28 años

Central, lo incluyo aquí al habérseme pasado hacerlo en la relación de defensas, una prueba palpable del escasísimo protagonismo que tuvo durante la temporada. En las contadas oportunidades en que participó, su rendimiento dejó bastante que desear, y pronto pasó a ocupar un lugar en lo más profundo del banquillo. En navidades se le notificó que no se contaba con él y concretó su fichaje para el verano. Desde ese momento, pasó a ser un bulto en los entrenamientos.

29 años

El jamaicano fue utilizado como recurso, siendo más un relevo que un jugador con el que se contase con regularidad. Si bien su rendimiento fue satisfactorio, no fue tan destacado como el año anterior, cuando tuvo un mayor protagonismo, ya fuese jugando junto a Haas, como su sustituto, o como central cuando así se le solicitaba. Continuará en el plantel, pero su importancia será cada vez menor.

26 años

El capitán continúa siendo un jugador insustituible. Tanto por su capacidad de sacrificio, su habilidad para robar balones en posiciones adelantadas, o la pausa y el equilibrio que aporta en el mediocampo, su presencia en el once titular está garantizada siempre que esté en buenas condiciones físicas. Simboliza el espíritu indomable que Oliver Kahn busca imprimir en el KSC como seña de identidad.

20 años

El joven austriaco disfrutó de muchos minutos en la primera vuelta, pero la llegada de Salmeen le restó tiempo de juego en la segunda mitad de temporada. Pese a su juventud, no desentonó, aunque todavía está lejos de convertirse en el jugador decisivo que se espera sea en unos años. Entre sus virtudes, el juego en largo, mientras que necesita mejorar en el aspecto físico, donde todavía es demasiado frágil.

19 años

Llegado una vez comenzada la campaña, no tuvo mucho protagonismo, algo comprensible teniendo en cuenta que es una apuesta de futuro. Sin embargo, a diferencia de otros prospectos que fueron cedidos a otros equipos, el cuerpo técnico decidió mantenerlo, en parte porque entre éstos fue de los que mejores prestaciones ofreció, y en parte por su versatilidad, que le permite jugar tanto en el centro de la defensa como en el centro del campo. Continuará, y su rol dependerá en gran medida de cómo aproveche las oportunidades que se le ofrezcan.

24 años

El turco sigue siendo un jugador por explotar. Su calidad no es cuestionada por los tecnicos, pero la falta de continuidad y de actuaciones verdaderamente destacadas, le han impedido convertirse en un fijo. Su versatilidad - puede jugar en casi todas las posiciones del mediocampo- le facilita la presencia en el plantel, pero a su vez le perjudica no estar especializado en un rol concreto. Continuará en el equipo, pero deberá demostrar algo más este año si quiere tener futuro en el club.

19 años

Empezó gozando de oportunidades, pero pronto se comprobó que aún estaba algo verde para la categoría. El finlandés es otro jugador del que se espera mucho en próximos años, pero de momento, en este tuvo que foguearse cedido en liga Regional, donde jugó a buen nivel. No se descarta que la próxima campaña vuelva a emigrar en busca de minutos, pero de inicio, permanecerá en la plantilla alternando su presencia entre el primer equipo y el sub 23.

28 años

No fue un buen año para el francés, que dilapidó el crédito logrado en la segunda vuelta del pasado año. Su irregularidad y fragilidad física terminaron por sacarlo de las alineaciones, y nunca llegó a mostrar el nivel técnico que posee. Teniendo en cuenta que termina contrato en 2015, se apostará por venderlo, ya que tiene un buen cartel y pueden lograrse jugosos ingresos.

26 años

Sigue manteniendo su velocidad y desborde, lucha como el que más, y es imprevisible, pero esta temporada no ha tenido ese punto de "magia" que lo hizo imparable. En ocasiones se le vio demasiado atolondrado e individualista, y aunque ya no es el jugador más destacado del equipo, sigue manteniendo un rol importante. No habrá sido su mejor año, pero Oliver Kahn sigue confiando en sus capacidades.

21 años

El canterano fue cedido a principio de temporada, y aunque su cesión puede considerarse como satisfactoria, no cuenta de cara al futuro. Su espíritu de lucha es encomiable, pero su capacidad técnica y de progresión está lejos de la de otros jugadores en su mismo puesto, como Schulze o Steinmann. Se le buscará salida, ya sea mediante traspaso o cesión.

24 años

Cedido también a comienzos de temporada a un equipo de la división de honor austriaca, tuvo minutos y no desentonó, pero no parece que pueda tener proyección en el KSC con jugadores tan talentosos como Nacho González o Salmeen con los que comparte posición.Se marchará dejando algún dinero en las arcas del club.

33 años

"El hijo del emir" se ganó el corazón de los aficionados con su juego inteligente y sus decisivos pases. La estrella bahreiní no defraudó las expectativas, y apenas un par de meses después de llegar ya tenía sobre la mesa una oferta de renovación. Su edad no ha sido óbice para que haya mostrado un rendimiento impecable, y todo apunta a que mantendrá ese protagonismo.

32 años

El uruguayo llegó como fichaje estrella de la temporada pero completó una primera vuelta para olvidar. A pesar de no tener motivos, y con infinidad de lesiones cortando su trayectoria, Oliver Kahn apostó por darle confianza y estabilidad. El resultado fue un final de temporada con Nacho González dando muestras de su gran calidad, e incluso completando alguna actuación antológica. Ya adaptado a Alemania, ésta debería ser su temporada, y se le exigirá al máximo una vez demostrado su potencial.

32 años

Gran temporada la del argelino, que con sus goles, mantuvo al equipo lejos de las posiciones de peligro en la primera vuelta. Siempre peligroso cerca del área, también ofreció muy buenas prestaciones en la banda derecha. Es de la total confianza de Oliver Kahn, y aunque con la llegada de Muriel la competencia se ha puesto mucho más dura, seguirá contando con un papel importante. Fue el máximo artillero del club.

24 años

Un jugador criado en casa, que siempre ha contado con el aprecio de los técnicos, pero que este año tuvo un papel muy secundario. Utilizado normalmente como revulsivo, Patrick Dulleck no fue tan decisivo como antaño en los minutos que tuvo, lo que hizo que paulatinamente su presencia en las convocatorias fuese cada vez menor. Finaliza contrato, y con 24 años, ya no se espera que crezca mucho más, con lo que se permitirá su marcha para buscar un relevo de mayor calidad.

26 años

El goleador del ascenso comenzó la temporada con un doblete, lo que apuntaba a que su olfato le permitiría seguir anotando en la 2-Bundesliga. Pero fue perdiendo puntería, y las lesiones no le permitieron tener continuidad, con lo que a final de año su presencia era casi testimonial. Sin embargo, el crédito logrado por los 21 goles del año anterior le permitirá gozar de una nueva oportunidad de demostrar su talento. Tendrá que pelear minutos.

18 años

El "niño bonito" de la cantera tuvo un año dificil. Pasar de juveniles a un nivel profesional tan exigente no era una transición sencilla, de ahí que no dispusiese de tantos minutos como hubiese querido, y en los que tuvo, no destacó especialmente. Para esta campaña deberá empezar a demostrar que puede llevar de cabeza a los defensas de la categoría si espera que su fama en categorías inferiores no comience a sonar a "hype". Aún no se le puede pedir que sea el líder del equipo, pero esta temporada será decisiva para saber hasta qué punto Marton es un verdadero diamante en bruto.

25 años

Firmó su suicidio deportivo el día que trató de echarle un pulso a Oliver Kahn exigiéndole la titularidad. Poco se puede decir de Soriano más allá de que su rendimiento en los amistosos siempre fue bueno, pero no tuvo la paciencia necesaria para esperar a entrar en el equipo en partidos oficiales y planteó un ultimatum que le costó el ostracismo absoluto. Se marcha al Trier, de Liga Regional, donde podrá hacer los goles que tanto ansía.

25 años

Sylvestr comenzó siendo el máximo goleador del equipo, y todo apuntaba a que completaría una temporada de cifras espectaculares. Pero el eslovaco cedido por el Dinamo de Zagreb se plantó en 7 goles, y desde ahí, fue diluyéndose hasta llegar a desaparecer de las convocatorias. En el tramo final, Kahn volvió a darle oportunidades y no rindió mal, pero ya no era el mismo jugador oportunista de los inicios. Su calidad es indiscutible, pero no seguirá en el club. Su futuro está en el Kaiserlautern, que ya ha trasladado una oferta de 350.000€ a su club de orígen para hacerse con sus servicios.

23 años

"El pequeño Ronaldo" se ha convertido en el nuevo ídolo de Wildpark y es el jugador en el que la afición tiene depositadas sus esperanzas de lograr algo grande en un futuro no muy lejano. El romance del colombiano con el gol se inició de inmediato, llegando a anotar 9 goles en apenas media temporada. El KSC tiene en Muriel a un delantero superclase, de cuyo rendimiento dependerá en gran medida lo que haga el club en esta próxima campaña. Llegó, vió y venció.

Supongo que la trama de Weiter Immer weiter habrá enganchado a algunos y espantado a otros, que tal vez la encuentren excesivamente compleja y se pierdan con tantos personajes. Es por eso que he decidido mostrar un resumen visual de lo acontecido hasta ahora, que servirá para solucionar dudas, aclarar ideas, o incluso subirse al carro a aquellos lectores que hayan llegado hasta aquí con la historia muy avanzada. Aún quedan muchas cosas por suceder, pero espero que este gráfico clarifique todo lo narrado hasta el momento.

Editado Julio 2, 201311 años por Mister

Transcurrían ya los últimos días de vacaciones antes de reincorporarse a los entrenos. Oliver kahn había gestionado toda la planificación deportiva desde la distancia, tal y como había hecho el año anterior, dejando que fuese el director deportivo Oliver Kreuzer quien trabajase en la contratación de los nuevos fichajes mientras él disfrutaba de unas semanas de descanso en Mallorca.

En esta ocasión, en vez de alquilar un apartamento, Oliver Kahn había preferido perderse en las cálidas aguas baleares a solas con Svenja. El pequeño Peter se había quedado a cargo de su padre y ellos dos habían pasado unos días increíbles en el lujoso yate que habían alquilado. Por supuesto, Svenja estaba encantada con todas las atenciones recibidas y la decisión de pasar una semana a solas perdidos en el mar le parecía de lo más romántica. Poco podía imaginar que el sentimiento de culpa experimentado por Oliver tras el furtivo encuentro con Verena era el orígen de aquella idílica situación.

Pero, a solas en medio del mar Mediterráneo en un yate, no hay demasiado que hacer más que tomar el sol y hacer el amor. Tras siete días de experimentar tan agradable rutina, comenzaron a sentir la necesidad de volver a tener contacto con el resto del mundo, así que Oliver invitó a pasar el fin de semana a bordo a su hermano Axel y a la mujer de éste, su cuñada. Al menos tendrían alguien que les contase qué había sucedido en el planeta tierra en ese periodo.

Cuando su hermano Axel le informó de que se había encontrado en Mallorca con Kauczinski y su sobrino, Oliver tuvo la excusa perfecta para salir de aquel paraíso que por momentos comenzaba a agobiarlo. Si los primeros días con Svenja, colmarla de atenciones le hacía sentir bien, conforme pasaba el tiempo, se sentía cada vez peor al comprobar como aquella pantomima no lograba que su sensación de culpabilidad desapareciese. A veces incluso había tenido la tentación de confesárselo todo. Pero no.

Así pues, Oliver y Svenja, acompañados de Axel y su esposa, atracaron cerca del puerto deportivo y se dispusieron a pasar la jornada en Mallorca. Oliver ya había puesto a todos sobre aviso de que pasaría parte de la tarde con Kauczinski comentando aspectos de la temporada venidera, y así fue. Su reunión con su segundo versó sobre los fichajes que se habían ido concretando y las incorporaciones que quedaban por cerrar. Al terminar la charla con Marcus, Oliver le pidió permiso para llevar a su sobrino Jonas a la playa.

"Te voy a llevar a una cala que he descubierto con el yate que es preciosa, ya verás. Coge el balón, que tiraremos unos chuts a ver que tal van tus progresos"

Oliver disfrutaba de cada instante en compañía de Jonas como si se tratase de su propio hijo. Con David no había podido tener el contacto suficiente como para inocular en él la pasión por el fútbol, Katerina era una chica, y Peter demasiado pequeño aún. Jonas, sin embargo, pese a no ser nada suyo, le hacía sentir especial, cuando veía como le miraba con adoración, como sonreía ante su sola presencia, y como escuchaba embelesado todas sus historias como jugador. Con ninguno de sus hijos podía compartir todo eso.

Caía la tarde y ambos ni se dieron cuenta del paso del tiempo. Oliver había estado poniendo a prueba la agilidad del chico, lanzándole balones en la arena y en el agua, tal y como su padre hacía con él cuando era niño. Se bañaron juntos y hablaron sobre mil cosas. El colegio, el KSC, sus aspiraciones de jugar en el equipo en el año próximo, y de cómo le había ido entrenando con el equipo femenino. Le alegró ver que Jonas había endurecido un tanto su carácter y se había hecho impermeable a las chanzas de sus compañeros de escuela.

También hablaron de sus padres. De como, absorbidos por su trabajo, apenas pasaban tiempo con él, y lo mucho que su tío Marcus y él mismo significaban en su vida. Oliver no pudo evitar sentir cierta pena por el chico, sabedor de que a esas edades, todo en la vida es confuso, y un adolescente necesita referencias a las que agarrarse. Entonces, decidió abrirle una parte de su corazón que apenas había mostrado a nadie jamás.

Oliver se dirigió a un chiringuito cercano y pidió permiso para tomar prestada una silla. Volvió al borde de la playa, donde habían estado conversando, y la colocó allí, al tiempo que volvía a tomar asiento sobre la arena junto al muchacho.

"Yo tenía 10 años cuando mi padre me trajo a un sitio como este. Colocó una silla como acabo de hacer yo, y me dijo que no volvería a ver a mi mamá. Pero que el hecho de que ella ya no estuviese a mi lado, no significaba que no me quisiese, y que, aunque ya no tendría sus besos y sus caricias, siempre podría hablar con ella y saber que estaba presente.

Para hablar con ella, bastaría con que colocase una silla al borde del mar al atardecer y le contase todo lo que necesitase contarle. Debía imaginar que ella estaría sentada allí, prestando atención a lo que yo le decía, y que al terminar, debía permanecer en silencio y escuchar el murmullo del mar. Debía disfrutar de la belleza del sol al ponerse en el horizonte. Y pensar que aquel era el regalo que me hacía mamá desde el sitio en el que estaba.

De ese modo entendería que nunca iba a estar sólo. Porque las personas que te quieren lo hacen aunque no puedas tenerlas a tu lado, y te lo demuestran con pequeñas cosas. Esas pequeñas cosas insignificantes en las que nunca reparamos, y que pueden darnos la felicidad sólo con que les prestemos la atención necesaria. Puede que no tengas a tus padres contigo la mayor parte del tiempo, pero ellos siempre se preocuparán por tí, aunque no te des cuenta."

El chico se quedó pensativo tras escuchar la parrafada de Oliver. Entendía lo que había querido explicarle, pero ahora otra pregunta retumbaba en su mente.

"Y cuando lo hacías, ¿Donde pensabas que estaba tu mamá? ¿Donde va la gente cuando se muere?"

Oliver no supo muy bien qué contestar. En realidad era algo que él mismo se había preguntado en muchas de aquellas ocasiones en las que habló con una silla al borde de la playa.

"No lo se. Muy lejos, supongo. En algún lugar más allá del arco iris"

http://k002.kiwi6.com/hotlink/3bkox5es7c/official_somewhere_over_the_rainbow_-_israel_iz_kamakawiwoole_www.mp3fiber.com_.mp3

Editado Julio 4, 201311 años por Mister