anoche soñé que esto era un sueño

anoche soñé que estaba soñando,

y era tan sórdida y gris la pesadilla que desperté,

sudado, acelerado y casi a punto de desfallecer

miré a mi lado y allí estabas tú, desnuda y radiante

casi obra del mejor escultor, casi sin merecerte

mi angustia se torno alivio y pude dormir …en paz…

…6:30 de la mañana, suena NV en el despertador,

es la triste realidad, la realidad sin TI, la oscuridad

son tan fríos los despertares cuando no te siento

tan difícil levantarse y luchar sin recompensa

caminar como un perro callejero, sucio y malherido

sin rumbo fijo, con la mirada baja y plagado de anhelos

por fin entiendo aquellos versos melancólicos

por fin oigo que mi cama se queja, fría cuando te marchas

y ojalá por lo menos que me lleve la muerte, para no verte tanto, para no verte siempre

en todos los segundos, en todas las visiones…

y al fin seré muy breve, te he perdido, y esto duele

repetido

Se nota dolor en esos versos, Ibra...

Un texto que escribí hace un par de semanas:

Náufrago.

Tuve la sensación de no encontrarme donde yo creía que había estado hasta entonces. El fresco aire que se enfrentaba contra mi cara helaba mi piel y me obligaba a cerrar los ojos ante aquella imagen irrepetible. El mar, en sí. Frente a mi persona. Y las diminutas gotas que el viento arrebataba a las olas que chocaban contra la eterna arena húmeda mojaban mi pelo y mi ropa, tan fría y sucia que se pegaba a mi cuerpo. Mis rodillas cansadas hacían hueco entre la arena mientras mis pies se clavaban fuertemente. Mis manos jugaban a ser relojes de arena y desprendían su material con una nitidez sorprendente. La luna alumbraba en la oscuridad sin el silencio que le caracteriza, pues el estrépito insaciable de las olas contra las rocas suavizaban el negro amargo que tanto me horrorizaba. Me desprendí de mis atuendos con la esperanza de seguir el amarillento sendero que la luna me indicaba. No sabía hasta donde me llevaría, tal vez a su guarida, tal vez a la perdición, pero el espejismo que las cristalinas aguas me proporcionaban daban más motivos para seguirle que no la isla que me ahoga de soledades y temores. Adiós, tierra firme. Seguiré la línea recta hacia la luna, aún sin escalera ni lugar donde apoyarla.

Edito: Me inspiré en esta foto para el texto:

La espera me mata. Cada segundo se clava en mi corazon como una aguja debajo de mis uñas, intentando arrancarlas..sensacion de dolor y desesperacion, entre sollozos mudos y destellos de una vida que nunca legué a tener.

Miro a mi pasado y solo encuentro miedo...el miedo es lo único a lo que debería temer...

Enciendo una vela que ilumine esta oscuridad, con el único fuego de la ilusión y la esperanza, cuya llama me va quemando por dentro, y cada segundo agota mis fuerzas, consumiendolas en un cúmulo de sentimientos y sinsentidos, que no hacen más que descorchar la botella llena del agua bendecida por tus besos una noche de Octubre, y que ahora añoro como si me fuese la vida en ello. Me ahogo entre mis mantas y el aire parece desaparecer a cada bocanada, sumiendome en un sueño desquiciante y repetitivo, que se convierte en pesadilla cuando intento eludir la realidad. Tiempo...me sobra tiempo pero empiezan a faltarme las fuerzas y la paciencia. La vela se va consumiendo y la cera quemada cae, convirtiendose en piedra, como mi corazón y mi alma, y su llama se desvanece en la noche, en la oscuridad más profunda, y cada vez queda menos tiempo...sin embargo aun te espero...

Ibra...poco te puedo decir del texto. Cuando algo es puro sentimiento, la métrica, las rimas, el "envoltorio", quedan en un segundo plano y solo importa lo que se expresa...Me jode leer eso, y no puedo más que ofrecerte mi msn por si necesitas hablar o lo que sea...aqui tienes un amigo...

Y Juayer, ya sabes lo que opino de tus textos. Por poner alguna pega, intenta no forzar las palabras, por que a veces suenan muy pedantes...No rebusques una palabra rara para expresar algo que puedes expresar con tu propio vocabulario...no se si me explico. Por lo demás..me gusta...

Me encanta el texto, sobretodo el: "que se convierte en pesadilla cuando intento eludir la realidad"

En Lengua Castellana nos han hecho crear un fotolog con tema libre para ir haciendo textos, descriptivo, narrativo, lo que sea. El tema que yo he escogido es las portadas de cd's de música. Lo que para mí significan y lo que transmiten o intentan transmitir.

La opción es tuya

La triste realidad plasmada en una imagen. La triste realidad, sumergida bajo agua. El áspero y arrugado papel que, aparentemente, todo lo justifica. Utilizan nuestra inocencia e hipnotizan con ese color esmeralda rodeado de significado. Si nos indican el camino desde pequeños, ¿cómo vamos a cambiar?

Picamos como el pez hambriento, con la diferencia de que éste no peca de avaricia y mucho menos de soberbia. Es tan relativamente sencillo el cambio pero tan complicada su ejecución que la mayoría nos quedamos en el camino y caemos como tantos otros hicieron antes. Pero, afortunadamente, siempre queda alguien que se resiste al consumismo y a la sociedad materialista que hoy invade cada alma vulnerable por su inexperiencia. Simplemente, son dignos de admirar. He aquí su homenaje.

Es triste el comienzo y el transcurso, esperemos que no el final.

Me salió la vena reivindicativa ahí...

Bueno, aunque ultimamente no le hago caso ni a internet ni al foro...me paso para dejaros un texto que escribí hoy, a ver que os parece.

• Demasiado Tarde
  
  El susurro de una brisa quieta y dormida estremeció cada rincón de mi cuerpo, que llacía tumbado en la arena, con la mirada fija en el cielo, como si tratase de encontrar alguna respuesta en aquel cielo estrellado de una noche de noviembre.
  
  La helada hacía que aquellos pequeños puntitos de luz brillasen con más fuerza, y con un aura de serenidad que relajaba mi alma, brotando del centro hacia afuera, intentando dispersar su candor en la inmensidad del universo, repartiendo aquella sensación, compartiendo lo que mi corazón sentía.
  
  Me puse depié y comencé a caminar por la playa, sintiendo la humedad de la arena en mis pies, hundiendome un poquito a cada paso, como si el suelo se burlase de mi y quisiera recordarme que soy parte de la tierra, y que algún dia acabaré en consonancia con ella, formando parte del suelo que pisarán miles de generaciones.
  
  En mi mente apenas quedaba sitio para los recuerdos, que se habían evaporado con el tiempo, tratando de calmar el dolor que producian. Sin embargo, el silencio y la soledad no eran las mejores compañías para un hombre mentalmente inquieto como yo, y miles de pensamientos taladraban mi cerebro sin cesar, volando a ras de suelo y posandose en mi cabeza en un aterrizaje forzoso, en medio de alguna tormenta.
  
  Soñaba despierto con volver atrás, revivir mi pasado y no cometer los mismo errores, con ver a tanta gente que había quedado en el camino y hacerles sonreir de nuevo, con tener entre mis brazos a lo que más había querido nunca, con ser un hombre nuevo. Sin embargo era ya tarde para lamentos, y tenía que afrontar la vida tal y como venia.
  
  Me senté en las rocas, simulando ser un naufrago perdido en alguna isla desierta, que reza a su propio Dios para que alguien le rescate, con la diferencia de que yo no necesitaba que me rescataran, o más bien no quería que nadie me tendiera la mano, como yo tantas veces había hecho..no quería recompensas, me sobraba con que se dibujase una sonrisa en mi cara cada vez que recordaba la satisfacción de hacer feliz a alguien, sin embargo ya era tarde.
  
  Sin darme cuenta, sentí una humeda caricia que resbalaba por mi mejilla perdiendose en mis labios, con un sabor entre salado y dulce, y desperté de aquellos pensamientos dandome cuenta de que mis ojos estaban tan tristes por todo lo que habían visto que comenzaron a llorar solos, desilusionados y sin el vigor de antaño.
  
  Rebusqué en el bolsillo del pantalón algo con lo que secarme, y encontré una hoja vieja y doblada que no recordaba haber leido. La abrí y lo que contenía terminó de minar las pocas fuerzas que me quedaban para seguir en pié, y de mis ojos brotaron lágrimas, el gesto de mi cara se convirtió en un cuadro de algún pintor triste y ajado, mientras mis manos temblaban a cada línea de aquella carta que podia leer. Las añoranzas y los sentimientos quedaron a flor de piel, pero ya era tarde.
  
  Me levanté y me acerqué a la orilla. Posé la carta entre 2 conchas, y la tapé con arena, escribiendo un “te quiero” con un pequeño palo. Tu despedida se me había hecho demasiado dificil, y quería que formase parte de la playa en la que un día te besé por primera vez.
  
  Lentamente, sonreí y me fui metiendo en el mar, gritandole y suplicandole que me reuniera contigo, en ese mundo al que un día te llevó. El agua mojaba mi cuello mientras notaba que mi alma empezaba a volar. Me sentía feliz...iba a reunirme contigo, y eso era lo único que me servía ya. El mar me llevó, y ahora te escribo desde algún cielo, mientras te abrazo y te veo sonreir...ya era demasiado tarde.
  

Prosa poética se le llama a eso Xabi. Me gustó la manera sencilla de imbuir al lector en la situación, sintiendo cerca las sensaciones y latidos del corazón del protagonista que, en apenas unas líneas, evoluciona en su tristeza y ejerce una voluntad de ir hacia delante.

Cuántas líneas nos ha dado - y darán- la nostalgia y por supuesto, los amores perdidos, pero jamás olvidados.

Me animé a esto...con ánimo de darle un golpe al optimismo..

Les pongo un texto que escribí hace ya tiempo...

LA LUZ PRODIGIOSA

“Oyes el silencio?” Me comentas con sigilo al oído.

Tienes la mirada perdida en el vacío oscuro de la habitación y el óvalo blanco de tus ojos brilla con una luz inesperada en la oscuridad.

Haces un gesto con el dedo, llevándotelo suavemente a los labios, indicándome que me quede callado y con un leve movimiento de tu cabeza me señalas que mire en una dirección.

Sigo tu mirada y veo una luz intermitente en la pared. Es de color verde y parpadea con rapidez, moviéndose de derecha a izquierda a un ritmo constante.

Miro la luz pero sin fijarme, embelesado por el aroma que desprende tu cabello cuyos alabeos morenos cosquillean mis mejillas.

De repente siento la piel de tus carrillos a escasos milímetros de la mía, y un escalofrio recorre mi espalda...

“Fíjate, se mueve de derecha a izquierda y luego de izquierda derecha...pero cada vez parpadea más rápido” continuas, con la mirada atenta a la luz.

Por mi cabeza pasa fugaz un pensamiento; deseo girar la cabeza, mirarte directamente y besarte suavemente en la mejilla. Pero una fuerza gravitatoria me aprisiona en la butaca y me impide moverme. Sin pretenderlo, mi cabeza se ladea hasta que nuestras mejillas se tocan suavemente y entonces las palpitaciones de mi desasosegado corazón comienzar a retumbar dentro de mi pecho.

El techo se ilumina de brillantes puntitos y la luz verde desaparece. Una voz en off rompe el silencio y te hace sobresaltar, separando precipitadamente tu mejilla de la mía, llevándose consigo el suave aroma robado de mis sentidos.

Múltiples estrellas aparecen en el firmamento ficticio del planetario, a medida que una voz intensa y onmipresente nos explica el origen del Universo.

Estás sentada con la mirada fija en el techo, ensimismada con las docenas de puntitos brillantes que iluminan nuestro particular cielo estrellado.

Me imagino ese mismo cielo sobre nuestras cabezas, tumbados en un manto verde salvaje, rodeados de un bosque de butacas vacías, como pequeños árboles de terciopelo oscuro que nos flanquearan por doquier.

Me imagino que estamos allí, en ese lugar solitario donde desaparece esa voz en off y soy yo quién te explica con voz segura y firme el origen del Universo, hablándote de constelaciones, de enanas rojas, de quasars y agujeros negros, mientras tu mejilla acaricia la mía, y el aroma de tu cabello se confunde con el olor a hierba mojada.

Cierro los ojos, con el firme deseo de que, cuando los abra, sentiré esa fría sensación en mi espalda y allí, tumbada a mi lado, estarás tú, escuchando embelesada mis palabras, mientras viajamos por estrellas y galaxias lejanas.

Abro los ojos con miedo y sin mucha fe y de nuevo la voz en off inunda la habitación explicando cómo la luz viaja a través del espacio, en un viaje de millones y millones de años, océanos de tiempo imposibles de rellenar con mil vidas.

Aprovecho el momento propicio y acercándome a ti, con la firme intención de sorprenderte te explico la bella paradoja de ese interminable camino de luz...

“ Piensa que una noche cualquiera, tú puedes estar observando con detenimiento la luz intensa de una estrella, sin saber que, justo en ese momento, esa estrella puede haber desaparecido millones y millones de años atrás”

“La luz que estás viendo - prosigo- no es más que el último aliento de vida de esa estrella que ha viajado cientos y cientos de kilómetros, para morir en nuestro firmamento” apuntillo con la esperanza de haberte impresionado.

Tú estás encantada. Una sonrisa ilumina tu rostro y tus ojos apenas parpadean mientras me miras fijamente.

“ Qué triste no?” comentas apesadumbrada. Te arrebujas en el asiento de tu butaca y levantas la mirada de nuevo al firmamento que se sume ahora en un enorme vacio de color negro.

De repente, el techo se ilumina con lo que quiere asemejar la desaparición de una enana blanca, una estrella que, llegado su punto más algido de vida, muere con una intensa explosión de luz.

Pienso que, incluso las estrellas se resisten a desaparecer, lanzando un último haz de luz de vida, más intenso que nunca, para evitar la oscuridad del vacío infinito.

Intento recordar cuántas veces he sentido esa misma sensación de pérdida, de saber que justo ese momento será el último y cuántas veces he sentido esa misma explosión última - momento qué fugaz- ante la irrefrenable sensación de perder lo tantamente deseado.

Cuántos momentos perdidos que se apagaron en el más absoluto silencio de mi universo.

Fue entonces cuando, ensimismado en estos pensamientos, con la mirada perdida en la luz verde que parpadeba de nuevo de derecha a izquierda, sentí, de nuevo, tu mejilla pegada a la mía.

“ Y dime, cuanto tarda un suspiro en convertirse en beso? ¿Tanto como la luz de las estrellas hasta viajar a nuestro cielo?”

Torcí mi rostro hacia ti y ,entonces, lo ví claramente reflejado en tus ojos...

Ví el agujero negro en el que, irremediablemente,

caían por siempre mis sueños.

Le faltaron las palabras, ahogadas en su garganta por su maquiavélica tristeza, para decirle te quiero. Sentía cómo una puñalada se le metía por la mandíbula para desgarrarle las cuerdas vocales y dejar en el olvido unas palabras que, quién sabe, podrían haber arreglado todo, que podrían, al menos por momentos, haberle devuelto la alegría de vivir. Cómo quién dice adiós a un tren en el que se escapa el futuro, se quedó parado, viéndola alejarse, rezando en sus entrañas que se diera media vuelta, le cogiera de la mano y le llevara volando el resto de su vida hasta un final que el sólo quería vivir a su lado, amparado en la protección que sólo ella sabia proporcionarle, ahuyentando todos los problemas que pudieran rodearle y construyendo una atmósfera de felicidad que, pensaba, ninguna otra persona podría darle.

Dándose por vencido, se dio media vuelta para dejar atrás el andén de la estación de Boondael, y, cabizbajo, recorrer el resto del camino a casa sólo, traicionando a todas las esperanzas que había tenido de hacerlo con ella. Resistió la tentación de mirar atrás para comprobar que ella permanecía allí, y mirando al cielo, oscuro como los ojos con los que soñaba cada noche, dejó caer dos lagrimas, brillantes como la luna que, al llegar a las comisuras de sus labios, le supieron a cobardía, derrota y pobreza. Un sabor tan amargo como el de un fracaso irremediable. Cuando por fin decidió echar la vista atrás, comprobó que solo quedaban en el andén las solitarias farolas que un minuto antes habían iluminado el momento más oscuro de su vida.

Hacia mucho que no me ponia a escribir. Ya era hora hehe. Espero que os guste. Y decirme que pensais

Aca va algo que escribi hace mucho y hace inas hora postie en otro foro, queria saber que les parecia ?

"Un recuerdo fugaz"

”El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin.” Auguste Comte.

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Recuerdo aquel día, la primera vez que la vi. Era una mañana soleada, estaba sentado sobre el banco cuando la vi entrar. No se que fue, pero luego de 3 años juntos, en un instante, sentí algo muy fuerte, ya no pude apartar los ojos de ella. Desde aquél día algo cambió en mi vida, lo único que quería era que llegara la mañana para poder verla de nuevo y sentir como mi corazón, al que hacía tiempo creía ya muerto, latía con la intensidad con la que jamás había latido. Día tras día le observaba y pasaban las semanas y seguía observándola. Nunca jamás me cansé.

Su nombre era Sofía, ella sola era capaz de hacerme soñar despierto y despertar sensaciones que nunca había experimentado, aunque, íbamos al mismo colegio, nunca nos hablamos con frecuencia.

Así que en su cumpleaños de 15 intenté acercarme a ella, pero no podía, me sentía como un tonto, de repente paso por mi lado, cobré valor y le entregue un regalo que tenia una tarjeta. Durante los días siguientes, volví a intentar hablarle, sin embargo, con el tiempo tristemente me di cuenta que, era como si yo no existiera para ella, como si fuera invisible. Aún así yo no me daba por vencido pues dentro de mí sentía que le necesitaba y no iba a abandonar esa lucha jamás, solo quería una palabra, una mirada, un gesto, lo que fuera…Y llegó el final de clases y con él me sentí mal al saber que no la vería durante un largo tiempo.

Los días parecían años y las noches no acababan, mi almohada amanecía humedecida en lágrimas. Acabó el verano y empezaron las clases. Las cosas aun siguen igual: yo detrás de ella como un estúpido y ella sin siquiera darse cuenta de que yo estoy ahí. Pero fue justo ese mismo día que me di cuenta de que no me importaba que no se fijara en mí y que el simple echo de verla de lunes a viernes durante 182 días, me hacía ser el hombre más feliz de la tierra.

(…)

“Un promesa inquebrantable”

"La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil.” Bossuet.

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Faltaba algo así como dos semanas para que terminaran las clases, mi relación con Sofía seguí siendo igual, aunque, este año logre avanzar más, me tenía más confianza al hablar con ella, pero igual seguí ocultando todo aquello que le quería decir sin razón alguna. En la semana tuve una charla con un amigo que tenía un problema parecido al mío, hablar con el me sirvió para darme cuenta el porque tenía ese problema al querer hablarle, todo era por el miedo psicológico al fracaso.

La charla con mi amigo continuo, hasta que los dos nos hicimos una promesa, íbamos aprovechar la primera oportunidad que se nos diera para hablar con la persona que tanto queríamos. Esta vez nada de sms ni llamas a su celular, me la iba a jugar y por ella hacer lo que más quería, ir a hablarle personalmente.

Estaba decidido pero a la vez no, pues mis pensamientos eran eclipsados por el miedo a fracasar. Me sentía débil y confundido, suponía que no había razón para amar tanto, porque uno amaba con el corazón. Ya estaba cansado de pensar como dar cada paso, quizás debía seguir mis instintos y arriesgarme.

Lo único que tenia claro en mi mente, era que necesitaba descansar para pelarla estos últimos días. Ya de nada servia mi consuelo de verla, la quería junto a mí, quería que ella me amara, quería que se fijara en mí para entregarme totalmente a ella.

(…)

El reflotillo,e l reflotillo, como me gustaaa, el reflotar...lalalal