Hace 11 horas11 horas GAZZETTA.ITGian Piero Gasperini abandona Bérgamo tras nueve temporadas para firmar por la AS Roma. El técnico italiano pone fin así a una etapa histórica en el Atalanta, un ciclo que no solo cambió la dimensión competitiva del club, sino también su identidad. Bajo su mando, la Dea pasó de ser un equipo acostumbrado a transitar entre mitad de tabla y la lucha por la permanencia a consolidarse como una de las propuestas más vibrantes y reconocibles del fútbol europeo.En un comunicado que sorprendió a la afición bergamasca, Gasperini insistió en que su marcha responde únicamente a «una decisión personal y a la necesidad de buscar nuevos retos». El veterano entrenador, de 66 años, volvió a recalcar que ni la directiva, ni el vestuario, ni la afición influyeron en su salida, rehuyendo así la idea de una despedida amarga. No obstante, la sensación en Bérgamo es que se cierra una de las páginas más brillantes de la historia del club.La era Gasperini comenzó en 2016/2017, cuando llegó procedente del Génova. Desde entonces dirigió 439 partidos, conquistó la Europa League en 2024 frente al Bayer Leverkusen —el primer título continental en la historia del club— y llevó al equipo a disputar la Champions League en varias ocasiones, con actuaciones tan recordadas como los cuartos de final de 2020. Además, firmó cuatro terceros puestos en la Serie A, un hito impensable antes de su desembarco en Lombardía. Su influencia trascendió lo estrictamente deportivo: fue el arquitecto del modelo que convirtió a Atalanta en un destino ideal para jóvenes talentos, una fábrica constante de futbolistas revalorizados y un ejemplo de sostenibilidad competitiva.Con su adiós, La Dea queda huérfana de su mayor referente, de un entrenador que cambió la mentalidad del club y que amplió las expectativas de una afición que pasó de soñar con salvar la categoría a discutirle títulos y plazas europeas a los gigantes del Calcio. Su legado futbolístico —la defensa de tres, las presiones asfixiantes, la verticalidad feroz— queda grabado en la identidad moderna del equipo.La gran incógnita ahora es quién tomará el relevo. La Dirección Deportiva del Atalanta maneja varios nombres, aunque ninguno logra entusiasmar a una afición que todavía digiere la marcha de su técnico más influyente. Sobre la mesa aparecen candidatos como Thiago Motta, Raffaele Palladino o el español Quique Sánchez Flores. Sin embargo, el nombre que más fuerza ha ganado en las últimas horas es el del croata Igor Tudor, un entrenador con una filosofía cercana a la de Gasperini: estructuras con tres centrales, presión alta y una marcada intensidad táctica. Su perfil podría facilitar una transición menos traumática y mantener la línea evolutiva que ha convertido al Atalanta en un proyecto admirado en toda Europa.En Bérgamo empieza ahora un nuevo capítulo, uno cargado de incertidumbre pero también de la convicción de que el camino trazado por Gasperini ha cambiado para siempre el lugar del club en el mapa futbolístico. Su marcha deja un vacío enorme… y un listón tan alto como inolvidable. Editado hace 11 horas11 horas por Machetoko
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