La historia de un entrenador bulgaro

Hola ha todos. Me llamó Trigon Zanev y soy bulgaro. Nací en la ciudad de Plovdiv, un frío 12 de diciembre de 1968. Nací en nuestra casa, dado que mis padres no podian costearse ir a un centro hospitalario. Mi padre era herrero, y no ganaba mas de 20 centavos semanales, lo que nos permitia comer solo cada dos dias. Mi madre, que también estaba obligada a trabajar para conseguir que mas dinero entre en casa, era tejedora, pero su jefe le timaba tanto a ella como a las demas trabajadoras. Al cumplir yo un año, mis padres hicieron todos los esfuerzos posibles en hacerme un regalo, que era un juguete de madera, dado que no podian costerse nada mas al tener 5 hijos. Mis hermanos Dimetir, Louist, Mjich y Clara eran más mayores que yo pero jugaban conmigo siempre que podian. Dimetir y Louist tenian ya la edad adulta y por eso trabajaban en la empresa de mi padre como herreros. Lo que ganaban lo llevaban a casa directo sin gastarselo en ningún bar, pues Louist tuvo una epoca en la que era alcoholico, pero ya la supero. Ninguno de mis cuatro hermanos ni yo, fuimos a la escuela, no habia dinero para ello. Así que cada uno ayudaba en casa como podia. Al cumplir la mayoria de edad me ofrecieron un trabajo como albañil en una obra, en esos momentos corria el año 1986. Empece a trabajar como peón, pero le demostre la confianza al patrón y me fue ascendiendo hasta ser jefe de obra. Yo me entusiasme al saber que iba a ganar 50 centavos semanales, un logro por aquellos tiempos. Pasaron unos años hasta que empece a conocer lo que era el fútbol, pues no me daba tiempo a fijarme en nada mas años atras que no fuera la obra.

Normalmente cojia este autobus para ir a la obra

Tras varios años como albañil, decidí que ya era hora de cambiar de aires, lo primero fue buscarme una casa propia, pero tenia que estar lo más cerca de la casa de mis padres, dado que mi madre habia sufrido un cancer y mi padre varios infartos. Encontre una casa perfecta, a unos cinco minutos de la de mis padres. El barrio era un poco conflictivo, pero me las podia apañar para no sufrir ningún problema. La casa en total me costó 1.500 centavos. Ya estaba amueblada, pues la familia que vivia allí me los dejó al ver mi poco salario como obrero antes, y ahora como parado. La casa tenia unas vistas bonitas. Por los laterales se veia el monumento historico de mi ciudad, Plovdiv, que no es más que un teatro romano, pero al cual, los ciudadanos teniamos mucho aprecio. Encontre un trabajo como camarero en un pub, no era lo que yo habia imaginado pero mejor que estar en paro era. Lo malo de esto es que cobraba poco, solo 30 centavos a la semana. Pero con tal de que me apretara un poco el cinturón, llegaba de sobra a fin de mes. Un dia después de volver de trabajar, encontre a mis hermanos en la puerta de mi casa. Me preocupe pues pense que le habia pasado algo a alguno de ellos, pero las cosas eran peor de lo que pensaba, mi madre habia muerto por el cancer de higado, y mi padre habia entrado en coma al ver que ella no despertaba. Sufrí mucho en el entierro, pero supe sobreponerme a la muerte, inevitable, de mis padres. Mis padres no habian dejado herencia, asi que decidimos recurrir a un abogado para saber que nos tocaba ha cada uno, a Dimetir le tocó una tercera parte de la casa, ha Louist otra tercera parte, ha Mjich le tocó la empresa que habia creado mi padre poco antes de morir, con los ahorros de su vida, a Clara le tocó el trabajo de mi madre, que por esos tiempos estaba en alza y a mi, me tocó la otra tercera parte de la casa. Dado que no me interesaba tener dos casas, bueno un trozo de una, decidí vendersela al mejor postor de mis hermanos, fue Louist quien se la llevó por 800 centavos. Un buen negocio para mi.

Aquí es donde vivia

Tras haber recibido ese dinero, decidí dejar de trabajar durante un tiempo, y empeze a ir a partidos a los partidos del equipo de mi ciudad. El equipo pasaba por horas bajas, dado que estaba en bancarrota y además se encotraba en la segunda división. Todos los hinchas protestaron por el mal juego del equipo, y por la pesima situación tanto économica como futbolisticamente. El equipo acabo la campaña 16º, salvando los muebles en la última jornada, cosa que enfado aún más a los aficionados. Tras esa temporada, tanto entrenador como junta directiva decidieron hacer las maletas e irse fuera del país. Dejaron al equipo al borde de la desaparición y en un mal lugar, ese año era el 1997.

Tras varios años haciendo mis pinitos como entrenador de futbol base, estuve unos 10 años trabajando con equipos de colegio, me llegó una inesperada visita ha casa, era el presidente del FC Spartak Plovdiv, que queria contratarme para entrenar al club de mi ciudad, la conversación fue amable y me presento una oferta muy interesante, puesto que el equipo estaba en horas bajas de nuevo. El presidente me dijó que me vió entrenando a los equipos infantiles y dijó que yo entendia de otra forma el fútbol y no como otros, que solo les interesa por dinero y nada más. Le dijé que me lo pensaria y que ya le llamaria mañana o pasado para comunicarle mi decisión.

La noche de Plovdiv era fría, pero esa noche, al menos para mi fue mas caliente

Al dia siguiente de que me presentara la oferta, decidí ir a dar una vuelta para despejarme e intentar creerme lo que me habia dicho el presidente. Decidí sentarme en el teatro romano que tenemos en la ciudad, y hay empece a imaginar como seria mi vida siendo el entrenador del equipo de mi ciudad, que, aunque estuviera en una mala época, era una oferta irrechazable. Así pues, decidí encaminarme hacia mi casa, cogí mi telefono fijo y empecé a marcar los números, enseguida empezó la conversación que quien sabe, me pueda llevar a lo más alto de la historia futbolistica, pero lo que más importa, es que al final, soy un entrenador profesional.

Aquí fue donde decidí si entrenar o no al FC Spartak Plovdiv.