El Pincha cayó ante Italiano y se despidió de la Copa🔴 A pesar del dominio y las ocasiones claras, Estudiantes de La Plata quedó eliminado ante Sportivo Italiano por 2-1. La noche se prestaba para la rotación. Con suplentes en cancha, el equipo de Darío Zubeldía intentó hacer pie en un terreno hostil ante un rival que jugó el partido de su vida. El resultado fue adverso, aunque el desarrollo dejó señales positivas. Los primeros minutos mostraron a Sportivo Italiano más activo. A los 12 minutos, un tiro libre de Franco Gómez exigió el vuelo de Fabricio Iacovich, que evitó el primero con una tapada espectacular. La respuesta de Estudiantes llegó con un contragolpe comandado por Nicolás Palavecino, que armó la transición y asistió a Matías Ahumada Acuña, quien definió apurado ante la salida de Luciano Espíndola, que desvió con la punta del guante. En el complemento, el trámite se abrió. A los 54 minutos, un centro desde la derecha tomó mal parado al fondo Pincha y Pablo Bueno, solo por el segundo palo, empujó al gol tras un error previo de Juan Zales que no logró despejar un cambio de frente. Estudiantes respondió con rebeldía. En una corrida furiosa, Ahumada Acuña habilitó a Ezequiel Iglesias, que definió con sutileza y vio cómo la pelota pegaba en el palo y cruzaba toda la línea sin ingresar. La fortuna también jugó su parte. Cuando parecía que no habría consuelo, a los 84, Andrés Ayala sacó un zurdazo prodigioso desde fuera del área que viajó como una carta urgente al ángulo. Espíndola voló, pero la red ya estaba inflada. El 1-1 tenía algo de justicia. La prórroga no perdonó. Recién sacado del medio, Federico Chacón cabeceó con maestría un centro de Castañares y puso el 2-1 a los 91 minutos. Un nuevo descuido en la marca y otra vez abajo en el marcador. El Pincha empujó con lo que tenía. Un cabezazo de Iglesias se fue desviado, Palavecino probó desde lejos sin suerte, y Orosco obligó al arquero rival a lucirse. El pitazo final decretó una eliminación que no duele por lo que significa, pero sí por cómo se dio. Estudiantes fue más, tuvo las chances, generó el juego pero Italiano aprovechó las suyas. La Copa Buenos Aires ya es historia para los de Zubeldía. Pero los aprendizajes de estas derrotas, incluso las menos trascendentes, también valen oro.