1er tiempo

El Karlsruher no salió a morder como en otras ocasiones, quizas porque suponía que el rival no le exigiría de grandes esfuerzos y que la victoria terminaría llegando fruto de la propia inercia ganadora del equipo. Pasaban los minutos y el KSC no encontraba la clave para desbloquear el entramado defensivo del Aalen, que además dejó un par de avisos a balón parado de lo que ocurriría en el minuto final de este periodo.Una falta de concentración de la defensa blauweiss permitía que Klauss se adelantase totalmente libre de marca y regatease a Yelldell para marcar sin oposición. Un tanto en un momento psicológico, que, sin embargo, significaría la reacción de los locales en el segundo periodo

2 tiempo

Nuevamente tuvo Kahn que corregir con dureza al descanso la actitud de sus hombres, y de nuevo estuvo acertado con los recambios. Sanogo salió por Berg y a los 10 minutos ya había conseguido igualar el marcador, lanzándose en plancha y logrando un fantástico tanto de cabeza. El dominio local se mantuvo durante todo este periodo, pero los disparos del KSC adolecían de puntería. La victoria se fraguó en el último cuarto de hora, cuando el Aalen tenía que soportar una presión asfixiante, con corners consecutivos en los que la grada sentía cómo se mascaba el gol.Finalmente, éste llegó gracias una vez más a Mauersberger, decisivo en los últimos partidos en acciones a balón parado.

Con su imponente cabezazo, el mariscal daba la victoria y el liderato a un Karlsruher que cada vez parece más sólido y que ya ha dejado de ser una revelación para convertirse en toda una realidad.

http://youtu.be/6oCLPVpao7g

Editado Agosto 27, 201311 años por Mister

y otra victoria mas.estamos que nos salimos!!

Hola!

Bueno, Dos victorias merecidas de cabo a rabo.

Me ha gustado en especial el partido contra el braunschweig. El equipo demostró que tiene banquillo de sobra para conseguri buenos resultados. En cambio contra el Aalen se alió con más cabeza que garra, y eso nos acabo favoreciendo de cara al resultado final. Esperemos que el equipo siga con esta racha tan positiva.

Saludos!

La vida da muchas vueltas. Eso era algo que Oliver Kreuzer había podido comprobar a lo largo de su vida en infinidad de ocasiones. A veces, se producen situaciones paradójicas, giros del destino que parecen escritos por el más retorcido de los guionistas. Y esta era una de ellas.

Como si hubiese ocurrido ayer, recordaba con claridad su adolescencia, cuando empezó a destacar como futbolista. Con 16 años fue llamado por primera vez por la selección alemana sub 16, y con 19 fichaba por el KSC. De aquellos años tan maravillosos le quedaban muchas sensaciones, pero predominaba una: la ilusión de convertirse en toda una estrella, en un nuevo Beckenbauer. Todos se maravillaban de sus dotes técnicas, impropias de un defensa central, y le auguraban un futuro esplendoroso.

Fueron 6 años inolvidables, en los que Kreuzer siguió creciendo como jugador, hasta llegar a convertirse en un puntal del Karlsruher. De aquella etapa recordaba también la llegada al primer equipo de un joven e insolente guardameta que se negaba a cumplir las indicaciones de los veteranos. Y como estos decidieron en el vestuario, darle un escarmiento orinando sobre él en las duchas. Kreuzer rió como todos ante aquella cura de humildad que los jefes del equipo habían querido darle a aquel niñato de apenas 18 años apellidado Kahn. Pero el chico, lejos de amilanarse, siguió trabajando duro, y tres años más tarde se había hecho con el puesto en el equipo titular, teniendo Kreuzer que soportar como aquel jovenzuelo le daba órdenes e incluso se permitía el lujo de amonestarlo públicamente cuando organizaba la defensa.

Por entonces Kreuzer ya era uno de los puntales del equipo. Había continuado siendo un habitual de la selección alemana en categorías inferiores, donde llegó a jugar hasta en la sub21, y poco después, con 25 años, llegó la oferta del Bayern Munich. Parecía que sus planes seguían el rumbo adecuado.

Si bien Oliver Kreuzer consiguió hacerse con un puesto en el centro de la defensa del Bayern, transcurridos unos pocos años comenzó a asimilar que tal vez sus expectativas habían sido demasiado elevadas. Kreuzer no llegó a vestir la elástica nacional absoluta, y aunque no podía quejarse de su trayectoria como futbolista, nunca llegó a convertirse en aquella estrella que soñaba ser. Nunca fue un nuevo Beckenbauer.

Pero lo más irritante de sus últimos años fue comprobar como su ocaso coincidía en el tiempo con el imparable ascenso de aquel arrogante portero con el que coincidió en Karlsruhe. En 1994, el Bayern pagaba el traspaso más alto de la historia de la Bundesliga por un guardameta, y antes de que pudiese siquiera asimilarlo, de nuevo tenía a aquel rubio gritón abroncándolo cada partido.

Oliver Kahn no era nadie cuando Kreuzer apuntaba a estrella. Pero un año después de su llegada a Munich, aquel donnadie era llamado para defender el marco de la selección absoluta, tarea que realizó en 86 ocasiones a lo largo de su carrera. Con ello llegó el dinero y la fama a la vida de Kahn, dos cualidades extraordinariamente apreciadas por las féminas. Oliver Kahn no desaprovechó la oportunidad de disfrutar de la vida, pese a tener como pareja a Simone, y su presencia en las discotecas de Munich era frecuente, siempre rodeado de bellas señoritas.

Hasta en eso, Kreuzer tuvo que tragar sapos y culebras. Siendo mucho más apuesto que él, tenía que soportar la indiferencia de las fans cuando en alguna ocasión coincidían ambos en algún lugar en el que un grupo de seguidoras del Bayern estuviesen esperando al equipo. Kahn era el centro de atención siempre, allá donde fuesen.

Oliver Kahn se había convertido en todo aquello que él quiso ser y no pudo. Y la vida, cruel hasta decir basta en ocasiones, se había encargado de ponerlo en su camino una y otra vez. Incluso ahora, cuando ya debería tener superado todo aquello, tenía que asimilar que mientras siguiese en Karlsruhe, seguiría estando a su sombra. Kahn era el exitoso técnico que se sentaba en el banquillo blauweiss cada Domingo, y quien recibía los elogios de los medios por la sensacional campaña que estaba realizando el equipo. El, solamente un director técnico que emitía opiniones pero no tenía capacidad de decisión final.

Sin embargo, resultaba paradójico que ahora fuese él quien tuviese que salvar el culo de Oliver Kahn. De poco había servido el con Verena. Alguien, con contactos e influencia suficientes, había logrado hacerse con una copia y ahora las ofrecía al mejor postor, ya se llamase televisión o Karlsruher SC. El individuo en cuestión demostraba no ser estúpido. Un bombazo de esas características desestabilizaría totalmente al club y su entrenador, y con el ascenso en juego, el KSC no podía permitirse aquel lujo.Por eso, cuando Kreuzer recibió la llamada, no tardó en comunicarle la situación a Ingo Wellenreuther, el presidente del club.

Wellenreuther, hombre pragmático por naturaleza, como cualquier político que se precie, había guardado en el cajón de los recuerdos sus desavenencias con Kahn. El club iba viento en popa, él había sido quien fichó al entrenador, y por tanto, el responsable máximo del éxito. Todo lo demás era secundario. Y si ahora quería culminar aquella etapa de forma satisfactoria, debía asegurarse de que el club no se viese envuelto en asuntos extradeportivos que pudiesen distraerlo de su objetivo de ascender.

Tras mover los hilos pertinentes, Wellenreuther había logrado reunir la generosa cantidad solicitada por aquel individuo y ahora Kreuzer se disponía a realizar el intercambio. Para el presidente, aquello no dejaba de ser una jugada maestra: no sólo salvaba al club de ser desestabilizado, sino que se hacía con un material muy comprometedor con el que podría mantener a Oliver Kahn a raya, y llegado el caso, devolverle la que le tenía guardada

Oliver Kreuzer conducía hacia el lugar del encuentro con aquel desconocido. Junto a él, en el asiento del acompañante, una bolsa con muchos miles de euros esperaba para ser entregada. Con ello Kreuzer salvaba el matrimonio y la vida del hombre que le había hecho sombra toda su vida. Ironías del destino.

Aunque en su fuero interno, se sentía orgulloso de haberle vencido, en al menos un aspecto de su vida. Sólo uno. Esa era su pequeña venganza...

Editado Agosto 30, 201311 años por Mister

y otra victoria mas.estamos que nos salimos!!

Pues la verdad es que sí, y lo mejor es que el equipo sigue siendo capaz de reaccionar cuando se ve atrás en el marcador (que por cierto, es casi siempre).

Hola!

Bueno, Dos victorias merecidas de cabo a rabo.

Me ha gustado en especial el partido contra el braunschweig. El equipo demostró que tiene banquillo de sobra para conseguri buenos resultados. En cambio contra el Aalen se alió con más cabeza que garra, y eso nos acabo favoreciendo de cara al resultado final. Esperemos que el equipo siga con esta racha tan positiva.

Saludos!

Yo mismo me he quedado sorprendido con los suplentes. Antes de comenzar, pensaba que lo más probable, alineando jugadores suplentes y con poco ritmo de competición, era que nos eliminasen. Sin embargo el equipo ha rendido a gran nivel y eso que el rival no era nada fácil. Por cierto, que no he mencionado que nuestro próximo rival en copa es el Borussia Dortmund, así que mucho me temo que hasta aquí hemos llegado en la Pokal, porque eliminarlos va a ser muy complicado.

Contra el Aalen no se hizo un gran partido , pero se sacó adelante, que es lo importante. No siempre el equipo va a jugar a un gran nivel, así que al menos, que cuando no lo hagamos, podamos llevarnos los puntos y no tropezar. Además Sanogo volvió a marcar, con lo cual la lucha por el 9 empieza a ser verdaderamente terrible. Cada partido es un quebradero de cabeza saber a quién ponemos en punta, porque cuando jugaban Marton y Benyamina, marcaban, luego Muriel volvió a la titularidad, y también, fichamos a Berg y mete 2 goles en sus 2 primeros partidos, y ahora debuta Sanogo y mete 3 en menos de 180 minutos.

El Trolli Arena se disponía a vivir un enfrentamiento tan interesante como incierto. Nuestra condición de líderes nos hacía generar expectación allá donde fuésemos, pero en este caso se daba la circunstancia de que el Greuther Furth era uno de los teóricos favoritos a comienzos de temporada y nosotros el equipo revelación. Por lo tanto, el duelo entre una teórica plantilla de superior nivel y otra a la que se estaba extrayendo todo el jugo incrementaba más si cabe el morbo del partido.

Las bajas en el centro del campo eran nuestro handicap principal, las lesiones de Haas y Cazaux nos obligaban a dar entrada a Gordon y retrasar la posición de Nacho González, mientras que para la banda derecha Kahn apostaba esta vez por Kirch en lugar de Gartner, que no terminaba de rendir a satisfacción pegado a la cal. En la punta de ataque jugaba Berg y algo más retrasado, Muriel, dos goleadores contrastados que tendrían la obligación de generar peligro o de culminar las ocasiones creadas por la medular.

SPVGG GREUTHER FURTH-KARLSRUHER SC

1 parte

Ni el potencial del Furth ni la imparable trayectoria del Karlsruher, fueron suficiente para que ninguno de los equipos lograse imponerse sobre el césped.La primera mitad reflejó un pulso entre ambos conjuntos que resultó en tablas debido a la mediocridad de uno y otro. Sin embargo, no reflejó tal igualada el marcador ya que, con el primer periodo a punto de cerrarse,y ya en el descuento, el KSC logró adelantarse por mediación de Muriel, que remató una jugada iniciada en un saque de banda que no parecía, a priori, revestir demasiado peligro.

2º parte

No tuvo mucho tiempo el KSC para especular con el resultado, ya que a los 8 minutos de la reanudación llegaba el tanto local. Un balón largo que parecía iba a perderse por línea de fondo, es peleado por Prib, que lo alcanza y logra sacar un centro, con la desgracia para Mauersberger, de que su despeje en plancha al interceptar el balón terminó por colarse por toda la escuadra del marco defendido por su compañero Yelldell.Con el empate logrado en tan desgraciado lance, el Karlsruher puso todo su empeño en lograr desnivelar de nuevo el resultado, pero ni Furth ni KSC estaban demasiado inspirados.

El partido en general puede resumirse como un quiero y no puedo por parte de las dos escuadras, un duelo bastante anodino en que sólo se movió el marcador merced a un par de acciones puntuales. El KSC pierde el liderato a costa del Hertha, pero continúa abriendo brecha con sus perseguidores en la lucha por el ascenso.

http://youtu.be/8xO8LzDNdvk

Editado Septiembre 5, 201311 años por Mister

El asunto del pago por las fotos de Oliver Kahn se había llevado con extrema precaución. Wellenreuther sabía que comunicárselo a Oliver Kahn sería contraproducente a todas luces, puesto que el técnico no podría centrarse en su trabajo como debiera. Para Kahn, tan malo era que aquellas fotos anduviesen en manos de un desconocido como en las del propio presidente. A estas alturas de la partida, ya sabía que Ingo Wellenreuther era cualquier cosa excepto leal. Sólo una cosa importaba en su vida, ascender en el escalafón político.

Pero que Wellenreuther hubiese aceptado ser objeto de extorsión, no significaba que estuviese dispuesto a aceptar alegremente el pago de aquella cantidad. Ni siquiera tenía garantías de que aquel misterioso individuo no tuviese copia de aquel material y ahora negociase con otro postor interesado, por lo que, apenas Oliver Kreuzer hubo realizado el intercambio, Wellenreuther dió parte a la policía, que se personó en el lugar donde éste había tenido lugar para tratar de encontrar algún tipo de prueba que pudiese colaborar a la detención del chantajista.

El asunto había sido rocambolesco a más no poder. El tipo había tenido la desfachatez de llamar a las mismas oficinas del club preguntando por Oliver Kahn, pero al no encontrarse el técnico en las instalaciones y sí el director técnico Oliver Kreuzer, la llamada fue derivada a este. El individuo, ni corto ni perezoso, trasladó su "oferta" al propio Kreuzer, quien ante la gravedad de los hechos, los puso en conocimiento del presidente.

Sin embargo, Wellenreuther nunca fue interlocutor directo. Todas las instrucciones y posteriores contactos habían sido realizados a través del propio Kreuzer, el cual se erigió en inesperado intermediario, asegurando que hablaba en representación del propio Kahn.

Todo este tipo de actitudes eran, según la policía, bastante chapuceras y denotaban que no se trataba de un profesional. Precisamente por eso, los inspectores encargados del caso, veían bastante factible poder dar con él en un tiempo relativamente breve, así que citaron a Kreuzer en un hotel cercano al lugar de la entrega para que los acompañase y les diese todos los detalles posibles.

Tras un reconocimiento in situ, Kreuzer y los inspectores volvieron al hotel, tomaron asiento en una de las terrazas y se dispusieron a interrogarle más en profundidad. Cualquier pequeño dato, cualquier información, por insignificante que pareciese, podría ser relevante. Aunque a priori, el hecho de que no se tratase de un extorsionador profesional hacía más probable su detención, las pistas encontradas en el lugar del intercambio no revelaban gran cosa. De ahí que las informaciones aportadas por Kreuzer, única persona que había tenido contacto directo con él, se revelasen fundamentales.

Pero entonces, ¿En ningún momento pudo verle la cara?

No, inspector, le aseguro que no. El tipo, una vez que llegué al lugar indicado me dió instrucciones muy precisas. Me dijo que dejase la bolsa junto a un arbol y que andase en dirección opuesta 30 pasos. Me advirtió que si me giraba o al comprobar el contenido de la bolsa notaba algo extraño, se marcharía y no volvería a verlo más. Que lo único que vería serían las fotos de Oliver Kahn publicadas en primera plana de todos los rotativos.

Entonces, ¿qué ocurrió?

Me dijo que cuando diese los 30 pasos en dirección opuesta volviese sobre ellos andando marcha atrás, y que al llegar de nuevo al árbol, encontraría allí las fotos. Así lo hice y efectivamente al retornar sobre mis pasos, la bolsa del dinero había sido reemplazada por un pequeño pendrive donde posteriormente comprobé se encontraba el material prometido.

Sabe que necesitaremos esas fotos...

Lo siento, pero va a ser imposible. Las eliminé de mi ordenador de inmediato y destruí el pendrive. No quería que quedase el menor rastro de ellas, ese era el objetivo, no?

Como era de suponer los inspectores se enfadaron notablemente ante las palabras de Kreuzer. Aquello eran pruebas y destruirlas comprometía su labor, haciéndola aún más complicada. Lo que ignoraban era que en absoluto aquel material había sido eliminado, sino que permanecía a buen recaudo en manos de Ingo Wellenreuther. La fidelidad de Kreuzer hacia su presidente, le impedía delatarlo.

Ambos inspectores se disponían a reprender a Kreuzer por su acción, cuando de repente, un hecho les distrajo de su intención. Observaron como la cara de Kreuzer cambiaba por instantes, y se giraron para comprobar qué ocurría.

Y lo que ocurría era que Oliver Kahn acaba de entrar por el hall del Hotel, y caminaba con paso firme y decidido hacia Kreuzer. Su expresión denotaba que el motivo de su presencia allí no era en absoluto amistoso. Kreuzer conocía bien esa mirada, era la misma que Kahn utilizaba como jugador para intimidar a sus rivales. Y vaya si lo conseguía. Kreuzer había visto a verdaderos hombres empequeñecerse ante las explosiones de ira de Oliver Kahn sobre un terreno de juego y convertirse en niños asustados. Y ahora aquella expresión en la cara de Oliver sabía que se debía a él. No le quedó ninguna duda cuando oyó su bramido a varios metros de distancia.

EH TU, HIJO DE PUTA! COBARDE DE MIERDA! ESPERA QUE TE AGARRE QUE TE VOY A REVENTAR LA CARA!!

Mientras escupía estas palabras, Oliver Kahn se acercaba acelerando el paso hacia el lugar donde se encontraba Kreuzer y los inspectores. Como es lógico, Kahn ignoraba que se trataba de dos miembros de las fuerzas del órden, él sólo tenía ojos para Kreuzer, a quien clavaba su mirada de modo amenazante. En sus manos llevaba lo que parecía ser un periódico, el cual arrojó al suelo en el momento en el que tuvo a Kreuzer a su alcance y lo agarró por la pechera.

Los policías estaban desconcertados. ¿Acaso estaba Kreuzer implicado en la extorsión? ¿No se suponía que Kahn no estaba al tanto de todo este feo asunto?

Mucho más no les dió tiempo a pensar puesto que se vieron obligados a abalanzarse sobre Kahn para evitar que se materializara la agresión. Lo retuvieron entre los dos como pudieron, sin alcanzar a entender lo que ocurría. Cuanto más gritaba Kahn y más exaltado se mostraba, menos entendían. No alcanzaban a comprender el sentido de sus frases ni el porqué de aquella colérica reacción ¿De qué demonios hablaba? ¿Qué viajes a Munich eran esos a los que se refería?

En el suelo yacía un ejemplar del periódico Bild, el mismo que Oliver había arrojado tras su furibunda entrada. Allí, en su portada, se encontraban todas las respuestas que aquel par de policías no lograban encontrar.

Editado Septiembre 6, 201311 años por Mister

Con el equipo consolidado como la revelación de la liga, nos tocaba superar un nuevo escollo en Wildparkstadion, el del Paderborn. Un equipo que por su situación en la tabla no debería de inquietarnos, pero cuyo historial de enfrentamientos particulares en los últimos años, era de infausto recuerdo.

El Paderborn es un equipo que basa su fortaleza en una tremendamente sólida pareja de centrales y una línea atacante temible. La baja de su mejor centrocampista, Tobías Kempe, no les había afectado en exceso, puesto que esta campaña estaban obteniendo incluso mejores resultados. Lo que debía preocuparnos, y de hecho lo hacía, era la extraña costumbre del Paderborn de seguir nuestros pasos en el mercado de fichajes para terminar contratando jugadores que habían estado en nuestra órbita-

Sucedió con Benjamín Auer, con Pierre Boya, y este año había vuelto a ocurrir con Dorge Kouemaha. Desgraciadamente para nosotros, estos jugadores parecían salir extraordinariamente motivados en nuestros enfrentamientos y sus actuaciones resultaban devastadoras para nuestros intereses. Un 2-5 en la Pokal y un 5-0 en liga habían sido sus particulares venganzas.

Por nuestro lado, el equipo recuperaba lesionados, y por primera vez en muchísimo tiempo, Mohammed Salmeen volvía al equipo. También regresaba Haas y tras ellos se alineaba Ali Çelik. En punta, la tripleta resultaba poco habitual, con Benyamina y Hennings en las bandas y Muriel en punta, pero la escasez de extremos y la decisión de Kahn de jugar un 4-1-2-2-1 motivó este once inicial.

KARLSRUHER SC- SC PADERBORN

1parte

Los peores augurios comenzaron a tomar forma muy pronto, en el minuto 10, cuando el camerunés Pierre Boya, al saque de un corner se adelantaba a la marca de Benyamina y conectaba un certero cabezazo que adelantaba al Paderborn en el electrónico. El KSC, sin embargo, no se arrugó, y merced a la confianza adquirida en partidos anteriores en los que fue capaz de voltear el resultado, se lanzó adelante en busca del empate. Pero la poca puntería exhibida por los hombres de Kahn hacía que los minutos pasasen sin que se recogiera el fruto esperado.

Este llegó, una vez más, en el descuento y en de las botas de Muriel, que recogió un rechace tras un centro de Salmeen, y enganchó un disparo seco y desde cerca que ponía el empate a uno antes de marchar al vestidor.

2 parte

Debido a la fortaleza exhibida por la defensa del Paderborn, Kahn optó por dar entrada a Sanogo esperando que su juego aéreo y el gran momento de forma del africano terminasen por desatascar el partido. Pero ni ese cambio ni las posteriores entradas de Nacho González y Dawda Bah, funcionaron. La creatividad de estos fue insuficiente para romper una defensa muy ordenada y que nunca perdió la compostura ante la ofensiva local. El KSC no sólo mostró pocas ideas, sino una puntería muy mediocre, y empiezan a adivinarse ciertos problemas ofensivos a los que habría que poner remedio a la mayor brevedad posible.

El encuentro finalizó sin que el marcador registrase más variación y con la confirmación del Paderborn como equipo maldito para Kahn y sus hombres, que en tres años han sido incapacesde vencerlos ni una sola vez.

http://youtu.be/KUoun4T3Y-M

Editado Septiembre 11, 201311 años por Mister

Tres horas antes del encuentro, ya algunos aficionados poblaban las gradas del majestuoso Gluckgass stadion de Dresde. El partido bien lo merecía, ya que el Dynamo era uno de los aspirantes al ascenso y figuraba en el grupo de inmediatos perseguidores, mientas que nosotros estábamos considerados el equipo revelación. Con este duelo se cerraba la primera vuelta, lo que quería decir que, de llegar con el ascenso en juego a la última jornada, nuestro rival no sería nada sencillo. Esta era, por tanto, una oportunidad para ganar una primera batalla psicológica ante un hipotético partido a vida o muerte como cierre de temporada.

La diferencia de puntos entre ambas escuadras, además, no era amplia en exceso. Si los locales conseguían derrotarnos mantendríamos la segunda plaza, pero ya los tendríamos situados a tiro de piedra. Una victoria nuestra, por contra, nos serviría para abrir una notable brecha con ellos y de este modo, descartarlos en principio como competidores directos. Siempre, claro está, que nosotros no sufriéramos una debacle o ellos completasen un segundo tramo espectacular.

Quizás buscando un componente psicológico, Oliver Kahn alineó a Calhanoglu en el once titular, pese a que su campaña estaba siendo un tanto errática. Su frustrante cesión en el Dynamo Dresden el pasado año podía servirle de acicate para completar un partido al nivel que de él se esperaba. De cara al ascenso no podíamos conformarnos con un Calhanoglu mediocre, sabedores de su talento. Pero si las comparaciones con Ozil eran constantes, no era únicamente por sus características de juego. Ninguno de los dos tenía la consistencia en su juego como principal virtud.

La otra gran novedad era la dupla Sanogo-Marton. El puesto de 9 parecía ir rotando de un jugador a otro sin demasiado criterio, y ninguno de los delanteros era capaz de adivinar cuando sería titular y cuando no. Esto los mantenía alertas. En cuanto a Marton, el chico había hecho saber de su preocupación al técnico, puesto que tras un inicio de campaña espectacular en goles y asistencias, su presencia en el equipo había sido cada vez menos significativa.

DYNAMO DRESDEN-KARLSRUHER SC