Historia que engancha,espero ansioso el siguiente capítulo

Capítulo 4 - Corre

Era ya casi septiembre. Ni un sólo punto. El presidente rajaba de mi en los medios, pero me daba palmaditas en la espalda en los despachos. "Sigue así", decía. Los pocos aficionados que ya acudían al estadio lo debían hacer para comer pipas, o por aburrimiento, pero más aburrido que un partido nuestro, poco podía haber. Bebía cerveza gratis todas las noches en el mismo garito, ahorrando todo el dinero que ganaba. Mi plan, desde que supe que tendría cerveza gratis fue darme a la fuga cuando tuviese suficiente como para vivir.

Una noche, casi en septiembre, haciendo eses por la calle, me topé con unos cuantos seguidores del club. El encuentro fue agradable. Esperaba que me mandasen al hospital a patadas, pero me dieron un par de puñetazos, ya que vieron que iba a ser imposible mantener una pelea justa, dado que llevaba más alcohol en vena que todos ellos. Esos golpes fueron los que me hicieron tomar una decisión que iba rondando por mi cabeza ya. Era la hora, tenía dinero para volar, alquilar un pequeño apartamento y vivir unos cuantos meses del cuento, cerveza incluida.

La siguiente mañana fue dura. No me presenté a entrenar, pues preparaba mi equipaje, para tenerlo todo preparado para mi marcha. Cogí lo imprescindible, ropa, algunos videos, fotos, algún que otro libro, los recuerdos más importantes... todo aquello que me iba a servir para darme cuenta la jodida vida que dejaba atrás. Llamé, mientras tanto, a la agencia de viajes más barata que conocía. Contraté el vuelo más barato, sólo de ida, dirección Londres. Sin regreso. Me contrataron un coche de alquiler por una semana, con opción a renovar con el paso del tiempo, y un motel también. El vuelo era en apenas dos días. No quedaba mucho tiempo para arreglar los asuntos, así que ese mismo mediodía fui directo a las oficinas del club.

El presidente me amenazó, me insultó, me golpeó, me volvió a amenazar, me insultó nuevamente, me gritó y me volvió a gritar. No pareció haberse tomado muy bien mi dimisión, pero me importaba lo mismo que a él mis opiniones acerca de las necesidades de la plantilla.

Arreglé algunos asuntos con familiares y amigos. Traté de contactar con mi antigua pareja, pero no hubo forma. Decidí que ahí acababa mi vida en las Islas Feroe, por el momento. Marchaba a Londres, Inglaterra, a la cuna del fútbol. A probar suerte en los orígenes de todo esto. Empezar en aquel lugar donde no soy conocido, donde no tengo fama de alcohólico, de perdedor. Empezar de cero. Ganar. Por fin ganar. Por fin sentía algo dentro, algo que me decía "Joder, eres afortunado, eres listo". Joder, era verdad. En aquel momento no sabía lo que me deparaba el futuro, pero ni los más pesimistas iban a poder con mis ilusiones. El avión me esperaba. Iba a cruzar el pequeño trecho que me separaba de Inglaterra, iba a entrenar allí. Al menos, ese era mi deseo. Lo lograría, algo dentro de mí, lo decía.

muy buena la historia, te sigo

Gracias

te sigo ...en verdad quede asombrado por la historia...no podia dejar de concentrarme leyendo hehehe...bueno ojala salgas adelante

Gracias, me alegro de que te guste

Te sigo!

Muy buena la historia, me concentre bastante en leearla, cosa que se me hace muy dificil..

Me alegro de que te esté gustando, gracias

y el Nombre de ese presidente es.. Jose Maria Aguilar ?, Excelente Historia.

No, definitivamente, ése no es su nombre Gracias

Historia que engancha,espero ansioso el siguiente capítulo

Gracias

Jose Maria Aguilar fue hasta hace 2 meses el presidente de River Plate de Argentina, y no tenia nada que envidiarle a este

Capítulo 5 - Trabajo

Después de varias horas de vuelo, una hora y media de viaje en coche desde el aeropuerto, llegué a aquel Motel. "Vaya, no es tan triste como pensaba", pensé nada más verlo. White Horse, ponía en un enorme neón azul, supuse que sería su ridículo nombre. Aquel lugar para puteros, divorciados sin dinero, putas y borrachos, se encontraba en las afueras de Biggleswade Town, a poco más de hora y media en coche de Londres. Estaba cansado y era tarde, recogí las llaves de mi habitación y me fui a descansar. "Ha sido duro, pero ya estoy aquí", pensé.

Aunque mi viaje no fue como el del cubano a EEUU, o el del Marroquí a España, fue algo jodido. Lo único que quería era alejarme de la porquería que me envolvía. Algún día volvería, pero esperaba que fuese dentro de mucho, siendo alguien, de una puta vez, reconocido. Ese día, sufrí algo, me encontraba incómodo, nada que no se solucionase con un par de cervezas... "como en casa", me dije a mi mismo.

Entre cerveza y cerveza, investigué un poco la zona. Encontré un campo de fútbol, no demasiado grande, muy básico, realmente, pero mejores que casi todos los de mi país. En el cesped vi a un grupo de hombres calentando. Supuse que sería el equipo local, no muy numeroso, y no estaban, obviamente, preparados físicamente. Las lorzas de algunos eran bastante obvias, mientras que un par, en el calentamiento ya, estaban tirados en el suelo pidiendo aire. Pegándoles gritos, berreando, insultando, se encontraba un hombre negro. Supuse que era el entrenador, pero mis suposiciones cayeron cuando uno de los jugadores le recriminó que él no era el entrenador. Que ellos no iban a responder a sus órdenes. "El capitán..." supuse.

"Si yo fuese su entrenador..." susurré, creyendo que nadie me oía.

"¿Pero un borracho como usted entrena?" me espetó alguien desde atrás.

Giré mi cabeza, allí se encontraba, un hombre alto, de ya unos cuarenta y tantos. Medio calvo. Bastante delgado, y muy estirado, en apariencia. Me tendió su mano, con largos y huesudos dedos.

"Jack Isaac, vicepresidente y portavoz del club."

"Torkil Nielsen, entrenador y borracho". Estreché su mano.

"Por su acento, diría que no lleva mucho tiempo aquí..."

"No, señor Isaac, llevo unas horas aquí".

"Debe estar huyendo de algo, policía, su mujer, algún delincuente... Señor Nielsen... ¿Cuál es la razón de tenerle en nuestras tierras?"

"Simplemente, huyo de mi pasado"

Entablé una entretenida conversación con aquel hombre. Al contrario de mi primera impresión, parecía inteligente, y para nada estirado, déspota o pedante. Simplemente me remitía lo que sabía, no hacia alarde de superioridad alguna, y me explicaba la situación del club con total sinceridad. Era obvio que el club se encontraba jodido, los jugadores no tenían una idea fija, el entrenador al cargo, era el antiguo segundo de a bordo, un hombre al que todos los jugadores detestaban, pues en su época como jugador, había tenido muchas trifulcas con ellos, no obstante, Jerry Adams, el antigo entrenador, le tenía en un pedestal, pues era su ahijado. Jerry, había dedicado su vida al club hasta que a finales de julio, falleció de un paro cardíaco, con 67 años. Jamie Baptist se había hecho cargo del equipo, temporalmente, pero en vista de que no encontraban un entrenador en condiciones, iba a ser nombrado oficialmente primer técnico de la plantilla, pese a que nadie lo deseaba.

"No sé de su experiencia" me dijo, "pero probablemente, más que Jamie tenga."

"Fui el jugador que marcó el primer gol con mi selección, además, de ser el monigote al que movía hasta hace poco un presidente, durante unos cuantos meses". Le contesté.

"Entonces, está usted a bordo. No se preocupe, que su salario cubrirá las necesidades básicas, de lago, más en este pueblo".

Me dió una dirección. Debía ser puntual, después de comer, estar mínimamente elegante, para firmar el contrato. No supe nunca como lo había hecho, pero fue llegar y besar el santo.

Me gusta mucho mucho esta historia. Empezando de 0 desde lo mas bajo. Suerte.

Vaya suerte al llegar a las islas británicas y ya tienes curro,con la crisis que hay,jeje,ya nos dirás el nombre del club

espero que te valla muy bien en tu nuevo trabajo...espero que pronto digas el nombre del club

Saludos

Capítulo 6 - Mister Nielsen

Rubricado ya un acuerdo por ambas partes, me presentaron a la prensa. Tras mi figura, había un rústico cartel anunciando mi llegada: "Wellcome Mister Nielsen". Yo, al lado de aquel espigado caballero, me encontraba respondiendo a las preguntas de un rechoncho periodista local. Las razones de mi contrato, que fueron publicadas, eran 230 euros semanales durante tres años, es decir, hasta junio de 2012. Me iba a permitir vivir bien, pensé.

Jack me había hablado algo de la historia del club. El Biggleswade Town, el equipo del pueblo, había sido fundado en 1874. Estaba considerado como un equipo semi-profesional, y en más de 125 años de historia, lo máximo que el club había logrado era un ascenso como campeón de una división aún inferior. Ningún jugador realmente destacable, ningún gran entrenador. Nada. El club tenía un estadio pequeño, 2500 aficionados, sólo 300 de ellos sentados, pero al menos era casi nuevo, pues sus obras finalizaron en el 2008. Carlsberg era el patrocinador del estadio, que llevaba su nombre, y en aquella cajita, aquel pequeño estadio, iba a poder obtener la cerveza que quisiese, lo cual me contentó mucho al saber la noticia.

Económicamente, las cosas no iban tampoco muy bien. En caja, se contaba con 1.500 euros, únicamente, y contando con que pagábamos 90€ mensuales por un crédito de 5.000 euros del banco (que concluía en septiembre de 2014), y que no teníamos ingresos, pues las cosas no se podía decir que estuviesen muy bien. Al menos para sueldos teníamos 1700€ más que gastar, y eso era algo importante, al menos, eso pensé.

Al día siguiente tenía mi primer entrenamiento, conocería al cuerpo técnico y jugadores. Tenía ganas. Algo por mi cuerpo me hacía cosquillas, me ardía, pero esta vez, de emoción. No podía esperar, y cómo no, para amenizar esa tensa espera, decidí que beberme una cerveza no estaría mal.

Me acerqué a un pub que estaba al otro lado de la carretera. Era uno de los pocos lugares donde se podía hacer algo en aquel pueblucho. Nada más entrar, se me acercó un hombre a saludarme.

"Le seré sincero, señor... ¿Nielsen?" asentí, "A mi me importa una mierda usted, y probabablemente, a la inversa suceda igual. A pesar de ser el tercer capitán, digamos, no cuento con muchos minutos".

"Por algo será, ¿no crees?"

"Bueno, entrenador, si nos ponemos quisquillosos, puedo decirle que el negrata ese me quiere joder. Jugábamos en la misma posición, ya sabe..."

"Mira, no me importa una mierda ahora lo que me tengas que contar. He venido a divagar, a emborracharme, pero el negrata ese es un puto superior tuyo. Callas y acatas." sentencié.

"Entrenador, sólo le diré una cosa... le conviene que juegue, y mucho."

"No alargues la fiesta, debes demostrar profesionalidad para ello."

Me gusta mucho mucho esta historia. Empezando de 0 desde lo mas bajo. Suerte.

Muchas gracias, ahí tienes el nombre. Es el equipo de unos paletos

Vaya suerte al llegar a las islas británicas y ya tienes curro,con la crisis que hay,jeje,ya nos dirás el nombre del club

La curiosidad mató al gato, pero esta vez, le dió trabajo

espero que te valla muy bien en tu nuevo trabajo...espero que pronto digas el nombre del club

Saludos

Yo también espero comenzar con buen pie.

Pues anda que empieza bien con el tercer capitan...jooojjojojo

Me recuerdan a mi y a mi entrenador hace 1 año