EL DE LA CONFIANZA EN SAM El Notts County afrontaba el partido tras haber dejado escapar dos puntos en Salford, una victoria que podría haber supuesto un auténtico golpe sobre la mesa. Ocupando la sexta plaza, a solo tres puntos del sorprendente líder Accrington, los Magpies recibían en casa a un Colchester United en novena posición, apenas dos puntos por detrás. El equipo debe su nombre a la ciudad donde se encuentra: Colchester. Como curiosidad, se la considera la ciudad más antigua registrada de Gran Bretaña, al haber sido la primera capital romana de Britania. A pesar de la vuelta de John Bostock tras perderse los dos últimos encuentros, debido a sus compromisos internacionales con Trinidad y Tobago, Iniesta decidió dejarlo fuera de la convocatoria. “Después de un vuelo tan largo no queríamos arriesgarnos a perder a John. Tenemos suficientes opciones en el medio del campo para no tener que tomar decisiones arriesgadas”. Esto acabaría siendo clave en el partido. De nuevo, el 5-3-2 con Livermore como líbero que se transformaba en un 2-2-4-2 (o 2-4-2-2) dependiendo de la fase del juego. Como novedades importantes la entrada de O’Brien como pivote y de Vadaine Olivier, este último en detrimento de Langstaff. ¿Premio para unos, castigo para otros? Y el partido fue un auténtico desastre del equipo local, en la temporada y poco que lleva Andrés en el cargo, fue el peor partido de largo siendo superado por completo por el equipo entrenado por Ben Garner. A pesar de todo, el marcador final —3-2 para los Magpies— no hace justicia a lo vivido en el césped, al menos durante la mayor parte del encuentro. Hubo varias claves para que los 3 puntos se quedaran en Meadow Lane. La primera fue cómo explotó el equipo local las jugadas de balón parado en los primeros 45 minutos, donde todas las jugadas peligrosas, incluido el primer gol, nacieron de jugadas de estrategia. “Llegar al descanso con el resultado a favor (1-0), cuando habíamos sido totalmente superados, fue un auténtico milagro. Ellos nos hicieron mucho daño, y por el contrario, solamente generamos peligro a balón parado” comentó el técnico manchego. La segunda fue el cambio de sistema realizado por Ben Garner, pasando del 4-2-3-1 a un 4-4-2, plano, que, al principio, pareció dar resultado, cuando el equipo visitante logró el gol del empate, lo que Iniesta descartó en la zona de entrevistas. “No creo que el gol del empate se debiera a su cambio de sistema, a pesar de que la entrada de Jay fue clave. El gol fue el resultado de su superioridad hasta ese momento. Habíamos intentado, con varios cambios, revertir esa inferioridad en el juego, como volver a los 3 centrales y adelantar a Livermore, pero todo fue infructuoso” explicó el técnico. Sin embargo, ese mismo cambio de sistema desnudó defensivamente al equipo de Ben Garner e Iniesta lo leyó perfectamente. Ya no era necesaria la posición del mediocentro, colocó a Johnson a las espaldas de sus dos mediocampistas, le cambió el rol a Sam Austin y dio entrada a Langstaff como punta en solitario. “Cuando no eres superior y vas por delante en el marcador, a veces dudas y acabas siendo conservador. En el momento en que te empatan, ya no tienes nada que perder” dijo el técnico en rueda de prensa. Con respecto a los cambios realizados, explicó los motivos. “El cambio más evidente fue el de sacar a Johnson para hacerles daño a la espalda de sus medios. Sabíamos que nuestras opciones de obtener los tres puntos pasaban por ser capaces de encontrarle.” A lo que añadió. “Una vez tuvo el balón necesitábamos jugadores capaces de ir al espacio. Olivier nos da muchas opciones, pero esta no es una de ellas, con lo que le dimos entrada a Macaulay. Pero, con un solo delantero, necesitábamos un llegador de segunda línea, así que Sam (Austin), que tiene una intuición fantástica tenía la “libertad” absoluta para llegar al área." concluyó. La última clave estuvo en no sustituir a Sam Austin, a pesar de que durante los primeros 70 minutos fue el jugador más “flojo” sobre el campo por parte de los Magpies. Cada contacto con el balón por parte del jugador generaba un murmullo constante en la grada. Al ser preguntado en la zona de entrevistas Andrés salía en defensa de su jugador “Quizás no fuera el jugador más acertado en el campo, pero lo da todo por sus compañeros y no negocia ningún balón dividido. Hubo un momento en que dudamos con el cambio, pero por suerte decidimos que era el mejor jugador para esas llegadas de segunda línea.” ¿Qué habría ocurrido si al mirar al banquillo, Andrés hubiera visto a John Bostock sentado en él? Nunca lo sabremos. El 1x1Especial Roma y el imperio Romano11 inicialArchie Mair 6.8 — Murallas del imperio. Tuvo una tarde mucho más activa de lo que se podía esperar, y aguantó las embestidas rivales tanto como pudo, pero al final, tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió (dos veces). Como las murallas del Imperio Romano, que aguantaron los ataques rivales durante siglos, pero que al final fueron derribadas. Agbontohoma 6.9 — Torre de vigilancia. Fue un baluarte en el juego aéreo; en defensa fue infranqueable, y en ataque se mostró muy peligroso en las jugadas a balón parado. A pesar de eso, cometió un error que estuvo a punto de costarle un gol al equipo. Parecía estar subido a una torre de vigilancia romana, que le permitió no solo defender cualquier ofensiva desde las alturas, sino también provocar ataques peligrosos. Kyle Cameron 6.8 — Asambleas populares. Estuvo bien defensivamente, fue el jugador que más participó en el encuentro, con 92 pases completados. Sin embargo, la mayoría de sus pases fueron a Mair, Livermore y Malone. Como los concilios plebeyos durante la época de los emperadores: mucha participación, pero poca trascendencia. Jake Livermore 6.7 — Formación Testudo. Comenzó liderando el ataque desde la defensa, pero nunca olvidó sus responsabilidades defensivas. En el minuto 56, volvió al mediocampo, donde tuvo un rendimiento discreto. Como la formación testudo, que protegía a los legionarios con un escudo compacto y sólido, mientras les permitía romper las líneas rivales. Muy útil cuando ve la batalla de cara. Aaron Nemane 6.8 — Muralla de Constantinopla. Estuvo bien en defensa, recuperando el balón en 9 ocasiones y fue clave blocando dos disparos rivales. Pero, en ataque no pudo ayudar al equipo. Como la Muralla de Constantinopla, fue prácticamente infranqueable atrás, pero no se movió ni un metro hacia delante. Scott Malone 6.6 — Balista. No fue su mejor día con el balón en juego, no tuvo la capacidad de sorprender con sus llegadas ni de superar rivales, pero fue totalmente decisivo a balón parado. Creo casi todas las jugadas de peligro en la primera parte y sumó una asistencia a su estadística. Como la balista que fue un arma letal de gran precisión. Jim O'Brien 6.8 — Conímbriga. Como siempre, estuvo bien con el balón, y en los 50 minutos que estuvo en el campo no falló ni un solo pase. Pero el contexto del partido no fue el ideal para un jugador de sus características, y a medida que pasaban los minutos, quedaba más claro que ya no está para correr como antes. Como Conímbriga, podríamos destacar el partido de Jim por su elegancia y su lento declive a lo largo de los minutos. Sam Austin 7.9 — Jesús. Su esfuerzo y entrega son innegociables y siempre da muestra de ello. Pero, hasta el minuto 70 su partido con el balón fue como un dolor de muelas y eso notaba en el ambiente del estadio. La mayoría de los aficionados exigían su cambio con expresiones que es mejor no reproducir. Sin embargo, resurgió para ganar los 3 puntos. Como Jesús de Nazaret en el imperio romano todos lo repudiaban, para renacer y convertirse en el gran salvador. Lansbury 6.6 — Speculum de bronze pulido. Su paso por el partido fue totalmente intrascendente, recibió muy pocos balones y solo uno en la zona donde Henri puede ser decisivo. Fue sustituido por Johnson en el minuto 68 y este cambio fue clave. Como los espejos de bronze pulido del imperio romano, su partido destacó más por su belleza que por su utilidad. Además, cuando fueron sustituidos con gran éxito por los espejos de cristal. Smith 6.6 — Cloaca Máxima. Otro partido para olvidar del delantero inglés que fue sustituido en el minuto 56 por Duke-McKenna. Otro partido de Sam que apesta como la cloaca máxima del imperio romano que no eliminaba los malos olores. Vadaine Olivier 7.4 — Panteón Romano. Su partido fue casi perfecto, jugando de espaldas y siempre dando soluciones a sus compañeros. Además, dominó el juego aéreo en las dos áreas del campo, siendo clave para adelantar a su equipo. Fue sustituido cuando el partido necesitaba otro tipo de delantero. Como el panteón, su partido fue majestuoso desde todos los puntos de vista SuplentesMcKenna 6.5 — Pinza táctica. Entró por Sam Smith para abrir el campo e intentar nutrir a Vadaine Olivier de más balones aéreos, pero volvió a tener un partido discreto y no tuvo una actuación destacada. Con la entrada de Duke-McKenna, Andrés intentó hacer la pinza táctica como Escipión el Africano, aunque sin éxito. Connell Rawlinson 6.6 — Claudio César Augusto. Entró en el minuto 56 por Jim O’Brien para tener un 3er central puro y su partido fue correcto, sin grandes alardes, aunque regaló dos balones al final del encuentro (con el 3-2 en el marcador) que le pusieron a Andrés los pelos de punta. El partido de Connell se podría comparar al mandato de Claudio. Sustituyo a Calígula tras su muerto e intento estabilizar el imperio, tuvo un mandato correcto, pero sin grandes éxitos y al final, murió envenenado por su mujer Agripina. ¡Tranquilos! Podemos confirmar que Rawlinson sigue vivo Daniel Johnson 7.9 — Marco Aurelio. Su entrada fue clave, supo leer el partido a la perfección, siempre colocado entre líneas. Además, con la clarividencia necesaria para encontrar la mejor opción. Volvió a destacar. El partido de Daniel Johnson se podría comparar al mandato de Marco Aurelio. Entró en un momento crítico, fue un estratega y pensador, por algo se le conoce como el emperador filósofo, y tuvo siempre una gran toma de decisiones. Sin duda el emperador más sabio del imperio. Langstaff 6.7 — Pompeya. Entró en el 68 por Vadaine para buscar balones al espacio, pero su presencia se resume a 0 disparos y 7 pases, si bien es cierto que tuvo participación en el último gol descargando el balón para Johnson. Como Pompeya, solo queden los restos. Adebayo-Rowling SC — Didius Julianus. Entró para perder tiempo y refrescar la banda derecha, no tuvo tiempo para aportar nada. Como el mandato de Didius Julianus fue corto y sin pena ni gloria. Sin embargo, Adebayo-Rowling no compró su participación en el partido. Resumen