Jump to content
FMSite en modo aplicación

Una mejor manera de navegar. Saber más

Football Manager Español - FMSite.net

Instala FMSite en modo App en tu dispositivo para mejorar la experiencia, recibir notificaciones nativas, premios y más!

Para instalar esta aplicación en iOS o iPadOS
  1. Tap the Share icon in Safari
  2. Scroll the menu and tap Add to Home Screen.
  3. Tap Add in the top-right corner.
Para instalar esta aplicación en Android
  1. Tap the 3-dot menu (⋮) in the top-right corner of the browser.
  2. Tap Add to Home screen or Install app.
  3. Confirm by tapping Install.

Respuestas destacadas

Publicado

Capítulo I: Era diferente

Mi nombre no importa mucho, aunque no me conozcan, llevo mucho tiempo en el mundo del fútbol. Aún así, no es en el único mundillo que me muevo. No obstante, caballeros, les diré gustosamente mi nombre. Marioano Valdés Revilla, más conocido fuera de los campos como “Marival”, mi nombre o apodo en otros terrenos.

El fútbol para mí no fue más que otra forma de diferenciarme de los chavales de mi época. Cuando ellos querían ser Hugo Sánchez, Schuster, Juanito o Kempes, yo quería ser quien los dirigiese. Yo aspiraba a ello.

En otros aspectos de mi vida, empecé a juntarme con gente diferente. No pertenecían a la “Movida Madrileña”, si no que estaban influenciados por otras cosas, la forma de vida que comenzaba a proliferar en EEUU, el nuevo estilo de música que triunfaba, y sus artes hermanas. Empecé a juntarme con b.boys, graffiteros, dj’s y MC’s. Empecé a adentrarme en la cultura urbana del Hip Hop.

Como ven, a mis escasos 21 años, allá por Noviembre del 87, era diferente al resto. Si bien rechacé la movida, no fue por otra cosa que por verla un mundo, en aquellos tiempos, multitudinario, y yo odiaba los mundos multitudinarios. No era de los que querían y les gustaba jugar al fútbol (ojo, jugar, nadie dijo nada de entrenar), por una parte, porque era muy malo. Por otra, porque me divertís más tratando de corregir a mis compañeros.

Para aquella época, era diferente.

Editado por koxy

Te sigo crack mucha suerte!

  • Autor

Capítulo II: Sólo son influencias

Tal vez viví una época difícil, tal vez no, seguro. Franco murió el mismo día que yo cumplía 9 años. España entonces sufriría la transición a la democracia. Por aquel entonces, las cosas no andaban muy bien por España. Gran parte de la gente rechazaba al rey. Yo, por aquel entonces, no tuve de que preocuparme, era un simple niño, y ahora, me da totalmente igual.

Mi adolescencia no fue más que un trámite. Estudié y punto. Hasta los 18 años no salí por la noche, en 1984. No bebía, no fumaba, vamos, un niño bueno. Pero aquella noche que salí, amén de seguir siendo bueno, vi algo que cambiaría el rumbo de mi vida. Vi como unos nazis le pegaban a un pobre chico negro una paliza. Poco después, sus amigos llegarían para ayudarles, y mis compañeros y yo también iríamos a ayudarles. Los nazis, como es normal, escamparon, érmanos demasiados. Así conocí a los que más tarde serían mi grandes amigos.

Si por aquel entonces yo todavía era un crío, todos aquellos chavales lo eran más. Tras defenderlos, sus caras se me quedaron grabadas en la mente, y unos días después, los vi y les saludé. Hablamos y les empecé a preguntar cosas sobre su forma de vida, su estética, y sobretodo, sus gustos. Me entusiasmó ese estilo de música. Me contaron que era un nuevo estilo que empezaba a arrasar en EEUU. Los nombres de los chicos... qué más da, los conocí y punto.

  • Autor

Capítulo III: Mi marcha

Tras comenzar a quedar con aquellos chicos, empezar a hacerme amigo de ellos, los empecé a conocer bien, y empezaron a influenciarme. Empecé a escuchar la misma música que ellos, me pasaban su música y me comenzaron a presentar a algunos amigos suyos.

Dejé de estudiar poco después de conocerlos, no por el hecho de haberlos conocido y ahebrme influenciado, pues fue porque mi familía pasaba hambre y necesitaban mi dinero. Trabajé de camarero durante un tiempo, algo así como dos meses, pero decidíq eu ese empleo no me gustaba y necesitaba otro, lo djeé, y tras estar un par de semanas sin empleo, encontré otro.

Mi vida laboral me llevó a una sala de conciertos. Allí me dedicaba a servir copas. Ganaba dinero, trabajaba sólo tres noches y escuchaba música gratis. No se ganaba poco dinero, no señor, gracias a ello, pude ayudar muchísimo a mi familia.

Trabajé allí durante bastante tiempo, hasta que por algunas experiencias que no deseo contar, me harté de todo, de Madrid, del trabajo, de todo, y decidí tomar un rumbo distinto. Cambiar de aires. Marcharme. Mis amigos trataron de evitarlo, mi familia igual. Iba a un lugar sin nada, con algo de dinero, con ropa y con alguna pertenencia. Iba a un lugar a empezar de cero. Iba a un lugar nuevo. Cambiaba de aires.

Era el año 87, 20 de Noviembre, cumplía años, 21, y yo me despedía de mi familia. Iba a la "Gran Manzana. Sí, iba a vivir una temporada, o quién sabe, quizás una vida en Nueva York.

http://www.youtube.com/watch?v=S0kpjyAFoxk

  • Autor

Capítulo IV: Historias de Nueva York

Cuando estás fuera durante mucho tiempo, pasan cosas buenas y cosas malas. Recuerdas muy bien las buenas, y también recuerdas, aún mejor si cabe, las malas. Yo recuerdo con especial cariño mis buenas historias en Nueva York, y también recuerdo las malas, aquellas que me hicieron aprender sobre la vida, su dureza, sobre que todo no acaba en un simple momento. Aprendí mucho en Nueva York.

Algo que aprendí pronto era que nada era fácil allí. Vivir en un lugar donde no conoces a nadie, donde apenas hablas el mismo idioma, sin dinero, era difícil. Tuve que buscar una vía de escape. Recordé los efectos de algo que probé en España, la marihuana. Llegué a la Gran Manzana, y mientras trataba de aprender el idioma, conocer a gente y sobrevivir, empecé a furmar marihuana a más no poder. Empecé a engancharme y a entrar en una de esas espirales que todos queremos evitar.

Gasté durante los tres primeros meses mucho dinero en esta droga, demasiado, pues era lo único que me evadía de la realidad, y las previsiones de poder mantenerme casi un año con el dinero que llevé, empezaron a disiparse y poco a poco, era menos posible llegar al año allí. La única forma de costearme mi estancia y la droga, era ganando dinero, y a los cinco meses de estar allí, no sabía como, me quedaban apenas cinco dólares y estaba perdido.

Vagaba una noche en un club, con una cerveza en mi mano. Mi último dólar había parado en esa cerveza. Se me acercó un hombre, un mexicano afincado en la ciudad. Me empezó a hablar en español, no pensaba que yo le entendería. ME giré y entablé conversación con él, le conté lo que me pasaba, y el hombre apenado, me ofreció un trabajo en su club. Un club en las afueras de la ciudad.

César Correa, se llamaba aquel tipo, me salvó de una hecatombre. Me dió un trabajo, un hogar, un sueldo y me enseñó el idioma. Gracias a él, estoy hoy en día, vivo.

Tras varios años con él, decidí volver a España. Era ya el año 96. Nueve años fuera de casa eran muchos, y yo ya echaba de menos a aquellos a quienes no veía desde hace tiempo.

En Nueva York hice muchas cosas. Demasiadas. Conocí a Beastie Boys, EPMD y muchos otros raperos, a la par que logré aprender el idioma, entender todo lo que decían y comprar una casa. La casa, tuve que venderla. No volvería a Nueva York, o al menos, eso esperaba.

Vendí mi casa por 12.000$. Sumados a mis 1200$ que ya tenía en mi cuenta, pude comprar un billete de ida a Madrid. Antes de dejar mi casa, observé por última vez la puerta del lugar donde había fumado mi último cigarrillo y había fumado mi último porro. Me despedí de César, quién fue mi amigo y quién prometió viajar a Madrid a verme, y me despedí de la ciudad donde tantas cosas pude ver pasar ante mis ojos.

Volvía a Madrid, con los bolsillos llenos y con ganas de ver a mis amigos. Y allí me estarían esperando aquellos a quienes dejé antaño. Subí al avión, eché una última mirada a aquello que dejaba atrás y me senté en el asiento que em tocaba. Despegaba una nueva etapa de mi vida.

  • Autor

Capítulo V: Vuelta a la rutina

Volví a Madrid con los bolsillos bien llenos, pero, sólo encontré esperándome a mi hermano Óscar. Nada más verle, le di un efusivo abrazo. Le echaba de menos. Casi, no recordaba su rostro, que a pesar del tiempo, apenas había cambiado en exceso.

No se notaban sus 24 años, al igual que yo no parecía tener casi 30. Hablamos durante un buen rato, reímos, lloramos, recordamos viejos tiempos, hasta que le pregunté por todos los demás.

-Mariano, papá y mamá no están ya aquí.- dijo- Se han marchado de Madrid.

-¿Qué?- grité en medio del aeropuerto.- ¿Y porqué no me has avisado? Joder, soy su hijo, tenía que ahber sabido que habían muerto. ¿Tú...?

-Frena hermano¡¡¡- me cortó- Se han ido a vivir al pueblo. Mañana estarán en casa.

Durante los primeros días, empecé a recordar Madrid, a ver a mis amigos, a mis familiares. La mayoría de mis familiares seguían igual, algo más mayores, pero igual. En cambio, mis amigos habían cambiado casi todos. Apenas dos de ellos seguían siendo b.boys. Yo aluciné cuando vi a JotaDé con un traje chaqueta como el que llevaba. Casi todos habían cambiado, ya no oían rap, ya no eran los que yo conocí. Al parecer, no "estaba de moda". Bah, pasé de ellos, pasé de todos y me dispuse a buscar trabajo, porque casa, de momento tenía con mi hermano en la casa que siempre habíamos vivido.

Una de las primeras cosas que hice fue empoezar a sacarme el carnet de entrenador. Deseaba ante todo, serlo, costase lo que costase. Siempre había sido una de mis aspiraciones, y me puse a ello. A la par, trabajaba de nuevo de camarero. Ganaba lo suficiente como para no tener que hacer uso de mis ahorros y seguir ahorrando un poco cada mes. Ganaba lo suficiente como para poder mantener una rutina.

http://www.youtube.com/watch?v=nR0VwHGnPv4

  • Autor

Capítulo VI: Lo he hecho

En el 98, aquel año en que España fue eliminada en la primera ronda del Mundial de fútbol, yo logré mi carnet de entrenador y comencé a entrenar por las tardes a unos chiquillos del equipo de mi barrio. El equipo era el San Cristóbal C.F. Apenas ganara 50.000 pesetas al mes, pero, mientras por la mañana continuase con mi empleo, no habría problema. Además, aún contaba con dinero en mis ahorros, auqnue ahora con menso. Tenía coche propio y tuve que echar mano de ellos.

En el 2000 dejé de entrenar a esos niños y me dirigí al Alcorcón, donde entrené durante dos años al Juvenil B y durante uno al Juvenil A. En mi vida, nunca pensé que entrenar a un equipo sería tan difícil. A pesar de ello, empecé a tener cierto reconocimiento en el mundillo. En el 2004, nada más comenzar el año cambié de aires por una oferta de un club valenciano, el Burjassot. Me pagaban una casa y un sueldo bastante aceptable por ir allí. Estuve hasta el 2007 entrenando al primer equipo. Al acabar la campaña, no quisieron renovarme y me quedé sin nada, hasta que me llegó mi primera oferta 100% profesional.

Únete a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte después. Si ya tienes una cuenta, accede ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a este tema...
¿Cómo adjuntar imágenes? Súbelas a postimages y copia el "Enlace directo" en el mensaje.

viendo esta sección 0

  • Ningún usuario registrado viendo esta página.

Configure browser push notifications

Chrome (Android)
  1. Tap the lock icon next to the address bar.
  2. Tap Permissions → Notifications.
  3. Adjust your preference.
Chrome (Desktop)
  1. Click the padlock icon in the address bar.
  2. Select Site settings.
  3. Find Notifications and adjust your preference.