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Prólogo del autor:

¡Otra más¡, pensarán ustedes. Son muchos los intentos de historias desarrollados ya por mi persona, y ninguna llegó a buen puerto, tal vez faltó planificación, motivación o… que cojones importa eso, ahora comienzo esta con todo bien atado, una trama sólida, un diseño íntegramente realizado por mi gran amigo JF, motivación máxima y un equipo amado, que sí, eterno rival de mi club, pero amado. Sin más les dejo con algunos preceptos que cumpliré en esta nueva etapa:

Es una historia de un mánager.
A diferencia de mis otras historias en las que me dedicaba a contar todo lo que acontecía en el club, esta será la historia de un mánager. En forma de escritos en primera persona analizará el entorno, su vida y todo aquello que rodea al equipo. A través de sus palabras lo iremos conociendo, su carácter, su toma de decisiones…

Dos en uno.
La historia estará sustentada en 2 personajes. Uno como primer entrenador, el otro como segundo. Esto no significa la no aparición de personajes recurrentes en algunos momentos.

Carácter.
Templanza, elegancia y educación ante la prensa. Prepotente y provocador para sus compañeros de profesión. Seriedad, carácter para sus jugadores. Algunos detalles con el gran Dr House, otros con José Mourinho... una mezcla de carácteristicas que harán de Hugh Lambels un personaje entrañable.

Constancia.
Sin ninguna duda mi asignatura pendiente. Todas y cada una de las historias comienzan con una gran motivación, pero al final esta acaba por desaparecer. Esta vez el reto me motiva, la trama me motiva, ya sólo falta jugar.

Crear un proyecto.
El club elegido para la historia es un club con gran presente, buen pasado, pero sin filosofía alguna, sin duda será uno de los objetivos más claro desde el ámbito futbolístico, crear una filosofía, que las categorías inferiores desarrollen desde el principio hasta el primer equipo.

Realismo al poder.
Nada de sueldos estratosféricos, ni mega fichajes, todo fichaje realizado habrá sido antes propuesto por los ojeadores y será un estudio exhaustivo de su incorporación.

Economía.
Hasta ahora no le había prestado ninguna atención en mi anteriores historias, en esta será distinto. Intentaremos sanear las arcas del club.

Sin enrollarme más nos vemos. Un saludo,

Chema

Agradecimientos a Viggo por su ayuda con la elección del equipo, a Narvachus por su valoración de los gráficos. Y a mi gran amigo JF por la elaboración de todos los gráficos de la historia.

Editado por 'x.cheemaa.!

  • Autor


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Capítulo 1.


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“Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá.“
Harold Macmillan



___________________________________________________________



Aún, pese a todo el tiempo pasado recuerdo aquel día tanto o más que el de ayer. Podría definir aquella fría noche del mes de Abril como la mejor de toda mi vida, por encima de borracheras, noches de amor… y demás cosas que uno solía hacer cuando llegaba a la mayoría de edad. Pese a todo el tiempo pasado aún pensar en aquel día me produce ese pequeño gusanillo de sentimientos. En aquél entonces yo era un adolescente, de esos de espinillas en la cara, salidos a más no poder, no creo que fuera alguien malo, ni que fuera problemático, simplemente tenía personalidad y un duro carácter que aún tengo el honor de conservar. Como cualquier niño de mi edad en aquella época soñaba con llegar a ser jugador de fútbol profesional, mi padre siempre lo tomó como una auténtica gilipollez, mi madre, simplemente me tomaba por loco pasando de mí.


Aquella tarde mi padre decidió, por fin, llevarme a Upton Park. Hasta antes de visitar Upton Park, no era capaz de entender porque él no había decidido llevarme antes. Llegamos al estadio 1 hora antes del comienzo del partido, nada más sentarme en mi asiento miré a mi alrededor, aún quedaban 60’ para el inicio del partido y el estadio se encontraba repleto, un cúmulo de sensaciones indescriptibles era lo que sentía al escuchar esos gritos, esos tambores, esa forma de vivir un partido, un partido de fútbol. Fue entonces cuando entendí lo importante que podía llegar a ser el fútbol para una persona. Todos esos ultras que se dejan la garganta semana sí, semana también, aquellos futbolistas con sueldos multimillonarios por hacer lo que más les gusta, esos entrenadores que viven con la soga al cuello vayan líderes o colistas… para todos ellos el fútbol no era un hobby, no era algo que simplemente consiste en sentarse en el sofá de casa, no, era una filosofía de vida. Comencé a darme cuenta de que estaría bastante bien vivir a costa de realizar algo que te gusta. Desde aquel colorado asiento pocos partidos me perdí desde entonces. Tan sólo mi estancia en la Universidad me privó de asistir a algunos, pero lo daba todo por enterarme cuanto antes de los resultados de la jornada.


Aquél partido el West Ham lo perdió, pero que cojones importaba eso, disfruté como nunca, sufrí como nunca y me enamoré como nunca de lo único que, tal y como había descubierto esa misma tardenoche, me hacía totalmente feliz. Era acojonante escuchar los gritos de ánimos de los ultras del West Ham con el 0 – 2 en el marcador, sólo de recordarlo aún sentía el vello de punta. Cualquier amante del fútbol daría todo por haber estado presenta allí.


En casa, al igual que en la escuela y en el instituto, siempre fui un rebelde, de esos que siempre pensaban coger un par de zapatillas al hombro y mudarse, fueron muchas las veces que intenté fugarme, pero mi falta de valor, o de un par de cojones como decía mi madre, me impedió llegar a materializar la independencia en numerosas ocasiones. Tal vez mi carácter no fuera el más apropiado, e incluso alguna gente podría verme como un colgado, un drogata, un alcohólico, un cabrón e incluso un hijo de la gran puta, pero siempre pensé que peor hubiese sido ser uno de esos repugnantes falsos hombres de negocios, ser un asqueroso paparazzi de la prensa rosa o peor aún, ser las dos cosas.




Por lo que veo no tienes mucha constancia en el día a día, esperemos que logres eso porque la verdad que la instroducción ha sido bastante buena.

No nos decepciones amigo, que por lo poco que se ha visto no pinta nada mal.

Suerte Chema, espero que esta vez puedas darla por finalizada la historia.

Muy linda la introduccion, por lo visto el pibe es hincha del West Ham xD, veremos otra historia con el West Ham?? Seria lindo.

Saludos xD

Me ha encantado la introducción, la canción es perfecta. Mucha suerte crack

  • Autor

  • Pacense: Desde luego ese ha sido mi gran problema en todas las historias anteriores, la constancia, pero este nuevo reto me motiva al máximo e intentaré no volver a caer en los errores del pasado. Muchas gracias
  • Monogolo: Muchas gracias. Así es, el Sr Lambels es un gran aficionado al West Ham United. No, no veremos otra historia con el West Ham.
  • Vinadas1: Me alegro de que sea tu agrado, espero seguir viéndote por aquí.

  • Autor


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Capítulo 2.


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“Un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida.“
Henrik Johan Ibsen



___________________________________________________________



La relación con mi padre jamás fue buena. Él era un ocupado hombre de negocios, lo tenía todo para triunfar en ese mundo, era un tacaño y un cabrón, no hacía falta nada más. Con mi madre la relación siempre fue distinta, no es que fuera buena, pero tampoco era mala. Ella, mi madre, no trabajaba, y se pasaba el día en casa, aún así la atención que me prestó desde pequeño fue nula. Teníamos dinero, sí, un estatus social alto, pero pese a todo jamás fui uno de esos niños de papá que todo lo que pedía lo tenía, siempre sentí que para mis padres no era más que un estorbo. Conforme fui creciendo comenzaba a darme de cuenta de la situación.


A los 16 años la relación con mi padre quedó totalmente rota, me cansé de él, él se cansó de mí y a partir de ahí todo cambio. Nuestra única conversación día tras día era inexistente. Mi madre cayó en depresión ante la dura situación que afrontábamos en casa, pero a mí sinceramente, me daba igual. A las discusiones con mi padre, se le sumó mi abandono del fútbol, tras muchos años jugando me di cuenta de que no llegaría a ser nada. Fue entonces cuando decidí estudiar periodismo, una decisión no apoyada por mi padre y detonante definitivo de nuestra relación; hasta llegar al punto que a los 17 ya me encontraba independizado en un piso a escasos 100 metros de casa de mis padres. Al cumplir los 18 años decidí abandonar Gran Bretaña, me cansaba la monotonía, y mi vida allí se había convertido en eso, algo aburrido. Decidí coger un avión y marcharme a Madrid, allí acabaría mis estudios de periodismo y me buscaría la vida, total, nadie me echaría de menos.


Fue fácil adaptarse a la vida en Madrid, el idioma lo conocía de sobra, mi padre se había encargado de que recibiera clases de Español para mantenerme ocupado, y era algo que nunca se me dio mal. Por la ciudad me manejaba a la perfección, ya que había pasado toda mi vida en una gran ciudad como es Londres y no me sería difícil adaptarme a Madrid…


…Aquellos 4 años que pasé en España estudiando periodismo fueron los mejores años de mi vida, eran incontables las fiestas que había montado en aquel pequeño piso de alquiler en el que vivía, junto con Rousse, una preciosa pelirroja francesa con la que tuve numerosos rollos, pero todo quedó ahí, en rollos y con Pascal, el joven alemán que estudiaba arquitectura. Ya tenía 22 años, habían pasado 4 años sin saber nada de mis padres, sinceramente no me preocupaba, yo había comenzado una nueva vida y no me arrepentía de nada, ni de lo que había hecho años atrás ni lo del presente en aquel momento. Desde ese momento tocaba volver a empezar, mis caminos se separaron con los de Pascal, Rousse y demás compañeros.


Tras meses de búsqueda de un trabajo en el que poder comenzar mi carrera como periodista conseguí trabajo en Sky Sports, el medio informativo de origen Inglés, en el cual me encargué de la sección de fútbol español y del West Ham United, mi amado West Ham. Tantos años en Madrid, alejado del fútbol, hicieron que el mono futbolero regresara a mi cabeza, fue entonces cuando decidí abonarme al Atlético de Madrid, realmente no era un club por el que sintiera especial aprecio ni nada en especial. Simplemente, por aquel entonces, sus abonos eran los más baratos de los equipos de Madrid.


Desde entonces mi vida cambió, vaya que
si
cambió. En pocos meses me convertí en un hincha fanático del Atlético de Madrid. Allí, en el Vicente Calderón conocí a Rick O’Doyl un galés 2 años mayor que yo cuyo abono se situaba a mi izquierda. Pronto Rick se convirtió en gran amigo mío. El trabajo en Sky Sports marchaba a las mil maravillas, cobraba por hacer lo que me gustaba nada más se podía pedir.





Wow, interesante juventud. ¿A qué equipo entrenarás en esta aventura?

Vamos conociendo más sobre la vida de Hugh Lambels, una infancia un tanto dura por sus relaciones y las decisiones que tuvo que tomar pero con el plus positivo de que hasta lo que sabemos su vida en un futuro fue a mejor con un cambio de rumbo hacia España, y veremos que ocure mas con su compañero de asiento del equipo colchonero.

  • Autor

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  • Vinadas1


    Una interesante juventud la que tuvo el amigo Hugh Lambels, sí. Permiteme que me guarde el AS en la manga. En el post nº4 lo conocerán.


  • Pacense


    Nada fácil ni la infancia ni la juventud. Como bien dices la relación con su padre se fue al traste desde la infancia, los negocios y el trabajo eran más importantes para el Señor Lambels que su propio hijo, y este fue finalmente el detonante de la relación. Habrá que estar atentos a su amigo Rick, ya que en los próximos capítulos comenzará a tomar bastante importancia en la vida de Hugh.


PD: Gráfico inspirado en el de Viggo en su historia, espero poder encontrar la inspiración para realizar otro distinto.

  • Autor


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Capítulo 3.


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“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único. “
Agatha Christie



___________________________________________________________



Como cada domingo más me levanté temprano, y salí a correr un rato, había que mantenerse en forma. A las 19:00 jugaba el Atlético y había que verlo. A la vuelta compré unos churros, un tetabrik de chocolate y me subí para mi piso. Una vez allí, llame a Rick. Recuerdo perfectamente como le ofrecí venir a desayunar a mi casa, desde un principio imaginé su respuesta, un sí. Pero me equivoqué. “Ahora mismo te iba a llamar yo Hugh me dijo”, su tono trágico me hizo esperarme lo peor. Su madre había muerto y el funeral era esta misma tarde a las 18:00, estaba invitado. Realmente no sé que cojones me importaba a mí la muerte de la madre de Rick, realmente me la sudaba, bastantes problemas tenía yo mismo como para lamentarme por los de los demás. Guardo en mi memoria ese día a la perfección, desayuné y me tiré de cabeza a la calle a comprar un traje.


La madre de Rick era una mujer agradable, simpática y campechana. Tuve la oportunidad de conocerla en el cumpleaños de su hijo. Era la dueña de una floristería familiar, de estas situadas en plena Gran Vía, en las cuales las ventas son más bien escasas pero de gran montante económico. Según había escuchado por el barrio, murió de forma totalmente absurda. Como cada mañana se dirigió en coche hasta su floristería, y al salir de este tuvo la suerte de que su bufanda quedara enganchada en los radios de la rueda y morir estrangulada. Posiblemente era de una sobre un millón la posibilidad de que tal absurdo y para mí jocoso hecho ocurriera, pero la gilipollez llevó a la señora O’Doyl a la tumba.


Respecto a mí últimamente rondaba mi cabeza una idea que me llevaba a volver a Londres, me cansaba la monotonía y la vida en España comenzaba a volverse monótona y aburrida. Sólo las calidad de las putas madrileñas me hacía mantenerme en la ciudad un día más.


Recuerdo a la perfección mi imagen con el traje que usé en el entierro, me sentía como un asqueroso hombre de negocios, porque no podía ir en chándal, para que cojones hacía falta ponerse traje, no me había puesto uno en mi vida y sentía que iba disfrazado como
si
de Hallowen se tratara.

Al llegar allí una sensación de mala hostia recorrió mi cuerpo. Todo el cementerio estaba lleno de pobres viejos, de estos que se meten en clubs y hacen viajes, ni una tía en condiciones, nadie de mi edad, vaya mierda de funeral.


-
“Hugh. Me alegro de que hayas venido”
– Dijo Rick aún con lágrimitas en la cara.

-
“Lo siento Rick. Pues yo no me alegro de haber venido”
– Le contesté con un tono frío.


Rick quedó paralizado unos segundos ante mi fría respuesta.


-
“Bueno, aún así gracias por venir. Me han ofrecido un nuevo empleo y necesito a alguien que me acompañe, ya que son 2 las plazas de trabajo”
– Señaló O’Doyl con un tono de seriedad.

-
“¿Y de que se trata? No creo que acepte, estoy pensando volver a ....
“– Justo ahí se me cortó la respiración, noté una sensación extraña, como una patada en los cojones.

-
“Tu hazme caso, te gustará”
– Dijo directo y al grano a la vez que me interrumpía.

-
“Pero que cojones”






Editado por 'x.cheemaa.!

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