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SOTA EL BARRANC DEL CINT
¡Hola compañero! Bejbl se unía a la baja de Quetglás, y con la derrota ante el Bilbao dejaba muy malas sensaciones para afrontar el tramo final. El encuentro ante el Celta, al menos por estadísticas, pareció un tanto soporífero. Solo 4 tiros entre los dos equipos. Llegados a ese punto de temporada, puntuar ya era mucho. El final de campaña se preveía no apto para cardiacos y de preparar pilas para transistores, porque los enfrentamientos ante rivales directos eran un arma de doble filo. De ganar, bien, de perder, ojo porque se podría poner la cosa muy fea. Y la remontada ante el Almería allanó el camino. Llegábamos con muchas dudas, el 2-0 pudo hundirnos del todo, pero tras el descanso el equipo sacó el orgullo y se consiguieron tres puntos clave. El Betis ganaba el derbi y los dos últimos empataban entre ellos. Fuera del descenso pero nada sentenciado, aunque se había puesto la primera piedra, un gran pedrusco a decir verdad. Un gran fichaje el de Bartolomé. A ver si con los fichajes ya cerrados podemos mejorar el próximo curso y no sufrir tanto. La victoria ante el Mallorca fue vital, por los tres puntos y por la manera de jugar, siendo mejores que el rival y sacando una gran ventaja en las estadísticas. A falta de dos partidos estábamos virtualmente salvados. No pudimos ganar en campo del Elche pero les condenamos al descenso y nosotros nos quedamos en primera un año más. No tuvimos que ir a una última jornada agónica, que cerramos con un empate ante un Sporting descendido. Drama para un Betis que parecía salvado dos jornadas atrás. Una pena, le tengo más simpatía a béticos que sevillistas. No pudo cerrar el Barcelona su gran campaña y el Liverpool se llevó la orejona, con el Lyon volviendo a ganar un título tras muchos años de caminar por el desierto. Toca hacer balance del curso y seguro que Baldó tiene muchas decisiones a tomar. Varios cedidos, con diferente protagonismo durante el curso y que seguro que el míster tendrá su opinión de continuidad. Creo que el curso de Marc Guiu no le da para seguir aunque se pudiera asumir su fichaje, ¿verdad? ¡Saludos y suerte!
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UE SANT ANDREU: L’orgull del poble des de 1909
¡Hola compañero! Buen fichaje el de Iker, igual será titular si Arana se confía. El juvenil Guifré es un buen proyecto de jugador, esperemos que se desarrolle bien y nos dé un extra. Un acierto la llegada del marfileño para el centro de la zaga, parece un jugador muy interesante. El otro juvenil, Narcís, lo veo algo más verde pero tiene buena pinta. Parriego no destaca mucho en nada, pero con un paso por la Masía malo no debe ser. Ibon creo que puede aportar más en la medular que en el extremo. Además allí va a comer banquillo con Marcet por delante. Buenos números del delantero Arroyo, aunque por delante tiene a Naranjo, palabras mayores. Pero creo que puede aportar mucho al equipo. Al canterano Navarro hay que seguirlo, pero ahora mismo también lo veo verde. De la pretemporada poco a comentar, solo diré que sea la última vez que me ganas al Olot. Y empezamos ya la liga, con 2 meses y muchos partidos y debo comentar que tras el primer partido me asusté, pero ya en el segundo Marcet y Naranjo se pusieron a los mandos del equipo. Gran arranque de campaña para colocarnos segundos en la tabla, invictos y con el líder a dos puntos de diferencia. No va a haber color con el Europa en este curso parece, una pena, un derbi en la parte alta hubiera sido brutal. No tienes decencia, abusas de mi Olot y luego eliminas a tu propio Cornellà de la Copa del Rey. Así no se puede... Llegando al ecuador de la campaña hemos activado el modo apisonadora y solo dos equipos nos han conseguido vencer. El Castilla, que ya sabemos cómo se las gastan los filiales, y un buen Lugo. Nos colocamos líderes, en esa plaza privilegiada de ascenso. Si hasta eliminamos a todo un segunda como el Burgos de la Copa del Rey. La temporada no puede ir mejor, al contrario de un Europa condenado al descenso. ¿Qué les ha pasado? Gran acierto quedarnos con De Miguel. El extremo ya dio buenas muestras en su cesión y ha cumplido con las expectativas, solo por detrás de las dos bestias del equipo. De Naranjo debo decir que me decepciona que haya perdido el gol por partido de media. Fatal. Valou parece que va mejorando y puede llegar a ser el Káiser de la zaga. Le faltaba adaptación. ¡Saludos y suerte!
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Desde el corazón de Son Canals
¡Hola compañero! Un buen mes de octubre nos deja en la parte alta de la tabla, con Andone marcando bastantes goles y buenas sensaciones generales, a pesar de victorias por la mínima salvo para finiquitar al Sant Andreu de @pepetxins. El empate ante el Girona B fue la nota negativa, aunque están por encima nuestra nuestro y jugando fuera de casa no ha sido un mal punto. Noviembre nos deja dos grandes goleadas y un triunfo importante ante el Espanyol B, para presentar candidatura al ascenso. Luego hubo un tropiezo ante Ibiza y una derrota ante mi Olot, que la daremos por buena. 😁 Bover, Tovar y Andone han activado el modo crack y nos llevan en volandas a las primeras plazas. Y acabamos el año con dos victorias más, una gracias a un hat-trick de asistencias de Covic. ¿Qué tal está empezando el centrocampista? Nada mal una tercera plaza, con el Girona a tiro y un Barcelona B que es el gran rival a batir. Ese partido en enero ante el filial azulgrana se antoja vital, pero antes debemos ganar sí o sí los otro dos. Situación complicada de cara al próximo curso Creo que un ascenso despejaría muchas dudas de los futbolistas, y nos daría algo más de margen financiero. Pero a día de hoy la situación es compleja, no lo voy a negar. Eso sí, los tres sueldos más altos dejarían espacio para hacer un equipo casi nuevo. Tarea muy complicada la tuya para pensar a futuro. ¡Saludos y suerte!
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La resiliencia de los mártires
TEMPORADA 2025/26. PRETEMPORADA Andábamos escasos de cuerpo técnico y pusimos un par de anuncios para acabar de completar el equipo. Concretamente teníamos una vacante en el cuerpo de fisioterapeutas y no teníamos ni un solo ojeador en el club. Buscando mantener un staff puramente galés, no nos fue difícil cubrir la primera plaza. Llegó al club libre Sara Gray, que se encargará de ser la jefa de los fisioterapeutas a sus 26 años. La galesa llevaba un par de años sin trabajar, tras dejar la disciplina del Swansea City, por lo que es un nuevo comienzo para ella. Costó más encontrar un ojeador del país para el Merthyr. Este ha llegado con la pretemporada casi completa, aterrizando en Penydarren Park Simon Davies, galés de 37 años, nacido en Wrexham y con un corto bagaje en las tareas de captación futbolísticas. Y aquí se acabó el mercado para nosotros. La llegada tardía del ojeador, sumado a que el presupuesto de salarios está completo, nos dejaba solo la opción de dar salida a algún jugador para fichar. Nuestra plantilla no nos permite dejar escapar más jugadores y solo la posición de central tenía más efectivos, con cinco jugadores, pero el que tenía todas las papeletas para ser el descarte es nada menos que Matthew Harris, canterano, toda una institución en el club y nuestro actual capitán. De todas formas su marcha hubiera dejado un espacio de solo 21.000€, poca cosa para reforzarse con varios jugadores. Así que mantuvimos a Harris y decidimos apostar por jugadores sin contrato, con el riesgo que conlleva de poder perderlos durante la campaña. Pero hasta el momento (el mercado aún sigue abierto) no ha aparecido ningún jugador interesante que quiera jugar gratis. Pese a los problemas del mercado, la pretemporada no ha ido mal a nivel de resultados. No contábamos con mucho margen para disputar partidos y concertamos cinco amistosos, dos de los cuales fueron cancelados por nuestra participación en una copa. Pero empezamos por la gira por nuestra tierra, Gales. El primer partido de preparación nos medía al Pontypridd United, equipo que milita en la segunda categoría del país. Fuimos mejores que ellos, pero aprovecharon nuestro corto rodaje para ponernos en apuros. Se adelantaron en el primer tiro a puerta y tuvimos que remar contracorriente, aunque Smalley empataba antes del descanso. En la segunda parte salimos como aviones y los tantos de Twamley, Lucas y Sambu dejaban el partido sentenciado, maquillado por los locales en el descuento para el 2-4 final. En el segundo encuentro nos enfrentábamos al Newtown, también de la segunda categoría galesa y al que barrimos del campo con contundencia, dejando en el luminoso un abultado 0-5. Encuentro sin color, dominado de principio a fin y con Cawley Cox anotando un hat-trick en la segunda mitad, tras los goles iniciales de Twamley y Smalley. El último encuentro amistoso era frente al The New Saints, campeón de las últimas 4 ediciones de la Cymru Premier, máxima categoría del país, y vigente campeón de la Welsh Cup. El rival de más entidad de la pretemporada y que se adelantaría a los siete minutos de juego, para no perder más la ventaja. Una derrota por 1-0 en un encuentro muy igualado. Sorpresa general al saber que jugaríamos la Nathaniel MG Cup, la copa de la liga de Gales, en la que sí pueden participar clubes del sistema inglés, no como en la Welsh Cup, y que no aparecía en el informe de competiciones inicial. En la primera ronda nos tocaba en suerte el Swansea Sub-21, que fue un rival correoso en un partido igualado, en el que fuimos tremendamente efectivos. Un doblete de Twamley y otro gol de Smalley nos metían en la siguiente ronda con un contundente 0-3. En la segunda ronda nos esperaba el Caersws, de la segunda división de Gales. El partido era en nuestro estadio, ante nuestra gente y mostramos una gran cara, con una sólida defensa y un ataque eléctrico. Pero los goles no llegaban y el partido parecía enquistarse. Hasta que apareció Lewys Twamley para firmar un doblete y meter al equipo en los octavos de final de la competición gracias al 2-0 final. A principios de septiembre disputaremos esta ronda, midiéndonos al Newport Sub-21 en su estadio. Con la plantilla tan corta de efectivos no había espacio para florituras. Una 4-4-2 clásica, sin alardes pero efectiva, al menos por lo mostrado en la pretemporada. En juego sin balón una defensa en bloque bajo, ahogando al rival sin espacios, con los dos centrocampistas actuando casi de mediocentros y los extremos retrasando su posición para ayudar en defensa. Una vez el rival supera el centro del campo la línea de delanteros empieza una fuerte presión, de la que se contagia el resto del equipos, buscando robar y salir rápido al contragolpe. Seguramente no vamos a ser los más premiados con este estilo, pero buscamos resultados y que la temporada no se nos haga larga. Empezaremos por aprender primero a defender bien y más adelante ya buscaremos el juego bonito. En fase ofensiva también cero complicaciones. Juego más en largo, buscando a las dos referencias ofensivas, para que descarguen y tratar de entrar por bandas, para nutrir de centros peligrosos a los dos delanteros centro. La velocidad es clave en este sistema, intentado pillar a contrapié a las defensas rivales y contragolpear tras recuperación. Si podemos dar tres toques antes de marcar, mejor que cuatro. La táctica no ha funcionado mal en esta pretemporada. Hemos estado bastante sólidos en defensa, concediendo pocos goles y robando en lugares peligrosos para lanzar los contraataques. Cuando hemos podido correr, el juego de ataque ha sido más fluido, aunque nos ha costado horrores generar peligro con defensas en bloque bajo. De momento va a ser el único sistema de juego, aunque no se descartan variantes más ofensivas sin nos estancamos en ataque, o los rivales nos empiezan a jugar a la defensiva. Veremos si seguimos tan sólidos atrás ante rivales de mayor entidad. La mejor noticia es que parece que a Lewys Twamley la táctica le viene como anillo al dedo, aprovechando sus desmarques y su finalización. El delantero de 22 años ha anotado 6 goles en esta pretemporada y su sociedad con Ricardo Rees, cayendo este a banda zurda, parece que puede dar muy buenos frutos.
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La resiliencia de los mártires
@Lineker ¡Bienvenido mártir! La historia reciente del club es para levantar un pedestal a los aficionados, que se negaron a que su club desapareciera y pusieron todos los medios para una refundación, amén de ponerse al frente para que nadie pueda hacer las cosas tan mal para un nuevo fiasco económico. En cuanto a la plantilla, sí, muy corta. Vamos a sufrir en este curso, creo. Un plantel joven, la directiva nos instiga a fichar menores de 23 años, y con algunas posiciones con pocos efectivos o solo uno. En la medular tenemos jugadores polivalentes, con Livermore como el más dotado técnicamente, pero falta de más jugadores. En ataque tenemos a dos jugadores diferenciales en Rees y Twamley, aunque con el primero no sé que ocurre, pues su mejor rol es de extremo zurdo y al colocarlo allí le bajan "las estrellitas" a uno. No sé si es algún problema del FM26 o que el rol en posiciones sin balón no le gusta, aunque también le encaja. Como digo va a ser una campaña complicada, con el presupuesto de sueldos al completo, tenemos que dar salida para dejar entrar y tampoco teníamos nada que dejar ir. ¡Saludos y gracias!
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La resiliencia de los mártires
TEMPORADA 2025/26. SITUACIÓN INICIAL. ÁREA DEPORTIVA Entrando en lo estrictamente deportivo, nos encontramos con un panorama de ascenso. El club quedó campeón la pasada campaña de la Southern League Premier, en el grupo del Sur, con 91 puntos, consiguiendo 27 victorias, 10 empates y 5 derrotas en los 42 partidos disputados. Por lo tanto, el gran objetivo para la presente campaña es consolidar la nueva categoría, la Enterprise National League North, sexto escalafón del fútbol inglés, que no se pisaba desde los años 90. El Merthyr Town, además del campeonato liguero, disputará tres competiciones de copa. La FA Cup y el FA Trophy, en los que la directiva pide tan solo ser competitivos, y la Nathaniel MG Cup, la copa de la liga galesa, en la que se pide llegar al menos a los cuartos de final de la competición. Adentrándonos en los jugadores que forman parte del club, nos encontramos inicialmente con una plantilla corta de efectivos, con 17 en el primer equipo y 3 en el Sub-21, que han sido ascendidos de inmediato. Por lo tanto, Emrys contará con un plantel de 19 jugadores, ya que uno se encuentra cedido en otro equipo, sin posibilidad de repesca. En la portería contamos con dos jugadores, Aaron Harris, juvenil próximo a cumplir 17 años, canterano del club, un chico del pueblo; y Jaimie Cogman, el único jugador no británico del plantel, australiano de 22 años y que lleva en el club 4 campañas, tras llegar gratis desde el Cardiff. En defensa tenemos a 7 efectivos, con dos laterales y 5 centrales, lo que deja una situación algo desequilibrada, aunque tendremos que solventarlo con la polivalencia de algunos jugadores. En el lateral diestro está Tom Handley, inglés de 24 años que afronta su cuarta campaña en el club, un defensa rápido y agresivo. En el lateral zurdo aparece Noah Smedon, inglés de 24 años, veloz y determinado, y que también es su cuarto curso con los Mártires. En la zona central de la zaga empezamos con Cole Jarvis, galés de 23 años, que disputará su segunda temporada con el Merthyr y que destaca por su salto y marcaje. Callum Ryan-Phillips es un central fuerte y con buen juego aéreo, galés, de 21 años y salido de la cantera del Newport, aunque aterrizó en Penydarren Park hace tres cursos. Jay Williams debe ser el líder de la defensa, también salido de la cantera del Newport, aunque con un paso importante por la categorías inferiores del Fulham. Es galés, de 22 años y destaca por su juego aéreo y las entradas. Morgan Lewis es un central galés de 20 años, que acaba de aterrizar en Penydarren Park y destaca por las entradas y la toma de decisiones, y que además puede actuar como lateral zurdo, lo que nos puede venir muy bien. Por último tenemos a Matthew Harris, el abuelo del club con 36 años, capitán del equipo y un chico de la casa, galés, que lleva una eternidad en la institución, salvo escasas temporadas en los momentos grises del club en los que tuvo que buscarse la vida fuera. Un jugador que ha ido retrasando su posición en el campo con la edad, bueno en la marca y en el juego aéreo. En el centro del campo contamos con cuatro alternativas. Alex John, galés de 24 años, es un mediocentro con buen control de balón y buen pase, pudiendo actuar además como lateral diestro, si fuera necesario. Jugador salido de la cantera del Yeovil pero que jugará su quinta temporada con nosotros. Lee Lucas es un veterano que puede actuar como mediocentro o interior, galés de 33 años y salido de la cantera del Swansea. Valiente y de buena técnica, será su segunda etapa en el club, tras dos años en el club, de 2018 a 2020, y el curso pasado. Aneurin Livermore es seguramente el jugador de más talento en la medular. El joven galés de 22 años es un producto de la cantera del Newport, aunque recaló en el equipo hace ya 3 campañas. Rápido, resistente y con buena visión de juego. Jack Evans es un galés de 27 años, salido de la cantera del Swansea y que ha jugado ya 4 temporadas en el Merthyr. Determinado y con una gran recuperación física, es un mediocentro de garantías en las labores de recuperación. En el capítulo de atacantes nos encontramos con 6 bazas. Adulai Sambu es un extremo diestro, que podría jugar como carrilero, inglés, de 21 años y salido de la cantera del Cheltenham. Será su segunda campaña en el Merthyr, rápido y habilidoso en el regate. Keiran Evans es un extremo derecho o mediapunta inglés de 26 años de la cantera del Swansea pero que ya ha jugado 5 cursos con nosotros. Jugador con mucho talento y buen regate. Ricardo Rees es uno de nuestros jugadores diferenciales, rápido, habilidoso y versátil, pudiendo actuar como extremo zurdo o delantero centro. El galés de 25 años salió de la cantera del Bristol City y disputará su quinta campaña con nosotros. Brandon Smalley es un delantero inglés de 27 años, rápido y sacrificado, salido de la cantera del Rochdale. Tras estar en varios equipos de las categorías bajas de Inglaterra, ha recalado en el club tras llegar libre del Gloucester. Cawley Cox es un delantero inglés de 21 años, salido de la cantera del Hereford Pegasus y que llegó libre el pasado curso. Es un atacante completo, de buen regate y remate y con buen juego aéreo. Por último nos topamos con Lewys Twamley, seguramente nuestro mejor hombre. El joven galés de 22 años destaca por su velocidad, remate y sentido de la anticipación. Salió de la cantera del Newport y va a ser su tercera campaña en el Merthyr, tras llegar libre desde el Yeovil. Kai Churchley es un delantero inglés de 19 años, que nos vendría muy bien en esta temporada pero se encuentra cedido en el Evesham sin posibilidad de repescarlo. Es producto de la cantera del Bristol City y ha llegado esta temporada libre desde allá. Es un atacante rápido, talentoso y de buen regate. Toca hacer una breve parada en la cantera del club, en la que actualmente faltan recursos. El Merthyr Town cuenta con unas instalaciones básicas y se debe invertir en mejorar la política de contratación de juveniles y mejorar el presupuesto de preparación de los chavales. Son puntos claves para el desarrollo de nuestra cantera, que no atraviesa su mejor momento.
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La resiliencia de los mártires
HISTORIA DEL MERTHYR TOWN (y III) El club que se negó a desaparecer: Merthyr Town FC (2010–actualidad) Cuando Merthyr Tydfil FC fue liquidado en 2010, muchos pensaron que el fútbol profesional había terminado para siempre en el valle. Las ruinas eran demasiado recientes, la herida demasiado profunda. Pero en Merthyr Tydfil, una ciudad que ha sobrevivido a guerras, hundimientos industriales y décadas de abandono político, la palabra “final” nunca es absoluta. De esa certeza nació el nuevo Merthyr Town Football Club, no como un proyecto empresarial ni como la ocurrencia de un inversor temporal, sino como un acto de resistencia colectiva. La refundación del club se gestó en pubs, salones comunitarios y reuniones improvisadas. Fue una ebullición espontánea. El Merthyr Tydfil FC Supporters Society, un grupo de aficionados que ya llevaba años apoyando al club anterior, tomó el control de la situación. En cuestión de semanas, lograron: registrar legalmente al nuevo club, recuperar el estadio Penydarren Park bajo gestión comunitaria, obtener la admisión en la Western Football League Division One (nivel 10 del sistema inglés) y movilizar a cientos de vecinos para apoyar económicamente la iniciativa. El mensaje era claro: “El club es del pueblo. El pueblo lo salvará.” El primer partido del Merthyr Town FC en 2010 fue una mezcla de nervios, orgullo y emoción pura. Las gradas no estaban llenas solo de aficionados, sino de voluntarios, antiguos jugadores, familias enteras… gente que había construido el club con sus propias manos. Esta etapa no tuvo grandes fichajes ni sueldos, pero sí algo más importante, la convicción. El Merthyr Town ascendió rápidamente, siendo campeón de la Western League Division One en la 2010/11, consolidándose en la Western League Premier después y consiguiendo el ascenso a la Southern League Division One en la 2014/15. El club jugaba bien, con un estilo directo y físico, muy del valle. Los aficionados hablaban de estos años como “la reconstrucción en el barro”, con jugadores locales, entrenadores voluntarios, presupuestos minúsculos. Pero había algo más mágico aún. Penydarren Park respiraba vida; los sábados volvían a ser una fiesta; los niños llevaban la camiseta blanca y negra con orgullo. Cada ladrillo del estadio que se reparaba, cada grada pintada, cada libra recaudada por los hinchas era una victoria contra la idea de que la modernidad solo pertenece a los ricos. El club alcanzó un nivel competitivo estable en la Southern League Premier Division, fueron años emocionantes y duros. Se invirtió en modernizar infraestructuras, se fortaleció la academia, se profesionalizó parcialmente el cuerpo técnico. Hubo noches de grandes asistencias y partidos memorables, incluyendo campañas destacadas en FA Cup y FA Trophy. Pero la gestión era siempre un acto de equilibrio, la propiedad popular es fuerte moralmente, pero vulnerable económicamente. El club necesitaba cada libra, cada patrocinio, cada mano voluntaria. Aun así, Merthyr Town se convirtió en ejemplo de sostenibilidad para otros clubes comunitarios del país. La pandemia de COVID-19 golpeó con especial dureza a los clubes pequeños. Merthyr Town tomó una decisión de enorme sacrificio, retirándose de la temporada 2020–21 para evitar un colapso financiero, debido a los costes de jugar sin público. Fue un golpe emocional durísimo. Pero también una prueba de madurez, pues el club priorizó su supervivencia a largo plazo. La comunidad respondió como siempre: recaudaciones masivas online, aumento de socios, ventas solidarias de merchandising ,donaciones de exjugadores y familias... Merthyr Town resistió la pandemia, como había resistido la posguerra, la depresión industrial y la liquidación del club anterior. Tras superar la etapa más difícil, el club inició una nueva era. Con un cuerpo técnico renovado, proyectos de cantera y patrocinios más sólidos, Merthyr Town empezó a escalar posiciones nuevamente en la Southern League Premier Division South. Hubo una temporada, la 2023/24, especialmente recordada por su estilo de juego ofensivo y atractivo, que trajo de vuelta la ilusión de un ascenso a la National League South (nivel 6). Los sábados en Penydarren Park volvían a tener ese aroma eléctrico de los viejos tiempos. En la actualidad, Merthyr Town es uno de los pocos clubes en Gales y en Inglaterra gobernados completamente por sus aficionados bajo un modelo Community Benefit Society. Esto significa que cada aficionado que paga la cuota es literalmente copropietario del club; la junta directiva es elegida democráticamente; ll club rinde cuentas públicamente; nadie puede privatizarlo ni venderlo; ll objetivo no es el lucro, es la comunidad; es un modelo difícil, pero profundamente humano. En Merthyr no manda un inversor extranjero, manda la ciudad. El estadio sigue siendo la joya emocional del club. Ha pasado por remodelaciones, mejoras estructurales y nuevas áreas patrocinadas, pero conserva su esencia con colinas alrededor, casas adosadas cerca, viento húmedo que llega desde el Taff… y ese silencio previo al partido que parece contener décadas de memoria. Para muchos en Merthyr, el estadio no es un campo, es un santuario. Aquí nació el club en 1909, renació en 1945, volvió a renacer en 2010… y seguirá renaciendo mientras alguien empuje un balón sobre su hierba. La historia moderna de Merthyr Town no está hecha de grandes fichajes ni presupuestos millonarios. Está hecha de voluntarios con llaves del estadio; aficionados que pintan vallas; entrenadores que trabajan por vocación; jóvenes que sueñan con debutar en el club de su pueblo; y una ciudad que se aferra a su equipo porque representa todo lo que han sobrevivido. Si la primera encarnación del club murió en 1934 y la segunda en 2010, la tercera ha demostrado algo que ya es parte del ADN del valle. En Merthyr, lo que se cae… se vuelve a levantar. Todo lo que ocurra a partir de ahora no será solo un logro deportivo, será la victoria de una comunidad que jamás aceptó que la historia terminara.
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La resiliencia de los mártires
@Lineker ¡Bienvenido mártir! Pues yo también lo desconozco. Imagino que al ir escalando tendremos que ir profesionalizando más el club y quizás tenga que haber cambios a nivel institucional. No sé si el juego refleja estrictamente la situación actual del Merthyr. Veremos... Por lo que he leído en internet, todos los aficionados son socios del club, con paquetes de acciones, imagino que en mayor o menor medida por dinero invertido. No he encontrado mucha información al respecto. Lo mejor de todo es que no hay deudas y podemos "empezar de cero" sin más problemas. Tocará ir haciendo crecer al club, aunque en estas categorías las campañas suelen ser deficitarias. Economía de subsistencia, sin duda alguna. ¡Saludos y gracias! @Andrew ¡Bienvenido mártir! Muchas gracias compañero. El reto de llevar a un equipo de la National a la Premier lo llevo pensando desde hace muchos años, aunque siempre lo había planteado como carrera de entrenador más bien. Pero la historia del Merthyr me ha atrapado y vamos a tratar de hacerlo con el equipo galés. La economía está estable, de momento, y toca centrarse en lo deportivo. Veremos si la cosa sale bien. ¡Saludos y gracias!
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SOTA EL BARRANC DEL CINT
¡Hola compañero! Seguimos con un empate en el feudo del Girona. Nada malo, todo lo que sea sumar fuera de casa ahora es un lujo. Un partido igualado y un punto que sabe bien. Mejor aún supo el triunfo ante el Levante. Butarque vibró y Özdemir, el gran héroe del curso, nos dio tres puntos vitales. Buen partido y, además de los puntos, lo bueno es que metemos en un lío también a los granotas. Bien por el Wolfsburgo, aunque aún queda mucha liga y ya sabemos cómo se las gastan los bávaros. Veremos si aguatan el ritmo, además de tener que medirse al Barça en Champions. Dolorosa esa goleada recibida por el Betis. Nos adelantamos con el gol del turquito, pero en el segundo acto nos pasó una apisonadora por encima. Muy poco en ataque de los nuestros. Por fortuna, pese al triunfo, los verdiblancos están bastante lejos. Esperemos que no despierten. La peor noticia la lesión de Quetglás, ¿tiene para mucho? El Real Madrid nos endoso otro correctivo y vuelven las malas sensaciones. Está claro que no es un rival de nuestra liga, pero con el 1-2 pudimos meternos en el partido. Duró poco. Marc Guiu se reencuentra con el gol, la nota positiva. La lucha por el descenso se pone al rojo vivo, con un Betis que no va a darse por vencido. El Sporting es el nuevo colista y por encima nuestro el Cádiz se distancia. Una liga de lo más emocionante por abajo. Toca recuperar el buen momento y seguir compitiendo, tratando de sumar lo máximo posible en Butarque. Quedan 6 partidos, ¿algún duelo directo? ¡Saludos y gracias!
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UE SANT ANDREU: L’orgull del poble des de 1909
¡Hola compañero! Se nos ha ido la temporada en un suspiro. Hago un resumen más rápido para ponerme al día. 😁 En Febrero tuvimos la mala suerte de enfrentarnos a dos de los gigantes de la competición, un Lugo y un Barça B que nos dejaron sin puntuar. Por fortuna sumamos de a tres en los otros dos encuentros, que es lo que tocaba en ese tramo de campaña, ganar a los de abajo y tratar de rascar algo a los de arriba. No conocía a Guillem Naranjo, otro de los buenos jugadores que salen de la cantera de la Damm, yo también, pero en la cantera de la cerveza. 😁 No lo conocía al delantero, todo un trotamundos del fútbol catalán y aragonés, y eso que tuvo un paso por el Girona B. Nos presentas también a Marcet, otro de los grandes artífices de la magnífica temporada del club. Otro jugador con varios pasos en el fútbol catalán, jugando también en tu Cornellà. Mejoramos las prestaciones en Marzo, sin ceder derrota y solo dejando dos empates ante los filiales. Nos colocábamos en una gran situación, empatados con el Girona B en la quinta plaza. Dura derrota ante el Castilla con el gol en el descuento, aunque nos repusimos bien, con una enorme victoria en el estadio del Unionistas, la más importante para quedar empatados a puntos con los filiales en la lucha por entrar en el playoff. Y mayo lo acabamos a todo tren, con cuatros triunfos seguidos y la victoria clave ante el Espanyol B. Finalmente nos colamos en el playoff de ascenso, con el Barcelona B consiguiendo el ascenso directo. No hubo fortuna en el sorteo y nos tocó el filial de los colchoneros. En la ida, en un partido igualado, tocó cruz con el gol local en las postrimerías del partido. Pero en la vuelta fuimos mejores, aunque no pudimos reflejarlo en el marcador y nos quedamos en la misma categoría. Un palo duro, aunque no estábamos entre los favoritos al ascenso. Pero tenerlo ahí tan cerca y no lograrlo siempre duele. Curiosamente los cuatro de nuestro grupo cayeron eliminados. A nivel individual, ya sabemos la táctica del próximo curso: Naranjo, Marcet y 9 más. Un palo la posible baja de Iñaki, por lo que parece que tocará buscar portero. En defensa varias dudas, una línea con poca media y en la que el dinero parece el principal hándicap. Más dudas aún en la medular, en la que necesitamos mejores peloteros diría yo. Mírate a Alex Pla, del Europa, un crack. 😁 En ataque pocos fijos para seguir, pero con Marcet y Naranjo nos basta. ¿Qué tal ese tal Carlos de Miguel cedido? Parece que no lo ha hecho mal. ¡Saludos y suerte!
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Desde el corazón de Son Canals
¡Hola compañero! Arrancamos la campaña con altibajos, lo que habla de una categoría dura e igualada. Una pena esos dos puntos perdidos ante el Barcelona B, sin duda uno de los favoritos al ascenso. Lástima no haberles ganado en casa, lo que hubieran supuesto 3 puntos inesperados. Goleamos sin piedad al Poblense, pero luego caímos ante el Terrassa. Partido duro, que se puso de culo pronto, recortamos diferencias y cuando mejor estábamos nos dieron la puntilla. Pero nos recuperamos con 3 triunfos al hilo y, cuando esperábamos el cuarto, llegó el Torrent y nos ganó 2-1. Un partido en el que claramente merecimos más, pero los goles no llegaron. Acabamos estos dos meses en la quinta plaza, que no es mala cosa, en puestos de playoff. Los filiales de Barcelona y Girona están dispuestos a dar guerra. Sin duda los azulgrana están a otro nivel. Bien mi Olot en la tercera plaza, aunque en la realidad no esté tan fino. A nivel individual muy bien Bejarano a nivel goleador, llevando el peso ofensivo hasta el despertar de Andone. ¿Quién está siendo el mejor, aparte de estos dos? ¡Saludos y suerte!
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La resiliencia de los mártires
TEMPORADA 2025/26. SITUACIÓN INICIAL. ÁREA ECONÓMICA Las últimas cifras oficiales del club dibujan un escenario en el que la estabilidad convive con la fragilidad. La primera señal de alerta aparece en el control del presupuesto para salarios, con un 100% del mismo concluido. Este dato sitúa al Merthyr Town en una posición delicada. El coste anual de la plantilla y el cuerpo técnico alcanza exactamente el tope permitido por la entidad, sin margen para maniobrar. En consecuencia, la llegada de fichajes es prácticamente inviable sin liberar contratos. Además, la posibilidad de mejorar condiciones a jugadores clave es nula y el club está obligado a afrontar la temporada con la plantilla actual o recurrir a cesiones muy baratas. En otras palabras, el área deportiva depende ahora más de la ingeniería salarial que de la ambición deportiva. Pese a las limitaciones, el club cuenta con dos acuerdos de patrocinio que le otorgan una base económica estable. El patrocinio de la equipación principal ofrece seguridad a medio plazo, mientras que el general, renovable anualmente, obliga a la directiva a trabajar cada temporada para mantener el flujo de ingresos. Aun así, la estructura de gastos del club hace que estos patrocinios no se traduzcan en un presupuesto deportivo holgado. Buena parte del dinero se destina a operaciones, mantenimiento y gastos institucionales, lo que explica la escasa flexibilidad en el área de salarios. Otro de los datos más significativos es el balance global de 44.106 €. No es una gran cifra, pero sí un símbolo. El club no tiene deudas. Esto convierte al Merthyr Town en uno de los privilegiados dentro del fútbol semiprofesional, donde las entidades suelen recurrir a créditos operativos o acumular déficit estructural. El hecho de operar “a cero deuda” significa mayor estabilidad institucional, menor dependencia de inversores externos, un mayor control del presupuesto y buenas opciones de planificación futura. Todo esto es gracias al Merthyr Tydfil FC Supporters Society, la sociedad de aficionados que gestiona y es dueña del club, con su control férreo de la economía. El Merthyr Town FC ha optado por un modelo económico que prioriza la viabilidad sobre la ambición. La directiva evita endeudarse, controla cada gasto y mantiene sus operaciones dentro de un margen extremadamente rígido. Se vive en un punto de equilibrio permanente: sano, pero vulnerable; estable, pero limitado; organizado, pero sin margen para crecer. El hecho de operar con el presupuesto salarial al 100 % reduce la capacidad del club para reforzarse y convierte cada movimiento de mercado en un ejercicio de malabarismo económico. La temporada se presenta como un desafío doble, tratando de mantener la estabilidad institucional sin renunciar a la competitividad deportiva. Pero, como tantas veces en su historia, el Merthyr Town parece dispuesto a intentarlo, apoyado en su comunidad y en un modelo económico que, aunque austero, le permite seguir compitiendo sin hipotecar su futuro.
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La resiliencia de los mártires
@Lineker ¡Bienvenido mártir! Fue uno de los motivos por los que me decanté por el Merthyr, por su historia. Un camino espinoso, con varias decepciones y pocos éxitos, pero muy recordados. Queda una parte de la historia, desde la refundación, cuando los aficionados toman el mando. Veremos si podemos hacer algo bonito aquí. ¡Saludos y gracias! @dankerlot ¡Bienvenido mártir! Como le he dicho al compañero arriba, el devenir del club bien merecía una historia. El técnico se siente identificado con el club y este sigue resistiendo a pesar de todas las adversidades. Tres copas de Gales y ese triunfo ante la Atalanta son los grandes hitos del Merthyr. A ver si Emrys puede ayudar a engrosarlos. ¡Saludos y gracias!
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La resiliencia de los mártires
HISTORIA DEL MERTHYR TOWN (II) Hijos de la posguerra: la vida y muerte del Merthyr Tydfil FC (1945–2010) Cuando las sirenas de la guerra por fin callaron y el humo dejó paso a un tímido cielo gris, Merthyr Tydfil necesitaba algo más que pan y trabajo. Necesitaba esperanza. Y esa esperanza volvió a nacer, como tantas veces lo hizo en el valle, sobre el césped de Penydarren Park. Corría 1945 cuando el fútbol regresó oficialmente a la ciudad, esta vez bajo un nuevo nombre que resonaría durante seis décadas: Merthyr Tydfil Football Club. Había urgencia por reconstruirlo todo: las casas, las fábricas, las familias… y también el espíritu colectivo. El club se convirtió en una de las primeras instituciones sociales en resucitar tras la guerra. Para muchos, el balón volvió a rodar antes incluso de que la vida terminara de colocarse en su sitio. Los primeros años del Merthyr Tydfil FC fueron un torbellino de entusiasmo. El equipo fue inscrito en la Southern League, heredando el lugar simbólico que había dejado Merthyr Town. Penydarren Park se llenaba de obreros que aún cargaban con el polvo del carbón en la piel. La posguerra era dura, pero el fútbol devolvía calor. El club demostró desde el principio un carácter fiero, trabajador, muy del valle. No eran profesionales a tiempo completo, pero jugaban con una intensidad que hacía temblar a equipos de ciudades mucho más ricas. Los años 50 fueron el primer gran capítulo de gloria. Merthyr Tydfil ganó varias veces la Southern League, consolidándose como un gigante del fútbol semiprofesional. Sus duelos contra Hereford, Cheltenham o Yeovil eran auténticos choques de trenes en campos embarrados donde el viento cortaba como un cuchillo. Los aficionados aún recuerdan los sábados donde el estadio se llenaba con más de diez mil almas. Había poco espectáculo fuera del fútbol, y por eso Penydarren Park se convertía cada fin de semana en un santuario. Además, ganarían en dos ocasiones la Welsh Cup, en 1949 y 1951, derrotando a dos de los grandes del país, Swansea y Cardiff. Pero las décadas no perdonan. El sur de Gales empezó a sufrir las primeras sombras del declive industrial. Las minas cerraban una tras otra. El desempleo crecía. La asistencia bajó. Las arcas del club se resentían. En los años 60 y 70, Merthyr Tydfil vivió una existencia de altibajos: grandes rachas, grandes apagones. Cambios de directiva, de entrenadores, de ilusiones. Sin embargo, algo se mantuvo inquebrantable, su relación con la comunidad. Cuando las fábricas cerraban, el estadio seguía abierto. Cuando faltaba dinero, los hinchas organizaban colectas. Cuando la ciudad parecía desmoronarse, el equipo jugaba como si defendiera algo sagrado. Toda historia merece un capítulo legendario. El de Merthyr llegó a finales de los años 80. En 1987, Merthyr Tydfil ganó la Welsh Cup por tercera vez ante el Newport, un logro enorme que le dio derecho a participar en la Recopa de Europa. Y ahí, bajo el cielo continental, ocurrió lo imposible: el Merthyr Tydfil derrotó al Atalanta italiano por 2–1 en Penydarren Park, en los dieciseisavos de final. La noche fue épica. El estadio explotó en un rugido que aún hoy se cuenta como un mito en los pubs de Merthyr. Aunque la eliminatoria se perdió en Bérgamo por 2-0, con un global de 3-2 a favor de los italianos, aquella victoria quedó grabada como un símbolo de lo que un club pequeño, alimentado por pasión y terquedad, podía lograr. Era una época donde el fútbol del valle parecía eterno. Pero los años 90 trajeron nuevos desafíos. Mientras el fútbol inglés entraba en la era del dinero, Premier League, televisiones y patrocinadores, los clubes modestos como Merthyr quedaban atrás. El mantenimiento del estadio era costoso. Los sueldos aumentaban. Las ayudas públicas disminuían. El club sobrevivía más por amor que por solvencia. Aun así, resistió. Porque Merthyr siempre supo resistir. El nuevo milenio llegó con promesas que nunca se cumplieron. Hubo intentos de atraer inversores, proyectos urbanos que no encajaron, directivas con más ilusión que medios. Se pagaban facturas con retraso; los jugadores cobraban tarde; el estadio necesitaba reparaciones que parecían imposibles. Los aficionados notaban que algo fallaba. Penydarren Park seguía siendo el corazón del pueblo, pero ya latía más lento. El final comenzó con pequeños síntomas: deudas acumuladas, pérdida de categoría, disputas internas y una gestión económica cada vez más débil. En 2009, el club se hundía. Y en mayo de 2010, un tribunal declaró su liquidación. Merthyr Tydfil FC, el equipo que durante 65 años había sido la voz deportiva del valle, desaparecía. La noticia golpeó como un mazazo emocional. Muchos hinchas lloraron abiertamente. Para una ciudad que ya había perdido minas, fábricas y empleos, perder también su club era demasiado. Y sin embargo… como siempre ocurrió en Merthyr, la historia no terminó en la oscuridad...
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UE SANT ANDREU: L’orgull del poble des de 1909
¡Hola compañero! Pues los meses de noviembre y diciembre nos dejan un buen sabor de boca. Nos enfrentábamos a rivales duros y supimos competir bastante bien. Una pena la derrota ante el Castilla en el último suspiro, pero luego conseguimos victorias importantes, como ante Unionistas o Espanyol B. Quizás el empate ante el Zamora nos dejó sensación de que pudimos hacer más y serían dos puntos muy buenos. Enero trajo movimientos, tanto de salida como de entrada. No conozco a los recién llegados pero por los informes parece que hemos acertado con los cambios. Son jóvenes y con proyección, veremos cómo encajan en el puzle. Y continuamos con un gran mes, que se podría resumir como "No Naranjo, no party". Enorme el delantero, pero en el único partido que no marcó, pinchamos. Nos quedamos en un gran posición (una pena esos 4 puntos perdidos ante Zamora y Logroñés, rivales de zona baja) y muy cerca de los puestos de playoff. Castilla y Barcelona B están a otro nivel pero debemos hacer frente al resto de rivales y tratar de meternos en la pelea por el ascenso. Nos esperan meses de cal y arena, con partidos ante equipos de la parte alta y otros de la parte baja. Toca ganar lo esencial y esperar sumar algo ante los otros. A nivel individual destaca un nombre sobre el resto, el gran Naranjo, que eclipsa a los demás. Aunque antes de finalizar el año vimos una gran versión de Marcet, los dos más valorados. ¿Qué tal los nuevos? ¡Saludos y suerte!
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Desde el corazón de Son Canals
¡Hola compañero! El inicio de la pretemporada fue duro, con esas tres derrotas al hilo que dejaron malas sensaciones. Ante el Villerreal era lógico, frente al resto se pudo competir algo más. Agosto empezaba mejor, con los dos triunfos ante Barco y Lorca, pero volvimos a las andadas con dos tropiezos frente a Formentera (otra joya de isla) e Izarra. Dos equipos de Tercera RFEF, concluye la pretemporada con malas sensaciones, al menos en cuanto a resultados. ¿Qué sistema utilizamos? ¿Está funcionando bien o le quedan retoques por hacer? Hasta 7 refuerzos para la primera plantilla. No está nada mal y espero que aporten para luchar por el objetivo. Parece que el que más ilusiona es Covic, que si estaba en el Bremen por algo sería. Veremos si pone luz en el centro del campo. ¡Saludos y suerte!
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La resiliencia de los mártires
TEMPORADA 2025/26. SITUACIÓN INICIAL. ÁREA INSTITUCIONAL El Merthyr Town FC afronta una nueva etapa con la serenidad de quien conoce su lugar en el mapa futbolístico y la determinación de quien se niega a desaparecer. Con un presupuesto limitado y una estructura operativa mínima, el club mantiene viva una identidad marcada por el esfuerzo comunitario y el sentido de pertenencia. Estabilidad moderada, recursos ajustados y un proyecto deportivo sostenido por personal local y una infraestructura básica, pero funcional. El ajustado organigrama del Merthyr Town refleja un club que opera bajo los márgenes tradicionales del fútbol semiprofesional. La figura central del nuevo proyecto es Emrys Meredith, técnico de 36 años y abanderado del enfoque localista que ha caracterizado al club desde su refundación. Su presencia simboliza el camino elegido por la institución: apostar por perfiles cercanos, comprometidos y económicamente asumibles. Un mánager que ha vivido a la sombra en las categorías bajas del club y que ahora le toca dar la cara al frente del club. Junto a Meredith, el staff se completa con un grupo reducido y polivalente: Andrew Smith, segundo entrenador, compartiendo responsabilidades tácticas y de planificación, aunque la gran mayoría recaerán en el primer entrenador. Craig Reddy, único preparador, es pieza clave en la preparación física de un equipo que depende más del rigor que del talento. Kevin Brain, fisioterapeuta sin contrato fijo, refleja el carácter precario del área médica. Marcus Cheng, analista de rendimiento, trabaja bajo acuerdos de corta duración. Philip Llewellyn, responsable del Sub-18, sostiene una cantera que debe ser vital para el modelo del club, pero que actualmente es muy precaria. Por encima de todos ellos se encuentra Les Barlow, presidente, y cabeza visible que lidera un proyecto que opera más desde la gestión diaria que desde grandes planes de expansión. La presencia mayoritaria de empleados galeses refuerza una idea clara: el Merthyr Town es un club construido desde su comunidad, no sobre capital externo. Para ayudar al nuevo técnico, se han solicitado anuncios para el puesto de ojeador y un nuevo fisioterapeuta. La base de maniobras de los Mártires se haya ubicada en el estadio municipal, Penydarren Park*, sigue siendo un recinto modesto, pero bien conservado para la categoría. Dispone de una capacidad para 9.500 espectadores, con 1.500 asientos. De sobras para un club que tiene actualmente 210 abonados. El terreno de juego es sintético de última generación, clave para reducir gastos de mantenimiento y que ha permitido aumentar el uso intensivo durante todo el año, algo fundamental para una institución que carece de un centro de entrenamiento propio. El Merthyr Town dispone únicamente de instalaciones de entrenamiento básicas, sin complejo específico. Este nivel de infraestructura sitúa al club en la franja inferior del semiprofesionalismo británico, limitando su capacidad de desarrollo tecnológico y rendimiento a largo plazo. El área juvenil del Merthyr Town se sostiene sobre parámetros similares, una estructura ligera, presupuesto austero y un nivel formativo bastante decente en relación a su escala, con unas instalaciones también básicas y compartiendo estadio con el primer equipo. El campo es de propiedad municipal, lo que alivia la carga financiera estructural del club en la actualidad, pero que en el proyecto a futuro debería pasar a ser pieza clave. En el sentido de pertenencia ya comentado, Penydarren Park es la casa del Merthyr Town y la compra del estadio debe ser uno de los puntos del futuro del club. En esta situación, la directiva ha marcado su visión de club al nuevo entrenador: Consolidar al equipo en la categoría, la National League South. Ser competitivos en las competiciones de copa, la FA Cup y el FA Trophy. Trabajar dentro del presupuesto para sueldos, para garantizar la austeridad económica. Fichar jugadores de menos de 23 años para el primer equipo. Mejorar la reputación del club. El Merthyr Town FC vive un presente marcado por la moderación económica y la eficiencia operativa. Su estructura institucional revela un club consciente de sus limitaciones, pero también orgulloso de su identidad. Sin grandes instalaciones ni personal abundante, la entidad sigue representando al sur de Gales con dignidad y un sentido profundo de pertenencia. En un mapa futbolístico donde los proyectos modestos suelen pasar desapercibidos, el Merthyr Town continúa forjando su camino desde la proximidad, la comunidad y la resiliencia: los tres pilares que han definido su historia reciente y que siguen marcando su rumbo.
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Que formato prefieres?
@pepetxins no te había contestado antes, ni he votado, porque no tengo ninguna preferencia. Ni siquiera si la historia es de un solo equipo o de cincuenta. Al final creo que una historia te llama la atención o no, al menos a mí. La manera de contarla, los datos, la emoción... No creo que haya una sola cosa, ni que tenga que ver si es partido a partido, mensual o anual. Pero claro, es mi opinión. ¡Fuck Viva la democracia!
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La resiliencia de los mártires
HISTORIA DEL MERTHYR TOWN (I) Hierro, carbón y fútbol: los orígenes de Merthyr Town FC (1909–1934) Nadie recuerda con exactitud quién pronunció el nombre por primera vez, pero sí cuándo empezó a resonar con fuerza entre el humo de las chimeneas de Dowlais: Merthyr Town Football Club, año 1909. Era el eco de una comunidad que hervía bajo la modernidad industrial, un pueblo de mineros y fundidores donde el fútbol se convirtió en una especie de religión secular. A comienzos del siglo XX, Merthyr Tydfil era uno de los centros industriales más duros y dinámicos del sur de Gales. El carbón, el hierro y el sudor daban forma a la vida cotidiana, y las tardes de descanso se llenaban de fútbol en los descampados. De esos equipos obreros, espontáneos y apasionados, surgió el deseo de tener un club que representara a toda la ciudad. En 1909, un grupo de empresarios locales, exjugadores y aficionados del desaparecido Merthyr Rising Club decidieron fundar una nueva institución, Merthyr Town AFC. Su objetivo era ambicioso, competir no solo en ligas galesas, sino integrarse en el sistema inglés, donde estaban los rivales más fuertes y las oportunidades económicas más atractivas. Imagen del Merthyr Town en 1909. El club se asentó en Penydarren Park, un terreno que ya había albergado fútbol desde la década de 1880 y que se convertiría en un símbolo de resistencia durante todo el siglo. El estadio, rodeado de colinas y casas adosadas, era más un anfiteatro popular que un campo profesional, con tablones de madera, barro y el aroma metálico del aire. Merthyr Town se unió en 1912 a la Southern Football League, uno de los campeonatos semiprofesionales más competitivos de las Islas Británicas. Fue un paso valiente, casi temerario, para un club que aún dependía de colectas y donaciones. En ese momento, la liga incluía equipos de renombre como Portsmouth, Reading y Southampton. El fútbol del sur de Gales vivía una euforia colectiva, con clubes como Cardiff City, Newport County y Swansea Town también daban sus primeros pasos hacia la profesionalización. En este contexto, Merthyr Town se convirtió en el orgullo industrial del Valle de Taff, el “equipo de los trabajadores”. Las gradas se llenaban de obreros que venían directamente de los turnos de noche, todavía con las botas manchadas de carbón. Las entradas eran baratas, pero el ambiente, incandescente. Los cánticos en galés y en inglés se mezclaban, y Penydarren Park se ganaba fama de ser un campo hostil para los visitantes. El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 paralizó el fútbol en toda Gran Bretaña. Muchos jugadores de Merthyr se alistaron en el ejército; algunos nunca regresaron. Los nombres de varios aparecen aún hoy en las placas conmemorativas del club. El estadio fue utilizado ocasionalmente para actos comunitarios y ferias de apoyo a las familias de los soldados. Fue una época oscura, pero el espíritu del club sobrevivió, como tantas cosas en Merthyr, gracias a la obstinación popular. Tras la guerra, Merthyr Town regresó con fuerza. En 1920, fue uno de los miembros fundadores de la Football League Third Division, convirtiéndose en el primer club galés en competir de forma estable en la liga inglesa, antes incluso de que Cardiff City alcanzara la Primera División. Fue un logro histórico, un equipo de una pequeña ciudad minera galesa jugaba de tú a tú contra clubes ingleses de gran tamaño. Las crónicas de la época describen a Merthyr como un conjunto aguerrido, físicamente imponente, aunque irregular. Su estilo reflejaba el carácter del valle: trabajo duro, juego directo y una resistencia casi heroica. Durante esos años, Penydarren Park vivió tardes memorables. Los trenes llegaban llenos de hinchas desde Bristol, Swindon o Newport. Se calcula que en su pico de asistencia, el estadio llegó a albergar a más de 15.000 espectadores. Pero el sueño dorado duró poco. La Gran Depresión golpeó con ferocidad al sur de Gales. Las minas cerraban, las fábricas reducían su producción y el desempleo se disparó. El club, que dependía de la venta de entradas y del apoyo de la comunidad, se vio ahogado. A partir de 1926, las finanzas se volvieron insostenibles. Merthyr Town descendió a categorías inferiores y perdió a muchos de sus mejores jugadores, que emigraron a equipos con mejores sueldos. La prensa local empezó a hablar de “el club que muere de hambre mientras su gente pasa frío”. En 1934, tras una última temporada marcada por deudas y bajas asistencias, el club fue expulsado de la Football League y disuelto poco después. El estadio quedó abandonado, y durante años sirvió como campo para equipos amateurs y eventos comunitarios. Durante más de diez años, el fútbol profesional desapareció de Merthyr Tydfil. Pero el recuerdo de aquellos días seguía vivo en la memoria de los vecinos. En los pubs y tabernas, los viejos contaban historias de los partidos contra Swindon Town, de la niebla sobre el campo, de aquel gol imposible contra Millwall. Ese amor dormido resucitaría en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad fundó un nuevo club: Merthyr Tydfil FC, heredero directo del espíritu de Merthyr Town. Ese renacimiento sería la segunda gran vida del fútbol en el valle, y daría paso a nuevas glorias, antes de su nueva desaparición y refundación en 2010. Los primeros años de Merthyr Town (1909–1934) no solo forjaron un club, forjaron una identidad. Representaban la voz del pueblo galés en un sistema dominado por el fútbol inglés, una voz que se negó a ser silenciada incluso por la guerra y la pobreza. Cada vez que hoy los Mártires saltan al césped de Penydarren Park, lo hacen sobre la tierra pisada por aquellos pioneros.
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La resiliencia de los mártires
@Lineker ¡Bienvenido mártir! Gracias. Siempre he querido hacer esa partida típica de PCFútbol, en la que agarrabas un equipo pequeño y lo llevabas a la gloria, haciendo crecer al equipo, el estadio... En el FM nunca lo he logrado, al menos no tan exagerado como era en el juego de Dinamic Multimedia. Tampoco he conseguido llevar a un equipo de las categorías inferiores inglesas a la Premier, y es una espinita que tengo clavada. Creo que puede ser un reto interesante. Espero que el FM26 me deje al menos hacer unas cuantas temporadas, lleguemos a buen puerto o no. Veremos... ¡Saludos y gracias! @pepetxins ¡Bienvenido mártir! Imagino que me ocurre lo mismo que a ti, antes de dar carpetazo a una historia ya estás pensando en la siguiente. La droga de FMSite... Las categorías bajas inglesas suelen ser complicadas, sobre todo porque debemos sumar muchos ascensos y hacer que el club crezca mucho para llegar a la Premier. Además, son las más bien logradas, creo yo. Veremos cómo se le da al Merthyr. ¡Saludos y gracias! @ansodi ¡Bienvenido mártir! Compra paraguas, chubasquero y una petaca con buen whisky, lo vamos a necesitar. Tranquilo, nadie va sobrado de tiempo, de momento tienes butaca en tribuna, con el paso de los años y el éxito veremos si me acuerdo de los primeros o no... 😁 ¡Saludos y gracias!
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La resiliencia de los mártires
Bienvenida No ha pasado mucho desde que dejé en el aire la historia del West Ham. Pero una gran fuerza me ha hecho volver a empezar otra. Una tan poderosa como hacer click en empezar una partida en el juego. Como a muchos de los que seguimos con vida en el foro (y con algo de tiempo libre), me es imposible jugar sin contar. Bendito problema para el foro, al que espero le quede aún mucho tiempo con locos como nosotros, contando las andanzas de nuestros equipos virtuales por aquí. La idea de la historia es una espinita que tengo clavada desde hace mucho con el juego. En los foros ingleses suelen llamarle “park to prem”, o lo que viene siendo agarrar al equipo en la categoría más baja y llevarlo a primera división. Esto, en el sistema de ligas inglesas, nunca lo he conseguido. Mi idea principal era llevarlo a cabo como carrera de entrenador. Empezar con un perfil bajo de entrenador e ir creciendo con él, a medida que cambia de equipo y se va ganando una reputación. Pero, a raíz de un post de @Lineker, he decidido cambiar la idea. Ahora será la misma partida, pero con un solo equipo. Creo que puede ser un reto más largo y complicado. Si con la carrera de entrenador llegar a lo más alto depende de lo bien que lo hagamos y la grandeza de los clubes a los que vayamos eligiendo, empezar con un club de muy poca reputación, e ir haciendo que crezca, creo que será una tarea más complicada, ya que se debe ir creciendo a nivel deportivo e institucional, con todos los cambios que ello comporta. Buscando equipo me topé con el Merthyr Town, un club, como otros tantos, refundado tras quebrar económicamente. En la actualidad es propiedad de los aficionados a través de una sociedad de beneficio comunitario, aunque ya lo iremos viendo durante los posts de historia del club. Esta situación pienso que también le dará un plus de complejidad, a la vez que más mística al trayecto propuesto. Veremos si el FM26 da para llevar a buen puerto con la historia y el manejo no se hace demasiado complejo. De momento las sensaciones son buenas y las ganas aún mejores. ¡Bienvenidos mártires!
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La resiliencia de los mártires
A veces pienso que mi vida empezó la noche en que todo se derrumbó. Antes de eso, solo recuerdo ruido: el silbido del viento entre los tejados de Penydarren, el olor del carbón, los domingos con mi padre escuchando los goles por la radio casi al mismo tiempo que en la calle, el aroma del pan de mi madre recién salido del horno. Todo eso se fue una tarde gris, con el sonido de los frenos en la curva y la sirena que nunca olvidaré. Tenía quince años. Y desde entonces, el silencio me acompañó como una sombra. Durante años, caminé por Merthyr Tydfil como un fantasma. Las colinas parecían mirarme con compasión, como si conocieran un secreto que yo no. Me refugié en lo que encontraba, las noches, los amigos equivocados, las drogas y la sensación de que el dolor se podía apagar por un rato. Pero todo lo que se apaga, se cobra su precio después. Lo aprendí en los años en que perdí más de lo que tenía. No era mal chico, simplemente estaba roto. A veces la tristeza busca grietas y, cuando las encuentra, entra sin pedir permiso. Hubo un tiempo en que pensé que no saldría de ese túnel, que el valle me tragaría como a tantos otros que se quedaron quietos mientras el mundo seguía girando. Fue el fútbol lo que me despertó, como una voz antigua que me llamó por mi nombre. Recuerdo el día: llovía, claro, en Merthyr siempre llueve cuando algo importante pasa, caminaba sin rumbo por Pontmorlais y oí los gritos que venían del viejo estadio de Penydarren Park. Me acerqué. No tenía dinero para entrar, pero me subí al muro, como hacía de niño, y miré por encima del cemento húmedo. Allí estaban ellos, los Mártires, luchando contra un equipo del oeste de Inglaterra. El barro volaba, las voces se mezclaban, y durante unos segundos sentí algo que había olvidado: pertenecer. El viejo Merthyr, mi Merthyr, seguía vivo aunque yo creyera que todo lo demás había muerto. Volví al estadio cada semana. Al principio, solo miraba. Luego, alguien me puso un balón en los pies. El cuerpo recuerda lo que el alma intenta olvidar. El pase corto, el control con el empeine, el sonido del cuero golpeando el aire húmedo. Era como volver a respirar. Empecé a entrenar con los juveniles. No era el más rápido ni el más técnico, pero tenía una furia que nadie podía igualar. Me alimentaba del deseo de salir del agujero, de demostrar que no todo lo perdido está muerto. El fútbol no era lo mío, pero allí me sentía bien, me sentía a salvo en un mundo en reconstrucción, mi mundo. Mi camiseta blanca y negra, empapada de lluvia, era un manto de redención. Pero la vida nunca se entrega sin pedir algo a cambio. Una lesión me rompió el menisco, y con él, los sueños de seguir perteneciendo a algo que me devolvía a la vida. Tenía veinte años. Otra vez el vacío, otra vez la oscuridad. Pero esta vez, en lugar de caer, decidí quedarme. Si no podía jugar, enseñaría. Si no podía correr, haría correr a otros. Me formé como entrenador mientras trabajaba de noche en una fábrica de aluminio en Dowlais. Cada jornada, entre el ruido metálico, pensaba en táctica, en disciplina, en cómo el fútbol podía salvar a otros chicos como a mí. En el vestuario, veía mis propios fantasmas en cada mirada joven, en cada hombro caído por una derrota. Y les hablaba. No de victorias, sino de resistir. El club volvió a abrirme las puertas. Era ya Merthyr Town FC, renacido por sus propios aficionados tras el colapso del antiguo Merthyr Tydfil. Cuando caminé por primera vez al banquillo, aún con el estadio vacío, me estremecí. Pensé en mis padres, en la curva maldita, en todo lo que había perdido. Y comprendí que en realidad nunca lo perdí del todo, todo seguía allí, transformado en un grito colectivo que se alzaría desde las gradas. No soy un hombre religioso, ni mucho menos, pero creo que el fútbol tiene algo de liturgia. Los domingos, cuando los cánticos comienzan y los tambores resuenan en la colina, siento que estamos rezando todos juntos, pidiendo lo mismo: que la vida, aunque duela, tenga sentido. En los años siguientes, el club cambió. Subimos, bajamos, volvimos a subir. Algunos partidos se recuerdan por los goles; otros, por la lluvia, o por el silencio posterior. Pero cada uno de ellos fue una piedra en el camino de regreso. El pueblo necesitaba creer que aún podía levantarse. Y yo también. Mientras, entrenaba a los chavales más jóvenes, apenas un puñado de mocosos que no sabían que la vida se sudaba en sangre. Y allí sigo, hasta el día de hoy, en el que una noticia quiere volver a cambiar mi vida, aunque espero que para bien. A veces, después de los entrenamientos, me quedo solo en la grada. Miro el campo vacío y pienso que el césped guarda la memoria de todos los que pasamos por él. El fútbol no borra el dolor, pero lo transforma en otra cosa, en una canción, en un pase, en un rugido de esperanza. He entrenado a juveniles con más talento del que yo jamás tuve, pero pocos con más hambre. Les digo siempre lo mismo: “No jugamos solo por puntos. Jugamos por nosotros mismos, por los que ya no están, por este lugar que nos hizo y nos dolió.” Y ellos, con edades que se pueden contar con los dedos de las manos y los pies, parecen entender, porque aquí todos sabemos lo que es perder algo. El Merthyr Town no es solo un club. Es la cicatriz de un pueblo, la prueba de que lo roto puede seguir adelante. Algunos dicen que exagero cuando hablo así, que el fútbol no salva a nadie. Pero yo sé que están equivocados. A mí me salvó. Cuando camino por la calle hoy, con el abrigo del club y el escudo en el pecho, los padres me saludan por mi nombre. A veces me paran para hablar de aquel gol de su hijo, de aquella remontada imposible, de derrotas dolorosas que recuerdan más ellos que los chavales. Pero otras veces, simplemente me miran, como si vieran en mí algo más que un entrenador. Como si supieran que, en cada partido, busco reencontrarme con ese niño que una vez perdió a sus padres y creyó que el mundo había terminado. No he vuelto a subir al muro de cemento, el del día en que miré al campo por primera vez desde fuera. Pero cada vez que el árbitro pita el inicio, siento que sigo allí, con las manos frías y el corazón encendido, observando a los míos luchar contra la lluvia y el destino. El fútbol, para mí, no es un juego. Es una forma de recordar, una manera de seguir respirando cuando el aire escasea. En este pueblo, las minas están cerradas, las fábricas también, pero el estadio sigue abierto. Allí, entre el barro y la bruma, aún encontramos razones para seguir. Cuando Les Barrow, actual cabeza visible en la presidencia del club, se acercó a pedirme ayuda, preguntándome si quería entrenar al primer equipo, tras la renuncia de Paul Michael, me quedé callado, sin saber qué decir. Dicen que los mártires no mueren, que su ejemplo sobrevive en quienes los recuerdan. A veces pienso que Merthyr Town lleva ese nombre porque todos nosotros, los que hemos caído y vuelto a levantarnos, somos un poco mártires también. No por morir, sino por persistir. Y si algún día este club vuelve a brillar en lo más alto, no será por táctica ni por dinero, sino por lo mismo que me trajo de vuelta aquella tarde de lluvia: amor. Amor por una camiseta, por una comunidad, por la idea de que incluso en el valle más oscuro puede brotar la luz. Soy Emrys Meredith, hijo de Merthyr, hijo del carbón y del viento. He perdido mucho, pero he ganado algo más grande: la certeza de que el fútbol puede hacer que un corazón roto vuelva a latir. Y mientras haya jóvenes que sueñen con marcar un gol bajo la lluvia, yo seguiré aquí, en la banda, recordando que la resiliencia no se entrena… se hereda. ─Por supuesto, Les, ¿cómo no voy a querer entrenar al Merthyr, al equipo de mi ciudad?
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SOTA EL BARRANC DEL CINT
¡Hola compañero! Bastante completo Amiri. Lo dicho, una pena no poderlo tener en este final de curso. Dura derrota ante Osasuna, que nos deja al borde del abismo. Malas sensaciones, frente a un rival que mira hacia arriba. Quetglás se disfrazó de héroe para rescatar un gran punto ante el Alavés, que mira hacia Europa. De nuevo poco en ataque y sufriendo en defensa. Pero el punto sabe mejor para nosotros, eso seguro. Aprovechamos la resaca de la Copa del Rey y ganamos al Valencia en un partidazo. Máxima efectividad del Leganés para una remontada que sabe a gloria. Redención de Dotor, con un doblete y ¿mejorando sensaciones? Flaco favor del Real Madrid, dejando que el Cádiz empiece a meterse en la pelea. Esperemos que los rumores no descentren a los jugadores ni a la plantilla, ya golpeada con la recaída de Trifunovic, una pena. Parece que Fernando Torres tiene los días contados en el Atlético. Seguimos generando poco en ataque ante el Sevilla, pero es que ellos tampoco hicieron demasiado, lo justo para meter los dos disparos entre palos. Nos recuperamos con un buen empate ante el Atlético, que sigue haciendo méritos para que despidan al niño Torres. Otro tanto de Dotor y un gol final de Özdemir que fue un subidón. Fueron mejores, pero mejoramos nuestras prestaciones en ataque, lo que es buena noticia. Acabamos con dos derrotas, una más merecida ante la Real Sociedad en la que salimos escaldados, y una más dolorosa, ante el Villarreal, en la que por las estadísticas parece que estuvo igualado y un penalti nos dejó sin puntuar. Las sensaciones no son buenas y por abajo todo se iguala, con Betis y, sobre todo, Cádiz remontando y metiéndose en la pelea. Superamos los dos tercios de campaña y seguimos fuera del descenso, lo que es la mejor noticia. Y otra cosa buena es que parece que el Elche también anda de bajón. El descenso va a estar muy emocionante hasta el final y debemos revertir la situación como sea. ¿Recuperamos algún lesionado? ¡Saludos y suerte!
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UE SANT ANDREU: L’orgull del poble des de 1909
¡Hola compañero! Qué pena perdernos ese derbi ante el Europa, todo un acontecimiento. ¡Marrrdito FM! ¿Soy yo o en la posición defensiva has metido el autobús? 😁 Nos metemos de lleno en la nueva temporada. En el arranque se nos atragantan los partidos fuera de casa, con dos derrotas, pero luego nos ponemos las pilas en septiembre y solo cedemos tres puntos ante un Barcelona B que imagino tiene algo más de plantel que nosotros. Nos vamos a octubre y la ronda de filiales se nos ha hecho pesada. Muchos puntos perdidos y mucha Naranjodependencia, ¿no? En la Copa del Rey nos vamos a la calle a las primeras de cambio. Como siempre digo, no es mal asunto para centrarnos en liga, pero creo que la forma de perder sí jodió más. Nos quedamos en mitad de tabla, sin perder de vista el playoff, ya que no está muy lejos, y tal y como ha ido el mes no es mala cosa. Eso sí, nos espera un mes de noviembre muy exigente, con rivales duros. A nivel individual hemos bajado mucho el ritmo y solo Naranjo supera el 7 de media. Gran rendimiento del delantero, casi a gol por partido y sosteniendo nuestro ataque. Bajón importante de Iñaki en portería, algo lógico por los goles encajados. ¿Qué tal Leo Saca? Parece que no acaba de ser titularísimo, a pesar de sumar muchos minutos. ¡Saludos y suerte!
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Desde el corazón de Son Canals
¡Hola compañero! Pues tiene 32 años, o sea que debió estar allí hará unos 16-17 años. Creo que duró una temporada. No lo hacía nada mal pero era muy vago el cabrón. Se llama Rafael Remacho, no sé si te sonará. Veo que te has marcado unos cuantos objetivos, algunos más complejos que otros. Parece que la seña de identidad va a ser hacer un fortín del Estadi Balear, lo que es algo crucial para ir cumpliendo objetivos. Nos rodeamos de un staff técnico, con algunas caras conocidas. Hadji supongo que es el ex del Dépor y Alfonso Pérez, ¿es el ex de Madrid, Barcelona y Betis? De la plantilla poco te puedo decir, me suena Guillem Castell, que lo tuve en el Europa, Rubén Bover y, como no, el gran Andone, quien debe ser nuestra referencia ofensiva. Me alegra de que hayas podido solucionar los problemas de la partida. ¡Saludos y suerte!