A ver, estoy en mi tercera temporada con el Athletic, he ganado algún título, el equipo en liga está por encima de las previsiones de la prensa y directiva y sin embargo tengo a varios jugadores puteandome de mala manera y bastantes enfadados conmigo. 

 

Todo empieza porque varios jugadores del filial me pidieron irse cedidos para seguir progresando, pero todas las ofertas que llegaron eran de categorías inferiores, así que no les cedí... Y ahí empezaron los rollos de que no cumplía mis promesas. Luego, otro par quería quería nuevos contratos. Les ofrecí un contrato nuevo, pero sus representantes pedían hasta sacrificar una virgen así que no llegamos a ningún acuerdo. Yo cumplí con mi promesa de ofrecerles un contrato nuevo, simplemente ellos no lo aceptaron, y consideran que no cumplí con la promesa. 

Y ahora ha llegado un punto en el que si dejo a alguien de suplente un par de partidos simplemente por darle descanso ya se está quejando de que juega poco y que quiere más minutos o se irá. Si le prometo más minutos me dice que no confía en mi y que quiere irse traspasado. Yo me niego y acaban saliendo furiosos de la reunión. 

Y seguido, me vienen otros jugadores a quejarse por el trato que doy a sus compañeros y pidiéndome que les deje marchar. Si no acepto sus peticiones, nuevamente se van enfadados.

Diga lo que diga, acaban furiosos conmigo. Tengo al equipo en puestos de champions, clasificados para octavos de champions y sin embargo 3 titulares pidiendo irse y otros tantos con la moral baja por tonterías varias. 

Como gestionáis vosotros estas cosas? Decís a todo que si? Decís a todo que no? El caso es que jugando con el Athletic no tengo mucho margen para fichar y por tanto tengo que ser extra cuidadoso cuando me pongo a vender jugadores y soy reticente a vender titulares... 

Buenas noches. En mi caso, jugando con la Fiorentina, suelo pedirle al líder que solucione los problemas y, si no lo logra, simplemente no cedo a chantajes para no prometer nada. Por ejemplo, hace poco vino Leno a decirme que apenas estaba jugando y lo que hice fue decirle que esperara su oportunidad, pidiéndome él mismo disculpas por haber sacado el tema. En definitiva, se puede decir que no suelo prometer nada, vamos. La única vez que lo hice fue con un lateral izquierdo que vino por 3,5 millones de euros desde la Juventus y me pidió llevar su dorsal preferido. Se cabreó porque el juego no se lo dio de forma automática, estuvo media temporada molesto y, en enero, se acabó yendo a un equipo de la liga rusa por diez millones de euros. 

Como ya te han dicho, tener un buen lider es importantisimo, a mi siempre se me quejan por cualquier cosa (especialmente nuevos contratos) y el lider el 95% de las veces los consigue calmar. Tambien tu reputacion como manager es bastante importante cuando "dialogas" con los jugadores, si tienes un perfil de manager importante trataran con mucho mas respeto lo que dices, asi que si no quieres lidiar mucho con estas situaciones una opcion facil es hacer una partida con un manager con algo mas de experiencia de la que te corresponde por la division. Por ultimo, olvida totalmente las promesas, no hagas ni una sola, jamas. En general las interacciones con los jugadores en el juego estan implementadas de espanto y no se puede "razonar" ni "dialogar" acerca de nada, pasando absurdos muy a menudo, pero con las promesas ya es absurdisimo. Y si para fichar un jugador tienes que prometer algo o no aceptan, pues a fichar a otro, que hay muchos

Sí es siempre el mismo jugador el qué se queja si puedo: lo vendo

Depende de la situación.

Jugador que quiere ser cedido: si no tiene mucho futuro lo mando a un afiliado cualquiera, pero si prometedor lo cedo sí o sí si es lo que quiere. A veces hasta es bueno que vayan a un equipo de mierda porque así se alegran de volver.

Jugador que pide traspaso por no jugar: acepto lo que pide, si no es útil adiós, y si es útil le voy dando partidos y al final casi siempre acaba cambiando de idea. 

Jugador que pide avanzar en su carrera: esto me pasó bastante en el Dinamo, gente que quería ir a un club o una liga mejor. Normalmente acepté que se fuesen por mi idea de partida, pero también logré tiempo prometiendo fichajes o poniendo objetivos ambiciosos. Hay que tener mucho ojo al prometer fichajes de nivel porque si no cumples se te va a enfadar el jugador y quizá alguno más.

Queja sobre charlas: tiendo a ser bastante exigente y suelo recriminar empates o victorias ajustadas ante rivales pequeño, pero también suelo felicitar cuando aconsejan no decir nada. Y siempre me funciona, porque soy exigente y al mismo tiempo reconozco mérito. A veces alguno se mosquea y lo arreglo en las charlas privadas.

Y las charlas privadas suelen ser lo mejor para resolver estas cosas. Siempre felicito si alguien marca dos o tres goles o da dos o tres asistencias, o si llevan una buena racha de partidos. Hablar con los jugadores es fundamental y más útil de lo que pensaba al empezar a jugar.

Y si nada funciona, manda a tomar por culo al jugador de inmediato, mejor carta de libertad que esperar a venderlo. Yo he tirado jugadores aspirantes a estrella por actitud, y te quedas más tranquilo.