CON LA CABEZA BIEN ALTA Se acabó la andadura el West Ham en la Champions League de este curso, con un triunfo estéril ante el Liverpool. Los Hammers abandonaron el campo con su afición en pie, aplaudiendo el esfuerzo y la gran temporada en la máxima competición europea, llegando a semifinales. Simeone dejó la eliminatoria igualada al descanso, en un primer acto cuasi perfecto de los de Hoeness. Pero un gol de Joe Gomez, el primero de su carrera futbolística profesional, les dejó tocados y no pudieron llevar el encuentro a la prórroga. En el descuento la tuvo Gerónimo Rivera, pero la fortuna, como en toda la eliminatoria, no estuvo con los locales. No reservó nada Hoeness para la vuelta de las semifinales, alineando a su equipo más titular ahora mismo, a excepción del lesionado Ben Johnson. El alemán contaba también con la ya sabida baja de Danny Ings, casi inédito en este curso. El planteamiento no dejaba sorpresa alguna, la 4-3-3 y a salir a por todas. Gallardo apostaba también por una 4-3-3, algo tocados por la derrota en liga pero conscientes de que una final de Champions es motivación suficiente. Dos bajas en el conjunto Red, la de Alexander-Arnold y la del ex-Hammer Bowen. Salió a todo trapo el West Ham y arrolló al Liverpool con un inicio demoledor. Dos pases muy verticales, de Guéhi sobre Ward-Prowse y este filtrando para Simeone, dejaban al argentino solo y definía con una sutil picadita. Golazo y la esperanza de remontada se hacía notar en la grada. El aliento de la afición local llevaba en volandas a su equipo, que no parecía acusar el cansancio de tantos partidos en sus piernas. Los visitantes eran incapaces de superar la línea de presión y se veían agobiados por el ímpetu local. Rivera, muy activo en la izquierda, y Simeone con sus constantes desmarques eran una pesadilla para la zaga del Liverpool, que achicaba agua como podía. El repaso de la ida se lo estaba devolviendo el conjunto Hammer a su rival. Alisson evitaba el segundo, haciendo una gran parada a un cabezazo de Zouma a bocajarro. Se lamentaban los locales pero seguían apretando en busca de la remontada. Simeone cazaba un balón suelto, tras un robo muy arriba del West Ham, y disparaba con rosca al segundo palo, encontrándose con una inmensa estirada del meta brasileño. Se palpaba el segundo y llegó al filo del descanso. Jugada individual de Rivera por la banda zurda, centro raso al corazón del área y Simeone se adelanta a su par para anotar su doblete. Gol, descanso y el trabajo casi hecho. Quizás fuera que los locales no se esperaran igualar la eliminatoria tan temprano o un exceso de confianza por una primera mitad tan excelsa, pero el segundo acto empezó con otro ritmo más cansino. El Liverpool apareció por fin en área rival y el West Ham empezó a sufrir. Los Reds se encontraron pronto con un gol. Córner mal despejado, Konaté la pone y Joe Gomez la envía al fondo de la red con clase. Primer gol del defensor del Liverpool en su carrera profesional y el inicio del fin para los locales. Tocaba volver a remar a contracorriente, aunque en esta ocasión el río estaba más revuelto. Los Hammers no llegaban tan fácil a la presión y en ataque las jugadas no fluían. Los visitantes tampoco estaban mejor pero no tenían que hacer nada para pasar, solo aguantar el resultado. Ward-Prowse puso a prueba a Alisson y el meta respondió con una mano abajo a un tiro desde la frontal. Los cambios no mejoraron demasiado a los locales y la precipitación empezó a llegar conforme se acercaba el final. Ya a la desesperada, el West Ham tuvo la oportunidad de enviar el partido a la prórroga. Corría el tercer minuto de alargue sobre cuatro, Kudus centraba al segundo palo, el defensor fallaba el despeje y Rivera remataba de volea al lateral de la red, con Alisson vendido. Fuera y fin a las esperanzas locales. Eliminación de un West Ham que se marchó del campo con una ovación y con la cabeza bien alta. Enésima remontada del Real Madrid en su competición fetiche. En esta ocasión devolviendo la jugada al Milán y goleando por 4-0, no sin épica. Rodrygo anotaba un hat-trick en el primer tiempo para dejar la eliminatoria igualada, pero al cuarto de hora del segundo acto el mismo brasileño era expulsado con roja directa. Con uno menos llegaban los merengues a los minutos finales y Endrick soltaba un zapatazo para dejar fuera a los italianos y meter a su equipo en la final. Una final que se disputará entre Liverpool y Real Madrid, todo un partidazo.
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