Arsenal 2033/34 – Higginbotham y el milagro del minuto 95’ Después de dos buenas temporadas al frente del Watford, Danny Higginbotham no esperaba que el fútbol le pusiera a prueba tan pronto. Rechazó entrevistas con el Inter y el Bayern porque su intención era clara: seguir en la Premier. Pero entonces apareció el Arsenal. Y aunque Danny es del United, entendió que esta oportunidad no iba a volver a llamar dos veces. Aceptó. Su desembarco fue silencioso. Sin titulares, sin poses grandilocuentes. Solo trabajo. Arrancó con un 5-0 ante el Lille en un homenaje a Saka y una pretemporada seria, con buenas sensaciones. El primer gran test llegó en la Community Shield contra el City. Un 4-5 que dolió por la forma: errores defensivos, desconexiones, sensación de fragilidad. Primer aviso. Pero la respuesta no tardó. En la UEFA Super Cup, ante el Eintracht Frankfurt, el equipo mostró carácter. Partido duro, resuelto en la prórroga con un 3-1 que dio a Higginbotham su primer título en el banquillo gunner. Poco ruido, pero paso firme. El equipo se instaló rápido en la parte alta de la tabla, con triunfos de prestigio ante Liverpool, United y Fulham. En Champions, comenzó apabullando al Real Madrid (3-0) y al Valencia (4-0), mostrando una superioridad poco habitual. Parte de ese crecimiento vino también de una charla veraniega con Landinotti, que le hizo replantearse ciertas cosas. Danny alternó su tradicional 4-4-2 con extremos altos con un 4-2-3-1 más flexible. Cambió el dibujo, pero la mentalidad permaneció. Esa fue la clave. Porque Danny no es de giros radicales, pero sí sabe escuchar. La temporada avanzó entre victorias y confianza... hasta que el City volvió a cruzarse en su camino: 0-6 en enero, una de esas derrotas que no se olvidan. En Champions, el Arsenal cayó en cuartos ante el Madrid: 2-1 en casa, 4-1 en el Bernabéu. Otro año sin semifinales. Pero aún quedaba la Premier. El equipo había liderado buena parte del campeonato, pero la ventaja se esfumó en las últimas semanas. Última jornada, todo abierto: empate a cero contra el Chelsea, mientras el City ganaba... hasta el minuto 95, cuando el Aston Villa empató su partido. Campeonato decidido por diferencia de goles. Arsenal campeón. Tres días después, la final de FA Cup ante el Everton. Un 2-1 trabajado, sin alardes, pero suficiente para cerrar la temporada con doblete: Premier + FA Cup. Triplete, si se cuenta la Supercopa. Danny Higginbotham termina la temporada con tres títulos, el respeto del vestuario y una ciudad que empieza a mirar al banquillo con algo más que escepticismo. Ahora si: Comienza la construcción de su propio Arsenal. La Champions la ganó finalmente el United frente al Bayern de Mikel Arteta que no pudo revalidar la Champions que ganó el pasado año con el Arsenal. Sin embargo, la Bundesliga la gano de manera holgada con varias jornadas de antelación.
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