HISTÓRICAS SEMIFINALES PARA LOS HAMMERS Sigue rompiendo pronósticos el conjunto de Hoeness. En esta ocasión deja en la cuneta a un viejo conocido como el Chelsea, que fue algo mejor en un encuentro tremendamente igualado y que se decidió en el último suspiro. Un gol en propia meta de Fofana mete al West Ham en unas semifinales de Champions. Un logro ni siquiera pensado por los más optimistas a principio de campaña. Partido trabado en el primer acto, que se animó en la segunda parte con el empate de los locales. Los Hammers estuvieron contra las cuerdas pero llegaron al tramo final con más gasolina y se llevaron la eliminatoria en una jugada afortunada. No realizó muchos cambios Hoeness respecto al partido de ida, manteniendo las bajas de Bazdar y Danny Ings, y volviendo a apostar por la 4-3-3, saliendo sin miedo en terreno hostil. En el once inicial solo el cambio de Olise por Kudus en el extremo diestro. Pochettino mantuvo también su esquema 4-2-3-1, pero sumaba la baja de Nkunku por lesión a las de Sterling, Mudryk y Lukaku. El argentino sorprendía con varias decisiones, como las de dejar fuera de la convocatoria a Chillwell o Pedro, ambos titulares en la ida. Hasta 4 cambios en el once titular, con las entradas de Badiashile en el centro de la zaga, Henrichs en el lateral zurdo, Nicolas Jackson en el extremo izquierdo y Armando Broja en punta de ataque. Como ocurriera en el primer encuentro, mucho respeto inicial a pesar de las presiones altas de ambos conjuntos. Juego lleno de imprecisiones y pocos espacios encontrados para generar situaciones de peligro. Con poca creatividad en la medular, ambos conjuntos se encomendaban a sus extremos diestros, los más activos. Madueke estaba eléctrico, buscando constantemente encarar a su par, mientras que Olise, más atrevido que acertado, buscaba pases filtrados para los desmarques de Simeone. Sea como fuere, tanto Petrovic como Areola eran meros espectadores. Los locales empezaron a buscar el lanzamiento lejano como recurso, sobre todo un Cole Palmer que actuó como mediapunta. El inglés encontró los tres palos en numerosas ocasiones, aunque se topaba con un Areola bien colocado. Para los visitantes la mejor ocasión fue para Simeone, tras un gran pase al espacio de Baturina que cruzó el argentino y obligó a Petrovic a desviar a córner con apuros. Pasaban los minutos y el partido transcurría buscando el descanso, cuando llegó el tanto de los Hammers en una jugada tan embarullada como la primera mitad. El despeje de un córner queda corto, Zouma la pone al segundo palo, un defensor tapa el remate de Guéhi y Rivera está atento para enviar el rechace a guardar. Gol psicológico y el West Ham se marchaba al descanso con mejores sensaciones. Pochettino retiraba a Enzo Fernández y ponía a Roméo Lavia, buscando más energía en la medular. Tras la reanudación salió mejor el conjunto visitante y Simeone pudo doblar la ventaja, pero de nuevo se topó con Petrovic. Madueke volvía a ser el más peleón de los locales y en una pared con James se plantó ante Areola, el francés desvió el tiro y Broja enviaba el esférico de cabeza a la red. Tras el empate el Chelsea se vio revitalizado y empezó a generar más peligro, siempre a caballo de Madueke o de disparos de Cole Palmer desde la frontal. La figura de Areola emergió para mantener a los suyos en el partido y fue clave con un par de intervenciones de mérito. El técnico local retiraba a Madueke para sorpresa de todos y el peligro bajó muchos enteros. Hoeness también movía el banquillo, buscando el control de balón perdido y metiendo a Alex Scott de mediocentro. Ni Ward-Prowse ni Baturina tuvieron el día en la medular, pero poco a poco el peligro fue cambiando de área. El balón parado fue el mejor aliado de los Hammers, con dos cabezazos a sendos saques de esquina, el primero de Guéhi alto y el segundo de Zouma con un paradón de Petrovic. Parecía más entero el West Ham en los últimos minutos y que llegaba con más gasolina, ganando los balones divididos. La prórroga parecía lo más justo viendo cómo había transcurrido el encuentro. Pero en una jugada sin aparente peligro, Alex Scott evitó que un balón se perdiera por la línea de fondo, quiso poner el centro a Jovic y Fofana desviaba el balón hacia su propia portería. Júbilo en la afición Hammer e incredulidad en la de los Blues. Los de Pochettino no pudieron reaccionar y el West Ham se metía en unas históricas semifinales de la máxima competición continental. Tras el varapalo de la ida, el Liverpool consiguió vencer en Alemania al Borussia Dortmund por 0-2, con goles de Sancet y Kobel en propia portería. Gran remontada del Milán, que derrotó a la Juventus por 4-1. Loftus-Cheek y Rafael Leao ponían por delante a los locales, Weah volvía a poner en ventaja a la Juve, pero Pulisic y Reijnders, en el descuento, dieron el pase de ronda a los milanistas. El Manchester City vendió cara su eliminación, venciendo en el Bernabéu por 1-2, aunque no fue suficiente. Haaland adelantaba a los Citizens, Camavinga empataba en el 78 y un minuto después Haaland volvía a dar esperanzas. Pero el marcador no se movería más y los de Guardiola quedaban fuera. Duelo inglés en semifinales entre Liverpool y West Ham, que dejará un conjunto de la Premier en la gran final. Los Hammers tendrán el factor campo a favor, pudiendo decidir la eliminatoria en casa. En la otra semifinal duelo entre los dos clubes con más antorchados de la competición. Milán y Real Madrid se las verán en una eliminatoria entre los líderes de sus ligas, con la vuelta en el Bernabéu. Klopp contra Ancelotti será la batalla en los banquillos.
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