24 de Diciembre… Sofá, televisión con programación extraña, pizza barbacoa y un “ice wine” Vidal o vino de hielo del que mis padres me habían mandado algunas botellas desde Canadá. Comida “basura sí, pero regada con buen vino al menos.

No estaba prestando mucha atención a la tele, la programación estival era cuanto menos paupérrima, tan solo la mantenía encendida para escuchar alguna voz de fondo que ocultase las voces espontáneas que desde la calle entonaban algún villancico. Yo mientras estaba más pendiente de leer los mails que me llegaron y no leí por parte del club con la confirmación de la llegada de Rusescu y la incorporación secreta de Jonathan Vila y las salidas de Mehmedi a su club de origen y de Mejía al Deportivo de La Coruña por 250.000€. El regreso al club iba a estar interesante.

Personalmente odiaba la navidad, no era odio como tal sino más bien una especie de rechazo por todo lo que conllevaba. Regalos, buenas caras forzadas, cenas explosivas…bueno, quizá esto último en mi caso era una excepción pero, al menos no había tenido que cocinar yo.

El vino iba cayendo poco a poco, botella y media llevaba ya y estaba consiguiendo relajar mi mente quizá incluso hasta dormirme, entrar en esa fase en la que escuchas todo a tu alrededor pero no distingues absolutamente nada.

No era alcohólico ni mucho menos pero, la soledad y el aburrimiento hacen que te aferres a lo primero que agarras y en este caso yo agarré el vino y la pizza aunque claro, esta última se acabó antes de lo esperado y solo me quedó la compañía granate y fría del vino.

Empezaba a perder la noción del espacio-tiempo gracias al efecto alcohólico de mi compañía, tanto fue así que al final terminé quedándome dormido en el sofá despanzurrado como si fuese un león en plena sabana africana bajo un sol de cuarenta y muchos grados.

Mi paz inducida se rompió con el sonar de una campana que no supe distinguir de donde provenía con su primer toque. Su segundo toque hizo que me levantase del sofá y prestase atención a duras penas de todo lo que me rodeaba y por último, su tercer toque hizo que me dirigiese a la puerta de entrada, conocedor ya del culpable del ruido: el timbre. Iñaki al parecer tenía razón, los molestos fantasmas de las navidades habían decidido hacerme una visita.

A paso cansino me planté delante de la puerta y abrí de golpe.

- ¿¡Qué haces tú aquí!?

Una sonora bofetada cruzó mi cara dejándomela dolorida y aun más colorada que el vino que poseía.

Editado Mayo 13, 201411 años por jaxx767

- ¿Eso es todo lo que se te ocurre decir tras once años? Sinceramente hubiese estado mejor una “gracias por los girasoles” o “feliz navidad” al menos.- La cara aun me escocía del tortazo recibido y mis ojos no podían parpadear del asombro mientras miraban fijamente a la persona que había roto mi paz, mi cara y mis esquemas.

Allí estaba, plantada en el umbral de mi puerta con la misma cara blanca, perfilada sin errores, impoluta y esos ojos avellana que me escrutaban una y otra vez en busca de cualquier reacción por mi parte. Allí estaba Emma, la razón por la que conocía Almería y por la que aun me preguntaba si había sido una buena idea volver tras once años sin haber pisado la ciudad más de veinticuatro horas.

- ¿No vas a decir nada? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no volviste? ¿Por qué no me dijiste nada y desapareciste?- Los labios de Emma se iban tornando en un puchero infantil muy típico de ella mientras dos lagrimones caían por sus mejillas. Mis manos la atrajeron hacia mi y la abracé fuerte. Emma empezó a llorar desconsoladamente.

Eran las cinco de la madrugada y allí estábamos Emma y yo, sentados de mala manera en el sofá de mi casa mientras una botella de vino de hielo circulaba entre nuestras manos.

Cuando conocí a Emma ella no bebía y por lo que pude ver, hacía poco que había tomado la costumbre de hacerlo ya que el vino estaba haciendo estragos en su habla.

- Así que a pesar de todo me has ignorado…- Emma me tendió la botella de vino mientras me miraba. Su cara blanca, perfecta incluso sin maquillaje se había tornado rojiza a causa del vino y sus ojos no conseguían mantenerse abiertos del todo más de un minuto.- Leí que estabas por aquí haciéndote cargo del Almería pero no me lo creí y mira tu por donde resultó ser verdad…Hice algunas llamadas y bueno…te encontré ¿Te gustaron los girasoles?

- Por supuesto, me encantaron. Un momento ¿llamadas? ¿A quien llamaste para averiguar donde estaba?

- Danny…el alcohol no se me ha subido tanto como para revelarte mis fuentes. El caso es que te he encontrado, estás aquí y no has venido a verme ¿Por qué? – Emma intentaba ponerse todo lo seria que su estado la permitía.

- No lo se…Creo que no estaba preparado para reconocer mi error, el de no volver aquí contigo.

- Vaya vaya con el entrenador que aspira a primera división…va a resultar que es un cobarde.- Emma hablaba con un tono burlón remarcado debido a la bebida.

- Cobarde no, digamos que doy demasiadas vueltas a las cosas, nada más.

- Pensar pensar…donde estará aquel chico que decía que no hacía falta pensar tanto las cosas…- Emma se levantó del sofá y se quitó la blusa.- ¿Y el dormitorio?

- ¿Qué haces?- Mis ojos se abrieron como platos. No recordaba el cuerpo de Emma tan perfecto como aquella noche.

- Irme a dormir, es tarde y tengo sueño.- Hice amago de levantarme.- Tranquilo canadiense, tú hoy duermes en el sofá, a fin de cuentas estoy enfadada contigo. Dime, ¿dónde está el dormitorio? - Señalé la puerta de mi dormitorio torpemente y Emma se dirigió a él mientras se deshacía también de su falda por el camino.- Buenas noches Danny.

- Buenas noches Emma. Te quiero.- Los niños y los borrachos nunca mienten me decían…y yo acababa de decir una verdad innegable. Menos mal que Emma no llegó a escucharme.

Abrí los ojos poco a poco, acostumbrándolos a la luz del sol que entraba por la ventana. Tenía un fuerte dolor de cabeza y otro aun peor de espalda, el dormir en el sofá había causado estragos en mi cuerpo.

Me levanté sin hacer ruido y fui despacio hacia mi habitación en busca de Emma, al asomar la cabeza vi que no estaba ¿Había sido un sueño? No, aun flotaba en el aire el aroma de su perfume y eso no podía ser una ensoñación.

Entré del todo en mi dormitorio y dirigí la mirada hacia la almohada. Emma había dejado una nota encima.

“A pesar de todo, de tu huida, de no haber contestado a mi llamadas e incluso de no haberme llamado ahora que habías vuelto, he pasado una noche muy amena contigo. Me ha encantado volver a ver tu cara y escuchar tu voz, supongo que hay cosas que no cambian y el disfrutar de tu compañía es una de ellas. Me gustaría no perderte de vista esta vez Danny, han sido once largos años en los que quise olvidarte y no pude y ahora que estás de nuevo aquí, me gustaría al menos disfrutar de tu compañía más a menudo.

¿Recuerdas la estación? Te estaré esperando el día 31 allí, no me gustaría pasar la nochevieja sola,

PD: Yo también te quiero canadiense, mucho más de lo que imaginas”

La letra de Emma, esta letra si que la conocía, cursiva, a veces ininteligible, firme…más que escribir parecía que dibujase. Maldita sea…al final sí que me escuchó…

Aquel día fue de los más raros de toda mi estancia en Almería, me encontraba más solo de lo normal, con un vacío que solo una persona podía llenar. Necesitaba entretenerme con algo por lo que decidí molestar a mi cuerpo técnico. Llame a todo el mundo, desde Kenji hasta Iñaki en último lugar y fue este quien me dijo que ya quería volver al trabajo y más después de las “reformas” hechas en el equipo con las llegadas de Rusescu y Vila.

Necesitaba evadirme, centrarme de nuevo en el trabajo aunque fuese solo para mantener mi cabeza ocupada y no liarla más de lo que ya estaba. Necesitaba que estuviese ocupada para no pensar en nada hasta al menos el día 31. Quería ver a Emma pero…no sabía lo que esto podía repercutir en mí.

-----> OFF <-----

Me he dado cuenta toqueteando un poco en mi otra partida que tengo opción de rescindir el contrato al entrenador de mi equipo filial y me han asaltado unas cuantas dudas tontas.

- Si le doy puerta ¿Quien cuernos se hace cargo del filal?

- ¿Podría hacerlo el entrenador del primer equipo?

-¿No podría contratar yo a su sustituto?

Estoy algo "verde" en la relación del equipo principal con el filial dado que (y creo que tengo muy malos ejemplos) me fijo en lo que sucede con el Madrid y el Barça con sus filiales. La libertad de movimiento entre filial y primer equipo, el caso del entrenador (que digo yo, si en el juego se nos deja múltiples responsabilidades... ¿por qué no el elegir este empleado también?

En fin, a ver si alguien me aclara un poco porque tengo un cacao maravillao...de los grandes

Muchas gracias a todos!

Ahí estaba yo, plantado en la estación de Almería a las tres de la tarde como un clavo. La hora me quedó más que clara al saber el lugar de la cita, la misma hora a la que nos vimos por primera vez en Almería, la misma hora a la que el tren desaparecía de la estación dejándome allí por primera vez.

Allí estaba yo, bajo un cielo extrañamente grisáceo y feo esperando a que Emma no faltase a una cita que ella misma había planeado. Diez minutos, diez largos minutos tardó en aparecer, Emma, por supuesto. Mis nervios habían aparecido muchísimo antes.

- Cuanto tiempo sin verte ¿Eh canadiense?- Emma hablaba mientras se acercaba.

- Sí bueno…solo unos días ¿No?- Fui a saludarla con dos besos pero ella tomó la iniciativa y solo fue uno.

- Tal como imaginaba, se te ha olvidado hasta besar Danny. Has estado demasiado tiempo desaparecido y eso te ha pasado factura. En fin, no te lo tendré en cuenta ¿Nos vamos?

Ambos nos montamos en mi coche y puse rumbo a mi casa. Emma se sentó en el asiento del copiloto con los brazos cruzados mientras me miraba fijamente, sin perder detalle de mi forma de conducir e incluso de mis miradas de reojo.

- ¿Quieres hacer el favor de mirar la carretera? Me gustaría llegar entera.- Sus palabras me pillaron desprevenido, pensaba que no se había dado cuenta.- Así que entrenador del Almería…y veo que tus jefes te cuidan, una bonita casa, un bonito coche…- Emma deslizaba uno de sus dedos por el salpicadero del coche mientras hablaba.- Bueno, al menos estás haciendo funcionar a mi Almería, voy a tener que aplaudir al que te contrató.

- Ya bueno… Y ¿Cuándo te creíste que estaba aquí?

- Cuando te vi en el segundo partido por la televisión. ¿De veras pensabas que no me enteraría? Por favor Danny, existe la prensa, la televisión. Si la prensa ya sacó tu nombre, la televisión sacó tú cara y en directo además. Pensé que eras más listo eh.

- No tiene gracia. De sobra sabía que terminarías enterándote pero, no quise darme cuenta de ello. Preferí enfrascarme de lleno en el equipo sin prestar atención a nada más. Supuse que así evitaría problemas para ambos.

- Mantengo lo dicho, pensé que eras más listo.

31 de Diciembre, una cena, un brindis, campanadas…y en compañía. La noche trascurrió tranquila, recordando viejos momentos. A pesar de todo lo que había pasado Emma parecía no querer recordarlo y empezar de cero con todo. En lo que a mi respecta…no tenía muy claro que se supone que empezaba con este año nuevo y una noche de sexo sin drogas ni rock ‘n roll.

Ahí estábamos de nuevo, frente a un día de trabajo más despues de una vacaciones...movidas para algunos.

Habían sido días de mucho movimiento en las oficinas del club ya que al parecer Kenji estaba haciendo "reformas profundas" en la plantilla del filial e "incorporaciones con proyección" para los juveniles, total, un caos.

Emilio e Iñaki me acompañaban hoy en un partido que serviría para ver en qué estado volvía la plantilla después de las vacaciones.

- Y bien, ¿qué les vas a pedir a los "Reyes Majos" Danny?- Iñaki se apoyó en mi hombro derecho.

- Una victoria, por supuesto. Con eso me conformo.

- No creo que necesite nada Iñaki, ¿te has fijado?.- Emilio comenzó a girarme la cabeza.- Tiene un chupetón bastante curioso, no creo que necesite más cosas jajaja.

- ¡Deja de girarme la cabeza! Estaos quietos los dos, que pareceis crios.- A pesar de la regañina, no podía dejar de reirme por dentro. Estaba contento, de buen humor y, lo acaecido con Emma tenía muchísimo que ver.

: Adán - Pellerano - Mateos - Ivanov - Christian - Magnanelli - Gazzi - Hobbit - Blanco - Marveaux - Charles

: Öner (por.) - Casado - Curiel - Goulon - Okoro - Dani Romera - Bolado

Tras haber ganado al Alcorcón antes de irnos de vacaciones necesitábamos seguir en esa dinámica de juego y adelantar al Córdoba, que nos había quitado la primera posición al jugar después que nosotros esa última jornada antes del parón invernal.

El campo a priori era fácil ya que el Girona había tenido un par de tropiezos y ocupaba la décima posición de la tabla. Ganarles sembraría dudas entre ellos y a nosotros nos daría la oportunidad (con permiso del Córdoba, que se las vería con el Mirandés) de ocupar la primera posición de la tabla.

El Girona nos planteó una táctica que constaba de 4 hombres en defensa, delante de esta a Kitoko como apoyo para destruir juego, dos interiores, un punta y dos delanteros. Curioso a la par que peligroso, teníamos que dominar el centro del campo y cerrar sus bandas para evitar cualquier susto.

Tan solo contábamos con dos bajas obvias, Rusescu y Vila a los que había dado el día para observar la dinámica del equipo y se adaptasen a su nueva ciudad.

Buen partido aunque con un ritmo demasiado lento lo cual nos estaba impidiendo el sorprender al Girona en alguna contra (dos tuvimos claras y dos desaprovechamos precisamente por lentos)

Charles seguía en su línea de pasividad de cara a puerta y a sus compañeros, incapaz de rematar en condiciones o de devolver un balón a alguno de sus compañeros mejor situados que él para tirar...horroroso.

El Girona, confiados en que podrían subir por sus bandas se encontraron a un Pellerano y a un Christian muy activos cerrando cualquier intento de acceso por los laterales, eso y la combinación italiana en el centro del campo estaban agobiando al Girona lenta e inexorablemente.

Tan solo un cambio en el descanso, la entrada de Bolado por Charles sería lo nuevo a ver en el césped.

Tremendo partido del equipo en el que a pesar de haber encajado un gol en contra nos llevábamos los tres puntos y la primera posición en la tabla tras el pinchazo del Córdoba en Anduva.

Nuestro primer gol llegó de manos de Blanco, que transformó un penalti que David García cometió sobre Hobbit y que se saldó con la amarilla para el defensa del Girona.

El cambio en el minuto 65 de Marveaux, que se desinfló en la segunda parte, por Dani Romera, revolucionó el partido de manera bestial, dando alas a Hobbit, Blanco y Bolado que, junto con el propio Romera, fabricaron la jugada del segundo gol, marcado por el canterano.

El gol encajado fue un palo gordo para la defensa y sobre todo para Christian, mayor "culpable" del mismo ya que, al tener una amarilla, no quiso arriesgar en la entrada a Benja y este remató a placer.

Victoria, tres puntos, primera plaza y la idea más notable de que la cantera almeriense funcionaba.

: Charles (Bolado '46) - Marveaux (Dani Romera '65) - Christian (Casado '78)

: Girona: David García ('66) // Almería: Christian ('22)

: Girona: Benja ('72) // Almería: Blanco (pen.'66) - Dani Romera ('70)

: Sebastián Blanco

Editado Mayo 19, 201411 años por jaxx767

Bueno...ante todo lo primero es pedir perdón a los que me estaban siguiendo por mi tan prolongada ausencia...digamos que pasaron ciertas cosas que hicieron que mi concentración y mi inspiración para escribir se fuese al garete...

Una vez dicho esto...anuncio mi regreso a la historia ya que no me gusta dejar las cosas abiertas. Todo lo que se empieza hay que acabarlo.

Reitero mis disculpas de nuevo y espero que no se me haya echado de menos mucho (no creo, hay buenas cosas que leer por aquí, lo se de buena tinta )

Un saludo a todos y hasta el próximo capítulo!

- Entonces ¿Qué hacemos respecto a Diskerud? Yo pienso que sería una incorporación bastante buena, el chaval es joven, con gran proyección y vendría a coste cero. Si no lo hacemos nosotros lo firmará otro equipo y nos quedaremos con uno de los mejores centrocampistas jóvenes.- Iñaki no paraba de parlotear demasiado rápido para que mi cerebro pudiese procesarlo.

- Está bien Iñaki, habrá que mover ficha antes de que se nos adelanten, lo único que, en caso de que se una al Almería, no se si dejarle cedido el resto de temporada o que pase a formar parte del equipo desde el minuto cero.- Contesté con desgana, como por inercia.

- ¡Danny! ¿Se puede saber qué te pasa? Llevas unos días que estás en la parra con cara de idiota.

- M…lo siento Iñaki, tienes razón.- Iñaki me miraba interrogativo.- La he vuelto a ver…

- ¿A quien? ¡No puede ser! ¿Emma? Ya decía yo que esa cara tuya no podría haberla creado cualquier persona. ¿Y qué tal con ella?

- Pues bien, quizá demasiado bien para todo lo que ha pasado y el tiempo que ha transcurrido entre nosotros. La verdad es que todo esto me sorprende mucho.

- Bueno, no te quejes tanto, al menos ya sabes quien es la persona de tus llamadas anónimas.- Iñaki comenzó a tamborilear con sus dedos la mesa y me miraba fijamente esperando a que contestase acerca de sus preguntas deportivas.

- ¡Vale! Deja de mirarme así. Está bien, iremos a por el, total es a coste cero y encima un chaval prometedor y…no estamos para dejar escapar oportunidades tan claras sabiendo que varios equipos siguen a nuestro centro del campo.- La idea de perder a jugadores importantes no me gustaba y la de sobrecargar posiciones a estas alturas tampoco pero…había cosas que no se podían dejar pasar.

- ¡Esa es la actitud! Ya me encargo de moverlo todo yo y…respecto a Emma… ¿Estás seguro de lo que estás haciendo?

- No lo se Iñaki…ha sido muchísimo tiempo y nunca se sabe…yo la quiero, sí, pero lo que ella quizá sienta puede que solo sea un capricho pasajero y al final terminemos haciéndonos daño los dos.

- El amor…que difícil que es. En fin, procura tener la mente despejada y decide sabiamente, como siempre haces.

Iñaki se disponía a abandonar mi despacho cuando el teléfono comenzó a sonar estrepitosamente. Malas noticias llegaban por él; la lesión de Goulon mientras se ejercitaba en solitario, dos meses de baja por una cadera que daba problemas… Mi karma se burlaba de mí, fichaba a Diskerud y se lesionaba Goulon, un centrocampista por otro, perfecto.

El mercado de invierno estaba al rojo vivo y no solo en Almería, donde se manejaban salidas y entradas casi a partes iguales.

A pesar del aviso de Kenji el cual me “recomendó” hacer una sola contratación en el mercado invernal, yo había decidido hacer la guerra por mi cuenta y, con el fichaje de Diskerud a coste cero me había marcado un tanto curioso. Ahora tan solo faltaba reorganizar y hacer las salidas pertinentes tales como la de Gnanou o la de Carlos Calvo.

El primero se iría al Admira Wacker en un intercambio por una de sus jóvenes promesas, Stefan Schwab, el cual tendría dos vías, o aterrizar en el filial o irse cedido un año a algún equipo español para conocer tanto la liga como el idioma. La salida del segundo se haría de forma amistosa, es decir, no se le había presentado oferta de renovación alguna por lo que ya había firmado por el Rayo Vallecano para unirse a sus filas a final de temporada, sí, no iba a recibir nada por él pero tampoco podía hacer más.

Actualmente la composición de la plantilla quedaba así.

PORTEROS: DEFENSAS MEDIOS DELANTERA FILIALES

- Adán - Christian - Gazzi - Marveaux - Dani Romera

- Dahlin - Ivanov - Magnanelli - Blanco - Bolado

- Öner (juv.) - Mateos - Diskerud - Hobbit

- Pellerano - Goulon - Okoro

- Jonathan Vila - Zongo

- Casado - Molinero

- Charles

- Cristóbal

- Rusescu

DESCARTES: Kewell, Gnanou, Carlos Calvo.

Sí, la decisión de Kewell había sido un completo fiasco y por ello tenía que hacer algo al respecto. ¿Lo bueno? Lo traje gratis, lo malo iba a ser venderlo por alguna cantidad, fuese la que fuese.