Capítulo 13: Solo

Tras colgar el teléfono y recibir aquella fatídica noticia me faltó tiempo para asimilar lo que aquella mujer me había dicho. No lo pensé dos veces: aceleré el cohe al máximo y salí disparado hacia Manchester.

En mi cabeza aún resonaban las duras palabras de aquella mujer. No podía quitármelas de la cabeza y la vertiginosa velocidad con la que avanzaba hacia Londres lo impedía aún más. El cielo que antes era azul lo veía más negro que nunca. Las verdes praderas inglesas se habían convertido eninfernales terrenos vacíos. Mi corazón seguía en un puño, y comenzaba a asimilar la noticia mientras adelantaba a un Ford rojo. Entonces... entonces una primera lágrima recorrió todo mi rostro hasta perderse en el abrigo que llevaba puesto.

Llegué a Manchester en muy poco tiempo, menos de lo esperado, y me salté cada uno de los semáforos hasta llegar al Hospital. Entré apresuradamente y pregunté a la dependienta por el doctor Harrington, quien había certificado su muerte. En menos de cinco minutos un joven rubio se acercó a mí y me informó de lo sucedido con mis padres.

Al parecer, mi padre iba un poco pasado y no controló bien la verlocidad, giró mal una curva y chocó contra otro coche. El otro conductor había salido casi ileso del accidente, y a pesar de todo, no iba a presentar ninguna demanda, pues mis padres se encontraban muertos y él me dijo que tenía el suficiente dinero como para cubrir los gastos de la reparación de su coche.

Entonces me di cuenta de que estaba más solo que nunca. En mi casa organicé entre sollozos un funeral discreto, invitando a amigos y familiares, nada de compañeros ni tonterías. También esa dura noche estuve analizando que hacer ahora con la empresa de mi padre, con sus coches, con sus casas. Qué hacer conmigo mismo. Me encontraba en una situación inédita, incomprensible. Nunca lo había pensado. Nunca habría creído que todo aquello podía ocurrir. Ahora sabía que tendría que hacer algo para lograr superarlo y poner un nuevo rumbo a mi vida.

Blur - To the end

Capítulo 14: Firmando un contrato

Vendí la empresa a los socios de mi padre. Vendí todas sus propiedades, excepto los recuerdos. Vendí todo lo relacionado con mis padres para olvidarlos y sacar dinero. Vendí también mi casa de Manchester, y me instalé en la de mis padres. La reformé a mi gusto en tan poco tiempo como pude, y volví a mi antiguo instituto para dar clases.

Un año duro, echaba de menos a la gente de Londres, el bullicio, el stress de la gran ciudad. Echaba de menos a Clara, a Jerry, a Martín y a Josh. Pero sobretodo a clara. No sabía qué hacer frente a esta situación, tenía treinta y cinco años ya y mi vida había ido dando tumbos desde hace unos cuantos años. Debía asentar mi futuro. Durante ese año decidí que pensaría qué hacer, y luego actuaría, pero la decisión no se hizo esperar.

A mediados de marzo, recibí una llamada. Era Mark Burks, un empleado de un club de las divisiones inferiores de la liga inglesa. Quería hacerme una entrevista de trabajo, pues buscaban un nuevo entrenador para el año siguiente. Por supuesto, acepté encantado a la entrevista y el día siguiente me vi sentado en una mesa de un bar del centro de Manchester con Mark Burks, un intermediario del club.

Durante la conversación me explicó todo lo referente al club, su localización, sus jugadores, sus objetivos, sus jugadores... en fín, todo. Me dió una tarjeta, se despidió y me dijo que querían una respuesta en menos de una semana. Y la tuvieron... Acepté el primer empleo que me ofrecieron como manager profesional, y por supuesto, me informaron que hasta junio no sería presentado, pues querían mantenerlo todo en secreto hasta fionalizar la temporada.

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Será el City???

Suerte!!!

Bueno, veámos a ver que tal va en este nuevo empleo tras la tragedia personal. Me encanta la historia, una de las mejores que he leído sin duda alguna, y me gusta como se desarrolla poco a poco, aquí nos dejas con la incertidumbre de que club será del que te hagas cargo, veremos a ver en el próximo capítulo que espero con ansías, saludos y suerte.

Será el City???

Suerte!!!

Podría ser.... Pero no¡¡¡

Bueno, veámos a ver que tal va en este nuevo empleo tras la tragedia personal. Me encanta la historia, una de las mejores que he leído sin duda alguna, y me gusta como se desarrolla poco a poco, aquí nos dejas con la incertidumbre de que club será del que te hagas cargo, veremos a ver en el próximo capítulo que espero con ansías, saludos y suerte.

La verdad, que me halagan tus palabras. No será realmente para tanto. Pero muchísimas gracias. Simplemente teniéndote feliz a ti, seguiré haciendo la historia.

Capítulo 15: Fin del viaje

Ya con 36 años recien cumplidos, le di mi renuncia al director, quien de nuevo se mostró tremendamente decepcionado, pero él ya lo sabía desde que entré ese año, y más aún, ya lo sabía desde que en marzo firmé un contrato, pues él era el único que conocía dicha noticias.

Tras un duro año en el que había perdido a mis padres, había estado encerrado en casa, pues todos mis verdaderos amigos estaban viviendo el Londres, tras un duro año en el que soporté la soledad como nadie, soporté amar y no tener a mi lado a la persona. Tras ese duro año por fín llegaría a cumplir mi sueño, y eso era simplemente una alegría en un océano de desgracias.

Me encontraba en el coche, pénsado todo eso. Me encontraba de viaje a la ciudad donde tendría que vivir a partir de ya. Donde entrenaría a mi primer equipo profesional. Donde empezaría una verdadera carrera. Y no hacía más que pensar en todas las desgracias que había vivido durante los últimos tiempos. El nuevo cambio de aires se antojaba más duro aún, si cabe, de los anteriores. Llegaba a una nueva ciudad donde no conocía a nadie, y donde la soledad me volvería a atrapar, aunque esta vez, esta vez sería diferente.

Hacía ya casi una hora que había salido de allí, de Manchester, rumbo a la nueva ciduad, rumbo a mi futuro. Estaba cerca, y mi corazón palpitaba a un ritmo trepidante. Era algo que no podía soportar. Tenía ganas de parar el coche y de bajarme y gritar. Lo había conseguido, y no podría echárselo en cara a mi padre, aunque tampoco lo hubiese hecho, pues seguro que estuviese donde estuviese, se alegraría por que su hijo no sea un mediocre más, si no que hubiese conseguido aquel importante objetivo.

Entonces, vi el cartel que anunciaba que había llegado ya a la ciudad.

Lancaster, 0 km

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El Lancaster??? Que buenooo!!!

Yo tmb arranque hace mucho tiempo una historia en paro y el primer equipo que me contrató fue el Lancaster.

Muy buena narración! Estamos esperando con ganas las noticias!!

Capítulo 16: Lancaster

Me bajé del coche al llegar a la puerta de mi nueva casa. Sí, apenas acababa de llegar y ya tenía una residencia, y la razón no era otra que haber tenido casi tres meses para buscarla. Gasté en ella todos los ahorros de mis padres, toda la herencia, entre decorarla y comprarla, casi tres millones de libras. Totalmente comprensible si contamos con que preferí tener ahí un inmenso lujo. Caprichos, como habría dicho Jerry, quien se conformaba con una vida menos banal.

Cogí las maletas y las subí a casa. Me encontraba al fín en Lancaster, y decidí entonces salir a la ventana. Observar mi nueva residencia. Ver qué había en Lancaster, auqel pequeño pueblo de cerca de 45.000 habitantes del condado de Lancashire. Históricamente y culturalmente hablando, no era una ciudad muy importante, pero en su tiempo sí que lo fue, gracias a que de allí mismo salió una dinastía inglesa, la de la Casa de Lancaster, gracias a esa dinastía, la ciudad tenía el Castillo de Lancaster, un castillo que fue importante durante la rebelíon contra la casa de las Dos Rosas. A pesar d etodo, la casa de Lancaster tan sólo había tenido un corto periplo de unos 50 años casi donde habían reinado sólo 3 reyes, del mismo nombre, Enrique.

La ciudad se encontraba a tan solo una hora de mi ciudad natal, Manchester. Esof acilitaría que pasase alguna noche allí, aunque no fuese nada común en mí abandonar mi nueva residencia, sí que habría alguna escapadita para hacer visitas.

Cerré la ventana y bajé a la cocina a prepararme algo de comer, pero entonces recordé que no tenía nada de comida. Cogí el móvil y llamé a una pizzeria. En menos de una hora, había comido, me había bebido una cerveza y me había acostado un rato a descansar, hasta la noche, donde sería presentado como nuevo entrenador por el presidente de la entidad, Charlie Moore.

Aerosmith - Dream on