Jump to content
FMSite en modo aplicación

Una mejor manera de navegar. Saber más

Football Manager Español - FMSite.net

Instala FMSite en modo App en tu dispositivo para mejorar la experiencia, recibir notificaciones nativas, premios y más!

Para instalar esta aplicación en iOS o iPadOS
  1. Tap the Share icon in Safari
  2. Scroll the menu and tap Add to Home Screen.
  3. Tap Add in the top-right corner.
Para instalar esta aplicación en Android
  1. Tap the 3-dot menu (⋮) in the top-right corner of the browser.
  2. Tap Add to Home screen or Install app.
  3. Confirm by tapping Install.

Respuestas destacadas

Publicado

dia_lluvia-1.jpg

Capítulo I: Llegando tarde a la cita médica

Era una mañana lluviosa y el tráfico de Milán colapsaba casi toda la ciudad. Los autobuses andaban apenas 15 metros entre parada y parada. Los taxis iban vacíos, ya que un día así solo podía acarrear una factura elevada. Si no fuese por el temporal, se podría jurar que era un grandísimo día para ir en bicicleta de un lado a otro.

Eran las 09:49 y Ramsés tenía un día bastante ajetreado. En poco más de 10 minutos tenía cita en el hospital San Raffaele, en el área de psiquiatría.

Aunque aquellos sueños tan intrigantes le habían acompañado durante sus 29 años en los últimos meses se habían vuelto casi insoportables. No descansaba bien y solo daba vueltas sobre la fastuosa cama que tenía en su casa de soltero. Las pocas veces que conciliaba el sueño, despertaba empapado en sudor intentando recordar algo de esas fantasías que su subconsciente le hacía vivir una y otra vez. Es por eso que, siguiendo el consejo de su hermano pequeño, se había puesto en manos de los mejores doctores de la ciudad. Aquellos sueños que apenas le dejaban descansar debían tener una explicación y quería encontrarla. Su trabajo no permitía distracciones de tal magnitud. Y menos ahora, que acababa de cumplir un sueño que le rondaba en su cabeza desde muy pequeño.

Viendo que el bus no avanzaba más de lo que él podría hacerlo a pie, decidió bajarse en la parada de Via Fratelli Vigorelli. No había mucha distancia entre esta parada y su destino, la Via Olgettina. Procuró caminar lo más rápido posible en dirección al hospital ya que eran las 9:58 y necesitaría una buena excusa por llegar tarde a la primera cita.

Bueno, me he animado a retomar esta historia porque la trama que había pensado para ella me encanta. Esta vez, espero no dejarla y terminarla.

En el próximo post, pongo el segundo capítulo y los datos de la partida.

Espero que disfruteis leyéndola tanto como yo lo haré escribiéndola.

Un saludo

Editado por lk2_89

  • Autor

sala_espera.jpg?t=1271780239

Capítulo II: Esperando para entrar

¡Perfecto! Era su primera cita y llegaba casi una hora tarde. Confiaba en que por alguna extraña razón, su reloj estuviese adelantado. Total, llevaba casi un año sin coger aquel reloj tan "lujoso". ¿Y por qué no? Tal vez era su día de suerte y no era tan tarde.

Aquel pensamiento tan feliz se desvaneció nada más observar la hora en un luminoso de la pared del hospital, el cual mostraba la información en modo marquesina. Sí, eran las 10:58 y llegaba tarde. Pero también llegaba empapado en agua. ¿Acaso no se había retrasado por culpa del temporal? Pero… ¿A quién quería engañar? Tan solo era una mala excusa que recordaba a la que dan los niños de primaria al no llevar los deberes hechos.

Lo único bueno de aquella situación era que nadie lo había reconocido. Tampoco era una estrella, ni un famoso de la prensa del corazón… Pero tan solo una semana antes había salido en muchos periódicos del país. Después de una temporada mágica para los aficionados, había conseguido dejar quinto en la Liga B italiana al UC Albino Leffe, de la ciudad de Bérgamo; un club cuanto menos modesto del fútbol transalpino que, para colmo de males, era de los más escuetos en cuanto a economía se refiere.

Por suerte para él, le gustaba aquella situación. Ramsés no tenía un pelo de engreído. Pensaba que nunca sería lo suficientemente bueno como para andar con el pecho inflado y presumiendo de quien era. A decir verdad, sintió algo de pánico. ¿Acaso no estaba en la sala de psiquiatría? ¡Vaya donde había acabado! Él, que siempre había gozado de una salud mental inquebrantable, que jamás había sufrido el mínimo atisbo de depresión, estrés u otro problema mental. Pensó en coger su chaqueta y salir corriendo de allí. Pero se lo había prometido a su hermano. Y.. ¡Qué demonios! Quizás aquel doctor podría ayudarlo a conciliar de una vez por todas el sueño que tanto se le resistía.

Tuvo que pagar el tremendo error de llegar tarde esperando a que todos los demás pacientes abandonaran el ala tras la inspección del doctor Giammattei. Casi tres horas después, la ayudante del doctor le hizo pasar. Aunque la distancia entre la sala de espera y la consulta era escasa a Ramsés se le hizo eterna. Muchísimas preguntas se agolparon en su mente… ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Trascendería aquella visita a la prensa, y por extensión, a sus nuevos jefes? ¿Lo tomarían por un loco demente al que habría que encerrar? Cuando la enfermera le abrió la puerta gentilmente para entrar deseó no haber acudido nunca a esa maldita casa de locos.

Datos de la partida

* Inicio Italia, Julio 2009

* Juego FM10

* Version 10.3.0 104859(m.e v839)

* BBDD Grande

* Uso de ligas creadas Super Bladesman's English National League System Update: Taking FM10 to Level 10 Build 0.54

* Ligas cargadas

Inglaterra (total)

Francia (total)

Alemania (total)

Inglaterra (total)

Holanda (total)

Portugal (total)

España (total)

Argentina (total)

* Jugadores Reales Si

* Añadir Personal Clave Si

* Permitir Presupuestos Fichajes Primera Ventana Si

* Ocultar Atributos Si

Editado por lk2_89

  • Autor

psicologia.jpg?t=1271793243

Capitulo III: Tiene usted una salud mental exquisita

Cuando entró, la amable enfermera le invitó a tomar asiento. Estuvo a punto de contestarle que quería quedarse de pie, ya que llevaba más de tres horas sentado; finalmente, se lo pensó mejor y aceptó. El doctor estaba tras su escritorio, mirando papeles. Pasaron casi 15 minutos. Ramsés no sabía si sería capaz de sostener aquella situación tan incómoda. Desde que entró, el médico ni siquiera le había dirigido una triste mirada. Si no llega a ser porque fue una recomendación de su hermano, ya se habría marchado. Pero según decía la gente, aquel doctor era de los mejores especialistas del país.

- Bien, bien. Parece ser que su historial no da muestras de que haya sufrido incidentes anteriores. Cuénteme, que le pasa.

- Pues mire, doctor. Desde que tengo uso de razón, siempre he tenido unos sueños muy extraños. Pero desde hace unos meses, la cosa se ha intensificado. Apenas puedo dormir y, cuando lo hago, despierto empapado en sudor por la angustia de estas alucinaciones.

- ¿Unos sueños, eh? Bueno, tendremos que llegar al final del asunto. A continuación, voy a hacerle todo tipo de preguntas y pruebas psicológicas. Algunas de ellas le parecerán estúpidas, pero son muy necesarias, créame.

Lo cierto es que el doctor se había equivocado. Todas las pruebas le parecían una soberbia estupidez, pero no se quejó. Incluso intentó aparentar que le interesaba el resultado de aquella investigación médica

Al cabo de unas dos horas, el doctor rompió el silencio de su meditación.

- Es muy extraño… Muy extraño – Dijo el doctor, mientras se acariciaba su perilla.

- Perdone doctor, ¿pero qué es extraño?

- Su mal, dolencia, o como quiera llamarlo. Nunca jamás me había enfrentado a un caso de esta magnitud.

- ¡Pero si no me ha hecho una maldita pregunta sobre mis sueños! – A Ramsés le costaba controlar su ira. - Como puede estar diciendo eso.

- Mire usted, señor: no le hecho prueba alguna debido a que usted está muy cuerdo. Mi misión es averiguar si esos sueños son debidos a algún trastorno bipolar, alguna esquizofrenia o una simple depresión. Pero tras estas pruebas, puedo corroborar que tiene usted una salud mental exquisita.

- ¿Entonces? – Ramsés no ocultaba su preocupación, ya que aunque el discurso del psiquiatra era muy creíble no llegaba a comprender nada.

- Voy a serte muy sincero, Ramsés, y perdona que te tutee. Tus sueños tienen alguna explicación, pero no es una explicación médica. Puede que sí sea científica, pero no médica.

Ramsés miraba al doctor con aire preocupante. ¿Qué demonios quería decirle?

Editado por lk2_89

  • Autor

MME083copia.jpg?t=1271815674

Capítulo IV: "Me gusta recibir a gente normal"

El ambiente en la consulta estaba muy tenso. El médico sabía que no había tranquilizado a su paciente con la explicación y que, para colmo de males, lo había puesto más nervioso.

- Tranquilízate, hombre. Todo tiene una explicación.

- Estoy esperando a que usted me la de. - Ramsés no sabía si podría controlarse mucho más. Todo aquello era por culpa de su hermano: después de llegar tarde a la consulta, había tenido que esperar 3 horas para que el doctor lo dejara pasar, 2 horas más para el reconocimiento... Y ahora esto.

- Es muy fácil. Como ya le he dicho, usted tiene una salud mental exquisita. Cierto es que los sueños tienen un significado, pero no descifrable desde mi competencia. Le voy a dar el número de un colega mio. Es de los mejores del mundo. Como ya le he dicho, su problema puede tener una explicación científica. Pues bien, este hombre es licenciado en psicología y psiquiatría paranormal. No es la primera vez que alguien famoso acude para solventar problemas así.

Ramsés se quedó atónito. ¿Qué quería decir el doctor con aquello de famoso?

- Que quiere decir con...

- Vamos, Ramsés. Conmigo no tienes que disimular. Se perfectamente quien eres, el ex-entrenador del Albino Leffe. Que sea médico para personas con discapacidades psicológicas no quiere decir que no me guste el fútbol.

En cierta manera, aquello lo tranquilizó. No el que lo reconociera, pero si intuía que había juzgado a aquel hombre de manera muy injusta.

- Voy a ponerte en contacto con mi amigo. Es un hombre muy cercano y amable. Así que no lo juzgues igual de mal que a mí. Toma su tarjeta. Esta noche el te llamará. Antes, quiero explicarle tu caso personalmente.

- Pues muchas gracias, doctor. Y perdone por mis formas, pero la situación empieza a superarme.

- Tranquilo. Por aquí pasa gente peor que tú. De vez en cuando, me gusta recibir a gente "normal".

Ramsés salió del hospital peor de lo que había entrado. Dejando a un lado que aquel doctor le había reconocido (lo cual era digno de mención, una celebridad de la medicina lo conocía) no le terminaba de convencer el asunto. ¿Un paranormal? Ni que viera fantasmas...

Cuando llegó a su casa, se hechó una copa del mejor vino de su bodega privada y se sentó en el sofa. Miraba la tarjeta que le había dado el doctor con la esperanza de que todo aquello fuera un mal sueño. No paraba de darle vueltas a la cabeza. Aprovechó la embriaguez del vino y el silencio sepulcral para dar una cabezada.

Aquel día era distinto a los demás. Algo pasaba en el pueblo, ciudad o lo que fuese. Iba vestido de una forma muy rara y estaba rodeado por gente que no conocía.

Todos le miraban, como esperando algún tipo de decisión por su parte.

Como siempre en aquellos sueños, deseó que todo aquella terminara por lo que apenas prestaba atención a lo que hablaba un hombre de estatura media, muy delgado, casi demacrado. Aunque era de edad joven, su aspecto dejaba mucho que desear.

El teléfono empezó a sonar, por lo que Ramsés se desveló.

- ¿Digame? ­- Dijo, mientras se secaba el sudor ya tan cotidiano para él tras aquellos sueños.

- Buenas noches. Soy Luigi Fernno. Tal y como le dijo el doctor Giammattei, me interesa mucho su caso. ¿Podemos vernos mañana? ¿A eso del mediodía?

- Claro... - A Ramsés aquello le parecía muy extraño. Aunque era la primera vez que hablaba con aquella persona, su voz le resultaba familiar. - Dígame la dirección.

- Restaurante Il Luogo di Aimo e Nadia. En la vía Montecuccoli. Es un sitio tranquilo y sirven buena comida y vino. A las 14:00 horas.

- De acuerdo... Allí estaré

El pasado (como en mi historia), realmente es lo que más marca nuestras vida, no somos capaces de vivir sin él, pero siempre queremos deshacernos de él en muchas ocasiones, paradójico. Trama interesante, te seguí con el Betis y lo haré en esta, veremos a ver el por qué de sus sueños, esperemos que la historia no se convierta en drama porque estoy comprobando que a la gente no le interesa cosas así. Suerte y veremos cual es el sueño que se ha cumplido en Ramsés.

  • Autor

Atendiendo al aficionado

Elessar: Gracias por ser el primer seguidor que postea xD Ramsés aún tiene que aprender a interpretar correctamente esos sueños ya que serán totalmente necesarios para el transcurso de la historia. Gracias una vez más xD

EDIT: la historia tiene poco de drama, puedo asegurarlo

Editado por lk2_89

Es muy interesante tu historia, me gusta mucho, sin pensarlo, te seguiré.

Intrigante historia.

¿Son sueños normales? ¿Son trozos de un pasado que Ramsés no recuerda? ¿O son recuerdos de sus antepasados?

Veremos que ocurré en la reunión con el especialita en lo "paranormal", Luigi Fernno. Esperemos que salga algo en claro, aunque, viendo lo poco que llevas de historia, me parece cuasi imposible que ahora desveles uno de los misterios que parece que tendrán más fuerza en la trama.

Sin más dilación espero saber el equipo que toca entrenar.

Suerte!

PD. Seguiré pasandome, pero no prometo postear cada vez, pues no tengo demasiado tiempo.

  • Autor

Atendiendo al aficionado

raulmc: Espero que te guste. Gracias por pasarte!

Andrew: De momento no puedo desvelar nada sobre los sueños. Capítulo a capítulo se irá descubriendo su significado.

Dentro de poco se confirmará el equipo de Ramsés.

Sobre lo de postear, no te preocupes. Solo con pasarte ya te lo agradezco xD

  • Autor

Ascensorcopia-1.jpg?t=1271861983

Capítulo V: "Es tu día de suerte"

Otro maldito sueño había hecho que Ramsés se desvelara a eso de las 6:15 de la mañana. Le pareció una absurda tontería intentar conciliar de nuevo el sueño, por lo que se afeitó (dejándose una pequeña perilla) y se duchó. Después, bajó por el periódico.

- Buenos días, señor Espinoso. Al bisogno si conosce l'amico (En el peligro, se conoce al amigo).

- Ah, señorito Ramsés. Dagli amici mi guardi Dio che dai nemici mi guardo io (Del agua mansa, líbreme Dios, que de la brava ya me libro yo).

- Siempre me pilla, ¿eh?

Desde que Ramsés vivía en el barrio, el quiosquero sexagenario Espinoso era de los pocos con los que había hecho buenas migas. Tras comprar los dos o tres diarios deportivos que acostumbraba a leer en el desayuno, subió por las escaleras; si podía evitar el ascensor, lo hacía.

Mientras intentaba introducir la llave a tientas para no tener que encender la luz del corredor, pasó algo que no esperaba. Una linda muchacha, de unos 27 o 28 años, acababa de salir del ascensor cargada de cajas. Ramsés intentó ir a ayudarla, pero en ese momento algo se torció. El aire se le entrecortó en la garganta, sus ojos se cegaron… Un mareo…

De nuevo se encontraba en ese maldito mundo que tanto odiaba. Esta vez, estaba junto a un río, al lado de un cañaveral.

Una linda muchacha, bastante joven y que no alcanzaba la mayoría de edad se encontraba junto a él, mirándole con muchísima ternura.

Esta vez, Ramsés si quiso quedarse en el sueño. Pero tal vez su subsconciente, acostumbrado ya a salir de estos letargos, volvía a la realidad.

- ¿Hola? ¿Cómo te encuentras? ¿Me escuchas? – La muchacha del ascensor sostenía una botella de agua.

- Creo que bien… ¿Qué ha pasado? – Preguntó Ramsés, tocándose la cabeza; el prominente chichón era la secuela tras el golpe.

- Te has quedado mirándome y de pronto te has desmayado. No se si tomármelo como un halago o un insulto. – La muchacha acompañó sus palabras con una tierna sonrisa dedicada al muchacho. – Por eso te he echado agua, para que volvieras en ti. Me has asustado mucho.

- Lo siento… Esto jamás me había pasado.

- ¡Hoy debe ser tu día de suerte! No suelo estar presente en los desmayos de la gente. ¿Cómo te llamas?

- Ramsés… - Dijo, mientras se incorporaba poco a poco.

- ¡Caray! Es la primera vez que conozco a alguien con ese nombre. Yo soy Cia Parodi.

- ¿Cia? ¡No puedes quejarte de nombres raros!

- Es el diminutivo de Lucia, don caballeroso.

- Vaya, acabo de quedar fatal. Perdona la descortesía pero… ¿Qué hacías con esas cajas?

- Soy tu nueva vecina. Se que esperabas a una supermodelo, pero esto es lo que hay chico. Tenemos que llevarnos bien… Quiero tener alguien a quien pedirle la sal.

Después de un rato hablando, ambos muchachos se despidieron. Ramsés acababa de sentir lo mismo que cuando escuchó al médico paranormal por teléfono… Parecía que conocía a aquella chica desde hacía mucho tiempo.

Editado por lk2_89

Gran trama, no se porque pero me recuerda familiar jajaj, tiene pinta de buena historia, mucha suerte, y espero que los problemas de Ramses no lleguen a más e imagino que tendrá algo que ver con el pasado o algo así, Mucha suerte!

PD: Que bonito el detalle de tu hermano, ojalá todos los hermanos fueran así xD xD

Únete a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte después. Si ya tienes una cuenta, accede ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a este tema...
¿Cómo adjuntar imágenes? Súbelas a postimages y copia el "Enlace directo" en el mensaje.

viendo esta sección 0

  • Ningún usuario registrado viendo esta página.

Configure browser push notifications

Chrome (Android)
  1. Tap the lock icon next to the address bar.
  2. Tap Permissions → Notifications.
  3. Adjust your preference.
Chrome (Desktop)
  1. Click the padlock icon in the address bar.
  2. Select Site settings.
  3. Find Notifications and adjust your preference.