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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni

FC Wacker Innsbruck

FM24
Hypo Tirol Liga ver carrera
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Respuestas destacadas

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 2 – Die Suche nach dem neuen europäischen Ziel
(Capítulo 2. "La búsqueda del nuevo objetivo europeo)

Teil 11 – Das Wunder-Manager Gerücht
(Parte 11 – El rumor del Mánager Prodigioso)

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En el departamento de Leopoldstadt, Viena, Austria.

El departamento en Leopoldstadt se había transformado en un cuartel general. Matthias, Daniel y Fernando estaban sentados alrededor de una mesa cubierta de post-its y diagramas tácticos, con la televisión encendida a bajo volumen. Las opciones se reducían a tres países: Alemania (por la solidez de la liga), Suiza (por el precedente de Toni Schall en Basilea) y, por supuesto, Austria, el lugar de nacimiento. La tensión de la decisión se mezclaba con el aroma a café fuerte.

—Tenemos la base de datos completa de los equipos austríacos —decía Fernando, moviendo un cursor sobre una tabla de la Bundesliga—, pero si queremos un proyecto con impacto global, necesitamos...

Un golpe seco en la mesa interrumpió la frase. Daniel, con los ojos clavados en la pantalla del ORF Sport, se inclinó hacia adelante y subió el volumen de golpe. La voz profunda de un locutor resonó en la sala, y en la pantalla apareció un primer plano del rostro de Matthias durante su época con la Selección Argentina.

En el zócalo de la televisión, un titular en letras góticas y dramáticas se desplegó: "Der junge argentinische Wunder-Manager ist in Österreich gelandet" (El joven mánager prodigioso argentino ha aterrizado en Austria).

Los tres se quedaron helados. La voz que se escuchaba era inconfundible; el exjugador y ahora analista de la ORF, Peter Hackmair, había tomado el centro de la escena para su editorial. Hackmair, con una seriedad académica que no dejaba lugar a dudas, comenzó a desgranar la historia. "El nombre es Matthias Schall. Aunque nacido en Argentina, sus raíces son inconfundibles: nieto del legendario Anton 'Toni' Schall del Wunderteam y campeón de Copa con el Basel. Matthias, con solo 35 años, viene de ser pieza clave en el cuerpo técnico de la Selección Argentina, campeona del mundo. Su currículum es tan extraordinario como su apellido es histórico en Viena."

La voz de Hackmair se elevó, especulando con la certeza de un oráculo: "No ha venido de vacaciones. Ha venido a trabajar. Con su linaje y su expertise táctica, nuestra Bundesliga Austríaca sería el campo ideal para que este joven prodigio retome el legado familiar. Se espera que algún equipo de primer nivel, tal vez de Viena o del Oeste, haya movido ya sus fichas."

Matthias se sintió expuesto, su misión privada convertida en un titular europeo. Daniel y Fernando intercambiaron una mirada de asombro y comprensión. El anonimato había terminado. La Europa Central Alpina ya lo había fichado sin una sola llamada.

La televisión se apagó. El silencio de la Leopoldstadt fue roto por Daniel: "¿Viena, Matthias? ¿Es aquí donde empezamos?"

Matthias sonrió, un destello de desafío en sus ojos verdes. "El rumor ya está aquí, y eso es bueno. Pero Karl me pidió que volviera a la Europa Central Alpina. No especificó el equipo. Ahora, todos en Austria creen que estoy aquí, pero... "¿Y si el destino final no es Austria?"

Fernando se levantó, entendiendo el juego de ajedrez: "Entonces, la prensa vienesa tendrá que seguir la conexión a Múnich... o a Zúrich."

Matthias asintió, recogiendo los diagramas de la mesa. La elección había pasado de ser una promesa íntima a un movimiento estratégico. El misterio se había instalado en el corazón de Europa Central, un tablero de ajedrez donde el joven estratega argentino-austríaco estaba a punto de mover su primera ficha.

Editado por John Smith

  • Autor

Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 2 – Die Suche nach dem neuen europäischen Ziel
(Capítulo 2. "La búsqueda del nuevo objetivo europeo)

Teil 12 – Die Alpen-Strategie
(Parte 12 – La Estrategia Alpina)

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En el departamento de Leopoldstadt, Viena, Austria.

El silencio denso que siguió al editorial de Peter Hackmair en la ORF se rompió con la pregunta de Daniel Iril, cargada de expectación:

¿Viena, Matthias? ¿Es aquí donde empezamos? El rumor nos ha puesto en la pole position de la Bundesliga austríaca.

Matthias se apoyó en el respaldo de la silla, el eco de la voz de Hackmair aún zumbando en sus oídos. El rumor mediático había simplificado dramáticamente su compleja misión. Viena, la ciudad natal de su padre y abuelo, era el punto de partida emocional, pero ¿el profesional?

—Espera, Daniel —respondió Matthias, con la voz templada y reflexiva—. Creo que nos estamos equivocando de prioridad. La carta de Karl me puso una misión, sí, pero no un mapa exacto. La ciudad, el país, incluso el club, no es lo más importante en este momento. Lo crucial es el proyecto. Necesito un club que entienda mi filosofía, que valore el proceso sobre el resultado inmediato, que me permita construir algo sólido y duradero con mi filosofía de juego.

Fernando Pino, siempre más pragmático, se acercó al mapa colgado en la pared que mostraba la región centroeuropea. El mapa estaba marcado con círculos en Múnich, Salzburgo y Zúrich.

—El mercado aquí está activado, eso es un hecho. Pero si firmas con el Rapid o el Austria Viena, tienes atención inmediata y una presión imposible.

—Atención inmediata y una presión imposible —replicó Matthias, negando con la cabeza—. Si firmo en Viena, se esperará que repita el Wunderteam con mi abuelo en el bolsillo. No necesito una presión sentimental; necesito un lugar donde mi expertise como estratega sea la base, no mi apellido.

Daniel asintió, comprendiendo la lógica del estratega. —Necesitas un club que te dé tiempo. Y eso es raro en la Bundesliga austríaca. Austria es el homenaje, pero la oportunidad profesional pura podría estar en otra parte de la región alpina. ¿Qué tipo de club buscamos?

Fernando tomó el relevo de Daniel con urgencia. Su mente, habituada a desarmar sistemas en la computadora, quería desarmar esta elección. —Matthias, la prensa te está dando opciones en tres países: Austria, Suiza y Alemania. El nivel de presión y las expectativas son totalmente distintas en cada uno. En Múnich buscas un gigante, en Zúrich una estabilidad económica, y aquí, en Viena, buscas la nostalgia. Pero si el club no es lo importante, sino lo que haremos en él...

Luego, Fernando, con su habitual curiosidad táctica, se inclinó sobre la mesa, buscando la definición del sueño de su líder:

¿Y cuáles serán las bases de nuestro proyecto, Matthias?

Matthias respiró hondo, delineando la visión que lo había obsesionado durante meses en Argentina. —Las bases son claras: tengo un sistema táctico innovador que quiero desarrollar sin interferencias. Buscamos un club con la flexibilidad total para hacerlo, que tenga una gran cantera para trabajar con jugadores jóvenes y maleables. Debe tener prestigio y fama nacional, haber sido exitoso en el pasado, sí, para atraer talentos. Pero al mismo tiempo... no debe tener la presión inmediata del éxito. Debe permitirnos ser un laboratorio.

Daniel frunció el ceño, cruzándose de brazos. —Matthias, estás pidiendo la cuadratura del círculo. Es una tarea increíblemente difícil, juntar todas esas cualidades en un solo club.

Fernando sonrió, un brillo de conocimiento en sus ojos. —Puede que no tanto. Tenemos contactos sólidos, Matthias. Hay tres clubes importantes que han preguntado por tu situación: uno de Múnich, uno de Viena y otro de Zúrich. No podemos nombrarlos aún, pero son de la élite en sus respectivos países y están cerca de acercarnos ofertas formales para el banquillo.

Matthias se levantó, dando unos pasos por el pequeño living de Leopoldstadt. La mención de las grandes ligas no lo entusiasmó como esperaban. —No estoy seguro si un equipo de Primera División sería lo ideal. La élite te da fama, pero te quita margen de error. Quiero libertad de trabajar, de crear, de soñar. Necesito un laboratorio, no un circo mediático. Piensen más allá de la élite inmediata.

Daniel y Fernando se miraron, asimilando la audaz visión de su líder. El joven estratega argentino-austríaco no buscaba el camino fácil, sino el más puro para honrar la promesa. La Europa Central Alpina esperaba el desenlace, pero primero, debían encontrar ese club que funcionara como la arcilla perfecta para moldear el legado de Matthias Schall..

Editado por John Smith

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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 2 – Die Suche nach dem neuen europäischen Ziel
(Capítulo 2. "La búsqueda del nuevo objetivo europeo)

Teil 13 – Der Ruf des Admira
(Parte 13 – El Llamado del Admira)

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En el departamento de Leopoldstadt, Viena, Austria.

El apartamento en Leopoldstadt, que había sido refugio, se había transformado en un búnker de análisis, un centro de operaciones de alta intensidad. Los tres hombres estaban inmersos en una vorágine de datos. Fernando tecleaba furiosamente en su notebook, comparando estructuras de canteras, presupuestos y antecedentes históricos. Daniel revisaba informes financieros y la estabilidad de las directivas en la región alpina, con dos teléfonos móviles pegados a la oreja, susurrando en un español disimulado. Matthias, el estratega, no se movía de su silla frente al mapa; analizaba la geografía, buscando un club que no solo cumpliera con los requisitos, sino que resonara con su espíritu.

Durante el día, Daniel y Fernando habían ejercido un filtro riguroso y silencioso. Habían recibido y rechazado llamadas del Grasshopper Club Zúrich suizo, del Bayer Leverkusen alemán y del Austria Viena austríaco. Eran propuestas de la élite, las que el rumor de la ORF había activado, pero fueron desestimadas sin llegar siquiera a los oídos de Matthias. Sabían que ese tipo de clubes no eran el target buscado por el mánager. Su misión no era la fama instantánea, sino el "laboratorio" con gran cantera y prestigio sin la presión inmediata del éxito.

El nuevo filtro, ajustado a la audacia de Matthias, comenzaba a depurar las opciones:

—Tengo un filtro aplicado —dijo Fernando, sin levantar la vista de su pantalla—. Busqué clubes de Segunda División o inferiores, nunca de primera división, pero con instalaciones y estructura juvenil por encima de la media. Ubicados en la Europa Central Alpina (Alemania, Austria, Suiza), que no hayan ganado la liga principal en la última década, pero que sumen más de cinco títulos nacionales entre liga y copa principal. El resultado, Matthias, nos deja solo algunos nombres. Buscamos gigantes dormidos con cantera distinguida.

Matthias asintió, reconociendo el acierto del filtro. Iba a ordenar a Daniel que comenzara la lectura de esa breve lista de "gigantes dormidos", cuando un sonido inesperado interrumpió la concentración.

El tono de llamada del teléfono de Matthias resonó en el pequeño apartamento. En la pantalla se iluminó un nombre que hizo que Daniel y Fernando contuvieran el aliento: Ralf Muhr.

Ralf Muhr, secretario técnico de la famosa cantera de Austria y actual director del FC Admira Wacker Mödling. El Admira, el mismo club donde el abuelo de Matthias, Toni Schall, se había convertido en leyenda. La coincidencia era demasiado poderosa para ser ignorada. El destino, disfrazado de llamada telefónica, acababa de forzar la mano de Matthias. La búsqueda, de repente, parecía haber terminado.

Matthias se levantó, el sobre de su padre latiendo simbólicamente en su mochila, y miró a sus dos amigos con una expresión que era mitad sorpresa, mitad inevitabilidad.

Editado por John Smith

Parece que cada día estamos más cerca de firmar con un club que colme nuestras aspiraciones iniciales, llenas de sentimentalismo, romanticismo, autoexigencia y alta profesionalidad con las miras en el largo plazo por encima del ahora. El Admira Wacker, desde luego, parece el club ideal para ello.

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El destino esta a pocos pasos por fin compañero Lineker , pero como veras en el próximo capitulo no sera el Admira Wacker, era lo mas lógico acorde a la historia de Matthias, pero el es un personaje complejo y sus decisiones acompañan esa personalidad. Sin dudas que el club de su abuelo Toni tenia todo, pero nuestro manager tiene otro futuro en mente, saludos.

Editado por John Smith

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(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 2 – Die Suche nach dem neuen europäischen Ziel
(Capítulo 2. "La búsqueda del nuevo objetivo europeo)

Teil 14 – Die Ablehnung und die Wahl
(Parte 14 – El Rechazo y la Elección)

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En el departamento de Leopoldstadt, Viena, Austria.

Matthias se quedó petrificado frente al teléfono. La llamada entrante, con el nombre de Ralf Muhr, no era una simple oferta; era el eco directo del legado de su abuelo en el Admira. Era el destino, al fin, presentándose de forma tangible en el corazón de Viena. Daniel y Fernando lo observaban con una mezcla palpable de pavor y expectación. Respirando hondo, Matthias deslizó el dedo en la pantalla. Su voz profesional, entrenada para la calma, se esforzó en enmascarar el tumulto de su corazón y el temblor ligero en sus manos.

—Matthias Schall, dígame.

Herr Schall, guten Tag. Soy Ralf Muhr, el secretario técnico del FC Admira Wacker Mödling. Disculpe la intromisión a estas horas, pero su nombre ha revolucionado nuestra dirección.

Matthias se apartó unos pasos, el sonido de su propia historia resonando, casi gritando, en el auricular. —En absoluto, Herr Muhr. Conozco su reputación y el prestigio de su cantera. Es un honor.

Ralf Muhr, con un tono serio y directo, fue al grano. El Admira, club de gloria pasada y cantera prolífica, se hundía en la Segunda División y necesitaba un nuevo líder con visión a largo plazo.

—Buscamos un Mánager del Primer Equipo con control total. No solo un táctico, sino el arquitecto que reestructure toda nuestra filosofía. Hemos estudiado su trabajo en Sudamérica. Su reputación como estratega y formador, sumada a su linaje familiar... permítame decirle, Herr Schall, que no puede ser una simple coincidencia.

Matthias respiró profundamente, procesando la magnitud de la oferta y la conexión histórica que lo ataba.

Herr Muhr —respondió Matthias, su voz ganando una firmeza inesperada—. Conozco muy bien el pasado glorioso del Admira, honrado por mi abuelo Anton Schall. Y conozco su presente: sé que el club atraviesa dificultades económicas con algunas deudas, pero también sé que cuentan con un plantel de primer nivel, lo que los convierte en uno de los dos máximos candidatos al ascenso en la Segunda División. Y lo más importante, su cantera es de élite.

Al otro lado, Muhr rió, un sonido seco que intentaba relajar la tensión. —Lo veo más informado que nuestra propia directiva. Por el alma de tu abuelo, por todo lo que dices sobre la cantera y el potencial del plantel, no hay duda. Este debe ser tu destino.

Matthias cerró los ojos por un instante. La presión de la sangre familiar era inmensa, un peso histórico que tiraba de él. Pero su misión, el proyecto de su padre, era más frío y estratégico que la emoción. Abrió los ojos, tenía una resolución clara.

Herr Muhr, me duele en el alma rechazar esta propuesta. Es un honor inmenso. Pero la necesidad de éxito inmediato que implica ser uno de los máximos candidatos al ascenso, junto con la delicada situación económica del club, crean una ecuación volátil. Son barreras infranqueables para el proyecto que tengo en mente. Necesito tiempo, libertad y un terreno estable para experimentar. Necesito un laboratorio, no un campo de batalla con el reloj de la deuda en contra.

El silencio al otro lado fue sepulcral, reflejando la sorpresa total de Muhr. Matthias agradeció sinceramente el llamado y, con una profunda tristeza en la voz, se despidió de la conexión histórica que acababa de cortar. Colgó el teléfono.

Daniel, con la boca abierta por el asombro, articuló, casi sin aliento: —¿Rechazaste al Admira Wacker? ¿Al Admira de tu abuelo?

Matthias asintió, su mirada fija en la pantalla oscura del móvil, que ya no vibraba. El rechazo era la prueba de su compromiso con la estrategia.

Fernando, procesando la audacia y la disciplina de su líder, afirmó con una sonrisa tensa: —Entonces, supongo que es cuestión de seguir buscando nuestro destino entre los gigantes dormidos.

Matthias se giró, su rostro iluminado por una sonrisa que era mitad alivio, mitad visión. Sus ojos verdes brillaban con un nuevo conocimiento.

—No. Al repasar la historia del Admira, la respuesta no estaba allí, sino en el filtro que creamos. Rechacé una opción que no encajaba, pero encontré el verdadero club que se amolda a nuestro molde. La búsqueda terminó, muchachos. Ya tengo elegido el club. Preparen sus mochilas.

Editado por John Smith

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Die Geschichte von Matthias - Der Enkel des Kleinen Toni
(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Zwischenspiel 1 – Zwischen Exzellenz und Unvollkommenheit
(Interludio 1. "Entre la Excelencia y la Imperfección”)

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En algún lugar de Argentina.

Cuando uno comienza a escribir una historia, distintas sensaciones aparecen. No es una elección consciente, sino una fuerza que se impone. Se siente una descarga de adrenalina que me arrastra, que me lleva a escribir más y más partes de forma compulsiva, reclamando espacio entre mis obligaciones diarias, entre consultas médicas y deberes de padre. Es el impulso que sentí con el café tibio en la mano y que ahora, frente a la pantalla, se convierte en un torrente narrativo.

Pero a esa euforia inicial la sigue, inevitablemente, una sensación constante de imperfección. Una duda persistente y corrosiva que me hace sentir que lo escrito, con todo y su esfuerzo y sus giros dramáticos, no refleja fielmente la idea original. Me detengo, corrijo, y me veo en la necesidad de ser preciso con la información histórica y táctica, y al mismo tiempo, poéticamente coherente con el relato épico que quiero construir. La coherencia narrativa se convierte en una obsesión.

Matthias Schall, el estratega de esta crónica, acaba de tomar una decisión de cirujano: rechazar la emoción por la disciplina. Ha ignorado el llamamiento de la sangre en Viena, en favor de una visión a largo plazo. La trama avanza sin titubear, pero es justo en este momento que mi pluma encontró su primer gran escollo en la creación del relato.

La ilusión de la inminente llegada del FM26 había sido, al principio, la chispa original que motivó esta narrativa, prometiendo un lienzo virgen y nuevo para la aventura de Matthias. Sin embargo, siento ahora que esa versión no está lista para acompañar la complejidad de esta crónica. En principio, la frustración por no poder usar el nuevo escenario fue grande, casi como una derrota virtual. Pero, después de la desilusión inicial, he decidido volver al FM24.

Lejos de terminar siendo un problema, este retorno a un terreno conocido me ha permitido, hasta cierto punto, ayudar a seguir construyendo la historia con la misma trama y personajes. Un líder que exige precisión debe ser guiado por un narrador que la posea.

Este pequeño desvío en el mundo real, esta imperfección técnica del software de simulación, se convierte en la justificación de la precisión estratégica del personaje. Lejos de desanimarme, mi ritmo —pausado, reflexivo, equilibrando la medicina, el fútbol amateur y el tiempo familiar— me tiene cada vez más motivado a continuar con esta aventura literaria. Así que, para pena (o fortuna) de los lectores, tendrán que seguir soportándome en esta travesía de auto-descubrimiento y estrategia.

A estas alturas de la historia, con Matthias ya en camino a un destino aún secreto, me pregunto: ¿Es esta realmente una historia de Football Manager? Aún no se conoce el equipo, ni se ha jugado un solo partido en el campo virtual. La respuesta, lo intuyo, es que tal vez esta historia no sea solo sobre el fútbol simulado. Quizás sea, ante todo, la historia de cómo construyo una historia, un personaje, un escenario, un drama. La trama, la construcción del relato, es más importante que lo que pase en el campo de juego de una computadora, más allá de que ambas cosas estén inexorablemente ligadas. Sin el Football Manager, esta historia, con sus pasiones y sus dilemas, simplemente no existiría.

La prueba ha sido superada. El corazón de la historia ha encontrado un nuevo ritmo. El cronista, feliz de seguir en esta aventura, solo puede afirmar que el nuevo capítulo está listo.

Editado por John Smith

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 15 – Die Fahrt nach Süden
(Parte 15 – El Viaje al Sur)

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En las afueras de Salzburgo, Austria.

La noche en Leopoldstadt se había vestido con la quietud fría y húmeda del Danubio, pero dentro del apartamento, la adrenalina quemaba. Matthias había colgado el teléfono, la sonrisa indescifrable confirmando su elección. Había rechazado la presión emocional del Admira, pero no había renunciado a la misión de su padre.

—Daniel, ¿trajiste el auto? —preguntó Matthias, ya ajustándose la correa de su mochila, donde latía simbólicamente la carta de Karl.

—Claro, la tengo cargada abajo —respondió Daniel, todavía recuperándose del shock del rechazo al Admira—. Pero, ¿puedes decirnos al menos el país? ¿Alemania? ¿Suiza? ¿O nos quedamos en Austria?

Fernando se unió a la prisa, cerrando su notebook con un golpe seco. —Matthias, necesito preparar el análisis financiero y la base de datos de jugadores. ¡Dame al menos la liga!

Matthias se limitó a sonreír, una sonrisa que prometía grandes cosas.

Los tres salieron de su departamento con el equipaje justo. Daniel, al volante de su Volkswagen T-Roc, miraba a Matthias por el espejo retrovisor. La atmósfera era tensa, llena de expectación. Daniel puso la llave en el contacto.

—Bien, Matthias —dijo Daniel, con una mezcla de impaciencia y resignación—. La mochila está cargada, la T-Roc con el tanque lleno. ¿Adónde vamos?

Matthias se reclinó en el asiento del copiloto, sintiendo el aire fresco de la noche vienesa.

—Toma la autopista A1. Vamos a tomar la autopista para ir a Salzburgo.

El silencio en el coche fue absoluto.

—¡Espera, espera! —exclamó Fernando desde el asiento trasero—. ¿Salzburgo? Matthias, Salzburgo es Red Bull. ¡Es la élite de la élite! ¡Es lo opuesto a un "laboratorio" sin presión! ¿Estás bromeando?

Matthias soltó una carcajada tranquila y encendió el piloto automático. —Tranquilo, Fernando. Salzburgo es solo una escala técnica. Necesito un lugar tranquilo para procesar algunas variables antes de la reunión de mañana. Saquen el termo.

En un ritual familiar que contrastaba con la velocidad de la autopista austríaca, compartieron unos mates bien argentinos. El calor de la calabaza, el amargor familiar de la yerba, sirvió como un ancla emocional en medio de la incertidumbre europea.

—En Salzburgo haremos noche en el B&B HOTEL Salzburg-Nord —anunció Matthias, sintiendo el efecto del mate en su garganta—. Ya está hecha la reserva. Cenaremos algo simple, descansaremos y al otro día, saldremos para el destino final.

Fernando, el organizador, seguía sin entender la falta de planificación formal. —Pero, ¿acaso tenemos una reunión programada con algún club, Matthias? Estamos conduciendo hacia una reunión que no existe, a miles de kilómetros.

Matthias le pasó el mate a Daniel.

—No. Todavía no tenemos una reunión programada —respondió Matthias, tranquilo—. Por la mañana llamaré, antes de que salgamos, y agendaré la reunión.

Daniel tomó un sorbo largo, intentando encontrar la lógica en esa fe ciega. —¿Cómo sabes que aceptarán? Si el club que elegiste es tan reacio a la exposición, ¿cómo sabes que aceptarán a un argentino recién llegado, por más Wunderkind que seas?

Matthias sonrió, un brillo glacial en sus ojos, mirando la oscura autopista que corría hacia las montañas. La jugada final ya estaba escrita en su mente.

—Tranquilo, Daniel. Lo harán, no podrán rechazarnos.

Editado por John Smith

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 16 – Innsbruck: Das Endziel
(Parte 16 – Innsbruck: El Destino Final)

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En las afueras de Salzburgo, Austria.

El sol se alzó sobre Salzburgo, tiñiendo las cumbres cercanas con una luz dorada y suave que auguraba un nuevo comienzo. Matthias, a pesar de las pocas horas de sueño tras el viaje nocturno, se despertó con una alegría que hacía mucho que no vivía. Era la sensación profunda de un hombre que, tras meses de planificación, estaba a punto de ejecutar su estrategia maestra. La incertidumbre había sido reemplazada por una certeza gélida.

Era un domingo de junio bien temprano, y el B&B HOTEL Salzburg-Nord aún dormía en la quietud de la mañana. Matthias se vistió con ropa informal pero impecable, bajó al lobby y se sirvió un café rápido. Sabía que sus compañeros, agotados por la adrenalina y las vicisitudes del viaje nocturno, tardarían en aparecer. El tiempo era perfecto para su jugada.

Se sentó en una mesa apartada, con el teléfono móvil en la mano. El timing era crucial: quería que su llamada fuera lo primero que interrumpiera la tranquilidad dominical. Respiró profundamente. No había nervios, solo la concentración precisa de un cirujano antes de la incisión. Marcó el número que había guardado en Viena, aquel que pertenecía a aquella misteriosa persona que lo acercaría al gigante dormido.

La conversación fue breve, mezclada con risas y anécdotas. No fue una presentación formal, sino el reencuentro de conocidos. Matthias no necesitó justificar su currículum; solo deslizó la necesidad de un encuentro urgente para hablar de "cierto club". Del otro lado, la voz se escuchaba divertida y sorprendida, pero sobre todo, complacida. La reunión no se estaba negociando, sino agendando. Matthias terminó la llamada con una pregunta que no permitía un "no": el lugar y la hora exactos.

Colgó el teléfono. Su rostro reflejaba una euforia contenida, la satisfacción de haber movido la pieza más difícil del tablero.

Justo en ese momento, Daniel y Fernando bajaban a desayunar, arrastrando los pies y el cansancio. Daniel llevaba una gorra de béisbol, y Fernando se frotaba los ojos, buscando la cafetera.

—¡Buen día! —saludó Matthias, irradiando energía.

—¿Qué tiene de bueno? Es domingo, estamos en un hotel de autopista y no sabemos dónde vamos —gruñó Fernando, acercándose a por el panecillo más grande.

Daniel se dejó caer en la silla, mirando a Matthias. —¿Hiciste la llamada, Wunderkind? ¿O te acobardaste con la luz del día?

Matthias tomó un sorbo de café y apoyó el teléfono sobre la mesa, con la pantalla hacia abajo, como un trofeo.

—La llamada está hecha, muchachos. Al mediodía tenemos la reunión. Preparen el análisis, porque el rumbo definitivo ya tiene coordenadas.

El desayuno fue rápido y silencioso. La excitación de Matthias contrastaba con la ansiedad de sus colaboradores. Recogieron sus pocas pertenencias y, en menos de media hora, el tridente se dispuso a subirse al coche nuevamente, las mochilas ajustadas en el maletero.

Daniel, el piloto de siempre, encendió el motor. Salió del estacionamiento del hotel, deteniendo el coche en la salida principal. Miró a Matthias, esperando la orden que definiría el resto del día.

¿Adónde vamos? —preguntó Daniel, con la paciencia casi agotada.

Matthias se acomodó el cinturón de seguridad. Sus ojos, fijos en el horizonte del sur, apuntaban hacia las grandes montañas que dominaban el paisaje.

—Vamos a Innsbruck.

Fernando, desde el asiento trasero, se inclinó bruscamente, el impacto de la ciudad tirolesa resonando en su mente. —¡Innsbruck! ¿Ese es nuestro destino final? ¿El Wacker Innsbruck?

Matthias sonrió levemente, un gesto misterioso. Miró por la ventana, observando cómo la luz matutina rompía la neblina alpina.

—Así parece —contestó Matthias, dejando que el silencio, cargado de promesas y de secreto, hablara por él.

Editado por John Smith

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(La historia de Matthias - El nieto del pequeño Toni)

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Kapitel 3 – Der Endgültige Kurs
(Capítulo 3 – El Rumbo Definitivo)

Teil 17 – Die kubanische Empfangsdame
(Parte 17 – La Recepcionista Cubana)

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En el Tivoli Neu, Innsbruck, Austria.

El viaje por la carretera alpina había sido una sinfonía de ingeniería y naturaleza. El coche devoró los kilómetros entre Salzburgo y el corazón del Tirol, a través de túneles y gargantas flanqueadas por picos nevados. La ansiedad por la reunión se mezclaba con la majestuosidad de los paisajes que se abrían ante ellos.

Cerca del mediodía, el trío de entrenadores argentinos llegaba finalmente a Innsbruck. El cielo estaba de un azul profundo, prometiendo un día soleado que realzaba el color esmeralda de las colinas. La ciudad misma era una postal alpina, pero su objetivo no era turístico.

Fernando, el navegante, revisó la dirección final en su tableta, murmurando para sí, luego asintió con una certeza que buscaba compartir. —Daniel, la dirección es Stadionstraße 1, 6020. Mantenemos el rumbo.

Daniel, concentrado en maniobrar el coche en un tráfico más denso de lo esperado para un domingo, asintió brevemente mientras tomaba el desvío. La pregunta que lo había estado carcomiendo desde el desayuno salió con un tono de exigencia disimulada. —Matthias, ya estamos aquí. El misterio se acabó. ¿A quién llamaste esta mañana?

Matthias, sin inmutarse por la inminente llegada, miró hacia el estadio, una estructura moderna rodeada de montañas. —A la persona indicada —respondió Matthias, un matiz juguetón que indicaba el final de la intriga.

Llegaron a la sede del FC Wacker Innsbruck, el corazón administrativo ubicado en el propio Tivoli Neu, el estadio del club. La fachada del edificio, sobria y funcional, contrastaba con el dramatismo natural del paisaje alpino. Estacionaron el coche y se dirigieron a la entrada de las oficinas. El interior era tranquilo y silencioso, acorde a un domingo.

Frente al despacho del presidente, una figura rompió el estereotipo de la fría burocracia europea. La recepcionista, Clara, era la encarnación del contraste: una inmigrante cubana de apenas 23 años, con un cuerpo hermoso, piel morena tostada por el sol caribeño, y un pelo rizado indomable. Su presencia era una explosión de color y alegría en la austera recepción.

Al ver a Matthias, el rostro de Clara se iluminó. Se levantó de su silla y lo saludó con un gran afecto, una familiaridad cálida y sincera, como si se conocieran de toda la vida.

—¡Mi niño bello! ¡Llegaste al fin! —exclamó Clara, abrazándolo con una efusividad que solo el trópico podía brindar.

Daniel y Fernando intercambiaron una mirada rápida y cómplice, una mezcla de asombro e inmediata sospecha. El origen del contacto de Matthias ahora parecía tener menos que ver con su vida futbolística y más con algún capítulo de su pasado sudamericano, sugiriendo que Clara había sido más que una simple amiga.

—Clara, por favor —dijo Matthias, sonriendo por la reacción de sus amigos.

Clara, sin dejar de sonreír, se dirigió a la puerta del despacho. —Esperen un momentico, mi gente. Entro a la oficina del presidente para avisarles de su llegada.

Mientras Clara desaparecía tras la puerta de madera, Daniel se acercó a Matthias, con la intriga escrita en su rostro. —¿Quién es ella, Matthias? ¿Una amiga de Bariloche?

—Ella, Daniel —respondió Matthias, con la voz baja, la ironía flotando en el ambiente—, era la persona que había llamado a la mañana.

Daniel y Fernando se miraron, completamente sorprendidos. ¿Esta joven, secretaria de recepción de un club austríaco, era la "persona indicada" que había agendado la reunión del domingo? La visión del contacto de Matthias, que debía ser un directivo o un abogado, se desmoronó por completo. Pensaron en cómo una secretaria podía tener el peso para mover al presidente de un club en domingo por un Wunderkind argentino.

Clara salió del despacho, con la misma alegría contagiosa. Les hizo un gesto para que pasaran. Antes de que el trío se dirigiera a la puerta, se acercó a Matthias, sus ojos morenos brillando con orgullo.

Ay, mi niño hermoso —dijo, con el acento cubano suave y musical—. Has hecho que el mismísimo presidente venga un Domingo a reunirse con ustedes.

Matthias, Daniel y Fernando entraron en la oficina, listos para presentar el proyecto que cambiaría su destino.

Editado por John Smith

Tras el giro inesperado que supuso no aceptar la oferta del Admira Wacker, parece que, ahora sí, encontramos destino... aunque todavía queda presentar nuestro proyecto de "laboratorio" al Wacker Innsbruck y sus representantes, aunque parece que ya tenemos convencida a la secretaria Clara.

Por otro lado, observo con pena que la decepción con el FM26 se extiende. Yo no he tenido la "suerte" de probarlo, por no disponer de un ordenador adecuado para ello. Estaba dispuesto a hacer la inversión, pero si finalmente la hago no será por el lanzamiento del juego. He de decir que me lo veía venir, porque los retrasos me hacían temer que saldría una versión apresurada porque un segundo retraso era insumible desde el punto de vista empresarial. Lo que no me queda nada claro es si esto se puede reconducir en un plazo razonable. Un tiro en el propio pie en toda regla.

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