Capítulo 12: La calma que no me gusta Cinco puntos de ventaja. Tres jornadas por delante. En teoría, estamos bien. Pero el fútbol no se juega en teoría. Lo noté en el entrenamiento. Los pases eran más suaves. Las correcciones, menos tensas. Las bromas, más frecuentes. No era alegría. Era relajación. Y eso, en este momento, es veneno. Kristófer llegó tarde. Bjarni se quedó hablando con los juveniles más de lo habitual. Bjarki pidió salir antes por una molestia que no parecía grave. Nada escandaloso. Pero todo junto, me hizo ruido. Después de la sesión, reuní al grupo en el vestuario. Cerré la puerta. Me quedé de pie. No grité. No hacía falta. —¿Sabéis cuántos puntos nos separan del descenso? Silencio. —Cinco. ¿Sabéis cuántos partidos quedan? —Tres —respondió alguien. —Exacto. Tres partidos. Nueve puntos en juego. Y tres equipos que nos quieren ver caer. Me acerqué al pizarrón. Dibujé los nombres: Þróttur, Grótta, Vestri, nosotros. —Esto no está ganado. Está en disputa. Y si alguno de vosotros cree que ya hemos hecho suficiente, que se lo diga a los que llevan años luchando por este club. Nadie habló. Pero las miradas cambiaron. —No quiero ver sonrisas vacías. Quiero ver concentración. Quiero ver hambre. Porque si bajamos, no será por falta de talento. Será por falta de respeto. Sveinn me miró desde el fondo. Arnar asentía. Ólafur, como siempre, tomaba nota en silencio. —El fútbol no perdona a los que se relajan antes de tiempo. Y yo tampoco. Salí del vestuario sin esperar respuestas. No las necesitaba. Lo que necesitaba era que entendieran que la permanencia no se celebra antes de tiempo. Se pelea hasta el último minuto. Ficha del partido Comenzabamos el último mes de competición visitando al Vestri, que anunciaba a su nuevo entrenador justo antes del encuentro. Salimos con nuestro 4-4-2, y tras un par de ocasiones para los locales, al cuarto de hora, en nuestro primer acercamiento Ingimar Arnar Kristjánsson nos adelantaba con un disparo ajustado al poste que nos daba la ventaja con la que llegamos al descanso. Tras el descanso, apretaron los locales, que se jugaban la vida, y en el 70 Mikkel Jakobsen igualaba con un remate cruzado. El gol nos afectó, y apenas 7 minutos después, de nuevo Mikkel Jakobsen hacía el 2-1 con el que finalizaba el encuentro Ficha del partido La segunda ocasion de cerrar la permanencia era la visita del Fjölnir, que peleaba por meterse en el play-off de ascenso. Decidimos ir a por la victoria, y salimos con el 4-2-3-1 que tantas alegrías nos había dado desde mi llegada, pero en el 20 Hákon Ingi Jónsson silenciaba el Borsvöllur con el 0-1, marcador con el que llegabamos al descanso. Tras la reanudación, Ýmir Már Geirsson culminaba una gran jugada colectiva con un disparo cruzado que ponía el 1-1 en el marcador. Tratamos de irnos arriba, y tuvimos una clarisima en el 87, con un disparo de Fannar Daði Malmquist que se perdió rozando el poste y nos condenó a jugarnos todo en la última jornada liguera El autobús llegó a Seltjarnarnes en silencio. No era un silencio tenso. Era uno contenido. Como si todos supieran que hablar demasiado podía romper algo frágil. Cuatro equipos empatados a 23 puntos. Solo uno bajará. Y nosotros jugamos contra uno de ellos: el Grótta. En su casa. En su clima. En su césped. El vestuario olía a humedad y a miedo. Pero también a algo más: a propósito. —No hay margen —dije, mientras los jugadores se cambiaban—. Hoy no se juega bonito. Hoy se juega con el alma. Ficha del partido Salimos al campo con el 4-4-2 defensivo, sabiendo que los locales también se jugaban la vida y que el empate podría valernos a los dos equipos para salvarnos. Y durante 20 minutos pareció que firmabamos el 0-0, en un duelo sin ocasiones claras, pero en el 25 Ingimar Arnar Kristjánsson, apareciendo por sorpresa en el punto de penalti, completamente solo, hacía el 0-1. Era la permanencia, y mantener al club con vida, pero los locales, que se sabían en riesgo, comenzaron a apretar. La segunda mitad fue un suplicio, cada vez mas encerrados, pero conseguimos aguantar la victoria y sellar la permanencia Clic en la imagen para ver la clasificación completa Cruel final para el Vestri, que desciende por un gol en propia puerta en el minuto 87 de la última jornada, salvando al Grótta y al Þróttur por diferencia general de goles. Le acompaña a la 2.deild karla el Ægir, descendido con dos jornadas por disputar, mientras que por arriba, ascenso directo para el Selfoss, inapelable campeón con 9 puntos de ventaja sobre el Afturelding y 11 sobre el IA, que conseguia volver a la máxima categoría al ganar el play-off de ascenso en una ajustada final, precisamente ante el Afturelding, por 3-2, necesitando de la prórroga para conseguirlo