0. NOCHE DE PESCA

Londres, 20 de junio de 2015

Las manecillas del gran reloj que preside la pared tras la larga barra se encuentran en las doce y cambiamos de día sin siquiera darnos cuenta. La barra, de madera de nogal, reluce a pesar de la gran cantidad de copas que se deben haber servido y los litros de alcohol derramados. La taberna está repleta de gentes que charlan y ríen animadamente. Se ven compañeros de trabajo que critican al jefe; hombres solteros, o casados, que buscan un ligue pasajero; mujeres solas en busca de algunas palabras bonitas; pijos barbudos cuya estupidez compite con el nombre que reciben hoy día... Cada vez me repugna más el ser humano, rebosante de hipocresía y cuyos ojos no ven más allá de su ombligo. Si no fuera porque es el único pub de todo el puto Londres en el que ponen buen rock no estaría aquí. Suena Thunderstruck e intento disfrutar de la música. Imposible. Frente a mí, una rubia no para de llenarme los oídos con toda la mierda que es capaz de sacar de sus labios, que no es poca. No para de hablar y esto, unido a las carcajadas estridentes de algunos de los parroquianos, agota mi paciencia.

─Mira, Sandy, el polvo de anoche estuvo bien, y apostaría mi polla que el de hoy lo podría superar, pero para follar no creo necesario tener que aguantar tal defecación verbal.

─Me llamo Mandy ─es todo lo que acierta a decir.

La chica es muy atractiva, incluso parece inteligente, si no fuera por estar con un tío como yo, pero tengo ya una edad en la que disfruto más del silencio que de las charlas. Y por la boca muere el pez.

─Mandy, no soy el hombre de tu vida y creo que tú tampoco eres la mujer de la mía. Es mejor cortarlo de raíz ahora.

─No sé qué hago mal con los hombres... ─empieza a decir entre sollozos.

─Eres fantástica, guapa, inteligente... Apuesto a que tú no tienes la culpa... ─intento mostrar empatía pero me entran arcadas─. Voy a ser sincero. Debes observar más y hablar menos. La clave de todo se basa en observar bien a la gente y saber qué buscan y qué quieren realmente. No vas por el buen camino si quieres explicarle toda tu vida a tu futura pareja en apenas dos horas. ¿A quién le importa saber que cuando tenías ocho años eras una promesa del patinaje artístico? En las primeras citas todos pensamos en follar. Así que te recomiendo que folles y calles, y cuando lleves algunos meses con la misma pareja y creas que es el momento de explicarle tu vida, no lo hagas, sigue follando.

─¡Eres un hijo de puta!

Tras espetarme el improperio, que en sus labios no logra el efecto deseado, se levanta y me regala una sonora bofetada, atrayendo las miradas de curiosos, feministas, machistas, misóginos, gilipollas y el barman. La música continúa y observo cómo la rubio se marcha del local. Tiene un buen culo y el corto vestido de cuero le sienta genial. Pienso que he sido sincero demasiado pronto.

─¡Oye Wendy! ─Alzo la voz para que me oiga desde la puerta, centrando ahora la atención de los asistentes al espectáculo en ella. Cuando se gira, compongo mi mejor sonrisa─. ¡¿Te hace un polvo de despedida?!

Me enseña el dedo corazón con mucha elegancia, todo hay que decirlo, y se marcha del local. «Nota mental: no espantar a las mozas hasta después de la segunda noche». Mi estimado público me mira ahora de todas las maneras posibles. Caras de asco, de pena, las hay iracundas, indiferentes, también risueñas e incluso un par seductoras. Lanzo un guiño a estas últimas y me concentro en el Lagavulin que reposa en el vaso corto. A ver cuando estos putos ingleses aprenden a hacer whisky.

El regusto ahumado me transporta al pasado. Sentado sobre una barrica de roble, miraba a mi padre degustar el líquido color avellana. Con un gesto de la cabeza dio su aprobación y entonces se acercó a mí. El fluido quemó mi garganta y me hizo toser. Estaba claro que mi bisoño paladar aún no entendía de buenos caldos.

─¡Bien hecho Arthur! Le has sacado este barril de whisky a ese estúpido. Tienes mucho potencial, hijo.

El estúpido al que se refería mi padre era un acaudalado hombre de negocios. Con la excusa de entretener a sus dos hijos había ido al circo, donde se divertía él más que los chavales. Al acabar la función preguntó por el niño que leía la mente. Ése era yo. Durante la función había realizado algunos trucos sencillos pero efectivos, que habían dejado boquiabiertos al público y en concreto a Gordon, dueño de una de las destilerías más grandes de Edimburgo. Quiso que le leyera la mente y mi padre, que nunca desaprovechaba la ocasión de hacer negocio, apostó un barril de whisky a que lo conseguiría. El empresario soberbio aceptó el envite… y perdió. Tras pedirle que hiciera unas sumas fáciles (2+2, 4+3, 5+5…) le dije que pensara con rapidez en una herramienta y un color.

─¿Cuándo ha visto usted un martillo rojo? ─dije.

Podía haber mentido y decirme que había pensado cualquier otra cosa, pero los ojos fuera de sus órbitas le delataban. Aquella misma tarde pagó su deuda. Soberbio y estúpido pero honrado y cumplidor. ¿Cómo lo hice? Observando. Desde los cinco años mi padre siempre me había aleccionado para observar. No ver, ni mirar, observar. El empresario llevaba un pañuelo rojo, con el que se había secado el sudor varias veces. Había encendido un puro con un mechero del mismo color. Sin duda, debía de ser su color preferido. Lo del martillo, sencillo. Regentando una destilería, la herramienta más utilizada era ésa, para cerrar las barricas y otros menesteres. Mi padre lo llamaba juegos mentales y a los diez años ya me los sabía todos. Cosas como asentir mientras hacía una pregunta me ayudaba a conseguir una respuesta favorable. Cuando regateaba algún artículo en el mercado, pasaba cerca de un minuto en silencio, lo que me hacía lograr en muchas ocasiones el precio que quería, pues a la gente le incomoda mucho el silencio. Cuando jugaba a las cartas con mis amigos, apostando los pocos caramelos que teníamos, y un amigo empezaba a ganar, solía preguntarle por qué jugaba tan bien y enseguida empezaba a perder al cuestionarse él lo mismo. Por estas y otras cosas solían llamarme el niño que leía la mente, o el mentalista.

Me devuelven al presente dos individuos que se sientan en la mesa contigua a la mía. Ambos superan los cincuenta y visten de traje y corbata. Traje de corte inglés y de no menos de dos mil libras cada uno, como el que llevo puesto, sólo que yo lo conseguí por otros medios. Ellos no, salta a la vista que son hombres de negocios, de alguno próspero o que al menos les permite mantener un tren de vida alto. Uno de ellos, con la cabeza completamente rasurada, lleva la voz cantante. Su tono de voz no deja lugar a dudas: es el jefe.

─¿Qué podemos hacer con Mauricio? ─pregunta éste al otro.

─Daniel, Pocchettino no es un mal entrenador. Nos dejó en la 5ª posición la pasada temporada, clasificándonos para la Europa League.

─Estoy de acuerdo contigo pero, ¿qué vamos a decir a la afición? ¿No tenemos un mal entrenador? Yo quiero un gran entrenador, quiero que el equipo juegue bien y quiero que los aficionados disfruten de la Champions.

Fútbol. De eso se trata. No entiendo demasiado del deporte rey, más allá de que es imposible abstraerse de las noticias que colman periódicos. Hago trabajar a mi cerebro. Pocchettino… Creo que entrena en la Premier League. Estamos en Londres... Daniel… Tottenham Hotspur. Si algo había heredado de mi padre era no perder una oportunidad de hacer negocio. Dos directivos de un club de la Premier, pasada la media noche, un pub londinense… Allí se iba a cocer el futuro del entrenador argentino, no en un despacho ni estando él presente.

─¿Y eso le va a decir a la afición? ─digo mientras apuro el delicioso brebaje.

El calvorota me mira entre enfadado y divertido por mi comentario. Sopesa si avisar a unos matones para que me partan las piernas o invitarme a una copa. El brillo en sus ojos me dice que es una persona inteligente, no habría llegado a donde está de no ser así. Observa mi indumentaria, de primer nivel como la suya y que siempre infunde respeto y confianza. Alza la mano hacia el camarero, éste sale de detrás de la barra y se acerca a nosotros.

─¿Qué toma usted?

─Lagavulin, dieciséis años, solo, sin hielo ─contesto pero mirando al barman.

El pelón asiente con la cabeza y ríe con ganas. Ya me lo he ganado.

─Que sean tres, pues ─espera a que el camarero se vaya y se vuelve a dirigir a mí─. ¿Y qué le diría usted a los aficionados, señor…?

─Melville, Arthur Melville. Imagino que usted es Daniel…

─Levy, Daniel Levy ─dice al tiempo que alarga la mano para estrechar la mía.

─Pues le diría a los aficionados lo que quieren oír. Que vamos a ganar el título esta misma temporada y que tenemos a la persona idónea para la tarea.

El acompañante de Levy prorrumpe en carcajadas pero él no. Me mira atentamente, rebuscando en mi mente algún síntoma de locura. El tonto, al ver la seriedad de su jefe, deja de reír. Tengo muchos defectos pero mis facultades mentales están intactas, o eso creo.

─Y según usted…

─Llámeme Arthur ─le interrumpo.

─Arthur, ¿quién cree que es la persona idónea para entrenar al Tottenham y conseguir ganar la Premier?

─Lo tiene delante, Daniel ─contesto, mirando fijamente a los ojos del presidente de los Spurs.

─Bueno, como broma creo que ya ha estado bien.

─Nunca bromeo, al menos con el fútbol de por medio ─replico sin siquiera mirar al imbécil.

Mantenemos la lucha de miradas. El anzuelo está ahí y Daniel husmea al lado. No es tonto, ni mucho menos, pero algo me dice que quiere creerme, o mejor dicho, que necesita creerme.

─Así que es entrenador…

─Nunca he oído hablar de usted ─interrumpe el tontolaba.

─Eso es porque nunca he entrenado. No hace demasiado que tengo el título.

Sigo sin mirar al individuo de pocas luces y menos interés. Dejo ir un poco más de cuerda y Levy sigue el cebo. Llegan los whiskys y los tres los catamos con avidez.

─¿Cuándo se sacó el título, Arthur?

─El verano pasado. No me lo recuerde. Por el calor se salió la tinta del bolígrafo que llevaba en los pantalones blancos y tuve que lucir el manchurrón durante horas en el examen y luego de camino a casa. Un consejo: no lleven pantalón blanco a una cita importante. Luego hice las prácticas en las categorías base del Arsenal.

Recojo un poco de hilo del carrete. Hacer algún comentario vergonzoso para uno mismo sirve  para que lo que estás contando suene más verosímil. Además, mencionar a uno de los rivales de la ciudad hace fruncir el ceño a Daniel Levy, aunque de forma casi imperceptible.

─Si aún no ha entrenado, ¿cómo sabe que el candidato idóneo?

─No puedo demostrarlo aquí, eso está claro, pero le diré que soy un entrenador diferente. Usted, Daniel, como los aficionados, quiere que su equipo juegue bien y gane, ¿me equivoco? ─Espero a que asienta con la cabeza y continúo─. Pues yo puedo lograrlo. Esta misma temporada.

─Espero que esto lo tenga por escrito.

─¿Qué quiere decir?

─Un proyecto, Arthur. Imagino que podrá presentarme un proyecto por escrito, digamos que, ¿en un par de días?

Muerde el anzuelo. No hasta el fondo pero puedo empezar a subir la presa lentamente.

─Por supuesto.

─En dos días le quiero en las oficinas del club, a las diez en punto de la mañana. Sinceramente, Arthur, espero que su proyecto valga la pena.

Sus palabras no dejan lugar a réplica, es una persona acostumbrada a mandar. Tampoco es el momento de replicarle nada, aún no. Daniel alza su vaso para brindar. Hacemos chocar los tres recipientes y damos un largo trago.

─¡Salud! ─dice Levy.

─Por un Tottenham campeón ─añado yo y miro por primera vez al acompañante estúpido, que no sabe qué coño acaba de pasar.

Bien, el órdago está lanzado, ahora tengo un par de días para preparar un proyecto deportivo y para lo más importante: falsificar un título de entrenador.

 

LA RECEPCIÓN

¡Bienvenidos!

Aquí estoy de nuevo, dispuesto a disfrutar de mis tres grandes aficiones: fútbol, football manager y escribir. Hace mucho tiempo que me cuesta horrores empezar una partida de FM sin relatarla, así que ahí está el motivo de esta historia. No hace demasiado que finalicé mi MLB y ya me picó el gusanillo. Tras dejar hace unos meses la historia con el Brujas, para centrarme en la MLB, ahora el reto es finalizar una nueva historia, con más detalle y un proyecto a medio plazo.

La elección del equipo es debido a que el Tottenham es mi equipo favorito de Inglaterra, desde que Jürgen Klinsmann jugó en los Spurs en la 94/95. Otro de los motivos es porque me parece un equipo con gran potencial para desbancar a los grandes. Y por último que lleva muchos años sin conseguir títulos importantes.

El personaje puede ser conocido por la serie homónima a esta historia, pero habrá algunas diferencias como el nombre y la moral, o falta de ella. La serie me gusta bastante y Patrick Jane me resulta un personaje de lo más simpático. Así que tomé algunos rasgos, y cierto trasfondo, además de la imagen física, para crear a Arthur Melville, charlatán y embaucador a partes iguales.

Sin más, os dejo en manos del sacacuartos de Melville. Id con cuidado…

¡Saludos!

Editado Abril 29, 20169 años por zeusitos

 

EL ÍNDICE

CAPÍTULOS

0. NOCHE DE PESCA

1. EL PROYECTO MELVILLE

2. AUDERE EST FACERE

3. AQUÍ MANDO YO

4. LOS QUE TIENEN QUE CORRER

5. VUELTA DE VACACIONES

6. ¿QUÉ VAMOS A HACER?

7. CERRANDO LA PARADA

8. JODIDA SUERTE

Editado Julio 10, 20168 años por zeusitos

Espero que no moleste aqui el comentario, si lo hace lo borrare luego para dejar el comienzo del hilo limpio

 

Bueno, sobre la historia;

Nada mas vi el usuario me fue imposible no entrar a ojear el nuevo proyecto despues de esa maravillosa MLB

Me gusta la idea del personaje, pero se me asemeja mucho mas a Neil Caphrey de la serie Ladron de guante blanco (no es una serie espectacular pero a mi me gustaba verla)

Tiene pinta de que sera una serie cortita, a ver si esta es a definitiva despues de unos cuantos intentos, suerte y al toro, que aqui vas a tener un avido lector

 

@Javi_Coso

¡Bienvenido compañero!

No molesta el comentario, tranquilo. Sólo dejé una reserva para el índice.

Gracias por tus palabras. Lo cierto es que disfruté mucho de la MLB y me alegra de que a ti también te gustara.

El personaje de Patrick Jane me cae muy bien. Seguí la serie durante un tiempo y me entretenía bastante. Pero el personaje de esta historia está basado en él aunque no exclusivamente. Es fruto de varias personalidades. La serie que comentas no la he visto nunca, así que al tal Neil Caphrey no lo conozco. Si se parece es pura coincidencia.

La idea es que sea un proyecto corto, de 3 años como se podrá comprobar en el siguiente post. Me alegra tenerte por aquó leyendo.

¡Saludos!

 

1. EL PROYECTO MELVILLE

White Hart Lane, 22 de junio de 2015

El sol brilla en un cielo completamente despejado. Lo tomo como un buen augurio mientras atravieso las puertas de entrada a White Hart Lane. Allí me espera el mejor negocio que he hecho en mi vida. Pero aún está por cerrar y no he podido pegar ojo en toda la noche. Conseguir la Licencia Continental Pro fue relativamente fácil. Tengo amigos que por quinientos euros parten piernas sin hacer preguntas y otros que “consiguen” cosas al mejor postor. Por suerte, a todos los he ayudado alguna que otra vez y han podido saldar sus deudas conmigo.

Solventado el primer obstáculo el segundo era hacer el proyecto que encandilara a Daniel Levy. Tenía que ser algo claro, conciso y con fuerza. Tras cuatro horas delante del portátil y doscientas páginas escritas, decidí borrarlo todo y comenzar de nuevo. Las monsergas y argucias no me iban a servir aquí. Debía redactar un proyecto atrayente y basado en datos reales. Que se pudiera cumplir o no era lo de menos. ¿No es así el mundo del fútbol? Todos los equipos empiezan las competiciones con un nuevo proyecto ilusionante. Uno de ellos tiene éxito, alguno que otro cumple y la mayoría fracasan. Así que vender humo, siempre y cuando lo compren al precio adecuado, no es mala estrategia. Si después las cosas no salen como uno quiere, ya se buscará alguna excusa y/o culpable.

Dicen que conocer al enemigo es muy importante para vencerle, pues tanto o más conocer a tu superior, que en el caso que nos ocupa aún no lo es. La pasada noche, además de redactar el susodicho proyecto, busqué información sobre el tal Levy. Daniel, además de ser el presidente del Tottenham desde el año 2001, es gerente de un grupo de sociedades inversoras conocido como ENIC Internacional. Tiene fama de ser un negociador duro y quizás sea el motivo por el cual ha llegado tan alto. Al tener delante un rival avezado a las grandes negociaciones, he decidido disminuir las ventajas allí donde pueda. He llegado muy pronto al estadio, para ver cuando hacía acto de presencia el presidente. La hora fijada eran las diez de la mañana y él llegó sólo un cuarto de hora antes. En la conversación en el bar dejó claro que la reunión sería a las diez “en punto”. Una vez dentro, comprobada mi identidad y que estoy en la agenda del mandatario, dejo una tarjeta de visita a la guapa recepcionista y me siento en la sala de espera. Media hora después Daniel aún no me ha recibido. Una burda argucia. Hacer esperar suele poner nerviosa a la gente y que sea más proclive a cometer errores. La estratagema puede deberse a dos motivos: que quiere echarse atrás o que quiere verme bajo presión.

Poca presión llevo, después del proyecto que traigo entre manos. Lo diseñé con cinco puntos capitales, a saber: ganar y el resto no los recuerdo. Y de hecho no son importantes. La propia palabra ganar lleva implícitas imágenes mentales que prevalecen sobre el resto de palabras. A las personas que lidian a diario con el poder, esta palabra suele provocarles un efecto mayor que al resto. Sólo tenía que amoldar el proyecto en derredor de la victoria y así lo hice.

Con más de cuarenta y cinco minutos de retraso, el propio Daniel Levy sale de su despacho a recibirme. Viste de forma impoluta. El porte de su traje casi da respeto y sólo espero que no se dé cuenta que el mío es el mismo. Entro al despacho, que preside una mesa de madera noble junto a un enorme ventanal. A la derecha, otra mesa, ésta ovalada y de gran tamaño, hace las veces de lugar de reuniones. Allí se encuentra sentado un tipo canoso de rostro conocido: el asistente tonto del presidente. Al mirarnos, ambos sabemos que no vamos a ser amigos, de hecho ya lo sabemos desde hace dos noches, pero aun así le doy la mano por cortesía.

─Siéntate, Arthur. ¿Quieres tomar alguna cosa? ¿Agua, café, o quizás un Lagavulin?

─No bebo alcohol cuando negocio. Sólo antes o después. Café, por favor ─Levy se ríe, pide por teléfono café para tres y luego se sienta con nosotros.

─Dime, Arthur, ¿has traído el proyecto?

Levanto el portafolios que llevo en la mano y lo muevo en el aire. Una hoja, a doble espacio y con la fuente grande. No se me ocurría mucho más pero tampoco es necesario para explicar lo que quiero. Dejo el proyecto sobre la mesa, en medio de mis contertulios que se sientan frente a mí. El tontolaba se ríe con ganas y yo le miro desafiante. Parece que no le gusta la extensión de mi proyecto. Menos le va a gustar lo que prosigue.

─No seas grosero, Stuart ─así se llama el canoso gilipollas.

─Mira, Daniel, si quieres que te exponga el proyecto, dile a este imbécil que salga del despacho.

─Señor Levy, creo que ya hemos aguantado suficiente esta comedia. Este payaso quiere tomarnos el pelo.

El presidente me observa, escruta mi rostro en busca de la más mínima sombra de duda. No la hay, hablo muy en serio. Mira entonces al tontolaba y vuelve a mirarme a mí. Deja ir un leve suspiro antes de tomar la decisión.

─Stuart, déjanos a solas.

El tipo enrojece de ira, los ojos se le humedecen por las lágrimas que contiene y no da crédito a las palabras del presidente. Pero éstas, aunque dichas con tono suave, no dejan lugar a dudas. El estúpido me mira con rabia contenida, se levanta despacio acomodando la americana y sale del despacho con toda la dignidad posible, que ya no es mucha.

─Bien, ahora empieza, Arthur, y espero que realmente valga la pena.

Abro el portafolios, saco el papel que planto delante de él y le explico punto por punto.

 

TEMPORADA 2015/16

• Objetivo principal: Ganar la Premier League.
• Objetivo secundario: Diseñar un sistema de juego ofensivo y vistoso e implantarlo en todas las categorías del club.
• Otros objetivos: Consolidar al club como la 4ª potencia económica del país y preparar la cantera para los planes de futuro.

TEMPORADA 2016/17

• Objetivo principal: Ganar la Premier League y la Champions League.
• Objetivo secundario: Ser el club más rico del país.
• Otros objetivos: Desarrollar y mejorar la cantera para que tenga incidencia en el primer equipo a corto plazo.

TEMPORADA 2017/18

• Objetivo principal: Ganar todos los títulos en juego.
• Objetivo secundario: Ser el club más rico del mundo.
• Otros objetivos: Ascender algún jugador de la cantera, que los que hay en el primer equipo tengan protagonismo y que el juvenil gane la liga y la copa.

 

El presidente me mira fijamente y esboza un leve sonrisa, que descifro como que piensa que estoy a medio camino entre la locura y... No, creo que piensa que estoy completamente loco. Pero hay algo en sus ojos que me dice que quiere creerme, o que quiere creer en mi proyecto. No todo está perdido.

─¿De verdad crees que puedes cumplir esto, Arthur?

─Punto por punto, Daniel.

─Es un proyecto atractivo, no diré que no. ¿A quién no le gusta ganarlo todo? Pero, sinceramente, lo veo muy difícil de lograr.

─Si el presidente no cree que su club puede ganar, ¿qué pensarán sus aficionados?

─Arriesgaría mucho contratándote, y no sólo yo, Arthur. Afición y prensa crearían una gran presión a tu alrededor.

─No me importa la presión, puedo con ella. Y por el riesgo no te preocupes. Si no cumplo un solo punto de los que ves en esta hoja, me iré. Sin cobrar finiquito y sin hacer ruido. Sólo tendrás que contratar alguien de relumbrón en mi puesto para volver a mantener tu reputación intacta.

─O crees mucho en ti mismo o eres un loco.

─Quizá ambas cosas, Daniel, pero acaso no creer en ti mismo no te ha llevado a dónde estás. En el fondo no somos tan diferentes. Y seguro que no hubieras llegado aquí sin arriesgar algo en algún momento de tu vida.

Diez minutos después salgo del despacho, topándome con Stuart que debía espiar con la oreja pegada a la puerta. Compongo la sonrisa más falsa que puedo y la redoblo antes de hablarle en susurros.

─Nos vamos a ver a menudo por aquí. Así que más vale que no me toques los cojones demasiado o no durarás mucho. Ya has visto lo que ha pasado ahí dentro, no creas que me costaría mucho hacer que te despidiera.

Me voy antes de que pueda contestar pero su semblante atónito no me deja lugar a dudas de que lo ha entendido todo. Salgo del recinto de White Hart Lane siendo el nuevo entrenador del Tottenham Hotspur, después de haber firmado un contrato por una temporada. Sí, el proyecto es de tres años, pero tampoco era el momento de quejarse y los más de dos millones de libras que voy a cobrar me han descentrado. Ahora sólo debo centrarme en hacer que la palabrería que he escupido se cumpla. Porque... esto del fútbol tampoco es tan complicado, ¿no?

Editado Mayo 7, 20169 años por zeusitos

Londres, 25 de junio de 2015

Sorpresón mayúsculo en la Premier League, a menos de un mes y medio para el inicio del campeonato. Llámenlo arriesgado, inconsciente o loco, pero Daniel Levy ha dejado a toda Inglaterra con la boca abierta. A la salida de Mauricio Pochettino, entrenador del Tottenham hasta ayer, se ha unido la llegada de un nuevo mánager. Hasta ahí todo sería normal, si no fuera porque se trata de un auténtico desconocido. Pero vayamos por partes...

El técnico argentino, Mauricio Pochettino, fue destituido ayer y dejó de forma inmediata el banquillo de White Hart Lane. El mandatario de los Spurs alegó que la 5ª plaza conseguida la pasada campaña no era suficiente, para un club que tiene hambre de títulos desde hace años. El premio de la Europa League no fue suficiente y el ya ex-entrenador ha encajado el despido con dignidad. "En clubes tan grandes como el Tottenham siempre hay que aspirar a todo. Quizás si nos hubiéramos clasificado para la Champions las cosas hubieran sido diferentes. Pero no es momento de lamentarse. Me llevo a los Spurs en el corazón", dijo Pochettino en la breve rueda de prensa. Entre los aficionados hay reacciones de todos los tipos, desde los que se lamentan por la marcha del argentino hasta los que creen que era necesaria para dar un salto de calidad. Lo que ninguno de estos seguidores imaginaba era quién sería el sucesor.

Y yo me pregunto: ¿Quién es Arthur Melville? Por si hay algún lector despistado, ése es el nombre del nuevo mánager general del Tottenham Hotspur. Sí, lo sé, un total desconocido al frente del cuarto club más rico de Inglaterra. Puede parecer una broma pero ya les avanzo que aún no ha llegado el Fools day. Ya veremos dónde está este entrenador cuando llegue tal día. El fichaje de los Spurs cumplirá los 39 años a finales de agosto y éste será su primer trabajo como técnico. A estos datos poco más podemos añadir, ya que todo lo que envuelve al mánager tiene un halo de misterio, como su fichaje y la alienación que ha debido padecer Daniel Levy para hacerlo efectivo. A parte de su edad, y de que nació en Inverness, Escocia, no sabemos nada más de él, ni de su experiencia en los banquillos que es nula. Parece ser que ni siquiera ha entrenado a chavales. No hace falta ser un visionario para ver de qué manera acabará el enésimo proyecto Levy.

Eso sí, lo que no va a faltar es salsa en las ruedas de prensa. En los poco más de diez minutos que duró la de su presentación, Arthur Melville hizo gala de arrogancia, soberbia, petulancia, chulería y todos los sinónimos que se les puedan ocurrir. Dejó perlas tales como "que nadie piense que no vamos a ganar la Premier" y "vengo a ganar títulos con el Tottenham" o de la talla de "la Champions no tardará mucho en llegar". Cuando un compañero le preguntó por su falta de experiencia, contestó con altanería y cierto desprecio: "Los nombres no ganan partidos, lo hacen los sistemas y los jugadores, sin importar cómo se llamen unos y otros". La rueda de prensa culminó cuando otro periodista, al ver el engreimiento del novato, dijo en voz alta: "Parece que tenemos otro Mourinho". Al oír el comentario, el mánager se levantó de la silla y a modo de despedida dijo: "¿Quién es Mourinho?". Para no saber quién es, parece beber de su mismo circo mediático.

Para terminar les diré que yo vuelvo a preguntarme: ¿Quién es Arthur Melville?

Cliff Barker

 

2. AUDERE EST FACERE

The Langham, Regent street, 25 de junio de 2015

Qué fácil es acostumbrarse a la buena vida. Mientras busco alojamiento fijo en Londres, el presidente me ha obsequiado con una habitación en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. ¿Y quién era yo para contradecir su voluntad? Apuro el café y pido otro al camarero, aún con los platos del extenso desayuno en mi mesa. Cierro el diario con las palabras del tal Cliff Barker todavía resonando en mi cabeza. "¿Quién es Arthur Melville? No tardarás en saberlo".

Vuelvo a la habitación del hotel antes de partir hacia el campo de entrenamiento. Hoy es mi primer día de trabajo. Presentación al cuerpo técnico, reunión con la directiva y conocer a los jugadores. Día largo y duro. Y no estaría de más aprender algo del club antes de ir hacia allí. Por suerte, hoy en día, en internet se puede encontrar todo.

El club se fundó en septiembre de 1882, bajo el nombre de Hotspur Football Club, por un grupo de estudiantes de un colegio anglicano, y hasta 1884 no adoptaría su nombre actual: Tottenham Hostpur. Tras unos primeros años en que el club no es admitido en la Southend League, el Tottenham se convierte en profesional en el 1895 y es aceptado en la liga del sur. Ésos fueron años de crecimiento, que llevarían al equipo a su estadio actual, White Hart Lane, en 1899 y en el año siguiente a conquistar la Southend League y la FA Cup, siendo el primer equipo en ganar dicha competición sin participar en la League Football (sistema de ligas profesionales del país). Estos éxitos le llevaron a ser aceptado en la segunda categoría del país en el año 1908, después de que el Stoke City se retirara por problemas financieros. Y la cosa funcionó, ya que en el primer intento el Tottenham logró el ascenso a la primera división en 1909.

En la máxima categoría el club estuvo durante 6 campañas, hasta que descendió y tuvo que esperar a recuperar la categoría tras el parón de la Primera Guerra Mundial. Al año siguiente del ascenso, en 1921, logró su segunda FA Cup, al imponerse 1-0 a los Wolves. Tras otras 7 temporadas seguidas en primera división, el club volvió a perder la categoría y pasaron una época de ascensos y descensos, con un estancamiento deportivo que llegó hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Tras recuperar la máxima categoría en 1950, conquistaron la primera liga de la historia del club al año siguiente (1951), aunque pasaron algunos años más en el ostracismo, llegando a los 60 que fue una de sus épocas más exitosas. Los Spurs volvieron a ganar la liga en 1961 (lo que sería su última vez), la FA Cup de 1961 y 1962, la Community Shield de los mismos años, y en 1963 se adjudicaron el primer título europeo: la extinta Recopa de Europa. Los Spurs dejaron en la cuneta a Glasgow Rangers, Slovan Bratislava y OFK Belgrado, antes de endosarle un claro 5-1 en la final al Atlético de Madrid. De esta manera se convirtieron en el primer equipo británico en conquistar un título europeo.

Los Spurs cerraron los 60 con la consecución de otra FA Cup (1967) y se preparaban para los 70, otra etapa dorada del club. En 1971 levantaron su primera Copa de la Liga (Capital One Cup) y con ella regresaban a Europa para participar en la recién creada Copa de la Uefa, que sustituía a la antigua Copa de Ferias. El Tottenham sería el primer club en inscribir su nombre en la competición, eliminando a Nantes, Rapid de Bucarest, UT Arad y Milán. En la final, a doble partido, los Spurs se imponían a los Wolves, ganando 1-2 en Molineaux y empatando 1-1 en White Hart Lane. En 1972 repetiría la Capital One Cup y en 1974 volvería a llegar a una final de la Uefa, pero esta vez la perdería frente al Feyenoord por un global de 4-2. En el año 1977 el equipo perdería la categoría por última vez, recuperándola al año siguiente.

Los 80 y los 90 fueron años de transición, aunque el club contó con grandes jugadores como Glenn Hoddle, Osvaldo Ardiles, Steve Perryman, Paul Jennings o Steve Archibald. Durante esos años, el Tottenham conquistó la FA Cup en 1981, en el año de su centenario (1982) y en 1991, y su segunda Copa de la Uefa en 1984, tras imponerse en la final al Anderlecht en los penaltis. Pasarían muchos años sin alegrías, hasta la Capital One Cup de 1999.

Con el cambio de siglo llegó al club Daniel Levy y con él han pasado muchos buenos jugadores por el club (Modric, Bale, Robbie Keane, Berbatov, Ledley King, etc...) pero el club nunca ha podido rendir al nivel esperado por todos. El único título de esta era fue en el año 2008, cuando ganó la Capital One Cup al vencer 2-1 al Chelsea. En 2010, el Tottenham regresaba a la máxima competición europea (su primera con el formato de Champions League) casi 50 años después.

Resumiendo, el Tottenham posee el siguiente palmarés:

• Ligas: 2 (1951 y 1961) (Ninguna como Premier League).
• FA Cup: 8 (1901, 1921, 1961, 1962, 1967, 1981, 1982 y 1991).
• Capital One Cup: 4 (1971, 1973, 1999 y 2008).
• Community Shield: 4 (1921, 1951, 1961 y 1962).
• Recopa de Europa: 1 (1963).
• Copa de la Uefa: 2 (1972 y 1984).

Esto nos deja claro que es un club con mucha hambre de títulos, pues no consigue una liga desde hace 54 años, una FA Cup desde hace 24 años, un título europeo desde hace 31 años y su último éxito data de hace 7 años, en una competición menor.

En el estadio, un White Hart Lane con capacidad para más de 36.000 personas, se puede leer el lema del club: to dare is to do, que es una traducción del latín de la locución "audere est facere". Atreverse es logralo. Justo es lo que vamos a necesitar, atrevimiento, para que yo, que me he marcado un farol megalómano, lleve a este club a volver a saborear las mieles del éxito. Metidos ya en el latín, dejaré la frase que me ha acompañado toda mi vida: "alea iacta est".

Bueno, pues te deseo mucha suerte en esta andadura con el Tottenham. Te pones unos retos complicados, pero va a ser muy interesante ver si eres capaz de cumplirlo. Preveo un verano movidito en busca de jugones, pero bueno, veremos qué sucede.

Saludos.

Cuando termine con las historias pasaré a ver cómo andan las MLB y seguro que me encuentro con muchas sorpresas en tu aventura balcánica  Pero, mientras tanto, me alegra mucho volver a verte en esta sección aunque me da pena por ese proyecto que tenías con el Brujas. Pero no pasa nada, nuevos tiempos requieren savia nueva y aquí estamos.

El Tottenham, en buena te has metido. La verdad es que comparto esa sensación contigo acerca de su potencial: tienen unas capacidades tremendas para convertirse en uno de los más grandes clubes de Europa. Dinero, ciudad, buenos jugadores, afición, cierta historia... Sólo les falta esa pizca de suerte, ese acertar en varios fichajes a la vez, coger a un buen técnico y convertirse en máquinas de ganar.

Muy bueno este protagonista. Yo también me divertí mucho con El Mentalista y me encantará ver algún truquillo psicológico reflejado a lo largo de la historia. El diálogo con la rubia es brutal, sobre todo la parte de "cuando creas que es el momento de hablar..."  

A ver, la historia de la contratación es un poco loca, pero tal y como está el mundo del fútbol no me extrañaría para nada. Y es que a veces parece que los entrenadores son poco más que imagen, que no importa tanto su libreto o sus verdaderas capacidades... Así que, ¿por qué no tener a un manager embaucador? 

¿Escribe nuestro amigo Arthur 200 páginas en 4 horas? Eso sí que es un buen ritmo, jaja  No me extraña que haya tirado todo el papel porque debía ser pura palabrería  Pero bueno, valoremos ese documento final, sin duda más que ambicioso. ¿Ganar la Premier en el primer año? Es posible, aunque va a necesitar nuestro amigo un golpe de suerte aquí: quizás una temporada como la que se dio en la realidad, con los "grandes" en bajos momentos, nos permitiría auparnos cómodamente a los puestos más altos. Después, la Champions en nuestra primera participación... Buff, el problema aquí es que al ser una competición tipo "copero" puedes tener un mal día y ya te quedas fuera. Y tener un mal día frente a clubes de gran calado es relativamente fácil. Así que aquí se que se ha jugado un buen farol nuestro compañero, aún mayor que lo de la Premier  

Y vaya, en este contexto tan brutalmente pragmático en pos del éxito me llama muchísimo lo de la apuesta por los canteranos en "otros objetivos". Conociendo a nuestro prota, a qué se debe esto, ¿a un intento de ganarse a los ultras de los Spurs?  Ya sabemos que la hinchada tiende a inflar pecho en cuanto ve a un canterano. Si no es por esto, sería un tanto inexplicable  

En fin, saltándome el post de presentación "oficial" del entrenador y la historia del club, paso a comentar mis impresiones sobre el proyecto... Cuando se dirige a un grande la forma de jugar en este juego debe ser muy distinta. Las presiones son máximas pero también hay muchas facilidad que explotar. Por ejemplo, yo buscaría basar este proyecto tan ambicioso en los 4 o 5 mejores jugadores que tengas ya en plantilla. Sobre ellos buscaría generar todo para maximizar su rendimiento: una idea táctica que les haga funcionar, compañeros que se acoplen a ellos, etc.

En fin, estoy deseoso de las novedades deportivas que nuestro querido amigo Arthur instaurará en este nuevo club. 

Felicidades por la idea de la historia. Seguro que te vas a divertir con este reto tan exigente y caracterizando a un protagonista tan... ¿Carismático?  

¡Saludos!

P.D.: Audere est facere, perfectamente podría ser el título de la historia también, un lema con mucho simbolismo para lo que este personaje pretende hacer. 

Editado Mayo 19, 20169 años por karma23

 

@jayckjames

¡Bienvenido compañero!

Gracias, vamos a necesitar suerte para el reto.   Se intentará cumplir con los puntos, aunque la bravuconada de Arthur es complicada de realizar. No te pienses que vamos a perder la cabeza fichando. La plantilla base, que se analizará en breve, es bastante buena y con un par de retoques quizás haya suficiente. Ya veremos...

¡Saludos y gracias por pasar!

 

@karma23

¡Bienvenido compañero!

Pues si te pasas por la MLB tendrás alguna sorpresa.

El proyecto del Brujas se fue al traste por falta de motivación y adaptación al FM16. La MLB me enganchó mucho más y fui dejando de lado la otra. Además, las tácticas con el FM16 aún no las domino demasiado. No consigo que los jugadores hagan lo que quiero. En el último partido al frente del Brujas, que no llegué a postear, el de la vuelta de la competición europea, perdí 6-5 logrando el pase de ronda. ¡Pero 6-5! Ponía a mis jugadores a jugar al ataque y me marcaban gol, los ponía a defender y marcábamos. Un choteo total. En fin, a ver si consigo con el Tottenham habituarme al motor del juego.

El Tottenham es un buen reto. Siempre me ha gustado el equipo y tiene buen potencial, a pesar de que no le acompañe la suerte. El buen técnico lo acaban de fichar.

El personaje está inspirado en el de la serie pero es algo diferente de carácter. Con su perspicacia pero sin pelos en la lengua. El diálogo con la rubia no está sacado de una peli porno, lo prometo.   La historia de la contratación es rocambolesca, algo que quiero que sea habitual en la historia. La excentricidad del personaje lo hace vital.

Cuando se pone a escribir no para... Vale, sí, me pasé.   El proyecto final más que ambicioso es una locura, una orgía de ganar títulos. Algo que ya veremos si se consigue y en caso de que no, qué hacer para continuar una historia que quiero que esté ligada al club y al entrenador. Veremos sobre la marcha. El tema de la cantera es una petición expresa de la directiva y decidí adaptarlo al proyecto Melville. El presidente también pide juego ofensivo y de posesión. ¿No tenía suficiente con lo que dijo Arthur?

Tienes mucha razón. Un proyecto a corto plazo y en el que hay que ganarlo todo, se debe hacer de otra manera. Pero lo que quiero es un proyecto global. Además de ganar los títulos, no quiero descuidar la cantera ni la economía, y cuando el entrenador se marche que el club sea una potencia en todos los sentidos. Esos 4 o 5 jugadores clave tengo muy claros quienes son y alrededor de ellos vamos a trazar el juego. La idea táctica será otra orgía, ésta de ataque. No sé si podré plasmar lo que quiero (ya explicaré más adelante la idea) en el juego, pero hará gala del lema del club.

Pues mira, Audere est facere fue mi primera idea para el título, antes de pensar en el personaje que comandaría el club. Pero vamos a decir que el lema va a estar muy presente en la historia, desde las bravuconadas del personaje hasta la idea táctica. Atrevimiento.

¡Saludos y gracias por pasar!