Capítulo 38. La calma antes del negocio. 29 de octubre de 2025 A principios de mes, Tudor apareció en mi despacho temprano, con un café humeante en una mano y su eterna cara de “esto no es una visita de amigos” en la otra. - ¿Y bien? -preguntó mientras dejaba el vaso en la mesa, sin preguntar si podía entrar. Le conté lo del encuentro con Mihai. Sus indirectas, su tono de “puedo ser tu amigo si me conviene” y su forma de hablar de negocios como si estuviéramos comprando y vendiendo caballos. Tudor escuchaba en silencio... - Ese cabrón -dijo al fin- es como una moneda de dos caras… pero ambas son feas. - Dice que el dinero lo compra casi todo. Y que si quiero ser “útil” para él, tengo que saber moverme. Tudor asintió, como si esa frase confirmara algo que ya sabía. - Mihai está oliendo el negocio. Y si está dispuesto a compartir migajas, es porque quiere verte cerca cuando la mesa esté llena. Gánatelo, que crea que eres su chico de confianza. - ¿Para qué? - Para que cuando llegue el momento de ir a por Stancu, tengamos a alguien dentro de su propia mesa que sepa dónde guarda el vino y dónde esconde el veneno. No hizo falta decir más. Había una hoja de ruta, aunque estuviera algo desdibujada aún. En el césped las cosas seguían bien, muy bien de hecho. Yo soy de los que piensa que cuando las cosas parecen ir muy bien, es porque el ostiazo va a ser de órdago. Pues el caso es que por ahora el golpe no llega y seguimos invictos en liga tras las 11 jornadas que llevamos jugadas, y en Copa Rumanei vamos como una flecha. Comenzamos el mes de octubre con el primer partido de la fase de grupos de la Copa, contra el FC Voluntari, equipo de la Superliga Romanei, o lo que es lo mismo, la máxima categoría del fútbol rumano. Además en su estadio. Íbamos esperando recibir de lo lindo y se llevaron tres goles en el primer tiempo, con Médy Kingombe (DLC, 22 años) modo killer. Al volver del vestuario metimos el cuarto y ellos luego maquillaron cuando nosotros decidimos no hacer más sangre. Partido brutal. La jornada 9 de liga fue contra el penúltimo clasificado, el Gloria Buzau. Todo el mundo, tras el partido de Copa, presagiaba goleada y... ni mucho menos. Fuimos mejores, sí, tuvimos más ocasiones, si, mayor posesión, si. Ganamos? No. Empate y gracias que marcamos de penalti. La segunda jornada de Copa fue contra el Flacara Moreni, en nuestro estadio y fuimos infinitamente mejores. Pero el ser mejor se demuestra en el resultado, y ganamos, pero solo 3-1. Pudieron haber sido 10 de haber estado afinados de cara a puerta. Cierto es que jugaron varios de nuestros menos habituales... Recibimos después al equipo de nombre impronunciable, el Csikszereda. Partido muy sobrio de ambos equipos, sobretodo defensivamente. En ataque no estuvimos finos y solo un gol a balón parado salvó la papeleta. El último partido del mes, el de hace unos días frente al Ripensia (7º), fue complicado. Mucho. A los 21 minutos nos quedamos con uno menos tras una entrada de Roberto Rosales (CRD, 36 años) de las que rompen tibias. Por detrás, sin balón casi de por medio y con el pie de apoyo del rival en el suelo. Roja es poco. Pues bueno, meto al húngaro Márton Radics (CRD, 23 años) quitando a un delantero y vamos aguantando bien todo el partido, incluso siendo algo superiores, sobretodo en posesión (71%). Ocasiones casi nulas para ambos equipos. Sin embargo, en el 76, a balón parado en un córner conseguimos marcar. A partir de ahí plantamos el autobús y logramos la victoria. Con estos partidos nos mantenemos líderes, con cinco puntos de ventaja sobre el Ceahlaul Piatra Neamt, que solo nos gana en su buen hacer defensivo con solo 7 goles en contra. Nosotros tenemos 8. Por abajo, el Póbeda va a trancas y barrancas, logrando sumar 6 puntos de los 15 disputados. El próximo mes tenemos cuatro partidos, todos de liga. Dos de ellos, Calasari (11º) y Slatina (15º), en casa. Slobozia (8º) y Chindia (18º) en sus estadios. Busco los 12 puntos. No espero menos que eso.
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