EL CLUB URÍA | Señal de Twitch en directo – 13 de febrero de 2027 Suena – The Cinematic Orchesta – The Arrival of the Birds Rubén Uría: Hoy me gustaría empezar esto metiéndole un poco de poética y una música acorde. Y si tengo que comenzar de alguna forma, diría que “La ley del líder no admite tregua”. Hay equipos que se permiten el lujo de descansar, y hay otros que no conocen la palabra tregua. El Atlético de Klopp pertenece a los segundos. Después de tres duelos de Copa en apenas diez días —Octavos, Cuartos y la ida de Semifinales—, el calendario ofrecía un respiro en forma de visita a Valladolid. Pero los rojiblancos no descansan: compiten. Y cuando compiten, suelen ganar. En un José Zorrilla envuelto en el frío castellano, Klopp ha sacado la libreta de las rotaciones, pero no la de las excusas. Con Ferran Torres lesionado y media plantilla con más kilómetros que un autobús de gira, el técnico alemán ha vuelto a recurrir a su fondo de armario. Aparecieron nombres menos habituales — Gismera, Sow y Adrián Niño han entrado hoy en convocatoria del primer equipo — y, cómo no, ese niño que juega como si el fútbol le saliera del alma: Franco Mastantuono, autor de un doblete que ha devuelto la sonrisa y la confianza del técnico. El argentino, criticado por su irregular rendimiento en Copa, ha firmado un partido de reivindicación. Abría el marcador a los 10 minutos con un disparo seco tras un servicio preciso de Roony Bardghji, y cerraba el duelo con otro golpe de clase a los 62' y con asistencia de Veiga. Entre medias, Samu Omorodion sigue escribiendo su historia: otro gol, otro despliegue de potencia, otra actuación que confirma que Klopp no solo ha encontrado un goleador, sino un símbolo. El Atlético vence 0-3 con una autoridad que asusta. No ha necesitado la posesión —que fue para el Valladolid—, pero sí ha impuesto su ley desde la presión y la verticalidad. Tres goles, once disparos a puerta, un xG de 3,16 y la sensación de que el partido podría haber terminado en goleada si el equipo hubiera querido acelerar. La defensa, con Pau Torres (después Giménez), Zabarnyi, Hickey y Dedić, volvió a mostrarse sólida como una muralla. Y entre líneas, la aparición de Gabri Veiga como metrónomo completó el cuadro de una orquesta que ya toca de memoria. Mientras tanto, en otras latitudes, el Real Madrid se resiste a perder el paso… o al menos lo intenta. Su victoria ante el Celta le mantiene vivo, pero la sombra de su eliminación copera a manos del Albacete de Fernando Torres sigue pesando. En Chamartín buscan consuelo en las hemerotecas, porque en el campo el único que sigue dictando la ley es el Atlético. Klopp manda, el equipo ejecuta y el resto obedece. El Barça, por su parte, volvió a tropezar en Mestalla, confirmando que su montaña rusa no tiene freno ni dirección clara. Y así, con el líder firme y el resto mirando el retrovisor, el campeonato se acerca a su tramo decisivo. El Atlético, con una semana de descanso por delante antes de recibir al Almería, afronta el futuro con la serenidad de quien sabe que depende de sí mismo. Klopp, fiel a su ideario, seguirá rotando, confiando en la cantera —hoy brillaron Gismera y Sow, dos chicos de la casa— y exprimiendo cada detalle. Porque este Atlético no es solo un equipo que gana. Es un equipo que impone su ley. Y en esta Liga, la ley del líder no admite tregua.  DATOS DEL PARTIDO | ALINEACIONES: Valladolid – Atlético | ESTADÍSTICAS: Valladolid – Atlético | RESULTADOS: Sábado – Domingo – Lunes | CLASIFICACIÓN
		
	 
			
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