Empezó bien la andadura por los banquillos de Cojocaru, objetivo conseguido con el Gagauzia, quedamos en un puesto cómodo de la clasificación quedando 11 puntos por encima de ese fatídico puesto de descenso, estuvo bien. Pero se ve que en esta liga el parón invernal y luego jugar esos 10 partido como que nos mato un poco ¿no? Costo recobrar el nivel en la 2ª vuelta y menos mal que hicimos esa 1ª vuelta, que termino siendo nuestra salvación.

Y bueno, termina la temporada y vemos ese trabajo perfectamente adaptado para Cojocaru, un sitio en el cual se va a sentir como en casa y va a hacer todo lo posible y mas para que el equipo triunfe, pues había que intentarlo. Y menos mal que lo hicimos, el Dinamo-Auto ya tiene un nuevo entrenador, con el cual esperemos conseguir el ansiado ascenso, Mucha suerte para esta nueva temporada mister!

¿Que tal ves el nivel del equipo para esta nueva temporada? ¿Y con respecto a los equipos de la división? Sin duda que este es un pais el cual se nota bastante el cambio de división y el Dinamo-Auto lo noto.

Un saludo compañero! 

Mensajes de la afición

AlberCortes8: definitivamente, Cojocaru tuvo un buen comienzo en su carrera, no defraudó, 11 puntos muy importantes en su carrera,que salvaron al equipo y le empezaron a dar un nombre a nuestro personaje dentro del fútbol moldavo. El parón invernal es como empezar una temporada de nuevo, te puede ir mejor o peor, y está un poco a la suerte; como dices, esa primera vuelta nos ayudó mucho.

Un nuevo equipo, de vuelta a nuestra tierra y sin intenciones de irse a menos de que se presente la oportunidad en el Sheriff, un buen equipo que no tuvo suerte en primera, pero con su nuevo entrenador intentará arrasar con la segunda división, y como verás a continuación, lo logrará. Hay un salto de calidad muy grande entre ambas ligas, y un equipo como el nuestro no la tendrá muy difícil ascender de nuevo, pero la permanencia en la Divizia Nazionala sera otro cuento. 

 

 

 

Temporada 2016- 17

 

Después de una sólida temporada con el CF Gagauzia, tomé el mando de este recién descendido equipo de mi tierra, el Dinamo- Auto. Gabriel Ionas, el presidente, fue un poco pesimista y me pidió solamente que el equipo acabara en la parte alta. pero después de estudiar la plantilla a grandes rasgos, me dí cuenta de que el equipo claramente podía ascender sin ningún problema, además de llegar a cuartos de copa. Al llegar, el único empleado que traje de mi anterior club (más bien el único que quiso venir) fue el director deportivo, Vladimir Dragovozov, exjugador del Zimbru, Viitorul, Dacia y del Dinamo- Auto. 

Al analizar la plantilla más detenidamente, me dí cuenta de que nada menos que cinco jugadores titulares habían pedido que se les transfiriese, ya que estaban descontentos por el descenso el club, ¡malditos mercenarios! Además de eso la plantilla era muy pequeña, eso significaba que, una vez se concretasen las llegadas de los nuevos empleados, se haría una incursión bastante importante en el mercado de fichajes. Gracias a los anuncios que se publicaron en diferentes periódicos del país, fueron contratados dos ojeadores y dos fisios, ya que no había nadie en ninguna de esas dos áreas tan importantes. Ya con ojeadores, entre mi director deportivo y yo empezamos a mirar informes y hacer ofertas, aunque tal vez fui yo quien trabajó más haciendo ofertas y concretando acuerdos, entrometiéndome así en el trabajo de Vladimir, pero todo sea por el bien del equipo. Se concretaron en total 31 movimientos, 13 en salida y 17 llegando. En las salidas se puede destacar que se fueron 3 de los cinco jugadores descontentos, todos a equipos de primera. Con las llegadas casi se puede hacer una convocatoria completa, todos llegaron al primer equipo, que acabó de un tamaño muy decente, con 26 jugadores.

La pretemporada me dio incluso más ilusión de la que tenía, empate a 0 con el Viitorul, dos victorias aplastantes contra equipos de zona baja de primera división, una victoria 4-2 contra el filial del Sheriff, y empate a dos contra el filial del Dacia. Esta vez la táctica me fluyó un poco más: un 4-3-3 abierto, fútbol ofensivo y fluído, con mucha presión y con la intención de salir siempre tocando. La táctica se basa en la superioridad del conjunto y en una solidez del mediocampo, ayudada con la salida de los laterales. 

En la temporada regular, se empezó de manera excelente, en copa se avanzaron dos rondas ante equipos de tercera división, antes de caer ante el Viitorul 3-0 en la tercera ronda, un partido más disputado de lo que pareció, aunque ellos fueron superiores y merecieron ganar. En la primera vuelta de la liga simplemente estuvimos intratables, de un nivel superior. Empatamos tan solo 3 partidos, y tan solo encajamos 4 goles, lo que demuestra que no pertenecemos a esta división, el equipo solo necesitaba un empujón correcto y ya está. Tras los primeros 13 partidos, estábamos tranquilamente en primer puesto con 33 puntos, 8 por encima del segundo, mientras el pobre Gagauzia estaba en el puesto 13, con pocas esperanzas de supervivencia. Disputamos tres partidos más, un 6-0 contra el Abus Ungheni y otras dos victorias antes de irnos al parón de invierno, que el año pasado nos había dado duro.

Y este año no fue muy diferente, en los 10 partidos que faltaban, encajamos 8 goles, tres más de los que habíamos encajado en los 16 partidos anteriores, incluso perdimos un partido, el único. Fue contra el filial del Dacia en un partido en el que fuimos el mejor equipo, pero no la metimos, y ellos sí lo hicieron a través de una pelota parada. Aunque fue decepcionante no tener la temporada invicta, en ese momento el campeonato ya estaba ganado faltando 6 fechas, entonces no tuvo consecuencia alguna. Ya en las últimas fechas, el equipo jugó de manera increíble contra mi ex equipo, el Gagauzia, logrando otra abultada victoria, esta vez por 7-0. Cerramos el telón con otras dos victorias contra el Intersport Sănătăuca y contra el FC Cahul-2. 

Terminamos de lejos en el primer puesto, con 65 puntos, 18 por encima del segundo, el Sfîntul Gheorghe, que nos acompañará el próximo año en primera división. Fuimos el segundo equipo más goleador con 57 goles (el primero el Sfîntul Gheorghe con 60) y de lejos el menos goleado. con 13 encajados, más de la mitad de los encajados por el segundo. Por lo visto se acabó la corta pesadilla del Dinamo- Auto y se regresará a la Divizia Naţională el proximo año. El Gagauzia estuvo muy pobre este año, y acabó último, es triste ver al equipo representativo de esa linda tierra que es Gagauzia descender tras un mal manejo de la plantilla.

En cuanto a mi futuro, renové con el Dinamo Auto aunque ya se me estaba relacionando con equipos de primera. Tengo pensado quedarme en Transnistria hasta conseguir un título, ya sea con el Sheriff o con el Dinamo- Auto. No me iré hasta no dejar en alto el fútbol de mi tierra.

 

El En 2/9/2016 at 22:29, Bermur dijo:

Todo por el último bastión de la hoz y el martillo

El escudo (quise decir tu firma) y esta frase me engancharon a la historia del moldavo

Aquí estoy para ver si con el impulso re-ascenso salimos disparados hacia la cima cual cohete salido de Baikonur

Mensajes de la afición

KokoKevin: Muchas gracias por pasarte por aquí. Parece que, como a mí, te atrae un poco todo el tema soviético. Como verás, el impulso es más como de un cohete impulsado con el motor de un Lada, pero al fin y al cabo es un cohete y algún día nos llevará a la cima, lo se. 

 

 

 

Temporada 2017- 18

Tras una gran primera temporada con el Dinamo- Auto en la Divizia "A", era hora de pelear de nuevo con los grandes, el salto de calidad entre una división y otra es grande, entonces las predicciones no eran favorables con nosotros. La temporada anterior logramos ascender fácilmente, solo perdiendo 1 partido, eso me daba confianza para hacer mi debut en la Divizia Nazionala y empezar con el pie derecho.

En la pretemporada se hizo más bien poco, sentía que con lo que tenía iba a poder sobrevivir. La verdad es que no estaba feliz de haber hecho un total de 17 fichajes la temporada pasada, entonces preferí ser un poco más conservador esta vez, conservando mi política de austeridad a pesar de tener un amplio presupuesto. Solo se fueron 6 jugadores y llegaron otros 6 para mantener el balance. De los jugadores que llegaron, tres entraron en el primer equipo. Estos fueron Anatoli Chirinciuc, Alexandru Maxim e Ion Prodan; además Olexandr Kucherenko dejó el equipo después de tan solo tres meses al pedir minutos que yo no le podía dar. De las salidas, las más importantes fueron Anatoli Boestean, Alexandru Scripcenco, Alexandru Zveaghintev y Vadim Clipca, todos libres y descontentos; los últimos dos acabaron retirándose tempranamente al no recibir interés de ningún equipo, ¡idiotas!

Afortunadamente, no hubo cambios en el cuerpo técnico y quedamos los mismos a cargo del equipo. Gracias a esto, no todo el trabajo recayó en mis hombros y pude concentrarme en mi tarea: poner a los muchachos jugar al fútbol. Para esto organicé cinco amistosos contra equipos de Ucrania, Bosnia, Rumania y otro par de equipos locales. La verdad es que después de la pretemporada me sentí inseguro, ya que no era la manera en que creía que se iba a dar, entonces dejé a un lado la táctica que tanto me había servido en la temporada anterior y me puse a experimentar, pero ya era muy tarde, la temporada regular se nos vino encima.

La temporada regular empezó y el equipo no tenía una identidad táctica, como lo tuvo la temporada anterior. Empecé buscando seguridad atrás y empezamos bien con cuatro puntos en los primeros tres partidos, incluída una apretadísima derrota contra el Sheriff resuelta en el minuto 93 por un tiro de esquina. Siguieron dos derrotas y una increíble racha de 5 partidos sin perder, en los que sacamos 9 puntos. Así, acabamos la primera vuelta con 12 puntos, muy cerca ya de la meta de 20 puntos de la salvación. Sin embargo, no me gustaba como jugaba el equipo, simplemente no se sentía bien, y después de dos derrotas contra el Zaria y el Sheriff, regresé a los inicios.

Mi vocación es poner a los muchachos a atacar, no hay que ganar, hay que mostrar de que se está hecho, si perdemos es porque simplemente son mejores que nosotros. El regreso a táctica de la temporada anterior no hizo mucho cambio, ya que durante la segunda vuelta sacamos once puntos, aunque me sentí mejor, al atacar con un equipo humilde, incluso me gané el apodo de "El Paco Jémez moldavo" entre la prensa. Ganamos 3, empatamos 2 y perdimos 4, incluso así ya estábamos en una posición muy cómoda, con un total de 23 puntos.

¡Y afortunadamente nos fue mejor en las primeras dos vueltas! Después de arrancar la última y sacar 5 puntos en 3 partidos, perdimos cuatro partidos consecutivos, aunque creo que puedo culpar al calendario (jugamos contra los cuatro primeros en la tabla), siempre es muy duro no ver ni siquiera un empate en cuatro partidos. Acabamos la temporada con un magnífico 5-0 ante el Sfîntul Gheorghe y un 2-2 contra el Speranta Nisporeni, colero de la tabla.

Terminamos septimos, en el lugar que la prensa nos había dado, con 32 puntos en 27 partidos. La verdad es que no me siento mal con la posición, aunque espero ir dando un salto de calidad gradualmente en el futuro. Pero esta temporada lo más importante no fue la liga, ¡llegamos a semifinal de copa! El primer partido fue una victoria dudosa contra el Codru Jr, un equipo sin categoría, en tiempo extra, pero siguió una magnífica victoria 3-2 ante el Zimbru también en tiempo extra y otra victoria 3-1 contra el Zaria. Nos habíamos convertido en el matagigantes de la copa, pero luego nos llegó un balde de realidad al perder en la semifinal 1-0 en un horrendo partido contra los eventuales ganadores, el Dacia.

Me quedo en el Dinamo- Auto, firmé nuevo contrato por un año más. La directiva aceptó mejorar las instalaciones de entrenamiento y juveniles para empezar un proyecto con jugadores jóvenes, así que estoy muy feliz. Como ya dije, no me iré hasta no conseguir algo con este equipo o hasta que se me ofrezca un puesto en el Sheriff, no pienso irme de la ciudad, aunque ya me hayan ofrecido entrevistas varios equipos de primera.

Terminadas las vacaciones que tuvimos todos los miembros del equipo, sucedieron dos cosas muy importantes:

• Me di cuenta de que ya sería el momento en que analizara yo mismo en profundidad a los jugadores, y que estaba preparado para organizar los entrenamientos. Ya tengo la Licencia Continental C y creo que, después de tres años de delegar los entrenamientos a mi segundo, era algo que debía hacer ya que se suficientes métodos de entrenamiento y soy un buen entrenador. Empecé por realizar numerosos tests físicos, técnicos e incluso contratar un psicólogo durante toda la temporada para que hiciera un informe psicológico de los jugadores, algo que ha servido mucho en otras ocasiones. Después de mi análisis a la plantilla, que ya tuvo varias incorporaciones que llegaron desde el sub-19, decidí hacer unos cambios de posición en los jugadores y usar una nueva táctica, un 4-4-1-1, jugando a lo mismo: atacar moviendo el balón a través de pases cortos, tener amplitud  con extremos y laterales, un mediapunta que se encargue de poner los balones y un delantero físico que las pelee todas y cree opciones para sí mismo y para sus compañeros.

• Por tercera vez consecutiva, la directiva rechazó mi petición para que el club se convirtiera en profesional. Esto no trae nada bueno, ya que somos solo 3 los equipos que tenemos este status en toda la división y no podemos atraer a jugadores de calidad.

Por las razones que ya expliqué, decidí continuar con el equipo que venía jugando desde la temporada pasada. En teoría, deberíamos dejar el balance de jugadores en cero para esto, sin traer refuerzos ni dejar ir a ningún jugador para ir potenciando mi proyecto con la cantera; solo cedí un delantero a un equipo de Divizia "A" para que tuviera minutos. Al menos esto era lo que yo quería, pero uno de mis jugadores decidió dejarnos por el recién descendido Saxan, entonces pedí a mi Director Deportivo un centrocampista, y él trajo a Alexandru A. Grosu, quien se encontraba en las filas del también descendido Speranta Nisporeni. Además, a última hora también trajo un lateral ucraniano excelente para nuestro nivel, quien andaba sin equipo después de un paso poco productivo por el Viitorul y el Saxan (cedido).

Organizamos amistosos contra equipos extranjeros de un nivel mejor que el nuestro y equipos nacionales con los cuales pelearíamos el ascenso. Puedo sacar muchas conclusiones positivas, la verdad. Aunque solo ganamos dos partidos, perdimos únicamente uno, contra un equipo de la Liga I de Rumanía. De resto cuatro empates, lo que puede decir algo sobre nuestro futuro en liga. Varios de los empates me animan un poco, porque muestran el espíritu luchador que quiero que tenga el equipo; para destacar el 3-3 contra el Sloboda, en el que empatamos el partido en el segundo tiempo después de ir perdiendo 3-0. Muchos dirían que no les gustan los empates, pero para un equipo humilde como el nuestro en una división de grandes, sacar un empate es igual a no perder, no a no ganar.

 

Tras salvarnos holgadamente del descenso la temporada pasada, las casas de apuestas y la prensa nos daban la octava posición en la tabla. Esta había sido ocupada el año anterior por el Academia Chisnau, que había tenido una temporada un poco peor a la nuestra, pero había salvado el pellejo gracias a la horrenda temporada que tuvieron los dos descendidos, el Speranta Nisporeni y el Saxan. Este último estuvo a 5 puntos de salir de la zona de descenso, pero le faltó un empujón en la zona baja de la Divizia Nationala, de las más mediocres que hay la verdad. Esto es por el enorme salto de calidad entre los 5 de arriba y el resto de la división, la diferencia de reputación y capital se nota y mucho. Como ya los más inteligentes se habrán dado cuenta, estos 5 de arriba son el Sheriff (definitivamente a otro nivel, ha ganado la liga 16 de 18 veces desde 2001), el Zimbru, el Milsami Orhei (o Viitorul), el Zaria y el Dacia. Mi misión para esta temporada era la misma: salvar al equipo del descenso y llevar a los muchachos al menos hasta cuartos de copa, y estaba dispuesto a lograrlo a toda costa.

 

Tras la pretemporada en la que tomó forma nuestra nueva formación, demostramos tener una gran defensa, liderada por uno de los mejores arqueros moldavos: Anatoli Chirinciuc; sin embargo, nuestra calidad ofensiva no era la misma de antes, nuestros dos veteranos no dieron la talla y nuestra jóven estrella, Dan Macritchii, tampoco estaba en buena forma. No obstante, decidí dejar las cosas así ya que quería mantener el bloque de los jugadores de años anteriores para apoyarme un poco más en jugadores jóvenes, proyecto con el que quiero hacer crecer al club. 

De esta manera empezamos la temporada con un 4-4-1-1, y en nuestro primer partido logramos un muy trabajado empate ante el Zimbru. Así siguió un poco la tónica de empates, partidos muy parecidos ante equipos por debajo de nosotros y equipos por encima de nosotros, con una que otra ocasional victoria o derrota, casi siempre por una mínima diferencia. Finalizada la primera vuelta de partidos, nos situábamos en el sexto lugar, con 5 empates, dos victorias y dos derrotas. En los últimos dos partidos de esta, decidí probar con una variación de la 4-3-3 del año anterior. El volante central fue retrasado y los extremos recibieron tareas tanto defensivas como ofensivas: un 4-1-2-3, o 4-1-4-1. Los resultados desde ahí mejoraron hasta cierto punto; el partido ante el Sfîntul Gheorghe (1-1) fue muy parejo, aunque ellos ya habían entrado a la zona del descenso para nunca salir, pero vaya partido le hicimos al Milsami Orhei: ellos tuvieron la posesión y 15 tiros contra los 5 de nosotros. Aún así nos entró la chispa de efectividad que nos había faltado en muchos partidos y ganamos 2-1.

Esta luz al final del túnel de la falta de creatividad se esfumó tras ese partido, la segunda ronda la empezamos con otro gran empate ante el Zimbru, seguido por una mediocre derrota ante el Academia Chisnau en un partido muy aburrido donde la única posiiblidad fue aproyechada por el rival. Siguieron tres empates, un grandioso 1-1 contra el Sheriff y dos malos partidos contra rivales directos para el descenso. Después perdimos otra vez contra un Zaria que simplemente no somos capaces de controlar y empatamos con el Dacia para irnos al parón de invierno. Después de este, ganamos un único partido, ante el Sfîntul Gheorghe, un 3-1 en el que volteamos un resultado inicialmente adverso y terminamos con una derrota ante el Milsami Orhei por la mínima. 9 partidos más, 5 empates, 1 victoria y 3 derrotas, y el equipo se situaba en séptima posición, la cual tomamos como nuestra desde la fecha 12. Para este momento, los descendidos estaban casi sentenciados y nosotros, aunque no estuviéramos tan bien, nos situábamos 11 puntos por encima del descenso gracias a las horrendas temporadas del Sfîntul Gheorghe y del Victoria Bardar.

Desesperados por la falta de creación y eficacia del equipo pero todavía consciente de que lo que quiero es manejar jugadores jóvenes para así potenciar al equipo en un futuro, fichamos a Marcel Adam de 18 años por 3,500 euros, proveniente del filial del Sheriff, donde marcó 18 goles en 43 partidos y a otros 3 jugadores de 16 años provenientes de equipos de Divizia "A" para el juvenil  y para recambio en el primer equipo. Además llegó en marzo una nueva camada de juveniles, en la cual hay dos muy prometedores. Se fueron tres jugadores, ninguno muy importante para el primer equipo.

Tras estas incursiones en el mercado de fichajes, se organizó el calendario de la tercera vuelta de la Divizia Nationala, que es diferente al de las primeras dos. Empezamos contra el Dacia, una nueva derrota por 1-0; después, dos empates, uno 0-0 contra el Academia y el otro 2-2 contra el Sfîntul Gheorghe en un partido que creíamos tener ganado, pero no fue así y en corto tiempo lograron empatarnos. Tras esto tuvimos nuestro "mejor momento de forma en liga", que fueron dos victorias por 1-0 ante el Victoria Bardar y el Spicul Chişcăreni. Estas fueron seguidas por tres derrotas consecutivas y un empate: 3-0 ante el Sheriff, 5-4 ante el Zimbru (perdíamos 3-0 en el descanso y logramos hacer 4 goles a la contra y ponerlos a defender al final), otro 3-0, esta vez contra el Zaria contra el que simplemente no podemos y un 1-1 ante el Milsami Orhei. Estos últimos 9 partidos fueron un mal final con 4 derrotas, 3 empates y 2 victorias, ya que perdimos mucha de la solidez defensiva que veníamos teniendo. Sin embargo terminamos la temporada un puesto por encima de lo que decía la prensa y en la misma que el año pasado, nunca nos preocupamos por el descenso ya que terminamos con el doble de los puntos que obtuvo el Sfîntul Gheorghe, en novena posición y descendido junto al Victoria Bardar.

Finalmente, la tabla quedó de la siguiente manera:

Spoiler

 

 

La copa el año pasado fue lo que más alegrías trajo a la afición del Dinamo-Auto Tiraspol, llegando a la semifinal antes de perder 1-0 ante el Dacia. ¿Podríamos volver a dar la sorpresa?

Entramos en tercera ronda, como el resto de equipos de la división nacional y el sorteó nos deparó el Fortuna, de la tercera categoría del fútbol moldavo. En papel, debería ser muy fácil para un equipo como el nuestro ganarle a un equipo dos divisiones por debajo, pero como pasó el año pasado con el Codru Jr, nos costó mucho sacar algo del partido, lo cual reflejaba nuestra crísis goleadora. En el minuto 60, Eugen Celeadnic fue expulsado y nos dejaron con 10, pero 8 minutos después Alexandru A. Grosu marcó el único gol del partido y nos metió de manera mediocre en la siguiente ronda.

La siguiente ronda ya era cuartos de final, y el sorteo definitivamente no estaba de nuestro lado: nos tocó nuestro vecino, el Sheriff Tiraspol. ¿Nos podríamos convertir en el matagigantes y eliminar al principal favorito a este título?

Spoiler

Con una pizca de suerte, todo se logra.

Tras una sorpresa en cuartos, llegamos al mismo lugar del año pasado, en el que perdimos ante el Dacia, pero el sorteo iba a ser aún menos benevolente con nosotros: el gran equipo de Ştefan Stoica, seleccionador de Moldavia, el Zimbru Chisnau. Ya habíamos dado una sorpresa, era hora de dar un nuevo golpe y llegar por primera vez en la historia a una final de copa.

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Empezamos ganando con un nuevo gol en propia puerta y supimos mantener el resultado hasta el minuto 89, donde el Zimbru logró el gol y nos llevó a prórroga. Allí, nuestro central de 16 años Nicolai Ucrainet, logró su primer gol como profesional y nos llevó a nuestra primera final en la historia, antes de lesionarse y dejarnos con 10. 

Ya hicimos historia llegando hasta aquí, la otra semifinal fue ganada por el Milsami Orhei, nos enfrentaríamos justo después del empate que tuvimos en el último partido de liga. Ganarlo sería muy bonito para mí y para los muchachos, así que les dije que lo dieran todo, que no sobrara ni una gota de sudor para lograr lo que todos sueñan. 

Spoiler

Simplemente no pudimos, nos superaron y no fue nuestro mejor partido, pero llegamos a la final, y les aseguro que no será la última.

 

• El día 26 de octubre del 2018, llegué a mis primeros 100 partidos dirigiendo un equipo profesional desde un banquillo. Gratos recuerdos me ha traído este día, como cuando trabajé de utilero en el Iskra, o mis primeros pasos en el Gagauzia.
• Finalmente decidí renovar mi contrato, con un incremento de salario y por un año más. A comienzo de temporada estaba dudándolo, pero ahora tengo un proyecto aquí, que ya ha tenido frutos como el de llegar a la final de copa, entonces me quedo para ver crecer al club. Mi salario todavía es el segundo más bajo de la división nacional, pero va subiendo, y ahora está en 32,500 euros anuales.

No puedo mas que felicitarte. En liga has cumplido bien evitando el descenso y la copa.... Que subidon llegar a la final. Ya la ganareis en otra ocasion, de momento es todo un logro lo conseguido. 

Espero que la cosa vaya mejorando poco a poco. Animo

Giurgiu, Rumania. 

18 SEP 2019

Tras haberse jugado 10 fechas de la Liga I, en la que el equipo dirigido por Gâlcă perdió 7 y empató 3, además de una eliminación prematura en la tercera ronda de la Europa League y en los octavos de final de la Cupa Ligii, la directiva del Astra Giurgiu perdió la paciencia y finalizó tempranamente el contrato de su mánager. Vlad Goian, actualmente mánager del Sheriff Tiraspol de Moldavia está entre los favoritos a conseguir el puesto. Goian ha estado en el Sheriff desde el 30 de diciembre de 2016, donde ha conseguido tres títulos de liga y dos de copa, además de llevar en 2017 al equipo a la Fase de Grupos de la Europa League, cuarta vez en la historia que se logra.

Tiraspol, Transnistria

7 OCT 2019

El día de hoy, Vlad Goian se despide con lágrimas del Sheriff y de Tiraspol. Después de muchas alegrías conseguidas con este club transnistrio, decide irse para forjar su carrera en uno de los grandes equipos de Rumania, el Astra Giurgiu. Durante sus 1011 días en el club, ganó tres veces la Divizia Nationala, además de ganar la Cupa Moldovei en una ocasión y la Super Coupe en otra. Los aficionados del Sheriff podrán recordar asombrosos tiempos, y le desean lo mejor; por otro lado, esperan que el siguiente mánager esté a la altura del equipo, sin duda el mejor de Moldavia. El favorito para conseguir este puesto es el entrenador de 34 años del Dinamo- Auto Tiraspol, Alexandru Cojocaru. Al parecer, el Sheriff quiere apostarle a un entrenador jóven pero con experiencia nacido en la ciudad, que lleve al club durante muchos años y que sienta amor por el equipo. Este perfil lo llena completamente Cojocaru, quien es transnistrio, siente un verdadero amor por el Sheriff y dirigió durante más de tres años al Dinamo- Auto, ascendiéndolo a la división nacional y salvándolo cómodamente del descenso en dos ocasiones.

Octubre 24, 2019

Tras la emotiva partida de Vlad Goian, que yo mismo como hincha del Sheriff sufrí, escuché que era el principal favorito para el puesto del Sheriff. Seguro estaban bromeando, pensaba ¿yo, con 34 años, mánager del mejor club de Moldavia? No me lo tomé en serio, pero igual eso me motivó a mí y a mis muchachos del Dinamo- Auto, con quienes veníamos de una mala primera vuelta y tras esto, ganamos tres partidos seguidos. Pero hace unos días, el 14, sonó el teléfono, eran las 7pm y había mandado ya a los muchachos a sus casas. Había un descanso de un par de semanas en la fecha FIFA, entonces estaba un poco relajado en la oficina, haciendo informes y buscando en internet fotos de un par de modelos, cuando escuché el típico timbre de mi nokia 1100:

-Mande, Alexandru Cojocaru, ¿en qué puedo servirle?

-Le hablo del Sheriff Tiraspol, como ya usted sabe...

-¡Goncharov, ya te había dicho, estas cosas NO SON GRACIOSAS, más bien déjame seguir, ehm... trabajando!

-Perdóneme, no me había introducido, soy Serghei Macritchii, presidente del Sheriff.

-No serás el padre de Dan; perdóneme usted, he estado un poco alterado por ciertas llamadas que he recibido en los últimos días, ¿a qué se debe esta llamada?

-No, nada de eso, tal vez sea algún familiar lejano, pero yo sí soy del lado correcto del Dniéster. Trataba de comunicarme con usted para ver si estaría dispuesto a concederme una entrevista de trabajo. Como ya sabrá Goian se fue buscando un lugar mejor.

-Si claro, ¿pero para eso me llama a mí? Seguro no estaría yo a la altura de un equipo tan grande. Pero claro, no me quejaría para nada de concederle una entrevista al mejor equipo de Moldavia.

-Para serte sincero, yo también creo que estás aún muy jóven, pero has demostrado mucho. La verdad es que tengo muy pocas opciones: está Efros, más jóven que tú y que también ha demostrado, pero no es ni Transnistrio ni hincha del Sheriff. Tambien podría traer alguien del extranjero, pero no me apasiona la idea, y estás tú: jóven pero con cierta experiencia, nacido en Tiraspol, nacionalista transnistrio y además hincha del Sheriff. Solo falta que demuestres en lo deportivo.

-La verdad no sé qué decirte, me siento completamente halagado por este honor y claramente acepto tu oferta. Estaré pendiente para ir a las instalaciones cuando me lo digas.

 

Y todo tomó forma: tuvimos una entrevista muy productiva y hoy, 24 de octubre de 2019, firmo un contrato a dos años en cuestión de 35.000 euros de salario recibidos en cada uno. Sigo siendo de los menos pagados de la división, incluso estando en el mejor equipo del país, pero no importa; el dinero no da vida, el fútbol sí, o al menos para mí.

 

Mensajes de la afición

drsska: Muchas gracias por pasarte por aquí. Sí, cumplimos de nuevo y hay algo de progresión, eso me gusta mucho. Lo de la copa fue muy bueno, aunque una lástima perderla en la final tras eliminar a dos grandes. 

Yo tambien espero seguir mejorando, y qué temporada para mejorar en lo personal, esta temporada tuvo definitivamente uno de los momentos más bonitos en la vida de Cojocaru.

 

Trataré de recordar estos primeros meses que tuve en esta temporada, que venía tan lenta, pero después de octubre se fue volando. Empezaré por la manera en la que volvimos de la temporada anterior, todavía con mi actual ex-equipo: el Dinamo- Auto Tiraspol.

La primera noticia, que recuerdo haber celebrado con mucha emoción al principio de la temporada fue el anuncio del profesionalismo del club. Ya entrenaríamos todos y cada uno de los días de la semana, lo cual permitiría que profundizáramos en muchos aspectos en los que el tiempo antes no nos daba para ver. Otra feliz noticia también fue el regreso del CF Gagauzia a la Divizia "A", pero parece que yo he sido el único capaz de mantenerlos en la división porque firmaron una vergonzosa campaña, con 8 puntos en 26 partidos.

En materia de fichajes, esta temporada tampoco quise hacer muchos, trajimos a un mediocentro de gran calidad por la cantidad más grande que había gastado el equipo en toda su existencia: 18,500 euros. Eso era todo lo que yo pedía, pero Dragovozov, el director deportivo encontró a un extremo derecho libre y le fichamos. Además, antes de acabarse el periodo de fichajes trajo tres cesiones de jugadores Rumanos con excelente calidad: un lateral izquierdo, un extremo izquierdo y un delantero. En cuanto a salidas, se fueron 6 jugadores con la carta de libertad y 8 fueron cedidos a equipos de segunda.

Organizamos algunos amistosos para darle forma física al equipo y para yo ir mirando el equipo titular. Primero jugamos contra Real Pharma, de la Druha Liha ucraniana, perdimos 1-0. Después organizamos la Cupa Tiraspol, en la que invitamos a tres equipos de Moldavia. La semifinal la ganamos en penaltis y la final, contra el Milsami Orhei la ganamos sorpresivamente 2-0. Después organizamos otros dos amistosos, terminados en dos victorias y dos empates. Una pretemporada bastante buena, pero no estaba confiado, porque por experiencia sé que estas son engañosas.

El primer partido de la temporada me hizo confiar en mis muchachos: contundente victoria 3-0 ante un Speranta Nisporeni que había logrado regresar a la división nacional pero estaba muy venido a menos, pero después todo se iba derrumbando. En los siguientes cinco partidos, sacamos dos míseros puntos. Sí, en muchos partidos eramos el peor equipo, sí, algunas plazas son duras, pero no hay excusa para ganar tan solo un partido entre los nueve de la primera vuelta. Terminamos con tan solo 7 puntos en nueve partidos y ya estaba dispuesto a aceptar mi rescisión a mutuo acuerdo, pero decidí seguir un poco, llevaba dos temporadas salvándonos, debía seguir. 

En ese momento empezaron los rumores sobre la salida de Goian de la dirección del Sheriff para irse a Rumania, tal vez por eso me motivé un poco al ver que ellos podrían quedar sin mánager. Entonces, le ganamos al Speranta Nisporeni de nuevo, esta vez 3-1, pero no nos quedamos ahí, le ganamos 1-0 al Saxan. Para ese momento ya estaba el puesto vacante en mi equipo del alma, y definitivamente me motivé aún más, porque después de tener la entrevista con la directiva, LE GANAMOS 3-0 AL ZARIA, otro de los grandes de Moldavia. ¡3-0! Y con 6 disparos, contra los 14 de ellos, los machacamos a la contra. Y hasta aquí llegué yo con el Dinamo- Auto. Firmé mi contrato y dejé a un lado a mis muchachos. Fue una gran etapa de mi vida y la voy a recordar con mucha emoción, pero  ya era hora de dar un paso hacia adelante.

Mi sucesor no lo hizo nada mal, ya que al final logró la quinta posición en la tabla, algo que yo nunca logré. Tal vez fue solo suerte, o tal vez fue más que eso, pero estoy muy feliz de que alguien continuara mi proyecto y que quedara tan cerca de llegar a la Europa League. 

 

Hola, la verdad es que me está resultado muy realista la carrera de este joven entrenador en Moldavia, buen trabajo y buenas temporadas hasta ahora. Enhorabuena por firmar por el Sheriff y espero que pueda tener un buen comienzo allí y llegue a crear una dinastía y a convertirse en leyenda del club de su vida. Espero saber más cosas del club. Después, quién sabe...

¿Apostarás por cantera? ¿algún empleado se irá contigo al nuevo club? ¿y algún jugador?

Saludos!