⚽ 1-0 Kaká (63’). Rosina cabecea hacia la frontal para Kaká, que controla ágilmente ante Zayatte y se mete en el área para batir a Carroll con un tiro raso al palo corto. ⚽ 2-0 Amauri (71’). Increíble golazo del brasileño, que recibe en tres cuartos de campo y se saca un brutal golpeo que entra directamente por la escuadra. MUERTE Y RESURRECCIÓN📝 ¿Se puede morir y resucitar en un mismo partido? El Parma llegó hoy al descanso del partido contra el Lecce con suerte de mantener el empate, dando la razón a los más agoreros, que, a raíz del mal inicio de temporada de los gialloblu, habían empezado a hablar de los primeros síntomas de agotamiento en el proyecto de Luis Milla tras cuatro títulos. Lo cierto es que al equipo se le venía viendo apagado, sin esa frescura que le dio la primera Serie A de su historia, y hoy estaba ofreciendo esa misma imagen. Pero, tras el descanso, abandonando por primera vez en mucho tiempo su ya habitual 3-4-1-2, volvió a parecer ese conjunto atrevido y ganador, al menos lo suficiente como para hacerse con una victoria que les reengancha a la zona superior de la tabla en estos primeros compases del campeonato. Milla, que perdía a Miccoli y Lichtsteiner por lesión y a Morrone por sanción, mandó un claro mensaje a sus centrales al enviar a Cannavaro a la grada y a Ferrari al banquillo tras su mal inicio de temporada. Su rival, Delio Rossi, perdía a numerosos titulares: el goleador Chevantón y el lateral Zebina estaban lesionados, al igual que Accardi y Vantaggiato, mientras que el central Ignashevich, baluarte de la zaga pullesa, estaba sancionado. No había pasado ni un minuto cuando el lateral izquierdo Esposito, que no suele prodigarse en ataque, se sacó de la manga un brutal trallazo desde lejísimos que se estrelló directamente en el larguero. Y la siguiente media hora fue un monólogo total de los visitantes, que no solo dominaban la posesión sino que generaban mucho más peligro: Konan tuvo un par de ocasiones en el área, mandando la primera alta y la segunda a las manos de Frey. Y el francés Gilbert Junior, muy ducho en el juego aéreo pese a su relativamente corta estatura (1,77 m.), envió por arriba un testarazo a centro de Marco Rossi. Un dato muy sintomático: el primer acercamiento del Parma no llegó hasta el minuto 38, cuando Amauri mandó a las nubes un cabezazo a centro de Diana. El equipo naufragaba y tuvo suerte de llegar al descanso con el empate inicial en el marcador. Fue entonces cuando Milla, al que algunos han acusado de terquedad en sus planteamientos tácticos, apostó por salir al campo formando en un 4-2-3-1 en la segunda mitad. Hacía muchísimo tiempo que no se veía al Parma con cuatro defensas. Y también hacía mucho que no se veía a Rosina en su posición favorita, partiendo desde la derecha y recortando hacia adentro. Liberado de sus habituales obligaciones defensivas de la banda izquierda, el canterano, que había estado desaparecido, mostró toda la magia que atesora, y lo que es mejor, activó a un Kaká que tampoco había logrado rascar bola en los primeros 45 minutos. Villa, abandonado en punta, pasó a la izquierda, donde tampoco brilló pero entró algo más en contacto con el balón, y también se trasladó a esa banda Chiellini en defensa, actuando por primera vez como lateral con la camiseta gialloblu. El equipo empezó a dominar la pelota y a encontrar una y otra vez a Rosina y Kaká, que generaban mucha incertidumbre en esa línea de tres cuartos, al punto que Delio Rossi tuvo que sacrificar la habitual aportación llegadora del serbio Krasic en la mediapunta para situar a Giacomazzi como mediocentro en un 4-1-4-1. Pero la partida táctica la estaba ganando Luis Milla esta vez, ayudado en buena parte por el talento superior de sus futbolistas. Y, cuando pasaba la hora de juego, llegó el premio: Rosina cabeceó hacia la frontal para Kaká, que se anticipó a Giacomazzi y Zayatte para introducirse ágilmente en el área y abrir por fin el marcador con un disparo raso. Suspiro de alivio en las gradas del Tardini… y en el banquillo. 1-0 Kaká (63’) El ’8’ puso de nuevo a prueba al norirlandés Roy Carroll unos minutos después, con un tiro centrado y potente que el portero no pudo sino desviar a córner. En el 71, Villa la tocó para Amauri, situado en la mitad del campo contrario, que se inventó uno de los goles más brutales de su carrera al sacarse un golpeo seco y de espectacular potencia que se coló por toda la escuadra ante la inútil estirada del cancerbero. 2-0 Amauri (71’) Y, realmente, eso fue todo: el equipo logró dormir el partido, moviendo el balón con criterio hasta el pitido final, que dejó tres valiosos puntos en el Tardini -Milan e Inter empataron sus partidos, y los gialloblu se ponen ahora a solo dos puntos de los rossoneri, punteros junto al Bologna- y, sobre todo, la pregunta de si el Parma campeón acaba de morir para que nazca su sucesor. 🔼 Clasificación actual: 6º en Serie A (11 puntos) 🔜 Próximo partido: Parma-Dinamo Zagreb (Champions League, jornada 2 de la fase de grupos)
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