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El día que no volví a casa

 

29 Julio de 1989 - Belgrado (Serbia y Montenegro)

'Nicola, hijo, deja ya al abuelo que tenemos que marchar' - Fueron las últimas palabras que escuché de boca de mi madre en su tierra natal, Serbia, ya que mis padres habían decidido
que volviéramos a nuestra vida en Inglaterra, país natal de mi padre y mío, ya que mi padre había conseguido de nuevo trabajo en Londres.

Allí se quedaba mi abuelo, con los ojos empañados en lágrimas, sabiendo que seguramente sería la última vez que viera a su nieto. Muchos recuerdos me llevaba conmigo, el último de ellos, no menos importante que los anteriores.
Mi abuelo me agarró fuertemente de los hombros para decirme sus últimas palabras antes de fundirse conmigo en un abrazo 'Nicola, recuérdalo, eres y serás siempre un GROBARI'.

 

25 de Mayo de 2017 - Widnes (a 45km de Manchester)

Recibí la llamada de mi madre con la esperada noticia, mi abuelo acababa de fallecer tras una larga lucha de 5 años contra un cáncer y me informaba que tenía los billetes para viajar ese mismo día a Belgrado y asistir a su entierro. No había vuelto a ese país desde aquel día en que me despedí de mi abuelo. Habíamos hablado por teléfono en numerosas ocasiones y siempre tenía alguna historia nueva para contarme aunque, sinceramente, a mi tanto me daba volver a escuchar aquellas viejas historias que tantas veces me contaba de pequeño.

Aterrizamos a las 17 horas en Nikola Tesla (aeropuerto de Belgrado) y allí ya nos esperaba el hermano de mi madre al que nunca consideré mi tío por la mala relación que tenía con mi padre por el simple hecho de ser Inglés.

- ¿No vas a darme un abrazo? Veo que te has vuelto un maldito señorito británico... 

No da pie a que pudiera decirme nada más, mi cara de asco y odio le bastó para entender que no era día para sus bromas sin gracia.

No era de sorprender la cantidad de gente que se acercó a Novo Groblje (así es como se llama el cementerio donde mi abuelo iba a ser enterrado) para dar el pésame a mi abuela. Mi abuelo, cuyo carácter afortunadamente no tenía nada que ver con el de su hijo, había generado amistades y buenas relaciones en todos los lugares donde hizo presencia. Tuve que abrirme paso hasta llegar a los brazos de mi abuela, mi "бака", aquella entrañable mujer que siempre estaba ocupada cocinando para la familia. 

Aquel calor, aquel olor ... fue como transportarme 20 años atrás a aquellas tardes donde pasábamos horas comiendo panqueques y soñando por un futuro mejor. No pude evitar llorar al verla, allí, castigada por los años y por una vida
que sin duda hubiera sido mucho mejor fuera de aquel maldito país.

La ceremonia fue una preciosidad. Todo el mundo colaboró, todo el mundo cantó aquellas canciones que a mi abuelo tanto le llenaban la cara de felicidad; fue una auténtica fiesta tal y como a mi abuelo le hubiera gustado.

Decidí que no me apetecía participar en la posterior cena familiar y que sería buena idea adelantar el vuelo para esa misma noche. Fui despidiéndome de uno en uno por compromiso dejando para el final a mi querida abuela.

- бака (Yaya en serbio), debo marchar. Mañana tengo asuntos que atender en Manchester. - pequeña mentira, lo mucho que iba a atender era al repartidor de comida rápida - Dame un abrazo de los tuyos antes de irme.
- Nicola. Aún no puedes marchar. Te quedan cosas por hacer aún aquí.
- ¿Cosas? ... ¿Qué cosas? No pienso compartir mesa con tú hijo, sabes que acabará mal la cosa.
- Cállate y escucha. Toma este papel. Hay una dirección escrita. Tú abuelo me dijo que cumplieras su última voluntad.
- ¿Su última voluntad? ¿Qué se supone que tengo que hacer con esta dirección?
- Ves allí en una hora, es un restaurante de comida italiana. Dentro, te estará esperando un hombre. Escúchale, él te contará los sueños que tu abuelo tenía y los planes que reservaba para ti.
- ¿Sueños? ¿Planes? Pero...
- Hazlo, por tu abuelo... 

Tuve que callar y darle un abrazo a mi abuela de despedida (no tan cálido como el que esperaba darle) y mirando el papel que me había dado, comencé a caminar fuera del recinto donde me encontraba.

Llegué al lugar 20 minutos antes , se trataba de un restaurante Italiano como mi abuela me había dicho, correctamente decorado y ambientado en aquellas películas de el Padrino que tanta mella hicieron en restaurantes
del estilo inaugurados en años posteriores al largometraje.

- Señor Warford, el señor Vucelic le está esperando.

Acompañado por un men in black de 4 m de alto y 4 m de ancho, fui a parar frente a una gran mesa redonda ubicada en lo más profundo de aquel acogedor (hasta ahora) restaurante.

- Nicola!! Hijo!! A mis brazos! - ¿quién era ese hombre y por qué tanto entusiasmo al verme?
- Perdone, pero... ¿nos conocemos?
- Tú a mí no hijo, pero yo a ti...como si fueras mi nieto carnal!! Tú abuelo no paró de hablar de ti todos los días desde que nos conocimos. ¿Qué te apetece comer? ANTONELLA! por favor, el mejor reserva y unos tagliatelle al pesto para mí invitado.

No pasaron ni 15 minutos y ya tenía la mesa llena de platos italianos, tenían buena pinta pero mi apetito había desaparecido ante tal situación.

- Y bien hijo, creo que no me conoces, ¿verdad?
- Pues... no tengo el placer - o la desgracia - la verdad.
- Lo último que me contó tu abuelo es que hacías tú vida en un pueblucho de Manchester y que no tenías muy claro que hacer con tu vida.
- Señor, con el debido respeto, Widnes no es ningún pueblucho y, con más respeto aún, la claridad de mi futuro y como quiera enfocarlo... no es de su incumbencia.
- JA JA JA JA! Tienes el mismo genio que tu abuela muchacho - esto no iba a acabar bien - disculpa mis modales, ya sabes como somos por aquí. Permíteme arreglar este comienzo. Tú abuelo me contó que querías ligar tu futuro al futbol y que estabas realizando el curso de entrenador. ¿Llegaste a presentarte al examen?
- Sí, Licencia Continental Pro. Pero no estoy muy seguro de que sea eso lo que quiero. Mi abuelo siempre quiso que mi vida fuera el fútbol pero tengo 34 años y, no nos engañemos, creo que tendría más futuro como barrendero.
- No te subestimes muchacho. Verás, tu abuelo y yo hicimos muy buenas migas. Nos conocimos hace 32 años y llegamos a hacer muchos negocios juntos
- si tan buena relación tenían, por qué mi abuelo jamás me habló de este señor -  lástima que tú abuela nunca le hizo mucha gracia que fuéramos amigos...
- Verá señor, todo esto es muy acogedor y agradezco mucho la atención que ha tenido conmigo pero... me gustaría volver a mi "pueblucho" esta misma noche si fuera posible.
- No corras... disfruta de la cena y déjame acabar. Como te iba contando... en todos esos años tuve el placer de conocer muchas cosas de tú abuelo, una de ellas, la debilidad que tenía por su pequeño Nicola. Fuiste su razón de ser durante muchos años y tu marcha a Inglaterra fue como un jarro de agua helada para él. Hace un par de semanas vino a verme, a contarme su enfermedad y que posiblemente sus días se estaban agotando. Grobari, ¿qué te dice esa palabra?
- ¿Perdón? ... ¿Cómo sabe usted eso? -
fueron las últimas palabras de mi abuelo en serbia - ¿quién le ...
- JA JA JA, tú abuelo muchacho, ya te lo he dicho, fuimos confidentes durante mucho tiempo pero esa no es la razón por la que tú abuela ha aceptado a que me veas. ¿Sabes que es un GROBARI verdad?
- Sí, claro, como no iba a saberlo.
- Bien... tú abuelo tenía un sueño y era ver a su nieto vestido con la camiseta de su equipo del alma -
espera... ya sé quién es este hombre!! - pero ya llegamos tarde para eso, ¿no crees?
- ¿Vucelic? ¿Milorad Vucelic? ¿Es usted?
- Vaya!! Al final va a resultar que si me conoces! Bien, como el sueño de tu abuelo no puedo hacerlo realidad; que te parece si te ofrezco otra cosa. ¿Quieres entrenar a un equipo de Primera División?
- ¿Cómo? ... ¿Aquí? ¿En Belgrado?
- Sí. Sé que no es lo mismo, que no sería entrenar al United pero... es un comienzo. Sé que este país no te gusta, que amas las islas, pero sinceramente, ¿quién te va a brindar esta oportunidad allí? No pretendo que estés aquí toda la vida. Entiendo que querrás volver a casa pero... ¿qué tienes que perder? 
- Señor Vucel...
- Milo, llámame Milo.
- Señor Vucel... Milo. Mi experiencia es 0, mis conocimientos se limitan a lo que aprendido en estos 2 años de estudiar para la licencia.
- Tómatelo como un reto. Si sale mal, vuelve a casa, a tu pueblucho jajajaja. Pero si sale bien, tendrás las puertas abiertas a Europa, créeme, no dejes pasar el sueño de tú abuelo y hazlo tu sueño propio.
- Pero...
- Piénsalo, dame una respuesta mañana. Ahora, disfruta de la cena y si necesitas compañía para después... házselo saber a Drogan - vaya, el men in black tenía nombre - yo tengo que irme.
- A. Adiós...


No podía creer nada de lo que había pasado. Me había levantado en Widnes y me iba a acostar con una oferta de trabajo en la otra punta de Europa.

¿Qué debo hacer? Cierto que el fútbol siempre ha sido parte de mi vida y que, no voy a ser falso, la licencia me la he sacado por si sonaba la flauta pero, ¿ya? ¿Así? ¿Debo vivir el sueño de otro?

 

Milo, siendo tan afable y condicionando al protagonista de esta manera, tiene pinta de mandarte a dormir con los peces sin pestañear?

Liga Serbia?! Emociona sólo leerlo. 

En Belgrado hay casi más equipos que en Londres :P

Cuál nos espera?

Buenas vecino, me gusta ver una aventura por los balcanes, se nota la influencia que ha tenido la buena actuación de Croacia en el mundial :D

Te deseo suerte con tu aventura, además así podre ojear y evaluar jugadores sin gastar un euro :silb:

Lo dicho, suerte y saludos

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