesia, pero al despertar... mis documentos no estaban. No sé qué pasó exactamente —añadí, tratando de sonar coherente, aunque la confusión se apoderaba de mí a cada palabra. Él tecleó algo más, finalmente levantó la vista y me observó con una mirada neutral, como si ya hubiera escuchado demasiadas versiones de esta historia. Luego me entregó un pequeño formulario. —Complete esto, señor Philips. Tomaremos sus datos y le avisaremos en cuanto tengamos información. Este proceso puede tardar, así que le sugiero que sea paciente —dijo, su voz arrastrando un tono de rutina bien ensayada. Asentí en silencio, tomando el bolígrafo que me ofrecía y completando el formulario sin pensar demasiado. Ya no tenía sentido intentar entenderlo todo. Todo lo que podía hacer era esperar. Cuando finalmente salí de la embajada, la humedad del aire me golpeó de nuevo. El bullicio de Singapur era tan ajeno como el día en que llegué, a pesar de que llevaba ya algunos días atrapado aquí. Caminé hasta la acera, donde me dejé caer con el peso de la incertidumbre sobre mis hombros. Miré hacia el horizonte, hacia las calles llenas de vida, de rostros que pasaban sin detenerse. Era imposible no sentirse insignificante en medio de todo aquello. "¿Cómo llegué hasta aquí?", pensé. El ruido del tráfico se mezclaba con los gritos de los vendedores ambulantes, pero en mi cabeza todo era un eco lejano. Esa pregunta resonaba más fuerte que cualquier otra cosa en ese momento, pero antes de que pudiera siquiera intentar responderla, algo en mí se quebró. No era el final. Apenas el comienzo. Ahora estoy "Lost in Asia"
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Dream Maker
Llegué al club temprano, más temprano de lo usual, cuando aún había silencio en el aire y apenas comenzaba a despuntar la luz del día. Al cruzar la puerta, ahí estaba Harold, el recepcionista, como siempre, con su sonrisa cálida y su taza de café en la mano. Era una especie de guardián del lugar, un rostro conocido que hacía que todo se sintiera más familiar. —¡Ahí estás, Aidan! —dijo, alzando la mano en señal de saludo—. ¡Puntual como siempre, muchacho! No hay forma de que falles hoy. Le devolví una sonrisa, aunque sentía los nervios retorciéndome el estómago. —Eso espero, Harold. Hoy es un gran día. —Respondí, intentando que mi tono no reflejara la inquietud que llevaba dentro. Harold tomó un sorbo de su café, mirándome como si pudiera leer mis pensamientos. —No te preocupes. Todos empiezan con dudas, pero vas a hacerlo bien. Este club corre por tus venas, lo sabes. Y recuerda, tu abuelo siempre confió en ti. Aquellas palabras me reconfortaron un poco, como un bálsamo sobre el fuego que ardía en mi pecho. —Gracias, Harold. Eso significa mucho para mí. Me despedí con un gesto y seguí caminando por los pasillos vacíos del club, los cuales me resultaban familiares, pero que ahora se sentían más grandes, más pesados. Como si cada paso que daba me acercara a un abismo desconocido. Al llegar a mi oficina, me senté detrás del escritorio y miré alrededor. Todo estaba tal como lo había dejado, pero esa calma exterior no reflejaba el caos en mi mente. El club no era desconocido para mí, pero ahora estaba en una posición diferente. Era el entrenador. El que debía guiar al equipo. Y aunque conocía a algunos de los chicos desde pequeños, no sabía cómo reaccionarían al ver a un hombre sin licencia de entrenador, sin experiencia, intentando darles órdenes. ¿Qué pensarían de mí? Un perdedor, tal vez. Un novato sin credenciales. Mis ojos se desviaron hacia el periódico local que había dejado sobre el escritorio. "Aidan Murphy, nuevo DT del Wexford" se leía en grandes titulares. Mi nombre, mi rostro, expuestos ante la ciudad. Fue en ese momento que me invadieron los nervios. No pude contener la ansiedad. Tomé las llaves de mi viejo coche y salí de la oficina, conduciendo hacia el teatro de la ciudad donde había citado a los jugadores para el primer encuentro. Al llegar, estacioné en una esquina y me tomé un momento para respirar. A lo lejos vi a algunos de los jugadores dispersos en pequeños grupos, conversando entre ellos. No había ni rastro del segundo entrenador ni del cuerpo técnico, solo yo. Tomé aire y, aunque mis piernas temblaban un poco, caminé con pasos seguros. Noté cómo poco a poco los jugadores comenzaban a prestarme atención, los murmullos se fueron apagando hasta que todo quedó en silencio. Me detuve frente a ellos y, sin titubear, hablé. —Buenos días a todos. Sé que esto es inesperado para algunos de ustedes, pero estoy aquí por una razón —comencé, intentando que mi voz sonara firme—. Estoy aquí porque este club es parte de mí, como lo es para muchos de ustedes. Quiero que todos comprendan que tenemos un objetivo: hacer algo grande. No me importa lo que piensen sobre mi falta de experiencia. Lo que me importa es lo que haremos juntos desde hoy. No sabía qué esperar después de esas palabras. Tal vez incomodidad, tal vez desconfianza. Sin embargo, lo que sucedió me tomó completamente por sorpresa. Ethan Boyle, el capitán del equipo, dio un paso al frente y me miró directamente. —Aidan —dijo con una voz firme y respetuosa—, todos aquí sabemos quién eres. Sabemos lo que este club significa para ti. Tienes nuestro respeto, y estamos contigo. En nombre del equipo, bienvenido. Esa declaración, ese gesto de bienvenida, fue más de lo que podía haber esperado. Los nervios que sentía comenzaron a desvanecerse lentamente. Después de aquello, les hablé brevemente sobre la ambición que debíamos tener como equipo, sobre el esfuerzo colectivo. No era necesario prolongar el discurso; fui directo, conciso. Les dejé claro que todos debíamos remar en la misma dirección, o nada funcionaría. Los jugadores, después de eso, se marcharon a sus casas, y yo volví al club. Me encerré en mi oficina, donde había dejado todas las carpetas con los informes de los jugadores ordenadas por posición. Tenía mucho que estudiar. Empecé con Alex Moody, nuestro único portero en el primer equipo. Apenas lo revisé, supe que no necesitaríamos a nadie más. Un chico maravilla, con un futuro brillante. Pero sabía que pronto los grandes equipos de Irlanda lo buscarían. Luego pasé a los centrales: Ethan Boyle, el capitán, clave en mi proyecto; Carl Lenox, un joven cedido con mucho que aprender; y Robbie O'Toole, un viejo conocido que mi abuelo admiraba y que ahora buscaba su momento para brillar. Los laterales también prometían. Reece Webb, ambicioso y clave para mi estilo de juego; Cian O'Malley, siempre dispuesto a sumar desde cualquier posición; y Mark Imren, una joya del club. En la izquierda, Ben Lynch, fundamental para plasmar el estilo que quiero imponer, y James Crawford, un chico con potencial y una conexión especial con mi historia familiar. El mediocampo, por otro lado, era sólido. Aaron Robinson, uno de los corazones del equipo; Darragh Levingston, polifuncional y clave en la recuperación; Luka Lovic, con la experiencia de haber jugado en segunda división; y Mikie Rowe, un talento local que espero explote su potencial. Por último, Kian Corbally, nuestro cerebro creativo, aunque todavía lejos de su mejor forma. Finalmente, revisé los extremos y delanteros. Thomas Oluwa, la estrella del equipo, con una calidad sobresaliente. Mark Hanratty, prometedor pero con dudas sobre su conducta fuera del campo. Y Aaron Dobbs, un delantero que debía ser clave, aunque no estaba seguro de cuántos goles podía asegurarnos. Cerré las carpetas, las guardé en un cajón y apagué las luces de la oficina. Sabía que lo que venía sería duro, pero estaba listo. Mañana sería otro día, y con él vendría el primer paso de este viaje. Project "Dreams" - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dinasty Bull
Lamento informar a todos los seguidores de Dinasty Bull que apareció el temido Crash Dump, o al menos eso creo. Después del debut en pretemporada y del buen recibimiento de la partida, principalmente en X (donde se pueden ver todos los avances de manera cronológica), cerré el juego como cualquier otro día. Anuncié que pausaba la partida por hoy y que al día siguiente terminaríamos la pretemporada y el mercado veraniego. Realmente me sentía muy comprometido con esta partida; prueba de ello es la inversión en gráficos y la estructuración, con más de 14 publicaciones, todo a la basura. Al día siguiente, me desperté y anuncié la agenda en X, donde lo primero sería continuar con Bull Dinasty y seguir la historia. Sin embargo, al intentar cargar la partida, todo parecía normal, pero al ingresar, el juego me devolvía al menú principal. No sé mucho sobre computadoras, así que reinicié el PC, pensando que podría ser un error temporal. Para mi sorpresa, al volver a iniciar el juego, ni siquiera aparecía la partida guardada. Creo que cometí un error al reiniciar la computadora, pero fue lo único que se me ocurrió en ese momento. Es triste, sí... Seguramente estaré alejado del juego por un tiempo, aunque seguiré trabajando en los proyectos que ya están en marcha, pero esta vez a mi ritmo. Quiero agradecer a @dankerlot por su apoyo y comprensión al enterarse del Crash Dump. Por ahora, descansaré unos días y volveré con proyectos aún más interesantes.
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Dinasty Bull
Previsión: Aunque prevemos un partido parejo, confiamos en que nuestro equipo puede llevarse la victoria. Hamburg es un equipo sólido, pero creemos que nuestra superioridad técnica será clave. Análisis: Nos enfrentamos a un equipo que busca mantener la posesión del balón, algo que también es parte de nuestro ADN. El choque será interesante desde el punto de vista táctico, ya que ambos equipos intentarán dominar el mediocampo. Táctica: Saldremos con nuestro mejor equipo disponible. Nuestro enfoque será mantener un ritmo de juego alto, sin sobrecargar a los jugadores con demasiadas instrucciones específicas. Queremos que los jugadores se adapten al esquema, y ver cómo responden en este primer test de pretemporada. _________________________ Relato del partido: El partido comenzó como lo anticipamos, bastante parejo y disputado en el mediocampo. Ambos equipos intentaron imponer su juego, pero en el minuto 37 sufrimos un golpe importante: David Raum salió lesionado debido a un problema en el brazo. Este hecho afectó nuestra moral, y pocos minutos después, Nineth aprovechó una jugada colectiva para abrir el marcador y poner el 1-0 a favor de Hamburg. El golpe de gracia llegó antes de que terminara el primer tiempo, cuando Xavi Simons también se lesionó, esta vez con una preocupante molestia en la ingle. Desde ese momento, supimos que el partido estaba cuesta arriba. Después del descanso, Hamburg se mostró muy superior. En el minuto 56, Nineth volvió a marcar, esta vez con un disparo imparable desde dentro del área para el 2-0. A pesar de nuestros esfuerzos, no logramos meternos de nuevo en el partido. Nineth cerró su hat-trick en el minuto 86, firmando el 3-0 definitivo, un resultado que reflejó la diferencia en intensidad y ejecución entre ambos equipos. Post-Partido: Conclusiones Este fue un típico partido de la Bundesliga: un rival que salió con todo y nos obligó a estar siempre a la defensiva. Creo que el principal problema estuvo en nuestra falta de profundidad táctica; salimos con solo cinco instrucciones y sin un plan específico para ajustar durante el juego. Esto nos costó caro, especialmente al no poder adaptarnos a los cambios del partido. Además, las lesiones de Raum y Simons fueron un golpe devastador para el equipo, dos bajas importantes que nos obligarán a replantear nuestras opciones de cara al próximo amistoso contra Wehen.
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Dinasty Bull
La pretemporada del RB Leipzig dará comienzo con una gira en Alemania, donde disputaremos cuatro amistosos clave para medir nuestras fuerzas antes del arranque oficial. Los partidos serán frente a Hamburg, SV Wehen Wiesbaden, Hertha BSC, y Erzgebirge Aue, rivales de diferentes categorías, pero que nos ofrecerán el ritmo y competencia necesarios para preparar el inicio de la campaña. Tras la concentración y gira en Alemania, cerraremos la pretemporada con un partido en casa frente al Besiktas, uno de los equipos más fuertes de Turquía. La planificación de esta pretemporada ha sido deliberadamente corta debido a la cantidad de jugadores lesionados que debemos gestionar, y porque comenzamos la temporada con la Final de la Supercopa Alemana. Además, nuestro debut en la Bundesliga será ante un rival de peso como el Bayer Leverkusen. Uno de los objetivos clave será hacer los ajustes de fichajes necesarios durante la pretemporada, de modo que podamos empezar la temporada con la plantilla cerrada, lista para competir en todos los frentes desde el primer día. De nuestro equipo sub-19, llevaremos a varios jugadores que observaremos de cerca durante la pretemporada. Esto no significa que ya estén listos para el primer equipo, pero los analizaremos y, en caso de destacar, algunos podrían ser integrados al equipo profesional para entrenar y desarrollarse. Lista de Juveniles en Pretemporada Timo Shileck Jonathan Norbye Oleksandr Gavrylenko Vicent Bayindir Sammy Mohamad Pepe Böhm Lucio Saric Samuel Weber Nuha Jatta Dino Klapija Jugadores en Pretemporada Todo el primer equipo estará presente en la pretemporada, excepto los siguientes jugadores que se encuentran lesionados:
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• ¿Cuál es la fecha de inicio más cercana a la temporada 24/25 en el FM?
¡Hola a todos! Estoy trabajando en una base de datos personalizada para el FC Midtjylland y me gustaría iniciar en la temporada 24/25. La fecha de inicio más lejana que conozco es la de Brasil, en abril de 2024, pero no es exactamente lo que busco. ¿Alguien sabe si hay una fecha más cercana para empezar la temporada 24/25 en Football Manager? Si además conocen algún mod o tienen recomendaciones para ajustar esto lo mejor posible, las recibo con los brazos abiertos. ¡Gracias de antemano por la ayuda!
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Dinasty Bull
El RB Leipzig afronta el mercado de verano sin la intención de revolucionar la plantilla. Nuestra prioridad es mantener la base sólida del equipo que ha rendido bien, realizando solo algunos ajustes estratégicos para reforzar áreas clave y añadir profundidad. Buscamos calidad más que cantidad, y con esto en mente, hemos identificado algunas necesidades específicas. Para competir al máximo nivel en las múltiples competiciones que nos esperan, hay algunas posiciones en las que necesitamos hacer retoques importantes: Zaguero Central Aguerrido: Con Willi Orban como pieza clave en la defensa, necesitamos un jugador que pueda rotar con él y ofrecer una opción de relevo sólida. También es crucial tener en cuenta las lesiones recurrentes de algunos defensores en el equipo, lo que refuerza la necesidad de otro zaguero de calidad. Carrilero Derecho: Si bien Benjamin Henrichs cumple su rol, necesitamos un carrilero derecho adicional que pueda desempeñar tanto funciones defensivas como ofensivas en una posición fundamental para nuestro sistema. En cuanto a salidas, hay algunos jugadores que probablemente no continúen en el equipo, ya sea por el interés de otros clubes o porque ya no se ajustan a nuestros planes tácticos: Xaver Schlager: El mediocampista austriaco está siendo seguido de cerca por el Inter de Milán. Han estado observando su progreso durante semanas, y es probable que hagan una oferta formal pronto. Aunque Schlager ha sido una pieza importante en el mediocampo, su partida abriría espacio para un ajuste táctico o una nueva incorporación. Dani Olmo: Es uno de los jugadores más talentosos y completos de la plantilla, y sin duda llamará la atención de los grandes clubes europeos. Su creatividad, visión y capacidad de jugar en múltiples posiciones lo convierten en un objetivo atractivo en el mercado. Yusuf Poulsen: Después de muchos años en el club, el ciclo de Poulsen parece estar llegando a su fin. El club no cuenta con él como parte de los planes a largo plazo, y se está buscando una salida rápida para liberar espacio y recursos. Para abordar nuestras necesidades, hemos comenzado a seguir a varios jugadores jóvenes y con potencial de impacto inmediato en diferentes posiciones: Jean-Carlo Simic (Anderlecht): Un defensa central con carácter y solidez, que podría ofrecer la agresividad y presencia que buscamos en la zaga. Jack Hinshelwood (Brighton): Promesa británica con mucho margen de crecimiento, destacándose por su habilidad defensiva y lectura de juego. Yoram Zague (PSG): Joven carrilero derecho con proyección ofensiva, ideal para nuestras necesidades en esa posición. Nicolás Capaldo (Salzburg): Polivalente mediocampista con gran capacidad física, que podría cubrir la posible salida de Schlager y ofrecer dinamismo en el centro del campo. Jhon Durán (Aston Villa): Un delantero joven y físico que podría aportar frescura al ataque, brindando más opciones en la rotación. Harvey Elliott (Liverpool): Un jugador extremadamente talentoso que puede cubrir múltiples posiciones en ataque, ideal para el estilo de juego ofensivo y dinámico del Leipzig. Bradley Barcola (PSG): Extremo veloz y habilidoso, con gran capacidad para desbordar y crear peligro desde las bandas. Para asegurarnos de no dejar escapar ningún talento, hemos decidido enviar ojeadores a largo plazo a las siguientes regiones: Alemania: El mercado nacional sigue siendo una fuente clave de talento joven y experimentado. Austria: Con la cercanía y la relación del club con el fútbol austriaco, es una región que ha dado muchos frutos, y continuaremos observando su evolución. Brasil: El país sudamericano siempre ha sido un semillero de talento, y nuestra búsqueda de jugadores jóvenes y dinámicos nos llevará a esta región. Estados Unidos: Con el crecimiento del fútbol estadounidense, existen varias promesas emergentes que podrían encajar en nuestra filosofía de juego. Corea del Sur: Un mercado emergente con jugadores que tienen un gran físico y un fuerte enfoque en la disciplina y el trabajo en equipo. Estas áreas serán exploradas de manera indefinida durante la primera temporada, con el objetivo de identificar futuras estrellas que puedan sumarse a nuestro proyecto. Preseason - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dream Maker
Bienvenido!! Aidan Trabajará como un"Dream Maker" para cumplir a su Abuelo.
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Dinasty Bull
¡Entendido, amigo! Agradezco mucho tu recomendación, y más aún viniendo de alguien con tu experiencia. Trabajaremos en Dinasty Bull y Dream Maker como nunca antes lo hemos hecho en ninguna otra partida. Gracias de nuevo, amigo 🫂
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Dinasty Bull
¿Cómo estás, amigo? Encantado de tenerte por aquí. Esta es, sin duda, mi mejor historia y en la que he llegado más lejos. Además, en X tuvo una recepción excelente. De hecho, durante una pausa que tomamos para refrescar ideas de "I'm Just One More..." surgieron Dinasty Bull y Dream Maker. Aunque le tengo mucho aprecio a "I'm Just One More...", creo que está cerrada para este FM. Sin embargo, te hago una promesa: volverá sí o sí en FM25, con gráficos mejorados y un estilo de nivel élite.
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Dinasty Bull
Hermano, Actualmente estoy trabajando en dos partidas: Dream Maker - Wexford F.C. Dinasty Bull - RB Leipzig En cuanto a: Vikings Minds - Kristiansund Se informó que el proyecto sigue en pausa (sin un orden de publicación, pero mantendré el tema abierto en caso de que ocurra algo realmente relevante). Around the World - Samoa Se mencionó que en esta edición de FM no continuaré con el proyecto, pero debido a la buena acogida que tuvo en X, no se descarta su continuidad en futuras entregas del videojuego. No sé si algún moderador tiene la capacidad de cerrar todos mis temas, dejando únicamente abiertos los de Dinasty Bull y Dream Maker. Aunque me incomodan los malentendidos, comprendo la postura de los miembros más experimentados de la comunidad. Trataré de ser más regular o, en su defecto, dejar las historias en FMSITE, ya que intento mantener mi propio ritmo en las partidas. Un abrazo.
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Dinasty Bull
El RB Leipzig se caracteriza por su fútbol dinámico, enérgico y presionante, un estilo que exige un ritmo alto y una presión constante sobre el rival. Desde el comienzo de la temporada, hemos considerado dos esquemas tácticos base para nuestro equipo: el 1-3-4-2-1 y el 1-3-4-1-2. Ambos esquemas nos permiten explotar la cultura del club, manteniendo un enfoque ofensivo y dinámico que se adapta a las fortalezas de la plantilla. Nuestros tres guardametas (Gulácsi, Blaswich y Zingler) son versátiles y cumplen el rol de Portero de Cierre. En este rol, no solo se espera que defiendan la portería, sino que también participen en la construcción del juego desde atrás, brindando opciones seguras de pase y ayudando a mantener la presión alta del equipo. Hemos dividido a nuestros centrales en dos grupos: los centrales técnicos y los centrales físicos. Grupo Técnico: Klostermann, Simakan y Lukeba se caracterizan por su capacidad para manejar el balón y distribuir desde el fondo. Estos defensores son clave para iniciar las jugadas desde la retaguardia, conectando con el mediocampo y brindando seguridad en la salida. Grupo Físico: Orban y Bitshiabu conforman el grupo de defensores más físicos y sólidos en el uno contra uno. Su capacidad para imponerse en el juego aéreo y en duelos cuerpo a cuerpo les convierte en la roca defensiva que necesitamos para proteger nuestra área en momentos de alta presión. El sistema de carrileros en este esquema es fundamental para el juego de ataque del equipo. Tenemos dos perfiles distintos: Benjamin Henrichs es un Carrilero Inverso (Apoyo) que aporta más al mediocampo, equilibrando el juego al asociarse en corto y manteniendo control en transiciones rápidas. Este rol le permite influir tanto en defensa como en la creación de juego. David Raum y Christopher Lenz son carrileros de corte ofensivo. Su función es la de Carrileros Atacantes, prácticamente operando como extremos en las transiciones ofensivas, desbordando por las bandas y lanzando centros desde posiciones adelantadas. Nuestro mediocampo es físico y versátil, con roles bien definidos entre jugadores recuperadores y organizadores. Amadou Haidara, Winners Osawe y Nicolás Seiwald son los encargados de recuperar el balón, desempeñándose como Centrocampistas Recuperadores. Estos jugadores actúan como una primera barrera defensiva, siempre listos para cortar ataques rivales y lanzar contraataques. Xaver Schlager y Kevin Kampl tienen un perfil más organizador. Si bien son físicamente capaces, ambos aportan calidad en la distribución desde la medular. Su rol incluye Organizar el Juego y construir desde la zona de doble pivote, ayudando a enlazar defensa y ataque con fluidez. Los mediapuntas tienen un papel crucial en el esquema ofensivo, proporcionando creatividad y variantes en ataque. Dani Olmo y Christoph Baumgartner son Mediapuntas Modernos, jugadores capaces de moverse por todo el frente de ataque. No solo generan juego, sino que también tienen la capacidad de entrar como delanteros adicionales o abrirse hacia las bandas cuando la situación lo requiere. Xavi Simons y Eljif Elmas son nuestros jugadores creativos, actuando como ‘10’ Clásicos. Su principal responsabilidad es crear oportunidades de gol mediante pases incisivos y visión de juego, siendo los arquitectos de nuestras jugadas ofensivas. En la delantera, contamos con una mezcla de perfiles que aportan tanto en velocidad como en físico. Loïs Openda y Benjamin Sesko son Delanteros Avanzados. Openda aporta velocidad y agilidad, mientras que Sesko ofrece una presencia física dominante en el área. Sesko, en particular, puede actuar como referencia en el ataque, atrayendo marcas y liberando espacio para sus compañeros. Yussuf Poulsen, por otro lado, es un delantero más experimentado que cumple un rol similar al de Sesko, pero con más enfoque en su capacidad para trabajar en equipo y proteger el balón de espaldas a la portería. Aunque este esquema será ajustado a lo largo de la temporada, la base de nuestra táctica es la siguiente: Portero de Cierre (Apoyo): Participará activamente en la distribución de balón, buscando siempre el pase seguro. Zaga de tres centrales: Comandada en el centro por un Defensa Central (Defensa), con dos Centrales Laterales (Defensa) en las bandas para brindar apoyo en el juego exterior y ayudar en la distribución. Carrilero Derecho (Inverso - Apoyo): Se enfocará en generar superioridad en el mediocampo y ser una opción de pase en la fase de construcción. Carrilero Izquierdo (Completo - Apoyo): Su misión será atacar constantemente por la banda izquierda, actuando casi como un extremo en fase ofensiva. Centrocampista Recuperador (Apoyo): Será la ancla del equipo, encargado de cortar los ataques rivales y mantener la presión alta. Mediocentro (Apoyo): Encargado de distribuir el balón, recuperar y sumarse al ataque con llegadas desde segunda línea. Mediapunta Derecho (Apoyo): Con la instrucción de abrirse hacia la banda derecha, será una amenaza constante en ese sector, aprovechando los espacios dejados por el carrilero inverso. Organizador Adelantado (Ataque): En el lado izquierdo, este jugador será el creador de juego más avanzado, generando oportunidades para los atacantes. Delantero Avanzado (Ataque): El objetivo principal será convertir todas las oportunidades de gol generadas, manteniéndose como la referencia ofensiva en el área rival. Instrucciones Base Capitanes Este es el esquema inicial de la temporada, sabiendo que, a lo largo del año, haremos ajustes y adaptaciones conforme se desarrollen los partidos y se presenten desafíos nuevos. Summer Market - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dinasty Bull
El RB Leipzig cuenta con una plantilla diversa en edad, nacionalidades y perfiles técnicos. El jugador más veterano del equipo es Peter Gulácsi, con 33 años, mientras que el más joven es Winners Osawe, con tan solo 16 años. Hay 11 nacionalidades representadas en el equipo, siendo Alemania la más común con 7 jugadores, seguida de Austria y Francia con 3 jugadores cada una, y Eslovenia y Hungría con 2. El jugador con mayor valor de mercado es el central francés Castello Lukeba, cuyo precio se estima entre los 97M€ y 112M€, mientras que Dani Olmo es el jugador mejor pagado, con un salario anual de 10,47M€, en contraste con el guardameta Leopold Zingler, quien es el jugador con el menor salario (449m€ p/a). La media de edad del equipo es de 26 años y la altura promedio de los jugadores es de 1,83m. La portería del RB Leipzig presenta una mezcla de experiencia y necesidad de renovación. Peter Gulácsi, el guardameta húngaro de 33 años, es el más veterano del equipo y sigue siendo considerado el portero titular a pesar de estar actualmente lesionado por los próximos dos meses. Su liderazgo y habilidades bajo los tres palos han sido fundamentales, pero la gravedad de su lesión plantea dudas sobre su rol futuro. En su ausencia, Janis Blaswich, el alemán de 32 años, tiene la oportunidad de demostrar su valía. Aunque no tiene el mismo reconocimiento que Gulácsi, Blaswich es confiable y ha mostrado solidez en situaciones de presión. Finalmente, el tercer portero, Leopold Zingler, de 29 años, cumple el rol de recambio de emergencia. A pesar de ser el menos destacado del grupo, su presencia es importante para cubrir las necesidades a lo largo de la temporada. La zaga central del Leipzig está equilibrada entre la juventud y la experiencia. Willi Orban, el capitán del equipo, es un líder nato. Con 30 años, su solidez defensiva y capacidad física lo convierten en un pilar en la retaguardia. A su lado, Castello Lukeba, de solo 20 años, se perfila como una de las promesas del fútbol europeo. Su capacidad técnica, visión y salida de balón son puntos clave para el futuro del equipo. Lukas Klostermann, de 27 años, es otro defensor polivalente que, aunque actualmente lesionado, aporta versatilidad al poder desempeñarse tanto de central como de lateral derecho. El joven Chadaille Bitshiabu, de 18 años, es una de las apuestas del club para el futuro. Su potencial es enorme, pero la lesión de ligamentos que lo mantendrá fuera por 4 meses limita su impacto inmediato. Por último, Mohamed Simakan, a sus 23 años, completa la línea defensiva central con su perfil atlético y agresivo, ideal para enfrentar a los atacantes más físicos de la Bundesliga. En las bandas defensivas, Benjamin Henrichs y David Raum son los protagonistas. Henrichs, con 26 años, es uno de los jugadores más versátiles del equipo, capaz de jugar en ambos flancos defensivos, aunque está inicialmente previsto que juegue por la derecha. Su equilibrio entre ataque y defensa lo hace un recurso invaluable. Por el costado izquierdo, David Raum, de 25 años, es un jugador ofensivo con gran capacidad para sumarse al ataque, aunque a veces le cuesta mantener su posición defensiva. También en la izquierda está Christopher Lenz, quien a sus 28 años es considerado uno de los jugadores de menor impacto en la plantilla. Su contrato expira a finales de la temporada, y habrá que evaluar su futuro dentro del equipo. El mediocampo del Leipzig cuenta con una combinación de experiencia y juventud. Amadou Haïdara, de 25 años, ha sido una pieza importante del equipo en el pasado, pero actualmente atraviesa por un mal momento, agravado por una lesión que lo mantendrá fuera dos meses. En contraste, Nicolás Seiwald, el austriaco de 22 años, llega del Salzburg con la promesa de ser un jugador clave en la temporada, combinando técnica y agresividad en el mediocentro. Xaver Schlager, también austriaco y de 25 años, es un mediocentro tenaz que equilibra lo físico con lo táctico, aunque su futuro en el equipo está en duda debido al interés de grandes clubes europeos. Kevin Kampl, con 32 años, es una leyenda del club y sigue siendo un jugador útil en el equipo a pesar de estar en el ocaso de su carrera. Finalmente, el joven Winners Osawe, de 16 años, es una de las grandes promesas del club. Este mediocentro defensivo fue ascendido desde la academia y estará esta temporada para aprender y aportar en ciertas situaciones. El ataque creativo del Leipzig gira en torno a la figura de Dani Olmo, la estrella del equipo. Con 25 años, el mediapunta español es el jugador más determinante y costoso del equipo. Su creatividad y capacidad de desequilibrar serán claves para alcanzar los objetivos de la temporada. Junto a él, Xavi Simons, de 20 años, llega cedido por el PSG. Aunque no hay opción de compra, el club aprovechará al máximo su calidad y explosividad mientras dure su préstamo. Eljif Elmas, de 23 años, y Christoph Baumgartner, también de 23 años, son otras dos piezas que aportarán tanto en la creación como en la finalización, lo que permitirá al equipo mantener un alto nivel de competencia en varias competiciones. En la delantera, Loïs Openda y Benjamin Sesko se perfilan como los principales referentes ofensivos. Openda, a sus 23 años, destaca por su velocidad y capacidad para desequilibrar en el área rival. Es un delantero escurridizo con una definición precisa, ideal para enfrentarse a defensas cerradas. Benjamin Sesko, con su 1,94m de altura, aporta un perfil físico impresionante. A pesar de su envergadura, Sesko combina fuerza con técnica, lo que lo convierte en un delantero completo y difícil de marcar. Por último, Yussuf Poulsen, de 29 años, es el veterano de la delantera y un emblema del club. Sin embargo, su ciclo parece haber llegado a su fin, y el club buscará su salida en este mercado. Situación Contractual: Christopher Lenz El único jugador del primer equipo con su contrato cerca de expirar es Christopher Lenz, cuyo vínculo termina el 30 de junio de 2024. Si bien Lenz ha sido una opción útil en los últimos años, su rendimiento actual y su impacto en el equipo lo colocan en una posición incierta. El club deberá decidir si renovarlo o buscar alternativas en el próximo mercado. Plan de Plantilla Con una base sólida y jugadores clave como Dani Olmo y Castello Lukeba, el Leipzig se prepara para una temporada llena de desafíos. El equipo tiene un equilibrio interesante entre jóvenes promesas y jugadores experimentados. Dejamos a continuación el espacio para adjuntar imágenes que reflejan la estructura actual de la plantilla y su plan de desarrollo a largo plazo. Tactical Analysis - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dream Maker
Esa noche, el frío parecía colarse por las ventanas de mi habitación. Me recosté en la cama, mirando el techo, tratando de calmar mi mente antes de enfrentar al equipo por primera vez. Mañana sería el día en que comenzaría todo, pero antes de que el sueño me alcanzara, mis pensamientos me llevaron a lo que realmente quería hacer como entrenador. A lo que, en el fondo, siempre había soñado. El fútbol siempre había sido mucho más que un simple deporte para mí. Para algunos, el objetivo era ganar a cualquier costo, pero yo lo veía diferente. Me fascinaba la idea de un fútbol donde el balón tuviera vida propia, donde los jugadores lo movieran con paciencia, inteligencia, y lo más importante: con propósito. Un estilo de posesión, sí, pero no de esa posesión estéril que solo cuenta los pases. No, lo que yo quería era que cada pase tuviera un significado, que construyera algo más grande, algo que solo se revelaría después de haber trabajado con paciencia. Respiré profundamente, pensando en cómo había llegado hasta aquí. Me inspiraba el juego colectivo, ese tipo de fútbol donde no importa quién marque los goles, sino cómo se llega a ellos. Cada jugador como una pieza clave, conectados en un entramado que debía fluir con naturalidad, como si fuera una obra de arte. Pero sabía que no bastaba con una idea romántica. Tenía que haber una base, y para mí, esa base siempre fue el desarrollo de los jóvenes. Recordé cómo mi abuelo entrenaba a los chicos en el Wexford, enseñándoles más allá de los trucos y las fintas. Él les hablaba de cómo el fútbol debía ser una extensión de uno mismo, un reflejo de la paciencia y la persistencia en la vida. "No es el que más rápido corre o el que más fuerte chuta el que siempre gana, Aidan. Es el que piensa antes de hacerlo." Sabía que esos ideales se reflejarían en mi trabajo. No solo quería ser un entrenador que exigiera resultados inmediatos. Quería ser alguien que diera oportunidades a los jóvenes, que les dejara cometer errores, porque esos errores serían los que, en el futuro, construirían sus carreras. Lo importante era el proceso, el crecimiento. Si lograba hacer que mis jugadores comprendieran eso, ya estaría un paso más cerca de cumplir con el legado que me dejó mi abuelo. Mi estilo no estaría atado a un dibujo táctico rígido. Sabía que las formaciones eran importantes, claro, pero también entendía que el fútbol debía ser flexible, adaptarse a las situaciones. No me importaba cambiar de esquema si eso significaba mantener la esencia del equipo: controlar el balón, trabajar en equipo y, sobre todo, ser pacientes. Paciencia. Esa palabra resonaba en mi mente mientras el sueño empezaba a invadir mis pensamientos. Sabía que el éxito no llegaría de la noche a la mañana, pero no me importaba. Lo único que quería era que, pase lo que pase, mi equipo nunca perdiera esa esencia de juego colectivo, de creer en el proceso. Con esos pensamientos, me fui quedando dormido. Mañana empezaría la verdadera prueba, pero esta noche, me aferré a mis ideales. Sabía lo que quería, y estaba listo para intentarlo. Knowing Dreams - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dinasty Bull
Objetivo General: Ganar un Sextete El propósito principal de Dinasty Bull es llevar al RB Leipzig a la cima del fútbol mundial, alcanzando el codiciado Sextete: ganar la Bundesliga, la DFB-Pokal, la UEFA Champions League, la Supercopa de Alemania, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes en una misma temporada. Este objetivo, ambicioso y desafiante, requiere una planificación meticulosa, tanto dentro como fuera del campo. Enfoques de Dinasty Bull Mentalidad Ganadora: El RB Leipzig se enfocará en crear una cultura de mentalidad ganadora dentro del club, asegurando que cada jugador y miembro del personal esté alineado con el objetivo de ser los mejores del mundo. La fortaleza mental y el liderazgo serán fundamentales para enfrentar los desafíos de la temporada. Franquicia: Utilizando los recursos y conexiones de la franquicia Red Bull, el club reclutará a los jugadores más destacados de los equipos afiliados, fortaleciendo la plantilla con talento de clase mundial. Identidad: El RB Leipzig buscará establecer una identidad de juego única que lo hará reconocible a nivel global. Este enfoque será clave y su esencia será revelada durante el 2/4 de la liga. Squad Analysis - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dinasty Bull
El RB Leipzig, fundado en 2009, es uno de los clubes más jóvenes y, a la vez, más controversiales del fútbol alemán. Su creación fue impulsada por la empresa de bebidas energéticas Red Bull, quien adquirió la licencia de un modesto club de quinta división, el SSV Markranstädt, para construir un proyecto ambicioso que llevara al equipo a competir en la élite del fútbol europeo. Desde sus inicios, el club fue visto con recelo por los aficionados alemanes, ya que muchos consideraban que rompía con las tradiciones del fútbol alemán y su sistema de propiedad participativa de los clubes. Sin embargo, su progreso ha sido meteórico. En tan solo 7 años, el RB Leipzig ascendió a la Bundesliga, logrando el segundo puesto en su primera temporada en la máxima categoría (2016/2017), un logro impresionante para un equipo que había estado jugando en divisiones inferiores unos años antes. Esto consolidó su presencia en el fútbol alemán y europeo, además de asegurar su participación regular en la UEFA Champions League. Filosofía y Modelo de Gestión El RB Leipzig se ha caracterizado por una política de fichajes centrada en jugadores jóvenes y con potencial de crecimiento. Su filosofía es encontrar y desarrollar talentos emergentes en lugar de gastar sumas millonarias en jugadores consolidados. Esta estrategia ha dado frutos, convirtiendo al club en una cantera de talento para el fútbol europeo. Jugadores como Timo Werner, Dayot Upamecano, Marcel Sabitzer y Naby Keita son ejemplos de futbolistas que han crecido bajo este modelo, elevando su valor y su perfil dentro del fútbol mundial. El club sigue una línea táctica de juego rápido, vertical y presionante, alineado con el estilo implementado por el grupo Red Bull en otros equipos que controla, como el Red Bull Salzburg en Austria. Entrenadores como Ralf Rangnick y Julian Nagelsmann han sido fundamentales para definir esta identidad, destacando el uso de sistemas tácticos flexibles y un enfoque dinámico en el juego. Controversias y Recepción Desde su formación, RB Leipzig ha enfrentado una notable oposición por parte de los fanáticos más tradicionales del fútbol alemán. Uno de los principales puntos de conflicto es su estructura de propiedad, que se desvía de la regla del 50+1, una normativa en la que los miembros del club deben poseer la mayoría de los derechos de voto. Aunque cumple técnicamente con la regla, en la práctica el club está controlado casi exclusivamente por empleados de Red Bull, lo que ha generado críticas por ser percibido más como una "marca" que como un club tradicional. A pesar de la resistencia, el RB Leipzig ha sido exitoso en atraer una nueva base de aficionados, especialmente entre los jóvenes, y ha logrado consolidarse como un contendiente regular en la Bundesliga, con el potencial de convertirse en una fuerza dominante en el fútbol alemán en los próximos años. Evolución Reciente En las últimas temporadas, RB Leipzig ha continuado siendo competitivo tanto en la Bundesliga como en competiciones europeas. Bajo la dirección de entrenadores jóvenes e innovadores, el club ha seguido acumulando éxito, llegando a semifinales de la Champions League en 2020 y ganando la DFB-Pokal (Copa de Alemania) en 2022, el primer gran título en la historia del club. Con una infraestructura de clase mundial y el respaldo financiero de Red Bull, el RB Leipzig se ha posicionado como uno de los proyectos más prometedores del fútbol europeo. Aunque sigue siendo objeto de polémica en algunos sectores, su enfoque en el desarrollo de jugadores jóvenes y su éxito sostenido en los torneos de élite sugieren que su influencia solo crecerá en los próximos años. Este contexto es crucial para entender la filosofía y el enfoque que "Dinasty Bull" explorará en detalle a lo largo del relato. Approach Identy - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dinasty Bull
Bienvenidos a "Dinasty Bull", un relato minucioso y detallado sobre la travesía del RB Leipzig, comenzando en la temporada 2023/2024. Este proyecto busca capturar cada aspecto de la partida, centrándose en los análisis tácticos, la gestión de la plantilla, y la estructura del club desde sus cimientos hasta su evolución en las competiciones más exigentes del fútbol europeo. El formato que seguiré en esta historia permitirá desglosar la temporada en bloques bien definidos, con tres enfoques principales que serán revelados a medida que avance el relato. Estos enfoques estratégicos serán clave para comprender la dirección del club y las decisiones que marcarán su desarrollo en el competitivo panorama de la Bundesliga y las competiciones internacionales. Cada análisis será presentado con lujo de detalle, desde la táctica empleada en cada encuentro, hasta la evolución de la plantilla, incluyendo la interacción con el equipo técnico, el Scounting y el desarrollo de jugadores. El formato de publicación estará estructurado de la siguiente manera: Índice. Análisis de Plantilla Análisis Táctico Mercado Veraniego Pretemporada Primera Jornada de Liga (Post único) 1/4 de Liga (Análisis de las fechas 2-9) 2/4 de Liga (Análisis de las fechas 9-17) Mercado Invernal 3/4 de Liga (Análisis de las fechas 17-25) 4/4 de Liga (Análisis de las fechas 26-33) Última Jornada de Liga (Post único) Partidos de Copa y Competiciones Internacionales (Posts únicos) Resumen de Temporada Cada sección proporcionará una visión clara y estructurada del desarrollo del equipo, tanto en la liga local como en sus aventuras internacionales. El objetivo es ofrecer a los lectores una experiencia inmersiva, donde cada detalle táctico y estratégico será evaluado con precisión.
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Dream Maker
Bienvenido a Wexford F.C.!!! Acomódate y desfruta.. Gracias por el apoyo
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Dream Maker
El viento frío de enero me golpeaba en el rostro mientras caminaba hacia la sede deportiva del Wexford F.C. Era 8 de enero de 2024, y el día estaba marcado por algo más que mi llegada como el nuevo entrenador del equipo. Hoy, el club también revelaría un nuevo escudo, algo que simbolizaba más que un simple cambio de imagen; era una declaración de intenciones, un recordatorio de que estábamos listos para escribir un nuevo capítulo en nuestra historia. Aún faltaban unas horas para que los jugadores regresaran de sus vacaciones, pero yo quería llegar antes. Quería sentir el campo, la atmósfera, el espacio donde ahora tendría la responsabilidad de liderar a estos jóvenes hacia un futuro que todos deseábamos exitoso. Al pasar por la entrada, vi cómo el personal colocaba las nuevas banderas con el escudo renovado: más moderno, pero con la esencia de siempre, de ese Wexford que mi abuelo y yo habíamos soñado durante tantos años. Cuando entré en las instalaciones, todo estaba en silencio, pero el lugar rebosaba energía, como si supiera que algo grande estaba por suceder. Los pasillos estaban decorados con fotos del club, de jugadores, de momentos históricos, y al fondo, vi el panel donde más tarde se presentaría el nuevo uniforme. Me detuve frente a él, observando el diseño. Era sencillo, pero elegante. Los colores del Wexford seguían presentes: el morado y el amarillo, pero con toques que resaltaban un aire de ambición y clase. "¿Aidan?" Me giré al escuchar la voz de John Godkin. Venía con una sonrisa en el rostro, como si todo estuviera bajo control. "Es un buen día para comenzar algo nuevo, ¿no crees?" Asentí. "Sí... parece que todo está listo." "Quería que vieras esto antes que nadie." Se acercó al panel donde el escudo nuevo estaba cubierto por una tela blanca. Con un gesto rápido, la retiró, revelando el diseño. El escudo tenía líneas más definidas, un estilo más audaz, pero aún conservaba cosas, un símbolo de la historia de Wexford, y ese sentido de aventura que siempre había caracterizado al club. "Es perfecto," murmuré, admirando cómo algo tan simple podía transmitir tanto. Era como si el Wexford del pasado y el futuro se encontraran en un solo lugar. Godkin me observó en silencio un momento, y luego añadió: "Mañana todo comienza. Este es tu equipo ahora, Aidan." Mi equipo. La idea aún me parecía irreal, pero aquí estaba. Mañana, los jugadores regresarían de sus vacaciones, y sería mi responsabilidad guiarles, enseñarles y, más importante aún, darles un propósito. Recordé las palabras de mi abuelo, ese sueño que me dejó en aquella última conversación: "Haz algo por lo que más amé..." Respiré profundo, observando el campo a través de las grandes ventanas. Todo parecía tranquilo, pero en mi interior, sentía que las cosas estaban a punto de cambiar. El Wexford que conocía desde mi infancia ya no existía del todo, pero este nuevo Wexford tenía una oportunidad. Y yo, como su nuevo entrenador, tenía la responsabilidad de hacer que mi abuelo estuviera orgulloso. Escudo de https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.reddit.com%2Fr%2FLeagueOfIreland%2Fcomments%2Fzohntm%2Ffelt_the_new_wexford_fc_crest_was_a_little%2F&psig=AOvVaw0gotO0Rld8l8ciI3F_M8jV&ust=1726535102797000&source=images&cd=vfe&opi=89978449&ved=0CBcQjhxqFwoTCKiLqNCixogDFQAAAAAdAAAAABAE Preseason - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dream Maker
Esa noche, tras la llamada de John Godkin, sentía el peso de una decisión que no esperaba tener que tomar jamás. Me tumbé en la cama, pero el sueño no venía fácil. El zumbido constante de pensamientos me mantenía despierto. ¿Cómo era posible que esto estuviera ocurriendo? No era entrenador, no tenía formación, solo había aprendido lo que sabía jugando a Football Manager y viendo fútbol con mi abuelo. Cerré los ojos y, finalmente, el cansancio me venció. El sueño llegó de forma lenta, como si me estuviera llevando a un lugar más allá de mi propia comprensión. Me encontré de pie en el campo de fútbol donde solía jugar de niño, el mismo donde mi abuelo me enseñaba a controlar el balón, donde hablábamos del Waterford y de la vida. Pero esta vez, no estaba solo. "¿Aidan?" Reconocí esa voz inmediatamente. Mi abuelo, Evan, estaba ahí, frente a mí, tan real como lo había sido en mis recuerdos más vívidos. El brillo de sus ojos, su postura encorvada pero firme, y ese aura tranquila que siempre le rodeaba. "Abuelo..." mi voz temblaba, como si temiera que al hablar, él se desvaneciera. Evan sonrió, y en sus ojos se reflejaba un orgullo que nunca había visto antes. "Aidan, Evan's grandson, you are a dream creator. Take it... Make your grandfather happy." Sus palabras flotaban en el aire, como si fueran algo más que simples frases. Eran una orden, un llamado. Sentí cómo mi corazón latía con fuerza mientras lo miraba. ¿Un dream creator? ¿Era eso lo que quería que hiciera? Antes de que pudiera decir algo más, el sueño comenzó a desvanecerse, y de pronto, ya no estaba en aquel campo con mi abuelo. Estaba solo, despertándome en mi cama, con su voz aún resonando en mi mente. Take it... Make your grandfather happy. Me quedé mirando el techo, procesando lo que había soñado. No era solo un sueño, lo sabía. Era más que eso. Era como si el destino me hubiera hablado a través de él. Mi abuelo siempre había creído en mí, incluso cuando yo mismo no lo hacía. Sin pensarlo mucho más, me levanté de la cama y comencé a vestirme. No podía seguir ignorando lo que estaba pasando. Tenía que tomar una decisión, y sabía cuál era. Al llegar a la fábrica, el lugar que me había mantenido atrapado durante tanto tiempo, caminé directo a la oficina del supervisor. El sonido de las máquinas llenaba el aire, pero ya no lo escuchaba de la misma manera. Hoy todo parecía distante, como si ya no perteneciera a ese mundo. "¿Qué haces aquí tan temprano, Murphy?" preguntó el supervisor al verme entrar sin siquiera saludar. "Renuncio," dije, con una firmeza que me sorprendió a mí mismo. El supervisor me miró incrédulo, pero no intentó detenerme. Sabía que mi mente estaba decidida. Y con un simple asentimiento de cabeza, dejé atrás ese lugar, con la determinación de alguien que ha tomado una decisión que cambiará su vida. Salí de la fábrica, sintiendo el aire fresco golpearme el rostro. El sol comenzaba a salir, pero no tenía tiempo para detenerme a contemplarlo. En mi bolsillo, llevaba un simple lapicero, el mismo que usaba en la fábrica para tomar notas. Sabía que lo necesitaría. Al llegar al estadio de Wexford, no había ni una sola duda en mi mente. No era un sueño. Esto era real. Mi destino me estaba esperando. Subí los escalones hasta la oficina de John Godkin y, cuando llegué, él ya estaba allí, como si supiera que yo vendría. "Sabía que vendrías, Aidan," dijo con una sonrisa tranquila, mientras sacaba un contrato del cajón de su escritorio. Nos miramos en silencio durante un momento que pareció eterno, y sin necesidad de palabras, entendí que todo esto había sido más que una simple coincidencia. Era el destino. Tomé el contrato y el lapicero, y sin dudarlo un segundo más, firmé mi nombre al final de la página. Cuando levanté la vista, Godkin me sonreía, como si todo estuviera en su lugar. "Bienvenido a casa, Aidan." En ese instante, sentí una paz que no había sentido en mucho tiempo. Sabía que había hecho lo correcto. Había seguido el llamado de mi abuelo, y ahora... era tiempo de crear mi propio sueño. Let's see what happens... - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dream Maker
El tiempo parecía pasar rápido desde que el sueño con mi abuelo había sacudido mis noches. Un mes completo se había desvanecido entre el trabajo en la fábrica y las tardes jugando a Football Manager. Aunque aquel sueño aún rondaba en mi cabeza, no podía evitar verlo como un simple deseo que nunca se materializaría. La vida real no funcionaba de esa manera, al menos no para alguien como yo. Una tarde, mientras revisaba mi teléfono durante el descanso en la fábrica, vi una noticia en el foro del Wexford F.C.: "El club acuerda cambiar de entrenador para la temporada 2023/24." Inmediatamente debajo, Sully había vuelto a las andadas. Había respondido a su comentario anterior, el mismo en el que bromeaba sobre mí dirigiendo al equipo. "Ya lo decía yo. ¡Aidan Murphy será el próximo entrenador del Wexford! Nadie mejor para llevar el legado de su abuelo." No pude evitar reírme en silencio. Sabía que Sully tenía un sentido del humor único, pero esto era llevarlo demasiado lejos. Abrí el foro y escribí una respuesta rápida: "Jajaja, solo es una ilusión, Sully. Nada de eso va a pasar. Es solo un juego, hombre." Apreté "enviar" y me olvidé del asunto. No había manera de que alguien en la directiva del Wexford estuviera considerando a un tipo como yo. Había otros entrenadores más capacitados, con experiencia real. Yo solo era un chico que jugaba a Football Manager en su tiempo libre para mantener viva la memoria de su abuelo. Tres semanas pasaron sin novedad alguna. El trabajo en la fábrica seguía siendo lo mismo de siempre, y mi vida, pues, no cambiaba demasiado. Hasta que un día, mientras estaba en casa descansando después de una larga jornada, mi teléfono sonó. Un número desconocido aparecía en la pantalla. "¿Hola?" respondí, sin mucho ánimo. "Hola, ¿es Aidan Murphy?" La voz del otro lado sonaba formal, pero no reconocía quién era. "Sí, soy yo. ¿Quién habla?" "Mi nombre es John Godkin, de la directiva del Wexford F.C. Quería hablar contigo sobre la candidatura que recibimos para la posición de entrenador para la próxima temporada." Casi dejé caer el teléfono de la sorpresa. Me reí nerviosamente, pensando que seguramente era alguna broma de Sully. "Perdón, creo que se han equivocado. Yo no hice ninguna candidatura para ser entrenador. Seguro fue el tonto de Sully, ya lo conozco. Es solo un sueño, nada más." Hubo un silencio breve al otro lado de la línea antes de que Godkin hablara de nuevo, con calma y seriedad. "Entiendo que esto pueda sorprenderte, Aidan. Pero hemos revisado tu candidatura y, aunque no fue formal, varios miembros de la comunidad, incluyendo Sully, han hablado de ti en el foro del club. Y después de discutirlo, la directiva cree que no hay nadie que conozca al equipo, a la ciudad y a su historia mejor que tú. Lo que quiero decir es que la oferta es real." Mis manos comenzaron a sudar, y una sensación de incredulidad se apoderó de mí. "John... no sé qué decir. No soy entrenador. Todo esto es por culpa de Sully, estoy seguro de que fue él quien habló de mí. Es solo un sueño, un juego..." "Lo entiendo, Aidan," respondió Godkin con una voz tranquilizadora. "No tienes que tomar una decisión ahora mismo. Solo quiero que lo pienses. Nadie te está pidiendo que seas perfecto, solo que lo consideres. Tienes dos días para reflexionarlo. Después de eso, podemos reunirnos para discutir los detalles. ¿Te parece bien?" Asentí, aunque él no podía verme. Las palabras de John aún flotaban en mi cabeza. ¿De verdad me estaban ofreciendo el puesto? No tenía sentido, pero al mismo tiempo, algo en mí sentía que el destino estaba jugando una carta inesperada. "Está bien... lo pensaré," dije finalmente, casi sin creer lo que estaba diciendo. "Perfecto, Aidan. Tómate tu tiempo y nos mantenemos en contacto. Gracias por tu tiempo." Cuando la llamada terminó, dejé caer el teléfono sobre la mesa y me quedé mirando la pared, tratando de procesar lo que acababa de suceder. No tenía sentido. Yo no era entrenador. Solo era un empleado de fábrica que había pasado años viendo cómo su vida se desmoronaba lentamente. Pero ahora... parecía que el destino me estaba ofreciendo una oportunidad. "Es solo un sueño," murmuré para mí mismo una vez más, pero esta vez, la frase no sonaba tan segura como antes. Fulfilling Dreams - Coming Soon.. @OnlyfootballFC
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Dream Maker
Las semanas después de la muerte de mi abuelo fueron una niebla constante, una mezcla de días grises en la fábrica y noches solitarias en casa. Pero, en medio de todo, había algo que me ayudaba a desconectar por momentos: Football Manager. No era mucho, pero de alguna forma, dirigir al Wexford F.C. en el juego era mi forma de mantener viva esa conexión con mi abuelo. Estábamos en la sala de descanso de la fábrica, el ruido de las máquinas apenas se colaba por la puerta. Sully, hijo del mejor amigo de mi abuelo, se sentó a mi lado con su habitual sonrisa traviesa. Sabía que, de alguna forma, Sully también extrañaba a Evan. Habían compartido más de una tarde juntos, y él siempre encontraba la manera de hablarme de esos recuerdos, aunque nunca se ponía sentimental. “Mira, Aidan, lo que tengo en el móvil,” dijo Sully mientras sacaba su teléfono del bolsillo. Era una captura de pantalla de Football Manager, mostrando la plantilla del Wexford F.C. “¿Jugando con el equipo de tu abuelo, eh? ¡Eso sí es un homenaje!” Le sonreí, sacudiendo la cabeza. “Sí, me ayuda a desconectar... a pensar en él de otra manera. Ya sabes cómo le gustaba el fútbol.” Sully soltó una carcajada, golpeándome el hombro. “¡Bah! No sabía que tenías la madera de un entrenador. A ver si te traes alguna copa para Wexford en el juego, que nos vendría bien una alegría.” Su comentario me hizo reír por primera vez en semanas. Algo en esa conversación me alivió un poco el peso que llevaba encima. Nos quedamos hablando de tácticas, jugadores y cómo el Wexford, al menos en mi partida, estaba alcanzando más de lo que nunca había logrado en la vida real. Era extraño sentir que, al menos en ese pequeño mundo virtual, yo tenía el control de algo. “¿Sabes qué, Sully? Si ganamos una liga en Football Manager, tú y yo vamos a tener que ir a celebrarlo como si fuera real,” le dije en tono de broma. “¡Jajaja! ¡Claro que sí! Ya te veo dirigiendo al equipo en la vida real,” bromeó él, haciendo que soltara otra risa. Al salir de la fábrica, me despedí de Sully y caminé a casa. Me sentía algo más ligero, como si esa conversación hubiera quitado algo del peso que cargaba. Al llegar, me tiré en el sofá y, como de costumbre, revisé el móvil antes de ir a dormir. Entre las notificaciones, vi un comentario de Sully en el foro del Wexford F.C.: "Aidan Murphy dirige al Wexford en Football Manager en honor a su abuelo Evan. ¡Quién sabe, quizás termine siendo nuestro próximo entrenador!" Sonreí al leerlo, pero rápidamente me volví escéptico. “Jajaja, solo es un sueño,” murmuré para mí mismo, mientras dejaba el móvil a un lado y apagaba la luz. Esa noche dormí profundamente, pero lo que más me sorprendió fue el sueño que tuve. Estaba de pie en el estadio de Wexford, con las gradas llenas de aficionados, pero no era un partido cualquiera. Sentía algo diferente en el aire, como si todo estuviera lleno de vida, de recuerdos. Y ahí, entre la multitud, lo vi. Mi abuelo, más joven, más fuerte, con esa mirada cálida y firme que siempre tenía cuando me hablaba del fútbol. Caminó hacia mí, sin decir nada al principio. Solo me miró con esa mezcla de orgullo y serenidad que tantas veces había visto en su rostro. Luego, justo antes de que la imagen comenzara a desvanecerse, dijo una sola frase que se grabó en mi mente como fuego: “Aidan, eres un Dream Maker.” Me desperté de golpe, el corazón latiendo rápido, y la frase resonando en mi cabeza. Me quedé en la oscuridad de mi habitación, mirando al techo, tratando de procesar lo que acababa de soñar. No era solo un sueño. Mi abuelo me había dejado algo más que una simple manilla verde. Me había dejado una misión. The opportunity - Coming Soon @OnlyfootballFC