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SIR ALEX DICE ADIÓS AL MANCHESTER UNITED.

BBC. 28 de Mayo de 2013.

El entrenador escocés Sir Álex Ferguson, de 71 años, ha anunciado que dejará de ser el mánager del Manchester United al finalizar la presente temporada, con el que ha logrado un total 38 títulos en 26 campañas, siendo así el entrenador más laureado en la historia del fútbol británico.

El propio Ferguson comunicó esta decisión con un comunicado en la página web del Manchester United. "La decisión no la he tomado a la ligera. He pensado mucho sobre ello y creo que es el momento adecuado. Era importante para mí dejar el club organizado y creo que lo he conseguido. Ganar esta liga es un buen augurio de que estamos en el camino adecuado para el éxito", comunicó el escocés.

El ganador de dos Copas de Europa, entre otros muchos títulos, pasará a formar parte de la Junta Directiva del club. "En el futuro estoy encantado de asumir el papel de directivo y embajador del club, es una cosa que estoy deseando", explicó. "Nuestro trabajo en la formación de jugadores es uno de los mejores en el deporte mundial y nuestro estadio, Old Trafford, es uno de los campos más emblemáticos del mundo. ", añadió el de Glasgow, que también dio las gracias a los Blazer, propietarios del club, sir Bobby Charlton, los jugadores que ha tenido a sus órdenes o David Gill.
 
Ferguson llegó al Manchester United el seis de noviembre de 1986 procedente del Aberdeen escocés, con el que conquistó ocho títulos nacionales y rompió así la hegemonía que durante tantos años tuvieron en Escocia el Celtic y el Glasgow Rangers, hecho que propició su fichaje por los 'diablos rojos', que le vieron como el sustituto adecuado para Ron Atkinson y que fue el inicio de una relación casi 'eterna'.
26 temporadas después, el escocés se marcha con un total de 38 títulos en el club inglés, devolviendo al club al principal panorama, tanto del fútbol doméstico como del internacional. Así, le convirtió en el absoluto dominador de la Premier League es las últimas dos décadas con 13 Ligas, 4 FA Cup, 5 Copas de la Liga, 10 Supercopas inglesas, mientras que a nivel internacional cuenta con 2 Ligas de Campeones, 1 Copa Intercontinental, 1 Recopa de Europa, 1 Mundial de Clubes y 1 Supercopa Europea son el impresionante palmarés del técnico en su paso por el club de Old Trafford.
 
El propio Manchester United anunció que en las próximas 48 horas se conocerá su nuevo técnico y habrá que ver por quien apuestan los 'red devils', si por otro británico sin un gran perfil como hiciera 27 años o por algún preparador más reputado.

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EL VESTUARIO DE SIR ALEX

Cuando Sir Alexander Chapman Ferguson anunció su retirada, los elogios por su inigualable labor en el Manchester United comenzaron a invadir el mundo del fútbol. Medios de comunicación, redes sociales, blogs especializados y charlas 1.0; en todos los ámbitos resonaban con fuerza sus 26 temporadas como técnico red devil, con sus dos Copas de Europa y sus 13 Premier League como muestra irrefutable de su éxito. Más allá de números, lo que potenciaba el impacto de su despedida era la sensación de que el Manchester United era Sir Alex. Antes de él había estado Matt Busby con George Best y Bobby Charlton como estandartes, pero aquello se visualizaba en blanco y negro. Era complicado sentirlo como propio, como una vivencia real. Para muchos, el Manchester United era y es el equipo de aquel escocés de tez rojiza, continuo masticar y airadas expresiones. Y es este hecho, sin lugar a dudas, el que más interés despierta: ¿cómo un club tan potente pudo estar más de dos décadas bajo la dirección del mismo hombre? ¿Cómo sobrevivió a la sucesión de proyectos? ¿Y a los diferentes vestuarios? En los tiempos en los que un ciclo dura, a lo sumo, cinco años, la historia de Sir Alex se dibuja como un ejemplo irrepetible por su anacronismo.

Ferguson llegaba a Manchester con la credencial de haber logrado romper la hegemonía de Glasgow en el fútbol escocés con el norteño Aberdeen. Sin embargo, para su futuro en el United resultaría aún más determinante la profunda relación de amistad que había entablado con el que él consideraba “el mejor técnico del fútbol británico”. Jock Stein, entrenador del Celtic campeón de Europa en 1967, era una “universidad en sí mismo para todo aquel que buscara mejorar su formación futbolística”. Y, evidentemente, Sir Alex la había buscado. De él aprendió de técnica y de táctica, pero sobre todo de cómo liderar un grupo. “Para gente como yo, Jock fue el precursor de todos los logros a los que teníamos que aspirar. Él nunca se quedaba con los elogios, siempre se trataba de los jugadores y de lo magnífico que era el equipo”, decía Sir Alex. Dirigir un grupo humano extenso, gestionar los diferentes egos y rendir en un entorno de máxima presión eran algunos de los retos más importantes a los que el nuevo técnico del Manchester United debería afrentarse sí… o también. Durara lo que durara, ganara lo que ganara; siempre iba a ser así. Quizás por ello, otra de las premisas que más le marcaron giraba sobre la idea de cómo manejar estas situaciones. “Jock Stein me dijo una vez que no había nada de malo en perder los nervios por los motivos adecuados y creo que el 70 o el 80% de las veces que esto me ha pasado, ha sido por el motivo correcto”, razonaba Sir Alex para terminar con un contundente “al final, eres quien eres”. Gracias a Stein se conoció a sí mismo, pero aún le quedaba por descubrir qué era el Manchester United.
 
En 1986, los red devils llevaban 19 años sin ganar una liga y 18 sin levantar un título europeo. Ambos éxitos, como una gloria que parecía ya olvidada, habían corrido a cuenta del legendario Matt Busby. Escocés como él, Sir Alex lo señaló como referente desde que llegó a Manchester: “Soy un privilegiado, lo único que tengo que hacer es intentar mantener la estructura que él mismo fijó hace muchos años”. Este propósito no sólo parecía una buena idea por los éxitos cosechados o por lo que éste simbolizaba para la grada de Old Trafford, sino también por los conocimientos del club que Sir Matt Busby había adquirido tras regentar aquel banquillo durante un cuarto de siglo. Él comprendía mejor que nadie los entresijos de la institución, los deseos de la afición y las necesidades del entorno de los jugadores. No extraña, por tanto, que Ferguson terminara repitiendo como un mantra que jamás leía la prensa porque Sir Matt se lo había aconsejado.
 
Esta intención de aislarse de la opinión pública no quedó en algo personal, sino que trató de que se convirtiera en una máxima del club. El vestuario sería un bloque sin fisuras, sin injerencias externas. Para lograrlo, Sir Alex tomó una medida que, pese a estar cada vez más extendida, resultaba sorprendente en un tiempo no muy lejano. “Nadie puede entrar al campo del entrenamiento, es algo privado. Los jugadores vienen relajados, el ambiente es genial y ellos se divierten mientras entrenan porque nadie les mira con lupa”, explica Sir Alex en una intervención en la que comenzó utilizando el término “familia”.
 
En las sesiones de entrenamiento no sólo se reforzaría la sensación de núcleo impenetrable con la que el entrenador escocés pretendía dotar al vestuario, sino que además se marcaría el nivel de exigencia mínimo del club: el 100%. “Algunos entrenadores son “agradables”. Dejan que sus jugadores jueguen partidos de 8 contra 8 o 10 contra 10 para que puedan disfrutar. Nosotros consideramos que las sesiones de entrenamiento son oportunidades para aprender y mejorar. Es posible que los jugadores piensen: ‘Dale con lo mismo’, pero eso ayuda a ganar”, comentaba un Alex Ferguson que jamás haría distinción alguna.
 
Por Old Trafford habían pasado muchas estrellas y aún quedarían muchas por pasar, pero todas deberían someterse a la misma disciplina. Sin excepción. Incluso las que se apodaban “The King” y jugaban con el cuello de la camiseta levantado como símbolo inequívoco del comienzo de la Premier League. Incluso las que alumbrarían el inicio de su etapa triunfal como técnico. Y es que Sir Alex había contado sus primeras seis temporadas por fracasos, salvo aquella FA Cup de 1990 que le permitió seguir mascando chicle en frente de la grada que hoy lleva su nombre, pero la llegada de Eric Cantona en 1992 lo cambió todo. En sus propias palabras, “si alguna vez ha habido un jugador, en cualquier parte del mundo, que hubiese sido hecho para el Manchester United, ése es Cantona”. Una frase que no sólo resultaba verdad por su impacto en la institución o por los éxitos que le acompañaron como “red devil”, sino también por el ejemplo que significaba. Díscolo y provocador dentro de los terrenos de juego, Ferguson siempre le señaló como “un jugador disciplinado”. Y los chicos que crecían al amparo de Fergie, lo vivieron en directo.
 
Cuando la estrella gala se fue apagando, una brillante generación procedente de la cantera ocupó su lugar con, si cabe, mayor intensidad. Los “Fergie boys” (Paul Scholes, Ryan Giggs, David Beckham, Nicky Butt, Gary Neville y Phil Neville) acompañaron a su técnico durante su ascenso al firmamento de Manchester. Juntos tiranizaron el fútbol inglés ante la impotencia del resto, recuperaron la gloria perdida en Europa y, por supuesto, trabajaron por un modelo deportivo que hoy es envidiado por todo el continente. ¿La clave? Continuidad y jerarquía, tal y como destaca Sir Alex Ferguson: “Los clubes cambian de técnico demasiado rápido. Es esto lo que da poder a los jugadores, al vestuario. Eso es muy peligroso. Ryan Giggs y Paul Scholes tenían 14 años cuando llegaron aquí. A esa edad es fácil modelarlos. Eres tú quien les da la oportunidad, quien los conduce adonde quieren llegar y quien cuida de ellos”. En el vestuario del Manchester United no había dudas, todo estaba claro. En los entrenamientos se mejoraba, en los partidos se competía y en todo mandaba Sir Alex. Hubo enfrentamientos y disputas, pero el ganador estaba decidido de antemano. “Yo soy el hombre más importante en el Manchester United. Tiene que ser así”, aclaraba.
 
El vestuario era un bloque familiar perfectamente definido y estructurado donde él, por supuesto, era el padre. Y la madre. Porque no basta sólo con dirigir, eso lo hace cualquiera. Un líder de la talla de Sir Alex sabe engatusar, motivar y convencer. “No hay nada más alentador para un jugador, o para cualquier ser humano, que escuchar que le digan ‘buen trabajo’. Son las dos mejores palabras que se hayan inventado en el deporte. No es necesario usar superlativos”, desvela el escocés. Este trabajo continuo, tan motivante como exigente, encuentra uno de sus mejores ejemplos en la figura de un ídolo de masas de estética pop, esposa cantante y elevados ingresos publicitarios. Para Sir Alex Ferguson, “David Beckham no era el mejor lanzador de faltas de Gran Bretaña porque hubiese nacido con ese don divino, sino porque practicaba sin tregua con una dedicación que la mayoría de los jugadores de menor talento ni siquiera considerarían”.
 
Pero nada dura para siempre, todo proyecto se agota. Beckham se marcharía en 2003, Nicky Butt en 2004 y Phil Neville en 2005, con lo que una nueva generación de jugadores, varios no británicos, estaban por llegar y el trabajo debía volver a comenzar. Y es aquí, precisamente, donde Sir Alex trazó parte de su leyenda. Su capacidad de regeneración, matizándose y adaptándose, le llevó a manejar proyectos muy diferentes entre sí con la misma consecuencia: el éxito. “Es preciso adaptarse a cada generación y a cada jugador porque todos son diferentes. Eso sí, no hay que dejarles jamás que piensen que controlan la situación. Si es así, estas acabado”, reiteraba Sir Alex. El técnico escocés, que cada vez estaba más cerca de los registros del Liverpool, se apoyaba para esta labor en los propios jugadores que él había formado. Desde luego, no había mejor ejemplo que Neville, Giggs o Scholes. “Los valores que encarnan impregnan, forzosamente, a todos los que están a su lado en el vestuario. Es imposible engañarlos, tomarlos por idiotas”, comentaba Ferguson. Esta adaptación y esta herramienta que describe Sir Alex, se veía reforzada desde el terreno institucional con un “un equipo de profesores que lleva diez años en el club aportando educación y, sobre todo, la transmisión de los valores. No enterramos las historias, pero las diseccionamos internamente”, reconocía. Así, el club trabaja a una. Desde los despachos hasta el vestuario; sin que el camino se bifurque o el talento de futbolistas como Rooney o Cristiano Ronaldo se vea desaprovechado. Alex Ferguson, el centro de todo, ha dibujado un modelo reconocible y exitoso que, en el fútbol moderno, sólo ha sido posible establecer bajo la legitimidad que le dieron los años, los títulos y la confianza de los directivos. Él creó el club perfecto, pero aún así piensa que es mejorable.
 
Este mes de marzo, antes de que la gran noticia del año saltara por los aires, ‘L’Équipe’ le realizaba a Sir Alex una entrevista en la que salía el tema de su sucesión. Él veía a Giggs y Scholes como entrenadores en un futuro, siguiendo los pasos de otros jugadores como Mark Hughes o Solskjær, pero no tiene prisa: “No quiero meterles esa presión. Ellos deben comenzar con los jóvenes. Tienen tiempo. Dentro de diez años ya veremos. Ambos son inteligentes, trabajadores y con determinación”. Tiempo hay, pues incluso Giggs ha renovado otro año más con el Manchester, pero cuando llegue el momento el deseo de su mentor es que sigan vinculados al club al estilo Bayern Munich. “Me gustaría integrarlos en el ‘staff’, como Gerd Müller o Sepp Maier en el Bayern. Hoy vemos a Tarnat, Dremmler, Breitner y otros antiguos jugadores que trabajan para el club. En el Bayern muchos ex futbolistas ejercen una influencia muy fuerte en la entidad. También en la parte administrativa, financiera y diplomática con Beckenbauer, Rummenigge, Hoeness… Eso sí, ahora necesitaban un técnico y lo han encontrado fuera con Pep”, exponía el técnico escocés. Dos meses después, evidentemente, conocemos mejor el sentido de estas palabras. Un nuevo técnico llega, pero la transmisión de la idea de lo que debe ser el Manchester United, como club y como equipo, corre a cargo de sus chicos. ¿Y los que vengan en el futuro? Fácil: ellos tienen la ventaja de que lo único que tienen que hacer es intentar mantener la estructura que él mismo fijó hace muchos años.
 
Chris Charles.
 
 
*Texto escrito por Miguel Quintana para esa maravillosa web que es Ecos del Balón.

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Prólogo

Después de varios años alejado del subforo Historias, tanto escribiendo como leyendo -salvo contadas excepciones-, me he decidido a iniciar una nueva aventura con el objetivo de intentar reengarcharme a este mundillo que tanto me entretenía en su día.

Podría prometer que tendré más estabilidad que en anteriores historias, pero la verdad es que estoy oxigadísimo y no sé muy bien como va a salir esto. Espero tener la suficiente constancia como para conseguir darle continuidad a la historia, a pesar de la dificultad que ello siempre ha conllevado en mis experiencias pasadas.

Desde ya os pido disculpas si los textos o los gráficos no son de gran calidad. Como digo, llevo mucho tiempo sin escribir y eso se nota. Mi intención y esperanza es la de ir cogiendo sultura de nuevo con el paso de las páginas.

Os ánimo, como siempre, a que critiquéis lo que no os guste, a que sigáis y comentéis si es que os llama la atención, a llamarme de todo si hago algo mal... en definitiva; a que participéis.

Elección del equipo

La decisión del equipo ha sido complicada. En un principio mi idea era la de irme a la Liga BBVA, al tratarse de la competición que más conozco. Sin embargo, tanto las partidas como las historias de FM que más he disfrutado han solido ser las que se han dado en Inglaterra así que me decidí por las islas. Mis conocimientos son menores pero intentaré disimularlo.

Dentro de la Premier, uno de los mayores retos que podía acometer era el de sustituír a Alex Ferguson después de su retirada, haciéndome cargo así de un Manchester United campeón pero con una plantilla muy por debajo de otros competidores como Manchester City, Chelsea e incluso Arsenal.

Por qué la elección de un equipo grande? Bueno, hace mucho que no juego al FM. He ido creciendo y como todos le he ido dedicando menos tiempo a mis hobbys a cambio de dedicarle más a mis obligaciones, lo que me ha hecho separarme mucho tanto del juego como de este subforo como he explicado antes. Al último FM que jugué con asiduidad creo recordar que fue el FM10, y en los posteriores habré jugado alguna corta partida en cada edición.

Por ello, creí que la mejor manera de intentar hacerme de nuevo con el juego y sus novedades eran las de llevar a un equipo grande, donde las carencias que pueda tener al principio se noten menos.

La elección del entrenador sí que es algo más compleja. Sin intención de desvelar nada, soy conocedor de que había opciones mucho más realistas. Jugadores con un pasado importante en el club u otros más consolidados, pero finalmente me decidí por un jugador al que admiré cuando estaba en activo y que, pese al poco tiempo que pasó en Old Trafford, dejó huella.

El título

Under Pressure es una magnífica canción de Queen y el título describe muy bien como se va a sentir el próximo inquilino del banquillo tras suceder a Sir Alex. Además, tengo entendido que es una canción del gusto de Viggo, sin el cual esta historia no daría comienzo. El título sirve en cierta manera como agradecimiento.

Poco más que añadir. Esto comienza. Como dijo un enorme entrenador y un excelente comunicador: "Abrochénse los cinturones, que nos vamos a divertir."

Información de la partida

  • Juego: FM2014
  • Versión: 14.3.0.
  • Detalle BBDD: Grande
  • Ligas Cargadas:

eng_zps8709faa7.png Inglaterra (League Two)

esp_zpsbd879cb9.png España (Liga BBVA)

fra_zps41908b08.png Francia (Ligue1)

ita_zps9b39834a.png Italia (Serie A)

ger_zps95facfa4.png Alemania (Bundesliga)

por_zpsdddd3f63.png Portugal (Liga Sagres)

ned_zps4181e218.png Holanda (Eredivisie)

sco_zps3264190d.png Escocia (Premiership)

irl_zps4ed17762.png Irlanda (División de Honor)

GLORY GLORY MAN UNITED!

Genial, te sigo !! A ver si consigues que esa panda de vagos y maleantes sean dignos de llevar la camiseta de los red.

Bueno, pues te sigo desde ya, el Manchester United, un bonito reto el de buscar un nuevo sustituto que pueda hacer lo que el gran Sir Alex hizo por este equipo. No va a ser fácil, pero el que llegue va a tener una presión...increíble.

Saludos!

Bienvenido Picho, todo un lujo poder volver a verte por aqui;

Planteas un reto bastante interesante, y que si no recuerdo mal ya algún compañero ha tratado de llevar a cabo sin mucho éxito, esperemos que esta vez tú si lo tengas.

Ni idea de quien puede ser el nuevo dueño del banquillo del Teatro de los Sueños, así que permanezco atento y por aquí estaré siguiendo los pasos de este Manchester United que quire mostrar que hay vida más allá de Sir Alex.

Gracias por el homenaje crack y he de decirte que no podrías haber elegido mejor canción y mejor título para una historia con los Red Devils. Otra que forma parte de mi discoteca predilecta y que también habría venido bien es Sympathy for the devil, pero sin duda la ardua tarea que te espera a partir de ahora merece la palabra presión en mayúsculas.

Bonito e interesante reto te planteaste donde el cambio de ciclo no sólo se hará en los banquillos sino también en una plantilla algo descompensada que necesita regenerarse en algunas demarcaciones. Estaremos atentos por qué derroteros va cogiendo el nuevo proyecto donde espero sea punta de lanza esa reencarnación Brítish de Di Stéfano apellidado Rooney.

Y ficha ya un mediocentro con algo más de fútbol en las botas por favor....

Espero noticias ansioso y ya puedes reservarme un asiento en Old Trafford, así como una camiseta red devil, por supuesto, con el 7 a la espalda.

PD: me lanzo a averiguar el próximo entrenador....Van Nistelrooy o Laurent Blanc ....

Mucha suerte compañero y un gusto de verte en activo.

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@ripperjpxx

Bienvenido!

Haremos lo que podamos para que los aficionados puedan estar orgullosos de este equipo. Aunque me interesa más que corra el balón que los jugadores.

@jayckjames

Bienvenido!

Me temo que igualar lo que hizo Sir Alex será imposible. Esa habilidad para regenerar equipos me parece inigualable, al igual que su larga experiencia en el mismo banquillo. Intentaremos que no se note su ausencia, esa será la gran misión. Nada fácil.

@

Muchas gracias por tus palabras, Chema. Y bienvenido.

Como dices, un reto complicado. Ya no solo por el hecho de sustituir a Sir Alex, sino también por hacerlo con una plantilla con muchos jugadores lejos de su mejor época y obligado a competir con otras muy superiores por los mismos objetivos.

Trataremos de potenciar nuestras virtudes para poder competir contra esos equipos.

@Viggo

Ya sabes que es un placer tener por aquí, amigo. Te reservo desde ya ese asiento en Old Trafford. Ya me dirás si quieres el 7 de Cantoná, el de Beckham o el de Cristiano ya que ahora no tenemos ningún valiente que se haya atrevido a coger ese mítico dorsal.

Sympathy for the devil hubiese sido otra gran elección, sin duda. Pero tengo el recuerdo de que utilizaste Under Pressure como una de las primeras canciones en Forced Landing, esa historia que tantísimo me hizo disfrutar, así que de paso también la homenajeamos aquí.

La plantilla me preocupa muchísimo. De hecho es mi principal miedo a la hora de afrontar el proyecto. Ya no solo porque competiremos contra equipos superiores, sino porque creo que el club necesita una regeneración tanto de jugadores como de sistema de juego. Algo que nos llevará un tiempo del que no sé si dispondré en caso de un comienzo irregular de resultados.

No tengas dudas de que el hombre clave del proyecto será el '10'.

Fallaste en tus pronósticos. Ya anuncié un nombramiento sorprendente. Esperemos que salga bien.

Saludos, compañero. Espero pasarme muy pronto por Madrid.

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LARSSON SERÁ EL GRAN SUCESOR DE SIR ALEX.

BBC. 29 de Mayo de 2013.

El Manchester United anunció este mediodía a través de su página web que el sueco Henrik Larsson, ex-jugador de fútbol, sucederá al escocés Alex Ferguson en el banquillo de Old Trafford a partir de la próxima campaña.

Larsson, firmará a sus 42 años un contrato de una temporada con opción a otra para relevar a Ferguson, que ayer anunció su retirada después de 26 temporadas como técnico de los "diablos rojos" y tras haber ganado trece títulos de liga, el último de ellos este año.

El técnico sueco se incorporará oficialmente al conjunto de Manchester el próximo 1 de Julio, tras finalizar la temporada.

"Es un gran honor que me hayan nombrado entrenador del Manchester United", afirmó en un comunicado Larsson, que se mostró "encantado" por el hecho de que Ferguson le haya "recomendado" para un puesto que el veterano técnico ha ocupado durante más de un cuarto de siglo.

Ferguson ha tratado de dejar atado cualquier detalle en el United, donde ejercerá de directivo y embajador a partir de la próxima temporada, antes de ceder el banquillo a su sucesor, en cuya elección desempeñó un papel clave.

"Discutimos a los candidatos que pensábamos que reunían las condiciones necesarias y estuvimos todos de acuerdo en que Henrik era una buenísima opción", relató el escocés.

Alex Ferguson subrayó que "en la corta etapa que pasó aquí como jugador me asombraron sus conocimientos tácticos y su capacidad de trabajo" y que ya le había ofrecido por aquel entonces formar parte de su cuerpo técnico, oferta que el sueco declinó ya que todavía quería continuar en activo.

Ferguson describió a su sucesor como "un hombre de gran integridad, con una sólida ética de trabajo y mucha valentía al hacerse cargo de este puesto".

El nuevo preparador de los "diablos rojos" señaló por su parte que guarda "un gran respeto por todo lo que ha hecho Ferguson por el club" durante una larga trayectoria en la que el equipo ha conquistado trece campeonatos de liga y dos Champions.

"Sé lo duro que va a ser sustituir al mejor entrenador que ha habido nunca, pero la oportunidad de entrenar al Manchester United solo se presenta muy de vez en cuando, así que estoy deseando incorporarme al puesto la próxima temporada", afirmó Larsson.

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VEINTE MANAGERS Y UN ACTOR

Además de sacarle partido a su condición de Sir, de beber vino de dos mil libras la botella, cuidar a sus nietos, tocar el piano, leer, acudir a las carreras de caballos o meterse en algún jardín espinoso con el laborismo inglés, a Ferguson le quedan ahora un despacho, una grada, una estatua en Old Trafford y uno de los legados con más nutrientes y mejor abrillantados de la historia del fútbol inglés. Ahora, aún lo tenemos demasiado cercano, sus coloretes, su mirada al reloj, sus broncas o sus giros geniales en la pizarra. Serán nuestros nietos quienes pongan de relieve el verdadero alcance histórico de este escocés curtido en los muelles de Glasgow cuando reciten la lista de los reyes británicos: Chapman, Busby, Stein, Shankly, Clough y Ferguson.

La gestión de esa herencia le corresponderá a Henrik Larsson, una decisión sorprendente. Salió Larsson, pero pudo salir una pieza del taller de entrenadores de Ferguson, alguien más apegado a la tradición del club, empapado de su cultura, conocedor de los códigos instalados en la institución y con lazos con la gente, el entorno, los medios de comunicación habituales o incluso la maquinaria comercial y empresarial. Alguien, en definitiva, parido por Ferguson. Había donde elegir. El legado de Alex no solo recae en forma de exigencia y expectativas sobre los hombros de Larsson. A ese legado pertenece también el cuerpo de entrenadores que se extiende por todos los rincones del fútbol británico con la huella de Ferguson sobre sus manuales. Tenemos varios, aunque solo nos entretendrán los más relevantes. Contamos a su hijo –hijo de verdad- Darren Ferguson (Peterborough United), Chris Casper (ex del Bury), Peter Davenport (ex del Southport), Chris Turner (ex del Sheffield Wednesday), Simon Davies (ex del Chester City), Mark Robbins (Huddersfield Town), Viv Anderson (ex del Barnsley), Pat McGibbon (ex del Newry City), Frank Stapleton (ex de New England Revolution) o, ya más conocidos, como Hennin Berg, aquel central noruego al que deshizo Fernando Redondo. Berg entrenó en su país a Lyn y Lillestrom antes de comenzar esta temporada como encargado de reflotar al Blackburn Rovers a la Premier. Llegó a diciembre. Y Andrei Kalcheskis, aquella bala de fabricación soviética que rasgaba la banda derecha de Old Trafford, ha sido mánager en Rusia en los últimos tiempos del Torpedo-ZIL de Moscú (la refundación del mítico Torpedo) y del FC Ufa.

Pero la elite de discípulos de Ferguson la forman ocho entrenadores. Aunque unos más y otros menos, todos han bebido en algún momento de su formación de la misma fuente. La influencia de Ferguson también alcanza a Steve Bruce, Laurent Blanc, Paul Ince, Roy Keane, Bryan Robson, Mark Hughes, Ole Gunnar Solskjaer y Gordon Strachan. De todos ellos, Steve Bruce, Mark Hughes y Laurent Blanc son quienes mejor partido están sacando a sus carreras. Ince y Solskjaer se anuncian como serias promesas. Strachan es quien más se parece a Ferguson, por sus títulos en el Celtic y, sobre todo, por su personalidad como entrenador. Bryan Robson se quedó por el camino. Y Roy Keane lleva ese mismo rumbo como alguien no le quite los micrófonos y le entregue un banquillo pronto.

Steve Bruce era un futbolista feo de ver. Central durante más de 300 partidos con Ferguson, se movía como un tronco, era duro y lánguido de movimientos. Pero tenía cara de central. Y quien tiene cara de central la puede tener de boxeador. Bruce era tremendamente eficaz e indomable. Ferguson siempre lo estimó por su entrega y su solvencia defensiva. Además, marcaba goles, con su frente de mármol o ejecutando penaltis. Bruce se hizo entrenador y fue en el Birmingham donde se ganó el respeto del fútbol inglés durante seis temporadas. Lo ascendió a la Premier League y lo estableció con un juego claramente fergusoniano: 4-4-2, vuelo por fuera y centrales de talla grande. Un equipo con Heskey, Forsell, Upson o Savage. Luego, mantuvo al Wigan en la Premier y vivió una irregular experiencia en el Sunderland hasta que, esta temporada, el fútbol lo ha devuelto a las primeras planas con el ascenso que ha patrocinado en el Hull City, nuevo equipo de la Premier.

El galés Mark Hughes es uno de los más importantes delanteros del Manchester United y pieza esencial para explicar la supervivencia de Ferguson en sus primeros años. Prácticamente, le dio una Recopa contra el Barça. Antes de retirarse, Hughes ya entrenaba a la selección galesa. Su carrera como manager continuó en el Blackburn Rovers (2004-2008). Fue en el club donde mejores réditos dio. Lo clasificó sexto (Copa UEFA) y perdió la final de la Copa de la Liga frente al Chelsea. Hughes armó un equipo atractivo y solvente, con mucho contenido físico en el que destacaron gente como Chris Samba, David Bentley o Roque Santacruz. Su siguiente etapa le llevó al Manchester City de los incipientes jeques. Kompany, Jo o Zabaleta fueron algunos de sus fichajes. También llegaron Robinho, Bellamy, De Jong o Given. La temporada fue un fiasco. En verano 2009, el talento le rebosaba las manos. Llegaron Lescott, Kolo Touré, Adebayor, Barry y Tévez, pero Hughes nunca estuvo a la altura del proyecto. Sería despedido en tres meses. Luego, firmó por el Fulham y pasó al QPR, donde empezó esta temporada con 12 partidos sin ganar. Hasta ahí llegó y hasta ahí llega, de momento su carrera.

El entrenador Laurent Blanc revolucionó el Girondins de Burdeos con un fútbol alegre, ofensivo y un estilo muy cuidado. Poca huella inglesa hay en su repertorio, pese a recibir doctrina de Ferguson durante las dos temporadas en las que acabó de consumir su carrera. Ganó en 2009 el título en Francia y fue nombrado seleccionador bleu. Ese proyecto acabó bajo la carrocería de España en la pasada Eurocopa.

Roy Keane, en cambio, sí le dio ese carácter tan particular de Ferguson a su primera gran empresa como entrenador: el Sunderland, donde inculcó un estilo con varios de sus valores como mediocentro depredador: agresividad, temperamento en el juego, sacrificio… Lo ascendió a la Premier y sus dos temporadas posteriores, 2007-2009, tuvieron fases muy dignas en un equipo con Kenwyne Jones, Daryl Murphy, Djibril Cissé, Anton Ferdinand o Kieran Richardson, siempre ordenados en un 4-4-2 de más puro sello inglés. Unas discrepancias con la directiva le llevaron fuera del club. Lo firmó el Ipswich Town, pero fracasó. Desde enero de 2011, no pisa un banquillo. Mientras, se ha convertido en uno de los comentaristas más estruendosos de la televisión británica. Keane corre el riesgo de evaporarse como entrenador con potencial como le ocurrió a Bryan Robson.

Robson no solo era un barril de cerveza con piernas sino que fue también fue un formidable centrocampista: resistente, dinámico, llegador… Jugó 13 temporadas en el Manchester United y Ferguson logró domarlo y explotarlo. Como entrenador, más tarde, irrumpió ascendiendo al Middlesbrough, con Viv Andersen de asistente. En su primer año en la Premier, con Nick Barmby y Juninho, peleó por Europa. Y al siguiente perdió las finales de la FA Cup y la Copa de la Liga. Un año después, aún perdería otra final de la Copa de la Liga. Allí, 1997, tocó techo. Ni en el Bradford, ni en el West Bromwich Albion ni en el Sheffield United triunfaría después. Ni siquiera lo hizo en la selección de Tailandia.

Uno de sus alfiles en el centro del campo del Manchester United, Gordon Strachan, gestionó mejor los equipos. Strachan fue un diminuto extremo derecho, escocés y rubio como el sol. Recordaba a Jimmy Johnstone, por su desborde, su inspiración y regate. Fue la figura de Ferguson ya en el Aberdeen y pocos futbolistas llegaron a conocer tan estrechamente al dirigente escocés. Quizá por eso, como entrenador, es la mejor aproximación a Ferguson de todos aquellos que fueron futbolistas de Alex. Temperamental, locuaz, motivador, a veces excéntrico… Llegó a retar varias veces a su antiguo manager, con quien ha protagonizado algunas guerrillas dialécticas. Strachan entrenó a Coventry y Southampton (subcampéon de la FA Cup 2003), antes de convertir al Celtic en el mejor equipo de Escocia: ganó tres Scotish Premier League consecutivas (2005-2008), una Copa y dos Copas de la Liga. Ahora, es el seleccionador nacional de Escocia.

El futuro del linaje de Ferguson lo representan Paul Ince y Ole Gunnar Solskjaer. Ince entrena ahora al Blackpool, entre los jugadores, una gran promesa, su hijo Tom. Ha firmado buenos números desde que asumió el cargo en febrero. Antes, dirigió a Blackburn Rovers, Milton Keynes Donso y Macclesfied Town.

Mientras, Solskjaer, a sus 40 años, corre a toda la velocidad hacia los banquillos de gran elite. Después de colgar las botas, se afincó en el Manchester United como entrenador de delanteros. El Asesino de la Cara de Niño. Qué mejor profesor para el aprendizaje de la intuición, la cuchillada inmediata, el desmarque… Ferguson siempre apreció esa voluntad didáctica del noruego. Lo mimó y lo instruyó, pensando en él como un futuro entrenador del Manchester United. A Solskjaer lo llamó el Molde de su país, el club donde nació, y allí escribió historia durante dos años: condujo a la entidad a su primer título de Liga en 2011 y repitió en 2012. Esta temporada se hará cargo del recién ascendido Cardiff. Quizá estemos ante otro Ferguson, de mirada angelical, pero instinto igual de ganador.

Además de mánagers con la etiqueta de Ferguson en el currículo, coaches tampoco faltan, diseminados por todos los peldaños del fútbol británico. Unos se encargan de canteranos, otros de porteros y hay quienes moldean defensas o delanteros. Hasta 15 hijos de Ferguson hemos podido contar en los últimos tiempos: Terry Gibson, Tony Gill, Liam O’Brien, Jesper Olsen, Gary Walsh, Jim Leighton, Mal Donaghy, Brian McClair, Les Sealey, Andy Cole, Michael Clegg, Michael Appleton, Jordi Cruyff, Raimond Van der Gouw o Mike Phelan, su último lugarteniente en el banquillo. Los asistentes de Ferguson tampoco han sido ajenos a su manual, sus modos de dirigir, de llegar al futbolista y resolver los interrogantes del fútbol.

Phelan ha sido el séptimo en un cargo de ayudante principal que abrió Archie Knox, escudero de Alex en el Aberdeen y luego en Manchester. A Knox, siempre a los sombra de un mánager, se le considera uno de los grandes teóricos del fútbol escocés de las últimas décadas. Brian Kidd cogió su relevo en 1991 antes de pasar a dirigir la cantera del club.

Luego, fue el turno de Steve Mclaren, el asistente de Ferguson que mejores líneas ha escrito en solitario: condujo al Middlesbrough al título de la Copa de la Liga 2004 y a la final de la UEFA 2006 (ante el Sevilla). Más tarde se ahogó con la selección inglesa camino de la Euro 2008 y, aplastado por el aparato mediático británico, emigra a Holanda, donde gana la Eredivisie con el Twente, su actual club en segundas nupcias, tras irregulares pasos por el Wolfsburgo y el Nottingham Forest.

Cuando Mclaren salió en solitario, aterrizó en su lugar Jim Ryan hasta que Ferguson reclutó en 2000 a Carlos Queiroz, luego atraído por el Real Madrid. Al luso-mozambiqueño le explotó en las manos la galaxia de Florentino Pérez. Con Portugal, sufrió más que respiró. Y, ahora, bueno, ahora le queda la selección de Irán.

Walter Smith fue el siguiente en sentarse a la derecha de Ferguson, aunque su experiencia fue muy breve, transitoria. Smith, escocés y buen amigo de Alex, destacó como manager del Glasgow Rangers, donde ganó una liga y cinco copas, y de la selección del león rampante. En 2008, el papel de adjunto de Ferguson lo heredería ya Mike Phelan, quien durante su etapa como jugador del Manchester United a principios de los 90 fue uno de esos chicos que siempre tuvo el zorro escocés en su plantilla: adusto, pero comprometido. Escaso de fútbol, pero ganador.

El legado de Ferguson no ha terminado. Scholes y Giggs se anuncian como los próximos hombres de banquillo apadrinados por el viejo Sir. Habrá más. Desde luego, entre ellos, no estará Carlos Tévez. Quizá su destino, y su sello de Ferguson, siga el camino de Eric Cantona. Porque de Ferguson, además de leyendas del fútbol, también salió un actor.

Chris Charles.
*Texto escrito por Chema R. Bravo para esa maravillosa web que es Ecos del Balón.

Magnífico reto este con el que te lanzas @Picho. Sin dudas un reto ilusionante este de coger al Manchester United post-Fergie y formar ese nuevo proyecto que tan necesario es en Old Trafford.

Maravilloso texto ese último sobre los pupilos de Fergie en los banquillos, claramente Ferguson ha sido uno de los mejores entrenadores que ha dado este deporte y sus enseñanzas seguirán vigentes muchos años aunque no podamos verle más sentado en un banquillo. Muchos futbolistas crecieron bajo su dirección y optaron por una vida en los banquillos al retirarse, el último Giggs que veremos como le va en esta nueva etapa de interino :D

Me hubiera encantado ver a Solskjaer dirigiendo a los diablos rojos, ver como se desenvuelve en el banquillo ya que como jugador tenía un algo especial que me gustaba bastante (pese a ser el eterno jugador #12). No obstante, la elección de Henrik Larsson para dirigir la nave del United también me ha gustado, y me ha sorprendido porque cuando me puse a pensar quién podría ser el agraciado no me dio por pensar en él. El leopardo encaja bien en este nuevo proyecto, era como jugador un futbolista muy listo sobre el campo y con una gran capacidad de liderazgo que siempre buscaba trabajar por el bien del grupo y esas son cualidades que claramente debe tener el sustituto de Ferguson. Porque la sombra del escocés es muy alargada y tener a alguien en el banco que sepa con claridad hacia donde quiere dirigir este nuevo proyecto se hace esencial.

La mayor de las suertes en esta nueva historia, encantado de leerte y ojalá que tengas una exitosa etapa al frente de los Red Devils ;)

Saludos!!

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