Vlorë, Julio de 2010

Insustancial

. Así se podía definir mi vida hasta que hace un par de años tomé la decisión de dar un giro de 180º a la situación.

Toda una vida en mi ciudad de nacimiento,

Vlorë

, una región portuaria del oeste de Albania, de la que sólo me escapé en contadas ocasiones tomando un barco rumbo a Bari, ciudad italiana cuyo puerto está a escasos kilómetros de mi hogar.

Ni siquiera cuando me llegó la hora de cursar mis estudios superiores fui capaz de abandonar el nido, ya que en Vlorë se encuentra la segunda universidad en importancia del país. Allí, durante cinco años, estudié ingeniería naval, nada extraño para un habitante de la ciudad, como se pueden imaginar tratándose del segundo puerto en actividad de Albania.

Dicen que de casta le viene al galgo, pues tanto mi padre como mi padre son ingenieros. De hecho se conocieron en Tirana, capital de la nación, mientras cursaban los mismos estudios de los que me gradué hace escasos años, pero esa es otra historia. Aprovechando la coyuntura y una vez graduado en Ingeniería Naval, mi progenitor me consiguió un trabajo. Bien pagado, sí, pero más aburrido que escuchar una partida de ajedrez por la radio.

Siempre he tenido un vicio confesable; el

fútbol

. Recuerdo con nostalgia la sensación que en mi adolescencia me embriagaba desde aquel asiento que me pareció un inmejorable altar divino en el que divisaba ante mis ojos un verdadero espectáculo más propio de cualquier deidad.

Uno de los dos equipos de la ciudad, el

KS Flamurtari Vlorë

, me robó el corazón para siempre. Con apenas once años vi como, orgulloso, un pequeño club albanés plantaba cara al todopoderoso FC Barcelona en una eliminatoria de la Copa de la UEFA. No fueron capaces de derrotarnos en ninguno de los dos encuentros, pero se llevaron la victoria por el maldito gol del empate a uno que encajamos en el último minuto en nuestro estadio.

La temporada siguiente nos depararía una deliciosa revancha. Tras eliminar al Partizán de Belgrado y Wismut Aue alemán en las dos primeras rondas, el sorteo nos volvía a cruzar con el club catalán. 35.000 espectadores vieron como nos poníamos por delante en el Camp Nou, aunque finalmente nos caerían cuatro goles. Pero la gloria llegó en casa. Vencimos por 1-0, y aunque no avanzamos de ronda, creo que nunca he vivido una victoria igual. Por supuesto, ese día estuve presente en el estadio.

Como les dije previamente, hace un par de años tomé la decisión que cambiaría por completo mi vida. Yo no había venido a este mundo para ser un triste ingeniero naval. Tenía una pasión y mi única meta era encontrar un empleo relacionado con el fútbol.

Como mis años de jugador -amateur- ya habían pasado, la única opción lógica fue la de intentar sacarme el título de entrenador profesional y, por ello, apoyado en los ahorros que había conseguido en el empleo en el que mi padre me enchufó, me marché a Tirana, al cuartel general de la

Federata Shqiptare e Futbollit

, donde pasaría los próximos meses hasta conseguir mi cometido. No me fue complicado conseguir el título.

Gracias a la ilusión que suponía para mí el vislumbrar un futuro ligado al fútbol, las horas se pasaron en un suspiro y me encontré con mi flamante carnet de entrenador, con el que podría dirigir a cualquier equipo profesional, en menos de lo que canta un gallo.

Pero, una vez conseguido el título, la cruda realidad volvió a sacudirme. Encontrar un equipo dispuesto a apostar por un joven entrenador sin la más mínima experiencia en un banquillo de fútbol era una poco más que una tarea hercúlea, por lo que decidí rebajar mis pretensiones para dar el paso atrás necesario para coger carrerilla y preparar el impulso definitivo.

Así es como, en el comienzo de la temporada 2008-09, el

KF Luz i Vogël 2008

, un equipo recién fundado en una región cercana a Vlorë, me contrató como segundo entrenador y mano derecha de

Ndricim Kashami

.

La temporada no pudo dejar mejor sabor de boca. Finalizamos en una sorprendente cuarta posición dispuntando el play-off de ascenso que finalmente se nos escaparía, pero nuestro mayor hito fue el de eliminar al KF Tirana, por aquel entonces 23 veces campeón de la

Albanian Superior League

, en la primera ronda de la Albanian Cup.

El pasado curso no fue tan positivo como mi primero en el Luz, pues pagamos nuestro exceso de confianza y consumamos nuestro descenso a dos jornadas del final de la temporada.

Llevaba ya dos años como segundo entrenador en la Kategoria e Dytë, tercera división en importancia del país, y me veía preparado para, por fin, preparar el asalto definitivo como jefe de un vestuario de la categoría. Es por eso que, con toda la gratitud del mundo por haberme dado mi primera experiencia laboral ligado al fútbol, me despedí del presidente y de Ndricim y emprendí una nueva aventura; la de encontrar un equipo que confiara en mis cualidades para entrenar, de una vez por todas, en la

Tierra de Águilas

.

Nadie dijo que fuera fácil...

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Datos de la partida

• Juego:
  FM
  2011
  
  
• BBDD:
  Grande
  
  
• Ligas cargadas:
  
  
  - Todas las categorías:
  
  Albania
  
  Chipre
  
  Croacia
  
  Grecia
  
  Italia
  
  Macedonia
  
  Rumanía
  
  Serbia
  
  
  - Sólo máx. categoría:
  
  Alemania
  
  España
  
  Francia
  
  Inglaterra
  
  Portugal
  
  
• Jugadores reales:
  Si
  
• Activar filtro de atributos de jugador:
  Si

Bienvenidos a la que espero, por fin, sea la definitiva aventura en esta maravillosa sección del foro que es la Comunidad MLB. Como se puede apreciar en este prefacio, el destino elegido en esta ocasión será algo más exótico de lo habitual, marchándonos nada más y nada menos que hasta Albania. Obviamente, el jugar en una liga tan desconocida es un reto añadido a esta complicada aventura. El entrenador,

Sajmir Kastriot

, como se deja entrever en la parte final de la introducción, empezará en el paro tras abandonar sus labores como segundo entrenador en un equipo de la tercera categoría del fútbol albanés y su única meta será la de ir ascendiendo escalones en su carrera como entrenador profesional. Se han cargado todas las categorías de las ligas que tienen alguna relación cercana con Albania, además de la máxima división de las ligas punteras de Europa, con el fin de potenciar el realismo de la partida de cara a las competiciones continentales tales como la Champions League o la Europa League. El primer paso de esta aventura será el de hacerse un nombre en el fútbol albanés, escalando las diferentes categorías hasta llegar a la Superior League, la máxima división nacional. Todo lo que venga después será una incógnita total, pero siempre se caminará de la mano al mayor realismo posible. Sin más, esto arranca ya mismo...

Un saludo a todos

"Las oportunidades son como los amaneceres:

si

uno espera demasiado, se los pierde"

.-

William George Ward

Tras la cordial despedida en el KF Luz i Vogël 2008, me llegó el turno de buscar un equipo interesado en apostar por un entrenador sin experiencia dirigiendo un vestuario, y es que, a pesar de que la Kategoria e dytë es una liga amateur, donde pocos son los jugadores y técnicos que tienen la suerte de cobrar un sueldo, la tarea no era sencilla. Por suerte aún conservaba unos buenos ahorros de mi anterior trabajo como ingeniero, algo que, para ser sinceros, me ayudó bastante a la hora de dar el salto definitivo.

Así pues me encontraba en mi casa en Vlorë, en pleno verano, observando como todos los banquillos de la tercera división del país estaban ocupados. No parecía haber movimiento -tampoco esperaba lo contrario-, por lo que me mentalicé de que tendría que dejar avanzar la temporada para encontrar un club que, debido a sus circunstancias, decidiera arriesgarse con alguien como yo.

Comenzó el curso y decidí estudiar cada uno de los encuentros como

si

no hubiera mañana.

Si

quería una oportunidad laboral tenía que estar más preparado que nadie y, para ello, nada mejor que conocerse la liga como la palma de tu propia mano, pensé.

Aún así, las jornadas fueron pasando y a pesar de que algunos puestos comenzaban a pender de un hilo, ninguna directiva fue capaz de dar el paso definitivo y desprenderse de su técnico, mientras que en otras ligas un gran número de mánagers habían sido despedidos ya.

Mientras me preparaba para pasar una tranquilas navidades en el domicilio familiar, trabajo más duro que el de prepararse para ser entrenador de fútbol, no lo duden, empezaron a caer las cabezas de los primeros técnicos albaneses. El primero en caer fue un técnico de la Liga e parë, la segunda división en importancia del país, un nivel que quizá era demasiado alto para comenzar mi carrera, por lo que no me atreví a dar el paso y enviar mi -precario- CV.

Pero, una semana antes de Nochebuena, mientras leía el periódico deportivo en una terraza desayunando un café con unas pastas de menta, apareció, entre toda la información de la Superior League, la noticia que llevaba tanto tiempo esperando.

A comienzos de temporada, un consorcio de inversores daneses había adquirido en propiedad un club de la Kategoria e dytë, el

KS Egnatia Rrogozhinë

, trayendo consigo un técnico de confianza. Pero, una vez avanzada la campaña y llegados al ecuador de la misma, los resultados no eran los esperados por los miembros del consorcio.

El club, que según las previsiones de la prensa aspiraba al cuarto puesto, se encontraba una posición por encima del farolillo rojo, con 17 encuentros disputados y tan sólo una victoria, habiendo recibido 23 goles en contra por 12 a favor. La situación era extraña, pues, a priori, el equipo parecía aspirar a más. Por supuesto, no estaba yo en posición de andarme con exquisiteces, por lo que, a la mañana siguiente, me acerqué a Rrogozhinë, una región no demasiado distanciada de Vlorë, y me entrevisté cara a cara con el presidente de la entidad.

"Somos un club amateur, no podemos ofrecer presupuesto para fichajes ni para sueldos, aquí nadie tiene contrato profesional"

fueron las palabras de Flemming Ostergaard, cabeza visible del consorcio de inversores daneses, en un inglés bastante fluido que gracias a mis estudios superiores comprendí a la perfección.

Como dije anteriormente, en mi situación no podía dejar pasar un tren como éste, por lo que acepté la oferta y, tan sólo un día después de Nochebuena, me coloqué mi chándal para dirigir mi primera sesión de entrenamiento.

Rrogozhinë, mi nuevo hogar.

Rrogozhinë, Diciembre de 2010

A mi llegada, en la ciudad reinaba un clima de intranquilidad. Rrogozhinë, situada en el distrito de Kavajë perteneciente a la capital del país, Tirana, es una región de casi 29.000 habitantes, un núcleo urbano sin demasiados lujos. Todo el mundo en el entorno del club era consciente de lo complicado de la situación de la que me había hecho cargo. El club, que aspiraba a una cuarta posición en el inicio de la temporada -siempre según las previsiones de la prensa-, se encontraba sólo un puesto por encima del farolillo rojo de la clasificación, con tan sólo una victoria en los 17 encuentros disputados hasta el momento. Probablemente una de las causas de que la situación sea la que es en estos momentos es la juventud de la plantilla. Al ser un equipo de carácter amateur, muchos son los jóvenes que intentan dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol, siendo así la edad media del equipo de apenas 17 años. Una temeridad, pero pocos jugadores más serían capaces de jugar sin un contrato profesional.

Tras las sencillas

negociaciones

con el nuevo presidente, preparamos un reunión con los escasos integrantes del cuerpo técnico; mi segundo entrenador, un preparador y un ojeador, nada mal para un equipo amateur. En dicha reunión me explicaron la situación actual del club, me indicaron cuales eran sus especialidades a la hora de entrenar a los chavales y discutimos gustosamente tanto las posiciones más necesitadas de la plantilla como los jugadores idóneos para ejecutar las jugadas a balón parado. Fue una asamblea agradable y cordial, donde todos pusimos sobre la mesa nuestras impresiones y, por supuesto, nuestro deseo de sacar adelante la situación el la media temporada que aún teníamos por delante antes del final del curso.

El KS Egnatia Rrogozhinë es un club sin demasiada historia. Fundado en 1964 con el nombre de 22 Shtatori Rrogozhinë, en 1991 cambió su nomenclatura por Vullneti Rrogozhinë hasta que en 1998 adoptó la actual y definitiva.

Apenas ha participado más allá de la Kategoria e dytë, salvo en la 2002-03 en la que, para sorpresa de todos tras ascender por primera vez a la Liga e parë, se consiguió el subcampeonato en dicha competición, logrando el ascenso a la Superior League, en la que se descendería tan sólo un año después.

Desde entonces, el club se ha acostumbrado a deambular por su actual división, con más pena que gloria a pesar de que las previsiones para la presente temporada eran bastante halagüeñas. Como se comentó anteriormente, las previsiones no se cumplieron y el club ronda las posiciones de peligro con tan sólo una victoria una vez superado el ecuador del curso.

A pesar de la deuda que ronda los 500.000 euros, la economía de la entidad está a salvo. Con casi 600.000 euros de superávit y un balance de cerca de 170.000 euros, el futuro del club no corre peligro. Obviamente, esta situación agradable se ha encontrado gracias a la inyección económica que ha supuesto la llegada al equipo del consorcio danés.

Por su parte, el club cuenta en propiedad con el

Stadiumi Rrogozhinë

, un estadio con capacidad para unos 4.000 espectadores, todos ellos sentados. Además, a pesar de haberse disputado casi una decena de encuentros este curso, el estado del césped es bastante bueno. Desgraciadamente, y como es lógico, las instalaciones de entrenamiento y de preparación de juveniles son muy básicas, por lo que será uno de los puntos a tratar en un futuro no muy lejano

si

se consigue enderezar el rumbo.

La

Kategoria e dytë

, tercera división de Albania, se disputa desde el 21 de agosto hasta el 21 de mayo ininterrumpidamente. Está compuesta por 17 equipos que disputan entre sí un total de 32 jornadas, descansando uno de ellos en cada ronda al ser un número impar de clubes.

Los dos primeros clasificados ascienden directamente a la Liga e parë, mientras que el tercero y el cuarto juegan un play-off para decidir el tercer club ascendido a la división superior. Existen dos periodos de fichajes que comprenden los meses de julio y agosto en verano y de principios de enero a finales de febrero en el periodo invernal.

Nuestra situación inicial no es la mejor. Apenas somos capaces de anotar goles y por el contrario nuestra defensa se ha mostrado demasiado espesa en el primer tramo de campaña, teniendo el segundo peor ratio de goles a favor/goles en contra sólo superados por el colista de la categoría, el Çlirimi. Tras 17 encuentros, el bagaje de puntos es bastante pobre. Sólo una victoria y 9 tristes empates, a los que hay que sumar 7 derrotas más, habiendo conseguido un total de 12 puntos, 15 por debajo de la posición a la que a principio de año parecía que el equipo debería aspirar.

Lo único que podemos sacar positivo de la temporada es la asistencia media a nuestro estadio, la más alta de la categoría siendo de 869 personas, prácticamente el doble del segundo club con más asistencia: Albpetrol Patosi (416). Una luz al final del túnel.