Todo está en la mentalidad de los jugadores. Si la selección juega 8 partidos al año, joder, dejarse la piel en esos 8 partidos. Vaya quien vaya y juegue quien juegue.

Supuestamente, el jugador que va a la selección, consigue lo máximo que puede hacer en su carrera, jugar vistiendo la camiseta de tu país. Estás representando a millones de aficionados.

Hoy en día no hay mentalidad ganadora, no hay cojones a salir al campo pensando:"Joder, estoy jugando con España, lo hago 8 veces al año y tengo que dejarme la piel tanto por mi como por la selección".

Aparte de no haber mentalidad y cojones, cada vez se demuestra más que tampoco hay compañerismo, no hay un equipo, no hay un bloque en el que todos jueguen con la misma idea en la cabeza. Cada uno juega a su interés personal e incluso diría que hay rencillas entre los jugadores, no son una piña y eso tambien es fundamental en un equipo que se reune tan pocas veces al cabo del año.

En fin, no sé cómo acabará todo ésto, pero si no le pone remedio pronto, claramente nos quedamos sin Eurocopa y eso sí que haría perder cualquier ambición por parte del aficionado español.

Y dejo un dato para que empezemos a hacernos a la idea, Villar desde que es presidente de la Federación, NUNCA ha echado a un seleccionador, siempre han sido ellos los que han dimitido.

Para mí, el gran problema de ésta selección, es ese personaje llamado Villar y mientras siga al mando del barco, poco vamos a navegar.....

Yo creo que ahora es el momento de probar con un entrenador extranjero.

Bueno que alguien traiga aguarrás que este seleccionador no se va ni con lejía

Quieres revalidar el Nobel rápido eh

Que viva el humooooooooooooooooooor!!!!

Quieres revalidar el Nobel rápido eh (N)

Si tengo el Nobel perpetuo

Igual el abuelo deja su puesto si se lo regalas

Yo creo que ahora es el momento de probar con un entrenador extranjero.

Hace tiempo que deberiamos haber probado. A ver si de una puta vez nos dejamos de sabios y Lotinas. Cuantos entrenadores españoles triunfan o han triunfado recientemente?

Independientemente de Del Bosque, que ya demostro que con un equipo normalucho na de na, solo me sale Benitez.

Sinceramente a mi me la suda tener un entrenador/seleccionador que cuando suene el himno español se la sude(valga la redundancia), si podemos, no ya ganar, sino hacer algo decente de una vez.

Igual el abuelo deja su puesto si se lo regalas

Igual pasan cerdos volando

SAEZ VETE YA!!!

JOAKIN TITULAR!!!

Artículo sobre la selección española, con el que coincido plenamente (especialmente en la parte en negrita), es de Martí Perarnau, en él se analiza el fracaso del modelo de la selección. Si luego lo encuentro posteo otro artículo suyo en el que utilizaba medios empresariales para trazar un plan de la selección, analizando los fallos, las debilidades y las soluciones :

Todos los modelos son virtuosos cuando arrojan buenos resultados. Se puede ganar la Copa Davis con cuatro seleccionadores e incluso con tres. Se puede conquistar oros olímpicos de atletismo con el presidente de la Federación actuando como seleccionador único. Se puede ser campeón mundial de balonmano con un seleccionador que también es entrenador de club. Se puede ganar el mundial de baloncesto rotando cada año de seleccionador. Incluso se puede conquistar el Mundial de fútbol aunque tu federación esté ardiendo en llamas y tus principales clubes estén a punto de ser descendidos a segunda división. También los hay que vencen desde la normalidad: con una federación seria detrás, un entrenador equilibrado delante y estabilidad emocional por parte de todos.

La selección española de fútbol es lo opuesto a la variedad anterior. Cualquier modelo que aplica se convierte en vicioso. Ya sólo le falta probar con Villar en el banquillo para haber cubierto el cupo de alternativas posibles. Seleccionador duro, blando, joven, viejo, gruñón, afable, federación corrupta, medios inquisidores, capitanes veteranos de colmillo retorcido, jovencitos imberbes, buscavidas de medio pelo, cabeceadores preclaros, jugones, guerreros, palanganeros o insidiosas comadres. Todo se ha probado: en dictadura, transición y democracia; en tiempos de lluvia y a pleno sol; por lo civil y por lo criminal. Décadas de acusaciones: a la Federación, al presidente, al seleccionador, al entorno, a la prensa, a la radio, a los jugadores y al lucero del alba. Acusaciones circulares para acabar en el mismo punto de partida, coincidencia de sentimientos: a unos no les importa lo más mínimo la selección; otros quieren que pierda porque no se sienten identificados con ella; y otros más desean la debacle porque ya no juega Raúl.

Ahora decimos que sólo queda una opción: el entrenador extranjero. Lo eran (de nacimiento) Kubala y Santamaría, y obtuvieron el mismo triste resultado. Pero es una alternativa aunque no andan demasiados nombres libres con garantías. ¿Resistiría Hiddink las presiones de los periodistas? ¿Podríamos esperar de Scolari que planteara un juego plástico, pero a la vez eficaz? ¿Cuánto tardaría Lippi en darse cuenta que no puede aplicar su metodología italiana?

A estas mismas horas, en Francia se cortan las venas por la derrota ante la mediocre Escocia en Glasgow. En Inglaterra llueven chuzos de punta por el tristísimo empate en casa frente a la inenarrable Macedonia. Italia ha vencido a Ucrania sólo en los últimos veinte minutos y cuando los visitantes ya se habían merendado al centro del campo campeón del mundo y la defensa de Cannavaro, Materazzi y Zambrotta hacía aguas ante un rival que no tenía ni siquiera a Shevchenko. La gran Holanda de Van Basten apenas ha podido empatar contra la Bulgaria de Stoichkov y esta noche sólo Javier Clemente duerme plácidamente, arrullado por el triunfo de su Serbia, líder de grupo, en Belgrado ante la antaño potente Bélgica, ya que la Rusia de Hiddink no ha pasado del empate en casa frente a Israel.

Así que en todas partes cuecen las mismas habas y la solución es que no hay solución. Denle la baja a Luis si quieren. Traigan a un extranjero para que De la Morena lo engulla. O a otro veterano español curtido en mil batallas, al que también engullirá. Maltraten a los jugadores por sobrevalorados, vendehumos y pechofríos. Propongan que se vaya Villar. Pero hagan lo que hagan, la solución no es mágica ni aparecerá tocando una sola tecla. Hagan un plan a medio plazo; marquen objetivos muy modestos; presenten un modelo de juego concreto, válido para todas las categorías, que prime la eficacia o la estética o el músculo o el resultadismo, pero no todo a la vez; aplíquense con humildad a la tarea; celebren los triunfos ante rivales mediocres como si con eso ya estuvieran colmadas las expectativas; no pronostiquen la victoria frente a nadie; reconozcan el discreto nivel del jugador español; huyan de la retórica, el banderío ufano y los himnos vacíos; acepten que la selección sólo representa a la Federación Española de Fútbol; trabajen duro, esfuércense en la derrota, no se vanaglorien en el triunfo; apuesten por un grupo de futbolistas, formen piña, limen los egos, propongan que el juego colectivo venza a la individualidad. Todo esto no garantiza el éxito, pero sí evita que la frustración se acreciente.

Lo encontré. Un plan empresarial aplicado a la selección española. Merece la pena leerlo un rato, aunque con alguna cosa se puede estar en desacuerdo, es una manera curiosa de mirar la selección, huyendo del sensacionalismo y el forofismo. Decir que está escrito en junio, tras la eliminación en el mundial :

Ninguna empresa soportaría cincuenta años seguidos de fracasos. En cualquier empresa, un problema crónico como el de la selección española habría sido tratado y atajado hace mucho tiempo. De entrada, con el sencillo análisis DAFO (Debilidades – Amenazas – Fortalezas – Oportunidades). Cualquier gestor haría el diagnóstico y aplicaría las soluciones. Diseñaría un plan de negocio. Apostaría por las fortalezas e intentaría mitigar las debilidades. Veamos el DAFO de la selección española:

Debilidades

1.- No hay cracks ni goleadores

2.- No abundan los jugadores corpulentos

3.- Falla la capacidad competitiva

4.- No existe un estilo consolidado

Amenazas

1.- La dinámica de fracasos se está convirtiendo en un mal crónico

2.- Los títulos ya sólo son cosa de seis equipos (ver Notas de Fútbol) y cada día es más difícil romper ese núcleo

3.- La desconfianza general se ha aposentado sobre la selección

4.- El bienestar general desactiva el hambre de triunfo entre los jóvenes

Fortalezas

1.- Grandes porteros y excelentes centrocampistas

2.- Es el país con más jugadores finalistas de Champions en el siglo XXI

3.- Posee una Liga competitiva y brillante

4.- Cada día exporta más jugadores a campeonatos extranjeros importantes

Oportunidades

1.- La selección interesa (para apoyarla o para denigrarla)

2.- Se han conseguido excelentes resultados en categorías inferiores

3.- Los clubes españoles obtienen grandes resultados internacionales que provocan emulación

4.- En el deporte, el trabajo bien hecho se impone a las jerarquías

Hasta aquí el análisis. ¿Cuál es el plan a partir de este punto? Primero, definir un estilo. Por ejemplo, el siguiente:

La selección debe ser el reflejo fiel del fútbol español. Fútbol de toque rápido y vertical, espíritu atrevido, posicionamiento valiente y actitud presionante.

A continuación, fijar objetivos de acuerdo con el estilo y las capacidades y no por lo que diga la prensa. Nada de campeones ni estupideces. El objetivo ha de ser mejorar el nivel competitivo de la selección siendo fiel al estilo diseñado. Clasificarse para la Eurocopa de Austria-Suiza 2008 intentando ganar el grupo (Suecia, Dinamarca...). Una vez en ella, el objetivo es alcanzar los cuartos de final, primera ronda del KO.

Para conseguir todo lo anterior hace falta planificar inmediatamente estos dos años. Primero, contratando a un entrenador serio, moderno, experto, educado y dispuesto a ejecutar este plan. Candidatos:

1.- Felipao Scolari

2.- Javier Aguirre

3.- José Pékerman

4.- Rafa Benítez

Segundo, contratar un secretario técnico que diseñe y ejecute la logística imprescindible: aplicación de tecnologías actuales; análisis internacional exhaustivo; coordinación para que todas las categorías inferiores practiquen el mismo estilo; contratación de psicólogos y especialistas modernos. Debe ser una persona joven y discreta, con deseos de ayudar en la construcción de un proyecto innovador. No puede ser uno de esos entrenadores de palillo en la boca y boina cazurra.

Tercero, explicación pública y detallada del plan para que todo el mundo sepa a qué atenerse, empezando por los poderes periodísticos. Un ejemplo: esta selección siempre aplaudirá con el máximo respeto el himno rival (por si parte de la afición quiere captar el mensaje). Cuarto, búsqueda de los jugadores que posean el perfil exigido por el estilo de juego y sus capacidades: jóvenes, con buen toque, competitivos, líderes. Convocatorias reducidas y por líneas para trabajar el aspecto táctico y mental.

Esto no es más que un esbozo ligero de lo que debería ser un plan de negocio a dos años vista. Digamos también que nada de todo lo anterior se llevará a cabo, no en vano el presidente de la Federación Española lleva ya 18 años fracasando estrepitosamente en toda su gestión sin el mínimo síntoma de rectificación hacia la seriedad. Dudo que ahora aprenda a hacerlo, sobre todo cuando ya incluso el propio Luis Aragonés da marcha atrás en su palabra. Otra vez será.