Edicto de Purificación: Juicio a Dani Ceballos y sentencia sobre Brahim Díaz Hermanos en la fe, guardianes del sagrado escudo del Real Madrid, en este mes de septiembre del año de Nuestro Señor 2023, nuestra cruzada por la pureza espiritual de la plantilla enfrenta nuevas pruebas que requieren la mano firme de la justicia divina. Bajo mi custodia, el Real Madrid permanece como un baluarte de la verdadera fe, fortalecido por los victoriosos combates de agosto –triunfos gloriosos de 3-0 ante el Leganés, 6-0 contra el Betis y 4-0 sobre el Alavés– y por la llegada de los fieles Antonio Silva, Rodrigo Mora, Ronny Bardghji, Martin Baturina, Kaiky Fernandes Melo y Cristhian Mosquera. Sin embargo, las sombras de la herejía persisten, y hoy anuncio dos juicios que sacuden los cimientos de nuestro templo futbolístico. El Caso de Dani Ceballos: Apartado por Amistades Impuras Dani Ceballos, centrocampista de talento sevillano, ha sido hallado culpable de un pecado grave: mantener amistades con infieles que profesan la religión del Corán, una afrenta a la sagrada hermandad que forjamos en el Bernabéu. Durante una inspección de su conducta, guiada por las visiones del relicario de plata que guarda los secretos de nuestra cruzada, se descubrieron pruebas de sus vínculos con herejes fuera del campo. Sus risas compartidas, sus mensajes profanos, resonaron como traiciones en las catacumbas del estadio. En un entrenamiento reciente, mientras los fieles como Luka Modrić y Vinícius Júnior elevaban plegarias con cada pase, Ceballos titubeaba, sus ojos esquivando la cruz que preside nuestro campo. Por ello, proclamo su apartamiento inmediato de la plantilla. No pisará más el césped sagrado hasta que se someta a un acto de contrición pública, jure lealtad absoluta a la fe cristiana y rompa todo lazo con los infieles. Su destino pende de un hilo: la redención o el destierro definitivo. Que este edicto sirva de advertencia a todos: en el Real Madrid, la pureza no admite fisuras. La Sentencia de Brahim Díaz: Condenado a la Venta Brahim Díaz, cuya alma ya estaba bajo escrutinio por sus rezos ocultos, ha sellado su suerte al elegir representar a la selección de Marruecos, tierra de infieles, sobre la España cristiana que lo acogió. Este acto de deslealtad, descubierto tras su cesión al Bayer Leverkusen, confirma su corazón dividido. El relicario, que brilla con runas bajo el Bernabéu, ha dictado su veredicto: Brahim será vendido el próximo verano, en el mercado de 2024, como un hereje expulsado del templo. Su talento, aunque brillante, no puede redimir su traición a la fe que juró defender. Que su salida sea una ofrenda al Altísimo, y que su precio en el mercado purgue los pecados de su elección. Un Llamado a la Vigilancia Estas decisiones, iluminadas por la verdad del relicario y la guía del presidente Florentino Pérez –cuya mirada parece contener el fulgor de los cielos–, son un paso más en nuestra cruzada. La plantilla, purificada con las salidas de Alaba, Rüdiger, Mendy, Vázquez, Asensio, Güler, Vallejo y Ramón, y fortalecida por los nuevos apóstoles, debe permanecer vigilante. Las sombras susurran en el hipogeo, y el Enviado, nuestro presidente, observa cada paso. Que Ceballos busque la redención, que Brahim enfrente su juicio, y que el Real Madrid continúe su marcha hacia la gloria eterna. Por la fe, por el Real Madrid, por la voluntad de Dios. Tomás de Torquemada, Inquisidor y Entrenador
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