Capítulo 12. La sombra de Stancu 27 de noviembre de 2023 El mes de noviembre ha terminado, no sin dejarme un buen cúmulo de pensamientos martilleando mi cabeza. El adiós de Alin Gligor se confirmó este mes. Nuestro veterano central de 40 años ha firmado con el AS Autoliv Lugoj y se marchará en enero. ¿Cómo me siento al respecto? Bueno, digamos que su ausencia podría ser una bendición. Con solo 369 minutos jugados hasta ahora y seis partidos completados, no era ni mucho menos mi primera opción. En noviembre hemos hecho pleno al cinco. Cinco partidos jugados, cinco victorias. Sí, así es. Este equipo está mostrando algo que no esperaba. Consistencia y regularidad. En los partidos de liga y copa contra el Gelu fuimos muy superiores y solo maquillaron los resultados (3-1 y 5-2) en las segundas partes. La visita al campo del Topolovatu Mare fue similar, y pese a que si disfrutaron de bastantes ocasiones, fueron insulsas y con escaso peligro. Nosotros fuimos claros vencedores, con un acierto cara a gol muy alto. Finalmente, 1-3. El FC Deta vino luego a nuestro campo y se llevó cuatro. En la primera parte quedó todo sentenciado y la segunda nos sirvió para regular fuerzas y dar minutos a gente menos habitual. Por último el Flacara. Este partido si fue más complejo, ante la friolera de 54 espectadores en las gradas. No tuvimos la puntería muy allá y llegamos a los instantes finales de partido en empate. Por suerte, Andrei Cărăbaş (MPC, 22 años) se lució y nos dio los tres puntos a cinco minutos del final. Como decía, Andrei Cărăbaş ha vuelto a ser el motor del equipo en todos los sentidos. El chaval está imparable, liderando cada partido desde el mediocampo y marcando goles a puñados. Este mes han sido siete. Impresionante. Por otro lado, Daniel Vasilcin (MEC, 38 años) vuelve a ser su mejor socio, dando asistencias a pares y marcando también algún gol que otro. En otras líneas de juego, estoy contento con como lo está haciendo Alexandru Benea (DFI, 21 años). Pese a que le cuesta sumarse a las labores ofensivas, en defensa está siendo excelso y es raro que los ataques rivales sean fructíferos por su banda. Por lo que respecta a los pipiolos, lo más destacable es Paul Bactar (DLC, 16 años), que ya lleva seis goles en los seis partidos que ha jugado con el primer equipo. Otro destacado jugador está siendo Marius Chitu (DFD, 16 años), que en dos partidos jugados este mes, un gol y una asistencia. El joven lateral sigue demostrando que puede ser parte del futuro del equipo. Con las victorias mencionadas, nos encontramos en la segunda posición de la tabla, a solo un punto del líder, el ACS Carani. El equipo está mostrándose sólido, tanto en ataque como en defensa, pero no podemos permitirnos relajarnos. Diciembre será un mes crucial. En diciembre jugaremos seis partidos empezando contra el Belinţ (5º) en casa y viajando luego al estadio de líder, el ACS Carani. De nuevo viajaremos, esta vez para jugar contra el CS Comloșu Mare (18º), un rival en la zona baja de la tabla. Por último tres partidos en casa, el Progresul Gătaia (20º) el Timisul Sag (4º) en Copa Timis y el Liebling (15º). Mientras repasaba los planes para diciembre, el teléfono volvió a sonar. Era Tudor. Ese hombre tenía un don para arruinar cualquier momento de tranquilidad, como un mosquito chupasangre en una noche de verano. - Dumitrescu, tenemos que hablar otra vez. - ¿Otra vez? ¿Qué quieres ahora, Tudor? Estoy hasta el cuello… No tengo tiempo para tus jueguecitos. - Esto no es un juego. Nos vemos esta noche a las 20:00 en Stomi Club. No llegues tarde. Colgó antes de que pudiera replicarle o cagarme en sus muertos. Algo en su tono me hacía pensar que esta vez no sería solo un sobre con papeles viejos. Esta vez, parecía que había algo más grande detrás. Cuando llegué al Stomi Club, Tudor ya estaba dentro sentado. Me senté frente a él, de espaldas a la entrada del bareto. - Ilie, que tal todo? - En lo deportivo bien, ya debes saberlo. Ahora, en lo personal, me llevas frito… ¿Por qué estoy ahora aquí? - Por Ionut Stancu, claro. - ¿Qué pasa ahora con él? - Que está aquí. Y quiere verte. Palidecí. Me quedé bloqueado al ver como junto a mí se sentaba el mismismo Ionut Stancu... - Es un placer verte de nuevo, Ilie Dumitrescu -dijo Stancu, extendiéndome la mano. Su voz era tranquila y algo más ronca de lo que la recordaba. Le estreché la mano titubeando, sobretodo porque su aspecto había cambiado bastante. Foto de nuestro reciente archienemigo, Ionut Stancu. - Ilie, tienes una deuda con tu pasado, y Stancu tiene una propuesta que podría beneficiarnos a todos -Tudor me miró con una mezcla de expectación y frialdad. - ¿De qué estás hablando, Tudor? -pregunté. Stancu intervino antes de que Tudor pudiera responder. - Hace mucho desde la última vez que nos vimos, Ilie. Cuantas cosas pasamos, eh, viejo amigo. - Sí, hace mucho ya. Aunque no recuerdo que fuéramos del todo amigos… -le reproché insensatamente. - Mide tus palabras… He venido a ofrecerte un trabajo que no vas a rechazar. - ¿Qué clase de trabajo? -pregunté, aunque sabía que no iba a gustarme la respuesta. - Unos amigos y yo tenemos ciertos intereses en los viajes internacionales. Nada complicado, ya lo verás. La tensión en el ambiente afilaba cuchillos. Miré a Tudor, esperando que interviniera, pero no dijo ni mu. - ¿Y si me niego? -pregunté, manteniendo la mirada fija en Stancu. - Eso no es una opción, Dumitrescu. Ya te informaremos de todo. Puedes irte. No dijo nada más. Y yo tampoco. Me levanté y salí del bar, dejando a Tudor y Stancu detrás. Mi mente era una puta olla a presión. Sabía que había tomado malas decisiones en el pasado, pero esta vez, sentía que estaba siendo arrastrado a algo de lo que no podría escapar.