ANÁLISIS DE LA PLANTILLA DEL AFC AJAX "El punto de partida del proyecto de Francesco Farioli" PRIMER EQUIPO 2024/2025 LATERALESIZQUIERDA Una de las piezas clave en la salida de balón y en la ocupación racional de los espacios, es el lateral izquierdo. Ahí aparece un nombre que genera algo de debate en el cuerpo técnico: Owen Wijndal. En su día, fue una de las promesas más ilusionantes del fútbol neerlandés. Ahora, con 24 años y cierta experiencia acumulada, Owen Wijndal vive una etapa de consolidación… aunque aún bajo la lupa. Es un lateral zurdo de clara vocación ofensiva, con una personalidad alegre y un físico fiable, que suele mantenerse en forma y apenas ha sufrido lesiones. Su estilo es el de un lateral defensivo con proyección, alguien que se pega a la banda, centra con rapidez y entra con fuerza al duelo. En el modelo de Farioli, donde el lateral izquierdo puede ser utilizado como carrilero completo, inverso o incluso en una línea de tres en salida, su perfil físico y técnico ofrece argumentos interesantes. RESUMEN En un sistema que demanda laterales inteligentes, flexibles y con buena toma de decisiones en espacios reducidos, Owen Wijndal cumple, pero no lidera. Su experiencia y condiciones físicas lo hacen válido como pieza funcional, especialmente en contextos de ritmo alto y transiciones, pero su techo parece definido. Frente a alternativas como Jorrel Hato (más técnico, versátil y maduro pese a su edad) o Youri Regeer, que podría adaptarse como lateral a banda cambiada, Wijndal corre el riesgo de perder peso específico en el proyecto. Con Lucas Rosa que se le busca una salida, la banda izquierda podría convertirse en terreno de disputa entre juventud con sentido táctico y perfiles más completos, relegando a Wijndal a un rol más secundario. PRIMER EQUIPO 2024/2025 MEDIOCENTROS El mediocampo del Ajax bajo Farioli combina liderazgo, técnica y proyección. Henderson equilibra y organiza, Taylor aporta dinamismo y visión, Klaassen llegada y sacrificio. Van den Boomen destaca por su precisión en largo y balón parado, mientras que Fitz-Jim ofrece movilidad, criterio y agilidad en espacios reducidos. Un bloque versátil, ideal para el juego de posición y presión alta del técnico italiano. Jordan Henderson es la voz que dirige sin alzar el tono, el metrónomo veterano que nunca se esconde. A sus 33 años, aporta jerarquía silenciosa y una intensidad que no ha perdido filo. Farioli encuentra en él un centrocampista recuperador con mentalidad de organizador, un jugador que interpreta el juego sin estridencias, pero con autoridad. Su valentía, concentración y decisiones hacen que siempre esté bien posicionado para ser opción de pase o cerrar líneas. No necesita grandes lujos técnicos: le basta con su pase sobrio y su liderazgo para activar transiciones, orientar el juego y fijar el ritmo con naturalidad. En un Ajax que busca dominar desde la posesión, Henderson es el equilibrio entre lo cerebral y lo competitivo. Su veteranía es el contrapeso ideal a una medular repleta de talento joven. Kenneth Taylor, por otro lado, es el hijo del club que aún está escribiendo su historia. Farioli valora en él la capacidad para moverse entre líneas, recibir de espaldas y acelerar el juego con pases verticales. Con solo 22 años, su comprensión del espacio (visión, técnica, decisiones) y su agilidad para perfilarse y girar lo convierten en un candidato ideal a ser un organizador itinerante o mezzala dentro del sistema. Tiene una base técnica notable, un físico dinámico y esa resistencia que le permite sostener esfuerzos constantes. Aún le falta liderazgo y temple en momentos críticos, pero compensa con lectura táctica y voluntad de progresar. Taylor es el puente entre lo que el Ajax fue y lo que quiere ser: un mediocentro capaz de pensar rápido y ejecutar con sentido. Con él, la posesión no es estática; es movimiento encadenado. Davy Klaassen completa este tridente con la inteligencia posicional de quien ha aprendido a jugar sin correr más de la cuenta. Farioli ve en él a un jugador que interpreta el desmarque, que ataca los espacios cuando el rival duda y que ofrece una alternativa más ofensiva desde la segunda línea. Con anticipación, decisiones y movimiento sin balón, Klaassen encarna la figura del organizador adelantado: ese centrocampista que se filtra entre los centrales rivales como un cuchillo entre mantequilla. No tiene el dinamismo de Taylor ni el control emocional de Henderson, pero ofrece gol, remate, y una lectura del área propia de un delantero. Es un perfil valioso para partidos cerrados, cuando hace falta ese tercer hombre que llega desde atrás para romper el molde. Branco van den Boomen es un centrocampista veterano, de gran presencia física y técnica depurada. Su perfil se ajusta bien a un rol de organizador adelnatado o regista, ideal para iniciar jugadas desde zonas retrasadas. Posee una notable visión, pases y liderazgo, cualidades esenciales para marcar el ritmo de juego desde el pivote. Aunque le falta algo de movilidad y agresividad sin balón, su inteligencia para decidir y su serenidad lo convierten en una figura confiable cuando el equipo necesita controlar el tempo. Está en sus mejores años y puede aportar experiencia inmediata. Kian Fitz-Jim, en cambio, es un perfil más dinámico y liviano, todavía en desarrollo, pero con una proyección ilusionante. Su agilidad, juego en equipo y técnica le permiten destacar en espacios reducidos, conectando líneas con fluidez. Aunque sus atributos mentales como la concentración o la colocación aún requieren madurez, su determinación y consistencia física son alentadoras. En un sistema como el de Farioli, puede evolucionar como un interior organizador o incluso como mezala, si mejora su presencia en los últimos metros, aunque aún no sabemos que roles va usar el técnico italiano. RESUMEN Con la llegada de Francesco Farioli ha redefinido los requisitos: ya no basta con tener talento, se exige inteligencia táctica, fluidez con el balón y una lectura del juego que permita sostener la posesión bajo presión y activar con precisión la progresión ofensiva. En ese nuevo contexto, algunas piezas encajan con claridad, otras empiezan a desentonar. Kenneth Taylor se perfila como el gran pilar del nuevo medio campo. Joven, técnico y adaptable, su contrato hasta 2027 lo convierte en una apuesta de presente y futuro. A su lado, Branco van den Boomen puede ser una opción útil para dar pausa y dirección desde la base, sin ser protagonista absoluto. En el extremo opuesto está Jordan Henderson, cuyo liderazgo es innegable, pero su perfil físico en declive y salario elevado lo alejan del modelo de juego que se quiere construir. Su salida parece inevitable, aunque esta se podría dar dentro de una temporada. Algo similar ocurre con Davy Klaassen, referente emocional del club, pero cuya aportación ya no justifica una continuidad más allá de 2025. Esta temporada será clave para ver que ocurre con el canterano y a lo largo de la misma se tomará una decisión. Por último, el caso de Kian Fitz-Jim exige paciencia. Tiene condiciones, visión y buen pie, pero necesita minutos y confianza lejos del foco. Una cesión estratégica sería la mejor vía para su desarrollo. PRIMER EQUIPO 2024/2025 EXTREMOSDERECHA A la hora de analizar el perfil de extremos derechos que encajen en el sistema de Francesco Farioli, hay que tener muy claro qué busca el técnico: jugadores capaces de fijar abierto, atraer rivales y generar superioridades en banda con uno contra uno constante, regate en estático y capacidad para recortar hacia dentro o asociarse por dentro cuando el espacio se cierra. Steven Berghuis es el más refinado de los tres. A sus 32 años sigue demostrando un rendimiento altamente competitivo con un perfil técnico y mental de altísimo nivel. Destaca por su visión de juego, técnica y capacidad asociativa, que lo convierten en un generador de juego desde banda derecha, recortando hacia dentro con su magnífica zurda. Berghuis entiende cuándo atraer, cuándo soltar y cómo ofrecer soluciones entre líneas, algo crucial para un juego posicional tan marcado como el de Farioli. Su contrato expira en 2027 y, pese a su edad, su importancia en el sistema es innegable. Jugador esencial, al que hay que mantener como titular o mentor de los más jóvenes. Tobias Edvardsen, fichado recientemente, es una pieza de futuro con ciertos rasgos ideales para el juego de posición: excelente movilidad sin balón, buena capacidad de regate y una mentalidad vertical. Aunque todavía tiene aspectos a pulir (visión y decisiones mejorables), puede abrir defensas gracias a su talento y valentía, además de moverse bien entre líneas. Es un jugador que puede evolucionar dentro del modelo de Farioli si se le da continuidad y se mejora su comprensión táctica. Debe quedarse, con un rol revulsivo desde el banquillo. Bertrand Traoré, en cambio, plantea más dudas. Aunque ofrece potencia física, velocidad y una buena pegada desde fuera del área su perfil es más anárquico, con toma de decisiones pobre y alta propensión a lesionarse. Su estilo directo puede desentonar en un contexto más coral y asociativo. A sus 28 años y con contrato hasta 2026, parece estar en un punto en el que no encaja ni como titular ni como proyecto a futuro. Su salida debería valorarse si se presenta una oportunidad de mercado. Christian Rasmussen, es un extremo zurdo que juega por banda derecha, ideal para el rol de extremo a pierna cambiada. Destaca por su técnica, regate y tiros lejanos, lo que lo convierte en un jugador peligroso cuando recorta hacia dentro. Tiene buena visión y desmarques, aunque le falta concentración y decisiones, aspectos clave en un sistema exigente como el de Farioli. Físicamente es correcto y no tiene historial de lesiones. Potencial para ser un buen revulsivo o jugador de rotación, aunque necesita mejorar su madurez táctica. RESUMEN Con Farioli al mando, la exigencia táctica y técnica ha subido. En este nuevo contexto, Steven Berghuis sigue siendo útil por su calidad y visión, aunque su rol apunta a ser más secundario. Tobias Edvardsen, joven y disciplinado, encaja a la perfección en el modelo por su fiabilidad y margen de crecimiento. Bertrand Traoré ofrece desequilibrio, pero su estilo algo anárquico lo relega a ser un recurso puntual más que una pieza fija. Por su parte, Christian Rasmussen es una promesa ilusionante: rápido, zurdo y con gol, aunque todavía algo verde para asumir responsabilidades mayores por lo que se valorará una cesión. IZQUIERDA Al igual que en el costado diestro, Farioli, busca jugadores capaces de fijar abierto, atraer rivales y generar superioridades en banda con uno contra uno constante, regate en estático y capacidad para recortar hacia dentro o asociarse por dentro cuando el espacio se cierra, para el otro costado. Amourricho van Axel Dongen, a sus 19 años, es un extremo hábil, creativo y con desequilibrio en el uno contra uno. Zurdo de nacimiento, pero muy fuerte con la derecha, tiende a recortar hacia dentro desde la banda izquierda, un gesto técnico que casa bien con los automatismos ofensivos que Farioli busca desarrollar. Tiene buena aceleración, visión y una base técnica interesante, pero su historial físico genera preocupación: sufre una muy alta susceptibilidad a lesiones que podría condicionar su disponibilidad a lo largo de la temporada. Aun así, su perfil parece encajar con el modelo en construcción. Lo ideal sería permitirle desarrollarse con continuidad en otro entorno competitivo, lejos del foco, mediante una cesión estratégica que lo prepare para regresar con mayor madurez. El caso de David Kalokoh es distinto. También con 19 años, es un extremo potente, veloz y vertical, que encara con decisión y tiene buenos registros físicos. Sin embargo, su juego carece de pausa y lectura: sufre en la toma de decisiones, su colocación es limitada y su aportación colectiva aún está verde para un equipo que quiere construir desde la posesión. Recién salido de una lesión muscular, su historial médico también empieza a levantar señales de alarma. Tiene contrato hasta 2027, por lo que su valor de mercado es todavía interesante. RESUMEN En esta banda zurda Farioli cuenta con dos jovencísimos jugadores. Lo ideal para los dos fuese que ambos saliesen cedidos, para permitirles desarrollarse en otro entono competitivo, lejos del foco, mediante una cesión estratégica que lo prepare para regresar con mayor madurez. Si esto se llegase a producir se tendría que acudir al mercado de fichajes para traer un repuesto.