Otro Betis es posible

Real Betis 4 - 0 Celta de Vigo - ¿Quién dijo miedo?

El Betis demuestra todo su potencial en un partido de ensueño - Los vigueses fueron vapuleados por un equipo de División superior - La afición verdiblanca ya espera al próximo rival con ganas en una competición que ilusiona

Si hace escasas horas al Betis le hubiesen preguntado si firmaba un 4-0 frente al Celta, seguramente todos habrían dicho que si. Pero la utopía se ha convertido en realidad. El equipo sevillano plantó cara a un durísimo rival como es el Celta y demostró quien manda en el terreno de juego. Los de Pepe Mel desplegaron todo su potencial -tanto ofensivo como defensivo- dejando claro que tiene muchas armas para esta temporada.

El partido empezó muy dubitativo, con ambos equipos demostrando un gran respeto por el rival y sin querer aventurarse a la contra. El entrenador local no le gustaba que su equipo intentase cerrarse en el juego, por lo que ordenó abrir las lineas a lo largo y ancho del terreno de juego. El equipo empezó a tocar el balón en varias combinaciones asombrosas y el Celta se dedicó a verlas venir. En el minuto '33, el portero visitante hizo un saque largo que le cayó a Beñat en los pies y el vasco, ni corto ni perezoso, empezó una asombrosa contra que terminó en el primer gol de los verdiblancos. Una gradísima jugada, de esas que si la marcan Messi o CR7, dan vueltas en los telediarios durante días. Con el resultado a favor, los locales se mostraron más serenos sobre el césped y se dedicaron a tocar balón siempre que fuese posible. Al descanso se llegó con una ajustada victoria que daba lugar al optimismo.

Ya en la reanudación, el respetable heliopolitano pudo comprobar como Molina se quedaba en la casetilla -por molestias al pisar mal en el borde del descanso, según ha confirmado el club- y por él salía Rubén Castro. El canario se mostró desde el primer minuto en perfecta sintonía con su paisano Momo, el cual fue el mejor de la noche. Los minutos se fueron sucediendo y las ocasiones béticas no paraban de llegar, ya que tanto Castro como Pereira tuvieron en sus botas el dos a cero, pero ambas se marcharon fuera por poco. Ya en el minuto 77 Belenguer puso en el fondo de las mallas un fantástico córner botado por Salva Sevilla. La afición estallaba de alegría y animaba a los suyos como siempre. Tan solo dos minutos después, en el 79, llegó la sentencia del partido; Roversio le robó un balón a la contra al jugador celtiña de Vrij y le dió un pase en largo a Momo. El canario se zafó de dos defensores antes de colgarla al segundo palo para que Pereira rematara casi a placer ante la pasividad de los visitantes. Con el partido en el bolsillo, Mel quitó del terreno de juego a Sevilla -el cual había realizado un desgaste físico excelente- y dió entrada a Emaná. El camerunés apenas jugó pero todo lo que tocaba, lo convirtió en oro. Precisamente en un robo de balón por parte del camerunés llegó el cuarto y último gol del partido. Tras robar el esférico, se la dió a Castro para que avanzara campo con él; el canario rápidamente buscó a Momo, el cual sin pensarlo mucho disparó a puerta. El obus golpeó en el poste y en el torso de Falcón a posteriori, con la buena suerte para los locales que el balón acabó en el fondo de las mallas.

Todo el estadio empezó a gritar "¡¡Momo, Momo!!" e incluso se pudo apreciar la primera ola de la temporada. La afición está entregada con su equipo que, aunque solo ha disputado dos partidos, ya deja claros signos de que este año si ilusionan.