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Inglaterra 3 - 6 Hungría, 1953 - The day the Earth stood still

 

 

 

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Atrapados en el tiempo

"YESTERDAY by 4 o’clock on a grey winter’s afternoon within the bowl of Wembley Stadium the inevitable had happened. To those who had seen the shadows of the recent years creeping closer and closer there was perhaps no real surprise. England at last were beaten by the foreign invader on solid English soil. And it was to a great side from Hungary, the Olympics champions, that the final honour fell. They have won a most precious prize by their rich, overflowing, and to English patriots unbelievable victory of six goals to three over an England side that was cut to ribbons for most of an astonishing afternoon. Here, indeed, did we attend, all 100,000 of us, the twilight of the gods." (Green, 1953)

 

 

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PREFACIO

 

- ¿Lo has visto, James?

 

Pero James no contestó. Nadie lo hizo y, aun así, una coro de voces comenzó a escucharse a lo lejos y cada vez más cerca, creciendo como un aguacero en primavera, hasta que dejó de escucharse. 

 

Jimmy Hogan lo había visto todo. Había visto la prisión austríaca en la que estuvo encerrado y los campos centro europeos donde, en medio de la guerra y la miseria, fue feliz. Había visto la señorita inglesa que le entregó unas medias caqui cuando fue a pedir ayuda a la FA. Vio las burlas y el desdén. Vio la arrogancia. Vio el asombro. Vio la humillación. Vio los rostros de incredulidad ese día de diciembre en el que su nombre salió de unos labios húngaros con gratitud y admiración. Vio a los hombres de traje que le dijeron que estaba muy viejo ya. Los vio decir a sus espaldas que era un traidor. Vio a Charles Hughes y su manual maldito. Vio el crepúsculo de los dioses y vio su despertar rojo. Lo vio todo. Fue testigo de todo. Descansó.

 

- Es nuestro juego. Finalmente, es nuestro juego.

 

 

 

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BORING! BORING! LIVERPOOL 

 

La final de la FA Cup, la gota que derramó el vaso

 

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Domingo, 22 de mayo 

 

Liverpool. Han pasado veinticuatro horas desde que Howard Webb pitase el final del partido que decidía si el Liverpool clasificaba a Champions League. A pesar de que el equipo red ganó, sufriendo, ante el Porstmouth, el Tottenham también venció al Reading y se aseguró la cuarta plaza. La no clasificación no ha caído bien en la afición red que se ha volcado a las proximidades de Anfield para reclamar la cabeza del entrenador español. Bajo el lema de “We don’t want a boring! boring! Liverpool”, los aficionados intentan ejercer presión sobre la directiva para que resuelva la situación lo antes posible. Benítez, que llegó hace cuatro años para reemplazar al francés Houllier y en su primera temporada obtuvo la primera Champions League moderna del club, además de un nuevo subcampeonato hace doce meses, lleva toda la temporada bajo sospecha por pobres resultados (Eliminado antes de los cuartos de final de la Champions, cuartos de final de la Carling y sexta ronda de la FA Cup) y se ha especulado con su salida y la llegada del alemán Jurgen Klinsmann. 

 

La directiva del club ha programado una rueda de prensa en la que se especula se dará por terminado el vínculo del club con Benítez de la forma más solemne posible. 

 

También se dice que se presentará un nuevo proyecto que contará con un director deportivo, figura boyante en el fútbol de hoy, pero que en Inglaterra no ha tenido mucha aceptación. Una de las grandes críticas a Benítez ha sido como ha manejado la inversión en fichajes y se espera que con la contratación de una figura encargada de ello esta situación mejore.

 

Mientras tanto, en España se habla de que Benítez aterrizaría en la capital para dirigir al Real Madrid si Schuster no logra ganar al menos uno de los dos títulos en los que sigue vivo.

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ROY IS BACK!

 

Una década después de su renuncia, Evans vuelve a Liverpool

 

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Lunes, 23 de mayo 

 

Liverpool. A pesar de que la gran noticia del día es la renuncia de Rafa Benítez tras cuatro años en el club, muchos aficionados red han recibido con jolgorio y algarabía la noticia del regreso de Roy Evans al club diez años después de su renuncia en noviembre de 1998. Su rol será el de director deportivo del club, posición naciente en la institución pero de mucho éxito en otros países, y será el encargado de la toma de decisiones en la parcela deportiva.

 

Evans, de 59 años, ha estado toda su vida ligado al Liverpool. Comenzó como juvenil y llegó a debutar en el equipo bajo la dirección del legendario Bill Shankly, quien lo convenció de seguir su carrera en el fútbol como miembro del cuerpo técnico. Se formó en el ‘Boot Room’ bajo la dirección del mismo Shankly y de sus sucesores, Bob Paisley, Joe Fagan y Kenny Dalglish, y en 1994 asumió las riendas del primer equipo, siendo el líder del emocionante fútbol que practicaron los ‘Spice Boys’ a mediados de los 90’s, pero que se quedó corto a la hora de traducir su juego en títulos. En 1998, con la llegada de Houllier, Evans pasó a ser co-entrenador, pero a los pocos meses renunció.

 

Con su regreso, la directiva del club aspira a devolver al Liverpool a la esencia que lo hizo grande durante la segunda mitad del siglo XX, con una filosofía e identidad marcadas por una sucesión endogámica de entrenadores y futbolistas. 

 

Durante los próximos días se espera que Evans desvele sus primeras decisiones, siendo la más relevante la contratación de un manager para el primer equipo, del que se espera haya sido un ex jugador del club. Los rumores sobre el regreso de Kenny Dalglish han sido desmentidos por el escocés así que el nombre del elegido por Evans sigue siendo una total incógnita.

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Bueno, te deseo mucha suerte, el Liverpool siempre ha sido un equipo al que le tengo bastante cariño pese a no ser el más fan del club, en Inglaterra tengo otros equipos que me gustan más que ellos, pero aún así, les guardo cariño y les deseo siempre lo mejor, más ahora que está el señor Klopp allí. 

Desde aquí le deseo al señor Roy Evans una feliz estancia en el Liverpool y que le de al conjunto red alguna liga y más títulos porque esa afición se los merece todos. 

Saludos!

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@jayckjames

Muchas gracias. A ver qué logramos hacer de este equipo. Es mi primera historia con un equipo grande y mi primera partida con uno en mucho tiempo. Será un reto interesante. La Premier League siempre lo es.

A ver cómo lleva el proyecto el bueno de Roy. Creo que se le trató injustamente en Liverpool en su momento. 

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JAMIE REDKNAPP, NEW MANAGER

 

El ex capitán regresa al fútbol tras su retiro en 2005. Tiene 34 años.

 

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Sábado, 4 de junio 

 

Liverpool. Más de una semana después de su designación como nuevo director deportivo del club, Roy Evans finalmente desveló en rueda de prensa el nombre del que será el nuevo entrenador del primer equipo del Liverpool durante la próxima temporada 2008-2009. Se trata de Jamie Redknapp, ex internacional inglés, canterano del club, capitán durante los años de Houllier y miembro insigne de la generación de futbolistas que el propio Evans dirigió durante su etapa en el banquillo red. John Barnes, leyenda del club y que también estuvo a las órdenes de Evans a mediados de la década del 90', será el segundo de Redknapp.

 

Se trata de la primera aventura en el banquillo para el 'Spice Boy' original. Redknapp se retiró en el Southampton en el 2005 a causa de una lesión. Durante su prominente carrera, estas lo alejaron de ser un regular en los grandes torneos con la selección inglesa y de llegar incluso a cotas más altas. En el climax de su fama, Redknapp fue comidilla de los tabloides por su vida extra deportiva, asimismo sus compañeros de equipo, como Steve McNamanam o Stan Collymore, tuvieron la misma suerte. Aun así, el recuerdo dejado por Redknapp en los aficionados del Liverpool no deja de ser de los mejores por su gran calidad y pasión.

 

Jamie llegó al club con diecisiete años tras fichar desde el Bounermouth que dirigía su padre, el hoy entrenador del Portsmouth Harry Redknapp, tras petición expresa de Kenny Dalglish. Finalmente se asentó en el primer equipo bajo la dirección de Roy Evans y llegó a ser capitán con Gerard Houllier. Se fue gratis en 2002 al Tottenham de Glenn Hoddle, incapaz de brillar con constancia en Anfield por culpa de las lesiones, suerte que también vivió en el White Hart Lane. Finalmente, con 31 años, se retiró en 2005 en el Southampton.

 

Además de Redknapp y Barnes, que vuelve al fútbol tras desastrosas experiencias en los banquillos de Jamaica y del Celtic FC, Roy Evans confirmó que el también ex futbolista del Liverpool, Nicky Barmby, hará parte del cuerpo técnico. El también ex futbolista e internacional inglés, Terry Butcher, completa una nómina de preparadores en la que también están Mark Proctor, Iain Brunskill, Mark Chamberlain, Jordan Milson y John Achtenberg, todos ellos recién llegados al club para reemplazar el cuerpo técnico saliente que dirigía Rafa Benítez y que estaba formado principalmente por españoles.

 

Evans también anunció que Sammy Lee, gloria del club, dejó su puesto como entrenador del Bolton y será el director de la academia del club de ahora en adelante. 

 

En conferencia de prensa, el director deportivo declaró confiar totalmente en el cuerpo técnico escogido y que se trata en su mayoría de "hombres de la casa, que conocen lo que es el Liverpool" y que ello es la piedra angular de su nuevo proyecto, presentado bajo el slogan de "Bringing back the Boot Room".

 

Con esta temporada que recién finaliza, el Liverpool suma 18 sin conquistar el título liguero. La última vez fue en la temporada 89-90 bajo la dirección de Kenny Dalglish, cuando aún no había nacido la Premier League como tal y el campeonato seguía siendo la First Division.

 

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Citar

"Todo inició hace ya muchos años con la llegada de Shankly. El escocés se inventó el club de fútbol más grande de Inglaterra y hasta 1998 su legado perduró, con sus más y sus menos, en esencia. Aquel año, por primera vez desde que nació como lo que es hoy, el Liverpool fue entregado a un outsider, a alguien de fuera del ‘Boot Room’. Houllier duró seis años y cuatro más estuvo Benítez. Se ganaron un par de títulos, incluida una Copa de Europa, pero el Liverpool abandonó el fútbol que inspira a The Kop. Y esto es Anfield. Hay una manera de hacer las cosas. Nuestra manera. La que nos enseñó Shankly. Y eso es lo que vamos a recuperar. Este es el proyecto." - Roy Evans, 2008

 

Pasársela a los de las camisetas rojas. De eso se trató siempre todo. Mucho antes de que Cruyff apareciese en Barcelona, Shankly solidificó las bases de la identidad del Liverpool bajo un estilo de juego contracultural que tuvo como slogan "Passing Game". Mientras en Inglaterra todo el mundo seguía el hilo conductor de Charles Hughes, Shankly recuperó el viejo estilo de juego escocés para el Liverpool, la ciudad de la innovadora música Beatle, y creó al equipo más grande que han visto las islas británicas. Con jugadores de toda Gran Bretaña más algún extranjero exótico, como el africano Grobbelaar, el Liverpool cimentó un fútbol ofensivo y de combinación, técnico y físico, de esencia británica, pero marcado por las enseñanzas del fútbol centroeuropeo que vapuleó a Inglaterra en los 50's. Y no se trataba sólo de eso: un sistema de ojeo, de renovación constante de futbolistas con apuestas marcadas por un modelo de juego que otorgaron más de veinte años de dominio. 

 

Con la contratación de Jamie Redknapp se buscará el regreso a ese estilo perdido. Volver a jugar de manera ofensiva y atrevida, conservando los valores del fútbol británica, exaltándolos con el passing game como modo de vida. Pero no todo será eso. El proyecto buscará el regreso a las raíces británicas de la plantilla, finalizando estos diez años de jugadores europeos que no generaban identidad con la afición: el Liverpool deberá tener a los mejores futbolistas británicos, formados en nuestra academia, como Redknapp, o en otras. La cultura de club, jugadores que pasan una vida en el equipo, la apuesta por los jóvenes... Volver a ser el Liverpool de siempre.

 

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LIVERPOOL 1975-1985, UNA MANERA DE JUGAR, UNA MANERA DE VIVIR por Santiago Segurola

 

A diferencia de los grandes equipos de los últimos 30 años, el éxito del Liverpool no se debió a un grupo definido de jugadores, sino al definido estilo de su juego, a una manera de vivir el fútbol. La coherencia y la ambición se las inyectó Bill Shankly, uno de los muchos escoceses que transformaron el fútbol en Inglaterra. Escocés fue el gusto por el juego de pase frente al choque inglés. Escocés fue Matt Busby, el mítico entrenador del Manchester United, y lo es Álex Ferguson, el técnico que ha reeditado en los últimos 20 años la hegemonía del equipo de Old Trafford. Escocés hasta la médula era Bill Shankly, nacido en una familia de mineros, minero él mismo, hombre de carácter y entrenador carismático. Shankly sacó al Liverpool de pobre, después de años de regresión a finales de los 50. Lo devolvió a Primera y no tardó mucho en conquistar su primer título de Liga. Ganó el campeonato en 1965, en plena efervescencia del pop y de una ciudad que encontraría en el fútbol una manera de afrontar la terrible crisis industrial de la década siguiente.

 

 

Shankly nunca ganó la Copa de Europa, pero los seguidores y futbolistas del Liverpool saben que el éxito se debe a su viejo entrenador. Cuando se retiró en 1975, dejó al equipo en manos de su ayudante, Bob Paisley, que dejó su puesto a otro ayudante, Joe Fagan, que traspasó los poderes a Kenny Dalglish, el delantero escocés que había sucedido y mejorado a Kevin Keegan. Así se hacían las cosas en Anfield. Al fondo, el ideario del viejo entrenador: juego de pase, rápido, solidario, sin egoísmos. Todo esto sucedió en un periodo interesante del fútbol británico. Mientras el Liverpool se hacía casi hegemónico en la Liga y en Europa, la mayoría de los equipos eligieron la ruta contraria al equipo de éxito.

 

 

Por aquella época, un tal Charles Hughes se hizo cargo de la dirección deportiva de la federación. Hughes escribió un libro que fue recibido como la Biblia del fútbol por sus partidarios. Se titulaba The Winning Fórmula (La Fórmula Ganadora) y era la obra de alguien dispuesto a castrar el juego. Todo se reducía a estadísticas, porcentajes, presuntas maneras de sacar el máximo provecho posible al lugar de las faltas, los rechaces, a todo lo que no depende del ingenio de los jugadores. El pelotazo y el rechace hizo furor en la mayoría de los equipos, que se igualaron por lo bajo. El Manchester United descendió a Segunda División. El Chelsea, también. Todos jugaban a lo mismo, con consecuencias atroces en la selección. Inglaterra estuvo ausente de los Mundiales de 1974 y 1978. Una generación de excelentes y díscolos futbolistas (Bowles, Worhtington, Marsh, Currie) fue sacrificada en el altar de la fórmula ganadora de Hughes, fórmula inservible a la luz de los fracasos ingleses.La excepción más notable fue el Liverpool, que estaba en las antípodas de las tesis de Hughes. Con Bill Shankly triunfó el passing game, donde la posesión de la pelota era fundamental. En este sentido, el Liverpool estaba más cerca del Ajax que del fútbol inglés. El equipo comenzó a forjarse en los años sesenta con jugadores como los extremos Callaghan y Thompson, el combativo central Tommie Smith o el goleador Roger Hunt. Allí se gestó el equipo comenzaría el asalto a Europa. Ingleses como Keegan, Emlyn Hughes o Phil Neal, galeses como Toshack y Rush, irlandeses como Heighway y Lawrenson, escoceses como Hansen, Souness y Dalglish, todos adscritos al ideario de Dalglish y a la mística del club, todos dispuestos a mantener la llama sagrada del Liverpool: entre 1977 y 1985, es decir, entre la primera Copa de Europa de los reds y la tragedia de Heysel, el Liverpool dominó el fútbol europeo.

 

 

No hubo una alineación especialmente memorable, ni un entrenador al frente del equipo que ganó cuatro veces la Copa de Europa, dominó con puño de hierro la Liga inglesa y reunió una legión de seguidores por el mundo. El Liverpool era una idea de fútbol y de vida. Los reds consagraron lo mejor del fútbol inglés (pasión y generosidad) con lo mejor del fútbol europeo. Que su estilo no fuera imitado en la Liga inglesa le benefició. Se encontró sin demasiados rivales. Es ahora, cuando el Arsenal de Wenger recoge y mejora muchas de las bases que estableció Shankly, el momento de apreciar el mérito del Liverpool.

 

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Fuck you, Charlie Hughes!

En algún momento, en Inglaterra se empezó a jugar como dictaba el manual de Charles Hughes, un hombrecillo de escritorio que bajo la teoría de que el fútbol debía jugarse según la estadísticas, y si estas decían que la mayoría de los goles venían de una determinada forma, entonces el objetivo de todo equipo era llegar a crear ese tipo de situaciones de oportunidad de la forma más rápida posible. Y Kick and rush durante años que trajeron derrotas y más derrotas mientras el Liverpool dominaba tanto Inglaterra como el continente diciendo "Fuck you, Charlie Hughes". Todos los males del fútbol inglés, y británico por extensión, son culpa de ese maldito manual. En lugar de hacerle caso a Shankly, le hicieron caso a un personaje oscuro de la FA. Los resultados están ahí. Inglaterra olvidó como se jugaba nuestro juego. El que nosotros inventamos y le enseñamos a jugar al mundo. Se nos olvidó. Mi Liverpool tratará de recordárselo a todos. Passing game. Pass and Run.

Plantilla 2007/2008

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Esta es la plantilla que deja Rafa Benítez. Incapaz de ganar la Premier League, totalmente desnaturalizada, con poca o nada afinidad con nuestro fútbol y con la afición, con fichajes carísimos que no han dado la talla. Una plantilla que no puede compararse con las de Chelsea, Manchester o Arsenal. Una plantilla que hay que mejorar, que devolver al modelo Shankly.

En portería, Reina e Itandje. El español es un portero irregular y que se adapta muy poco al fútbol inglés. El camerunés, simplemente no tiene nivel para jugar en el club. 

En la línea defensiva, cuatro centrales de calidad: Skrtel, Agger, Hyppia y Carragher. Es la posición mejor cubierta por calidad y rendimiento. Además, están los laterales Finnan y Arbeloa por derecha, y Riise y Fabio Aurelio por izquierda. El brasileño es un fichaje fallido; el español, un futbolista capaz. Finnan ya tiene una edad. Riise, uno de los totems del Liverpool del nuevo milenio: ¿Es eso bueno o malo?

En el mediocampo, además de nuestro gran capitán, aparecen los sudamericanos Leiva y Mascherano, y el español Alonso. Los dos primeros tienen poco del ADN Liverpool; el otro, ha rendido como crack solamente en dos de sus cuatro temporadas en el equipo. Como mediocampista también cuenta Benayoun, que llegó la temporada pasada y no lo hizo mal, pero no es el tipo de futbolista que buscamos.

Luego hay una ristra de atacantes que se dividen entre los de banda pura, como Pennant, Kewell y Leto, y los delanteros centros, más allá de que Benítez haya utilizado algunos en banda. Los extremos puros del equipo no tienen ya el nivel de todo un Liverpool; los atacantes, es difícil de juzgar: Babel es joven y tiene mucho futuro; Kuyt ha rendido, pero uno teme que se quede corto como titular; Crouch es un gran futbolista de equipo, pero le pasa lo mismo que a Dirk; Voronin deberá salir en el primer vuelo a Ucrania que haya; y Fernando Torres, el fichaje más caro de la historia del club... y ha jugado como tal, pero quizás no quiera quedarse a jugar la UEFA.

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