Jump to content
FMSite en modo aplicación

Una mejor manera de navegar. Saber más

Football Manager Español - FMSite.net

Instala FMSite en modo App en tu dispositivo para mejorar la experiencia, recibir notificaciones nativas, premios y más!

Para instalar esta aplicación en iOS o iPadOS
  1. Tap the Share icon in Safari
  2. Scroll the menu and tap Add to Home Screen.
  3. Tap Add in the top-right corner.
Para instalar esta aplicación en Android
  1. Tap the 3-dot menu (⋮) in the top-right corner of the browser.
  2. Tap Add to Home screen or Install app.
  3. Confirm by tapping Install.

Respuestas destacadas

  • Autor

BOLOGNA.png

Reflexiones sobre un mes de cambio

cigarini_0.jpg

Mientras Italia se coronaba campeona de Europa, justo cuando la inestabilidad amenazaba, otra vez, el fútbol nacional, en Bologna vivíamos una revolución silenciosa. Desde el desespero y la incertidumbre inicial, hoy, primero de Agosto, podemos ir a la Plaza Mayor y anunciar que el equipo va a jugar muy bien al fútbol este año. Si bien es posible que la plantilla aún no esté cerrada, en el caso de que no haya ninguna incorporación más podemos estar satisfechos de lo bien que nos hemos movido en el mercado. Llegaron cinco fichajes, además de los tres hechos por el club antes de mi llegada, dos de los cuáles cuentan con total aval dentro del proyecto naciente, definimos tres acuerdos de co-propiedad a nuestro favor y logramos ingresar 8.5 millones de Euros en ventas, ninguna de ellas forzada, contra 7.25 de gasto en contrataciones.

De los ocho fichajes, la mitad son jugadores que vienen a llenar un vacío futbolístico de la plantilla de la temporada anterior. Queremos que los rivales nos tengan que defender desde el primer pase, pero en el equipo que terminó decimoquinto el curso pasado no había ni un sólo futbolista con capacidad para pesar en la base de la jugada con la pelota. Dicha situación hacía del fútbol practicado uno muy poco heterogéneo e incluso predecible. Este hecho seguramente fue entendido por mi antecesor, y de ahí uno de sus fichajes: Martí Riverola, mediocampista español de base de la jugada. Riverola es un buen futbolista, pero se quedaba corto. Luca Cigarini y Fernando Belluschi fueron los elegidos para reforzar el circuito de salida. Son dos jugadores a los que no deberíamos poder acceder, y menos por la nimia cantidad de dinero que gastamos en ellos. A pesar de ello, son apuestas arriesgadas porque se ficharon para jugar en posiciones en las que nunca han jugado o lo han hecho muy poco. El otro jugador que llegó fue Dodô, lateral izquierdo que daría versatilidad a ese primer pase.

Hoy tenemos veintidós jugadores en plantilla, a razón de dos por puesto posible, una escala salarial compuesta de forma jerárquica según la importancia en el equipo, una línea de jugadores reserva, en la cual gastamos 1,7 millones de Euros de salario - Equivalente a un jugador clave-, que lucharán por tener minutos. Salvo el lateral derecho, dónde ni Garics ni Diakité, fichaje de Pioli, convencen, lo más seguro es que no necesitemos ningún fichaje más. En un mes hemos confeccionado un equipo que mejora el nivel medio de las últimas plantillas del club y con números verdes en el balance. Ilusión y mucho margen para crecer.

¡Qué ganas hay ya de jugar!

Fichajes/Plantilla/Reserva

Que Football Manager utilizas? en caso de ser el 12 te recomiendo que uses a Gaston Ramirez, es un jugón.

  • Autor

BOLOGNA.png

Que Football Manager utilizas? en caso de ser el 12 te recomiendo que uses a Gaston Ramirez, es un jugón.

El 12, sí. Gastón Ramírez tendrá muchos minutos, ya verás en el próximo post. ;)

En ese caso me encanta, nunca entiendo porque siempre el Bologna lo da cedido.

  • Autor

BOLOGNA.png

Decisiones

Gaston%252BRamirez%252BBologna%252BFC%252Bv%252BCitta%252Bdi%252BPalermo%252BzercqYTlOPUl.jpg

La obsesión de este club es la excelencia, que es inalcanzable y, por tanto, nos obliga a una búsqueda infinita e interminable por algo que sólo se pretende. Es la excusa perfecta para la motivación continua y es la conciencia perenne que nos obliga a tomar decisiones que nos lleven siempre más allá.
Si
bien las aspiraciones del equipo, de momento, son cortas, la ambición no lo es. Aquí hay ánimo y ambición de grandeza, pero serenidad y sensatez en las formas.

El diseño y la planificación de la temporada y la pretemporada respondía a esa línea de ambición y cordura. Fichar jugadores que, salvo las oportunidades de mercado presentadas, eran imposibles para el club, y que además representasen un salto en las posibilidades futbolísticas del equipo, todo eso sin perder balance económico ni desequilibrio en la plantilla fue un logro de grandes proporciones. En el papel todo brillaba con luz propia, mas en el césped aún no se había probado nada y aún había margen para que algo saliera mal. A priori, la intención de juego era crear un circuito aseado de salida en campo propio y correr en campo contrario, con ligeras pausas y matices aquí y allá, pero con esa idea macro siempre en la cabeza. Los jugadores, materia prima indispensable, eran adecuados sin duda para ello y además se contaba con jugadores físicamente portentosos para corregir, correr y dar tiempo en caso de que la jugada misma no nos diera poso defensivo.

Detalles que pedían cambio

Tras los dos primeros partidos de pretemporada, ante el Leganés y el Racing de Santander, el cambio era necesario. Darse cuenta de ello era fácil, tomar la decisión de hacerlo con tan sólo dos partidos de pretemporada y tras una inversión tan bien hecha como la que se había hecho en el mes de julio... No tanto. El riesgo del error y, sobre todo, la posibilidad de perder la sensatez y convertir la ambición en codicia se mostraban más cercanas al acierto. En realidad no habíamos jugado mal en los dos encuentros disputados y sí, los vicios del sistema de juego que, aunque incipiente, parecían incorregibles incluso en el máximo grado de madurez táctica, eran una amenaza evidente al proyecto, sin embargo, la plantilla era buena, equilibrada y llena de jugadores con muchos matices para poder tomar giros en otra dirección sin cambiar el lienzo. Esa parecía en el momento la decisión más coherente y ecuánime posible, aunque una sombra de dudas se podía erigir en torno a la misma. ¿Un club que está obsesionado con la excelencia podía tener la oportunidad de tomar decisiones que lo lleven hacía ella y escapar de tomarlas, o bien tomarlas a medias, en pro de mantener el equilibrio? ¿Un proyecto futbolístico que quiere que sus futbolistas desequilibren todo el tiempo al rival y que los obliga a tomar decisiones continuamente se puede negar a hacer lo mismo en la planificación futbolística cuando aún tiene tiempo para hacerlo? Me temo que no.

Un nuevo modelo de juego

Los entrenadores no siempre somos conscientes de que el fútbol que practique un equipo tiene que estar ligado íntimamente con el fútbol que nazca de los futbolistas del equipo. Definir el estilo y el sistema de juego depende de ello la mayoría de las veces, aunque claro, el entrenador puede hacer una abstracción para dejar su sello en el equipo que él crea. Cuando pensé en el Bologna que quería me imaginé un equipo dúctil con balón, flexible en su ocupación del espacio en las cuatro fases del juego y especialmente plástico en campo contrario, capaz de abrirse y cerrarse, sin perder profundidad, a distintas alturas del lado rival y lo suficientemente hábil para hacerlo rápido para no dar tiempo al otro equipo de descifrar nuestra creación. Me imaginé un conjunto que empezara la creación de la ventaja desde muy atrás para que pudiera llegar a zonas ofensivas con superioridad y no con intención de crearla allí. Me imaginé un equipo que estuviera preparado para defender ataques interiores y exteriores gracias al poso defensivo que le diesen sus actuaciones ofensivas; sin embargo, en el momento de componer ese equipo encontré que mis futbolistas tenían defectos que podían hacer imposible el Bologna de mi sueño. En primer lugar, la pareja de centrales que saqué de la chistera para poder cumplir con la obligación de crear juego desde el primer pase está compuesta por dos futbolistas que no conocen el puesto y que pueden fallar en aquello que es rutinario para los centrales de oficio. Había que protegerlos de los centros laterales y, por tanto, dedicar un esfuerzo mayor de lo normal a la defensa del juego exterior. En segundo lugar, el mediocentro elegido para temporizar y catalizar el fútbol del equipo tampoco es un mediocentro al uso. Belluschi es claramente un jugador de base de la jugada, pero no está acostumbrado a las labores más oscuras del pivote clásico. Por ello se tomó la decisión de protegerlo con el derroche físico de Diego Pérez y auxiliarle en la creación con dos futbolistas más adelantados que simplificasen el proceso de creación de espacio, pero Diego falló. Su lentitud en la toma de decisiones resta fluidez al juego y, como soldado, no llega a cubrir todo el espacio necesario y el equipo terminaba ofreciendo una autopista interior por culpa de las ventajas no obtenidas con pelota y la insuficiencia defensiva sin ella. En tercer lugar, la idea de jugar con un sólo delantero que apoyara la circulación y aportara juego de espaldas, ruptura y gol me llamaba poderosamente la atención con Di Vaio en el equipo, pero la exigencia del modelo de juego original, probado ante el Leganés y el Racing, era insostenible. La ocupación de los espacios en ataque debía, entonces, estar mejor distribuida y compensar mucho mejor las cargas futbolísticas.

Ante esa disyuntiva la primera decisión que tomé fue sacar a Pérez del equipo. Diego era el alma del equipo de Pioli y en el año de transición aún podía sumar, pero
si
su fútbol iba a ser una debilidad, en lugar de un eslabón fuerte de la cadena, lo mejor era cambiar y crear nuevos escenarios en ese espacio. Cigarini había estado espléndido en ambos partidos, mas el miedo al error aún permanecía. La solución a ese problema la hallé en 1982 y en Liedholm. La Roma D'il Barone solía alinear a Di Bartolomei como líbero y poner a Vierchowod de central por delante de él. Di Bartolomei era un futbolista brillante con pelota y con una gran lectura defensiva de la situación, aunque sin las condiciones ni el oficio del central. Cigarini encajaba en esa descripción y Mudingayi lo hacía con el guión exigido para Vierchowod, al menos en cuánto a guardián de Di Bartolomei. De tal forma, la alineación del líbero + central abrió una puerta interesante para desarrollar lo que en un principio imaginé desde algo tan atrevido que nunca había pasado por mi mente.

Como entrenador siempre he apostado por la asimetría para generar las condiciones necesarias para desarrollar el fútbol que buscaba en mis equipos, aunque también he sentido curiosidad por la escuela holandesa que plantea figuras geométricas para potenciar los circuitos de pelota entre los futbolistas. ¿Unir ambos conceptos dentro de un marco de juego que también aúne otros conceptos de juego que son básicos dentro de mi formación como entrenador? ¿No sería esa un método de ocupación de espacios que simplifique la obtención de un circuito de salida prolijo sin limitar la flexibilidad de las líneas del equipo? Sí, sí, sí. La idea solucionaría ampliamente los tres problemas que planteaba el modelo de juego original, y daría herramientas a mis futbolistas para llevar lo planeado a lugares de mayor exigencia para los contrarios. De un sólo movimiento ganaba seguridad ante la falta de oficio de jugadores claves en la transición y fase defensivo, un circuito de salida heterogéneo y aseado, un nexo de unión que otorgue fluidez a la transición ofensiva y defensiva sin exigencias físicas inalcanzables, y una ocupación espacial en ataque más organizada y natural, todo girando desde la misma idea de crear la ventaja pronto y atacar con ráfagas y ligeros matices más, y, de hecho, con un cambio: Atacar con más futbolistas sin perder equilibrio.

Ilusión ante un futuro ¿brillante?

El nuevo modelo de juego tuvo un impacto profundo y positivo en el juego del equipo. Se alejó de los vicios originales, creó nuevos escenarios con mucho potencial para desarrollar, y dotó al equipo de un nuevo empaque. Gracias al cambio, jugadores como Casarini, Pulzetti, Diakité o Ramírez, que en un principio eran jugadores de rotación, dieron un paso al frente y encontraron una gran adecuación a lo pedido por el sistema. Ramírez, por ejemplo, demostró ser un futbolista capaz de combinar pausa en zonas menos adelantadas y agresividad, ambición y verticalidad en las zonas en las que queremos dañar al contrario. Casarini compensa con facilidad las decisiones de Belluschi y Ramírez, además de añadir una opción más al pase de Cigarini, que siempre encuentra un receptor interior para salir jugando. Pulzetti ofrece amplitud y profundidad en campo contrario, regalando una ocupación más equitativa del espacio sin perder juego medio y sacrifico defensivo. Di Vaio es quién más nota el cambio pues ahora sus apoyos son de menor recorrido y está más cerca de la gestión ofensiva y menos lejos de las orillas.

Para rellenar la plantilla según el nuevo modelo llegaron Juan Guillermo Cuadrado y Matteo Brighi. El colombiano es un volante derecho que le dará una alternativa picante al oficio de Pulzetti, ideal para partidos atascados en los que antes, según el modelo original, era Diamanti, que empezaba en posiciones mucho más atrasadas, el encargado de sacarnos por fuera de los posibles atascos interiores, pero que con su nueva posición le es imposible. Por su parte, Birghi, ex-jugador del club, es un mediocampista gladiador, pero de buen pie y mucho más ágil que el ruso Pérez. Podrá relevar varias posiciones sin que se pierda el sentido de juego ni se pase a jugar con un equipo de fútbol de 10+1.

Y el cambio, que se antojaba difícil de encajar dentro de la excelencia en la gestión económica, no modificó el balance financiero logrado en julio. Movimiento ganador que empezó a dar los frutos con la victoria en Coppa Italia: 5-2 ante el Frosinone.

Francesco Eco.

Amistosos/Entrenamiento/Fichajes/Once tipo

  • Autor

gazzetazb4.jpg

Eco demoró, aunque ilusiona

aac6a4174805b9b519edbd94b6e57b47-47492-46d0d2d6a80d48706aa3d793de24ca67.jpeg

No sé si lo sabía de antemano, pero lo cierto es que Eco tardó en tomar la decisión que cambió el curso del partido a su favor. Mientras el Bologna, a pesar de transitar con cierta facilidad, se nublaba en 3/4 de campo, el Catania conseguía hilar ocasiones desde la fórmula más vieja del fútbol: El engaño. Alejandro Gómez recibó a a ya una avanzada altura pegado a la cal izquierda del cambo y amagaba con el fuera-fuera para terminar siempre haciendo el fuera-dentro; Kozák, desde la frontal, amenazaba con tirar el apoyo a espaldas del lateral derecho, y Lodi atacaba el segundo poste para rellenar el área. La duda minaba la confianza de la zaga rossoblu que, como consecuencia, reculaba y ofrecía asíun contexto perfecto para el fuera-dentro de Gómez. El argentino se metía y desde sus acciones su equipo lograba probar portería. Sólo hasta que desde Gómez el Catania se puso adelante en el marcador, con gol de Lodi, Eco modificó su planteamiento y propuso un trabajo más específico sobre Gómez, escalonando la marca, regalándole el fuera-fuera y expulsando sus recepciones hasta el mediocampo, dónde la conexión con Kozák no era lo suficientemente fuerte para dinamitar el sistema defensivo del Bologna.

A partir del cambio, el Bologna pasó a dominar el partido, logrando además un mayor aclarado en su accionar en zona de aceleración y, como consecuencia de ello, gestó; jugadas claras de gol a las que Andújar respondió con solvencia. La actuación del portero argentino fue clave para el triunfo del Catania, y el Bologna, a pesar de generar el juego y las ocasiones necesarias para ganar, no pudo sobrepasar la figura del ex-Estudiantes.

Aún con la derrota el equipo de Eco ilusiona y empezó a dibujar las líneas de lo que parece uno de los equipos más atractivos del Calcio 12-13. Para destacar la gran sociedad que forman Dodô, Diamanti y Di Vaio por la zona siniestra del campo. Los tres jugadores se reparten el espacio sincronizadamente y los tres amenazan con ruptura a espaldas de la defensa, movimiento que puede dar muchos puntos en la temporada al equipo de Eco.

Danielle D'Amico

Alineaciones/Datos/Calificación

Editado por rey

Corregi los codigos, abrazo.

  • Autor

gazzetazb4.jpg

Siniestra a diestra

dodo.jpg

El empate sabe a poco. El Bologna fue superior desde el primer segundo hasta el último y mostró ya luces de equipo trabajado y un gran poderío futbolístico. Los de Eco no se andan con pequeñas y ya en la jornada dos muestran que es lo quieren ser y que son muchas veces por partido: Obsesionados por salir jugando, crear ventajas desde el primer pase y encontrar, desde Cigarini y Belluschi, recepciones interiores en campo contrario. Salen por derecha, viven en la izquierda y matan en el otro lado. De diestra a siniestra y de izquierda a derecha.

Si lo de Cigarini y Belluschi en salida es para aplaudir, lo realmente sorprendente pasa en la izquierda. Allí el Bologna se aposenta desde el trío Dodô-Diamanti-Di Vaio, quiénes se asocian, reposan el juego y cambian el ritmo a placer. Dodô, el lateral izquierdo, se salió desde su fútbol de apoyos, rupturas y gambeta corta. Por el otro lado, Pulzetti es un acordeón que se cierra y se abre en todas las alturas dependiendo de lo que el juego demande, convirtiendo el ataque Rossoblú en una flecha afiladísima o en una estampida con chinchetas en las bandas. Y, además, siempre carga al segundo poste... ¿Resultado? Dos goles en tres partidos oficiales. Las bandas de Eco son puro fútbol y aún esperamos que su carril central despegue. Ayer Gastón Ramírez se cansó de ser improductivo, pero se le espera.

Danielle D'Amico

Alineaciones/Datos/Calificaciones

  • Autor

gazzetazb4.jpg

Fiesta de goles en los Apeninos

Alberto_Aquilani_1457261c.jpg

El fútbol es un juego de errores más que de aciertos. La equivocación siempre es posible, siempre está presente y los entrenadores buscan fervientemente generar situaciones de juego en el que su impacto sea menor; sin embargo, también hay cosas como el del Bologna, cuya disposición de juego los expone a cometer errores de forma sistemática en zonas dónde estos se pagan muy caro. Ayer, por ejemplo, esa disposición hacía la equivocación les arrebató el Derby de los Apeninos cuando lo podían haber ganado.

La transición Rossoblú es muy dañina. Transitan, transitan, transitan y tensan la pelota hasta llegar a zona de aceleración, dónde, a pesar de no ser tan claros como seguramente espera su entrenador, conjugan movimientos muy finos con jugadas agresivas que resultan dañinas para cualquier defensa. En la otra área, viven al límite y suelen caer del lado equivocado muchas veces. La Fiorentina no hizo mucho, pero liderados por un impecable Alberto Aquilani lograron quitarle la pelota al Bologna y exponer todas sus vergüenzas defensivas en un partido lleno de goles y que pudo ser para cualquiera. Hay potencial, pero los de Eco deben aprender a competir mucho mejor.

Danielle D'Amico

Alineaciones/Calificaciones

Únete a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte después. Si ya tienes una cuenta, accede ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a este tema...
¿Cómo adjuntar imágenes? Súbelas a postimages y copia el "Enlace directo" en el mensaje.

viendo esta sección 0

  • Ningún usuario registrado viendo esta página.

Configure browser push notifications

Chrome (Android)
  1. Tap the lock icon next to the address bar.
  2. Tap Permissions → Notifications.
  3. Adjust your preference.
Chrome (Desktop)
  1. Click the padlock icon in the address bar.
  2. Select Site settings.
  3. Find Notifications and adjust your preference.