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Presentación

Spoiler

¡Bienvenidos a todos!

Quiero hacer de esta historia algo especial, así que esta presentación va a ser bastante escueta, con la intención de que se vaya descubriendo conforme avancen los capitulos el como va a ir estructurandose y los personajes que van a intervenir en ella. Tomaremos el mando del Dinamo de Moscú, equipo historico ruso que la temporada pasada bajó por primera vez en su historia a segunda división. Desde allí, intentaremos remontar, volver a primera división (no debería ser dificil) y consolidarnos como uno de los grandes de Rusia, aspirando por supuesto a la Champions.

Así de primeras esta historia no parece tener absolutamente nada especial respecto a otras, pero confio en que post a post os vaya enganchando. Espero dar la talla.

Muchas gracias

Índice de la historia:

Prólogo - Una oportunidad única en la vida.

Prólogo - El Diamante de hielo.

 

Editado por Viktor Petrov

  • Autor

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El hombre nace para vivir y no para prepararse para la vida.

B.Pasternak (1890-1960) 

Volcó con ira la pequeña mesa de madera frente al televisor, derramando toda la cerveza por el suelo. El ruido de los vasos rompiéndose se fundió con el agónico grito de impotencia que le dejaba los pulmones sin aire. Lo que era una realidad desde hacía tiempo se acababa de materializar con aquel último gol que Criscito, jugador del Zenit de San Petersburgo, que elevaba un doloroso 0-3 al marcador y que acababa de sepultar a un Dinamo de Moscú que por primera vez en su historia iba a bajar a segunda división. 21 de mayo de 2016. Ningún hincha olvidaría fácilmente aquel día. Suspirando pesadamente se dejó caer de nuevo en el sofá, abatido. Se llevó la mano al nudo de su corbata, medio suelta. Dio un tirón y la lanzó al suelo de la habitación. Se quedó mirando al techo durante unos segundos mientras los comentaristas seguían retransmitiendo la lenta agonía que suponía para un histórico del fútbol ruso aquella situación de abrumadora inferioridad frente a un rival con el que debería de estar compitiendo de tú a tú, y que para más inri, estaba siendo su más cruel verdugo, lanzándolo al abismo de la segunda división con la poca misericordia de un equipo que no había sido capaz de dar la talla y de defender el escudo que tenía en el pecho.

 

Después de un rato meditando, se levantó. Aquello, si bien le dolía en el alma, era algo que ya se esperaba. Tanto él como todo hincha del Dinamo, desde hacía semanas, sino meses. La diferencia era que él había estado preparándose. Tenía ante sí una oportunidad única, que no iba a tirar a la basura. Se acercó al escritorio, totalmente abarrotado de carpetas con decenas de papeles en su interior. Dentro de cada una de ellas estaba el trabajo que durante meses había estado realizando. Análisis de mercado con diferentes propuestas de fichaje en función de las necesidades tactico-economicas del club, un sesudo análisis de los equipos tanto de la primera como de la segunda división rusa, patrocinadores principales a los que tantear, con argumentaciones tanto si se lograba la permanencia como si había que afrontar el descenso. Apenas había dormido, pero la ocasión lo merecía. Hasta aquel momento, su experiencia era extremadamente pobre: Había comenzado su carrera dirigiendo equipos de futbol amateur, su primera gran oportunidad llegó cuando pudo dirigir durante unos cuantos partidos al filial del Dinamo de Moscú, pero aunque logró unos buenos resultados, no fueron lo bastante llamativos como para despertar el interés de sus jefes. No quería quedarse como segundo entrenador de un filial por siempre, y la impaciencia juvenil de por aquel entonces le hizo probar más suerte con equipos de tercera división. Ahora, visto con retrospectiva, aquello había sido una mala decisión. Si ya era difícil destacar siendo el segundo entrenador del filial de un prestigioso equipo de primera, ¿que podía esperar siendo el entrenador del primer equipo de un tercera? Los resultados no terminaron de llegar: Pese a no sufrir ningún descenso, tampoco destacó mediante ascenso o mediante un juego atractivo. Aquello le devastó. Durante unos meses llegó a abandonar el futbol profesional, pero fue entonces cuando le llegó una llamada de su amigo Dmitry. Este seguía trabajando en el Dinamo de Moscú, aunque sus labores estaban muy alejadas del campo de futbol, pues se mantenía como analista en el departamento de contabilidad. Sin embargo, sabía lo que sucedía dentro del club. Ya desde principios de temporada se estaba gestando un cambio de propiedad en el mismo, y la intención era la de cambiar toda la estructura organizativa del club. La consiguiente temporada del equipo y su sentencia a jugar el próximo año en segunda división por primera vez en la historia reforzaban aquella decisión. Habría caras nuevas esta nueva temporada.

 

Así pues, su objetivo no era otro que el de aprovechar aquella ocasión. Sus posibilidades eran bajas, si, pero sin embargo no iba a encontrarse en una mejor situación que aquella para cumplir con sus ambiciones. Quería ser entrenador. Quería ser entrenador de aquel equipo en específico. Del equipo que desde que tenía uso de razón había ido a ver religiosamente con su padre cada jornada, al que había acompañado a Europa a verlo jugar contra algunos de los mejores equipos del continente. Soñaba con llevarlo de una vez a la gloria, a levantar el campeonato de Liga, a conquistar la Copa, a luchar por la mismísima Champions enfrentándose a equipos míticos como el Barcelona, el Real Madrid, el Manchester United, el Bayer de Munich... Sus meritos profesionales eran pocos, pero lo lograría. Aquel detalladísimo trabajo de análisis le había costado su salud en aquellos últimos meses pero si con aquello lograba impresionar a los directivos y paliar su pobre curriculum como entrenador... ¿Acaso no habría merecido la pena? Era joven, 35 años, conocía el club, gozaba del ímpetu y de la capacidad de trabajo que el club iba a necesitar en segunda división. Podía hacerlo, podía lograrlo. Presionó la tecla de encendido de su portátil y la pantalla de iluminó ante él. Tenía mucho trabajo por delante. Su equipo acababa de bajar oficialmente a segunda división de la manera más dolorosa posible. Tocaba aprovechar la ocasión.

 

Bueno, tenemos aquí a otro escritor. Y cuando digo escritor no me resigno a leer crónicas futbolísticas redactadas en lenguaje simple sino a gente con, como mínimo, intenciones literarias. Que no abundan.

Espero la continuación con ansias y ojalá la vena literaria no sucumba a la facilidad periodística.

--------------------

Yo intenté una resurrección del Spartak Moscú en su momento, pero me aburrió la partida de FM (FM suele aburrirme y eso me limita como historiador), especialmente porque no me gusta juar con clubes con tanta plata: 

Releyéndola ahora, veo que tenía un lindo filo, pero así soy yo :nuse: 

Un descenso siempre es triste, pero lo cierto es que en toda caída hay una oportunidad de levantarse. Hay decisiones que una caída de categoría ayudan a tomar: cambios en los planes a largo plazo, en la forma de fichar, en la mentalidad de la afición... Veremos qué ocurre en este caso.

Me he quedado de piedra porque no sabía que el Dinamo de Moscú había descendido en la realidad xD Por un momento pensé que lo habías hecho con el editor :o

En fin, esperamos novedades. En cualquier caso, la 2ª división debería ser un paseo fácil para nosotros, ¿no?

¡Saludos y muchos ánimos!

¿Qué tal, compañero? Me sumo a esta interesante historia que trata de recuperar la grandeza de un histórico como el Dínamo de Moscú que se encuentra en horas bajas. Y pensar que llegó a ser subcampeón de la extinta Recopa de Europa... Esperemos que de tu mano restablezca los viejos laureles y vuelva a ser un grande tanto a nivel nacional como internacional.

!Saludos y mucha suerte con la historia! ;)

  • Autor

 

@KokoKevin Fua, muchas gracias por semejante elogio tras solamente un post ^^ Procuraré no decepcionar. He leído el inicio de tu historia y lamento que no llegaras a desarrollarla un poco más, pintaba realmente bien,pero es cierto que si la inspiración no acompaña poco hay que hacer...

@karma23 Cuando leí que el Dinamo había descendido me quedé igual que tú xD Fue allí cuando ví la oportunidad de formar una historia atractiva. Necesitaba algún equipo que fuese atractivo para la partida pero que permitiese cambiar la propiedad del club y el equipo técnico sin ser un flagrante deus ex machina :rolleyes: Confio en que la segunda división sea, como bien dices, un paseo, pero voy con miedo porque tradicionalmente en el FM las primeras temporadas se me hacen extremadamente cuesta arriba. A eso le añades que es un equipo que no conozco mucho, una liga que no he seguido en absoluto... Esperemos dar la talla :silb:

@Bakero Esperemos primero ascender, y despues, efectivamente, llegar a ser un referente nacional y jugar la Champions. Este ultimo objetivo esta lejos, es cierto, pero... ¡Ojala podamos llegar a verlo! ^^

 

Muchas gracias a todos los que os estais pasando, ¡espero que disfruteis con la historia! ;)

Editado por Viktor Petrov

  • Autor

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-¡Aquí, aquí!

Alexandr levantó la vista y vió a su compañero intentando desmarcarse con un brazo en alto. Acababa de recibir un pase de aquellos que se hacen cuando el terreno de juego esta cubierto de escarcha, las fuerzas en las piernas flaquean tras más de cien minutos de juego y tu equipo va un gol por debajo. Aún así, solamente había dos jugadores con su mismo escudo en el pecho en aquella mitad del campo rival. De la misma forma, solamente había dos defensas contrarios. Era lo que tenian los corners, un arma de doble filo. Si te despistas y el equipo arma bien el contragolpe, estas vendido. Sin embargo, terminando la prorroga y con un gol por debajo, las piernas no respondian igual de bien que nada más comenzar el partido y la velocidad era un arma que poco se podía aprovechar.

-¡¡Joder despierta!!

Alexandr volvió al partido. Su compañero le miraba con los ojos como platos y ambos brazos en alto. Solo habían pasado dos segundos desde que se había intentado desmarcar y se acababa de dar cuenta de algo que Alexandr ya era consciente desde que el balón estaba en sus pies: Estaba en fuera de juego, por lo que el pase nunca había sido una opción real. Lo peor era que ahora los dos defensas rivales se lanzaban hacía él con el animo de terminar con todo aquello que amenazase su victoria. Alexandr tomó aire y con el balón totalmente quieto en el suelo, abrió las piernas. El primer defensa se lanzó directamente al suelo en una sesaga que levantó la escarcha que cubría el verde. Con un ligero toque, el delantero levantó el balón medio metro, lo suficiente para que pasase por encima del rival, mientras él saltaba para hacer lo propio. Tragó saliva mientras miraba por el rabillo del ojo como el otro defensa daba una zancada hacía él. No iba ni a dignarse a mirar alrededor. Aquella jugada era suya. Si dejar que el balón tocase el suelo, le dió un toque, haciendose un autopase largo. Logró ganar por velocidad a su oponente y salió disparado hacía la porteria contraria. Las piernas le dolian, notaba como su corazón palpitaba en su pecho a toda velocidad, pero ahogo todo aquello con un grito de rabía mientras controlaba el balón con la frente. Su compañero había salido corriendo junto a él hacia la porteria. El portero los miraba alternativamente, con pánico en la mirada. Menuda situación para un joven portero de 16 años...

Los gritos de la grada ahogaron las maldiciones del compañero de Alexandr. Lejos de asegurar el gol con un pase de la muerte, había pasado olimpicamente de él, regateando con asombrosa sangre fría al portero y marcando el gol del empate que forzaba los penaltis. Aquella inyección de moral les serviría para terminar ganando el partido y aquel torneo, pero eso era lo de menos. El equipo era lo de menos, el torneo era lo de menos. Nada de aquello importaba realmente porque lo verdaderamente relevante era que el Dinamo de Moscú, tras un cambio de propiedad tras el descenso, había plagado de ojeadores aquellos pequeños torneos locales en el último mes. Entrenadores y padres habían presionado a los jovenes chavales para que lo dieran todo en el campo, que destacaran, pues las probabilidades de que algún ojeador se fijase en ellos y entraran a formar parte de las categorias inferiores del club eran muy altas. Demonios, ¡¡si hasta el nuevo presidente estaba presenciando el partido!! Y todos los focos estarian puestos en Alexandr, el delantero que había sacado de los nervios a la defensa rival, el que con aquel gol en los minutos finales de la prorroga había firmado un hack-trick y forzado los penaltis que le permitirian levantar la copa.

-Eh, ¿eres imbecil? Si llegas a fallar en esa jugada nos vamos todos a casa gilipollas. - le recriminó con un golpe en el hombro en mitad de las celebraciones de la victoria en el vestuario.

Todos sus compañeros pararon la celebración mientras Alexandr se giraba con una media sonrisa que estaba a caballo entre la extrañeza y la suficiencia.

-Oye, he marcado ¿no? Relajate y disfruta de la Copa anda. Y para la próxima aprende a desmarcarte bien joder, así no tendré que hacerlo todo yo solo. - dijo volviendo a darle la espalda y sonriendo de nuevo hacía sus compañeros.

Rojo de ira volvió a agarrar a Alexandr del hombro, de un tirón le dió la vuelta y con la mano libre le cogió del cuello. Alexandr reaccionó cogiendole del brazo con fuerza, pero antes de que ninguno de los dos pudiera hacer nada más, la puerta del vesturario ser abrió y entró el entrenador.

-¿Que pasa aquí? - preguntó entornando la mirada al notar el tenso ambiente de la habitación. Los dos jugadores se soltaron y sin decir palabra se alejaron el uno del otro sin cruzar la mirada. - Vale... Como sea. Alexandr, sal, te estan esperando ya.

El delantero asintió, recogió su bolsa y salió del vestuario en silencio. Fuera, un coche negro con las ventanas tintadas estaba esperandole. Dentro le esperaba un hombre mayor trajeado, con el pelo canoso y mirada seria. El coche arrancó sin que intercambiaran ninguna palabra en un buen rato.

-¿Contento? - preguntó el hombre rompiendo finalmente el silencio. El chico no respondió, pero en sus pomulos se podía observar como pretaba los dientes. - Un hack-trick, héroe del partido y con la Copa bajo el brazo. Y en medio de un equipo de incompetentes que no van a llegar ni a la más baja de las categorias de nuestro fútbol. - hizo una pausa para mirar por la ventana mientras arrugaba los labios. - Pero tenías que demostrar que eras el mejor. No podías hacerlo en las categorias juveniles del club, tenias que demostrar que merecias entrar desde fuera. Pues espero que se te haya quitado ya la tonteria. Mañana mismo firmaras el precontrato y a la temporada que viene entraras a jugar con juveniles de tu mismo nivel. Y si alguien te dice que estas enchufado, superalo. Ya no eres un crio, joder.

El ambiente del coche se iba tensando por momentos, pero Alexandr se resistía a decir nada.

-Entiendes que ahora que soy presidente del club la prensa empezara a buscarte ¿verdad? - preguntó, rompiendo de nuevo el tenso silencio.

Solo recibió un asentimiento con la cabeza.

-Trabajaras con el equipo de prensa las proximas semanas para que no vayas diciendo barbaridades delante de las camaras que nos dejen en evidencia. A partir de ahora vas a ser futbolista profesional y si quieres ascender a la elite vas a tener que comportarte como tal. ¿Lo has entendido?

Alexandr tragó saliva.

-Si, papá.

Está muy bien, pero tampoco es para repetirlo :nuse:

:P 

Muy buen capítulo tramero, me encantó la descripción de la jugada. Y también me resulta atractivo que te centres en la figura de uno de los jugadores, le dará una gran variedad a la historia (que en sí me imagino que irá sobre el manager y el equipo en general). La pregunta es: ¿es un jugador real o inventado? xD En cualquier caso, me encantaría ver su pantalla de atributos :D 

¡Saludos y a seguir así!

Tuve hace años un intento de partida con el Lokomotiv Moscu y desde entonces nada por tierras rusas, la verdad es que no es un fútbol que me llame la atención. No obstante, es interesante descubrir sobre el fútbol en esta superpotencia mundial y un escenario de este tipo resulta intrigante con un grande venido a menos y compitiendo en segunda categoría.   

El club más antiguo de Rusia si no me equivoco y el único que no había estado en segunda, sorprendente por tanto ver que descendió de categoría. Ahora es una buena oportunidad para rearmarse. Imagino que no será excesivamente complicado para un equipo de la talla del Dinamo volver a competir en la Superliga rusa, no se si se sigue llamando así, y pensar que con un buen modelo de gestión podrían volver a estar a la altura de CSKA, Spartak o Zenit en la pelea por el título liguero cada temporada. Prontó tendrán nuevo estadio además no?? Será un estímulo para conseguir el ansiado ascenso no estrenarse en su nuevo estadio compitiendo en Segunda xD La llegada del nuevo grupo propietario, el nuevo estadio, el descenso... puede ser una buena oportunidad para sanearse institucionalmente y recuperar ese carácter que les hizo ser uno de los equipos más fuertes en la época soviética. 

Mucha suerte! Saludos!

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