Que cracks! Aun recuerdo la historias de Bermudas, lo que pude disfrutar con ella. Que recuerdos de estos dos. Las andanzas ya han comenzado y veremos que sorpresa es esta, con el hecho de estar en Uganda, menudo destino. Esperemos que tanto Jesús como Jordan continúen con su humor, como han demostrado una vez más. La verdad que me tienes intrigado por conocer el destino que les ha deparado aquí.

Nunca he podido seguir una historia tuya desde el principio, pero esta de seguro la seguiré. Muy buen principio, me gustan tus relatos. A ver que les depara a Jordan y Jesús en esta aventura en Uganda. Una pregunta, ¿que hacían todos con camisetas del Liverpool, Arsenal, Chelsea y Manchester si estaban jugando Burnley-Portsmouth?

Suerte y espero con ansias el próximo capítulo. Saludos.

Muy bueno el principio de esta nueva historia en Uganda. El humor que se le da a la historia hará que la lea con más ganas si cabe. Esperemos que Philip, tiene toda la pinta de un putero, les enseñe cuál será su trabajo.

Suerte!

The man is back!!!

http://www.goear.com/listen/83e6cfc/Xabi-khano-smith

Tendremos segunda parte...Pequeño Pio...los villancicos hablan de ti, y los trobadores hablan de Jesús y Jordan. La épica se alza en Uganda!

Siento ser tocapelotas, pero hay una diferencia de 2 horas respecto a la hora penínsular con Uganda (más bien su capital, Kampala) y 3 respecto a la ínsular.

vinadas1

Veremos qué ocurre.

Rio

Bueno, esto va a ser muy diferente a la historia de Bermudas, o eso creo. Humor o un intento de ello sí que habrá en esta historia, de eso no te preocupes. Aún ni sé yo mismo cuál va a ser el futuro de estos dos tipos en Uganda, la verdad. Pero espero saberlo dentro de poco tiempo.

Joako

Me alegro de que te guste esta mierdecilla. Sobre las camisetas, pues hombre, ellos ven el único partido que retransmiten internacionalmente. No es culpa suya que justo ese fin de semana echaran un insulso Burnley-Portsmouth. Te aseguro que ninguno de los de allí es aficionado a ninguno de esos dos equipos.

Andrés

Creo que alternaré humor con drama y con tonterías. O las tonterías siempre, no lo sé la verdad. Me voy a tomar esta historia relajadamente y sin ningún tipo de obligación. Bueno, Philip es un buen hombre, tampoco te metas con él ni nada.

Xabi

Y que eso esté en Internet... Cuando descubrí que la tenía en el ordenador casi rompo a llorar oye.

Seguro que hay mucha épica. Muchos kilos perdidos de nuestros jugadores y a lo mejor alguna aparición de Mopombo, que le pilla cerca. O por ahí.

Bezoya

No buen hombre, no eres tocapelotas. Nunca quise ser científico, esto no es Fringe... es más como Lost. Al ver el mapa me imaginaba que sí existía diferencia horaria. Lo que no me imaginaba era que escribías insular como un alemán: ínsular. Me gusta tu forma de escribirlo.

Un saludo a todos!

Gracias. Un placer corregirte, recuerda que un periodista debe de consultar fuentes antes de un artículo y no es precisamente un científico.

Rubén

Dios me ha librado de que no me hayas corregido un artículo. Aunque oye, estoy seguro de que me puedes corregir muchas erratas de mis artículos, eso sí. Aunque también he de decir que eso de las fuentes está anticuado, eres un Old Schooler. Por cierto, ese avatar de Kevin Malone es grandioso, te queda grande a ti y a cualquier ser humano inferior a él, que somos todos.

Namasté

Capítulo 02. Una bala desviada.

Con faldas y a lo loco, Jordan intentaba zafarse de los perros que custiodaban la casa de Philip. Sí, llevaba una falda. Había cometido la insensatez de ofrecerle a uno de los chuchos su mano, totalmente vacía. Como un apretón de manos con George Bush: sabes que te vas a quedar vacío. O que te van a vaciar a balazos. La falda era una historia muy diferente aunque algo relacionada: había cometido otra insensatez, la de mear sobre una sartén que se encontraba en un puesto del mercado que habían abandonado unos minutos atrás. La falda era un castigo; la muerte el otro. Jordan aguardó varios minutos antes de elegir. Jesús y Philip se encontraban en el porche de aquella casa, relativamente grande. Relativamente porque en aquel lugar el entorno la hacía grande, pero en otro sitio no lo sería tanto. Como Messi en Barcelona y Argentina. Aguardaron hasta que Jordan se deshizo de los perros.

- ¿Dónde están? -Preguntó Philip.

- ¿Los perros? Persiguiendo a otro, confundiéndole conmigo.

- No creo que puedan confundir a un gordo con falda, Jordan -apuntó Jesús.

- Tremendamente gracioso -haciendo una mueca de reproche-. La próxima vez meo en el puto suelo. Si hay una sarten en medio de la nada, y a falta de baños, digo yo que debe ser para las necesidades de uno, ¿no? Menos mal que no me dio un apretón.

- Tú preocupándote por un baño. Dios mío, es cierto que África te hace encontrarte contigo mismo.

- ¡Sois muy graciosos! -Exclamó Philip en inglés, que a pesar de no hablar muy bien el español lo entendía sin ningún problema- Espero que sepáis al menos la mitad de fútbol de lo que sabéis de humor.

- Algo sabemos.

Los tres se dirigieron al interior de la casa. La sala de bienvenida era bastante espaciosa, probablemente la habitación más grande de la casa. Estaba decorada con toques del renacimiento manierista y del barroco italiano. Si bien a Jesús y Jordan les parecieron imperfecciones del arquitecto, u olvidos de los albañiles a la hora de edificar la obra. En cualquier caso, la ignorancia les hacía contemplar con cara sorprendida todo lo que les rodeaba. Seguían inconscientemente a Philip, quien les llevaría a su despacho. No estaban seguro aún del trabajo. Habían respondido a un interesante y bien elaborado anuncio de periódico que rezaba: ''Fútbol. Entrenador. Uganda. Palabra. Más". Los dos últimos vocablos habían llamado poderosamente la atención a los dos. Philip, que seguía en cabeza, se detuvo en la cocina, parada agradecida por Jordan.

- Como podréis ver, es una gran casa -dijo Philip.

- ¿Es la suya? -Preguntó indiscretamente Jordan con la boca lleno de cordero. En tres coma siete segundos.

- ¡No, no! -Exclamó riendo- Era la sede del antiguo dictador. Una vez fuera, nuestro equipo se encargó de arreglarlo todo para que lo pudiésemos utilizar. Aquí tenemos los balones, las botas de fútbol y las oficinas del club.

- No han hecho mal trabajo -dijo Jesús.

- Pues no -sonrió Philip-. Aunque las habitaciones quedan muy grandes para los siete balones y los ocho pares de zapatillas que tenemos.

- ¿Sólo ocho?

- ¡Y bastantes son!

- Yo jugaba descalzo -apuntó Jordan colgándose estrellas.

- Tú nunca jugaste al fútbol.

- ... Jugaba descalzo a la Play.

El trío abandonó la cocina sin tiempo para que Jordan se limpiara la boca. Nah, tampoco lo hubiese hecho. El despacho era la habitación contigua. También era espaciosa. Más incluso, sobre todo por tener tres paredes en lugar de cuatro.

- Cosas de la guerra.

Después de esa rápida explicación se apresuró a sentarse y a dar vueltas en su silla giratoria. Después de cuatro o cinco quedó de espaldas a ellos, por lo que tuvo que tirar con su cuerpo poco a poco hasta colocarse en el sitio adecuado. Jordan aclamó a los cielos.

- Cómo odio que ocurra eso.

Philip asintió con la cabeza resignadamente. Invitó a los españoles a tomar asiento mientras buscaba en uno de los cajones de su escritorio los papeles del contrato. Uno, que tampoco había demasiado papel. Tampoco es que tuviera mucha validez el asunto, pero intuía que los europeos estarían acostumbrados a trabajar única y exclusivamente cuando el dinero que había de por medio estaba totalmente asegurado. Colocó la hoja sobre la mesa y Jesús procedió a leerla en voz baja.

- Lee la letra pequeña Jesús.

- No hay letra pequeña -contestó.

- Eso es lo que parece. Ponlo a contraluz. Coge una vela y mírala en el aire. Échale polvos talco encima. Escupe. Fóllatela. Seguro que hay una letra pequeña.

- Te estoy diciendo que no la-... ¿Cómo cojones se supone que me iba a follar una hoja?

- Saben que no te la vas a follar. Por eso ponen letra pequeña.

- ¿Qué...? Lo que dices no tiene ningún sentido.

- Seguro que lo lamentaremos.

Jesús suspiró fuertemente mientras negaba con un gesto con la mano izquierda a Jordan, que permaneció callado con cara de niño enfadado y a punto de ponerse a gritar en el suelo. Pero entonces se le ensuciaría la falda. Jesús acabó de leer aquel documento y, viendo que todo parecía en correcto estado, firmó con aquel bolígrafo rojo que en lugar de tinta parecía escribir con sangre. Probablemente fuese sangre, pero no quiso pensar eso. Se lo dio a Philip quien se alegró enormemente. Levantándose de un golpe estrechó ambas manos.

- ¡Estoy seguro de que lograremos grandes cosas en Gulu!

- Para eso estamos -confirmó convencido Jesús.

- Bueno, ¿qué tal si conocemos al equipo?

- Perfecto.

- Seguidme.

Los tres salieron por la puerta. Ah no, por la inexistente cuarta pared.

Bueno después de que casi se carguen al pobre Jordan al fin logran pasta.

PD: ¿A qué equipo entrenarán?

Me mataría una historia en la liga ugandesa, me llama la atención que con el nuevo editor hayan tan pocas historias en ligas que no vengan por defecto en el juego (de hecho sólo he visto una, en San Marino). Aunque una historia con la selección de Uganda también estaría bastante bien.

Saludos Pio