Mi nombre es Alexandru Cojocaru, nací en el '85, todavía en brazos de una decaída URSS, en la Republica Socialista Soviética de Moldavia, más específicamente en Tiraspol, una ciudad al margen izquierdo del Río Dniester, río que después marcaría nuestra lucha. Cuando tenía 4 años, cayó el muro de Berlin, y poco más de un año después, la URSS cayó también. No me acuerdo nada de ese tiempo, tampoco recuerdo mucho de la guerra civil del '92, pero esa guerra y el sentimiento de nacionalismo de mi pueblo, Transinistria, marcaron mi vida y mi vocación: iba a luchar por el reconocimiento de mi nación, de una manera u otra, pero sin la necesidad de usar la violencia, porque mi única arma será el balón.

Estudié el bachillerato aquí, en Tiraspol, pero no era gran estudiante, lo mío era el fútbol. Jugué una carrera amateur en el FC Cruiz, equipo de la ciudad, mientras trabajaba en cualquier cosa que apareciera, con eso pagaba mi sustento, porque mis padres tampoco podían hacer mucho por mí. Cuando cumplí los 27, en 2013, después de casi 7 años de jugar como titular en este equipo de la Divizia "B" (tercera categoría), decidí colgar las botas y tomar un curso de preparador. Varios meses estuve estudiando duro para conseguir la Licencia Nacional C, que me calificaba para conseguir un trabajo en el fútbol de mi país, en el que solo cuatro equipos tienen estatus de profesional, entre ellos el Sheriff de Tiraspol, equipo de mis sueños, al cual espero llevar muy lejos algún día. Pero hay que centrarse en el presente, llevo ocho meses trabajando como utilero en otro equipo de la ciudad, el Iskra, pero para eso no necesito mi licencia, ¡quiero usarla! Esperé lo suficiente, es hora de salir a demostrar que estoy hecho de sangre del lado izquierdo del Dniester, aunque mi apellido muestre lo contrario. Todo por el último bastión de la hoz y el martillo. 

Contacté con varios mánagers de la Divizia Naţională, primera categoría de Moldavia, a ver si necesitaban un mánager para las reservas o el equipo juvenil, pero no había nada. Entonces hice mi primera gran inversión: conseguí una copia de todas y cada una de las páginas de clasificados a ver si algo decía de fútbol, y encontré tres opciones que serían un reto para mí. Tres equipos de la segunda categoría de Moldavia que esta temporada debían luchar muy duro para mantener la categoría: el CF Intersport Aroma, el Codru Călăraşi y el CF Gagauzia. El segundo lo descarté después de ir a Călăraşi a ver el equipo, porque lo organizó un maniático, ¡29 de los 30 jugadores eran ucranianos! Se pueden tener preferencias hacia cierta nacionalidad, pero tener una plantilla compuesta en un 97% de extranjeros en una liga donde solo se permiten inscribir 5 es una completa locura. Ya solo tendría dos opciones con presupuestos muy pequeños pero con una plantilla balanceada, ambos allá afuera, en la hostilidad de Moldavia. 

Después de hacer cortas visitas a los entrenamientos, me presenté a los presidentes de ambos equipos, Veaceslav Dragan e Ilurie Chiseliov, y programamos entrevistas de trabajo para el día de mañana, que será 5 de junio de 2015, día en el que empezará mi proyecto de hacer que el mundo vea mi nación, ya que en lo político no ha sido posible, tendrá que ser a través del fútbol.

 

Especificaciones de la partida

Ligas cargadas: Moldavia - 2 divisiones, Rumania - 2 divisiones, Ucrania - 2 divisiones, Bulgaria - 2 divisiones

Base de datos: Mediana

Versión del juego: 16.2.0

Opciones avanzadas: Añadir jugadores a equipos jugables, no permitir el uso del editor interno,

Actualizaciones de la partida: Por temporada

 

Trayectoria

Temporada 2015/16 - CF Gagauzia - Divizia "A" - 8° puesto - Cupa Moldovei -eliminados en primera ronda 

Temporada 2016/17 - Dinamo-Auto Tiraspol - Divizia "A" - 1er puesto - Cupa Moldovei -eliminados en tercera ronda

Temporada 2017/18 - Dinamo-Auto Tiraspol - Divizia Nazionala - 7° puesto - Cupa Moldovei -eliminados en semifinales

Temporada 2018/19 - Dinamo-Auto Tiraspol - Divizia Nazionala - 7° puesto - Cupa Moldovei -subcampeones

Temporada 2019/20 - Dinamo-Auto Tiraspol/ Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -subcampeones

Temporada 2020/21 - Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -Campeones - UEFA Champions League - 4° puesto en Fase de Grupos, victoria ante el Atlético de Madrid.

Temporada 2021/22 - Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -Campeones - UEFA Champions League - 4° puesto en Fase de Grupos

Temporada 2022/23 - Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -Campeones - UEFA Champions League - Eliminados en el Playoff de Campeones - UEFA Europa League - 4° puesto en Fase de Grupos

Temporada 2023/24 - Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -Campeones - UEFA Champions League - 4° puesto en Fase de Grupos

Temporada 2023/24 - Sheriff Tiraspol - Divizia Nazionala - Campeones - Cupa Moldovei -Campeones - UEFA Champions League - 4° puesto en Fase de Grupos

Como ya he dicho, aquí me presento en esta nueva MLB, difícil destino esta Moldavia, habrá que currar bastante para hacerse un nombre. A ver cual es el equipo elegido por Cojocaru para comenzar su carrera como manager, que esperemos que sea lo mas prolífica posible. 

Un saludo compañero, mucha suerte en tus nuevas andaduras Moldavas! 

Gran reto. Mucha suerte y sobretodo paciencia, no va a ser facil. Tengo ganas de ver a tu nacion hacerse un hueco entre los grandes. 

Tenemos una nueva MLB en Moldavia, aunque en este caso (a diferencia de la historia de nuestro compañero @pheenix41), nos pasamos al bando contrario, siendo nuestro equipo de los sueños el Sheriff (de la región de Transnitria no? la zona rebelde). 

Veremos que equipo se decanta por nuestro personaje.

Saludos y suerte 

Linda aventura, esperamos con ansias ver cual será el primer equipo de Cojocaru.

Que bueno que abandonaron un poco las tierras escandinavas o del Reino Unido y se fueron para el este de Europa... Te ganaste un seguidor en tu experiencia en Moldavia

Saludos!

5/6/2015

Hoy tuve un largo viaje, bueno largo en cuanto a tiempo porque aunque aquí las distancias son mínimas, pero las carreteras están a años luz de los países de Europa Occidental. Salí temprano de Tiraspol, mi ciudad natal, rumbo al pueblo de Cobusca Nouă, Distrito de Anenii Noi. 42 km me separaban de ese primer destino y de mi primera entrevista. Tuve algunas complicaciones con mi veteranísimo Lada Niva modelo 1977, que de milagro todavía camina, pero llegué justo a tiempo para encontrar unas instalaciones muy precarias, un estadio sin gradas y un tipo como de unos cuarenta o cincuenta años, con su típica cara de ruso y con un pelo que ya se le estaba cayendo del todo, que decía llamarse Ilurie Chiseliov y ser el presidente de ese equipo, el CF Intersport Aroma. Me dijo que me estaba esperando, porque no había muchas opciones disponibles. Tuvimos una conversación cordial, hablamos de la falta de recursos del club, el bajo presupuesto para sueldos y las bajas expectativas de evitar el descenso. Me ofreció un contrato inmediatamente, pero le dije que debía esperar un tiempo para tomar la decisión. 

La ruta que tomé para este viaje

Tomé mis cosas y salí inmediatamente hacia Comrat, capital de la Unidad Territorial Autónoma de Gagauzia, una región no tan rebelde como la nuestra pero que era especial en su manera, es habitada por una población turca muy especial. Tenía esperanzas de ver algo mejor que en el anterior club que visité, pero sabía que no iba a haber mucha diferencia. Después de unas dos horas y media de viaje, llegué a mi destino. Efectivamente, el CF Găgăuzia no era muy diferente al Intersport Aroma, pero me daba la sensación de que este era el lugar donde empezaría a forjar mi carrera. El complejo deportivo, por así llamarlo, no era más que una cancha sintética y unas gradas que habían sido vandalizadas hacía ya un tiempo, además de unas estrechas oficinas. Allí entré, y encontré un moldavo con poco pelo, se presentó como Veaceslav Dragan, presidente del equipo representativo de la comunidad turca de Gagauzia, conversamos por un rato y después me invitó a que habláramos sobre trabajo.

Veaceslav: ¿Por qué has mostrado interés en otros trabajos, además de este?

Alexandru:Es importante tener diferentes opciones.

V: Tenemos una economía muy frágil, y necesitamos que nos ayudes a manejar la situación al trabajar con recursos limitados. ¿Estarías dispuesto a trabajar de esta manera?

A: Será un desafío, pero estoy dispuesto.

V: ¿Tienes alguna filosofía sobre la cual quieres que se valore tu trabajo?

A: Para nada, estoy contento trabajando sin ataduras.

V: Las expectativas para la temporada son de evitar el descenso, ¿Piensas que es justo?

A: Para empezar, sí, me parece justo evitar el descenso, lo cual no quita que luego se puedan incrementar las expectativas.

V: ¿Qué te parece un presupuesto de sueldos de 12,000 euros?

A: Vamos, hombre. Creo que el equipo necesita mejoras y con 12,000 euros no sería suficiente.

V: Bueno, eso ya lo revisaré. Si esperas un par de horas aquí en la ciudad, te podría ofrecer el contrato hoy mismo.

A: Vale, excelente, tengo una oferta pendiente en el Intersport Aroma, pero puedo rechazarla si las condiciones son mejores aquí.

Esperé un tiempo, visité algunos sitios de la ciudad, almorcé y volví a las instalaciones. Allí me esperaba un contrato, no era tan bueno como el del Intersport, pero aquí me siento más bienvenido entre turcos, porque muchos moldavos tienen aversión hacia nosotros, los marginados de Transinistria solamente porque luchamos por lo nuestro. El contrato estipulaba que ganaría 9,000 euros anuales y finalizaría el 30 de junio del próximo año. Voy a ir por unos días de vuelta a Tiraspol a despedirme y regresaré a llevar este equipo, al que la prensa le da el último puesto, a lo más alto.

CF Găgăuzia

El CF Găgăuzia es un club de fútbol moldavo de la ciudad de Comrat, Gagauzia, y fundado en 1992 como Bugeac Comrat. El equipo disputa sus partidos como local en el Stadionul Comrat y juega en la Divizia A. El club fue el primer campeón de la Copa de Moldavia en 1992, el único título que ha ganado en su historia.

El club fue fundado en 1992 como Bugeac Comrat y participó en la Divizia Naţională de 1992, la primera edición de la primera división moldava tras la disolución de la Unión Soviética y la creación del campeonato nacional moldavo. Disputó cinco temporadas hasta que en 1996 descendió a segunda división. 

El gran éxito del club fue proclamarse campeón de la primera edición de la Copa de Moldavia en 1992, cuando goleó al Tiligul-Tiras Tiraspol 5-0 en la final. En 1996 se fundó el equipo de la Universidad de Comrat y compró el lugar del Bugeac en la Divizia „A”. En 2007, el equipo cambió su nombre a USC Găgăuzia Comrat y en 2009 CF Găgăuzia.

 

Comrat

 

Comrat  es una localidad de Moldavia, capital de la región autónoma de Gagauzia. Se encuentra a una altitud de 52 m sobre el nivel del mar y tiene una población de 20251 habitantes. El nombre es de origen turco.  

El territorio de Comrat comenzó a ser poblado en torno al año 1789 y recibió privilegios de ciudad en 1957. Cuando la ciudad formaba parte de la República Socialista Soviética de Moldavia la industria de Comrat se concentraba en la producción de mantequilla, vino y alfombras, ornamentadas con motivos moldavos. La Universidad Estatal de Comrat fue inaugurada en el año 2002.

Comrat forma parte de la zona vitivinícola del sur de Moldavia. Es conocida por la producción de vinos rojos ymoscateles. En los suburbios y la periferia de la ciudad hay diez fábricas de vino.

La producción de alimentos es la principal industria de la ciudad, con fábricas de envasado y procesado, la ya mencionada producción de vino y una fábrica de procesado de aceite (la única de Moldavia).

Entre otras industrias se encuentran una fábrica siderúrgica y de cemento, fábricas de electrodomésticos, carpinterías, producción de plástico para ventanas y puertas, carnicerías y empresas de transporte.

 

Mensajes de la afición

 

AlberCortes8:

Muchas gracias por el apoyo incondicional, no importa donde viajemos, estás allí apoyando. La verdad es que no será fácil labrarnos un nombre en el mundo del fútbol empezando en un país como el nuestro. Cojocaru, como todo transinistrio, está dispuesto a pelear por lo suyo y hacer que su carrera dé frutos.

 

Drsska:

Muchas gracias hermano, de verdad es un gran reto tratar de sacar un país así adelante, pero paso a paso podremos lograrlo. Esperar es clave porque el camino va a ser muy duro, pero dará frutos. Yo tambien tengo muchas ganas de ver a Moldavia entre los grandes, pero más en hacer que el nombre de Transinistria empiece a rondar.

 

juanfra: 

Bueno, la verdad es que hasta que lo mencionaste no me había dado cuenta de que había ya otra MLB en Moldavia (no tengo mucho tiempo libre entonces no suelo leer temas muy largos), y está escrita por un traidor, que nos odia porque luchamos por lo nuestro. Ahora la estuve leyendo y me ha parecido algo como un objetivo, solo que nos vamos al otro lado del Dniéster a cumplir nuestro sueño. Muchas gracias por pasarte por aquí.

 

Abdirec: 

Que bueno que te pasas por aquí, muchas gracias por el apoyo.

 

rodrigo363:

La diversidad es muy importante, y creo que es algo que falta, porque muchas de las historias son en lugares parecidos. Nos vamos para el este, donde hay costumbres diferentes, pero sigue siendo el balón el que nos une. Muchas gracias por tu apoyo.

 

Temporada 2015-16

Al llegar a mi nuevo equipo, en la región de Gagauzia,  tuve que empezar a trabajar inmediatamente de la mano de mi presidente para formar un cuerpo técnico competente, sólo tenía mi segundo entrenador y el jefe de desarrollo de juveniles. Veaceslav y yo trabajamos muy duro, pegando anuncios en toda la ciudad y pueblos vecinos, necesitábamos un fisio jefe y un ojeador jefe al menos, además de algún preparador de cualquier tipo, le dejé la decisión a mi presidente sobre si quería contratar un director deportivo, que nos vendría muy bien. Pasamos dos días pegando anuncios y otro par de semanas esperando una respuesta, pero sólo llegaban llamadas en broma o llamadas de tipos que decían saber mucho de fútbol por haber jugado al FM. Pasó el tiempo y contactó un entrenador de porteros que acababa de comprar su licencia en eBay, un fisio que como mucho sabía donde quedaban los tobillos, y un ojeador que fue jugador profesional... de hockey; todos fueron contratados inmediatamente. Ya con el cuerpo técnico formado, pasé mi atención a los jugadores, un area un poco mejor del equipo: los jugadores. Lo que me encontré no era muy caótico, afortunadamente, aunque se necesitaban algunas incorporaciones que dieran profundidad y si se encontraba algo de calidad, para mejorar la plantilla. Tuve que luchar mucho para que mi ojeador dejara de enviarme informes de jugadores de hockey canadienses, pero al fin empezó a buscar jugadores de fútbol en Moldavia. 

No me voy a quejar mucho de lo que trabajó mi ojeador, pero su falta de experiencia me dejó con muy pocas opciones, pero aún así reforzamos un poco la plantilla: llegaron ocho jugadores, aunque tres de ellos apenas llegaron, mostraron tener un nivel demasiado bajo para el equipo. De los otros cinco, el que destacó fue Andrei Prepeliţă, un lateral derecho que no es muy técnico, pero que mental y físicamente mostró mucho, y fue clave para el equipo, llegó después de estar un año sin equipo. Las otras cuatro incorporaciones también me gustaron, tres jugadores de 17 años, dos en calidad de cedidos ayudaron a dar juventud al equipo. En las bajas, no hubo ninguna, la plantilla era demasiado corta como para dejar ir a alguien.

La pretemporada fue dura para los jugadores

Cuando cerramos la plantilla, me encerré en el baño a buscar una formación que le viniera bien al equipo, y después de dos horas salí con un 4-2-3-1 en el tablero, con ideas de juego defensivo y directo, con poca presión. Los amistosos de pretemporada serían una primera mirada a esta táctica, y empezamos muy bien, ganando con autoridad a rivales inferiores, hasta que jugamos contra el FC Cahul, equipo recién descendido a la Divizia "B", contra quienes perdimos 3-1, de ahí siguieron empates y derrotas contra equipos inferiores.

Tras la pretemporada, empezó la temporada regular y con ella el desafío de mantener la categoría. La táctica empezó pareciendo que funcionaba, pero después de unos pocos partidos, incluyendo una derrota en la primera ronda de copa contra el Eicomena, equipo que ni tiene división, tomé la decisión de cambiar la mentalidad a algo más suicida, parecido al planteamiento del Rayo de Paco Jémez. En el aspecto futbolístico de la vida, soy una persona pragmática, valoro la situación y me adapto a ella, lo que importa es si es práctico, no si sigue tu filosofía; entonces no tuve ningún problema en pasar de un estilo defensivo a uno ofensivo en poco tiempo. Los resultados volvieron a tomar nuestro lado por un tiempo, dándonos dos empates contra equipos fuertes, después una dura derrota por 4-0 contra el Sheriff-2, después dos victorias por goleada contra Codru y Fortuna, lo que muestra que es un todo o nada. La primera vuelta terminó con otras dos derrotas y una victoria contra la filial del Zimbru, después de 13 partidos estábamos tranquilos con 18 puntos, a 8 del descenso. 

Los primeros tres partidos de la segunda vuelta fueron programados para noviembre y el resto para después de la pausa invernal. Los tres partidos de noviembre fueron una victoria, una derrota y un empate. Me fui con dudas sobre mi planteamiento y en los días de ocio de esos tres meses sin partidos, me la pasé pensando en qué podría hacer para que mejorara el rendimiento, pero poco se me ocurrió. Llegó el mercado de febrero y el director deportivo que finalmente contrató Veaceslav trajo tres jugadores cedidos de diferentes equipos, un central, un lateral derecho y un mediocampista central. Además, en esas fechas se celebró la llegada de nuevos juveniles al club, dos de los cuales los ví con buena pinta y los mandé a entrenar con el primer equipo, donde jugaron varios partidos. 

En cuanto al fútbol, esos últimos 10 partidos fueron muy malos, perdimos la mitad, incluso sufrimos una goleada contra el Fortuna, que nos pagó con la misma moneda. Otros dos partidos acabaron en empate, pero de igual manera sin convencer, y tres victorias que nos salvaron el pellejo en lo que parecía una tabla muy pareja en la que cualquiera podía descender. Todas estas victorias fueron por un gol, destaca el partido contra la filial del sheriff, que acabó 1-0 a nuestro favor con 16 tiros de ellos contra 4 nuestros, todos los partidos eran así, nos volvimos a meter atrás buscando sacar algo, pero no logramos nada y nos salvó una decente primera vuelta.

Acabamos con 34 puntos, a 11 del descenso, pero en algún momento llegamos a estar a 6, y esas tres victorias de 10 nos salvaron la categoría. Es interesante ver descender a los dos equipos a los que pensé en irme, el Codru, último con su plantilla de la liga ucraniana y el Intersport Aroma, equipo al cual estuve a punto de irme.

En cuanto a mi futuro, hice a la directiva esperar hasta final de temporada para negociar el contrato porque la buena campaña de mi equipo, al cual la prensa lo daba como último, hizo que mi nombre sonara en el banquillo del Dinamo-Auto Tiraspol, equipo de mi ciudad y de mi Transinistria, sería muy bonito volver.

5/6/2016

Apenas acabada la temporada en Comrat, Gagauzia, después de llevar a ese equipo de mochos a la cómoda salvación y a un impresionante octavo puesto, mi nombre empezó a sonar en el banquillo del Dinamo-Auto Cioburciu, un equipo de Ternovka, un suburbio, por así decirlo de Tiraspol, capital de Transinistria. El equipo hizo una campaña pésima en la Divizia Naţională, acabando en noveno puesto, de 10, lo que implicaba el descenso. Durante esa temporada, el equipo contrató nada menos que 3 mánagers, pero ninguno dio resultados. No estaba muy claro por qué yo era el favorito, seguramente había entrenadores con más trayectoria, más experiencia que yo, pero lo que está claro era que mi contrato con el Gagauzia acababa el 30 de julio y la prensa ya estaba hablando de mi potencial. Algo que pudo haber sumado a mi favor es el hecho de que soy ferviente nacionalista transnistrio.

En fin, dado el amor por mi tierra y el hecho de que mi contrato iba a acabar pronto, decidí pedir el trabajo, retrasé hasta final de temporada las negociaciones con Veaceslav por mi renovación y esperé. Ya había perdido la esperanza y me había resignado a continuar otro año en la zona del descenso con un equipo de turcos que no saben ni patear el balón, cuando Gabriel Ionas, presidente del club se me aproximó mientras disfrutaba de unas cortas vacaciones con mi familia en Tiraspol y me dijo que nos encontráramos al otro día para hacer la entrevista.

 

Al otro día fui hasta Ternovka, y me encontré con un estadio hecho y derecho, pequeño eso sí, pero con cancha de pasto y gradas en un buen estado, no como en Comrat. Ionas y yo tuvimos una conversación muy agradable que me hizo sentir que ya era parte del club, aunque mencionó mi falta de experiencia. Hablamos además de que debía hacer un papel mucho mejor que el de los anteriores entrenadores, lo cual no será muy difícil con un presupuesto de fichajes astronómico. Como ya dije, cuando salí me sentí parte del club y preparé la carta de renuncia de mi trabajo actual. Hablé sobre la situación con el presidente y, aunque se sintió un poco decepcionado, lo comprendió completamente y me dijo que me recordarían de una manera muy grata. Seis días me quedé en Comrat hasta que llegó la oferta oferta formal, un contrato de 11,500 euros por un año, las expectativas serían discutidas al comienzo de la pretemporada y en materia de fichajes, y sueldos, se me permitiría fichar por hasta 600,000 euros y tener una ficha 10 veces mayor que la actual. Sin pensarlo dos veces, estampé mi firma, presenté mi dimisión, devolví el cuarto que había alquilado y salí en mi Lada hacia un nuevo horizonte.