Jump to content

Futbol Argentino

Respuestas destacadas

El hace 16 minutos, Andy1980 dijo:

@KokoKevin justamente teniendo tantos temas ciertos sobre los cuales elegir y publicar, P/12 optó en varias ocasiones por utilizar material falso o descontexualizado para: la tapa con la foto de tapa del supuesto Bergoglio anciano que comulgaba al dictador Videla (tantos chanchurros de la Iglesia en esa época y eligen algo que no fue), la foto de tapa de unos pibes en una pila de basurales que en realidad eran de otro país, y así varias más.

¡Saludos!

Lo de la foto de "Bergoglio" fue una cagada pero no estoy seguro de haberla visto en Página sino en facebook y twitter. Pero puede haber sido. Si fue, se trató de una pelotudez. Lo de las fotos de los pibes en los basurales (que tampoco la recuerdo ahora) es otra pelotudez porque bien la podían haber tomado acá. Trabajo en un taller naval y en las zonas cercanas a los puertos te puedo asegurar que lo he visto.

De cualquier forma también vi en New York gente comiendo de la basura :nuse:  Eso no es un argumento válido contra ningún gobierno, salvo que tengas al 80% de la población comiendo basura (ejemplo exagerado)

Muchos ignorantes hacen "política" contando anécdotas cuando la política está muchísimo más allá de eso. A ver, el gobierno que se considera más limpio de la historia argentina fue el de Illia (más allá de la "performance política") sin embargo en ese gobierno hubo funcionarios que se enriquecieron ilícitamente. Esos funcionarios (principalmente de las gerencias medias del estado) están allí a través de los distintos gobiernos, y a veces son funcionarios del mismo gobierno que traicionan la confianza. Por unos funcionarios chorros no se puede calificar a todo un gobierno. Sin embargo, si el Presidente le condona la deuda a sus propias empresas, le lava la deuda a su hermano y a su padre; si el Ministro de Energía es funcionario de la Shell y el de Finanzas es dueño de Edesur, y ambos aumentan los precios de sus empresas... ya estamos teniendo algunos problemas. Ya la cosa va más allá de una anécdota.

 

EDITO: ¿Putear a Macri es una boludez? Y bueno... :nuse: 

El hace 3 minutos, KokoKevin dijo:

Lo de la foto de "Bergoglio" fue una cagada pero no estoy seguro de haberla visto en Página sino en facebook y twitter. Pero puede haber sido. Si fue, se trató de una pelotudez. Lo de las fotos de los pibes en los basurales (que tampoco la recuerdo ahora) es otra pelotudez porque bien la podían haber tomado acá. Trabajo en un taller naval y en las zonas cercanas a los puertos te puedo asegurar que lo he visto.

De cualquier forma también vi en New York gente comiendo de la basura :nuse:  Eso no es un argumento válido contra ningún gobierno, salvo que tengas al 80% de la población comiendo basura (ejemplo exagerado)

Muchos ignorantes hacen "política" contando anécdotas cuando la política está muchísimo más allá de eso. A ver, el gobierno que se considera más limpio de la historia argentina fue el de Illia (más allá de la "performance política") sin embargo en ese gobierno hubo funcionarios que se enriquecieron ilícitamente. Esos funcionarios (principalmente de las gerencias medias del estado) están allí a través de los distintos gobiernos, y a veces son funcionarios del mismo gobierno que traicionan la confianza. Por unos funcionarios chorros no se puede calificar a todo un gobierno. Sin embargo, si el Presidente le condona la deuda a sus propias empresas, le lava la deuda a su hermano y a su padre; si el Ministro de Energía es funcionario de la Shell y el de Finanzas es dueño de Edesur, y ambos aumentan los precios de sus empresas... ya estamos teniendo algunos problemas. Ya la cosa va más allá de una anécdota.

 

EDITO: ¿Putear a Macri es una boludez? Y bueno... :nuse: 

La foto de "Bergoglio" ilustraba una columna dominical del Perro Verbitsky. Búscala, está en los archivos de P/12 o en internet.

Hasta donde mí conocimiento llega, el ascetismo del gobierno de Illia comenzaba y terminaba en él.

Los funcionarios que se apilan como capas geológicas son un mal del que nadie quiere ocuparse.

Es claramente incompatible y, casi seguro, ilegal que un funcionario estatal ejerza en la misma cartera que debe controlar a empresas en las que tiene participación accionaria. 

El hace 4 minutos, Andy1980 dijo:

La foto de "Bergoglio" ilustraba una columna dominical del Perro Verbitsky. Búscala, está en los archivos de P/12 o en internet.

 

Recuerdo la foto y recuerdo que Verbitsky tuvo que pedir que pedir disculpas. No estaba seguro de dónde la había visto. Anyway, eso no descalifica a todo el diario. La nueva web de página es una poronga donde entre otras cosas, es imposible encontrar notas anteriores (jopu) 

El hace 39 minutos, Luchín dijo:

¿A ustedes? Me referí a los brasileños, que incluso con toda la corrupción comprobada siguen apoyando a los candidatos de izquierda porque "supuestamente" acabaron con la miseria - mientras se volvían millonarios. No he comentado NADA del gobierno argentino porque no vivo ahí y no sé cómo es, pero aquí, el gobierno de "derecha"(porque Temer no tiene nada de derecha) viene arreglando poco a poco las cagadas que Dilma y Lula hicieron en los últimos 16 años .Sólo me parece una idiotez  inmensa esos cantos que comenzaron por supuestos errores de arbitraje como si el presidente del país no tuviera otras cosas para preocuparse. Lula es declaradamente hincha del Corinthians y dio un estadio para ellos con dinero público. Eso merece cantos, no una mierda de un impedimento mal marcado o un penalti mal cobrado.

No entendí que te referías a los brasileños.

Ya dije, me parece absurdo que Macri esté personalmente en esas cosas, si es por eso habría que putear a Tapia.

Más allá de que la gente tiene derecho a putear al presidente por el MOTIVO QUE SE LE CANTE EL ORTO, Larreta licitó terrenos públicos (destinados a viviendas) al lado de Casa Amarilla que sólo podían ser comprados por una institución de la zona, con más de 10 años de antigüedad y patrimonio superior a 180 millones. Justo dio la casualidad que Boca fue el único oferente, y le dieron la posibilidad de pagar 180 millones de pesos en 14 años. CATORCE AÑOS. La Ciudad le financia los terrenos a Boca por más de 3 mandatos de Gobierno y no, acá no fue un escándalo porque los grandes medios no lo publican como noticia importante. 

Esta nota pensé en postearla en la historia de @triver pero me pareció invasivo :nuse: 

 

Historia

Central Ballester, el club que reivindica la memoria

Una institución tan postergada como comprometida homenajea a los asesinados y sobrevivientes de los fusilamientos en José León Suárez que Rodolfo Walsh eternizó en Operación Masacre, abraza la causa de las Madres de Plaza de Mayo y se planta por la igualdad de género.

Por Marcelo Rodríguez

img-20160928-wa0007.png?itok=0jvE66cc

El partido se juega casi 60 años después. Exactamente un día antes de un aniversario redondo de aquella noche bestial. Es 8 de junio de 2016 y el hombre ya se tomó un avión desde Estados Unidos, donde vive, para ver un encuentro de la última fecha del campeonato de la D; un partido anodino, perdido entre la hojarasca de estadística inútil, porque en esta tarde de miércoles no se define nada. Central Ballester, que va a ganar 2 a 0, termina decimotercero en la temporada y Juventud Unida, el visitante, finaliza quinto. Pero el hombre que está ahí, en la cancha de J.J. Urquiza, hizo por aire alrededor de 5.000 kilómetros porque quiere ver transpirar esa camiseta y porque en el entretiempo será uno de los homenajeados. A ese hombre, Juan Carlos Livraga, le vuelve el alma al cuerpo hoy, en una tribunita, un 8 de junio, justo el día anterior a una fecha marcada en rojo en su calendario: el 9 de junio debería conmemorarse su muerte. 

Cuenta Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre que fue una  asfixiante noche de verano cuando alguien le confesó: “Hay un fusilado que vive”.

El fusilado era Juan Carlos Livraga, que el 9 de junio de 1956 sobrevivió a un pelotón que intentó exterminarlo a él y a un puñado de supuestos militantes peronistas en un basural de José León Suárez. Fue una noche de plomo con muertos y resucitados. Con el tiempo Walsh descubrió que eran siete los hombres que, salpicados de balas, simularon no respirar y finalmente se escaparon amparados por la oscuridad. Livraga será el único de los sobrevivientes que se presentará ante la Justicia. Entonces estaba por cumplir 24 años y era colectivero. Dijo y juró -y es cierto porque así quedó comprobado- que nunca había participado en política ni en actividades gremiales. 

Son las 15:45 del 8 de junio de 2016 y juega Central Ballester, el club nómade que desde hace 23 años no tiene cancha pero necesita reencontrarse con su gente, con su lugar en el mundo: José León Suárez. El club que se quiere reinventar, que volvió de su propia muerte (¿Qué es un club de fútbol sin su propia cancha ni sede?), luce una camiseta con un diseño particular. Debajo del escudo hay un hombre con los brazos abiertos y soldados que le apuntan con fusiles. Los jugadores llevan estampada una imagen que conecta el pasado con el presente. Tal vez, el hito más significativo que ocurrió en un punto olvidado del conurbano bonaerense. Central Ballester es ese club fantasma que grita que está vivo, que pelea, que reclama volver a ser. Por eso vino Livraga para el homenaje. Porque es un acto de justicia.

Central Ballester es el club de la pelea. Pelea, como Livraga, por sobrevivir a la indiferencia de los vecinos, a la falta de ingresos, a jugar en cualquier cancha y en días y horarios marginales, prohibidos para los trabajadores: fuera del mapa de ruta de los grandes partidos, cuando juega de “local” está condenado a hacerlo lunes, martes o miércoles por la tarde. “Yo salgo de trabajar 17:15, soy empleado de un banco en el microcentro. Cuando el partido empieza a las 17, llego para el segundo tiempo”, describe Marcelo Gómez, el vicepresidente. Mientras juega de prestado en la cancha de Colegiales, ubicada en Munro, Central Ballester pelea para inaugurar su propia casa. En junio de este año podría volver a su tierra, su lugar, su pasado. Ahí, en los alrededores del barrio Villa La Carcova, donde la Policía en 2011 también protagonizó una historia de fusilamiento: aquella vez fueron masacrados Franco Almirón, de 16 años, y Mauricio Franco, de 17; y al igual que en 1956 hubo alguien que sobrevivió para dar testimonio. Joaquín Romero, con marcas de balazos en su cuerpo, fue otro de los homenajeados por los dirigentes de Central Ballester.“Nos dio identidad como club identificarnos con cuestiones sociales”, le dice a Enganche Ezequiel Rodríguez, el ideólogo del diseño y las consignas estampadas en la camiseta azul y amarilla. Y suelta una frase como para colgar en vitrinas con trofeos morales: “Nuestra camiseta reivindica a los que murieron en nombre de ideales democráticos y en contra de la violencia institucional”.

Rodríguez mastica cada palabra y reflexiona acerca de los logros de un club sin tentáculos. Cada acción que emprenden les cuesta tanto porque no hacen lobby, no tienen peso en la AFA, tampoco chapa ni un apellido ilustre detrás. “No nos ayuda nadie, nadie”, recalcará Marcelo Gómez. El capital del club no es económico ni deportivo ni político: es social. Central Ballester juega para recuperar la pertenencia, el arraigo. “Queremos que sea un club de la gente y sacar a los chicos de la calle”, proyecta el vicepresidente. Mientras, el equipo compite en la D, donde lo que sigue hacia abajo es el abismo de la desafiliación, ese en el que cayó en la temporada 1988/89. Pero el club que mató a la muerte ahora no pelea abajo, sino arriba. Y se ilusiona (de eso viven: de pensar más allá de lo posible) con ascender. La única vez que lo logró fue en 1995 y la vuelta olímpica se convirtió en un boomerang: en la C no pudo seguir jugando en su pequeña cancha y con el tiempo perdería la propiedad de esas tierras. La nueva parcela de tierra en la que el club pretende reinventarse se encuentra en Sarratea y Camino del Buen Ayre, en José León Suárez. A unas 30 cuadras de donde sobrevivió Livraga.

armado-central-ballester-horizontal.jpg?itok=mfOJeKPt

El video es en la sede de las Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini manda el mensaje, que ahora está publicado en el Facebook oficial de Central Ballester. Bonafini habla de la camiseta. De una camiseta que lleva, también, impreso el símbolo que reivindica a la madre de todas las luchas. A ellos, a los del club de la pelea, les habla la presidenta de las Madres: “Gracias a los compañeros de Central Ballester por poner los pañuelos en la camiseta. Me emocioné mucho, primero porque mi marido era jugador de fútbol, cosa que pocos saben. Y segundo, porque usaron nuestro símbolo en un deporte tan popular. Ayer, cuando me enteré, me emocioné hasta las lágrimas”. Esa camiseta llegó hasta las manos del Papa Francisco.

En los próximos partidos, el club de José León Suárez (su nombre, Ballester, se remonta al lugar de sus orígenes) volverá a manifestarse. Los jugadores de uno de los mejores equipos de la presente temporada de la D saldrán a la cancha con la inscripción “Ni una menos”, el movimiento que reivindica la igualdad de género y condena la violencia contra las mujeres. La política social, además, sirve para financiar los gastos y hacer obras. La camiseta “de los fusilados”, como la llaman, se vende por Internet a 820 pesos y en esta temporada es la suplente. “Lo que pasó fue increíble: ya vendimos, como mínimo, 700 camisetas. Una barbaridad para un equipo de la D”, dice Goméz. En la misma sintonía, Rodríguez, vocal de la Comisión Directiva, cuenta que la demanda desbordó las proyecciones y señala que hasta tuvieron que crear nuevas plataformas de ventas. El fenómeno trascendió el conurbano profundo y se nacionalizó; les encargaron camisetas incluso desde Jujuy. “Hay equipos amateurs que juegan con nuestra camiseta. Es muy emocionante”, dice el creador de una idea que no deja de crecer. 

Los socios que pelean contra el destierro aportan su cuota social. Son 150 los que pagan mensualmente 120 pesos. Difícil que cierren las cuentas con esos números. Los sponsors barriales colaboran con la economía del club, pero tampoco es suficiente. Entonces surgen las ideas. Y las ganas. Y el contagio. Antes de lucir la leyenda “Ni una menos”, los futbolistas serán concientizados sobre la causa de la que participarán por la Dirección de Género de San Martín, a través de una charla. La Legislatura de esa localidad ya sabe del factor social que aporta Central Ballester: la camiseta de los fusilados fue declarada de interés legislativo.

Son las 16.30 del 8 de junio de 2016. Los futbolistas, que en sus espaldas no lucen sus apellidos sino el de los fusilados, se van al vestuario para descansar 15 minutos. El tiempo que durará el homenaje. Por altoparlante se escucha la voz del periodista y escritor Osvaldo Bayer leyendo un pasaje de Operación Masacre. Están los familiares de las víctimas y dos de los sobrevivientes: Livraga y Romero. Y un socio con un apellido que, de pronto, es la síntesis de la búsqueda de identidad de un club: Carranza. El relato de Ezequiel Rodríguez es revivir lo sucedido, es estar en ese momento: “Entre los que estaban en la tribuna había un socio que va siempre solo y sin saberlo previamente se encontró con familiares suyos. Eran hijo y nieto de Nicolás Carranza. Fue algo lindo y emotivo. Ahí cerró por todos lados la historia porque el club logró vincularse”.

En su investigación, Rodolfo Walsh dice que Nicolás Carranza no era un hombre feliz y que la noche en que lo fusilaron iba desarmado: “Se dejará arrestar sin resistencia. Se dejará matar como un chico, sin un solo movimiento de rebeldía. Pidiendo inútilmente clemencia hasta el balazo final”.

Ahora, esta tarde, los familiares de Carranza reciben la camiseta, ese homenaje del fútbol.Y de un club que no se muere, porque aprendió a volver de la muerte. 

img-20180221-083603.png?itok=L2Z0xj7a

https://www.pagina12.com.ar/98808-central-ballester-el-club-que-reivindica-la-memoria

El hace 6 horas, KokoKevin dijo:

Esta nota pensé en postearla en la historia de @triver pero me pareció invasivo :nuse: 

 

Historia

Central Ballester, el club que reivindica la memoria

Una institución tan postergada como comprometida homenajea a los asesinados y sobrevivientes de los fusilamientos en José León Suárez que Rodolfo Walsh eternizó en Operación Masacre, abraza la causa de las Madres de Plaza de Mayo y se planta por la igualdad de género.

Por Marcelo Rodríguez

img-20160928-wa0007.png?itok=0jvE66cc

El partido se juega casi 60 años después. Exactamente un día antes de un aniversario redondo de aquella noche bestial. Es 8 de junio de 2016 y el hombre ya se tomó un avión desde Estados Unidos, donde vive, para ver un encuentro de la última fecha del campeonato de la D; un partido anodino, perdido entre la hojarasca de estadística inútil, porque en esta tarde de miércoles no se define nada. Central Ballester, que va a ganar 2 a 0, termina decimotercero en la temporada y Juventud Unida, el visitante, finaliza quinto. Pero el hombre que está ahí, en la cancha de J.J. Urquiza, hizo por aire alrededor de 5.000 kilómetros porque quiere ver transpirar esa camiseta y porque en el entretiempo será uno de los homenajeados. A ese hombre, Juan Carlos Livraga, le vuelve el alma al cuerpo hoy, en una tribunita, un 8 de junio, justo el día anterior a una fecha marcada en rojo en su calendario: el 9 de junio debería conmemorarse su muerte. 

Cuenta Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre que fue una  asfixiante noche de verano cuando alguien le confesó: “Hay un fusilado que vive”.

El fusilado era Juan Carlos Livraga, que el 9 de junio de 1956 sobrevivió a un pelotón que intentó exterminarlo a él y a un puñado de supuestos militantes peronistas en un basural de José León Suárez. Fue una noche de plomo con muertos y resucitados. Con el tiempo Walsh descubrió que eran siete los hombres que, salpicados de balas, simularon no respirar y finalmente se escaparon amparados por la oscuridad. Livraga será el único de los sobrevivientes que se presentará ante la Justicia. Entonces estaba por cumplir 24 años y era colectivero. Dijo y juró -y es cierto porque así quedó comprobado- que nunca había participado en política ni en actividades gremiales. 

Son las 15:45 del 8 de junio de 2016 y juega Central Ballester, el club nómade que desde hace 23 años no tiene cancha pero necesita reencontrarse con su gente, con su lugar en el mundo: José León Suárez. El club que se quiere reinventar, que volvió de su propia muerte (¿Qué es un club de fútbol sin su propia cancha ni sede?), luce una camiseta con un diseño particular. Debajo del escudo hay un hombre con los brazos abiertos y soldados que le apuntan con fusiles. Los jugadores llevan estampada una imagen que conecta el pasado con el presente. Tal vez, el hito más significativo que ocurrió en un punto olvidado del conurbano bonaerense. Central Ballester es ese club fantasma que grita que está vivo, que pelea, que reclama volver a ser. Por eso vino Livraga para el homenaje. Porque es un acto de justicia.

Central Ballester es el club de la pelea. Pelea, como Livraga, por sobrevivir a la indiferencia de los vecinos, a la falta de ingresos, a jugar en cualquier cancha y en días y horarios marginales, prohibidos para los trabajadores: fuera del mapa de ruta de los grandes partidos, cuando juega de “local” está condenado a hacerlo lunes, martes o miércoles por la tarde. “Yo salgo de trabajar 17:15, soy empleado de un banco en el microcentro. Cuando el partido empieza a las 17, llego para el segundo tiempo”, describe Marcelo Gómez, el vicepresidente. Mientras juega de prestado en la cancha de Colegiales, ubicada en Munro, Central Ballester pelea para inaugurar su propia casa. En junio de este año podría volver a su tierra, su lugar, su pasado. Ahí, en los alrededores del barrio Villa La Carcova, donde la Policía en 2011 también protagonizó una historia de fusilamiento: aquella vez fueron masacrados Franco Almirón, de 16 años, y Mauricio Franco, de 17; y al igual que en 1956 hubo alguien que sobrevivió para dar testimonio. Joaquín Romero, con marcas de balazos en su cuerpo, fue otro de los homenajeados por los dirigentes de Central Ballester.“Nos dio identidad como club identificarnos con cuestiones sociales”, le dice a Enganche Ezequiel Rodríguez, el ideólogo del diseño y las consignas estampadas en la camiseta azul y amarilla. Y suelta una frase como para colgar en vitrinas con trofeos morales: “Nuestra camiseta reivindica a los que murieron en nombre de ideales democráticos y en contra de la violencia institucional”.

Rodríguez mastica cada palabra y reflexiona acerca de los logros de un club sin tentáculos. Cada acción que emprenden les cuesta tanto porque no hacen lobby, no tienen peso en la AFA, tampoco chapa ni un apellido ilustre detrás. “No nos ayuda nadie, nadie”, recalcará Marcelo Gómez. El capital del club no es económico ni deportivo ni político: es social. Central Ballester juega para recuperar la pertenencia, el arraigo. “Queremos que sea un club de la gente y sacar a los chicos de la calle”, proyecta el vicepresidente. Mientras, el equipo compite en la D, donde lo que sigue hacia abajo es el abismo de la desafiliación, ese en el que cayó en la temporada 1988/89. Pero el club que mató a la muerte ahora no pelea abajo, sino arriba. Y se ilusiona (de eso viven: de pensar más allá de lo posible) con ascender. La única vez que lo logró fue en 1995 y la vuelta olímpica se convirtió en un boomerang: en la C no pudo seguir jugando en su pequeña cancha y con el tiempo perdería la propiedad de esas tierras. La nueva parcela de tierra en la que el club pretende reinventarse se encuentra en Sarratea y Camino del Buen Ayre, en José León Suárez. A unas 30 cuadras de donde sobrevivió Livraga.

armado-central-ballester-horizontal.jpg?itok=mfOJeKPt

El video es en la sede de las Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini manda el mensaje, que ahora está publicado en el Facebook oficial de Central Ballester. Bonafini habla de la camiseta. De una camiseta que lleva, también, impreso el símbolo que reivindica a la madre de todas las luchas. A ellos, a los del club de la pelea, les habla la presidenta de las Madres: “Gracias a los compañeros de Central Ballester por poner los pañuelos en la camiseta. Me emocioné mucho, primero porque mi marido era jugador de fútbol, cosa que pocos saben. Y segundo, porque usaron nuestro símbolo en un deporte tan popular. Ayer, cuando me enteré, me emocioné hasta las lágrimas”. Esa camiseta llegó hasta las manos del Papa Francisco.

En los próximos partidos, el club de José León Suárez (su nombre, Ballester, se remonta al lugar de sus orígenes) volverá a manifestarse. Los jugadores de uno de los mejores equipos de la presente temporada de la D saldrán a la cancha con la inscripción “Ni una menos”, el movimiento que reivindica la igualdad de género y condena la violencia contra las mujeres. La política social, además, sirve para financiar los gastos y hacer obras. La camiseta “de los fusilados”, como la llaman, se vende por Internet a 820 pesos y en esta temporada es la suplente. “Lo que pasó fue increíble: ya vendimos, como mínimo, 700 camisetas. Una barbaridad para un equipo de la D”, dice Goméz. En la misma sintonía, Rodríguez, vocal de la Comisión Directiva, cuenta que la demanda desbordó las proyecciones y señala que hasta tuvieron que crear nuevas plataformas de ventas. El fenómeno trascendió el conurbano profundo y se nacionalizó; les encargaron camisetas incluso desde Jujuy. “Hay equipos amateurs que juegan con nuestra camiseta. Es muy emocionante”, dice el creador de una idea que no deja de crecer. 

Los socios que pelean contra el destierro aportan su cuota social. Son 150 los que pagan mensualmente 120 pesos. Difícil que cierren las cuentas con esos números. Los sponsors barriales colaboran con la economía del club, pero tampoco es suficiente. Entonces surgen las ideas. Y las ganas. Y el contagio. Antes de lucir la leyenda “Ni una menos”, los futbolistas serán concientizados sobre la causa de la que participarán por la Dirección de Género de San Martín, a través de una charla. La Legislatura de esa localidad ya sabe del factor social que aporta Central Ballester: la camiseta de los fusilados fue declarada de interés legislativo.

Son las 16.30 del 8 de junio de 2016. Los futbolistas, que en sus espaldas no lucen sus apellidos sino el de los fusilados, se van al vestuario para descansar 15 minutos. El tiempo que durará el homenaje. Por altoparlante se escucha la voz del periodista y escritor Osvaldo Bayer leyendo un pasaje de Operación Masacre. Están los familiares de las víctimas y dos de los sobrevivientes: Livraga y Romero. Y un socio con un apellido que, de pronto, es la síntesis de la búsqueda de identidad de un club: Carranza. El relato de Ezequiel Rodríguez es revivir lo sucedido, es estar en ese momento: “Entre los que estaban en la tribuna había un socio que va siempre solo y sin saberlo previamente se encontró con familiares suyos. Eran hijo y nieto de Nicolás Carranza. Fue algo lindo y emotivo. Ahí cerró por todos lados la historia porque el club logró vincularse”.

En su investigación, Rodolfo Walsh dice que Nicolás Carranza no era un hombre feliz y que la noche en que lo fusilaron iba desarmado: “Se dejará arrestar sin resistencia. Se dejará matar como un chico, sin un solo movimiento de rebeldía. Pidiendo inútilmente clemencia hasta el balazo final”.

Ahora, esta tarde, los familiares de Carranza reciben la camiseta, ese homenaje del fútbol.Y de un club que no se muere, porque aprendió a volver de la muerte. 

img-20180221-083603.png?itok=L2Z0xj7a

https://www.pagina12.com.ar/98808-central-ballester-el-club-que-reivindica-la-memoria

Compartala en la historia no hay ningun problema.

PD: Aunque la remera contra la violencia de la mujer no dice nada sobre contra Ventura

Resultado de imagen para ventura

El hace 36 minutos, triver dijo:

Compartala en la historia no hay ningun problema.

PD: Aunque la remera contra la violencia de la mujer no dice nada sobre contra Ventura

Resultado de imagen para ventura

La violencia contra Ventura no está mal, a los hijos de puta hay que hacerles algo :nuse:

:P 

  • 2 semanas más tarde...

Lo iba a postear en el foro de Racing, pero es de todo el futbol argentino, supongo:

Citar

Mostaza Merlo sufrió un infarto el pasado jueves y le colocaron dos stents. Evolucionó favorablemente, ya se recupera en su domicilio y habló con Esto Es Racing (Radio Cooperativa AM 770).

“Pensé que era una gastritis y terminé en el Sanatorio Los Arcos. Me tuvieron que operar. Sentía un ardor en la zona del esternón y no se me pasaba. Siempre fui una persona sana y un poco me asusté, pero ya está. Estoy bárbaro”, expresó el entrenador.

“Me llegó la fuerza de todo Racing. Sé que me quieren como yo los quiero. Recibí el llamado de Marín, Campagnuolo, Maciel y Chiche Arano, entre otros. Mi agradecimiento eterno para todos y también para los médicos”, aseguró Merlo sobre el afecto que recibió de todo el fútbol argentino.

"Tendré entre 20 y 25 días de reposo y después puedo seguir haciendo vida normal. El médico me pidió que camine. Hago 10 cuadras para un lado y 10 para el otro. Hasta el miércoles pasado había ido al gimnasio", aseguró Mostaza, quien cerró la charla con un contundente mensaje: "Yo también amo a la gente de Racing".

 

NUNCA MÁS. El mensaje de Racing a 42 años del inicio de la última dictadura

58446_club.jpg

A 42 años del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura que sufrió el país, Racing, comprometido con el futuro, se suma a la reflexión colectiva con el objetivo de que nunca más vuelva a haber un genocidio en estas tierras.

Racing no olvida. Porque #NuncaMas es una consigna por la vida y para toda la vida. Y entonces, como integrante de las cientos de instituciones deportivas y no deportivas que forman parte de la sociedad argentina, la Academia se suma a la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. 

Hace 42 años, el 24 de marzo de 1976,  comenzó a dirigir los destinos del país la dictadura cívico-militar comandada por Jorge Rafael Videla. En el marco de un plan genocida, secuestró, torturó, asesinó y desapareció a miles de ciudadanos y de ciudadanas.

El 2 de agosto de 2002, a través de la ley 25.633, el Congreso Nacional sancionó el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia con el objetivo de recordar a todas las víctimas del terrorismo de Estado. A través de su Comisión Directiva, el club adhiere al pedido histórico de enjuiciamiento a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y apuesta por la democracia como único camino para construir una sociedad con la que todos nos sintamos identificados.

 

P.S.: MMLPQTP

  • 2 semanas más tarde...

El encubrimiento de los abusos sexuales en los clubes es lo más grave del fútbol argentino. No se puede creer que estos dirigentes, representantes y allegados sean tan hijos de puta de tapar esto, de creer que los clubes son más importantes que los pibes. Que Cohen Arazi haya hablado en tv de aire de los pibes de All Boys y nadie haya hecho nada. Que Bertoni diga que esto "pasó siempre" como si nada.

No podemos tolerar que haya pelotudos que hagan de esto una pelea estúpida entre clubes. Esto es más importante que el color de una camiseta. Sí, en River hay unos hijos de puta que encubrieron abusos a menores. Que caigan todos los que tengan que caer. Dirigentes, empleados, cuerpo técnico. Ojalá en Boca no haya pasado nada de esto.

Ojo que lo de los abusos sexuales y la pedofilia no es solo del fútbol. Es una red que excede por mucho el fútbol: dio la casualidad que se destapó en las inferiores de Independiente, lo que le dio más visibilidad mediática, pero es algo que bien podría haber saltado en otro ámbito (una escuela, un boliche, etc) y no estaríamos hablando de eso.

O sea, acá el problema no es solamente el ambiente del fútbol: es una sociedad enferma que naturaliza cosas terribles, como si fueran normales y hasta necesarias, porque los pibes son (supuestamente) pobres, o ignorantes, o nenitos, o medio salames. 

Archivado

Este hilo está archivado y por tanto cerrado a incorporar nuevas respuestas.

viendo esta sección 0

  • Ningún usuario registrado viendo esta página.