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"El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales les diferencia sea más el sentimiento que no la razón. Más veces he visto razonar a un gato que no reír o llorar. Acaso llore o ría por dentro, pero por dentro acaso también el cangrejo resuelva ecuaciones de segundo grado."
Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo vasco.

"¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?".
Friedrich Nietzsche(1844-1900) Filósofo alemán.

"Se puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo único que no se puede dejar de hacer es de pensar"
César Luis Menotti (1938-) Filósofo argentino.

"Dale a todo lo que se mueva sobre el césped, y si es el balón, paciencia"
Nereo Rocco (1915-1979) Filósofo del Calcio.



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Introspección
Nunca compartí esa tendencia tan humana de separar los sentimientos de la razón, de contraponer lo racional frente a lo afectivo, de lo estrictamente empírico a lo imprevisible o hipotético.
Una nefasta herencia nos dejó el Cristianismo con semejante punto de vista maniqueo, con el que todas las cosas son buenas o malas, blancas o negras, eliminando con ello lo que precisamente da salsa y condimento a esta vida: los matices.

Por los matices me hice entrenador de fútbol.
Por los matices y por un sentimiento encontrado. No se trata de nada original, no vayan a pensar.
Antes que entrenador fui futbolista y aunque muy pronto descubrí que desde el círculo central el juego se me hacía demasiado grande, aprendí de este gran deporte gran parte de lo poco que sé de la vida, de la importancia que supone formar parte de un colectivo, estar supeditado a la máxima exigencia o a la máxima responsabilidad de tu destino y el de todo un equipo y afición.
El fútbol es mi vida y, una vez acabada mi indolente carrera como futbolista, era inevitable volcar todos mis esfuerzos en reenfocar ese sentimiento, en matizarlo, en madurarlo, aunque fuera disfrazado de otra cosa.

La energía no muere, se transforma, dicen.
El hombre es impaciente e insatisfecho por naturaleza, digo yo.


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Del peso del miedo y la levedad del espíritu
Siempre me sedujo la difícil comprensión de ver algo pesado flotar por los aires o surcar las olas e idéntica sensación me sobrevino al observar sobre mi cabeza la hermosa bóveda de madera y piedra que parecía estar hecha en verdad de aire y paja.
Bajo aquella pequeña cúpula uno se sentía indefenso, temeroso de que aquel techo pesado decidiera caer estrepitosamente hacia el suelo, sin escapatoria ni redención alguna. No obstante, aquel techado confería una sensación distinta, de ligereza, como si en vez de soportado por los fuertes muros que la rodeaban, éstos lo anclaran y lo mantuvieran suspendido en el aire, ansioso y deseoso de elevarse hacia el cielo.
En cierto modo, yo me sentía igual. Atenazado, pesado por las circunstancias y la responsabilidad de tomar una decisión, pero liviano y suspendido al mismo tiempo por un inquebrantable espíritu que, entre pensamiento y pensamiento, me recordaba a cada momento que había tomado una decisión.
La correcta? Las decisiones nunca son buenas ni malas. Sólo elecciones que llevan a otras elecciones.

Kundera habló en uno de sus libros de la insoportable levedad del ser y los pesos que gravaban nuestra existencia.
Yo hoy me sentía anclado por la fuerza gravitatoria que pesaba sobre mis pies, una más del semblante que adopta el miedo y la aflicción que éste ejerce.
A mí me tardó poco en desaparecer.
Pudo más el anhelo que el anclaje.
Pudo más el espíritu que el miedo.


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La atracción del abismo
Las decisiones, por breves que sean las opciones posibles, nunca son fáciles ni deben tomarse en caliente. Lo dijo un sabio hace ya un tiempo: yo soy yo y mis consecuencias.
Una manera como otra cualquiera de reafirmarse en el camino elegido, pase lo que pase, le joda a quién le joda.
Ante el precipicio, uno siente la inexplicable obligación de echar la mirada hacia abajo para ver qué le espera al menor despiste.
Ante dicha visión, puede decirse que hay dos tipos de personas: una que inmediatamente tira un par de pasos atrás, buscando alejarse del filo de la navaja; y otro, al que indudablemente pertenezco, que echa un pequeño paso hacia delante hasta tener medio pie en el limbo, cierra los ojos, eleva la cabeza y abre los brazos dejándose invadir por esa irremediable fuerza gravitatoria de los espíritus más avezados.

Es eso que llaman la atracción del abismo. Algo muy nuestro, algo muy mío.


Una duda resuelta
Éste es uno de mis rincones favoritos de la ciudad.
Casi desconocida para el magma de turistas que abarrotan otros lugares más famosos y concurridos, esta iglesia es un verdadero reducto de paz y tranquilidad.
Inmutable al paso del tiempo, mantiene intacto el olor a incienso, velas encendidas y fría piedra que recuerdo desde mi más tierna infancia.
Hace mucho ya que no acudo regularmente a oficios religiosos, pero sigo manteniendo la sana costumbre de resguardecerme entre estas paredes cuando algo me aflige el corazón o el pensamiento. Mucho tiempo ha pasado, no obstante, desde que, a la edad de 7 años, mis padres me presentaran al párroco del lugar con la intención de convertirme en monaguillo y así enderezar lo que ellos catalogaban un actitud incorregible. Obviamente fracasaron en el intento.

Todos cambiamos, pero aquella iglesia continuaba perenne e inalterable al desgaste del tiempo. Y eso me hacía sentir cómodo. Conectado a un pasado que pasó hace demasiado tiempo y quizá demasiado rápido.
Aquel párroco de la orden salesiana, llamado Paolo, murió ya hace unos años y ahora regentaba el lugar uno de esos eclesiásticos que parecen tele transportados del siglo pasado: fervoroso amante de la buena mesa y la buena conversación, fanático del fútbol y habitual de esa sempiterna costumbre cristiana de dar consejos, especialmente a aquellos que no lo han pedido.
Hoy entré por estas puertas en busca de soledad para tomar la decisión más importante de mi vida y Lorenzo, que así se llama el buen sacerdote, me abordó con estrépito apenas segundos después de atravesar el doble portalón de madera de la entrada.

"Se dai a un uomo un pesce lo nutri per un giorno, se gli insegni a pescare lo nutri per il resto dei suoi giorni."
(Si le das un pez a un hombre lo nutres por un día, si le enseñas a pescar lo nutres para toda la vida).

Inmediatamente después me abrazó con fuerza, me miró a los ojos y asintió con la cabeza.
Las noticias vuelan en esta ciudad, donde los rumores son más antiguos que las piedras.
La pregunta estaba en el aire desde hacía días y todo el mundo en esta ciudad permanecía expectante.
Pero el bueno de Lorenzo, ya conocía la respuesta.


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Mi ciudad, mi barrio, mi vida, mi ser
Qué voy a decir, soy romano y ser romano tiene esas cosas, especialmente si uno nació como yo en el Testaccio y se crió asilvestrado en las calles de una ciudad como ésta, romántica, antigua, bella, caótica y abierta.
En esta ciudad todo es exageración y es vitalidad. El romano es un ser que, por encima de todo, sabe y disfruta divirtiéndose, que resulta alegre hasta lo excéntrico. Que vive con intensidad todo cuanto le rodea y siente un exacerbado amor por su ciudad, su nación y sus colores.
El asfalto viejo, árboles centenarios que se enredan y confunden con las piedras de las paredes, edificios con fachadas mal pintadas que cobijan humildes comunidades de patio interior, ropa tendida y cables de antena; el olor a la pizza al taglio, el ruido del agua crepitando de una fuente escondida en cada esquina, las caóticas trastiendas de fruta y pescado
Ese es mi barrio, ese es mi pasado, mi presente y mi historia.

Cómo iba a ser distinto en lo que se refiere al fútbol?
Cómo iba a ser yo distinto y renunciar a mí mismo?

Editado por Viggo

  • Autor

- Reservado-

Editado por Viggo

Aquí estaremos! Bienvenido!

Que gran idea han tenido estos mods al pasar Forced Landing al HoF si ha servido de efecto llamada! Y que buen día he elegido para volver a la sección xD

Rebienvenido Viggo!!

Que alegría tu regreso al foro Viggo y encima con una nueva historia. Una lástima no haber podido finalizar esa apasionante y genial historia de Bender Matthews, pero los ciclos terminan y ya tenia unos cuantos football managers atrasados.

Regrese hace menos de un mes a la sección, tras un año de ausencia de lecturas y más de tres sin escribir, y me sorprendió que no estuvieses más, con tanto impulso que le diste a la misma durante los ultimos tiempos.

Repito nuevamente, una gran alegria tu regreso. Te deseo muchisima suerte amigo en esta nueva aventura.

Saludos

Una alegría volverte a ver por estos lares, de verdad que estamos todos muy contentos con tu vuelta, en un momento muy especial y agradable del foro ;)

Gran intro, como siempre... sólo falta ir conociendo un poco más del personaje, pero ya con tu sello desde el inicio. Sin dudas esperaré con ansias tus futuros posts ;)

Una grandisima noticia tu regreso. Y será un placer leer de nuevo una historia tuya. Una vez más ya te saliste con la introducción, con ganas saber y conocer más de este personaje e historia.

Un saludo amigo!.

Un gusto poder leer una historia tuya desde el inicio, Bender no sigue? La verdad volver a felicitarte por esa tremenda historia, la mejor que he leído y por lo mismo comencé a realizar las mías. Como dices más arriba, los ciclos terminan y este sera un nuevo comienzo.

Esta intro deja mucho que pensar, al parecer nos vamos a Italia, más precisamente a Roma pero la elección del equipo aún no esta clara. Veremos como sigue desarrollándose pero de momento sublime.

Saludos compañero y que este sea el comienzo de algo grande!

Bienvenido de vuelta, Viggo. Poco puedo decir, sólo desear que tu situación se haya estabilizado y que hayas vuelto a la zona para quedarte, que podamos disfrutar de otra de tus historias, de las pocas que trascienden el FM para llegar a un plano superior.

Mucha suerte con tu nuevo proyecto, y para cualquier cosa que necesites, ya sabes donde me tienes :D.

Decirte bienvenido no sólo es algo natural, sino lo normal, llega el rey de la casa. ;) Me alegra tu vuelta y el inicio de una nueva y apasionate historia.

Lo que menos me imaginaba al entrar en la zona hoy para echar una ojeada a las historias que sigo era encontrarme esto. Sorpresa muy muy agradable, la verdad, y muy esperada,aunque suene contradictorio. En la intro ya dejas tu sello de gran escritor, y la idea de que la trama se desarrolle en la ciudad eterna me apasiona, así que estaré atento al desarrollo de todo esto! Welcome back Viggo!

P.D. we'll miss Bender Matthews.

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